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CAP 18 - SISTEMATICA -BUSQUEDA DE ORDEN EN MEDIO DE LA DIVERSIDAD - AUDESIRK - Caami Islas

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18Capítulo
 
Sistemática: búsqueda de orden 
en medio de la diversidad
� Los biólogos que estudian la historia evolutiva del virus de 
inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1) descubrieron que este virus, 
causante del sida, probablemente se originó en los chimpancés.
Estudio de caso
El origen de un asesino
UNA DE LAS ENFERMEDADES MÁS ATERRADORAS 
DEL MUNDO es también una de las más 
misteriosas. El síndrome de inmunodeficiencia 
adquirida (sida) surgió aparentemente de la 
nada, y cuando se le reconoció por primera 
vez, a principios de la década de 1980, nadie 
sabía cuál era su causa ni de dónde provenía. 
Los científicos compitieron para resolver el 
misterio y, al cabo de unos años, identificaron 
al agente infeccioso causante del sida: el 
virus de inmunodeficiencia humana (VIH). 
Una vez identificado el VIH, la atención de los 
investigadores se volcó hacia la cuestión de su 
origen.
Para hallar la fuente del VIH fue necesario 
aplicar un enfoque evolutivo. La pregunta: “¿de 
dónde vino el VIH?”, en realidad equivale a 
preguntar: “¿qué clase de virus fue su 
antecesor?” Los biólogos que examinan los 
asuntos relacionados con la ascendencia reciben 
el nombre de sistemáticos. Los sistemáticos 
buscan establecer categorías de organismos de 
acuerdo con su historia evolutiva, así como 
armar clasificaciones que reflejen con precisión 
la estructura del árbol de la vida. Cuando un 
sistemático llega a la conclusión de que dos 
especies están estrechamente emparentadas, 
significa que ambas comparten un ancestro 
común reciente a partir del cual evolucionaron.
Los sistemáticos que estudiaron la 
ascendencia del VIH descubrieron que sus 
parientes más cercanos no se encuentran 
entre los demás virus que infectan a los seres 
humanos, sino entre los que infectan a monos 
y simios. De hecho, las investigaciones más 
recientes acerca de la historia evolutiva del VIH 
concluyeron que el pariente más cercano del 
VIH-1 (el tipo de VIH que es el causante principal 
de la epidemia mundial de sida) es una cepa 
viral que infecta a una subespecie particular de 
chimpancé que habita en espacios limitados 
de África occidental. Así pues, el antepasado del 
virus que ahora se conoce como VIH-1 no 
evolucionó a partir de un virus humano ya 
existente, sino que de alguna manera saltó de 
los chimpancés de África occidental a los seres 
humanos.
 Sistemática: búsqueda de orden en medio de la diversidad Capítulo 18 343
18.1 ¿CÓMO SE NOMBRAN Y CLASIFICAN 
LOS ORGANISMOS?
Para estudiar y discutir los organismos, los biólogos deben nombrar-
los. La rama de la biología que se encarga de nombrar y clasificar los 
organismos se conoce como taxonomía. La base de la taxonomía 
moderna la estableció el naturalista sueco Carl von Linné o Carlos 
Linneo (1707-1778), quien se autonombró Carolus Linnaeus, una 
versión latinizada de su nombre. Uno de los logros más importan-
tes de Linneo fue la introducción del nombre científico tal como se 
conoce actualmente.
Cada especie tiene un nombre único 
constituido por dos elementos
El nombre científico de un organismo designa su género y su es-
pecie. Un género es un grupo que incluye algunas especies estre-
chamente emparentadas; cada especie perteneciente a un género 
incluye poblaciones de organismos que potencialmente pueden 
reproducirse en condiciones naturales. Por ejemplo, el género Sia-
lia (azulejos) incluye tres especies: el azulejo oriental (Sialia sialis), 
el azulejo occidental (Sialia mexicana) y el azulejo de las montañas 
(Sialia currucoides) (FIGURA 18-1). Aunque las tres especies son si-
Estudio de caso El origen de un asesino
18.1 ¿Cómo se nombran y clasifican los 
organismos?
Cada especie tiene un nombre único constituido por dos 
elementos
La clasificación se originó como una jerarquía de categorías
La clasificación moderna enfatiza patrones de descendencia 
evolutiva
Los sistemáticos identifican las características que revelan las 
relaciones evolutivas
La anatomía desempeña un papel clave en la sistemática
Las semejanzas moleculares también son útiles para 
reconstruir la filogenia
Investigación científica La genética molecular revela 
relaciones evolutivas
De un vistazo
Estudio de caso continuación El origen de un asesino
18.2 ¿Cuáles son los dominios de la vida?
Un sistema de tres dominios refleja con mayor precisión la 
historia de la vida
Enlaces con la vida diaria Un mundo pequeño
De cerca Árboles filogenéticos
18.3 ¿Por qué cambian las clasificaciones?
La designación de las especies cambia cuando se descubre 
nueva información
La definición de especie biológica puede ser difícil o 
imposible de aplicar
18.4 ¿Cuántas especies existen?
Estudio de caso otro vistazo El origen de un asesino
� FIGURA 18-1 Tres especies de azulejo Pese a sus evidentes semejanzas, estas tres especies de 
azulejo [de izquierda a derecha: el azulejo oriental (Sialia sialis), el azulejo occidental (Sialia mexicana) 
y el azulejo de la montaña (Sialia currucoides)] se conservan distintas porque no se cruzan.
344 UNIDAD 3 Evolución y diversidad de la vida
� FIGURA 18-2 Los clados forman una jerarquía anidada 
Cualquier grupo que incluya a todos los descendientes de un ancestro 
común es un clado. Algunos de los clados representados en este árbol 
evolutivo se destacan en diferentes colores. Observa que los clados 
más pequeños se anidan dentro de clados más grandes.
milares, usualmente los azulejos sólo se aparean con miembros de 
su propia especie.
En un nombre científico, la sección correspondiente al 
nombre del género aparece primero, seguida por el nombre de la 
especie. Por convención, los nombres científicos siempre se subra-
yan o se escriben en cursiva. La primera letra del nombre del géne-
ro siempre es mayúscula, y la primera letra del nombre de la es-
pecie siempre es minúscula. Nunca se usa el nombre de la especie 
solo, siempre debe ir acompañado con el nombre de su género.
Cada nombre científico de dos elementos es único, por lo 
que referirse a un organismo por su nombre científico elimina 
cualquier posibilidad de ambigüedad o confusión. Por ejemplo, 
el ave Gavia immer se conoce comúnmente en Estados Unidos 
como somorgujo, en Gran Bretaña como colimbo del norte, y re-
cibe muchos otros nombres en los idiomas de los distintos países 
donde habita. Pero los biólogos de todo el mundo reconocen el 
nombre científico en latín Gavia immer, con lo que superan las 
barreras del idioma y pueden tener una comunicación precisa.
