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DUKELSKY El_arte_en_la_civiliz_cretomicenica (1)

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1 
EL ARTE EN LA CIVILIZACIÓN CRETOMICÉNICA1 
 
Cora Dukelsky 
 
 
 “Mandaba a los cretenses Idomeneo, ilustre guerrero; los cuales vivían en 
Knossos; en Gortina, la bien amurallada; en Licto; en Mileto; en la blanca Licasto; en 
las vastas ciudades de Festos y Ritio y otros muchos de la isla de Creta, la de las cien 
ciudades.” Homero, Ilíada, canto II 
 
 En la isla de Creta se desarrolló a partir del 3000 a.C. y hasta el 1400 a.C. una 
cultura floreciente, brillante y original que conocemos como minoica. Casi 
simultáneamente en la Grecia continental fueron asentándose grupos de pueblos de origen 
indoeuropeo que conformaron la cultura heládica. 
 Creta tuvo habitantes desde el Paleolítico, alrededor del 10.000 a.C. A partir del 
3000 los asentamientos se distribuyeron alrededor de grandes ciudades, a menudo 
autónomas, en ocasiones aliadas a algunas de sus vecinas. La ciudad más importante, 
Knossos, estuvo habitada desde el 6000 a.C. La problemática de las fechas aún no está 
resuelta a continuación un cuadro cronológico basado en los planteos de Evans en 1921 y 
Marinatos y Platon en 1981: 
 
 
 
 
 
 
1 El presente artículo es una ampliación de Dukelsky, C. (1998) Interacción arte-naturaleza en la 
civilización minoica. Bs As. 
 2 
 
El siguiente es un cuadro comparativo del desarrollo de las civilizaciones Cretense, 
Heládica y Egipcia a partir de PREZIOSI, D. y HITCHCOCK, L.A 
 
 CRETA CÍCLADAS GRECIA EGIPTO 
3000 
 
 
2000 
MINOICO 
ANTIGUO I A III 
Prepalacial 
Ídolos de 
mármol 
HELÁDICO 
ANTIGUO 
REINO ANTIGUO 
2000 
 
 
1700 
MINOICO 
MEDIO I Y II 
Primeros Palacios 
 HELADICO 
MEDIO 
 
REINO MEDIO 
1700 
 
1600 
MINOICO 
MEDIO III 
Segundos Palacios 
Akrotiri en 
Thera 
 2ºPERIODO 
INTERMEDIO 
(Hicsos.Tell el D’Aba) 
1600 
 
1500 
MINOICO 
RECIENTE I 
 HELÁDICO 
RECIENTE I 
 
 
IMPERIO NUEVO 
1450 MINOICO 
RECIENTE II 
 HELÁDICO 
RECIENTE II 
 
1400 
 
1200 
MINOICO 
RECIENTE III 
 HELÁDICO 
RECIENTE III 
(Micénico) 
 
 
 
 
LA CRETA MINOICA 
En el interior del territorio se cultivaba la tierra y se practicaba la ganadería, en las 
extensas costas se explotaban los recursos del mar. Los habitantes de la isla descubrieron 
paulatinamente las ventajas del comercio y el intercambio cultural con otros puertos del 
Mediterráneo. Construyeron una eficaz marina mercante y se convirtieron en una potencia 
marina (talasocracia). La isla se enriqueció fundamentalmente con el comercio del cobre. 
Los cretenses fueron los intermediarios entre la isla de Chipre2, situada al este de Creta, 
que era el lugar donde se extraía el metal, y el resto de las civilizaciones que necesitaban 
el cobre para elaborar el bronce. Los vínculos establecidos con el Cercano Oriente, 
Chipre, las islas Cícladas y Egipto permitieron variados intercambios de mercancías e 
ideas. El resultado de esta mezcla de marinos, pescadores y grandes comerciantes fue 
una compleja civilización. Habían desarrollado la metalurgia, utilizando primero el cobre 
y después el bronce. Elaboraron refinadas piezas de cerámica, vasijas de oro, plata y 
bronce, vasos de piedra, estatuillas de marfil o terracota, delicados anillos y sellos 
tallados en piedra. Cultivaron los deportes iniciando los juegos que se convertirían más 
tarde, en la Grecia continental, en las Olimpíadas. 
 
2 El término Chipre está vinculado con la palabra latina cyprium que significa cobre. 
 3 
 La isla estuvo habitada desde el paleolítico. Es posible que la población original 
proviniera de Anatolia, el estadio neolítico es pobre pero evolucionó rápidamente a partir 
de la revolución urbana. En los primeros tiempos bajo la forma de pequeñas ciudades que 
se irían transformando en zonas de grandes palacios cuya soberanía se extendía en el 
entorno rural. No existió nunca un sólo monarca que gobernara la totalidad de la isla, 
pese a los dichos de Herodoto y Tucídides quienes consideraban que Minos había sido el 
fundador de la potencia marítima cretense, sino que varias ciudades se repartían la 
hegemonía. En cada localidad un palacio albergaba al rey del lugar. Los indicios 
arqueológicos permiten suponer que la forma de gobierno era aristocrático-monárquica, 
quizá con un consejo, puesto que en la sala de trono se han encontrado bancos alrededor, 
pero ignoramos sus facultades. No sabemos mucho sobre su organización debido a que si 
bien se ha podido descifrar una de sus formas de escritura, los testimonios sólo contenían 
inventarios3. No hay evidencia escrita de su pensamiento, de su religión, de su forma de 
vida. Las tablillas descubiertas en Creta nos informan que la administración pública 
estaba formada por ministros, burócratas y escribas. Los impuestos se cobraban en 
especie, y lo recaudado en grano, aceite o vino se almacenaba en enormes tinajas que se 
han hallado en grandes cantidades en los palacios excavados. Las imágenes artísticas nos 
hablan de una sociedad cortesana, amante de las diversiones y también tributarios que 
llevan sus impuestos al rey. Los cretenses se rodearon de todo el lujo que pudiera agregar 
placer a la vida y gozo para los ojos. Construyeron espléndidos palacios y los decoraron 
con graciosas pinturas cuya temática festiva y naturalista indica el carácter alegre de este 
pueblo. Sus representaciones son ahistóricas, no existen en ellas hechos políticos, 
militares ni actos individuales. La historia cretense resultaría aún más desconocida si no 
tuviéramos los datos de otras civilizaciones con las cuales intercambiaron sus productos. 
El pueblo minoico fue conocido por sus contemporáneos, los egipcios los llamaron keftiú, 
los acadios kaptaru, los hebreos caphtor; y recientemente, en las décadas de 1980 y1990 
se ha descubierto una fuerte relación entre los hicsos (invasores de Egipto) y los minoicos 
en los hallazgos de Tell el D’aba4. 
 
