Logo Studenta

La estructuración psíquica según el cap El falo y el meteoro del Sem 3 - Adriana Santillán

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
CARRERA: Psicología Clínica
ASIGNATURA: Teoría y clínica de la Psicosis
TEMA DE ENSAYO:
La estructuración psíquica según el cap. “El falo y el meteoro” del Sem 3
AUTOR (A):
Adriana Santillán
DOCENTE: Rodolfo Rojas
PARALELO: A
2018
El sujeto está constituido por los significantes que recibe de los otros y también por los que no recibe. Se conoce de este significante primordial para la constitución de un sujeto, es decir, al significante del nombre del padre, que es el que va a permitir que un sujeto se vuelve neurótico, dejándolo en falta; se vuelva psicótico, dado a que el sujeto nunca se enteró de este significante del nombre del padre; o se vuelva perverso, habiendo conocido el significante del nombre del padre, pero no haberle hecho caso, negando la falta, posicionándose como un falo imaginario. El presente ensayo abarcará el tema de Falo, su significado y el papel que juega para el sujeto de las diferentes estructuras, poniendo más énfasis en el sujeto psicótico, tomando como referencia el Seminario III: Las psicosis de Jaques Lacan.
El falo es lo que representa la totalidad, el tener, el estar completo. El sujeto hombre neurótico, antes de serlo, se supone que es un hombre con falo y por no querer perder este falo, termina aceptando la ley, la castración, dado a que supuestamente, imaginariamente el significante nombre del padre le deja la opción de quedarse con el falo si acepta la ley, pero igual termina castrado, termina en falta; me parece un tanto confuso; debería estar completo por haber hecho caso a las advertencias del Nombre del padre, por haberse regido a la ley, pero se convierte en un sujeto de deseo. Por otra parte, la mujer neurótica siempre estuvo en falta, nunca tuvo el falo y por ello, siempre anda en busca de este, que, si llega a ser madre, podría ubicar a su hijo como su falo imaginario. Todo esto por el lado de un sujeto con estructura neurótica.
El sujeto psicótico, este nunca se enteró que existió un significante del Nombre del padre; dado a que la madre lo dejó ubicado en ese lugar de objeto a que colme su falta. Recordar que la estructura de un niño depende exclusivamente de la subjetividad de la madre, sobre todo en la psicosis. Debido a este desconocimiento del significante del nombre del padre, hay una negación total, en términos lacanianos, hay una forclusión del este significante primordial. Este niño queda directamente a merced de la madre, con los significantes de la madre; de ahí a que se hable de una tendencia homosexual en el sujeto psicótico, dado a que es como si madre-hijo fueran una solo, por lo que se habla que el psicótico no tiene un fantasma propio, sino que comparte el fantasma con la madre, querrá tener la capacidad de la madre de poder hacer un hijo.
Para Freud, una defensa contra la tendencia homosexual parte de la megalomanía, que, en sí, es una superioridad del yo, por un narcisismo amenazado. En otras palabras, es un temor narcisista, para resaltar su posición viril. Para Ida Macalpine, autora que Lacan menciona en su clase del seminario III, dirá que esta tendencia homosexual nunca se manifiesta directamente, como primera; sino que desde el principio los síntomas que aparecerán son los hipocondriacos, que estos en sí son síntomas psicóticos. Estos delirios le van a servir al sujeto psicótico para reorganizarse, para equilibrarse. Tal y como sucedió en el caso de Schreber, que quería ponerse en el lugar de mujer para Dios, quería ser la mujer de Dios, diciendo que solo él podría ser capaz de cumplir este rol; manifestando esta megalomanía y la tendencia homosexual de la que mencionan Freud e Ida Macalpine acerca del psicótico.
