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Reporte_Diario espiritual del sXVIII

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Lavrin, A. .Sor María de Jesús Felipa: un diario espiritual de mediados del siglo XVIII (1758). Recuperado de https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/ la-escritura -barroca-novohispana-siglos-xvii-y-xviii--0/html/5a438431-f3fb-4157-9cb6-f50d756763aa_14.html#I_10_
Escritos religiosos
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Reporte: Un diario espiritual del siglo XVIII
El diario de Sor María de Jesús Felipa, una monja profesa del siglo XVIII, ofrece una visión detallada de su vida espiritual y cotidiana en el convento de San Juan de la Penitencia. Escrito en 1758, el diario es una obra autobiográfica que relata la vida espiritual de una monja novohispana del siglo XVIII. La narrativa del diario carece de puntuación y estructura clara, lo que hace que sea fácil perderse en la continuidad narrativa, sin embargo, se pueden encontrar múltiples hilos de la vida cotidiana de la religiosa, que se entrelazan con el relato de sus visiones y elevaciones.
En el diario, se describen con detalle las visiones que tuvo de la Virgen María, Jesucristo y sus ángeles custodios que aumentaron su confianza, protagonismo y especial ente los ojos de Dios. Describe que esos son momentos en los que se siente elevada por encima de la realidad terrenal y se siente en contacto directo con Dios. En estas elevaciones, la religiosa experimenta una sensación de éxtasis y de unión con Dios que le permite comprender mejor su papel en el mundo y su relación con el Creador.
Muestra la evolución de la personalidad de Sor María de Jesús Felipa y su crecimiento progresivo de confianza en sí misma y de la certitud de estar en el camino de perfección. A medida que van pasando los meses, se puede observar cómo su relación con el confesor cambia de tono y cómo su confianza en sus capacidades espirituales crece a medida que comienza a sentirse especialmente señalada por el amor de Dios para responsabilizarse por su salvación personal y por la salud espiritual de las almas de su convento.
En general, se puede decir que Sor María de Jesús Felipa mantenía una relación de dependencia con sus confesores, a quienes acudía en busca de orientación espiritual y consejo. En algunos casos, estas relaciones parecen haber sido muy estrechas, y la religiosa se refiere a sus confesores con gran afecto y respeto.
En el diario se pueden encontrar numerosas referencias a sus devociones a varios santos y a la Virgen María. Estas devociones parecen haber sido muy importantes para ella, y en algunos casos, incluso le proporcionaron consuelo y apoyo en momentos de dificultad.
Entre los santos a los que Sor María de Jesús Felipa se sentía especialmente cercana se encuentran San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, San Ignacio de Loyola y San Juan de la Cruz. En varias ocasiones, la religiosa se refiere a estos santos como sus "amigos" y les pide su intercesión ante Dios.
Además de estos santos, también tenía una gran devoción a la Virgen María. En varias ocasiones, se refiere a ella como "mi madre" y le pide su ayuda y protección, la religiosa escribe: "Le pedí a la Virgen María que me ayudara a ser más humilde y a amar a Dios con todo mi corazón" (fol. 45). En otro momento, se refiere a la Virgen como "mi protectora y amiga" (fol. 72).
Estas devociones parecen haber sido muy importantes para Sor María, ya que le proporcionaban consuelo y apoyo en momentos de dificultad, además, de reflejar la rica tradición religiosa de la época, en la que los santos y la Virgen María ocupaban un lugar central en la vida espiritual de los creyentes.
En el diario, también se pueden encontrar detalles de la vida cotidiana dentro del convento, como los juegos y entretenimientos con las niñas del convento, la comunicación y dependencia con su madre espiritual y con otras profesas a quienes les descubría sus dudas interiores, y los nudos de amistades humanas y espirituales que se reafirmaban con los años, o enconos personales que también seguían ese destino.
Esta mezcla de la vida cotidiana y la espiritualidad es una muestra de cómo la religión permeaba todos los aspectos de la vida en la época colonial. Las monjas vivían en un mundo en el que la religión era una parte integral de su vida cotidiana, y sus experiencias espirituales se entrelazaban con sus actividades diarias.
En el diario de Sor María de Jesús Felipa, se puede observar cómo las enfermedades y la muerte son temas recurrentes que se relacionan con aspectos controversiales de la vida espiritual, como las profecías y los milagros.
Aunque el diario es desorganizado debido a la falta de habilidad literaria de Sor María, ofrece una valiosa visión de la experiencia espiritual de una monja en la época colonial de México.

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