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Parentesco y sociedad en Mesopotamia

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Parentesco y sociedad en Mesopotamia
El artículo destaca la importancia de tener una aproximación teórica adecuada para poder hacer interpretaciones correctas de los textos antiguos relacionados con Mesopotamia. Se menciona que la pregunta de investigación condiciona los resultados y esta pregunta, a su vez, está condicionada por una visión determinada del mundo.
Existe una dificultad en el hecho de que las interpretaciones de las fuentes clásicas pueden seguir preceptos con los que los juristas las leyeron en su momento, lo que genera un círculo vicioso en el que nuestras lecturas de las fuentes antiguas acaban siguiendo patrones preconcebidos, por lo tanto, se hace énfasis en la importancia de leer y entender los textos teóricos de referencia.
Se plantean algunas propuestas teóricas desde el posfeminismo que ayudan a detectar el sesgo androcéntrico y a plantear lecturas alternativas. En particular, se centra en el concepto de heterosexualidad y en los efectos que el modo de entender este concepto tienen para la ulterior definición del parentesco.
Algunas investigadoras discutieron el concepto de la llamada "heterosexualidad obligatoria", el cual pone de relieve que a menudo nuestras lecturas presuponen la heterosexualidad como algo "natural", mientras que ellas defienden que es un constructo cultural. 
La heteronormatividad es un fenómeno sociocultural que impone una orientación sexual "correcta" a nivel individual y colectivo, es decir, se trata de la creencia de que la heterosexualidad es la única opción sexual válida, y de que las personas deberían actuar en consecuencia. El término "heterosexualidad obligatoria" hace referencia a esta imposición y a que las personas son socializadas para ser heterosexuales desde una edad temprana.
Esta teoría tiene diversas implicaciones para la definición del parentesco, ya que sugiere que la reproducción biológica no es la única forma de establecer vínculos familiares, cuestiona la idea de que el matrimonio heterosexual es la única forma "legítima" de establecer una familia y de que las relaciones entre personas del mismo sexo no son válidas. Es importante señalar que esta teoría no busca invalidar la heterosexualidad en sí misma, sino más bien cuestionar la imposición de una única forma de vivir la sexualidad y de establecer relaciones afectivas y familiares.
Por tanto, la idea de la "heterosexualidad obligatoria" es clave para una relectura crítica y menos androcéntrica del pasado, ya que nos permite cuestionar supuestos implícitos en nuestras interpretaciones de los textos antiguos. Como afirma la teórica Judith Butler, en su obra "El género en disputa", "el género no es una esencia natural (...) pero se produce, se construye y se hace cumplir repetidamente como una norma social" (p. 39). Es decir, se trata de una construcción social y cultural que está en constante cambio. Por tanto, debemos ser críticos con nuestras interpretaciones y cuestionar las ideas que damos por sentado, para poder llegar a lecturas más cercanas a la realidad y menos sesgadas.
En la antigua Mesopotamia era una sociedad heteropatriarcal en la que el núcleo básico de organización a nivel biológico y social era la pareja heterosexual. En este contexto, el padre de familia era la figura central en términos legales, sociales y administrativos, y de él dependían los hijos, hijas, esposa o esposas, hermanos o hermanas solteras, huérfanos, entre otros.
De este modo, la función del padre en esta sociedad era representar legalmente y proteger a los miembros que dependían de él. Cabe destacar que esta organización social y familiar era heteropatriarcal, es decir, que se daba una opresión simultánea de la mujer y del homosexual.
Es importante mencionar que, aunque esta organización social y familiar era predominante, en el documento se resalta que con este modelo a menudo se deja de lado el análisis de las relaciones que pueden darse entre mujeres, entre hombres o entre ambos que no se establecen necesariamente a partir de vínculos biológicos o sexuales.
La mayoría de las tablillas cuneiformes escritas en sumerio provenientes del periodo conocido como la Tercera Dinastía de Ur (aproximadamente 2112-2004 a.C.) son textos administrativos que listan a trabajadores encargados de tareas específicas.
Cabe mencionar que, aunque la organización social y familiar predominante en la antigua Mesopotamia era heteropatriarcal, y en consecuencia se daba una opresión simultánea de la mujer y del homosexual, en los textos es posible observar que se mencionan trabajadoras y madres trabajadoras. De esta manera se destaca la importancia de considerar elementos más allá de la organización social y familiar predominante y apunta a la importancia de considerar la labor de las trabajadoras.
Subyacen ideas muy claras acerca de estos roles: los hombres se presentan como cabezas de familia y proveedores, mientras que las mujeres se conciben principalmente como madres y viudas, es decir, mujeres condicionadas por sus lazos de parentesco entendidos básicamente como vínculos biológicos y/o sexuales.
Estas ideas parten de la concepción preconcebida de cómo deben ser las relaciones materno-filiales y paterno-filiales, sin que en los textos haya datos que permitan apoyar estas hipótesis, estas interpretaciones presentan naturalizados los argumentos sobre los roles que se atribuyen a hombres y mujeres, y que es fundamental explicitar el punto de partida teórico y tener un conocimiento básico de las fuentes primarias para poder hacer lecturas críticas.
.ReferenciasGarcia-Ventura, A. (2014). Mano de obra y relaciones de parentesco en
Mesopotamia: madres trabajadoras versus hombres “ganadores de pan”. pp. 297-316. Recuperado de: https://revistaseug.ugr.es/index.php/arenal/article/view/2634

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