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Semiárido: un desafío para la Ciencia Semiárido: un desafío para la Ciencia 
del Suelodel Suelo
13 al 16 de mayo de 200813 al 16 de mayo de 2008
Potrero de los Potrero de los FunesFunes (SL), Argentina(SL), Argentina
 
 
 
FERTIRRIGACIÓN NITROGENADA EN CAÑA DE AZÚCAR 
 
Correa de Sal M.A.1 
(1) Estación Experimental Agropecuaria Famaillá INTA. Ruta Pcial.301 Km. 32, (4132) Famaillá, 
Tucumán. E-mail: macorrea@correo.inta.gov.ar 
 
RESUMEN: El NOA es el principal productor de caña de azúcar del país. En Tucumán es una 
actividad agroindustrial importante por superficie y porque involucra pequeños y medianos 
productores. En 2007 se cultivaron 217.000 has, mayoritariamente en secano, se aplica nitrógeno y el 
rendimiento promedio son 6.250 kg azúcar/ha. La caña desarrolla en climas tropicales y 
subtropicales; se adapta a condiciones diversas de suelos, temperaturas, radiación y precipitaciones. 
Producir 1kg de azúcar requiere unos 1.500 litros de agua. De los nutrientes que demanda la caña, el 
más importante por la respuesta del cultivo, es el nitrógeno. En Famaillá, se evaluó durante 8 
campañas, respuesta al fertirriego nitrogenado subsuperficial en caña. Se usaron las variedades: CP 
65-357 y Fam 81-77; 100 y 155 kg N/ha aplicado como urea, con riego localizado bajo cada surco y 
trocha por medio, sobre un Argiudol acuico. Se midió fertilidad de suelos, calidad de agua, factores de 
rendimiento y rendimientos de caña y azúcar. Los rendimientos promedios en 7 socas fueron de 96.9 
t/ha de caña y 11 t/ha de azúcar para el tratamiento con mangueras bajo surco y 81 t/ha y 8.60 t/ha 
en el testigo. Las dosis de nitrógeno entre sí no tuvieron diferencias estadísticas en producción de 
caña. El N total, P (Bray1) y K intercambiable en suelo, disminuyeron en relación a los contenidos 
iniciales. La fertilización fraccionada permitió el uso eficiente del N; este sistema es recomendable 
principalmente para zonas con limitaciones de agua y suelos pobres. Permite un uso más eficiente 
del agua y mayor aprovechamiento de superficie de cultivo. 
 
Palabras Clave: fertirrigación, rendimiento cultural, rendimiento sacarino, caña de azúcar. 
 
 
INTRODUCCION 
La región del NOA es la principal productora de caña de azúcar del país. En Tucumán es una de las 
actividades agroindustriales más importantes por superficie y por incidencia económico-social, ya 
que involucra principalmente a pequeños y medianos productores. La superficie cultivada en el 2007 
(EEAOC, 2007) fue de 217.000 has; casi toda la superficie se cultiva en secano en las regiones del 
pedemonte y llanura deprimida y el rendimiento promedio de azúcar está alrededor de 6.250 kg/ha. 
La caña de azúcar se desarrolla en climas tropicales y subtropicales; se adapta a diferentes suelos, 
rangos de temperaturas, radiación solar y precipitaciones (Jones et al. 1990.) La mayor acumulación 
de materia seca ocurre con temperaturas entre 20º C - 30º C, alta radiación solar, sin déficit de agua 
y nutrientes; y con cobertura completa de suelo. 
Crecimiento y rendimiento sacarino dependen directamente de temperatura y radiación solar cuando 
suelo, agua y cantidad de nutrientes son los adecuados. Pero, si la limitante es disponibilidad de 
agua, estos dos parámetros estarán correlacionados con la cantidad de agua recibida. 
El consumo de agua crece con la edad de la planta, alcanza el máximo cuando ocurre la máxima 
elongación del tallo y, decrece cuando inicia la maduración (concentración de azúcares). La 
producción de 1 kilogramo de azúcar demanda alrededor de 1.500 litros de agua. 
La caña es muy susceptible al estrés hídrico luego de la plantación y, en el macollaje y canopeo de 
las socas. Las plantaciones de agosto-setiembre y las brotaciones de las socas (se cosecha desde 
otoño hasta mediados de primavera) son las más expuestas a este efecto en la zona cañera 
tucumana, porque se dan con déficit hídrico en el suelo. Esto se observa en series hídricas históricas 
del área cañera central de Tucumán, que entre septiembre y diciembre acumula un déficit hídrico 
superior a los 220 mm (Figura 1). 
mailto:macorrea@correo.inta.gov.ar
Semiárido: un desafío para la Ciencia Semiárido: un desafío para la Ciencia 
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13 al 16 de mayo de 200813 al 16 de mayo de 2008
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 Figura 1: Balance hídrico en la región cañera central de Tucumán 
 
