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FISIOLOGÍA DE LA HEMOSTASIA La hemostasia fisiológica consta de 4 fases: Vaso constricción en la zona afectada Formación de un agregado plaquetario sobre la superficie lesionada Formación y estabilización de la fibrina Eliminación del depósito de fibrina o fibrinólisis VASOCONSTRICCIÓN Se produce luego de una lesión vascular, es refleja y está modulada por mediadores del endotelio y las plaquetas. Su objetivo es disminuir la pérdida de sangre y favorecer el inicio de la formación del coágulo. FORMACIÓN DEL TROMBO PLAQUETARIO Las plaquetas principalmente junto con elementos de la pared vascular y proteínas del plasma forman el trombo. Los trombocitos actúan mediante su contracción dependiente de calcio, que se inicia cuando entran en contacto con el subendotelio. Se logra mediante 2 procesos: Adhesión plaquetaria al subendotelio Formación de agregados sobre las plaquetas adheridas al subendotelio Las plaquetas se adhieren al subendotelio a través de las glicoproteínas (GP) de sus membranas. ¿Cómo se produce la adhesión? Las plaquetas entran en contacto con la pared vascular desendotelizada mediante la unión de la (GP) Ib-IX de la membrana plaquetaria con el factor von Willebrand (vWF) presente en el subendotelio. Esta unión da lugar a un flujo transmembrana de iones de calcio que activa las plaquetas, lo que confiere a la GP IIb-IIIa la capacidad de interacción con el vWF. Dicha interacción favorece a las plaquetas a que se depositen sobre el subendotelio para formar una monocapa. Los hematíes benefician la adhesión plaquetaria ya que ocupan el centro de la luz vascular y desplazan a las plaquetas hacia la pared. La formación de agregados plaquetarios tiene lugar mediante la unión de la GP IIb-IIIa con el fibrinógeno (FGN), en presencia de Ca+2 extracelular, para formar puentes interplaquetarios y también por la unión GP IIb-IIIa con el vWF existente en el plasma y con el liberado desde las plaquetas. Las plaquetas al ponerse en contacto con el subendotelio se contraen en forma dependiente al paso del Ca+2, desde el sistema tubular al citoplasma →el ↑ de Ca+2 inicia la activación celular por 2 vías: Vía dependiente de calmodulina: fosforila la cadena ligera de la miosina. Vía dependiente de la fosfolipasa A2: libera ácido araquidónico de los fosfolípidos. El ácido araquidónico (AA) se puede metabolizar mediante 2 vías enzimáticas: Regulada por la lipooxigenasa: que lo transforma en ác hidroxieicosatetranoico (12- HETE), que es un inhibidor de la adhesión plaquetaria. Dependiente de la ciclooxigenasa (COX): que lo transforma en tromboxano A2 (TXA2), un vasoconstrictor y potente agonista de la agregación plaquetaria. La COX transforma el AA en endoperóxidos cíclicos (PGG2 y PGH2) a partir de los que se forma TXA2 por la tromboxano-sintetasa. Las células endoteliales también metabolizan el AA y producen endoperóxidos intermedios que luego se convierten en prostaciclina (PGI2) por la prostaciclina-sintetasa. La PIG2 es un potente vasodilatador y antiagregante. Asimismo, el óxido nítrico, también sintetizado en la célula endotelial, tiene efectos sinérgicos con la PIG2. Las plaquetas al activarse liberan el contenido de sus gránulos: ADP, ATP, serotonina, proteínas adhesivas, calcio, factores de coagulación y factores de crecimiento. Las plaquetas además contribuyen a la coagulación al exponer, tras activarse, los fosfolípidos aniónicos requeridos para formar los complejos enzimáticos de la coagulación. FORMACIÓN y ESTABILIZACIÓN DE LA FIBRINA La coagulación plasmática tiene como objetivo la formación del coágulo de fibrina con la transformación por la acción de la trombina del fibrinógeno, una proteína plasmática soluble, en fibrina, que es insoluble. La trombina, que se forma a partir de la protrombina por activación de la coagulación, también promueve la estabilización de la fibrina. La coagulación requiere un control fisiológico estricto, que realizan sus inhibidores naturales, para limitar el coágulo a la zona de la lesión y evitar su extensión excesiva. Formación de la Trombina: La trombina se genera por la activación