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Anatomía del sistema endocrino Hipotálamo El hipotálamo es una estructura pequeña localizada inferior al tálamo. El hipotálamo está separado del tálamo por una ranura en la pared del tercer ventrículo que recibe el nombre de surco hipotalámico. El hipotálamo estructuralmente forma parte del diencéfalo y funcionalmente forma parte del sistema límbico. Limites anatómicos: - Anteriormente limita con la comisura anterior y el quiasma óptico. - Superiormente limita con el surco hipotalámico. - Inferiormente limita con los cuerpos mamilares (parte del hipotálamo). - Las columnas del fórnix pasan a través del hipotálamo en su camino hacia los cuerpos mamilares. El hipotálamo forma las paredes de la porción inferior del tercer ventrículo. Los cuerpos mamilares, que son estructuras pares que forman parte del hipotálamo, forman la porción posterior del hipotálamo. En una sección coronal se observa el hipotálamo localizado a ambos lados del tercer ventrículo e inferior a la comisura anterior. Conexiones del hipotálamo: - El hipotálamo esta conectado a la glándula pituitaria, enlazando el sistema nervioso y el sistema endocrino. - La conexión entre el hipotálamo y la glándula pituitaria comienza en el infundíbulo, que se origina en el tuber cinereum. - El tuber cinereum es una prominencia o un abultamiento entre el quiasma óptico y los cuerpos mamilares. - El infundíbulo se continua inferiormente hacia la glándula pituitaria, con el tallo de la hipófisis (glándula pituitaria). - La glándula pituitaria esta localizada en la silla turca, que está en el hueso esfenoides, y está cubierta por un repliegue de duramadre conocido como diafragma sellar. Funciones Generales: - Mantenimiento de la homeostasis - Influye sobre aspectos emocionales, motivacionales y afectivos del comportamiento a través de conexiones con el sistema límbico. - Regulación de la ingesta de alimentos, peso corporal, balance hidroelectrolítico, temperatura corporal, reproducción, ciclos de sueño y vigilia y los ritmos circadianos. - Controla la función de la glándula pituitaria a través de una conexión neural con el lóbulo posterior de la hipófisis (neurohipófisis) y una conexión vascular con el lóbulo anterior de la hipófisis (adenohipófisis). Áreas Funcionales: El hipotálamo puede ser dividido en áreas funcionales de núcleos a lo largo de dos ejes: 1. Eje anteroposterior 2. Eje lateral-medial. Las columnas del fórnix pasan a través del hipotálamo en su camino hacia los cuerpos mamilares, dividiendo al hipotálamo en zonas laterales y mediales. Eje Anteroposterior: - Grupo anterior de núcleos: Área por encima del quiasma óptico, contiene 4 núcleos. (núcleo anterior, núcleo paraventricular, núcleo supraquiasmático, núcleo supraóptico). - Grupo medio de núcleos: Están ubicados en el área que se encuentra por encima del quiasma incluyendo el tuber cinereum, contiene 3 núcleos. (Núcleo arcuato, núcleo dorsomedial, núcleo ventromedial). - Grupo posterior de núcleos: Área por encima del quiasma, incluyendo los cuerpos mamilares que contienen dos núcleos principales. (núcleos de los cuerpos mamilares y núcleo posterior). Eje Lateral – medial: Zona lateral: Comprende el área lateral a las columnas del fórnix, contiene neuronas dispersas entre manojos de fibras. Zona Medial: El área medial a las columnas del fórnix, contiene la mayoría de los núcleos importantes descritos en el eje anteroposterior. Funciones de los grupos de núcleos: Eje anteroposterior: Grupo anterior: - Modula la función parasimpática. - Regula la disminución de la temperatura corporal - El sueño - Ingesta de comida. Grupo Posterior: - Modula la función simpática. - Regula el aumento de la temperatura corporal. - Vigilia - El despertar. Eje lateral-medial Grupo medial: - Saciedad - ADH, GH Grupo lateral: - Ingesta de comida - Despertar. Hipófisis La hipófisis (glándula pituitaria) es la glándula maestra del sistema endocrino. Es una estructura