En zonas húmedas y sub-húmedas, como en Tucumán, hay respuesta al riego complementario 
cuando las demandas superan al aporte de agua. El agua es un recurso vital para el hombre y “la 
agricultura es la actividad humana que consume más del 60% del total de agua disponible hoy” por lo 
tanto hay que usar eficientemente el recurso (Barth, 1999). 
La caña de azúcar se puede regar superficialmente por surcos, por aspersión o por goteo. El riego 
por surcos es el más difundido en las zonas productoras, y predomina en la provincia de Tucumán 
con 12-15% del área cultivada. 
El riego por goteo aprovecha eficientemente el agua, porque la aplicación lenta y frecuente mantiene 
un nivel óptimo de humedad para el desarrollo del cultivo. Estos riegos evitan la pérdida de humedad 
superficial, permiten el desarrollo de raíces cerca de la superficie del suelo; y logran alta eficiencia en 
el uso de fertilizantes, porque se aplican según demanda del cultivo (Jones et al 1999). 
Hay numerosas experiencias de riego por goteo en zonas cañeras como Hawai, donde más del 60% 
de la caña se riega por este sistema. Se observaron ventajas comparativas respecto al riego 
superficial, en producción de caña y azúcar, con una inversión no muy alta. En experiencias 
realizadas desde 1979 a 1984, Bui y Kinoshita (1985) y Young (1985), reportaron incrementos en la 
producción de caña del orden de 22% y de azúcar del 26%. Australia y Sudáfrica también están 
implementando el sistema de riego localizado, los mayores rendimientos físicos de caña son del 20% 
y se incrementa la eficiencia del uso de agua en un 40% (Jones et al, 1999). 
De los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo adecuado de la caña de azúcar, el más 
importante en cuanto a respuesta del cultivo es el nitrógeno. La caña es el cultivo de mayor consumo 
por unidad de superficie de fertilizantes nitrogenados en el país. En Tucumán, la urea es el fertilizante 
de mayor uso en el área cañera, estimándose aplicaciones anuales cercanas a 30.000 toneladas en 
unas 220.000 has. La bibliografía menciona que es posible obtener aumentos promedios de entre 100 
y 150 kg caña por kg de N aplicado (Orlando, 1996). En Tucumán se fertiliza con N, en secano la 
dosis económica fluctúa entre los 90-100 kg N/ha, y se realiza inmediatamente después de las 
primeras lluvias de primavera. Esta práctica sigue un poco el patrón que cita Malavolta (1994) sobre 
la demanda de nutrientes que tienen las socas: K>N>Ca>Mg>S>P y del pull que se exporta por 
cosecha: N=K>Ca>Mg>S>P. 
Para evaluar la respuesta al fertirriego nitrogenado subsuperficial en caña se planteó un ensayo en la 
EEA Famaillá. El fraccionamiento de la dosis respondió a que la utilización del N sería mayor 
colocando pequeñas cantidades según lo requiriera el cultivo con cada riego. 
 