La clasificación se originó como 
una jerarquía de categorías
Además de diseñar un método para nombrar las especies, Linneo 
también desarrolló un método para clasificarlas. Colocó a cada es-
pecie en una serie de categorías jerárquicamente ordenadas sobre 
la base de su parecido con otras especies. Las categorías forman 
una jerarquía anidada en la que cada nivel incluye a todos los otros 
niveles por debajo de él.
El sistema de clasificación de Linneo llegó a incluir ocho cate-
gorías principales, o categorías taxonómicas: dominio, reino, filum, 
clase, orden, familia, género y especie. Puesto que las categorías 
forman una jerarquía anidada, cada dominio contiene algunos rei-
nos; cada reino contiene diversos fila; cada filum incluye varias clases; 
cada clase incluye algunos órdenes; y así sucesivamente. Conforme se 
desciende en la jerarquía, se incluyen grupos cada vez más pequeños.
La clasificación moderna enfatiza patrones 
de descendencia evolutiva
Antes de la publicación en 1859 de El origen de las especies de 
Darwin, la clasificación servía principalmente para facilitar el estu-
dio y la discusión de los organismos, de forma muy parecida a la 
que un catálogo bibliográfico facilita la tarea de encontrar un libro. 
Pero, después de que Darwin demostrara que todos los organismos 
están ligados por ascendencia común, los biólogos comenzaron a 
reconocer que la clasificación debía reflejar y describir el patrón de 
relaciones evolutivas entre los organismos. En la actualidad, el pro-
ceso de clasificaciónse enfoca casi exclusivamente en la reconstruc-
ción de la filogenia, o historia evolutiva. La ciencia de reconstruir 
la filogenia se conoce como sistemática. Los sistemáticos comuni-
can sus hallazgos acerca de la filogenia mediante la estructuración 
de árboles evolutivos (véase la figura 16-11).
Conforme los sistemáticos han centrado sus esfuerzos cada 
vez más en la construcción de árboles evolutivos, han disminuido 
la importancia que se le daba al sistema de clasificación de Lin-
neo. Los sistemáticos también nombran grupos, a los que llaman 
clados, que incluyen especies emparentadas por descendientes a 
partir de un ancestro común. Los clados, al igual que las categorías 
taxonómicas en el sistema de Linneo, pueden ordenarse en una 
jerarquía, donde los clados más pequeños se anidan dentro de los 
más grandes (FIGURA 18-2). Sin embargo, muchos sistemáticos no 
asignan categorías taxonómicas a los clados que nombran. Dichos 
sistemáticos se concentran en el uso de menos datos para construir 
árboles evolutivos precisos, en lugar de en evaluaciones más sub-
jetivas de si un clado dado debe llamarse reino, filum, clase, orden 
o familia. Así, el uso de las categorías taxonómicas de Linneo se 
encuentra en declive. No obstante, ya que las categorías de Linneo 
poseen una larga tradición de uso en la taxonomía clásica, todavía 
aparece en muchas disertaciones científicas.
Los sistemáticos identifican las características 
que revelan las relaciones evolutivas
Los sistemáticos se proponen reconstruir el árbol de la vida, pero 
deben hacerlo sin mucho conocimiento directo de la historia 
evolutiva. Puesto que ellos no pueden mirar al pasado, deben 
deducirlo lo mejor que puedan sobre la base de las similitudes 
que presentan los organismos vivos. Sin embargo, no todas las 
semejanzas resultan útiles. Algunas similitudes surgen por evo-
lución convergente (véanse las páginas 276-277) en organismos 
que no están estrechamente emparentados y, por consiguiente, 
no son útiles para inferir la historia evolutiva. En vez de ello, los 
sistemáticos usan las semejanzas que existen porque dos tipos de 
organismos heredaron una característica de un ancestro común. 
Por tanto, los científicos que diseñan clasificaciones deben distin-
guir entre las similitudes informativas causadas por un ancestro 
común y las similitudes no informativas que resultan de una evo-
lución convergente. En su búsqueda de similitudes informativas, 
los biólogos examinan características de muy diversa índole.
La anatomía desempeña un papel 
clave en la sistemática
Históricamente, las características distintivas más importantes y úti-
les han sido las anatómicas. Los sistemáticos examinan detenida-
mente las similitudes tanto en estructura corporal externa (véase la 
figura 18-1) como en estructuras internas, como el esqueleto y los 
músculos. Por ejemplo, las estructuras homólogas, como los hue-
sos dactilares de delfines, murciélagos, focas y seres humanos, son 
evidencia de un ancestro común (véase la figura 14-8). Con el fin de 
identificar las relaciones entre especies más estrechamente emparen-
tadas, los biólogos utilizan el microscopio para distinguir detalles 
más finos, por ejemplo: la cantidad y forma de los “dentículos” de la 
rádula con aspecto de lengua de un caracol, la forma y posición de 
las cerdas de un gusano marino o la estructura externa de los granos 
de polen de una planta en floración (FIGURA 18-3).
 Sistemática: búsqueda de orden en medio de la diversidad Capítulo 18 345
� FIGURA 18-3 Las estructuras microscópicas pueden usarse para clasificar organismos 
(a) Los “dentículos” de la rádula con aspecto de lengua de un caracol (una estructura que utiliza para 
alimentarse), (b) las cerdas de un gusano marino y (c) la forma y características superficiales de los granos 
de polen son rasgos potencialmente útiles para hacer la clasificación. Tales estructuras finamente detalladas 
revelan similitudes entre especies que no son evidentes en estructuras más grandes y visibles.
Las semejanzas moleculares también son útiles 
para reconstruir la filogenia
Las características anatómicas que comparten organismos empa-
rentados son expresiones de semejanzas genéticas subyacentes, por 
lo que es razonable esperar que las relaciones evolutivas entre las 
especies también se reflejen en semejanzas genéticas. Desde luego, 
las comparaciones genéticas directas no fueron posibles durante la 
mayor parte de la historia de la biología. Sin embargo, a partir de 
la década de 1980, los avances en las técnicas de genética mo lecular 
revolucionaron los estudios de las relaciones evolutivas.
Como resultado de estos avances técnicos, los sistemáticos 
actuales pueden usar la secuencia de nucleótidos del ADN (es de-
cir, el genotipo de los organismos) para investigar el parentesco 
entre diferentes tipos de organismos. Las especies estrechamente 
emparentadas tienen secuencias de ADN similares. En algunos ca-
sos, la semejanza de las secuencias de ADN se verá reflejada en 
la estructura de los cromosomas. Por ejemplo, tanto las secuen-
cias de ADN como los cromosomas de los chimpancés y los seres 
humanos son sumamente parecidos, lo que demuestra que estas 
dos especies están estrechamente emparentadas (FIGURA 18-4). 