en forma de ovoide que se localiza en la silla turca del hueso esfenoides. La hipófisis está muy relacionada tanto anatómica como funcionalmente con el hipotálamo. La glándula pituitaria consta de dos lóbulos activos: anterior y posterior. • El lóbulo anterior de la hipófisis, también conocido como adenohipófisis, produce y secreta la mayoría de las hormonas hipofisarias. Su función está controlada por las hormonas liberadoras que secreta el hipotálamo. • El lóbulo posterior de la hipófisis (neurohipófisis) no produce ninguna hormona, sino que más bien libera dos hormonas que se producen inicialmente en los núcleos del hipotálamo. La función principal de la hipófisis es la producción de hormonas que regulan muchas de las funciones y procesos vitales, tales como el metabolismo, crecimiento, maduración sexual, reproducción, presión sanguínea, entre muchas otras. Las hormonas secretadas por la glándula afectan a casi todos los sistemas del cuerpo (por ejemplo, las glándulas endocrinas, sistema cardiovascular, sistema digestivo, sistema reproductor, etc). Estructura y localización La hipófisis se localiza en la fosa hipofisaria (silla turca) del hueso esfenoides. En su porción superior, está cubierta por el diafragma sellar de la duramadre. En su porción anteroinferior, se ubica frente al seno esfenoidal, en su porción anterosuperior frente al quiasma óptico y en su porción lateral frente al seno cavernoso. La hipófisis está conectada al hipotálamo por el infundíbulo (tallo hipofisario), un proceso que se extiende de forma inferior desde el túber cinereum hasta el hipotálamo. El infundíbulo no solo conecta las dos glándulas físicamente, sino que también permite el paso de hormonas hipotalámicas hacia la hipófisis y es atravesado por el sistema porta hipofisario y por el tracto hipotálamo-hipofisario. Tiene dos partes principales, la adenohipófisis (lóbulo anterior) y la neurohipófisis (lóbulo posterior). Estas partes difieren en su origen embrionario, por lo que tienen una apariencia histológica y funciones distintas. https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/glandulas https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/sistema-endocrino-es https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/hueso-esfenoides https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/hipotalamo-es https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/sistema-digestivo https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/duramadre https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/nervio-optico-ii-par-craneal Tracto hipotálamo-hipofisario El tracto hipotálamo-hipofisario es un conjunto de axones que conectan a los núcleos hipotalámicos con la neurohipófisis. Tiene la función de llevar las dos hormonas hipotalámicas, oxitocina y vasopresina (hormona antidiurética), hacia la neurohipófisis, en donde se almacenan y liberan de acuerdo con las necesidades del cuerpo. Adenohipósis La adenohipófisis (lóbulo anterior) consta de tres partes características: • La porción anterior (porción distal o glandular) es la parte con la mayor actividad secretora. Está compuesta por folículos que varían en tamaño, pero que esencialmente contienen tres tipos de células. Estas células se clasifican de acuerdo a sus tinciones histológicas, que incluyen células cromófilas (acidófilas y basófilas) y cromófobas. o Las células acidófilas se subdividen en somatotropas y lactotropas. Las primeras producen la hormona del crecimiento, mientras que las segundas producen prolactina. o Las células basófilas están divididas en gonadotropas (productoras de FSH y LH), corticotropas (ACTH), y tirotropas (TSH). o Las células cromófobas se tiñen muy levemente, y estas son las células progenitoras. • La porción tuberal se extiende desde la porción anterior (distal) de la hipófisis. La mayoría de sus células son gonadotropas, con algunas células tirotropas remanentes. Esta rodea alinfundíbulo (tallo hipofisario), que