Semiárido: un desafío para la Ciencia Semiárido: un desafío para la Ciencia 
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MATERIALES Y MÉTODOS 
Los días 17 y 18 de Setiembre de 1996 se implantó el ensayo en la EEA Famaillá para evaluar la 
respuesta fertirrigación nitrogenada subsuperficial en caña de azúcar. El lote venía de cultivo de caña, 
el suelo es un Argiudol acuico profundo, con material original aluvional sobre loess y relieve normal a 
subnormal. 
Se condujo durante 8 campañas; el primer año como caña planta y 7 socas, en la localidad de 
Padilla, (Famaillá, Tucumán). La zona correspondea la llanura cañera central de la provincia, dentro 
de región agroecológica de la llanura deprimida. 
Previamente a realizar la plantación se hizo el análisis de las características iniciales de fertilidad del 
suelo. Este análisis se repitió anualmente antes de iniciar la fertilización y al final del ensayo. También 
se evaluó la calidad del agua de riego. 
Se usaron las variedades: Canal Point 65-357 (CP 65-367) la más difundida en la provincia y 
Famaillá 81-77 (Fam 81-77), material genético local. Se aplicaron 2 niveles de N: 100 (N1) y 155(N2) 
kg /ha, con urea como fuente; el testigo fue en secano y fertilizado con aplicación en suelo. Las 
aplicaciones semanales de fertirriego fueron desde comienzo de brotación hasta la segunda quincena 
de enero; con el 50 % de la dosis aplicada hasta fin de noviembre. 
Las cintas de riego se colocaron a 30 cm de profundidad debajo del surco de plantación (MS) y a 40 
cm de profundidad cada trocha por medio (MT, una cinta regaba 2 surcos).Los goteros de flujo 
turbulento estaban espaciados 20 cm, y tenían un caudal de 1 litro/hora. La plantación se hizo 
colocando 3 cañas cruzadas con igual número de yemas, en surcos a 1,60 m entre sí. 
Por razones operativas del sistema de riego, la colocación de las cintas se hizo en franjas a la par del 
testigo sin riego. Los muestreos para evaluar el rendimiento (y los factores de rendimiento) se 
hicieron en bloques aleatorizados con 4 repeticiones, las parcelas fueron de 2 surcos (1.60 m entre 
sí) y de 20 m de largo. 
El riego se hizo reponiendo el consumo (EP), se controló la tensión de humedad de suelo mediante 
lectura de tensiómetros colocados a 30 y 60 cm. La tensión límite para regar fue 30cb a los 30 cm de 
profundidad. Al iniciar el ensayo se aplicaron concentraciones mínimas de H3PO4 para la lavar las 
cintas de goteo. Pero, a medida que aumentaba la extracción en las sucesivas socas, se decidió 
aplicar una dosis de P, en función al análisis de suelo, de 20 kg P2O5 /ha. 
En el cultivo se midieron factores de rendimiento: número de tallos/ha, peso, diámetro y longitud de 
tallos molibles; rendimiento cultural (caña/ha) y rendimiento sacarino (azúcar/ha). Se evaluó 
concentración foliar de N, K, P, Ca y Mg; y en las últimas socas se midió el contenido de N, P, K en 
jugo. 
El análisis estadístico se hizo a través de ANOVA factorial, utilizando SAS. 
El primer año el cultivo (caña planta), no se regó, debido a las altas precipitaciones, 1.600 mm 
(Registros EEA Famaillá) ocurridas desde plantación hasta fin de marzo. Tampoco se fertilizó la caña 
planta con N, siguiendo lo que menciona la bibliografía (Fogliata, 1995) en función a la textura y al 
nivel de N total que tenía el suelo. 
Las evaluaciones anuales de rendimiento se hicieron en la segunda quincena de julio y, las cosechas 
comerciales del lote (2 ha) en agosto - setiembre; salvo en una campaña 2002 que fue a fin de 
octubre lo que afectó el rendimiento de la campaña siguiente. Luego de la cosecha, en setiembre se 
iniciaban los riegos cuando comenzaba la brotación y una vez generalizada, comenzaba la 
fertirrigación nitrogenada. 
 