Algunos de los métodos clave del análisis genético se examinan 
en la sección “Investigación científica: La genética molecular reve-
la relaciones evolutivas” en la página 346. El proceso por el cual 
los sistemáticos usan las semejanzas genéticas y anatómicas para 
1 2 3 4 5 6 7 X
8 9 10 11 12 13 14 15
16 17 18 19 20 21 22 Y
H C
H C
H C
H C
H C H C
H C
H C
H C
H CH C
HCHC
HCHC
H C
H C H C H C
H C H C
H C HC
HC
� FIGURA 18-4 Los cromosomas de los seres humanos y 
de los chimpancés son similares Los cromosomas de especies 
diferentes se comparan por medio de la distribución de bandas que 
se hace visible por tinción. La ilustración muestra la comparación 
entre cromosomas humanos (miembro izquierdo de cada par; H) y 
cromosomas de chimpancé (C), revela que las dos especies son muy 
similares genéticamente. De hecho, se ha determinado la secuencia 
de los genomas completos de las dos especies y son casi 99% 
idénticos. El sistema de numeración que se muestra es el utilizado 
para los cromosomas humanos; observa que el cromosoma humano 2 
corresponde a una combinación de dos cromosomas de chimpancé.
346 UNIDAD 3 Evolución y diversidad de la vida
Estudio de caso c o n t i n u a c i ó n
El origen de un asesino
Para construir la filogenia de los virus que revelara la 
ascendencia del VIH, fue absolutamente necesario realizar 
análisis de secuencias de nucleótidos. Los virus estrechamente 
emparentados incluidos en la filogenia eran indistinguibles 
sobre la base de su aspecto y estructura; las diferencias 
entre ellos sólo se revelaban mediante la diversidad en su 
material genético. Por ende, el rastreo científico del origen 
del VIH habría sido imposible antes de la era moderna de la 
secuenciación sistemática de ADN.
reconstruir la historia evolutiva se analiza en “De cerca: Árboles 
filogenéticos”, en las páginas 348-349. Algunos hallazgos acerca de 
la variación genética en los seres humanos se describen en “Enlaces 
con la vida diaria: Un mundo pequeño”.
18.2 ¿CUÁLES SON LOS DOMINIOS
DE LA VIDA?
Si imaginas al ancestro común de todos los seres vivos como el 
tronco en la base misma del árbol de la vida, podrías preguntar-
te: ¿qué clados surgieron de la ramificación más temprana del 
tronco? Cada una de las ramas más primitivas debió originar un 
La genética molecular revela relaciones evolutivas
La evolución es el resultado de la acumulación de cambios heredados 
en las poblaciones. Puesto que el ADN es la molécula de la herencia, 
los cambios evolutivos deben reflejarse en variaciones del ADN. Los 
sistemáticos saben desde hace mucho tiempo que comparar ADN 
dentro de un grupo de especies sería un método muy poderoso para 
inferir relaciones evolutivas, pero el acceso directo a lainformación 
genética fue sólo un sueño durante casi toda la historia de la 
sistemática. Sin embargo, en la actualidad, la secuenciación de 
ADN, que es la determinación de las secuencias de nucleótidos 
en segmentos de ADN, es un procedimiento relativamente 
económico, sencillo y ampliamente disponible. La reacción en 
cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés; véanse las 
páginas 244-245) permite a los sistemáticos acumular con facilidad 
grandes muestras de ADN de organismos y, mediante máquinas 
automatizadas, hacer la determinación de secuencias una tarea 
relativamente simple. La secuenciación se ha convertido rápidamente 
en una de las herramientas principales para descubrir la filogenia.
La lógica en la que se fundamenta la sistemática molecular es 
sencilla y directa. Se basa en la observación de que, cuando una 
especie se divide en dos, la poza génica de cada especie resultante 
comienza a acumular mutaciones. Sin embargo, las mutaciones 
particulares de cada especie serán diferentes porque ahora 
cada especie evoluciona de forma independiente, sin flujo de genes 
entre ambas. A su vez, las diferencias genéticas se acumulan en el 
transcurso del tiempo. De esta forma, si un sistemático obtiene 
secuencias de ADN de representantes de ambas especies, puede 
comparar las secuencias de nucleótidos de las dos especies en 
cualquier ubicación dada del genoma. Un número menor de 
diferencias indica organismos más estrechamente emparentados.
Para poner en práctica los sencillos principios antes 
descritos, generalmente se necesita un razonamiento más 
refinado. Por ejemplo, la comparación de secuencias se vuelve 
mucho más compleja cuando un investigador quiere evaluar, 
por decir, las relaciones entre 20 o 30 especies. Por fortuna, los 
matemáticos y los programadores han ideado algunos métodos 
asistidos por computadora muy ingeniosos para comparar un gran 
número de secuencias y deducir la filogenia que mejor explica las 
diferencias de secuencias observadas.
Los sistemáticos moleculares también deben tener cuidado al 
elegir el segmento de ADN a secuenciar. Las diversas partes del 
genoma evolucionan con diferente rapidez, y es muy importante 
secuenciar un segmento de ADN cuya rapidez de cambio 
concuerde con la cuestión filogenética que se esté tratando. 
En general, los genes de evolución lenta son los mejores para 
comparar organismos con parentesco lejano, y las porciones 
del genoma que cambian con rapidez son las más idóneas 
para analizar relaciones de parentesco más cercanas. A veces 
resulta difícil localizar un gen individual que producirá suficiente 
información para proporcionar una imagen exacta del cambio 
evolutivo a través del genoma, por lo que con frecuencia es 
necesario secuenciar varios genes para construir filogenias 
confiables, como la que se ilustra en la FIGURA E18-1.
En la actualidad, los datos de secuencias se acumulan con 
una rapidez sin precedentes, y los sistemáticos tienen acceso a 
secuencias de un número siempre creciente de especies. Se ha 
establecido la secuencia de los genomas completos de más de 
700 especies, y ya están en operación proyectos de secuenciación 
de genoma completo para más o menos 3 mil especies adicionales. 
El Proyecto Genoma Humano concluyó, y las secuencias de ADN 
del ser humano ahora están disponibles en un registro público. La 
revolución de la biología molecular promovió un gran salto hacia 
delante en la comprensión de la historia evolutiva.
Ser
humano
Chimpancé Bonobo Gorila Orangután
Gibón
común
� FIGURA E18-1 Se puede determinar el parentesco al 
comparar las secuencias de ADN Este árbol evolutivo se 
derivó a partir de las secuencias de nucleótidos de varios genes 
diferentes que son comunes a seres humanos y simios.
