Bibliotecas_religiosas

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Reporte
Bibliotecas religiosas
Las bibliotecas de corporaciones religiosas fueron de gran importancia en la época colonial en América, los distintos grupos del clero regular y secular fueron los principales generadores, compradores y consumidores de material impreso, lo que resultó en la formación de las bibliotecas corporativas más importantes en cuanto a abundancia y volumen, resguardadas en sus principales conventos, colegios, seminarios y noviciados de las ciudades de mayor importancia. 
Estas bibliotecas no solo contenían material religioso y teológico, sino también obras de otros géneros como crónicas, historia, tratados científicos, libros jurídicos y lingüísticos.
La importancia de estas bibliotecas radica en que fueron los receptores, acumuladores y preservadores más importantes de material impreso y manuscrito en los dominios americanos, además, se observa una conciencia y preocupación por incrementar el capital bibliográfico de las órdenes, alimentado por las adquisiciones de los procuradores, las incorporaciones post mortem y las mismas donaciones de los miembros. Por ello, no es infrecuente hallar ejemplares cuyos ex libris recuerdan que fueron colocados en ciertos conventos por los padres provinciales u otros miembros.
Estas bibliotecas también fueron importantes en la formación educativa de las élites criollas novohispanas, particularmente los jesuitas. Los estudios teológicos y filosóficos ampliamente cultivados en sus colegios y en las cátedras de teología de la Universidad de México, así como la formación e instrucción espiritual de los novicios y seminaristas con miras a su profesión y ordenación, generaron la demanda y el consumo intenso de libros.
La adquisición de materiales impresos en Europa por medio de los procuradores de Indias u otros agentes intermediarios fue una modalidad bastante empleada por órdenes como la Compañía de Jesús, los franciscanos o los agustinos para hacerse de novedades impresas en múltiples ciudades del viejo continente. Estos procuradores eran enviados a Europa con la finalidad de adquirir material impreso y manuscrito para las bibliotecas de las corporaciones religiosas en América, estos agentes también se encargaban de la compra de otros bienes necesarios para el funcionamiento de las órdenes, como ornamentos litúrgicos, mobiliario y otros objetos de culto. 
La adquisición de materiales impresos en Europa permitió a las órdenes religiosas en América tener acceso a las últimas novedades en materia de teología, filosofía, ciencias y otros géneros literarios, esta modalidad de adquisición de libros también permitió a las órdenes religiosas en América tener una mayor variedad de obras en sus bibliotecas, lo que les permitió ofrecer una educación más completa a sus estudiantes y novicios. 
Referencias· González, E. (2014). Las bibliotecas de las corporaciones religiosas en la Nueva España. México, Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 25-50