secuencial de los factores de la coagulación (proteínas plasmáticas). La mayoría de estos son proenzimas y el resto son cofactores. La coagulación se activa por un mecanismo en cascada, donde las proenzimas se transforman en enzimas activas. Las secuencias de activación de estas proteínas se denominan vías de la coagulación que clásicamente se consideraban vía intrínseca y extrínseca. Ambas confluyen en la activación del factor X y se continúan en una vía común, que finaliza con la formación de trombina. Vía Intrínseca Vía Extrínseca Comienza con la activación del factor XII al entrar en contacto con superficies no fisiológicas, como el subendotelio, o por la acción de la precalicreína o el cininógeno de alto peso molecular. El factor XII activado (XIIa) formado activa el factor XI y juntos forman el complejo de contacto que activa el factor IX, el cual, junto con el factor VIIIa (como cofactor), activa el factor X, en presencia de Ca2+ y fosfolípidos procedentes principalmente de las plaquetas activadas. Se inicia cuando la sangre contacta con los tejidos dañados en los que se genera el factor tisular, que se expresa en las células dañadas, el subendotelio y en la superficie de los monocitos. El factor tisular forma un complejo con el factor VII al que activa y, en presencia de Ca2+, el complejo activa al factor X. Las vías intrínseca y extrínseca en realidad están estrechamente conectadas. El complejo factor VIIa-factor tisular en presencia de Ca+2 puede activar también al factor IX; esta es la principal vía de inicio in vivo. El modelo mixto celular-plasmático de la coagulación considera que esta consta de 2 fases consecutivas: • Fase de iniciación: se genera factor tisular en la superficie de los monocitos, el cual, por la vía extrínseca, forma una pequeña cantidad de trombina que activa las plaquetas circundantes, para exponer sus fosfolípidos aniónicos, y a los factores V y VIII y luego, • Fase de amplificación: el factor IXa, tras su activación por el factor VIIa y el factor tisular, activa sobre la superficie de las plaquetas activadas una cantidad importante de factor X, que lleva a la formación de gran cantidad de trombina. Vía Común El factor Xa convierte la protrombina en trombina en presencia de Ca+2, fosfolípidos y factor Va (como cofactor). Recientemente se ha comprobado que fragmentos celulares (micropartículas) de los elementos sanguíneos y de las células endoteliales tienen un papel relevante en la hemostasia fisiológica y patológica, portando la mayoría del factor tisular requerido para el inicio de la coagulación plasmática. Se han identificado como una vía de activación de la coagulación las mallas de ADN extracelular liberadas por los neutrófilos (neutrophil extracellular traps, NET). La trombina generada, además de convertir al fibrinógeno en fibrina, interviene en la activación de las plaquetas, de los factores V y VIII, de inhibidores de la coagulación y de la fibrinólisis y de los factores XI y XIII. Cabe señalar la importancia de la activación del factor XI en un sistema de retroalimentación positiva que da lugar a la generación continua de factor IXa. Transformación del fibrinógeno en fibrina: El paso del fibrinógeno a fibrina se debe a la acción de la trombina que libera del fibrinógeno 4 péptidos, los fibrinopéptidos A y B de las cadenas α y β, respectivamente. La molécula restante constituye el monómero de fibrina, el cual sufre una redistribución de la carga eléctrica, lo que provoca la aparición de atracciones electrostáticas entre los monómeros y su unión en polímeros. Estas uniones son poco estables y se estabilizan por la acción del factor XIII, que es activado por la trombina en presencia de Ca+2. Inhibidores naturalesde la coagulación: Inmediatamente tras su formación, la trombina generada inicia la activación de los inhibidores naturales de la coagulación. Existen 3 tipos de inhibidores de la coagulación sanguínea: Inhibidores de las serinproteasas Antitrombina: -Principal representante de este grupo. -Actúa sobre la trombina y el factor Xa, aunque también inhibe los factores IXa, XIa, XIIa y la calicreína. -Se une a los factores