Investigación científica
 Sistemática: búsqueda de orden en medio de la diversidad Capítulo 18 347
Pese a las semejanzas superficiales en su apariencia bajo el 
microscopio, Bacteria y Archaea son radicalmente diferentes. Los 
dos grupos no tienen un parentesco más cercano entre ellos que 
el que tiene alguno de ellos con cualquier eucarionte. El árbol de 
la vida se dividió en tres partes muy temprano en la historia de la 
vida, mucho antes de la aparición de plantas, animales y hongos. 
enorme clado de especies descendientes. Estos clados de ramifi-
cación temprana serán los más grandes que puedan distinguir los 
sistemáticos.
Antes de 1970, los sistemáticos concluyeron, a partir de la 
evidencia disponible, que las bifurcaciones más tempranas en el 
árbol de la vida dividieron a todas las especies en dos grupos: 
animales y plantas. De acuerdo con este punto de vista, bacterias, 
hongos y eucariontes fotosintéticos se consideraban como plan-
tas, y todos los otros organismos se clasificaban como animales. 
Sin embargo, a medida que se amplió el conocimiento de la his-
toria evolutiva de la vida, se hizo aparente que este punto de vista 
temprano simplificó enormemente la historia evolutiva.
Un sistema de tres dominios refleja con mayor 
precisión la historia de la vida
A medida que se acumularon nuevos datos y aumentó la com-
prensión de la filogenia, la valoración científica de las categorías 
fundamentales de la vida se revisó de forma gradual. Un elemento 
clave de esta revisión surgió de la obra pionera del microbiólogo 
Carl Woese, quien demostró que los biólogos pasaron por alto un 
suceso fundamental en la historia primitiva de la vida, el cual de-
mandaba una nueva y más exacta clasificación de la vida.
Woese y otros biólogos interesados en la historia evolutiva 
de los microorganismos estudiaron la bioquímica de los orga-
nismos procariontes. Estos investigadores, al estudiar secuencias 
de nucleótidos del ARN presente en los ribosomas de los orga-
nismos, descubrieron que los procariontes en realidad incluían 
dos tipos muy diferentes de organismos. Woese dio a estos dos 
grupos los nombres de Bacteria y Archaea (FIGURA 18-5).
� FIGURA 18-5 Dos dominios de organismos procariontes 
Aunque de aspecto similar, (a) Vibrio cholerae y (b) Methanococcus 
jannaschii tienen una relación menos estrecha que un hongo y un 
elefante. El género Vibrio pertenece al dominio Bacteria y el de 
Methanococcus, al dominio Archaea.
Enlaces con la vida diaria
Un mundo pequeño
A la luz de la intensa curiosidad de los seres humanos acerca 
de los orígenes de su especie, no es sorprendente que los 
sistemáticos hayan dedicado especial atención a descubrir la 
historia evolutiva del Homo sapiens. Aunque buena parte de 
esta búsqueda se centra en revelar las conexiones evolutivas 
entre los seres humanos modernos y las especies con las 
que está más estrechamente emparentado, los métodos y las 
técnicas de la sistemática también se utilizan para evaluar 
las relaciones evolutivas entre diferentes poblaciones dentro 
de la especie. Los biólogos han comparado secuencias de 
ADN de poblaciones humanas que habitan en distintas partes 
del mundo, así como otros investigadores han comparado 
diversas porciones del genoma humano. Como resultado, 
se han obtenido una gran cantidad de datos y han surgido 
algunos hallazgos interesantes.
En primer lugar, la divergencia genética entre las 
poblaciones humanas es muy baja en comparación con la de 
otras especies animales. Por ejemplo, la gama de diferencias 
genéticas entre todos los seres humanos de la Tierra es apenas 
equivalente a una décima parte de las diferencias que existen 
entre los ratones arbusteros de Estados Unidos (y muchas otras 
especies presentan incluso más variabilidad genética que estos 
últimos). Puede afirmarse rotundamente que todos los seres 
humanos son muy similares genéticamente, y las diferencias 
entre las diversas poblaciones humanas son mínimas.
También es cada vez más evidente que la mayor parte 
de la variabilidad genética humana puede encontrarse en las 
poblaciones africanas. La gama de las diferencias genéticas 
encontradas dentro de las poblaciones del África subsahariana 
es mayor que la existente entrelas poblaciones africanas y 
cualquiera otra población no africana. Para muchos genes, 
todas las variantes conocidas se encuentran en África, y 
ninguna población no africana contiene variantes distintivas; 
más bien, las poblaciones no africanas contienen subconjuntos 
del conjunto africano. Este hallazgo sugiere con gran fuerza 
que el Homo sapiens tuvo su origen en África, y que no hemos 
vivido en otro lugar el tiempo suficiente para evolucionar en 
cuanto muchas diferencias respecto a sus ancestros africanos.
348 UNIDAD 3 Evolución y diversidad de la vida
De cerca Árboles filogenéticos
Los sistemáticos se esfuerzan por desarrollar un sistema de 
clasificación que refleje la filogenia (la historia evolutiva) de los 
organismos. Por ende, la principal tarea de los sistemáticos 
es reconstruir la filogenia. Desde luego, reconstruir la historia 
evolutiva de todos los organismos de la Tierra es una tarea 
colosal, así que cada sistemático usualmente elige trabajar con 
una porción específica de la historia.
El resultado de una reconstrucción filogenética suele 
representarse con un diagrama. Estos diagramas pueden 
adoptar diversas formas, pero todos muestran la secuencia de 
los eventos de ramificación a partir de los cuales las especies 
ancestrales se dividieron para dar origen a las especies 
descendientes. Por esta razón, los diagramas de filogenia 
normalmente tienen forma de árbol.
Estos árboles pueden presentar la filogenia de cualquier 
conjunto específico de taxa (el singular es taxón). Un taxón 
es una especie nombrada, como Homo sapiens, o un grupo 
nombrado de especies, como primates, escarabajos o 
helechos. En consecuencia, los árboles filogenéticos permiten 
mostrar la historia evolutiva a diferentes escalas. Por ejemplo, 
los sistemáticos podrían reconstruir un árbol de 10 especies 
en un género particular de almejas, un árbol de 25 clados de 
animales, o bien, un árbol de los tres dominios de la vida.
Después de seleccionar los taxa que se van a incluir, un 
sistemático está listo para comenzar a construir el árbol. La 
mayoría de los sistemáticos utilizan el enfoque cladístico para 
reconstruir árboles filogenéticos. De acuerdo con este enfoque, 
las relaciones entre taxa se ponen de manifiesto mediante la 
presencia de semejanzas conocidas como sinapomorfias. Una 
sinapomorfia es un rasgo similar en dos o más taxa porque 
éstos heredaron una versión “derivada” del rasgo que se 
modificó a partir de su estado original en un ancestro común. 
