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Gestão de Riscos Agrícolas em Zonas Semiáridas

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“Latinoamérica unida protegiendo sus suelos” 
XIX CONGRESO LATINOAMERICANO DE LA CIENCIA DEL SUELO 
XXIII CONGRESO ARGENTINO DE LA CIENCIA DEL SUELO 
 
Mar del Plata, Argentina – 16 al 20 de abril de 2012 
contribuciones@congresodesuelos.org.ar
 
 
 
GESTIÓN DE RIESGOS AGRÍCOLAS EN SUELOS DEGRADADOS DE 
UNA ZONA SEMI ÁRIDA 
Delgado Foucault, A.1,*; Henríquez, M.2, Guerra, E.2; Torres, D.2; Rodríguez, V.2; Rodríguez, 
O.2 
1 Decanato de Agronomía, Dpto. de Ciencias Sociales. Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), 
Barquisimeto. Lara Venezuela; 2Decanato de Agronomía, Unidad de Investigación en Suelos y Nutrición 
Mineral de Plantas. Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Barquisimeto. Lara Venezuela 
* Autor de contacto: anolaimadelgado@ucla.edu.ve; Final Av. Nectário María. Núcleo Héctor Ochoa Zuleta de la UCLA. 
Tarabana. Edo. Lara; 00582512592331. 
 
