Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
“2021 – AÑO DEL TRIGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN PROVINCIAL” “Las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, son y serán Argentinas” P ág in a1 Curso “Servicio de atención al cliente” Clase 5 (01/09/21) – En la clase de hoy, les propongo un debate respecto a una frase por de más usada y hasta abusada respecto a la razón que tiene el cliente sobre mi empresa. Veremos mitos y verdades sobre la frase del título que hoy nos convoca. Una empresa sin clientes no existe. Es el usuario la persona más importante que ayuda a la proyección de un negocio, la cual requiere de un trato especial para que sus necesidades sean satisfechas, pero ¿siempre tiene la razón? Este dicho que ha estado por décadas en el mercado laboral y comercial no es tan cierto, pues la verdad del consumidor o del trabajador dependerá de la situación, marcando un giro en el mundo de negocios, señalan expertos del área, quienes aseguran que cada usuario es un universo y no se puede predecir su actitud, sin embargo, señalan que no es correcto protegerlos cuando acuden con un mal comportamiento y exigencias sin sentido. Sabemos que “Hay consumidores que drenan energía, recursos y especialmente la rentabilidad. La clave está en encontrar las razones por las cuales tenemos clientes complicados y convertirlos en clientes leales”, y por ende todo usuario merece el esfuerzo, respeto y la mayor dedicación posible. Como empresa a veces tocará sacrificar rentabilidad a cambio de resolver un problema con un cliente, pero lo que no puede pasar es que se convierta en un hábito producto de malos procesos internos, porque un cliente puede aceptar que el representante se equivoque, pero no la resolución de un problema. La meta siempre será complacer al cliente; no obstante, debemos hacer foco en las situaciones con clientes complicados y analizarlos. Ejemplo: al asesor de la empresa le pasa atender un cliente que llamó gritando, manifestando que estaba muy molesto por los débitos realizados, e incluso llegó a insultarlo. El asesor dejó al cliente desahogarse. A la final el cliente comprendió cómo funcionaba su servicio y se disculpó. Estas circunstancias se logran sobrellevar estando capacitado. Se recomienda dejar hablar al usuario y escucharlo atentamente para darle solución al problema. Los expertos consideran que el trabajador también se equivoca, en unos casos por no saber manejar la situación y otros por no darle el espacio adecuado que requiere el cliente, es decir, presionarlo. Debemos hacer sentir importante al cliente como principal objetivo, aunque pueden existir falencias, mejorables con experiencia y capacitación. Podemos tener un error en la atención, pero la educación siempre debe prevalecer. “Todos podemos tener un mal día, problemas, pero tampoco podemos permitir que el cliente nos ofenda”. No es fácil atender al cliente del negocio, debemos siempre estar preparados y esa es la mejor arma para atender eficazmente a un usuario molesto y que cada empresa cuente con procesos que permitan a un empleado ser autónomo para la toma de decisiones y así convertir a un cliente insatisfecho en uno agradecido. “2021 – AÑO DEL TRIGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN PROVINCIAL” “Las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, son y serán Argentinas” P ág in a2 La frase “El cliente siempre tiene la razón” es atribuida a Harry Gordon Selfridge, fundador de la tienda por departamentos Selfridge en Londres en 1909. En aquel negocio era utilizada comúnmente para convencer a los clientes del buen servicio y a los empleados de prestar un buen servicio. Esta ideología lleva más de un siglo, en aquellos tiempos en los que se trabajaba sin horario, con bajos salarios y sin derechos laborales. Podamos entender que a raíz de la frase se han dado abusos tanto para trabajadores como usuarios, cuyo único fin es el ideado por una empresa. Sin embargo, actualmente hay nuevas teorías en talento humano que cambian el panorama, sin dejar atrás que cada persona siempre tendrá su punto de vista. Vivimos en un mundo que avanza a una velocidad exponencial y en base a eso se puede encontrar soluciones en los ámbitos. Hay que aprender a sintonizarnos con el cliente. Si reciben a un cliente enojado con una sonrisa, buena actitud y