La formación de sinapomorfias se ilustra en la FIGURA E18-2.
En el escenario hipotético que se ilustra en la figura E18-2 
puedes identificar fácilmente las sinapomorfias porque se 
conoce el estado ancestral de la característica y los cambios 
posteriores que tuvieron lugar. Sin embargo, en la vida real, 
los sistemáticos no tienen conocimiento directo del ancestro, 
que vivió en el pasado remoto y cuya identidad se desconoce. 
Sin este conocimiento directo, un sistemático que observa 
una semejanza entre dos taxa se enfrenta a un desafío. ¿La 
semejanza observada es una sinapomorfia o tiene alguna otra 
causa, como la evolución convergente o la herencia común 
del estado ancestral? El enfoque cladístico provee técnicas 
para identificar sinapomorfias, pero la posibilidad de una 
interpretación errónea subsiste. Para protegerse contra tales 
errores, los sistemáticos emplean numerosas características al 
construir un árbol, con lo que minimizan la influencia de algún 
rasgo individual.
En la última fase del proceso de construcción de un árbol, el 
sistemático compara diferentes árboles posibles. Por ejemplo, 
tres taxa pueden ordenarse en tres diferentes patrones de 
ramificación (FIGURA E18-3). Cada patrón de ramificación 
representa una hipótesis diferente acerca de la historia 
evolutiva de los taxa A, B y C. ¿Cuál hipótesis es más probable 
que represente la verdadera historia de los tres taxa? Aquella 
donde los taxa de ramas adyacentes compartan sinapomorfias. 
Por ejemplo, imagina que el sistemático identifica varias 
sinapomorfias que comparten los taxa A y B, pero no se 
encuentran en C, supongamos que no se han descubierto 
sinapomorfias que vinculen los taxa B y C o los taxa A y C. En 
este caso, el árbol 1 en la figura E18-3 representa la hipótesis 
con más fundamento.
Con grandes cantidades de taxa, el número de posibles 
árboles crece considerablemente. De manera similar, un 
gran número de rasgos también complica el trabajo de 
identificar el árbol que se fundamenta más en los datos. 
Por fortuna, los sistemáticos han desarrollado programas 
de cómputo complejos que les ayudan a enfrentar estas 
dificultades.
� FIGURA E18-2 Los taxa 
emparentados se vinculan 
mediante rasgos derivados 
compartidos (sinapomorfias) 
Un rasgo derivado es aquel que 
se modificó a partir de la versión 
ancestral del rasgo. Cuando dos 
o más taxa comparten un rasgo 
derivado, se dice que el rasgo 
compartido es una sinapomorfia. El 
escenario hipotético que se ilustra 
aquí muestra cómo surgen las 
sinapomorfias.
 Sistemática: búsqueda de orden en medio de la diversidad Capítulo 18 349
no 
� FIGURA E18-4 Los reptiles son un grupo monofilético 
sólo si se incluyen las aves Sólo los grupos que contienen 
todos los descendientes de un ancestro común se consideran 
grupos monofiléticos.
EJERCICIO Considera la siguiente lista de grupos: (1) protistas, 
(2) hongos, (3) grandes simios (chimpancés, chimpancés 
pigmeos, gorilas, orangutanes y gibones), (4) plantas sin semilla 
(helechos, mohos o musgos y hepáticas), (5) procariontes 
(bacterias y arqueas), (6) animales. Utilizando las figuras 18-6, 
18-7, E18-1, 21-5, 22-4 y 23-1 como referencia, identifica los 
grupos monofiléticos en la lista.
� FIGURA E18-3 Los tres posibles árboles para tres taxa
De acuerdo con el enfoque cladístico, los árboles 
filogenéticos desempeñan un papel clave en la clasificación. 
Cada grupo designado sólo debe contener organismos que 
están más estrechamente emparentados entre ellos que 
con cualquier organismo fuera del grupo. De esta manera, 
por ejemplo, los miembros del clado Canidae (que incluye 
perros, lobos, zorros y coyotes) están más estrechamente 
emparentados entre ellos que con cualquier miembro de 
algún otro clado. Otra forma de enunciar este principio 
es decir que cada grupo designado debe contener todos los 
descendientes vivos de un ancestro común (FIGURA E18-4a). 
En la terminología de la sistemática cladística, se dice que tales 
grupos son monofiléticos.
Algunos nombres, especialmente los acuñados antes 
del enfoque cladístico, designan grupos que contienen 
algunos de los descendientes, pero no todos, de un ancestro 
común. Tales grupos son parafiléticos. Por ejemplo, el grupo 
históricamente conocido como reptiles (serpientes, lagartos, 
tortugas y cocodrilos) es parafilético. Para ver por qué, 
examina el árbol de la FIGURA E18-4b. Encuentra la rama 
que representa al ancestro común de serpientes, lagartos, 
tortugas y cocodrilos (está en la base del árbol). Después, 
examina el árbol nuevamente y elabora una lista de todos los 
descendientes de ese ancestro común. Tu lista, si realizas este 
ejercicio mental de manera correcta, incluye a las aves. Es 
decir: las aves son parte del grupo monofilético que incluye 
a todos los descendientes vivos del ancestro común que dio 
origen a serpientes, lagartos, tortugas y cocodrilos. Por tanto, 
los reptiles (Reptilia) constituyen un clado monofilético sólo 
si las aves se incluyen en el grupo. Si omites las aves, Reptilia 
es parafilético y, de acuerdo con los principios cladísticos, 
no es un nombre de grupo válido. Sin embargo, es probable 
que todavía encuentres la palabra “reptiles” usada en su 
sentido antiguo, técnicamente incorrecto, sólo porque mucha 
gente está acostumbrada a utilizarlo de esta forma.
350 UNIDAD 3 Evolución y diversidad de la vida
BACTERIA ARCHAEA EUKARYA
hongos
plantas
animales
protistas
� FIGURA 18-6 El árbol de la vida Los 
tres dominiosde la vida representan los tres 
“troncos” principales en el árbol de la vida.
� FIGURA 18-7 Un árbol evolutivo de eucariontes Se muestran algunos de los principales linajes 
evolutivos dentro del dominio Eukarya. El término “protista” se refiere a los numerosos eucariontes que no 
son plantas, animales ni hongos.
Esta división temprana ahora se refleja en un esquema de clasifi-
cación que divide la vida en tres dominios: Bacteria, Archaea y 
Eukarya (FIGURA 18-6).