 
La religión minoica 
 Igual que con la historia, la religión cretense se nos presenta enigmática, no hay 
textos, no podemos estructurar una teología ni un ritual. Al parecer los vivos fueron más 
importantes que los muertos, a diferencia de lo que sucede con la civilización egipcia, la 
mayor cantidad de hallazgos se han efectuado en palacios y no en tumbas. Tratándose de 
una civilización agrícola y matriarcal es lógico pensar que la divinidad suprema haya sido 
la Madre Tierra. Se han encontrado numerosos ídolos femeninos, diosas de la 
fecundidad, mujeres desnudas, de amplias caderas y pechos desnudos; testimonio de la 
primacía de la mujer. Era una religión naturalista, adoraban las montañas, las grutas, las 
 
3 Los documentos encontrados son escasos en relación a la escritura cretense más antigua que es de carácter 
ideográfico y que, según Evans tiene dos versiones. También existieron dos sistemas silábicos o alfabéticos, 
el lineal A y la más reciente lineal B, que fue descifrada por Ventris en 1953 y resultó ser una forma 
arcaica del griego. 
4 Tell el D’aba en la zona norte del Delta, en Egipto fue la ciudad de Avaris, antigua capital de los hicsos. 
Se encontraron en su palacio restos de pintura de neta inspiración minoica. 
 4 
piedras, los árboles y los pilares, las palomas y los toros. El contacto con la naturaleza era 
para el hombre minoico el contacto con lo divino, a menudo los rituales se realizaban en 
santuarios al aire libre, levantados en las montañas o en los bosques sagrados. Otros 
aspectos del rito tenían lugar en los palacios o en residencias dedicadas a los dioses que 
solían tener habitaciones subterráneas o recipientes lustrales5. 
El dios-hijo, el Zeus cretense, identificado con la lluvia, moría anualmente en el 
otoño y renacía en primavera, símbolo del renacer de la naturaleza. Al volver a la vida se 
celebraban las fiestas agrarias. Es de notar la similitud con los cultos mesopotámicos de 
Dummuzi-Tammuz, con los de Siria (Adonis),con los de los hititas (Telepinu) y con el 
de Osiris entre los egipcios. El Zeus niño era adorado en las cavernas sagradas. Según 
Nilsson6 los primitivos habitantes de Creta, como otros pueblos neolíticos, vivieron en 
cavernas. Cuando las abandonaron siguieron usándolas como cementerios y lugares de 
devoción. 
 El culto comprendía oraciones, sacrificios y diversas ceremonias, presidido 
posiblemente por sacerdotisas. Se celebraba en altares levantados en las cumbres de las 
montañas, en grutas sagradas o en los patios de los palacios. Estos santuarios constaban 
de una mesa para las libaciones y sacrificios y estaban adornados con ídolos diversos. En 
todos los palacios cretenses se han encontrado rastros de elementos rituales, quizás el 
propio rey oficiara de sacerdote, como intermediario entre los dioses y los fieles. Los 
sacrificios a los dioses formaban parte fundamental de la religión. Consistían en ofrendas 
de animales, a menudo toros, y libaciones7 como vemos en el sarcófago de Haghia 
Triada. En uno de sus lados se muestra, delante de su tumba, una imagen del muerto, 
rígido y sin brazos. Hacia él se dirigen tres figuras masculinas, con ofrendas de animales. 
Mirando hacia el otro lado una sacerdotisa vuelca una libación en una gran crátera, 
ubicada entre dos árboles coronados por dobles hachas y pájaros. 
 
 
Sarcófago de Haghia Triada. Anverso 
 
 
5 Ver hallazgos en Thera comentados más adelante. 
6NILSSON (1961: 43) 
7Muchas de las religiones de la antigüedad rendían homenajes con libaciones: ofrendas de vino, leche, miel 
que se realizan vertiendo el líquido en la tierra para que llegue a los dioses o a los muertos. 
 5 
Sarcófago de Haghia Triada. Reverso 
 
 
 
La Diosa de la Tierra protegerá al muerto si recibe las honras apropiadas: 
libaciones, sacrificios de animales, danza y música sagrada. Es interesante observar que 
los instrumentos musicales que aparecen, doble flauta y lira de siete cuerdas, son los 
instrumentos básicos de la música sagrada griega. En el otro lado del mismo sarcófago 
aparece un toro atado con cuerdas sobre la mesa de sacrificio frente a un altar con cuernos 
de consagración y un pequeño árbol junto a una doble hacha con pájaro. A la derecha una 
mujer está preparándose para la ceremonia mientras un muchacho toca la doble flauta. En 
los costados del sarcófago, dos figuras andan en carros, uno conducido por cabras 
salvajes, el otro por grifos alados. 
 Se veneraban las fuerzas generadoras de la naturaleza, como el toro, principio 
fecundador por excelencia o la serpiente, vinculada con lo cósmico, con las potencias 
subterráneas, elemento iconográfico que sirve para designar a las diosas de la naturaleza y 
a las diosas madres de toda la cuenca del Mediterráneo oriental y el Asia Menor. Las 
estatuillas de la diosa de las serpientes nos muestran una mujer con falda acampanada y 
un chaleco que dejaba los pechos al descubierto. En realidad, no sabemos si es diosa o 
sacerdotisa, dado el escaso conocimiento que tenemos de la religión cretense. Las 
serpientes estaban también relacionadas con el alma de los muertos y con el culto 
doméstico. Eran protectoras del hogar y traían suerte a la casa. El mismo aspecto de 
protección de la casa se mantendría en algunas diosas griegas. Atenea es la protectora de 
la polis, del hogar de todos los atenienses y uno de sus atributos es la serpiente. 
 En anillos de sello de carácter ritual y en las pinturas de los palacios aparecen 
otros elementos religiosos de difícil lectura, tales como ojos, mariposas y sus crisálidas, o 
pequeños seres alados, danzas que tendrían que ver con la veneración del movimiento, a 
menudo aparecen evidencias de adoración al árbol y flores del tipo de las liláceas. Ya 
hemos mencionado al toro, animal que se sacrificaba con la doble hacha (labrys) y del 
cual quedaban como testimonio los cuernos de consagración. Otros animales sagrados 
parecen haber sido los grifos y los pájaros. 
 