predisposición es improbable que el cliente mantenga ese estado por mucho tiempo. Si logran sintonizar con él, ponerse en sus zapatos, y darle soluciones reales a su problema lograrán un cambio positivo en él. Incluso la variación, “El cliente no siempre tiene la razón, pero siempre será el cliente” también es imprecisa. Si un cliente no es bueno para el negocio, simplemente no es o no debería ser cliente. La afirmación más bien debería ser, “El cliente correcto, siempre tiene la razón”. Frente a este tipo de cliente, haga todos los esfuerzos por exceder sus expectativas; con los demás, simplemente agradézcale y déjelos ir. Hay clientes abrasivos, que por supuesto, deberían dejar de ser clientes. Un cliente que continuamente altera la tranquilidad, afecta e incomoda a los buenos clientes. Crean experiencias indeseadas y reciben más atención, a costa de servir a aquellos que merecen toda la dedicación. Significa que injustamente los clientes abrasivos obtienen mejor tratamiento y mejores condiciones que los clientes amables. Esto envía un mal mensaje a los buenos clientes, y es que para obtener mejores condiciones, hay que comportarse así. No tiene sentido. Hay clientes que simplemente extraen la energía y agotan los recursos finitos de la empresa. La gente, el tiempo, la capacidad operativa y el dinero. Si destina la mayor parte de ellos a los clientes que causan problemas, se quedarán con muy poco disponible para atender adecuadamente a los demás y especialmente, ser rentable. Si han intentado por todos los medios de manejar las inconformidades, pero aún así el cliente no está contento, hay que dejarlo ir. Usen sus limitados recursos para atender las quejas y reclamos de clientes que están dispuestos a dialogar razonablemente con usted. Cuando se enfocan en mejorar la experiencia de los clientes correctos, crearán lealtad hacia la marca. Los malos clientes no sólo sacan energía; quitan los recursos y especialmente, la rentabilidad. Contrario a la creencia popular, un mal cliente no es inocuo; un mal cliente es nocivo para la salud de la empresa. Hay clientes que es imposible satisfacer; pues tienen expectativas irreales. Por eso es especialmente peligroso cuando se piensa que los bajos precios son una forma de diferenciación, pues estos clientes cazadores de ofertas aún esperan https://bienpensado.com/la-alegria-de-despedir-un-mal-cliente/ “2021 – AÑO DEL TRIGÉSIMO ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN PROVINCIAL” “Las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, son y serán Argentinas” P ág in a3 recibir tratamiento especial, pese al bajo precio que están pagando. Es común que los clientes que más barato compran son los que más inconvenientes traen al negocio. Además de comprar barato, exigen de una manera desproporcionada. El mensaje para los clientes, que ha sido la esencia del concepto de Bueno, Bonito y Barato, debe ser: Si quiere una experiencia impecable, prepárese para pagar por ella. Sólo porque una persona compra un producto o servicio, no le da el derecho de maltratar a los empleados. Por supuesto, también hay empleados desinteresados en su trabajo; pero aquí hablamos de aquellos que se esmeran por crear buenas experiencias para los clientes. En algunas ocasiones, hay que decidir de qué lado está, si del lado del cliente o del lado del empleado. Y frente a este tipo de clientes, que exigen una compensación porque se agotó el producto deseado, sin duda debe estar del lado del empleado. Acceder a las demandas de clientes irracionales, no sólo envía el mensaje de que ser intolerante funciona (que está terriblemente mal), sinoque destroza la moral del equipo de trabajo. Estimado cliente: Gracias por trabajar con otra compañía. ¡Saludos! Algunas personas son nocivas para el negocio. Afectan la experiencia de los buenos clientes y generan un gran desgaste en el equipo. No me malinterprete, por supuesto que los clientes merecen todo nuestro esfuerzo, respeto y la mayor dedicación. Siempre será nuestra meta generar una buena experiencia y atención al cliente, ganarse su corazón y su lealtad. Todo esto debe ser la norma, pero para los clientes correctos. Prof. Lucas A. Molina http://buenobonitoycarito.com/ https://bienpensado.com/enamorar-a-los-clientes-es-buen-negocio/ https://bienpensado.com/enamorar-a-los-clientes-es-buen-negocio/
Compartir