activados para formar complejos inactivos que se eliminan por el sistema mononuclear fagocítico. -Su acción anticoagulante se potencia por las heparinas. β2-macroglobulina: Contribuye como inhibidor en un pequeño porcentaje a la actividad antitrombina. Otros inhibidores de menor trascendencia: -α1-antitripsina (inhibe al factor XIa). -C1-inhibidor (neutraliza los factores de contacto). -Antiplasmina (inhibe la calicreína, los factores XIIa, XIa y Xa y la trombina). -Cofactor II de la heparina. Inhibidores de los factores Va y VIIIa El sistema proteína C-proteína S es el de mayor importancia in vivo en la regulación de la generación de trombina. Está formado por: proteína C y la proteína S, que circulan en el plasma, por la trombomodulina, localizada en la pared celular endotelial, y por el receptor endotelial de la proteína C. La proteína C es una serinproteasa. La proteína S, que actúa como cofactor de la proteína C activada, se encuentra en el plasma en una fracción libre, que es la activa, y otra unida al componente del complemento C4b-binding protein. La proteína C activada limita la producción de trombina mediante la proteólisis de los factores Va y VIIIa. Se activa tras la unión de la trombina con la trombomodulina en un complejo que activa la proteína C; en él participa su receptor endotelial específico (EPCR). Inhibidor de la vía del factor tisular El tissue factor pathway inhibitor (TFPI) es una proteína endotelial que inhibe el factor VIIa. Sus valores plasmáticos se incrementan tras la administración de heparina por la liberación del reservorio intracelular. El TFPI inhibe el factor Xa y, después, el complejo TFPI-factor Xa inhibe el complejo VIIa-factor tisular al formar un complejo cuaternario. FIBRINÓLISIS Consiste en la destrucción del coágulo de fibrina y se produce fundamentalmente por la plasmina, una serinproteasa formada a partir del plasminógeno, que digiere además al fibrinógeno y los factores VIII y V. Existen 2 grupos de compuestos: Activadores de la fibrinólisis Inhibidores de la fibrinólisis La activación del plasminógeno a plasmina se puede producir por: Una vía intrínseca, iniciada por el factor XII de la coagulación, o Una vía extrínseca, mediante el t-PA (activador hístico), liberado por las células endoteliales, que es el principal activador fisiológico. La actividad del t-PA ↑ mucho al unirse a la fibrina, por lo que actúa localmente con poco efecto sobre el fibrinógeno circulante. La urocinasa procede de la activación de la prourocinasa mediada principalmente por la calicreína, lo que requiere la acción de un receptor específico de superficie celular. La UK es el activador fisiológico de la fibrinólisis en los conductos excretores del organismo, principalmente en el sistema urinario. Conforman este grupo los: Inhibidores de la plasmina: -Antiplasmina: neutraliza la plasmina de forma rápida para formar complejos inactivos plasmina-antiplasmina y actúa hasta su saturación. -α2-macroglobulina: actúa más lentamente. Inhibidores del t-PA: PAI-1 o inhibidor del t-PA de tipo 1: que forma un complejo inactivo con el t-PA. PAI-2: se incrementa notablemente en la gestación, pero su papel fisiológico no se conoce bien. Inhibidor de la fibrinólisis activable por la trombina o TAFI (thrombin activatable fibrinolysis inhibitor): Es una carboxipeptidasa que inhibe la activación del plasminógeno mediada por la fibrina. El TAFI se activa por el complejo trombina- trombomodulina en presencia de [trombina] relativamente elevadas. La formación de fibrina promueve la absorción del plasminógeno y del t-PA y, en consecuencia, facilita la formación local de plasmina. La plasmina produce 4 fragmentos de la fibrina: X, Y, D y E. Cuando la plasmina actúa sobre fibrina estabilizada por el factor XIII se produce un neoantígeno conocido como dímero D , compuesto por 2 fragmentos D unidos covalentemente. EXPLORACIÓN DE LA HEMOSTASIA ANAMNESIS La anamnesis es esencial en el diagnóstico de las alteraciones hemorrágicas y trombóticas. La historia familiar sugiere si el proceso es hereditario o adquirido y si la herencia puede ser ligada al sexo o autosómica. Debe interrogarse