 
 6 
La cerámica 
 Los cretenses decoraron las vasijas que utilizaban para la vida diaria de manera 
elegante y colorida. Los recipientes se realizaban en cerámica de variados formatos. La 
fantasía creadora de los artesanos se volcaba tanto hacia las elegantes siluetas de los 
vasos como hacia las decoraciones pintadas. Desde el neolítico encontramos testimonios 
de cerámica realizada a mano con simples motivos geométricos incisos. 
 
MINOICO ANTIGUO I Y II 
 Los vasos de cerámica comenzaron a decorarse con tonos diversos. La arcilla 
amarillento oscura se trabajaba con variedad de formas y adornos en rojo con carácter 
rectilíneo o se le daba color por manchas irregulares. 
 
MINOICO ANTIGUO III 
 La arcilla de este período es más depurada, más pulida y a los motivos rectilíneos 
se agregan los curvilíneos. Quizás en este momento se inventa la espiral, primero simple, 
luego más desarrollada. Se usa con frecuencia una peculiar forma de vaso constituido por 
una jarra de cuerpo esferoidal con larguísimo pico similar al de un pájaro, con dos 
protuberancias a manera de ojos. Son los vasos de Vassiliki, así llamado por el lugar 
donde se han encontrado muchos ejemplares. 
Se usan además jarras con pico, tazas, copas que imitan en arcilla a los vasos 
metálicos. Los ceramistas pintaban estos vasos con diversas tonalidades: blanco y negro 
son los más usuales, pero también amarillo, naranja, rojo. 
 
MINOICO MEDIO I Y II: PRIMEROS PALACIOS 
 La cerámica de este período recibe el nombre de Kamares debido al lugar donde 
se han hallado los primeros ejemplares. Kamares era una gruta-santuario cerca del monte 
Ida, lo cual permite suponer que algunas vasijas se utilizaban como ofrendas en tanto las 
grutas eran lugares de culto para el pueblo minoico. Mejoras técnicas, la invención del 
torno de rotación lenta y la posibilidad de aumentar la temperatura del horno, produjeron 
una notable evolución. Se logró dar mejor contorno a la panza y mayor esbeltez al pie y 
se consiguieron las finas paredes llamadas de “cáscara de huevo”. Aumentó también la 
variedad en los formatos: jarras con pico, copas con dos asas, tazas, fruteras, vasos con 
forma de pitoi8 pero de dimensiones modestas y, muy popular, un ánfora globular con 
embocadura pequeña, asas horizontales insertas cerca de la misma embocadura y con 
pico. La cerámica de Kamares enriquece la paleta con tonalidades rojas, amarillas, ocres, 
naranjas, blancas, sobre fondo negro brillante. La fantasía cromática se aplica a 
imaginativos motivos tomados del mundo natural pero transformados intelectualmente 
por el artista para adecuarse al formato de los vasos. Se combinan con motivos 
geométricos entre los cuales ocupa un lugar preeminente la espiral. Es notoria la 
preferencia por las formas curvas que sugieren formas vivientes; el sentido de lo orgánico 
es tan poderoso que aún representando elementos inanimados la sensación es de vitalidad. 
La línea tiene fuerza en sí misma, incita al espectador a seguirla, a recorrer toda la 
superficie del vaso con un diseño libre, ondulante, sin diferenciar ni jerarquizar zonas. La 
organización de las formas no es simétrica, puede surgir de un núcleo vital que se va 
 
8 Grandes vasijas para almacenar grano, aceite, vino. 
 7 
expandiendo, va creciendo ante nuestros ojos, sugiriendo un movimiento constante, una 
idea de continuidad. Los tallos de las flores se entrelazan sin preocuparse por una 
reproducción naturalista, por el contrario, prima un elegante decorativismo y sin embargo 
son motivos cargados de vida, con un alto sentido de lo orgánico. 
 
 
 
 
En algunos ejemplares se aplican flores en relieve, pegadas con barbotina. Los 
comerciantes cretenses exportaron el valioso material cerámico. Algunas de estas vasijas 
fueron encontradas en las tumbas del Reino Medio egipcio, en Chipre y en la Grecia 
continental. 
 
MINOICO MEDIO III: SEGUNDOS PALACIOS 
 Durante el MinoicoMedio III se produjo también una innovación técnica con el 
torno rotación rápida que se tradujo en formas de vasos más elegantes. En ellas se destaca 
un refinamiento que concuerda con la lujosa vida de los cretenses en esta floreciente fase 
de su civilización: el vaso cónico, también la jarra con estribo o a doble cuello destinada a 
contener líquidos perfumados, grandes ánforas con tres asas, vasos de forma alargada con 
embocadura ensanchada y pie restringido, grandes recipientes globulares con pies con 
forma de tronco de cono. La rica policromía de Kamares se sustituyó por un estilo 
monocromo de ornamentación oscura sobre fondo claro. Los motivos predilectos son los 
pertenecientes a la fauna marina, además de ciertas plantas elegidas por su elegancia y sus 
formas esbeltas adecuadas para algunos formatos. Las lilas, lirios, iris, jacintos aparecen 
en los vasos de pie; así como los pulpos se expanden sus tentáculos en los vasos 
globulares o los caracoles flotan diagonalmente en refinadas jarras. Es notable como en la 
cerámica falta la representación no sólo del hombre sino también de los animales que lo 
acompañan en las pinturas murales que se desarrollarían en la pintura mural. Esto sería un 
índice del sentido decorativo de los ceramistas que se restringieron al patrimonio 
ornamental de plantas y formas marinas, porque lo pensaron esencialmente adaptado al 
 8 
embellecimiento de las curvadas superficies de los recipientes. Obra maestra de este 
período es el pulpo que decora un vaso encontrado en Gournia. 
 