Lacan, en su seminario, comienza a hacer una analogía entre un anillo que representa como símbolo el órgano sexual femenino, basándose en un cuento llamado Anillo de Hans Carvel; donde este anillo tiene valor de significante. Pero hace esta relación del anillo con un meteoro como eso y, luego de un arcoíris como aquello, que ha decir verdad no entendí completamente a que quiso llegar con tales palabras, o cual era el verdadero significado de estas metáforas. Para poner en contexto y tratar de explicarlo poco a poco, menciona que el arco iris existe porque han dicho que eso es y aquello ha hecho que lo llamemos arcoíris; que el arcoíris no habla, sin embargo, se puede hablar en su lugar; pero al mismo tiempo nos pide que supongamos que sí habla, dado a que, si le hablamos, podemos hacerlo hablar y; este no quiere saber nada de su nombre, que entonces al lago no le queda más remedio que mostrarle como el sol influye en su creación (Lacan, 1956, p.453). Lo que entiendo es que el arco iris representa al niño, el lago a la madre y el sol al padre.
La analogía y metáfora anteriormente nombrada, desde mi punto de vista, da cuenta del sujeto psicótico, como este siendo el arcoíris es nombrado porque sí y, no quiere saber nada de su nombramiento, de esta negación, resaltando el mecanismo propio de la psicosis, la forclusión; pero la madre, de algún sentido le da significantes que no tienen relevancia porque ya fue nombrado como psicótico y viene a hacer innecesario hacerlo, pero igual lo hace, mostrando al padre y su influencia en ese proceso, que nuevamente se resalta, en ese momento ya no tiene importancia alguna para el psicótico, por lo que no interesa hablar de aquello.
En aquella triada realizada por Freud de madre-hijo-padre, este último se lo representa como el que tiene el falo y el que amenaza y priva al sujeto, prácticamente como quien impone la ley de esa relación de goce puro entre la madre e hijo, que en la neurosis sí hay esta interferencia del padre en la triada, separando a ambos, madre e hijo y dejándolos en falta. De acuerdo a Lacan (1956) cómo actúa la estructura de la psicosis lo relaciona a dos momentos, al primero lo llama cataclismo imaginario, relacionándolo con este momento de goce puro con la madre, poniéndose en un estado de concesión hacia la madre; luego, el segundo momento hay ese despliegue separado del aparato significante, hay disociaciones, fragmentaciones hasta descomposición del discurso interior y, después de que se encuentra con aquel significante primordial, hay una colisión, por lo que toca reconstituirlo, de ahí a que surjan estos delirios psicóticos (p.455). Cuando hay esta colisión, el psicótico se queda en lo puro real, que para salir de ahí tendrá que hacerlo mediante delirios. Estos le permitirán dar algún significado a lo que no logra entender y así posteriormente poder arreglarse o reconstituirse como menciona en el texto. Se podría decir que no es tan sencillo como el neurótico que tan solo reprime o sublima, este sujeto psicótico tiene que desbaratarse por completo para volver a construirse.
Es por todo ello que Lacan (1956) menciona lo siguiente: “el psicótico tiene respecto a ustedes la desventaja, pero también el privilegio, de haberse hallado colocado en relación al significante un poquitito trastocado, atravesado” (p. 457). Acerca del privilegio que menciona Lacan, lo que se me ocurre para que haya dicho tal cosa, es que tal vez los psicóticos tienen la suerte de no tener la ley que los deja en toda la falta e insatisfacción constante, que de alguna forma pueden satisfacer un deseo; a diferencia de los neuróticos que estos deseos se tornan imposibles, en el caso del neurótico obsesivo y se tornan siempre insatisfechos en el caso de la neurosis histérica. Y sobre la desventaja, tienen que ver los delirios, que son bastante procaces desde una perspectiva regida a la norma.
En definitiva, el falo tiene su papel, pero no es relevante en el sujeto psicótico tanto como en el neurótico que vive en busca de obtenerlo por completo. El seminario III: Las psicosis de Lacan dio a entender esa función del padre, aunque de manera un poco complicada de entender, que realmente no se podría asegurar que se entendió del todo, pero se tiene cierta noción del tema. Es curioso dar cuenta como la madre influye en toda laformación de la estructura del sujeto psicótico, como la subjetividad de las madres influyen en todas las estructuras que se pueden llegar a dar para que sus hijos se conviertan en sujetos. Aunque es importante resaltar que hay cierta decisión del niño en todo este proceso, lo que Lacan llama la insondable decisión del ser.
Referencias Bibliográficas
 
Lacan, J. (1956). El falo y el meteoro. En Seminario III: Las psicosis (pp.440-459) Buenos Aires: Paidós.

Continuar navegando