con detalle sobre el tipo, la intensidad, la duración, la frecuencia y la forma de comienzo de las hemorragias. Asimismo debe evaluarse la ingesta de fármacos, en especial anticoagulantes o antiagregantes y su relación con el sangrado. EXPLORACIÓN FÍSICA Cabe distinguir entre la púrpura y los hematomas. La púrpura indica hemorragias en la piel y las mucosas, que pueden ser petequias o equimosis. Las petequias son pequeñas manchas hemorrágicas de pocos milímetros de tamaño y las equimosis son manchas subcutáneas, violáceas, con extravasación sanguínea moderada. Los hematomas son colecciones de sangre que infiltran el tejido subcutáneo o las masas musculares. EXAMEN DE LA HEMOSTASIA Pruebas de orientación: Tiempo de hemorragia Actualmente se utiliza muy poco y el método que se ha empleado es el de Ivy. El tiempo de hemorragia normal es inferior a 10 min. Es sensible al nº y función de las plaquetas → se prolonga en las trombocitopenias y trombocitopatías y, a veces, en la enfermedad de von Willebrand. Recuento de plaquetas Se realiza en autoanalizadores hematológicos que pueden estar basados en su detección óptica o por impedancia. Algunos recuentos bajos no son reales, como los que se dan en la seudotrombocitopenia por EDTA, en la que en presencia de este anticoagulante las plaquetas pueden aglutinarse entre sí o con los leucocitos. Asimismo, en las enfermedades con plaquetas grandes la cifra de plaquetas detectada puede ser inferior a la real. La cifra normal de plaquetas es de 125-300 × 109/L. Tiempo de coagulación en tubo Es el tiempo que tarda en coagularse una muestra de sangre colocada en el tubo de hemólisis. Evalúa globalmente la coagulación, pero tiene poca sensibilidad. Tiempo de recalcificación o tiempo de Howell Consiste en determinar el tiempo de coagulación del plasma obtenido en citrato al añadirle Ca2+. Su significado es semejante al del tiempo de coagulación de sangre total, pero es más sensible. Tiempo de tromboplastina parcial activado (TTPA) o tiempo de cefalina Consiste en medir el tiempo que tarda en coagular el plasma obtenido en citrato al añadirle Ca2+, fosfolípidos y un activador de la vía intrínseca. Mide de forma específica la actividad global de los factores de las vías intrínseca y común. Es especialmente sensible para detectar deficiencias de los factores VIII y IX y el efecto de la heparina. Tiempo de protrombina (TP) o tiempo de Quick Consiste en la determinación del tiempo de coagulación del plasma citratado, en presencia de un exceso de factor tisular (o tromboplastina) y Ca2+. Mide los factores de las vías extrínseca y común. El origen biológico de las diferentes tromboplastinas empleadas (recombinante, humano, de conejo o bovino) modifica la sensibilidad de la prueba. El tiempo de protrombina es la prueba que se emplea, expresada como Razón Internacional Normalizada (INR o RIN), en el control del tratamiento con cumarínicos. El INR está calibrado para la medición del efecto específico de los cumarínicos, por lo que no debe emplearse para valorar la coagulación en otras situaciones. Hay un RIN adecuado para cada patología. ¿Cómo se calcula el RIN? TP que presenta el paciente que se encuentra en tto anticoagulante /TP normal (aprox 12s) Tiempo de trombina Consiste en medir el tiempo que tarda en coagular el plasma citratado tras la adición de una cantidad establecida de trombina. Se prolonga en el déficit cuantitativo o cualitativo del fibrinógeno, en la hiperfibrinólisis y en presencia de anticoagulantes como la heparina. Tiempo de reptilase Esta prueba es similar al tiempo de trombina, pero emplea un veneno de serpiente capaz de fragmentar directamente el fibrinógeno de un modo no influido por la acción de la heparina. Cuantificación de fibrinógeno El contenido de fibrinógeno en el plasma puede cuantificarse de modo coagulométrico con trombina, por precipitación o por métodos inmunológicos. Numerosos autoanalizadores de coagulación dan el fibrinógeno derivado, que se deduce a partir de las características del coágulo formado durante la realización del tiempo de protrombina. El valor del fibrinógeno derivado se puede alterar en