 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
Los resultados de fertilidad de suelos inicial y final del lote de ensayo se observan en la tabla 1: 
 
 
 
 
Semiárido: un desafío para la Ciencia Semiárido: un desafío para la Ciencia 
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 Tabla 1: Fertilidad inicial y final del lote de ensayo 
 
Profundidad 
cm 
 
pH 
MO 
(%) 
N 
(%) 
P 
(mg kg)
 
k 
(cmol kg) 
 
 
Textura 
0-30 inicial 6.4 3.38 0.18 24 1,02 L 
0-30 final 5,8 2,51 0,12 6,8 0,26 L 
30-60 inicial 6.9 2.20 0.12 19 0.85 FL 
30-60 final 6,4 0,90 0,05 7,3 0,30 FL 
 
La reacción del suelo (pH) disminuyó ello era esperable debido a las fuentes de fertilización usadas; 
en el mediano plazo tanto la urea como el ácido fosfórico, tienden a acidificar el suelo. 
Tanto el N como el P bajaron los niveles, a pesar de las fertilizaciones. Ambos cayeron en mayor 
medida en los tratamientos con cintas de goteo bajo de cada surco, que mientras duró el ensayo 
tuvieron las parcelas con mayores rendimientos. El potasio intercambiable también bajó respecto a 
los valores iniciales, llegando en la capa superficial a un nivel cercano al considerado límite para 
respuesta a la fertilización (0,25 cmol kg). 
Como no se hizo ninguna aplicación de potasio y las producciones promedios tanto de caña como de 
azúcar fueron altas, la demanda de K por parte de las socas para su crecimiento y desarrollo fue alta, 
lo mismo que la extracción de K que se hizo con cada tonelada de azúcar producido, esto es 
coincidente con las referencias que hace Malavolta, 1994. 
En 1997 se hizo la cosecha de la caña planta (primera cosecha después de la plantación), no se 
registraron diferencias estadísticamente significativas entre tratamientos de riego, las variaciones que 
ocurrieron se debieron al factor variedad. La producción de caña planta fue de 50.88 t/ha y la de 
azúcar de 6 t/ha. 
Desde la primera soca, en 1998 se manifestaron algunas diferencias entre tratamientos. Es normal 
que el cultivo de caña de azúcar vaya aumentando su producción cultural y sacarina según aumenta 
la edad de la soca. Bajo las condiciones de secano como se cultiva en Tucumán, la segunda y tercera 
soca son las de mayor producción; luego comienza a declinar el rendimiento y normalmente se hace 
la renovación del cañaveral al quinto o sexto año. 
 
En la tabla se observan los rendimientos de las socas jóvenes, los tratamientos se identifican con el 
nombre de la variedad, posición de manguera de goteo: MS manguera bajo cada surco; MT 
manguera en trocha y dosis de nitrógeno/ha: N1 (100 kg) y N2 (155kg) y testigo sin riego (fertilizado 
en suelo). 
. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Semiárido: un desafío para la Ciencia Semiárido: un desafío para la Ciencia 
del Suelodel Suelo
13 al 16 de mayo de 200813 al 16 de mayo de 2008
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Tabla 2: Rendimientos Cultural y Sacarino t/ha en las primeras socas 
 
