Sobre las Sibilas

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Sobre las sibilas
Las sibilas eran mujeres consideradas portadoras de la verdad divina en la antigüedad, se dice que su función principal era predecir el futuro y ofrecer consejos a las personas que acudían a ellas en busca de respuestas, aunque también se consideraba que podían curar enfermedades y ayudar en asuntos políticos y sociales. 
La tradición de las sibilas se originó en Grecia y se extendió por todo el mundo antiguo, algunas de las más conocidas son la Sibila de Cumas, la Sibila Eritrea y la Sibila de Delfos. A lo largo del tiempo, se desarrollaron diversas leyendas y mitos en torno a ellas, y se hicieron muy populares en la cultura occidental durante la Edad Media. 
La religión cristiana tuvo una gran influencia en la interpretación de las profecías de las sibilas. A partir de la publicación de obras como De divinis institutionibus de Lactancio, De christiana religione de Ficino y Discordantiae nonnullae inter sanctum Hieronymum et Augustine de Barbieri, se comenzó a atribuir a las sibilas el don de la profecía y se las equiparó a los profetas cristianos. Esto se debe a la creencia de que ellas, aunque paganas, habían proclamado el advenimiento de Cristo. 
Algunos filósofos italianos y clérigos franceses del siglo XV asumieron esta creencia y la difundieron en sus obras. Champier, por ejemplo, presentó en francés su traducción de las profecías de las sibilas, enlazando con la tradición más popular y resaltando la importancia de que tanto hombres como mujeres hayan vaticinado con certeza sobre Cristo y la religión.
Symphorien Champier, el médico humanista francés del siglo XV, estableció una relación entre el estudio de la medicina y el de la teología, en una carta que recoge su obra Nef des princes, explica que encontró un libro antiguo con las profecías de las sibilas y que ha querido relacionarlas, dejándolas en latín, con las que ya ha ofrecido para que las suyas se vean refrendadas por otros testimonios. Además, justifica la inserción de esos textos por el hecho de que la obra pueda tener un público menos versado en la lengua latina.
Champier considera que la medicina y la teología tienen en común la búsqueda de una verdad oculta y desconocida que solo puede ser descubierta mediante un estudio riguroso, profundo y científico. Tanto en la medicina como en la teología, se busca descubrir los misterios de la vida, la naturaleza, la muerte y la divinidad. De esta manera, establece una conexión entre estas dos disciplinas aparentemente diferentes y demuestra su pasión por buscar la verdad al margen de convencionalismos y prejuicios. 
.ReferenciasPlaza Picón, F. (2022). De las sibilas de Lactancio a las de Symphorien Champier. pp. 111-128. Recuperado de: ttps://doi.org/10.1575/2588760756029-152