es un conjunto de axones que conectan la hipófisis con el hipotálamo. Estos axones están llenos de las hormonas acumuladas (oxitocina y vasopresina). • La porción intermedia se localiza entre la porción posterior de la adenohipófisis y la neurohipófisis. Contiene folículos formados por las matrices coloidales. La mayoría de las células de esta porción son corticotropas basófilas, con un número mucho menos abundante de células madre hipofisarias. Estas células corticotropas de la porción intermedia producen hormona estimulante de melanocitos y endorfinas. Regulación de la función de la adenohipófisis El hipotálamo es el regulador principal de la función de la adenohipófisis. Es una de las pocas estructuras cerebrales que no se encuentra separada de la corriente sanguínea por la barrera hematoencefálica(BHE), por lo que es capaz de monitorear y responder ante los cambios en la temperatura corporal, necesidades energéticas, o equilibrio de electrolitos. Estos cambios se detectan específicamente por los núcleos hipotalámicos, incluyendo los núcleos arcuato, paraventricular y ventromedial, así como las áreas preóptica (POA) medial y paraventricular. El hipotálamo regula la actividad de la adenohipófisis mediante la liberación de hormonas estimulantes o inhibidoras, por las células neurosecretoras situadas en la zona medial del hipotálamo, entre las que se incluyen: • Hormona liberadora de corticotropina (CRH) • Hormona liberadora de hormona del crecimiento (GHRH) • Hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) • Hormona liberadora de tirotropina (TRH) • Dopamina (DA) Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado • Somatostatina (SS), también conocida como hormona inhibidora de la hormona del crecimiento (GHIH) Estas hormonas son secretadas hacia la corriente sanguínea y enviadas a la adenohipófisis a través del sistema porta hipofisario, con el fin de estimular o de inhibir la actividad secretora de sus células. Todas las hormonas “liberadoras” hipotalámicas tienen un efecto estimulante, mientras que las hormonas “inhibidoras” tienen un efecto inhibidor. La actividad secretora del hipotálamo y de la hipófisis está regulada mediante un mecanismo de retroalimentación negativa. Existen dos tipos de bucles de retroalimentación negativa que afectan al eje hipotálamo-hipofisario: • Bucle largo de retroalimentación: ocurre cuando la cantidad de hormonas de las glándulas periféricas alcanzan su nivel homeostático/fisiológico en el torrente sanguíneo, y estas hormonas envían señales a la hipófisis y al hipotálamo para que detengan la secreción de hormonas liberadoras y estimulantes hasta que los niveles hormonales vuelvan a disminuir. • Bucle corto de retroalimentación: el incremento de los niveles sanguíneos de hormonas hipofisarias inhibe la síntesis y/o liberación de las hormonas hipotalámicas relacionadas. Neurohipófisis La porción posterior de la hipófisis (neurohipófisis) es una estructura neuroendocrina especializada. A diferencia de la adenohipófisis, la neurohipófisis no contiene células secretoras, teniendo en su lugar numerosos axones desmielinizados que se originan de las neuronas secretoras del hipotálamo, específicamente de las neuronas magnocelulares de los núcleos paraventricular (oxitocina) y supraóptico (ADH). Los únicos componentes celulares de la neurohipófisis son las células gliales llamadas pituicitos. La neurohipófisis está dividida en varias partes: • El infundíbulo consta de numerosos axones desmielinizados que forman los tractos hipotálamo- hipofisarios. Estos tractos conectan a la hipófisis con el hipotálamo y sirven para transportar las neurohormonas de los núcleos hipotalámicos hacia la neurohipófisis. El infundíbulo es contiguo a la eminencia media, el área donde las hormonas liberadoras del hipotálamo son secretadas para controlar la actividad de la adenohipófisis. • El lóbulo nervioso (porción nerviosa, lóbulo posterior) es una colección de aproximadamente 100,000 