1º Soca 2º Soca 3º Soca Tratamientos 
 Caña Azúcar Caña Azúcar Caña Azúcar 
CP 65-357 - MS 
N1 
88,14 10,20 147,56 ** 15,70 97,13 10,65 
CP-65357 - MS 
N2 
81,24 9,55 148,29 ** 15,57 94,20 10,84 
CP-65357 - MT 
N1 
71,19 8,08 144,83** 15,18 96,17 10,36 
CP-65357 - MT 
N2 
57,04 6,66 133.07 * 13,84 94,14 10,20 
FAM 81-77 MS 
N1 
77,78 9,98 139,52 * 14,57 102,17 11,36 
FAM 81-77 MS 
N2 
80,39 9,40 142,60 ** 15,14 91,50 10,44 
FAM 81-77 MT 
N1 
88,98 9,74 141,86 14,39 94,25 10,37 
FAM 81-77 MT 
N2 
75,92 8,52 103,55 NS 10,37 103,62 11,49 
FAM 81-77 
Testigo 
69,75 8,03 139,58 * 13,20 88,48 9,99 
CP-65357 
Testigo 
63,37 7,35 145,32 ** 14,12 98,87 11,30 
Diferencias altamente significativa ** y diferencias significativas * 
 
Las socas 2, 3 (jóvenes) y la 4 (ya considerada vieja) fueron las de mayores rendimientos de 
azúcar/ha del período que duró el ensayo, superiores al valor promedio de producción local. 
En la tabla se presentan los resultados de las socas viejas (socas 4, 5 y 6) y la soca 7 del año 2004 
en que se levantó el ensayo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Semiárido: un desafío para la Ciencia Semiárido: un desafío para la Ciencia 
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Tabla 3: Rendimientos Cultural y Sacarino t/ha en socas intermedias y final 
 
4º Soca 5º Soca 6º Soca 7º Soca Tratamientos 
Caña 
Azúcar 
Caña 
Azúcar 
Caña 
Azúcar 
Caña Azúcar
CP 65-357 MS 
N1 
103,93 12,21 97,59 10,93 74,35 8,81 97,57 10,98** 
CP-65357 MS 
N298,53 11,67 114,27 13,06 68,63 8,79 100,81 12,21** 
CP-65357 MT 
N1 
90,99 10,81 72,55 8,98 68,42 8,09 98,91 11,62** 
CP-65357 MT 
N2 
91,05 11,10 76,62 9,67 51,89 6,69 79,49 9,72* 
FAM 81-77MS 
N1 
111,70 12,49 84,20 9,77 63,94 7,92 68,43 7,39 
FAM 81-77 MS 
N2 
96,32 10,95 76,42 8,92 75,41 8,51 90,94 10,21* 
FAM 81-77 MT 
N1 
104,42 11,51 78,98 9,05 63,46 7,41 84,04 9,18* 
FAM 81-77 MT 
N2 
90,34 12,27 52,38 6,54 49,72 5,78 68,31 7,76 
FAM 81-77 
Test. 
90,26 10,28 79,37 9,66 65,75 8,01 78,83 8,00 
CP-65357 
Test. 
98,04 12,54 79,59 9,73 61,95 8,04 86,91 8,41 
 Diferencias altamente significativas ** y diferencias significativas * 
 
En la quinta soca se observó una disminución de rendimientos, salvo en la variedad CP-65357 con 
mangueras bajo surco y la dosis mayor de N, que tuvo casi 2 toneladas más de azúcar/ha que en la 
campaña anterior. En cuanto al resultado productivo de la 6º soca, este fue el más bajo en relación a 
las otras cosechas, la razón de ello fue porque la soca 5 se cosechó tarde. El retraso en la cosecha 
incide en el rendimiento futuro, porque al aumentar la temperatura, comienza la brotación de los 
macollos que son cortados al momento de cosecha. Por este motivo el número de tallos molibles/ha 
fue menor y su peso individual también disminuyó. En la última soca cosechada (7), los rendimientos 
volvieron a aumentar, por lo que se podía esperar por lo menos una cosecha más. 
Al analizar los componentes del rendimiento, en algunos años hubo diferencias estadísticas y en 
otros no. En general el número de tallos molibles por hectárea y el peso inciden directamente en el 
rendimiento cultural (t caña/ha); esto explicaría parte del mayor rendimiento cultural de la variedad CP 
65-357, que hacia el final del ensayo tuvo más número de tallos molibles. Los resultados mostraron 
que el rendimiento fabril es un factor que depende más del material genético, que del manejo 
agronómico. El diámetro de tallos fue el único parámetro que no mostró diferencias estadísticamente 
significativas a lo largo de la duración del ensayo. 
Las diferencias en rendimientos se lograron con las aplicaciones de riego y fertilización temprana en 
la primavera. Esto concuerda con lo expresado en un trabajo de Pedraza y Perera (2006), que indica 
que la primavera tiene una frecuencia media de lluvias de 27,8% del porcentaje anual total en la zona. 
Semiárido: un desafío para la Ciencia Semiárido: un desafío para la Ciencia 
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Los análisis foliares y de jugo que se hicieron en las últimas campañas, tuvieron resultados variables, 
sin marcar una tendencia muy definida. 
 