RESUMEN 
El Valle de Quíbor de Lara, Venezuela, es una zona hortícola por excelencia que se caracteriza 
por poseer una débil estructura de los suelos lo que lo hace altamente riesgoso a la erosión. Su 
característica de zona semi árida exige del agricultor el uso de técnicas para la disminuir el riesgo 
de erosión y salinización, sin embargo no todos la aplican. Por tanto el propósito de este estudio 
es analizar la gestión de riesgos agrícolas en los suelos degradados. Por ello fueron realizadas 78 
encuestas a una muestra de productores, lo que demostró que el 69% de ellos usan el barbecho 
como práctica de descanso, un bajo porcentaje diversifica y rota los cultivos de forma adecuada. 
El cultivos con mayor riesgo según la variación de los rendimientos es el cilantro, seguido del 
pimentón, cebolla y maíz. No existe correlación entre el rendimiento de los cultivos y las prácticas 
de gestión de riesgo (tiempo y la práctica de descanso, el método, la frecuencia y la duración del 
riego). Los productores de la serie Palo Negro propinan una mayor diversificación y mayor tiempo 
de descanso y en Chaimare se usa el peor método de riego y su frecuencia y una mayor duración. 
Se concluye que la gestión del riesgo por los productores es inadecuada no existe una 
correspondencia entre la práctica recomendada y la realizada por cultivo, ni por serie de suelo. 
PALABRAS CLAVE 
Gestión riesgo; Quíbor; degradación. 
INTRODUCCIÓN 
El valle de Quíbor está ubicado en el municipio Jiménez del estado Lara-Venezuela, el área en 
estudio presenta un clima semiárido, donde la precipitación anual no supera los 500 mm y la 
evaporación es de alrededor de 3000 mm (Mendoza, 2010), por tanto el recurso agua es escaso y 
determina las decisiones de siembra del productor. En el Valle de Quíbor, las aguas superficiales 
y provenientes de escorrentías poseen una presencia predominante de bicarbonatos de calcio 
(Villafañe et al, 1999). Resultados similares encontraron Henríquez et al (2011) en pozos y 
lagunas, estas aguas se pueden clasificar como ligeramente salinas, sin presentar posibles 
problemas de sodio. 
Según Quiñones y Dal Pozzo (2008), los suelos del estado Lara poseen, en un 14% de su 
superficie un riesgo de degradación por erosión hídrica muy alto (> 200 t/ha/año). Los riesgos de 
degradación alto (50–200t/ha/año) cubren un 29% del estado. Los riesgos de degradación 
moderados (10-50 t/ha/año) ocupan una superficie de 19%. Los riesgos de degradación bajos (0-
10 t/ha/año) se ubican predominantemente en los sistemas de valles y depresiones ocupando una 
superficie de 22%. 
Específicamente los suelos de Quíbor son predominantemente salinos, arcillosos, de baja 
estabilidad estructural y altamente susceptibles a la erosión (Pérez, 2010), ésta condición aunada 
a una escasa cobertura y a la intensidad de las prácticas de manejo de la tierra, afectan de 
manera diferencial el ecosistema haciéndolo muy frágil (Mendoza, 2010). La fragilidad de su 
estructura se debe a la presencia de arcillas dispersivas como las caolinitas e ilitas en presencia 
de pirofilitas y las esmectitas; al alto porcentaje de limo; la presencia de sodio en el complejo de 
intercambio entre 5 y 10% y el relativo bajo contenido de materia orgánica (Shainberg y 
Rodríguez, 1993). A lo anterior se adiciona: el exceso de pases de rastra, el poco tiempo de 
descanso y una rotación inapropiada de los cultivos. La salinización de estos suelos, que también 
afecta al ecosistema, proviene, entre otras, por el uso inadecuado de fertilizantes, lo que trae 
consigo un mayor deterioro de la estructura. Dadas estas condiciones, se hace necesario el uso 
de prácticas de manejo agronómico como, la diversificación de cultivos y la división de la tierra en 
lotes, para alternar las siembras con las prácticas de descanso. 
El valle se caracteriza por tener 11 series de suelo (SHYQ-UCLA, 2006), entre ellas la serie 
Chaimare (8 %), Quíbor (30 %) y Palo Negro (3 %) que abarcan más del 40 % de las 37.286 has 
(Pérez et al, 1995 y SHYQ-UCLA, 2006). La serie Quíbor, clasificada como Typic Haplocambids, 
arcillosa fina, mixta, no ácida, isohipértérmica, tiene una CEe que suele oscilar comúnmente entre 
2 y 7,5 dS/m, su conductividad hidráulica es limitada, con menos de 0,6 cmh-1 (SHYQ-UCLA, 
2006), posee altos porcentajes de limo y su estructura es débil en superficie y masiva en 
profundidad. La serie Palo Negro clasifica como Vertic Hoplocambids, arcilloso muy fino, mixto, no 
ácido, isohipertérmico, con arcilla > 60 %, es más salina que la serie Quíbor, su conductividad 
hidráulica es < 0,6 cmh-1. La serie Chaimare clasifica como Fluventic Hoplocambids, limoso fino, 
mixto, no ácido, isohipertérmico, posee una Conductividad Hidráulica > 0,6 cmh-1, en general es 
menos salina que las series Quíbor y Palo Negro. 
Torres et al (2009) evaluaron el efecto de tipos de uso de la tierra (TUT) de la depresión de 
Quíbor, estado Lara en suelos de las series Chaimare y Quíbor sobre propiedades físicas, 
químicas y biológicas, los resultados muestran la recuperación de lotes de producción con las 
prácticas que incluyeron períodos de descanso y fertilización con abonos orgánicos, reflejado en 
propiedades físicas, químicas y en la presencia de cepas con la presencia de microorganismos de 
vida libre con potencial para fijar nitrógeno atmosférico y solubilizar fósforo, el crecimiento y 
número de colonias fue mayor en la serie Quíbor donde predominan los usos bajo manejo 
combinado de fertilización orgánica con agrotóxicos para controlar plagas y enfermedades y 
períodos de descanso en comparación con la serie Chaimare que mantuvo el manejo 
convencional (agrotóxicos para plagas y enfermedades y fertilización inorgánica). 
A pesar de estos estudios y de ser altamente conocida la vulnerabilidad de los suelos y los 
riesgos de degradación de los mismos del valle de Quíbor, pocos estudios se dedican a analizar el 
riesgo de producción agrícola y gestión que de los mismos hace el productor. Es por ello que el 
objetivo de este estudio es analizar la gestión de riesgos agrícolas en estos suelos degradados. 
MATERIALES Y MÉTODOS 
Con el objeto de recabar la información necesaria, se realizó una encuesta preliminar que fue 
ajustada de acuerdo con la información preliminar recabada, a los fines de corregir las posibles 
deficiencias de encuesta inicial. La encuesta preliminar abarcó un 2 a 5 % del total de los predios 
ubicados en las unidades cartográficas de las series de suelo seleccionadas. El número de 
encuestas fue de 78. El porcentaje fue definido con base a los resultados de las encuestas 
preliminares y a la repetitividad de los cultivos y su manejo. La selección del número de predios se 
realizó al azar, de forma estratificada y proporcionalmente al número de predios por estrato. 
Con la información recabada en las encuestas se analizaron las prácticas de suelo y de cultivo 
que puedes mitigar o minimizar el impacto de las amenazas sobre la vulnerabilidad del suelo, en 
tal sentido se analizan técnicas como el tiempo de descanso, la práctica de descanso, la 
diversificaciónde los cultivos, el método de riego y la fuente de agua, primero por cultivo y luego 
por series de suelos. 
RESULTADOS Y DISCUSIÓN 
Las encuestas aplicadas muestran que la actividad agrícola en el valle de Quíbor está 
fuertemente influenciada por la época de lluvia, pues el 44,3% de los productores siembran sólo 
en época de lluvias. En época de sequía siembra el 27,1% y durante todo el año siembran el 28%, 
estos últimos básicamente por el almacenamiento del agua de escorrentía en lagunas, sólo los 
productores con otras fuentes de agua como pozos o aducciones realizadas a los sistemas de 
distribución del agua para consumo humano, pueden mantenerse activos durante todo el año. En 
la época de sequía el productor se arriesga a no disponer de agua exponiendo a las plantas a un 
estrés hídrico que puede conllevar a la reducción de los rendimientos sobre todo en hortalizas. De 
acuerdo con Delgado et al (2011), sólo un mínimo porcentaje de los productores del Valle colectan 
y utilizan el agua durante todo el año 
Los principales cultivos de los productores encuestados, considerando aquellos sembrados por 
más de 5 productores, fueron: el maíz fue sembrado por 32 productores, la cebolla por 23, el 
cilantro por 22, el pimentón por 14. Otros cultivos de importancia reportados por 5 productores, 
fueron la remolacha, el tomate, la parchita, el apio España, el pepino, el perejil, la caraota, la 
lechosa, la lechuga, la soya, la patilla, el pasto y el ají. Esto demuestra un cambio de uso de una 
zona que era eminentemente hortícola a maíz que es un cereal más estable desde el punto de 
vista de los precios, la comercialización y requiere menos cantidad de agua para su desarrollo. 
La Tabla 1 muestra que en la serie de suelos Chaimare predomina el cultivo de maíz seguido de 
cilantro y en la serie Quíbor el cultivo de maíz seguido de cebolla, es decir en ambas series 
predomina el maíz, aunque siguen teniendo peso las hortalizas en conjunto (cebolla, cilantro y 
pimentón). 
 
