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Reporte
Teatro portugués y Biblia
Aunque en Portugal no se encontraron muchos textos dramáticos del teatro litúrgico durante la Edad Media, se sabe que debían existir espectáculos relacionados con la liturgia y los ritos católicos por las numerosas leyes promulgadas sobre el teatro y los actores, las alusiones y traducciones de tragedias de Séneca y las frecuentes prohibiciones emitidas por la Iglesia, semejantes a las del resto de Europa, que hablan con precisión de determinados espectáculos relacionados con la liturgia de los ritos católicos. 
Gil Vicente fue uno de los dramaturgos más importantes de Portugal, y su obra Monólogo do vaqueiro o Auto da visitação, muestra relaciones evidentes con la Égloga I de Juan del Encina. Es evidente si se toma como referencia la primera obra de Gil Vicente porque ambos autores son dramaturgos de Corte.
En la obra aparecen unos cortesanos que agreden al pastor e intentan impedirle la entrada, lo cual recuerda al episodio de Herodes, y el tema de la obra es la visita de los pastores bíblicos al Portal de Belén. Coinciden en parte en la temática y en la forma en que se representan los conflictos, ambos autores usan el teatro para representar las diferentes problemáticas que se presentan en la sociedad y para criticar ciertos comportamientos que se consideran erróneos. Ambas obras destacan la importancia de la religión en la vida diaria y cómo esta puede ser una guía moral para resolver conflictos y mantener una sociedad más justa y caritativa.
La obra de Gil Vicente, basada en el episodio de la mujer cananea, muestra cómo la humilde pagana logra la gracia divina mediante sus oraciones y su gran fe en Cristo, consiguiendo que su hija dejara de estar endemoniada. La oración se presenta como una herramienta poderosa para luchar contra el mal y obtener la gracia divina, se contrasta haciendo una crítica a aquellos que rezan sin tener fe, ya que la oración debe realizarse con verdadera devoción y confianza en Dios. 
Como muestra de la sociedad de la época, también escribió sobre la astrología que era una práctica muy común, no le veía utilidad y mostró a los que la practicaban como personas que no se preocupaban por cosas verdaderamente importantes y necesarias como la oración. 
Gil muestra cómo la religión no sólo es un destino sobrenatural del hombre, sino también una moral práctica para la vida diaria, a través de diferentes situaciones en sus obras, se observa cómo los personajes se enfrentan a conflictos de la vida cotidiana y cómo la religión los ayuda a resolverlos de manera pacífica y justa.
En todas ellas se enfatiza la importancia de la caridad y de ayudar al prójimo, como en la figura de São Martinho y su caridad que es muy importante en este sentido, por ello resalta la necesidad de imitar su ejemplo, toda su obra es una muestra de cómo la religión puede ser una guía moral para la vida diaria y cómo sus enseñanzas pueden ser útiles para resolver conflictos y mantener una sociedad más justa y caritativa.
Las obras de Gil y otros escritores se presentaban en varios teatros durante el siglo XVI. En 1588, el Hospital de Todos-os-Santos obtuvo el privilegio de conceder autorizaciones para representar a cambio de una parte de las ganancias y comenzó a funcionar el Pátio do Poço do Borratem o Pátio da Mouraria. En la segunda mitad del siglo XVI surge un Teatro de Colegio en los centros de la Compañía de Jesús, principalmente en Évora, Coimbra, Lisboa y Braga, donde se cultivaba un teatro en latín de carácter didáctico destinado a edificar y adoctrinar moralmente a los alumnos que eran a la vez espectadores y actores.
Gil escribió dentro de dos estilos teatrales, el primero de ellos es el teatro hagiográfico, se centra en la vida de los santos, sus hazañas y milagros, fue muy popular durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa. Se utilizaban elementos simbólicos y religiosos para mostrar la lucha entre el bien y el mal, así como para representar la figura del santo como intercesor entre Dios y los hombres. Fue cultivado principalmente por los jesuitas como un medio para la evangelización y la edificación moral de los fieles, y se consolidó a partir de 1619 con obras como Hohannes Baptista de Diogo Paiva de Andrade. 
El segundo estilo es el auto sacramental que se enfoca en representar alegóricamente el sacramento de la Eucaristía, suelen mostrar la presencia real de Dios en la hostia, y utilizando símbolos y alegorías, representan la lucha entre el bien y el mal. El auto sacramental es una forma de teatro religioso que se representa en la calle o en los teatros, y se caracteriza por la música y el baile en vivo, así como por la participación de diversos personajes como el diablo, ángeles, santos y pecadores. Fue utilizado por la Iglesia Católica como medio de enseñanza y difusión de la fe, y se convirtió en una forma de propaganda religiosa que ayudó a la Iglesia a mantener su control sobre la sociedad. 
Referencias· Álvarez Sellers, M. (2012). La Biblia en el teatro portugués: de la Edad Media al siglo XVII. Vigo, Academia del Hispanismo, pp. 863-879 Recuperado de: https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-biblia-en-el-teatro-portugues-de-la-edad-media-al-siglo-xvii/

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