CONCLUSIONES 
 
- Al cabo de las 7 socas el rendimiento promedio de azúcar/ha para el tratamiento con cintas 
bajo los surcos fue de 11 t y en trocha 9 t. 
- La fertilización fraccionada permitió el eficiente uso del N aplicado, aunque el factor dosis de 
N solo, no tuvo diferencias estadísticas en el promedio de las 7 socas. 
- La “ganancia” de rendimientos se logró con riegos y fertilización tempranos en primavera. En 
años con alta precipitación no hubo diferencias entre tratamientos. 
- Si bien hay una alta inversión inicial, este sistema es recomendable para las zonas con menor 
precipitación, con suelos más pobres y, con limitaciones de agua en calidad y cantidad. 
Permite un uso más eficiente del agua, sin contaminación y/o degradación de acuiferos y 
mayor aprovechamiento de superficie cultivada 
 
BIBLIOGRAFÍA 
Barth, HK .1999. Sustainable and effective irrigation through a new subsoil irrigation system (SIS) – 
Agricultural water management – Vol. 40 Nº 2-3 (May 1999) 283-290. Elsevier 
Bui, W. and C. M. Kinoshita. 1985. Has drip irrigation in Hawaii lived up to its expectations. In 
Drip/trickle irrigation in action. Vol.1. Proc. Third Int. Drip/Trickle Irrig. Congress ASSAE, St. Joseph, 
Mi. p. 84-89. 
Fogliata, Franco A. 1995. Fertilización. En Agronomía de la caña de azúcar. Tomo III. Ediciones El 
Graduado. SM Tucumán. P. 1082-1270. 
Jones, C.A; L.T: Santo; G. Kingston and G.J. Gascho. 1999. Sugarcane. In Irrigation of Agricultural 
Crops. Ed. B.A. Stewart and D.R. Nielsen . Agronomy Nº 30. ASA, CSSA, SSSA. P. 835-852 
Malavolta, E. 1994. Nutrient and fertilizar management in sugarcane. IPI-Bulletin Nº 14.Basel, 
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Orlando Filho, J. 1996. Fertilización en caña de azúcar. Jornadas de fertilización de Cultivos en 
Tucumán. Revista Fertilizar Nº 3, Julio 1996. 
Pedraza, J. y J. Perera. 2006. Probabilidad y frecuencia de precipitaciones decádicas, mensuales y 
estacionales en la EEA INTA Famaillá “Ing. Agr. Fernández de Ullivarri. Actas Jornadas de 
Meteorología 
Young, D. 1985. Operation and maintenance of Hawai systems. In Drip/trickle irrigation in action. 
Vol.1. Proc. Third Int. Drip/Trickle Irrig. Congress ASSAE, St. Joseph, Mi. p. 90-95. 
 
AGRADECIMIENTOS: La autora agradece la colaboración por trabajos de campo y laboratorio a: R. 
Zerrizuela; M. Gallac y A. Aráoz, auxiliares del Grupo de Recursos Naturales de EEA Famaillá. 
	INTRODUCCION
	RESULTADOS Y DISCUSIÓN
	Tratamientos
	 
	Tabla 3: Rendimientos Cultural y Sacarino t/ha en socas intermedias y final 
	Tratamientos

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