Mitos escatológicos- Literatura - Eileen Valentina Guebel Ortiz (14)

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Este año ya van a hacer 9 años del hecho más horrible del universo, el gran fin del mundo. Cada vez que se acerca esta fecha me genera mucha angustia pensar que perdí a todos mis familiares, amigos y conocidos. Todo empezó unos meses antes, cuando mi abuela me mostró un calendario maya. Al principio no entendí lo que me quería mostrar, ni por qué a mí, pero salí corriendo a mi habitación a investigar qué significaba todo eso. Mi abuela muy callada no quiso explicarme nada, por eso tuve que sacar mis propias hipótesis y conclusiones. Después de estar investigando mucho, faltando un mes para este terrible caos, comencé a crear una pequeña habitación de hierro y metal en el jardín de mi casa. La construí con la medida de una persona de estatura media y para mi peso corporal. Allí guardé reservas para sobrevivir 5 años, ya que creí que eso era un tiempo estimado bastante largo. Un 12 de diciembre de 2012 fue donde me tocó correr y despedir a mis familiares. Todo empezó con un tsunami en China, huracanes en Estados Unidos, tornados y muchos desastres más alrededor de todo el mundo. Conmigo llevaba una radio para poder saber y entender todo aquello que ocurriese. Escuché los gritos de las personas, los horrendos llantos desgarradores y el sufrimiento de todos los seres vivos. Aunque yo también lloraba, pero sabía que al menos iba a poder sobrevivir. Después de estar días y horas escuchando horribles sonidos, todo era silencio. No había aves, niños, perros, gatos ni autos. La tierra estaba vacía.