Las descripciones de este libro acerca de la diversidad de la 
vida, que aparecen en los capítulos del 19 al 24, inician con un 
panorama general de los dominios procariontes Archaea y Bacte-
ria. Dentro del dominio Eukarya, se ofrecen discusiones indepen-
dientes acerca de tres clados —plantas, hongos y animales— y 
de “protistas” (término genérico que designa la diversa colección de 
organismos eucariontes que no son plantas, hongos o animales). 
La FIGURA 18-7 muestra las relaciones evolutivas entre algunos 
miembros del dominio Eukarya.
 Sistemática: búsqueda de orden en medio de la diversidad Capítulo 18 351
18.3 ¿POR QUÉ CAMBIAN 
LAS CLASIFICACIONES?
Como lo demuestra el surgimiento del sistema de tres dominios, 
las hipótesis de relaciones evolutivas que son la base de la clasi-
ficación están sujetas a revisión a medida que surgen nuevos da-
tos. Incluso los clados más grandes e incluyentes, que representan 
ramificaciones antiguas del árbol de la vida, en ocasiones deben 
modificarse. Los cambios de este tipo en los niveles superiores de 
clasificación se producen sólo raras veces, pero en el otro extremo 
de la clasificación jerárquica, entre las designaciones de las espe-
cies, las revisiones son más frecuentes.
La designación de las especies cambia cuando 
se descubre nueva información
Conforme los investigadores descubren nueva información, los sis-
temáticos por lo regular proponen cambios en la clasificación en 
el nivel de las especies. Por ejemplo, todavía hasta hace poco, los 
sistemáticos reconocían dos especies de elefantes: el africano y el 
asiático. Sin embargo, ahora reconocen tres especies de elefantes; 
el que antes se conocía como elefante africano ahora se divide en 
dos especies: el elefante de la sabana y el elefante de la selva. ¿A qué 
se debe el cambio? El análisis genético de los elefantes en África 
reveló que hay poco flujo génico entre los elefantes que habitan en 
la selva y los que viven en la sabana. Los dos grupos de elefantes no 
son más parecidos genéticamente que leones y tigres.
La definición de especie biológica puede 
ser difícil o imposible de aplicar
En ciertos casos, los sistemáticos se encuentran ante la imposibilidad 
de afirmar con certeza dónde termina una especie y dónde comienza 
otra. Como estudiaste en el capítulo 16, los organismos de reproduc-
ción asexual plantean una dificultad especial para los sistemáticos, 
porque el criterio de reproducción (la base de la definición de “es-
pecie biológica” que se utiliza en este texto) no sirve para distinguir 
entre esas especies. Lo inoperante de este criterio en el estudio de los 
organismos que se reproducen asexualmente deja amplio espacio 
para el desacuerdo de los investigadores acerca de cuáles poblacio-
nes que se reproducen asexualmente constituyen una especie, sobre 
todo cuando se comparan grupos que tienen fenotipos similares. 
Por ejemplo, algunos sistemáticos reconocen 200 especies de zarza-
mora británica (una planta que produce semillas por partenogéne-
sis, es decir, sin fecundación), pero otros reconocen sólo 20 especies.
La dificultad para aplicar la definición de especie biológica 
a los organismos asexuales constituye un serio problema para los 
sistemáticos. Después de todo, una fracción importante de los or-
ganismos de la Tierra se reproduce por medios no sexuales. Casi to-
das las bacterias, arqueas y protistas, por ejemplo, se reproducen de 
manera asexual. Algunos sistemáticos argumentan que se requiere 
una definición de especie con una aplicación más universal, que 
no excluya los organismos que se reproduzcan se manera asexual y 
que no dependa del criterio de aislamiento reproductivo.
El concepto de especie filogenética ofrece 
una definición alternativa
Se han propuesto otras definiciones alternativas de especie a lo lar-
go de la historia de la biología evolutiva, pero ninguna ha resultado 
lo suficientemente convincente como para desplazar la definición 
de especie biológica. No obstante, una definición alternativa ha 
ganado adeptos en años recientes. El concepto de especie filogenética 
define una especie como “el grupo diagnosticable más pequeño 
que contiene todos los descendientes de un ancestro común úni-
co”. En otras palabras, si dibujas un árbol evolutivo que describa 
la distribución de los ancestros entre un conjunto de organismos, 
cada rama definida del árbol constituye una especie diferente, in-
dependientemente de que los individuos representados por esa 
rama puedan cruzarse o no con individuos de otras ramas. Como 
se intuye, la aplicación rigurosa del concepto de especie filogenéti-
ca aumentaría considerablemente el número de especies diferentes 
reconocidas por los sistemáticos.
Los defensores y los críticos del concepto de especie filoge-
nética se encuentran inmersos actualmente en un vigoroso debate 
acerca de su pertinencia. Quizá algún día el concepto de especie fi-
logenética tomará el lugar del concepto de especie biológica como 
“definición de libro de texto” de especie, o acaso los estudiosos 
seguirán apoyándose en el concepto de especie biológica. Mientras 
tanto, el debate y la revisión de las clasificaciones proseguirán a 
medida que los sistemáticos conozcan cada vez mejor las relacio-
nes evolutivas, en particular con la aplicación de técnicas derivadas 
de la biología molecular. Aunque todavía es elusivo el conocimien-
to preciso de las relaciones evolutivas de muchos organismos, la 
clasificación resulta enormemente útil para ordenar las ideas e in-
vestigaciones en torno a la diversidad de la vida en la Tierra.
18.4 ¿CUÁNTAS ESPECIES EXISTEN?
Los científicos ignoran, incluso en términos de un orden de magni-
tud, cuántas especies comparten nuestro mundo. Cada año, entre 7 
y 10 mil especies nuevas reciben un nombre, casi todas de insectos, 
muchas de las cuales habitan en las selvas tropicales. El número to-
tal de especies con nombre es actualmente de alrededor de 1.5 mi-
llones. Sin embargo, muchos científicos piensan que tal vez existan 
entre 7 y 10 millones de especies, y algunas estimaciones alcanzan 
los 100 millones. Esta gama total de diversidad de especies se co-
noce como biodiversidad. De todas las especies identificadas has-
ta ahora, aproximadamente 5% son procariontes y protistas. Otro 
22% son plantas y hongos, y el resto son animales. Esta distribu-
ción tiene poco que ver con la abundancia real de tales organismos 
y mucho que ver con su tamaño, su facilidad de clasificación, su 
accesibilidad y el número de científicos que los estudian. Históri-
camente, los sistemáticos han concentrado su atención sobre todo 
en los organismos grandes o llamativos de las regiones templadas, 
pero la biodiversidad es mayor entre los organismos pequeños y 
poco perceptibles de los trópicos. Además de las especies terres-
tres o que viven en aguas poco profundas a las que se ha prestado 
escasa atención, existe otro “continente” entero de especies, prác-
ticamente inexplorado, en el lecho de los mares profundos. Sobre 
la base de las escasas muestras disponibles, los científicos estiman 
que tal vez ahí residen cientos de miles de especies desconocidas.