axones desmielinizados con sus terminaciones. Estas terminaciones axónicas contienen cuerpos neurosecretores (cuerpos de Herring) que están llenos de gránulos, que contienen hormonas hipotalámicas destinadas a ser liberadas por la neurohipófisis. Cada gránulo contiene oxitocina o vasopresina (hormona antidiurética, ADH). Dentro de los gránulos, la oxitocina y la ADH están unidas a las proteínas llamadas neurofisina I y II, respectivamente. El lóbulo nervioso también contiene pituicitos de sostén que rodean a los axones. Vascularización del hipotálamo y la hipófisis: Las arterias hipofisarias superior e inferior, las cuales son ramas de la arteria carótida interna. La primera de estas irriga principalmente a la adenohipófisis, mientras que la segunda irriga a la neurohipófisis. El hipotálamo es irrigado por ramas anteriores y posteriores del círculo arterial cerebral (polígono de Willis) y por las ramas hipotalámicas de la arteria hipofisaria superior. La sangre venosa es drenada hacia el seno cavernoso, que drena luego en los senos petrosos superior e inferior. El seno petroso superior se une al seno transverso para formar el seno sigmoideo, que a su vez se une al seno petroso inferior para convertirse en la vena yugular interna. https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/arteria-carotida-interna-es https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/poligono-de-willis En relación con la vascularización del hipotálamo, es importante mencionar al sistema porta hipofisario, un sistema vascular formado por delicados vasos sanguíneos que conectan el hipotálamo con la adenohipófisis. Esa comunicación vascular entre las zonas de las neuronas del hipotálamo y la adenohipófisis permiten que el hipotálamo module la secreción hormonal de la hipófisis. El sistema porta hipofisario se origina de la arteria hipofisaria superior, una rama de la arteria carótida interna que forma un plexo capilar primario ubicado en el infundíbulo y en la eminencia mediana, en la cual son liberadas hormonas reguladoras producidas por el núcleo infundibular y otras partes de la región tuberal del hipotálamo. Estos capilares se unen para formar las venas porta hipofisarias, que transportan las sustancias hasta la adenohipófisis. Ahí, las venas porta se dividen y forman otro plexo capilar, el plexo secundario, que está íntimamente asociado a las células de la adenohipófisis. Así, las hormonas y sustancias producidas por el hipotálamo consiguen llegar a la adenohipófisis y regular su actividad endocrina. Glándula Tiroides La glándula tiroides se sitúa profunda a los músculos esternotiroideos y esternohioideos, localizándose anteriormente en el cuello, a nivel de las vértebras C5- T1. Está compuesta sobre todo por los lóbulos derecho e izquierdo,anterolaterales a la laringe y la tráquea. Un istmo relativamente delgado une los lóbulos sobre la tráquea, normalmente anterior a los anillos traqueales segundo y tercero. Se encuentra rodeada por una delgada cápsula fibrosa, que envía tabiques hacia la profundidad de la glándula. La cápsula está fijada mediante tejido conectivo denso al cartílago cricoides y a los anillos traqueales superiores. Externa a la cápsula hay una vaina fascial laxa formada por la porción visceral de la lámina pretraqueal de la fascia cervical profunda. Arterias de la glándula tiroides. La glándula tiroides, altamente vascularizada, se encuentra irrigada por las arterias tiroideas superiores e inferiores. Estos vasos se sitúan entre la cápsula fibrosa y la vaina fascial laxa. Normalmente, las primeras ramas de las arterias carótidasexternas, las arterias tiroideas superiores, descienden hacia los polos superiores de la glándula, perforan la lámina pretraqueal de la fascia cervical profunda y se dividen en ramas anterior y posterior, que irrigan principalmente las caras anterosuperiores de la glándula. Las arterias tiroideas inferiores, las ramas más grandes de los troncos tirocervicales que se originan