Tabla 1. Número de productores que siembran cultivos por serie de suelo 
Cultivos Productores ubicados 
en la serie Chaimare 
Productores ubicados 
en la serie Quíbor 
Productores ubicados 
en la serie Palo Negro 
Maíz 14 16 2 
Cebolla 7 13 3 
Cilantro 11 9 2 
Pimentón 2 9 3 
 
Para determinar el riesgo en la producción agrícola y poder establecer comparaciones entre los 
cultivos, se calcularon las variaciones en los rendimientos obtenidos por los productores 
encuestados, la Tabla 2 muestra el coeficiente de variación, la desviación estándar y la media de 
cada cultivo, de la primera consideramos el efecto de la variación que el cultivo que presenta más 
riesgo es el cilantro, seguido del pimentón, la cebolla y por último el maíz. Sin embargo si 
comparamos las desviaciones con respecto a la media se puede decir que todos los cultivos son 
riesgosos en esas condiciones agroclimáticas. 
 
Tabla 2. Riesgo de producción según la variación de los rendimientos de los cultivos sembrados 
Cultivo Coeficiente de variación 
(CV) 
Desviación estándar 
(DE) 
Media 
Maíz (mazorcas/ha) 34,29 11.218,72 32.717,00 
Cebolla (Kg/ha) 40,50 12.251,09 30.251,11 
Cilantro (Kg/ha) 151,39 14.432,79 9.533,13 
Pimentón (Kg/ha) 44,96 10.967,62 24.392,85 
 
El riesgo antes considerado podría inducir a que los productores que siembran cilantro, ante la 
vulnerabilidad conocida del suelo, deberían tener un mayor uso de las técnicas empleadas para 
disminuir los impactos que el clima y la degradación de los suelos le producen para elevar sus 
rendimientos y tener una mayor sustentabilidad del agroecosistema. 
Sin embargo y en general, de las prácticas de manejo recomendadas en la Tabla 3 se reporta 
que los productores emplean muy pocas variantes en las prácticas de descanso de los suelos 
estudiados, la más común consiste en dejar el suelo cubierto por los barbechos del cultivo 
anterior, conjuntamente con las malezas, las cuales aprovechan el efecto residual de la 
fertilización aplicada, generando una masa verde de variable índole. 
 
