Logo Studenta

intercambio_maya

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Reporte
Intercambio en el pueblo maya
El concepto de intercambio en Mesoamérica prehispánica, específicamente en la región Maya, se refiere a las estrategias utilizadas por los diferentes pueblos prehispánicos para abastecerse e integrarse. En regiones con una gran variedad de recursos, la especialización y el intercambio redistributivo aportan beneficios excepcionales que aumentan la productividad, diversifican la subsistencia y otorgan seguridad en caso de crisis agrícola.
La importancia de las rutas comerciales y los puertos de intercambio en facilitar los intercambios radica en que permiten la conexión entre diferentes regiones y grupos, lo que a su vez fomenta la especialización y la producción de bienes para el intercambio. Las rutas comerciales eran utilizadas para transportar los productos desde las áreas donde se producían hacia los puntos de demanda, logrando así que todas las zonas tuvieran acceso a los recursos de subsistencia y también de lujo. 
Las rutas de intercambio permitían la movilidad de personas y la difusión de ideas y tecnologías. Los puertos de intercambio, por su parte, eran puntos estratégicos para el comercio a larga distancia, ya que permitían la llegada y salida de mercancías por vía marítima. En la región Maya, por ejemplo, la principal ruta de intercambio circundaba la península de Yucatán y se conectaba con caminos terrestres y rutas fluviales que comunicaban las diferentes áreas de producción.
Los puertos costeros del Posclásico temprano en el norte de Yucatán eran importantes puntos de intercambio y comercio, y se cree que fueron utilizados por los putunes, un grupo de familias de negociantes que llegaron a ser los comerciantes más prestigiosos del sur de Mesoamérica gracias a su conocimiento de las rutas de comunicación acuática.
La especialización de diferentes regiones en la producción de bienes fue una estrategia común en Mesoamérica prehispánica, incluyendo la región Maya. Esta especialización permitió a los diferentes grupos enfocarse en la producción de ciertos bienes y luego intercambiarlos con otros grupos que producían diferentes bienes. 
La región Maya, la producción de sal se concentraba en la costa del Golfo de México, mientras que la producción de obsidiana se centraba en las tierras altas de Guatemala y México. El cacao se concentraba en la región de Soconusco, en la costa del Pacífico de México, mientras que la producción de algodón se centraba en la región de Tabasco. La producción de plumas de quetzal, un bien de prestigio, se concentraba en la región de Petén, en Guatemala. 
El establecimiento de un sistema de comercio a larga distancia con otros pueblos mesoamericanos en la región del Golfo de México fue una estrategia importante para los grupos prehispánicos de la región. Los puertos costeros del Golfo de México, como Tuxpan, Veracruz y Coatzacoalcos, se convirtieron en importantes centros de intercambio y comercio, conectando a los grupos locales con otros pueblos mesoamericanos. 
Los productos que se intercambiaban incluían obsidiana, cacao, algodón, plumas de quetzal y otros bienes de prestigio. Además, los puertos costeros del Golfo de México también permitían la llegada de productos de otras regiones, como el jade de Guatemala y el oro de Panamá. 
La organización social estaba basada en una estructura jerárquica, con una clase noble y una clase común. Estos factores influyeron en el comercio y el intercambio al permitir el control de los recursos y la especialización en la producción de ciertos bienes. La clase noble tenía acceso a los bienes de prestigio y controlaba gran parte del comercio a larga distancia, lo que les permitía aumentar su poder y estatus social.
Referencias· Attolini Lecón, A. (2009). Intercambio y caminos en el mundo maya prehispánico. México. UNAM, pp. 51-78.

Continuar navegando