 
El animal fue uno de los favoritos pues les permitía expresar el gusto por las curvas a 
través del dibujo de sus tentáculos enrollándose y desenrollándose en el espacio acuático 
enriquecido por algas, estrellas de mar, caracoles y peces. Los tentáculos, con sus 
decorativas ventosas, parecen abrazar el recipiente. Los ritmos curvos fluyen en un diseño 
que tiene algo de lo cambiante e incansable del mar. El observador debe continuar el 
esquema alrededor de la vasija. Pareciera la visión de un buzo, sin apoyos, sin un espacio 
definido; la parte principal del animal se ubica oblicuamente para acentuar la 
atectonicidad y la libertad espacial. De la misma manera, en la vasija, la base resulta muy 
escasa, está apenas apoyada. Los vasos altos se decoraban con plantas de la familia de las 
liláceas, con tallos esbeltos y flores elegantes o con la flor del azafrán. Las formas 
graciosas y delicadas de los vegetales son un ejemplo de excelente diseño decorativo. El 
mismo refinamiento, dinamismo de línea y belleza decorativa aparece en la pintura mural 
(por ejemplo en dos escenas de una villa cerca de Amnisos, zona costera cerca de 
Knossos. Actualmente en Herakleion, Museo Arqueológico: una con lirios blancos, la 
otra con iris rojos). El esquema decorativo es similar al de los vasos, con los tallos unidos 
abriéndose en abanico en la parte superior ornamentada con flores sumamente estilizadas. 
También en este período se exportaron vasos a Chipre, Egipto y al continente helénico. 
 
MINOICO RECIENTE I Y II: “ESTILO DE PALACIO” 
 A la última fase de florecimiento de la civilización cretense pertenece el llamado 
“estilo de palacio”, coincidente con los frescos del palacio de Knossos. La tendencia a 
imitar elementos de la naturaleza fue sustituida por la esquematización de los mismos 
motivos, no dispuestos ya con equilibrada libertad, sino con una simetría compositiva 
rígida o bien se adopta una decoración en registros que imita las franjas que adornaban las 
paredes de los palacios. La influencia arquitectónica se introduce en los esquemas florales 
que se convierten en casi columnas con capiteles en abanico. Las flores son 
convencionales, plantas híbridas que combinan elementos de los papiros en flor y las 
liláceas sumamente esquematizadas y con un sistema compositivo rigurosamente 
 9 
planeado. La tradicional figura del pulpo se transforma, sus tentáculos se esquematizan, 
su cuerpo pierde todo contacto con la naturaleza de la cual ha surgido, es un motivo 
geométrico. En cuanto a las formas, peculiares de este período son las grandes y elegantes 
ánforas, de pie estrecho, abultadas hacia arriba donde se insertan tres pequeñas asas 
verticales. La pintura es negruzca sobre fondo ocre pálido. Un ejemplo de esta cerámica 
cretense transplantada al continente (época de interacción y posiblemente dominio de 
Creta sobre Grecia) es un vaso de Pylos en que la decoración está constituida por cinco 
haces de espirales con un esquema tomado del arte micénico, resulta similar a las 
espirales del techo de la tolos de Orcomenos. 
 
 
La pintura mural 
 La mayor parte de los ejemplos de pintura mural pertenecen al Minoico Medio III 
y Minoico Reciente I y II; en su mayoría son del palacio de Knossos. Se trata de pintura al 
fresco, primer ejemplo conocido en la Antigüedad del uso de esta técnica. Los análisis 
químicos revelan que la cal y los pigmentos (formados a base de vegetales y minerales y 
del murex9) eran de procedencia local a excepción de la frita azul egipcia. La riqueza y 
variedad de las composiciones se combina con un color vivo y fantasioso, nadie se 
escandalizaba por ver un mono azul. Las figuras humanas cumplen un rol importante en 
los frescos, pero también la naturaleza tiene un papel fundamental. Los fondos suelen 
tener franjas onduladas, irregulares, de distintos grosores que contribuyen al ritmo y al 
decorativismo de los muros. Es un arte del movimiento que otorga preponderancia a los 
gestos, a las actitudes de los personajes que se vuelven unos a otros, agitan los brazos, 
parlotean. Una de las curiosidades de estas pinturas son los efectos de multitudes, 
esbozadas, sin preocupación por el detalle; son las llamadas miniaturas que resultan 
utilísimas para reconstruir la vida cortesana, los espectáculos, las diversiones 
aristocráticas, el colorido de trajes, el decorado del palacio. 
 
 
Knossos. Multitudes en ceremonia de palacio. Notar los cuernos de consagración en la 
parte superior de la arquitectura y el fondo en base a ondulaciones de color. 
 