de las arterias subclavias, discurren superomedialmente posteriores a las vainas carotídeas para alcanzar la cara posterior de la glándula tiroides. Se dividen en varias ramas que perforan la lámina pretraqueal de la fascia cervical profunda e irrigan la cara posteroinferior, incluyendo los polos inferiores de la glándula. Las arterias tiroideas inferiores y superiores derechas e izquierdas se anastomosan ampliamente dentro de la glándula y aseguran su irrigación, además de proporcionar una posible circulación colateral entre las arterias subclavias y carótidas externas. https://www.kenhub.com/es/library/anatomia-es/capilares Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado En un 10 % de la población, una pequeña arteria tiroidea ima impar se origina del tronco braquiocefálico (v. cuadro clínico «Arteria tiroidea ima»); no obstante, puede originarse del arco de la aorta o de las arterias carótida común derecha, subclavia derecha o torácica interna derecha. Cuando está presente, esta pequeña arteria asciende por la cara anterior de la tráquea, proporcionando pequeñas ramas para ella. La arteria continúa hasta el istmo de la glándula tiroides, donde se divide y la irriga. Venas de la glándula tiroides. Normalmente, tres pares de venas tiroideas constituyen el plexo venoso tiroideo en la cara anterior de la glándula tiroides y la tráquea. Las venas tiroideas superiores acompañan a las arterias tiroideas superiores y drenan los polos superiores de la glándula tiroides; las venas tiroideas medias discurren por trayectos esencialmente paralelos al de las arterias tiroideas inferiores sin acompañarlas, y drenan la porción media de los lóbulos. Las venas tiroideas inferiores, normalmente independientes, drenan los polos inferiores. Las venas tiroideas superiores y medias desembocan en las VYI, y las inferiores drenan en las venas braquiocefálicas posteriormente al manubrio. Drenaje linfático de la glándula tiroides. Los vasos linfáticos de la glándula tiroides discurren por el tejido conectivo interlobulillar, normalmente cerca de las arterias; comunican con una red capsular de vasos linfáticos. Desde aquí, los vasos pasan inicialmente hacia los nódulos linfáticos prelaríngeos, pretraqueales y paratraqueales. Los nódulos prelaríngeos drenan a su vez en los nódulos linfáticos cervicales superiores, y los nódulos pretraqueales y paratraqueales drenan en los nódulos cervicales profundos inferiores. Lateralmente, vasos linfáticos localizados a lo largo de las venas tiroideas superiores pasan directamente a los nódulos linfáticos cervicales profundos inferiores. Algunos vasos linfáticos pueden drenar en los nódulos linfáticos braquiocefálicos o en el conducto torácico. Nervios de la glándula tiroides. Los nervios de la glándula tiroides derivan de los ganglios (simpáticos) cervicales superior, medio e inferior. GLÁNDULAS PARATIROIDES Las glándulas paratiroides, pequeñas, aplanadas y ovoides, normalmente se sitúan fuera de la cápsula tiroidea en la mitad medial de la cara posterior de cada lóbulo de la glándula tiroides, dentro de su vaina. Las glándulas paratiroides superiores habitualmente se localizan a poco más de 1 cm superiores al punto de entrada de las arterias tiroideas inferiores en la glándula tiroides. Las Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado glándulas paratiroides inferiores suelen encontrarse a poco más de 1 cm inferiores al punto de entrada arterial (Skandalakis et al., 1995). La mayor parte de la población tiene cuatro glándulas paratiroides. Un 5 % tiene más, y algunos sólo tienen dos. Las glándulas paratiroides superiores, de posición más constante que las inferiores, se localizan con frecuencia a nivel del borde inferior del cartílago cricoides. Normalmente, las glándulas paratiroides inferiores suelen estar cerca de los polos inferiores de la glándula tiroides, aunque pueden situarse en localizaciones diversas. En el 1 % a 5 % de la población se encuentra una glándula paratiroides