presencia de fragmentos de fibrinógeno o fibrina circulantes, como ocurre en la CID o tras el tratamiento con fibrinolíticos. Estudio de la fibrinólisis La fibrinólisis puede evaluarse de manera global con la medida de la capacidad del plasma del paciente de destruir la fibrina ya constituida, mediante la prueba de la lisis de las placas de fibrina o la de la lisis de las euglobulinas o prueba de von Kaulla, de escasa especificidad. También puede cuantificarse la fibrinólisis de forma global por la identificación de los metabolitos resultantes de la acción de la plasmina, como son los productos de degradación del fibrinógeno (PDF). El valor del dímero D es útil para la valoración de la CID o como un parámetro con alto valor predictivo para descartar la enfermedad tromboembólica venosa. Pruebas específicas: Pruebas de agregación plaquetaria Se emplea un método fotométrico basado en las variaciones de la densidad óptica de un plasma rico en plaquetas, en agitación continua, al añadir inductores de la agregación como ADP, colágeno, trombina, ácido araquidónico o epinefrina. La disminución de la densidad óptica indica el incremento de la agregación plaquetaria. Simultáneamente a la agregometría se puede estudiar la liberación de sustancias intraplaquetarias como serotonina, b-tromboglobulina o TXA2. Se han introducido diferentes sistemas automatizados que miden la función plaquetaria en sangre total citratada al pasar a través de una abertura practicada en una membrana de composición conocida a la que las plaquetas se adhieren y la ocluyen. Valoración de los activadores y de los inhibidores de la coagulación Los distintos componentes de la coagulación y sus inhibidores pueden medirse individualmente por métodos coagulométricos, que evalúan la formación del coágulo en una prueba funcional; por métodos cromogénicos, que detectan actividad enzimática con el uso de cromógenos específicos, o por métodos de inmunoanálisis, que determinan la cantidad de sustancia y no su función. La dosificación de la actividad de la mayoría de los factores de la coagulación se realiza por métodos coagulométricos, mediante el empleo del TTPA o el tiempo de protrombina y la comparación de los resultados obtenidos en el plasma problema y en mezclas de este con plasmas deficientes en el factor que se pretende valorar. La actividad del factor XIII se valora mediante la comprobación de la insolubilidad del coágulo en urea 5M o, actualmente, con métodos funcionales cromogénicos. La resistencia a la proteína C activada, que evalúa la capacidad de degradación del factor Va por la proteína C activada, se determina mediante métodos coagulométricos o cromogénicos. La actividad funcional del vWF del plasma se detecta por su capacidad para aglutinar plaquetas normales en presencia de ristocetina (actividad cofactor de la ristocetina) o en ELISA con Ac específicos. La mayoría de los factores e inhibidores naturales de la coagulación pueden determinarse con métodos cromogénicos o inmunológicos. La valoración antigénica se realiza por inmunoprecipitación o por ELISA. Mediante inmunoelectroforesis cruzada pueden diagnosticarse también alteraciones cualitativas. La estructura multimérica del vWF se estudia por electroforesis. También se realizan estudios de biología molecular con amplificación de los ácidos nucleicos, como la PCR, para determinar el factor V Leiden, causante de resistencia a la proteína C activada, o la mutación G20210A del gen de la protrombina, en las enfermedades trombóticas, o las mutaciones en los genes correspondientes en las hemofilias y en algunas formas de enfermedad de von Willebrand. Pruebas específicas de la fibrinólisis Pueden valorar la actividad de los componentes de la fibrinólisis por medio de sustratos cromogénicos. También se puede cuantificar su contenido antigénico. Algunos parámetros se pueden evaluar antes y después de realizar una oclusión venosa estandarizada. Estas pruebas específicas de la fibrinólisis, que permiten identificar ciertos trastornos hemorrágicos y trombóticos relacionados, deben valorarse de forma conjunta.
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