 
9múrice: sustancia extraída de un caracol del Mediterráneo que sirve para teñir de color púrpura. 
 10 
Al artista minoico no le interesaba la representación en profundidad, ni el respeto 
por las formas naturales. Se basaba en una inspiración de la naturaleza pero su libertad, su 
imaginación era la que creaba imágenes espontáneas, siempre diferentes, a menudo 
dentro de un espacio indefinido. La línea jugó un papel preponderante, tanto en las 
representaciones de la naturaleza como en las de las figuras; con curvas que dan vida y 
movimiento y a veces se transforman en convenciones como la del “galope volador” en 
los animales o los cabellos flotantes de los humanos. De los egipcios tomaron la 
convención de pintar al hombre de color más oscuro que la mujer, así como el amarillo 
para los objetos de oro, el azul para los de plata, el rojo para los de bronce. 
 La pintura minoica más antigua es quizás el Recolector del azafrán del Minoico 
Medio II. Recoge azafrán (flor de la familia de los lirios, con significado religioso) en una 
colina llena de flores. 
 El famoso Príncipe de la flor de Lis era en realidad un sacerdote sosteniendo un 
grifo u otro animal sagrado. Con su collar y corona de flores y sus decorativas plumas de 
pavo real camina majestuosamente por un campo de flores que repiten el esquema 
cromático del tocado. Juegan los ritmos en el diseño de adornos y plantas, en la mariposa 
y en la flor de lis. 
 Una procesión de tributarios ocupaba unos cincuenta metros de un corredor del 
palacio. Eran alrededor de trescientas cincuenta figuras, conformando grupos de hombres 
jóvenes avanzando desde dos direcciones diferentes hacia una figura central femenina (se 
vislumbran sólo pequeños pies blancos con tobillera de adorno y el borde del vestido) 
que puede ser la reina o una princesa que represente a la diosa minoica.Las figuras 
masculinas, usan trajes bordados con cinturones de oro y plata y tobilleras y brazaletes de 
plata y llevan preciosas vasijas. El fondo es amarillo con franjas onduladas en azul. La 
esquematización presente en este tipo de fondos es similar a la que presenta el fresco de 
los Delfines, que adornaba los muros del megarón10 de la reina. Para representarlos, el 
artista ha tomado sólo algún elemento naturalista y con un gran poder de síntesis los ha 
transformado en fantasiosa y elegante decoración: delfines azules, con una franja naranja 
y amarillo pálido en la panza juegan entre las olas con peces más pequeños. 
 Una de las más audaces composiciones de Knossos, el Salto del Toro, capta una 
veloz acción con formas sumarias. La escena muestra el deporte ritual con el toro del cual 
participan tanto hombres como mujeres. Se muestra cada etapa de la competencia: 
primero el atleta sostiene los cuernos del toro (mostrado en “galope volador”), luego hace 
el “salto de la muerte” por arriba de la espalda del toro y finalmente salta al suelo. Las 
figuras están ricamente adornadas con joyas y tanto hombres como mujeres visten 
taparrabos y botas altas. Son figuras de cuerpos insustanciales, con cintura demasiado 
estrecha y piernas alargadas. Sus cuerpos se doblan acrobáticamente como si fueran de 
goma, sin peso. No hay duda de que estas competencias realmente se llevaron a cabo, una 
indicación interesante es el hecho de que algunos cuernos de toros encontrados en las 
excavaciones han sido limados, para disminuir el riesgo de una herida peligrosa. 
 
 
 
 
10 El término está mal aplicado si consideramos la forma megarón del palacio micénico. Ver definición más 
adelante 
 11 
 
 
 
 
 En muchos frescos se valora en especial la naturaleza como género, el paisaje vale 
por sí mismo. Encantadores jardines con sus animales y flores como el fresco del “pájaro 
azul” que surge entre imaginativas rocas de coloridas franjas mientras las plantas parecen 
estar floreciendo ante nuestros ojos. 
 
El arte minoico en la isla de Thera 
La isla de Thera (actualmente Santorini), es una pequeña isla volcánica que 
pertenece a las islas Cícladas. Hacia el 1500 a.C. su ciudad llamada AKROTIRI, fue 
destruida por un terremoto y luego cubierta por la lava de un volcán. Descubierta a fines 
del siglo XIX recién en 1967 comenzaron las grandes campañas arqueológicas 
fundamentalmente a raíz de la teoría de Spyridon Marinatos quien sostenía que el 
fenómeno volcánico había sido la causa del fin de una época en Creta. Su teoría no pudo 
probarse pero sus descubrimientos revolucionaron nuestros conocimientos sobre la 
civilización minoica. 
Akrotiri tenía una fuerte vinculación con la cultura minoica. La religión parece ser 
la misma que en Creta. Tanto el culto como la administración fueron practicados de un 
modo similar que en Creta, incluso usaron los mismos elementos litúrgicos. Existen 
similitudes en los santuarios y los temas de los frescos. La importancia de Thera consiste 
en que se han encontrado casas en bastante buen estado con su decoración de frescos que 
permiten realizar en ellos lecturas abarcativas. El contexto donde se encuentra cada tema 
se ha conservado además de los objetos que ayudan a identificar el uso y el significado de 
cada parte de las residencias. Se han podido identificar varias capillas o pequeños 
 12 
santuarios de Akrotiri que contenían ritones11, mesas de ofrendas, jarras y copas de alta 
calidad como material necesario para el ritual. 
Se cree que la sociedad en Akrotiri estaba organizada alrededor de un sistema de 
santuarios con una definida jerarquía entre ellos y posteriormente fueron manejados por 
una clase gobernante que debe haber tenido un status sacerdotal. La economía, la religión 
y todas las actividades deben haber estado interrelacionadas, teniendo en cuenta que la 
distinción entre lo laico y lo religioso es una concepción moderna. 
El orden de la sociedad estaba basado en el orden de la naturaleza. Una armoniosa 
relación entre las dos era necesaria y se llevaba a cabo mediante una serie de festivales. 
En ellos, la renovación de la naturaleza se celebraba en conexión con eventos de 
significación social, como las victorias, y la iniciación de los jóvenes. De este modo el 
orden social estaba integrado en el perenne orden de la naturaleza. 
 Los santuarios de Thera eran pequeños, con capacidad para diez o doce personas o 
un poco más. Es posible que el público se parara frente al edificio, en la calle. Tenían 
habitaciones conectadas mediante puertas corredizas para permitir reuniones públicas en 
ocasiones importantes, muchos tenían un pequeño espacio subterráneo, un “baño lustral” 
o adyton (lugar sagrado)12. Los frescos que se encontraron en el baño lustral, por ejemplo 
del santuario llamado Xeste 3, muestran a una diosa y un altar en la parte superior de la 
pared. Posiblemente fuera un área sagrada destinada a algún ritual especial interpretado 
por un grupo de sacerdotisas del azafrán. Las mujeres están recolectando flores en un 
paisaje rocoso y las colocan en canastas. Dominando la escena una figura femenina 
sentada en una plataforma tripartita y flanqueada por dos animales exóticos, un mono13 y 
un grifo (animal sagrado en la religión minoica). 
 
 
Xeste 3. Dibujo de la diosa en la parte superior de la pared del adyton. 
 
