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Reporte
Religiosidad en la Sierra Gorda 
Este artículo discute el papel de las figuras femeninas en las prácticas religiosas de las comunidades indígenas en México durante el periodo colonial. La presencia de deidades femeninas era necesaria para equilibrar a las deidades masculinas, y esto se reflejó en los rituales y ofrendas que se les hacían.
Destaca la importancia de las figuras femeninas en estas prácticas, ya que a menudo se asociaron con la fertilidad, la vida y las cualidades nutritivas, la presencia de mujeres en estas prácticas fue significativa, ya que fueron participantes activas en rituales y ofrendas hechas a estas deidades. 
La importancia de las figuras femeninas en las prácticas religiosas indígenas refleja los valores y creencias culturales de estas comunidades, y su incorporación del cristianismo en sus prácticas estuvo influenciada por estos valores.
El proceso de aculturación fue largo y que resultó en la incorporación del cristianismo a las prácticas religiosas de estas comunidades, el artículo sugiere que esta incorporación fue una forma de conquista, ya que las comunidades indígenas fueron capaces de indigenizar el cristianismo y convertirlo en suyo.
La incorporación del cristianismo a las prácticas religiosas indígenas no fue un rechazo completo de sus creencias prehispánicas, sino una mezcla de ambas, esto permitió a las comunidades indígenas mantener su identidad cultural, al tiempo que se adaptaron a los cambios que trajo consigo la occidentalización. Los huesos tienen un significado simbólico significativo en el lenguaje mágico y religioso en muchas culturas, a menudo se asocian con la vida y la muerte, y sus significados pueden variar según la cultura. 
En la mitología mesoamericana, los huesos jugaron un papel importante en la creación de los humanos, y se creía que los individuos que se transformaban en “hombres-dioses” (dios-hombre) tenían poderes extraordinarios, como la capacidad de ver y cambiar el futuro o controlar los elementos. Los huesos fueron vistos como una fuente de poder y prestigio en estas culturas, y se creía que los individuos que los poseían tenían habilidades mágicas. 
El uso de plantas alucinógenas, como el peyote, jugó un papel importante en las prácticas religiosas de las comunidades indígenas en México, el consumo de estas plantas a menudo estuvo acompañado de diversos elementos, como una curación mágica, una experiencia mística o un período de preparación. 
El uso de estas plantas representó el triunfo de la occidentalización entre las comunidades indígenas, ya que fue el resultado de un largo proceso de aculturación en el que el cristianismo fue totalmente internalizado y refuncionalizado por estas sociedades. 
El consumo de estas plantas se realizaba a menudo en un entorno ritual y comunal, con reglas y condiciones específicas a seguir, como consumir la planta en un día y hora específicos según un calendario ritual, purificar el lugar donde se llevaría a cabo el consumo y mantener ciertas condiciones de silencio o música. 
La homogeneización indígena se refiere a una política de hacer que los indígenas se asemejen más entre sí en términos de sus prácticas culturales y organización social. Esta política pretendía incorporar a los indígenas a la sociedad colonial como “grupo” o “casta” más que como “pueblos” o “naciones” distintos. En consecuencia, los indígenas fueron vistos como parte de la sociedad colonial y fueron referidos como “indios” más que por sus identidades étnicas específicas como “mexicas, otomíes, pames, etc.”. Esta política se pretendía promover la inclusión, pero también se tradujo en la eliminación de la diversidad indígena y del patrimonio cultural.
Referencias· Lara Cisneros, G. (2009). El cristianismo en el espejo indígena Religiosidad en el occidente de la Sierra Gorda, siglo XVIII. México, UNAM, pp. 157-197.

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