Religión y Sociedad

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Religión y Sociedad
(Discurso de 1945 en honor a Henry Myers en el Royal Anthropological Institute)
Radcliffe-Brown afirmó: “La vida social de la comunidad se define como el funcionamiento de la estructura social. La función de toda actividad recurrente, tal como la de una ceremonia fúnebre, consiste en el papel que desempeña en la vida social y, en consecuencia, en su contribución al mantenimiento de la permanencia estructural”.
Bajo este esquema, las creencias religiosas tienen una función básicamente integradora, porque refuerzan los lazos que unen al individuo con su grupo, permitiéndole aceptar aquellos cambios que cohesionan el orden social y rechazar los que lo perturban.
En la RELIGIÓN y SOCIEDAD se señalan los siguientes aspectos:
Inicia comentando las preocupaciones de los antropólogos evolucionistas como algo habitual, de sostener como “formas de creencias erróneas y prácticas ilusorias” por buscar algún beneficio como “salud y larga vida, hijos para continuar el linaje, bienestar material, éxito en la caza, lluvia, buenas cosechas, la fertilidad del ganado, victoria en las guerras, admisión de sus almas al paraíso tras la muerte” entre otros deseos, incluso sobre los fines de los ritos de la lluvia de las “tribus salvajes” o del rito de iniciación para lograr la inmortalidad negada.
Estos casos de mayor atención no ayudan a la “comprensión auténtica de la naturaleza de las religiones”, sino que “existe otro modo de enfocar el estudio de las religiones” con la “teoría de que cualquier religión es una parte importante porque los seres humanos son capaces de vivir juntos en una organización ordenada de las relaciones humanas”: Es la idea de oponer o encontrar el orden (civilización) al caos (salvajismo).
Desde esta perspectiva no busca encontrar el origen de la religión, sino solo entender las funciones sociales de las religiones”; es decir, la “contribución y mantenimiento del orden social”.
Robertson Smith: “En relación con toda religión, sea antigua o moderna, descubrimos ciertas creencias y de otro ciertas instituciones, practicas rituales y normas de conducta. Nuestra costumbre actual es observar la religión del lado de la creencia más que el de la práctica pues hasta épocas relativamente recientes casi las únicas formas de religión estudiadas seriamente en Europa han sido las de las diversas iglesias cristianas y la enseñanza de la religión ha comenzado habitualmente con el credo, deberes religiosos que se ofrecen al aprendiz como sugiriendo de las verdades dogmáticas que se le enseña a aceptar. Todo esto nos parece una cosa tan normal que cuando estudiamos alguna religión antigua o extraña, suponemos naturalmente que nuestra primera labor ha de ser buscar un credo y hallar en él la clave para el ritual y la práctica. Sin duda los hombres no seguirían habitualmente ciertas prácticas sin atribuirles un significado…”.
Y como ejemplo señala a la antigua tradición griega, que se “hacían determinadas cosas en el Templo y la gente estaba de acuerdo en que sería impío no hacerlo así”. Porque está relacionado con algún sentimiento fuerte de algún momento suscitado o se “llegó a establecer por primera vez el rito, por orden o por ejemplo directo del dios. En resumen, el rito se relacionaba no con el dogma sino con el mito”. (pp. 178)
En las antiguas religiones o en los tiempos primitivos no se formulaba primero la razón como una doctrina y se expresaba después en la práctica, sino a la inversa, la practica precedía a la teoría doctrinal. Los hombres forman normas doctrinales de conducta antes de que comiencen a expresar los principios generales en palabras; las instituciones políticas son más antiguas que las teorías políticas, y, de igual manera, las instituciones religiosas son más antiguas que las teorías religiosas. De ahí, las “normas de la sociedad se basaban en el precedente, y la existencia continuada de la sociedad era razón suficiente para que este, una vez establecido, se siguiese”.
De este modo, la religión está en la base de la familia, del linaje y de la gens, “con sus leyes de sucesión, propiedad, autoridad y matrimonio”.
Así la religión amplía la familia, forma una asociación aun mayor la ciudad. De ella surgieron “todas las instituciones, así como todo el Derecho privado de los antiguos. De ella recibió la ciudad todos sus principios, sus normas, sus costumbres y sus magistraturas. Pero, en el curso del tiempo, esta antigua religión fue modificada u olvidada y el Derecho privado y las instituciones políticas se modificaron también. Surgieron entonces una serie de revoluciones y los cambios sociales siguieron regularmente al desarrollo del conocimiento.” (pp. 185-186)
Se muestra que en las Antiguas Grecia y Roma, la religión mantenía una estrecha relación con la sociedad. Es decir, a las instituciones políticas, sociales y jurídicas. De ahí que “no podemos entender la religión sino es mediante un examen de su relación con las instituciones”; entre ellas, el culto a los antepasados, donde se explica la función social de un culto religioso.
· El rito incluye ofrendas de alimento o comida y tales ofrendas se interpretan como la participación de muertos y vivos en la comida
· En ese tipo de sociedad lo que da estabilidad a la estructura social es la solidaridad y continuidad del linaje y del grupo más amplio (el clan), formado por linajes relacionados. Los deberes principales del individuo son los que tienen para con su linaje. Estos incluyen aquellos para con los miembros ahora vivos, pero también hacia aquellos que han muerto y para los que aún no han nacido. En el cumplimiento de estos deberes el individuo es controlado e inspirado por el complejo sistema de sentimientos de los que podemos decir que el objeto en el cual se centran es el mismo linaje presente, pasado y futuro”. 
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