Aunque se han descrito y nombrado alrededor de 5,000 
especies de procariontes, gran parte de su diversidad queda aún 
sin explorar. Considera un estudio realizado por científicos no-
ruegos, quienes analizaron el ADN con el objetivo de contar 
el número de diferentes especies de bacterias presentes en una 
pequeña muestra de suelo del bosque. Para distinguir entre las 
especies, los científicosdefinieron arbitrariamente el ADN bacte-
riano como proveniente de especies distintas si difería, al menos, 
en 30% respecto a cualquier otro ADN bacteriano de la muestra. 
Con base en este criterio, los científicos reportaron más de 4,000 
especies de bacterias en su muestra de suelo y un número igual 
de especies en una muestra de sedimento marino poco profundo.
352 UNIDAD 3 Evolución y diversidad de la vida
La ignorancia acerca de la amplitud total de la diversidad de 
la vida agrega una nueva dimensión a la tragedia de la destrucción 
de las selvas tropicales (pluviselvas). Aunque estas selvas cubren 
sólo el 6% del área terrestre del planeta, se piensa que albergan dos 
terceras partes de las especies que existen en el mundo, cuya mayo-
ría no se ha estudiado ni identificado. A causa de la destrucción tan 
rápida que sufren estas selvas, ¡la Tierra está perdiendo muchas es-
pecies de las que nunca se sabrá siquiera que existieron! Por ejem-
plo, en 1990 se descubrió una nueva especie de primate, el tití león 
o tamarino de cara negra, en una pequeña zona de pluviselva den-
sa en una isla cercana a la costa oriental de Brasil (FIGURA 18-8). 
Si esta porción de selva hubiera desaparecido antes de descubrir 
este mono del tamaño de una ardilla, no habría sido posible regis-
trar su existencia. A los ritmos actuales de deforestación, la mayor 
parte de las selvas tropicales, con su riqueza de vida aún sin descri-
bir, habrán desaparecido antes de que termine el siglo XXI.
Estudio de caso o t r o v i s t a z o
El origen de un asesino
¿Qué pruebas persuadieron a los biólogos evolutivos de que el origen 
del VIH se originó en los simios y monos? Para comprender 
el razonamiento evolutivo detrás de esta conclusión, examina el 
árbol evolutivo que se muestra en la FIGURA 18-9. Este árbol 
ilustra la filogenia del VIH y de sus parientes cercanos, los virus de 
inmunodeficiencia de simios (VIS), que se pone de manifiesto mediante 
una comparación de secuencias de ARN entre diferentes virus.
Observa las posiciones que ocupan en el árbol los cuatro virus 
humanos (dos cepas de VIH-1 y dos de VIH-2; una cepa es un 
subgrupo genéticamente distinto de un tipo particular de virus). La 
rama que conduce a la cepa 1 de VIH-1 es directamente adyacente a 
la rama que conduce a la cepa 1 del VIS chimpancé. Las ramas 
adyacentes indican que la cepa 1 del VIH-1 está más estrechamente 
emparentada con un virus de chimpancé que con la cepa 2 de 
VIH-1. De igual modo, la cepa 1 de VIH-2 está más estrechamente 
emparentada con el VIS del macaco cola de cerdo que con la cepa 
2 de VIH-2. Tanto el VIH-1 como el VIH-2 están más estrechamente 
emparentados con virus de simios o de monos que entre ellos 
mismos.
La única forma como pudo haberse dado la historia evolutiva 
que se representa en el árbol es que los virus hayan saltado entre 
especies huésped. Si el VIH hubiera evolucionado estrictamente 
dentro de huéspedes humanos, los virus humanos serían los 
parientes más próximos uno con respecto al otro. Puesto que los 
virus humanos no se agrupan en el árbol filogenético, es posible 
inferir que ocurrió infección cruzada entre especies, probablemente 
en numerosas ocasiones. El medio de transmisión más probable es 
el consumo humano de monos (VIH-2) y chimpancés (VIH-1). 
Recientemente, una cepa de VIS que está estrechamente 
emparentada con el VIH-1 se descubrió en miembros de una 
VIH-2 (cepa 2)
VIS-macaco cola de cerdo
VIS-mono tiznado de Mangabey gris
VIH-2 (cepa 1)
VIS-mandril
VIS-chimpancé (cepa 2)
VIH-1 (cepa 2)
VIS-chimpancé (cepa 1)
VIH-1 (cepa 1)
� FIGURA 18-9 El análisis evolutivo ayuda a identificar 
el origen del VIH En esta filogenia de algunos virus de la 
inmunodeficiencia, los virus que tienen huéspedes humanos no 
forman un grupo. Esta falta de congruencia entre las historias 
evolutivas de los virus y sus especies huésped sugiere que los virus 
debieron saltar entre especies huésped. (Observa que VIS son las 
siglas de virus de inmunodeficiencia de simios.)
población de chimpancés que habitan las selvas en la esquina 
sureste del país centroafricano de Camerún. Es probable que 
los virus de esta población de chimpancés realizara el salto del 
chimpancé al ser humano que originó la epidemia de VIH.
Considera esto
¿La comprensión del origen evolutivo del VIH ayudará a los 
investigadores a idear mejores formas de tratar y controlar la 
propagación del sida? ¿Cómo podría incluirse tal comprensión 
en las estrategias de tratamiento y prevención? Y de manera más 
general, ¿cómo el pensamiento evolucionista podría contribuir a 
los avances en la investigación médica?
� FIGURA 18-8 Tití león o tamarino de cara negra Los 
investigadores estiman que no quedan más de 400 individuos en 
forma silvestre; la reproducción en cautiverio podría ser la única 
esperanza de supervivencia para el tamarino de cara negra.
 Sistemática: búsqueda de orden en medio de la diversidad Capítulo 18 353
Repaso del capítulo
Resumen de conceptos clave
18.1 ¿Cómo se nombran y clasifican los organismos?
El nombre científico de un organismo se compone con su nombre 
de género y de especie. Los sistemáticos usan semejanzas anatómicas 
y moleculares entre los organismos para reconstruir las relaciones 
evolutivas entre las especies, y presentan los resultados de sus re-
construcciones en diagramas de árbol. Sobre la base de estos árboles 
evolutivos, los sistemáticos nombran clados (grupos que incluyen 
las especies descendientes a partir de un ancestro común). Los clados 
se anidan dentro de clados más grandes para formar una jerarquía 
anidada de categorías. En la clasificación de Linneo, a los diferentes 
clados en una jerarquía se les asignan categorías taxonómicas. Las 
ocho categorías principales, de la más a la menos incluyente, son: 
dominio, reino, filum, clase, orden, familia, género y especie.