inferior profunda en el mediastino superior (Norton y Wells, 1994). Vasos de las glándulas paratiroides. Dado que las arterias tiroideas inferiores proporcionan la irrigación principal de la cara posterior de la glándula tiroides donde se localizan las glándulas paratiroides, normalmente las irrigan ramas de estas arterias. Sin embargo, también pueden estar irrigadas por ramas de las arterias tiroideas superiores, la arteria tiroidea ima o las arterias laríngeas, traqueales y esofágicas. Las venas paratiroideas drenan en el plexo venoso tiroideo de la glándula tiroides y la tráquea. Los vasos linfáticos de las glándulas paratiroides drenan, con los de la glándula tiroides, en los nódulos linfáticos cervicales profundos y los nódulos linfáticos paratraqueales. Nervios de las glándulas paratiroides. La inervación de las glándulas paratiroides es abundante; deriva de ramos tiroideos de los ganglios simpáticos cervicales. Al igual que los nervios de la glándula tiroides, son vasomotores, pero no secretomotores, ya que estas glándulas se regulan hormonalmente. Glándulas suprarrenales Las glándulas suprarrenales (adrenales), de color amarillento en el individuo vivo, se localizan entre la cara superomedial de los riñones y el diafragma, donde están rodeadas por tejido conectivo que contiene abundante grasa perirrenal. Las glándulas están rodeadas por la fascia renal, mediante la cual se unen a los pilares del diafragma. Aunque el nombre «suprarrenal» implica que los riñones son sus relaciones más importantes, la principal inserción de la glándula se da con los pilares del diafragma. Están separadas de los riñones por un delgado tabique (que forma parte de la fascia renal —v. cuadro clínico «Trasplante renal»). La forma y las relaciones de las glándulas suprarrenales difieren en ambos lados. La glándula derecha, de forma piramidal, es más apical (situada sobre el polo superior) respecto al riñón izquierdo, se sitúa anterolateral al diafragma y está en contacto con la VCI anteromedialmente y con el hígado de forma anterolateral.La glándula izquierda, de forma semilunar, es medial a la mitad superior del riñón izquierdo y se relaciona con el bazo, el estómago, el páncreas y el pilar izquierdo del diafragma. Cada glándula suprarrenal tiene un hilio por el cual las venas y los vasos linfáticos abandonan la glándula, mientras que las arterias y los nervios entran en ella por numerosos puntos. Los bordes mediales de estas glándulas están a 4-5 cm de distancia. En esta zona se hallan, de derecha a izquierda, la VCI, el pilar derecho del diafragma, el ganglio celíaco, el tronco celíaco, la AMS y el pilar izquierdo del diafragma. Estas glándulas tienen dos partes: la corteza y la médula suprarrenales, con orígenes embrionarios y funciones diferentes. La corteza suprarrenal procede del mesodermo y secreta corticoesteroides y andrógenos. Estas hormonas hacen que el riñón retenga sodio y agua en respuesta al estrés, aumentando el volumen y la presión de la sangre. También afectan a los músculos, y a órganos como el corazón y los pulmones. La médula suprarrenal es una masa de tejido nervioso invadida por capilares y sinusoides, que deriva de las células de la cresta neural y está asociada con el sistema nervioso simpático. Las células cromafines de la médula están relacionadas con las neuronas ganglionares simpáticas (postsinápticas), tanto por su origen (células de la cresta neural) como por su función. Estas células secretan catecolaminas (principalmente adrenalina) al torrente sanguíneo en respuesta a estímulos de las neuronas presinápticas. Las potentes hormonas medulares, la adrenalina y la noradrenalina, activan el organismo preparándolo para la huída o la lucha en respuesta al estrés traumático. Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado También aumentan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, dilatan los bronquios y modifican los patrones de flujo sanguíneo, preparando al cuerpo para el ejercicio físico. Arterias y venas suprarrenales. La función endocrina de las glándulas suprarrenales requiere una vascularización abundante. Las arterias suprarrenales se ramifican libremente antes de entrar en la glándula, de forma que 50 a 60 ramas penetran en la cápsula que cubre toda la superficie de las glándulas. Las arterias suprarrenales proceden de tres fuentes: Arterias suprarrenales superiores (6 a 8), de las arterias frénicas inferiores. Arterias suprarrenales medias (L1), de la aorta abdominal, cerca del origen de la AMS. Arterias suprarrenales inferiores (L1), de las arterias renales. El drenaje venoso de la glándula suprarrenal se realiza en la gran vena suprarrenal. La vena suprarrenal derecha, corta, drena en la VCI, mientras que la vena suprarrenal izquierda, más larga, a menudo se une a la vena frénica inferior y desemboca en la vena renal izquierda. Los vasos linfáticos suprarrenales se originan de un plexo profundo a la cápsula de la glándula y de otro plexo que está en su médula. La linfa pasa hacia los nódulos linfáticos lumbares. De las glándulas suprarrenales salen numerosos vasos linfáticos. La rica inervación de las glándulas suprarrenales procede del plexo celíaco y de los nervios esplácnicos abdominopélvicos (mayor, menor e imo). Los nervios están constituidos principalmente por fibras simpáticas presinápticas mielínicas procedentes del cuerno (asta) lateral de los segmentos T10-L1 de la médula espinal y atraviesan los ganglios paravertebrales y pre vertebrales, sin hacer sinapsis, para distribuirse por las células cromafines de la médula suprarrenal. Páncreas Endocrino: El páncreas es una glándula digestiva accesoria alargada que se sitúa retroperitonealmente, cubriendo y cruzando de forma transversal los cuerpos de las vértebras L1 y L2 (el nivel del plano Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado transpilórico) en la pared posterior del abdomen. Se halla posterior al estómago, entre el duodeno a la derecha y el bazo a la izquierda. El mesocolon transverso se inserta a lo largo de su borde anterior. El páncreas produce: Una secreción exocrina (jugo pancreático de las células acinares) que excreta en el duodeno a través de los conductos pancreáticos principal y accesorio. Secreciones endocrinas (glucagón e insulina de los islotes pancreáticos [de Langerhans]) que pasan a la sangre. A efectos descriptivos, el páncreas se divide en cuatro porciones: cabeza, cuello, cuerpo y cola. La cabeza del páncreas, la porción ensanchada de la glándula está abrazada por la curva en forma de C del duodeno, a la derecha de los vasos mesentéricos superiores, justo inferior al plano transpilórico. Se une firmemente a la cara medial de las porciones descendente y horizontal del duodeno. El proceso unciforme, una proyección de la parte inferior de la cabeza del páncreas, se extiende medialmente hacia la izquierda, posterior a la AMS. La cabeza del páncreas descansa posteriormente sobre la VCI, la arteria y la vena renales derechas, y la vena renal izquierda. En su camino hacia su desembocadura en la porción descendente del duodeno, el conducto biliar descansa en un surco sobre la cara posterosuperior de la cabeza o está incluido en su parénquima. El cuello del páncreas es corto (1,5-2 cm) y oculta los vasos mesentéricos superiores, que forman un surco en su cara posterior. La cara anterior del cuello,cubierta por peritoneo, es adyacente al píloro del estómago. La VMS se une a la vena esplénica posteriormente al cuello, para formar la vena porta hepática. El cuerpo del páncreas se continúa desde el cuello y se sitúa a la izquierda de la AMS y la VMS, pasando sobre la aorta y la vértebra L2, continuando justo por encima del plano transpilórico, posterior a la bolsa omental. La cara anterior del cuerpo del páncreas está cubierta por peritoneo y se sitúa en el suelo de la bolsa omental, formando parte del lecho del estómago. La cara posterior del cuerpo carece de peritoneo y se encuentra en contacto con la aorta, la AMS, la glándula suprarrenal izquierda, el riñón izquierdo y los vasos renales. La cola del páncreas se sitúa anterior al riñón izquierdo, donde se relaciona estrechamente con el hilio del bazo y la flexura cólica izquierda. La cola es relativamente móvil y pasa entre las hojas del ligamento esplenorrenal junto con los vasos esplénicos. Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado Maria Isabel Resaltado El conducto pancreático principal empieza en la cola del páncreas y discurre a lo largo del parénquima de la glándula hasta la cabeza, donde gira inferiormente y se relaciona estrechamente con el conducto biliar (conducto colédoco). Los conductos pancreático y biliar (colédoco) suelen unirse para formar la ampolla hepatopancreática (de Vater), corta y dilatada, que desemboca en la porción descendente del duodeno en el vértice de la papila duodenal mayor. Como mínimo en el 25 % de los casos, los dos conductos desembocan en el duodeno por separado. El esfínter del conducto pancreático (alrededor de la porción terminal del conducto pancreático), el esfínter del conducto biliar (alrededor de la terminación de este) y el esfínter de la ampolla (esfínter hepatopancreático o de Oddi; alrededor de la ampolla hepatopancreática) son esfínteres de músculo liso que impiden el reflujo de las secreciones digestivas y el contenido del duodeno. De estos, solo el esfínter del conducto biliar tiene un papel importante en el control del flujo de la secreción digestiva (bilis) en el duodeno. El conducto pancreático accesorio desemboca en el duodeno, en el vértice de la papila duodenal menor. En general, el conducto accesorio comunica con el conducto pancreático principal, pero algunas veces es más pequeño que el accesorio y ambos pueden no estar conectados. En estos casos, el conducto accesorio transporta la mayor parte del jugo pancreático. La irrigación arterial del páncreas deriva principalmente de las ramas de la arteria esplénica, bastante tortuosa. Existen numerosas arterias pancreáticas que forman varias arcadas con ramas pancreáticas de las arterias gastroduodenal y mesentérica superior. Hasta 10 ramas pueden pasar desde la arteria esplénica al cuerpo y la cola del páncreas. Las arterias pancreatoduodenales superiores anterior y posterior, ramas de la arteria gastroduodenal, y las arterias pancreatoduodenales inferiores anterior y posterior, ramas de la AMS, forman arcadas localizadas anterior y posteriormente que irrigan la cabeza del páncreas. El drenaje venoso del páncreas tiene lugar a través de las venas pancreáticas correspondientes, tributarias de las ramas esplénica y mesentérica superior de la vena porta hepática; la mayoría de ellas desemboca en la vena esplénica. Los vasos linfáticos pancreáticos acompañan a los vasos sanguíneos. Casi todos ellos terminan en los nódulos pancreatoesplénicos que se encuentran a lo largo de la arteria esplénica, aunque algunos vasos lo hacen en los nódulos linfáticos pilóricos. Los vasos eferentes de estos nódulos drenan en los nódulos linfáticos mesentéricos superiores o en los nódulos linfáticos celíacos a través de los nódulos linfáticos hepáticos. Los nervios del páncreas proceden de los nervios vagos y esplácnicos abdominopélvicos que pasan a través del diafragma. Las fibras nerviosas parasimpáticas y simpáticas pasan a lo largo de las arterias del plexo celíaco y el plexo mesentérico superior y llegan al páncreas. Además de las fibras simpáticas que pasan hacia los vasos sanguíneos, las fibras simpáticas y parasimpáticas se distribuyen hacia las células acinares y los islotes pancreáticos. Las fibras parasimpáticas son secretomotoras, aunque la secreción pancreática está mediada principalmente por las hormonas secretina y colecistocinina, que se forman en el duodeno y la porción proximal del intestino en respuesta a la estimulación por parte del contenido ácido del estómago. 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