Tabla 3. Prácticas de descanso de suelo empleadas por los productores del Valle de Quíbor. 
Práctica de descanso del Suelo Productores (%) 
Barbecho 69,1 
Cobertura verde 10,9 
Cobertura muerta 10,9 
Materia Orgánica 9,1 
Total 100 
 
Esta combinación de barbechos con malezas, no representa para ellos una inversión de tiempo 
y recursos para su establecimiento como práctica de conservación de suelo. Por esa razón es la 
más predominante en la zona, seguida de las coberturas vivas y muertas; que de alguna manera, 
son técnicas para recuperar la productividad del suelo y que se utilizan como resultado de la 
información alterna que se difunde en la zona, cuya procedencia es diversa. Un elemento común 
en todos los casos, es que no hay indicadores de suelo, que permitan señalar su grado de 
recuperación, una vez finalizados los periodos de descanso. Torres et al (2009) y Mendoza 
(2010) sugieren algunos indicadores para suelos salinos, los cuales pueden utilizarse en estudios 
futuros. 
La relación entre las prácticas consideradas para disminuir los riesgos, entre ellas el tiempo de 
descanso, la práctica usadas para el mismo, el método, la frecuencia y la duración del riego se 
muestran en la tabla 4, mostrando que no existe una correlación entre ellos, lo cual se puede 
interpretar por el inadecuado uso que el productor realiza de dichas prácticas. 
 
Tabla 4. Correlaciones entre los rendimientos y las diferentes prácticas de gestión de riesgo 
Cultivo rend/tdes rend/pdes rend/mri rend/fri rend/dur 
Maíz 0,21443874 0,10657712 0,28546198 -0,01110472 -0,08166223 
Cebolla -0,13974251 -0,18551544 -0,48977138 -0,29496845 0,05681801 
Cilantro -0,21791713 0,22708682 0,53398362 -0,15206679 -0,523586 
Pimentón 0,0963224 -0,7527474 0,23517732 0,07119456 0,20807967 
Leyenda: Rend: rendimiento; tdes: tiempo de descanso (meses); pdes: práctica de descanso (1=barbecho, 2=materia 
muerta; 3=materia verde y 4=materia orgánica); mri: método de riego (1=Melgas; 2=serpentin; 3=surco,4= chorrito; 
5=aspersión y 6=goteo); fri: frecuencia de riego (veces/semana); dur: duración de riego (horas/día) 
 
Vista la no correspondencia de las prácticas de gestión de riesgo con los rendimientos de los 
cultivos se analizan las mismas con las diferentes series de suelo en la Tabla 5. De acuerdo con 
los resultados, la práctica de descanso es utilizada en la serie Quíbor por un número mayor de 
productores. Existe más diversificación, mayor tiempo de descanso y mejor método de riego en la 
serie Palo Negro. En Chaimare es menor el valor del método de riego y su frecuencia y una mayor 
duración. Estos resultados se explican porque las series Quíbor y Chaimare, están asociados a 
mayores valores de: macroposidad, arena, limo, conductividad hidráulica y porcentaje de 
agregación, que los suelos de la serie Palo Negro; la cual, a su vez, se corresponde a suelos con 
mayores valores de arcilla, microporos, sales y sodio los hace más susceptibles a la degradación 
(Henríquez et al., 2011). 
 
Tabla 5. Promedio de prácticas de gestión de riesgo por series de suelo 
Serie nprod ncult sup tdes pdes Mri Fri dur fuen 
Chaimare 21 2,50 6,72 11,18 1,38 2,94 1,81 13,29 1 y 3 
Palo Negro 4 2,75 11,75 15,00 1,00 4,00 2,50 4,33 1 y 3 
Quíbor 44 1,78 8,89 8,97 1,79 3,90 3,81 10,47 3 
Leyenda: nprod: número de productores; ncult: número de cultivos; sup: superficie (has); tdes: tiempo de descanso 
(meses); pdes: práctica de descanso (1=barbecho, 2=materia muerta; 3=materia verde y 4=materia orgánica); mri: 
método de riego (1=Melgas; 2=serpentin; 3=surco,4= chorrito; 5=aspersión y 6=goteo); fri: frecuencia de riego 
(veces/semana); dur: duración de riego (horas/día); fuen: fuente de agua (laguna=1, potable=2 y pozo=3) 
 
 La correspondencia entre el riesgo agrícola y las prácticas de gestión de riesgo no mostró 
correlación, igualmente las prácticas según serie de suelo, lo cual lleva al establecimiento un 
resumen analítico mostradoen la Tabla 6, la cual arroja como resultado el uso de prácticas fueron 
no adecuadas. 
 