18.2 ¿Cuáles son los dominios de la vida?
Los tres dominios de la vida, que representan cada uno las tres ra-
mas principales del árbol de la vida, son Bacteria, Archaea y Eukar-
ya. Dentro del dominio Eukarya, hongos, plantas y animales son 
clados monofiléticos. El conjunto conocido como “protistas” com-
prende muchos clados distintos.
18.3 ¿Por qué cambian las clasificaciones?
Las clasificaciones están sujetas a revisión a medida que se descu-
bre nueva información. En ocasiones resulta difícil definir las fron-
teras entre especies, particularmente en el caso de las especies de 
reproducción asexual. Sin embargo, la sistemática es indispensable 
para una comunicación precisa y contribuye a la comprensión de 
la historia evolutiva de la vida.
18.4 ¿Cuántas especies existen?
Aunque sólo se han identificado y nombrado alrededor de 1.5 mi-
llones de especies, las estimaciones del número total de especies 
existentes alcanzan los 100 millones. Se identifican nuevas espe-
cies a razón de 7 a 10 mil por año, principalmente en las selvas 
tropicales.
Términos clave
Archaea 350
Bacteria 350
biodiversidad 351
clado 344
clase 344
dominio 344
especie 343 
Eukarya 350
familia 344
filum 344
filogenia 344
género 343
nombre científico 343
orden 344 
reino 344
secuenciación de ADN 346
sistemática 344
taxonomía 343
Razonamiento de conceptos
Llena los espacios
 1. La ciencia de nombrar y clasificar organismos se llama 
_____________. La ciencia relacionada de reconstruir y pre-
sentar la historia evolutiva se llama ________________. Un 
grupo que consiste de todos los organismos descendientes 
de un ancestro común particular es un _______________.
 2. Un nombre científico consiste de un nombre de __________ 
seguido por un nombre de _______________. Ambas partes 
de un nombre científico están en el idioma ______________. 
La primera letra de la primera palabra en un nombre cientí-
fico siempre es ___________, y ambas partes del nombre se 
escriben con letra ___________.
 3. En la clasificación de Linneo, las ocho categorías taxonómi-
cas principales, en orden de mayor a menor inclusión, son 
_____________, ___________,___________, ____________, 
____________, __________, _____________ y __________. Los 
tres dominios de la vida son ____________, _______________ 
y _____________.
 4. Los sistemáticos determinan las relaciones evolutivas en-
tre las especies principalmente sobre la base de semejan-
zas en ____________ y ____________. La definición de 
especie biológica es difícil de aplicar a organismos que 
________________. Una definición alternativa de especie, co-
nocida como _________________, designa las especies sobre 
la base de __________________.
 5. El número de especies nombradas es de aproximadamente 
__________________. Pero el número real de especies sobre 
la Tierra se estima está entre ______ y _____________.
Preguntas de repaso
 1. ¿Cuáles fueron las aportaciones de Linneo y Darwin a la 
taxonomía moderna?
 2. ¿Qué características estudiarías para determinar si un delfín 
está emparentado más estrechamente con un pez que con un 
oso?
 3. ¿Qué técnicas utilizarías para determinar si el extinto oso ca-
vernario tiene un parentesco más cercano con el oso gris que 
con el oso negro?
 4. Se ha descrito científicamente sólo una pequeña fracción del 
número total de especies que existen en la Tierra. ¿Por qué?
 5. En Inglaterra, “papacito piernas largas” es el nombre de una 
mosca de patas largas, pero en Estados Unidos el mismo 
nombre se refiere a un animal parecido a una araña. ¿Cómo 
intentan los científicos evitar este tipo de confusiones?
Aplicación de conceptos
 1. Son numerosos los campos en los que hay desacuerdo en 
torno a la clasificación de los organismos. Por ejemplo, no 
existe consenso respecto de si el lobo rojo es una especie 
distinta, ni tampoco acerca de cuántos reinos comprende el 
dominio Bacteria. ¿Qué importancia tiene que los biólogos 
consideren al lobo rojo como una especie, o que determinen 
el reino al que pertenece una especie bacteriana? En palabras 
de Shakespeare: “¿Qué hay en un nombre?”
 2. Ética Las presiones que genera el crecimiento de-
mográfico del ser humano y la expansión económica ponen 
en peligro los almacenes de diversidad biológica, como los 
trópicos. La gravedad de la situación se hace patente al consi-
derar que en la actualidad la ciencia conoce probablemente 
sólo una de cada 20 especies tropicales. ¿Qué argumentos 
podrías esgrimir para preservar la diversidad biológica en los 
354 UNIDAD 3 Evolución y diversidad de la vida
países pobres y en vías de desarrollo, como los que hay en 
las zonas tropicales? ¿Esa preservación exige a esos países el 
sacrificio de su desarrollo económico? Sugiere algunas solu-
ciones al conflicto entre la demanda creciente de recursos y 
la importancia de conservar la biodiversidad.
 3. Durante las inundaciones de gran magnitud, sólo las ramas 
más altas de los árboles sumergidos son visibles por enci-
ma del agua. Si te pidieran dibujar las ramas que están bajo 
la superficie del agua sólo con base en las posiciones de las 
puntas expuestas, estarías intentando una reconstrucción de 
algún modo similar a la del “árbol genealógico”, median-
te el cual los taxónomos vinculan diversos organismos de 
acuerdo con sus ancestros comunes (en forma análoga a los 
puntos de ramificación). ¿Cuáles son las fuentes de error en 
ambos ejercicios? ¿De qué ventajas gozan los taxónomos 
modernos?
 4. La pantera de Florida, que se encuentra únicamente en la 
región pantanosa de ese estado (los Everglades), está clasifi-
cada actualmente como especie en peligro de extinción con 
el fin de protegerla de las actividades humanas que podrían 
provocar su desaparición. Esta pantera ha sido considerada 
desde hace mucho tiempo como una subespecie del puma 
(león de la montaña), pero estudios recientes de ADN mi-
tocondrial han demostrado que la pantera de Florida puede 
ser en realidad un híbrido entre el puma estadounidense y 
el sudamericano. ¿La Ley sobre Especies en Peligro de Extin-
ción debería proteger a la pantera de Florida?
® Visita www.masteringbiology.com donde hallarás cuestiona-
rios, actividades, eText, videos y otras novedades (disponibles 
en inglés).

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