11 Recipientes de cerámica o piedra, suelen terminar en punta y se sostienen con trípodes. Su uso es ritual, 
se llenaban con los líquidos para las libaciones. Es curioso que rara vez se han hallado intactos, se supone 
que se rompían ritualmente una vez finalizada su función. 
12 También los hay en la isla de Creta y Evans los relacionó con baños rituales y de purificación. Otros 
estudiosos consideran que son simplemente baños, pero no tienen desagotes conectados a ellos y tampoco 
un piso a prueba de agua. 
13 El mono azul es un tema religioso en Creta y también en otros santuarios de Akrotiri. En Egipto los 
babuinos azules están asociados a la manifestación de Ra, el dios del sol. El motivo probablemente derive 
de esta concepción. 
 13 
 
Xeste 3. Joven recolectando azafrán. La joven sacerdotisa lleva la cabeza rapada y sólo 
tiene una pequeña cola de caballo y un copete sobre la frente. Los investigadores han 
observado que el rapado parcial en la cabeza es sinónimo de juventud, tal como 
acostumbraban a representar los egipcios a sus niños. 
 
Ver más imágenes en http://www.ou.edu/finearts/art/ahi4913/aegeanhtml/cyakr.html 
 
El ciclo decorativo podría vincularse a rituales de iniciación femeninos, 
estrechamente asociados a la naturaleza y en particular al azafrán14 que, además de su uso 
culinario y como tintura, se utilizaba como calmante durante la menstruación. Las flores y 
pájaros que también aparecen aluden a la primavera y al renacimiento de la naturaleza 
después del invierno. 
Una importante actividad conectada con los santuarios son los cultos de comida. 
Vasijas para cocinar, vasos, jarras y restos de comida han sido encontrados en casi todos 
los santuarios. Los santuarios eran puntos focales de la organización social, tenían 
funciones religiosas y seculares. Estaban íntimamente conectados con la economía y eran 
agentes de cohesión social, dado que en ellos se reunía la comunidad para los rituales y 
las comidas comunales. La economía y la religión estaban íntimamente relacionados 
como en el caso de la Creta minoica. Esto, que podría parecernos muy extraño, era algo 
común para los egeos en la Antigüedad. 
En la Casa del Oeste puede observarse un completo programa iconográfico con 
pinturas bien conservadas. En el lugar se encontraron mesas de ofrendas, ritones y otros 
vasos cultuales, lo cual prueba su función como santuario. En los frescos se muestra un 
hombre joven (cabeza rapada salvo mechones) y desnudo llevando pescados,14 Las lilas y los azafranes que aparecen tan repetidamente en el arte minoico no fueron seleccionados por 
su belleza sino porque son signos de la regeneración de la naturaleza en la primavera y el otoño, lo mismo 
puede decirse de las golondrinas que son heraldos de la primavera. También los patos, tanto en Egipto 
como en Mesopotamia estaban conectados con la fertilidad porque ellos abundan en pantanos y lagos. 
 
 14 
posiblemente alusión a un portador de ofrendas a los dioses. En otros frescos aparecen 
una compleja escena de un poblado costero, con actividades de ganadería pero también 
guerreras; también se observa una procesión de barcos, engalanados con símbolos de la 
naturaleza que aluden a un festival sagrado y en otro una ceremonia de la cual participa 
toda la ciudad. 
 
 
Casa del Oeste. Joven “pescador” 
 
Casa del Oeste. Festival marítimo. Observar la similitud de los delfines con los del 
“megarón de la reina” en Knossos. 
 
 
La arquitectura. Los palacios 
 Los centros minoicos tuvieron palacios y todos ellos tienen estructuras similares. 
La denominación es la más sencilla que encontramos, pero en realidad las funciones del 
complejo arquitectónico eran posiblemente múltiples: gubernamentales, religiosas, 
comerciales, administrativas, culturales. Los palacios eran vastos complejos construidos 
con gran cuidado, precisión y armonía. 
El más importante y de mayor tamaño fue el de Knossos, cuya construcción se 
prolongó desde el Minoico Medio III hasta el Minoico reciente. Era una complicada 
construcción con numerosos cuartos y sin un límite exterior definido. Las múltiples 
 15 
habitaciones se disponían de manera sumamente compleja partiendo de un núcleo 
rectangular constituido por el patio ceremonial. El patio central de Knossos mide unos 60 
metros por 30 metros. El palacio “no carecía de defensas, pero no era una fortaleza 
inexpugnable como Tirinto o Micenas. Era la sede de un rey del mar, construida para 
resistir algaradas o incursiones, pero desamparada si se perdía la flota.”15 
Los accesos a los palacios eran varios, cuatro, en correspondencia con los puntos 
cardinales y, al parecer, no conducían directamente al espacio central sino a partir de 
varias idas y venidas, corredores, desniveles y terrazas. No existía una entrada 
monumental bien definida como es habitual en la arquitectura cortesana. La orientación 
sur-norte de los palacios tenía que ver con algún monte sagrado que estuviera en sus 
proximidades. 
Los cretenses, amantes de la naturaleza, idearon sus palacios en estrecha 
comunión con el paisaje circundante. La arquitectura se acomodaba a los desniveles 
naturales del terreno a través de escaleras, desniveles y rampas. Los árboles, objeto de 
adoración religiosa; se incluían en el terreno del palacio y todo el entorno panorámico se 
convertía en parte del edificio. 
 
 
 
Planta del palacio de Knossos 
 
 
15 Robertson (1988: 37) 
 16 
Las columnas, de fuste liso y pintadas de rojo o azul, tenían su base más estrecha 
que el diámetro de la parte superior, “…si bien el grado de disminución ha sido 
exagerado por muchos escritores y siempre fue suave”16. Se cree que las columnas 
estaban vinculadas con la religión puesto que se decoraban con las dobles hachas (labrys) 
sagradas. El término labrys está en el origen del concepto de laberinto originado en el 
palacio de Knossos. Todo el palacio estaba protegido por la utilización de los cuernos de 
consagración17 en sectores superiores. También existían criptas subterráneas, con 
recipientes lustrales de claro carácter sagrado. 
En la construcción de los palacios cretenses se observan comodidades y 
refinamientos que parecen asombrosas para una época tan lejana. Había acueductos de 
piedra que traían agua al palacio y la distribuían a las distintas dependencias. También 
construyeron cloacas y cañerías de cerámica por las cuales pasaba agua caliente para 
calefaccionar las habitaciones. Estaban estudiadas las corrientes de aire entre los 
diferentes espacios para ventilar en el caluroso verano. La luz excesiva se filtraba para 
que los ambientes estuvieran más frescos. Existían lugares de depósitos para grano, vino 
y aceite, se encontraron más de siete mil vasijas con restos de esos productos. Se 
utilizaron distintos tipos de materiales, piedra, adobe, madera para las columnas. Al 
parecer los techos eran terrazas planas. Las columnas se pintaban con color rojo y azul y 
los muros se decoraban con frescos. 
 