Tabla 6. Correspondencia de las prácticas recomendadas y las realizadas por serie de suelo 
Serie de 
suelo 
Característica Práctica 
recomendada 
Práctica realizada Resultado 
Chaimare Textura: Franco limosa a 
francas. 
Estructura débil o sin estructura 
Moderada salinidad 
Erosión laminar fuerte y en 
cárcavas 
Barbecho. Uso excesivo de 
pases de rastra. Aplicación de 
fertilizantes sin el uso de 
análisis de suelos. Uso de 
fuentes orgánicas sin 
caracterización previa 
fertilización. 
Método de riego no adecuado. 
Uso de materiales orgánicos 
salinos. Aplicación en exceso 
de fertilizantes minerales. 
 
 
práctica 
no 
adecuada 
 
Palo 
Negro 
Textura: arcillosa 
muy fina, > 60 % de arcilla. 
Altos contenidos de limo. 
Estructura muy débil 
Muy salina. Mayores contenidos 
de sódico Erosión: laminar 
fuerte y en cárcavas 
Barbecho 
 
 
práctica no 
adecuada 
Quíbor Textura: arcillosa fina, 35-55 % 
de arcilla, altos % de limo, 
estructura débil o sin estructura. 
Salina 
Erosión: laminar fuerte y en 
cárcavas 
Rotación de 
cultivos como: a) 
leguminosas para 
su incorporación 
antes de la 
floración o para 
corte, b) pastos de 
corte y c) cultivo 
anual. Sustitución 
de parcial del 
fertilizante mineral 
por fuentes 
orgánicas y por 
microorganismos. 
Control 
Biológico y uso 
parcial de 
agroquímicos de 
rápida 
descomposición. 
Barbecho Práctica 
no 
adecuada 
Fuente: Pérez, 1995; Encuestas aplicadas 
CONCLUSIÓN 
La gestión del riesgo por los productores es inadecuada, tanto por cultivo como por serie de 
suelo, lo que ha conllevado al deterioro de los suelos, principalmente la serie Palo Negro, 
afectando los rendimientos de los principales cultivos. El orden de los cultivos, según el riesgo de 
producción es: cilantro, pimentón, cebolla y maíz. La rotación leguminosa-pastos-cultivo, el 
control biológico, el uso de fuentes orgánicas y el uso de microorganismos para sustituir los 
fertilizantes minerales, son las prácticas más adecuadas, a fin de incrementar la producción y 
recuperara los suelos, con el menor riesgo posible, sin deterioro del ambiente. 
AGRADECIMIENTOS. 
Al SHYQ y la UCLA, por el financiamiento de los proyectos específicos CC05001-05 CC05001-07. 
BIBLIOGRAFÍA. 
Delgado, A; Henríquez, M; E Guerra; D Torres; V Rodríguez & O Rodríguez. 2011. Tipología preliminar de los 
agricultores del Valle de Quíbor, Venezuela, según el uso de la tierra. Revista Facultad de Agronomía de la 
Universidad del Zulia. Suplemento Especial 1.Volumen 18. 
Henríquez, M; O Rodríguez; V Rodríguez & E Guerra. 2011. Comportamiento bajo riego de los suelos del valle de 
Quíbor con aplicación de aguas con diferentes valores de conductividad eléctrica. Sistema Hidráulico Yacambú 
Quíbor (SHYQ). Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Barquisimeto. Venezuela. 57 p. 
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diferentes sistemas de usos y manejo de la zona semiárida, Quíbor-Estado Lara. Tesis doctoral. UCV, Facultad de 
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Pérez, Y. 2010. Efecto de acondicionadores naturales, sintéticos y en combinación con ácido sulfúrico sobre algunas 
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Pérez, J; R Schargel; Gómez J. & Ohep C. 1995. Estudio semidetallado de suelos a nivel de seriesdel Valle de Quíbor. 
Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor (SHYQ). Barquisimeto. Venezuela. 78 p. 
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