 
 En la sala del trono de Knossos el fresco de grifos ubicados heráldicamente debió 
tener el significado de protección y alusión al poder. Junto a la sala del trono existía un 
recipiente lustral, similar a los hallados en Thera. 
Además del palacio de Knossos se han encontrado otros palacios similares en las 
localidades de Phestos, Malia, Gortys. Es notorio el contraste con las ruinas del palacio de 
Knossos, lo cual se debe a una diferencia de criterio arqueológico. Knossos fue el primer 
palacio cretense en ser descubierto, a principios del siglo XX. El arqueólogo que realizó 
las excavaciones, Sir Arthur Evans, decidió reconstruirlo con materiales modernos. Las 
 
16 Robertson (1988: 42) 
17 El motivo de los cuernos de consagración se origina en el toro sacrificado a los dioses, sus restos 
quedaron como un elemento de protección para los humanos y se ubicaban en los techos y partes superiores 
de escaleras y rampas. 
 17 
columnas que hoy vemos en Knossos están realizadas con cemento y pintadas en el siglo 
XX. En cambio el criterio arqueológico más reciente es diferente. La actual tendencia es 
respetar la obra original. 
En los palacios existía una zona de culto. La similitud de planta entre los tres 
grandes palacios (Knossos, Phestos, Maliá) es tan marcada que las funciones deben haber 
sido casi idénticas. La idea de un patio central proviene de Egipto y Asia, pero al 
contrario de lo que sucede en esos lugares, el patio cretense es invariablemente dos veces 
más largo (medidas promedio 56 x 26 m), con el objeto de obtener el mayor calor posible 
del sol invernal. El ordenamiento arquitectónico se inicia a partir del patio- núcleo. No 
hay una entrada monumental, ni una gran escalera que jerarquice un sector. Existían 
cuatro entradas, aún se discute cuál era la principal. A pesar del aparente desorden de la 
planta existen sectores definidos para las tareas administrativas, políticas, religiosas y las 
zonas de depósitos. 
 La misma estética del movimiento y la fantasía que se aprecia en la cerámica y la 
pintura mural se evidencia en la arquitectura. Partiendo del patio, elemento generador, un 
espacio fluido, sin direcciones precisas se va expandiendo en todas direcciones 
integrándose con el paisaje en muchos niveles. Es una arquitectura que no puede ser 
experimentada de otro modo que moviéndose. Los desniveles, las zonas abiertas y 
cerradas, las comunicaciones entre distintos espacios, las terrazas, los pórticos, las zonas 
alternativas de luz y sombra, las diferentes alturas de las habitaciones darían a sus 
visitantes una sensación de continuo movimiento y de comunicación con la naturaleza 
circundante. 
Los enterramientos son diferentes de acuerdo a cada período. En el Minoico 
Antiguo se enterraban en cuevas y luego en una especie de imitación de las casas con una 
o dos cámaras. Luego en grandes vasijas llamadas pithos. Las tumbas fueron colectivas 
hasta el Minoico Medio II. 
 
La cultura micénica 
Nos concentraremos en la etapa micénica de la Grecia continental, momento de 
florecimiento político y dominio sobre el territorio cretense. Al parecer la estructura de la 
sociedad era similar al sistema feudal del período medieval. Las imágenes y la 
organización arquitectónica sugieren un pueblo con mayor énfasis en lo belicoso a 
diferencia de lo naval/comercial de la cultura minoica. Los poemas homéricos reflejan 
algunosaspectos de esta civilización: los ideales guerreros, la organización de las 
ciudades con un rey a quien los nobles siguen en las aventuras pero no una unidad 
política generalizada. 
Las ciudadelas micénicas son más pequeñas que los palacios minoicos, se 
presentan en acrópolis (ciudad alta) rodeadas de fortificaciones con murallas de entre 5 a 
10 metros de espesor (en Tirinto, 17 metros), en cuyo interior había corredores. Las 
murallas eran de ladrillo crudo en su parte más alta y la base de bloques de piedra, a veces 
de grandes dimensiones, los llamados luego por los griegos muros ciclópeos. 
Micenas fue la ciudad más importante, la ciudadela era residencia real y lugar 
administrativo. Se ubica sobre una acrópolis, rodeada de una muralla. Se accede a través 
de la famosa Puerta de los Leones cuya losa esculpida muestra un par de leonas en 
 18 
posición heráldica, adorando a una columna minoica. En el interior de la ciudadela se 
incluyeron tumbas más antiguas, las llamadas tumbas de fosa18. 
 
 
Reconstrucción de Micenas. 
 
En el interior del palacio, una gran sala central sostenida por cuatro columnas 
constituye el megarón. Se cree que el techo era plano con una claraboya para iluminación 
y aireación. Precedido por un pórtico y a continuación un patio, la forma megarón es el 
antecedente del formato de los templos griegos. 
 
 
Reconstrucción del megarón de Micenas 
 
 
18 Con anterioridad al período micénico se han encontrado tumbas circulares o tholoi. Eran tumbas reales, 
quizás se construyera una por dinastía. Se utilizaba la piedra caliza y también granito en parte. El ejemplo 
más espectacular es el “Tesoro de Atreo”, que no es un tesoro sino una tumba. Excavado en la ladera de una 
colina está recubierto por enormes bloques, se ha calculado que el dintel interior pesa más de cien 
toneladas. La falsa cúpula de su interior está construida con sucesivas hiladas horizontales de piedra que 
luego se cubrieron con tierra. Un camino procesional, dromos, permite el acceso a la tumba. El diámetro 
interior de la cámara circular es de 14,5 metros y 13 metros de altura 
 19 
 
Planta del palacio de Pylos. 
 
Tirinto se conserva mejor que los otros palacios micénicos y estaba fuertemente 
amurallada. En los edificios, como en todos los elevados por minoicos y micénicos, las 
columnas eran de madera con un soporte de discos de piedra. El primer patio medía unos 
16 por 20 metros, rodeado de pórticos, a continuación un megarón con su hogar en el 
centro. Las partes altas de los muros del megarón eran de adobe y la superficie completa 
estaba estucada y pintada al fresco en el interior. 
Las pinturas micénicas son más esquemáticas que las minoicas. Igual 
característica observamos en los motivos de la cerámica pintada. Algunos temas 
continúan la tradición anterior pero se agregan otros en función de la diferente forma de 
vida. La figura humana ocupa mayor espacio que el paisaje. Los temas nuevos son 
desfiles de carros, caballeros, guerreros, la caza del jabalí. 
 
 Vaso de los guerreros 
 
 
 20 
APÉNDICE 
 
Mitos griegos 
Los mitos griegos relacionados con la cultura cretomicénica recuerdan 
antiquísimas tradiciones conservadas en forma oral. 
 El mito de Ariadna, Teseo y el Minotauro ilustra el dominio político y 
económico de Creta sobre la Grecia continental. En la época de mayor poderío de la isla, 
muchas ciudades Heládicas tenían que pagarle tributo al rey Minos. Como en ese 
momento Atenas era demasiado pobre para pagar, enviaba, en compensación, un tributo 
en seres humanos; doncellas y jóvenes destinados a ser devorados por un monstruo, mitad 
hombre y mitad toro, llamado Minotauro. Éste era el fruto de la unión carnal entre la 
esposa de Minos, Pasifae, y un toro sagrado, quizás alusión a Poseidón, el dios del mar o 
la potencia engendradora de la naturaleza que simboliza en muchas civilizaciones la 
figura del toro. El rey debió esconder al Minotauro en un palacio y para evitar sus 
desmanes ordenó a Dédalo19 construirlo en forma de laberinto. Mientras tanto, el héroe 
ateniense Teseo decidió poner fin a la cruel obligación de enviar jóvenes a la muerte y se 
ofreció a formar parte del grupo. Una vez en Creta, la hija del rey Minos, Ariadna, se 
enamoró de él y decidió ayudarlo. Teseo era fuerte y valiente, podía matar al monstruo; 
sin embargo el verdadero problema consistía en salir del laberinto en el que estaba 
encerrado el Minotauro. Ariadna, desesperada, pidió ayuda al ingenioso Dédalo quien le 
aconsejó entregarle un ovillo de hilo para ir desenrollando desde la entrada y así poder 
salir una vez matada la bestia. Teseo logró vencerla y luego salió del laberinto gracias al 
“hilo de Ariadna”. 
 Según las antiguas leyendas fue el rey Minos, sabio legislador, el fundador de la 
potencia marítima cretense. La palabra Minos era, según se cree, el nombre genérico del 
rey de Creta, un título similar a faraón. Debido a ello, Evans llamó Minoica a esta 
civilización. Las leyendas griegas posteriores se referían a Creta como un importante 
centro cultural de donde pasaron a Grecia ciertos cultos y muchos inventos como por 
ejemplo los desarrollados por Dédalo en el campo de la carpintería, la arquitectura, 
instrumentos para navegación y otros. Para divertir a Minos, el ingenioso Dédalo había 
fabricado unos juguetes de madera que se movían y aún hablaban. ¡Fueron los primeros 
robots de la historia!. 
 Irritado por la ayuda brindada a Teseo y por el rapto de su hija, Minos encerró a 
Dédalo junto a Ícaro, su hijo adolescente. Para huir de su forzado encierro, el inventor 
construyó un aparato volador con armazón de madera y dos alas untadas con cera. En el 
momento de emprender vuelo, el padre aconsejó a Ícaro que no volara ni muy alto porque 
el sol derretiría la cera de las alas, ni muy bajo porque el mar las humedecería haciéndolo 
caer. El muchacho muy entusiasmado por la novedad, imprudentemente, desobedeció a 
su padre y se echó a volar con todo su ímpetu hacia lo alto. Lamentablemente las 
 
19 Dédalo era un ateniense de antigua estirpe, bisnieto de Erecteo, primer rey de Atenas. En Creta actuó 
como arquitecto, inventor y asesor del rey. Ideó una vaca de madera en la cual Pasifae pudiera esconderse y 
así unirse con el toro. Posteriormente debió edificar un complejo palacio para que el Minotauro no 
escapara. La planta del palacio de Knossos extremadamente complicada inspiró la idea de laberinto en el 
cual sería muy fácil perderse. El origen de la palabra está en un elemento ritual cretense, la doble hacha, 
llamada labrys, que adornaba el palacio de Knossos. 
 21 
predicciones de Dédalo fueron ciertas, el sol derritió las alas, y el joven cayéndose al mar 
se ahogó. El mar donde cayó lleva desde entonces el nombre de Icaria (sector meridional 
del Egeo). 
 
BIBLIOGRAFÍA 
 
BIANCHI BANDINELLI, R. y PARIBENI, E. (1998) El arte de la antigüedad clásica. 
Grecia, Madrid. 
DEMARGNE, P. (1964) Nacimiento del arte griego. Madrid. 
DUCATI, P. (1922) Storia della Ceramica Greca. Firenze. 
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NILSSON, M. (1965) Historia de la religión griega. Buenos Aires. 
PETTAZZONI, R. (1953) La religion dans la Grèce Antique des origines a Alexandre le 
Grand. Paris. 
PREZIOSI, D. y HITCHCOCK, L.A (1999) Aegean Art and Architecture, Oxford 
University Press, United Kingdom, 
ROBERTSON, D.S (1988) Arquitectura griega y romana, Madrid. 
LAWRENCE, A.W. (1962) Greek architecture. London.

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