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DIPLOMATURA EN VIOLENCIA ESCOLAR TRABAJO PARCIAL

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Diplomatura Superior en Prevención de Adicciones en Educación
ESTUDIANTE: Mariano Azzolina DNI: 32.652.019 y María Mercedes Jerez DNI: 33.822.690
DIPLOMATURA SUPERIOR UNIVERSITARIA
EN PREVENCION DE ADICCIONES EN
EL AMBITO SOCIOEDUCATIVO
TRABAJO PARCIAL
Consignas
1) Considerando la institución educativa en la que usted se desempeña:
¿Qué representaciones sociales y modelos teóricos acerca del consumo
problemático de sustancias aparecen en: ¿Directivos – Alumnos y comunidad en general (considere el impacto de los medios de comunicación)?
Representaciones sociales: Las representaciones sociales pueden variar según el contexto y las experiencias de cada comunidad educativo
El modelo multidimensional reconoce que el consumo problemático de sustancias es el resultado de múltiples factores interrelacionados en diferentes dimensiones de la vida de una persona. En el contexto de una escuela urbano marginal, este modelo puede ayudar a comprender y abordar el consumo problemático de sustancias entre directivos, alumnos y la comunidad en general.
Las diferentes dimensiones del modelo multidimensional son las siguientes:
Dimensión biológica: Esta dimensión se refiere a los factores genéticos y neurobiológicos que pueden aumentar la vulnerabilidad de una persona al consumo problemático de sustancias. Algunas personas pueden tener una predisposición genética a la adicción, lo que significa que tienen una mayor probabilidad de desarrollar problemas con el consumo de sustancias. Además, el consumo de sustancias puede afectar los neurotransmisores y los circuitos cerebrales, lo que puede llevar a una mayor dependencia y dificultad para dejar de consumir.
Dimensión psicológica: Esta dimensión se centra en los factores emocionales, cognitivos y de personalidad que pueden influir en el consumo problemático de sustancias. Algunas personas pueden recurrir al consumo de sustancias como una forma de hacer frente a problemas emocionales o como una manera de escapar de la realidad. Además, las personas con trastornos de salud mental, como la depresión o la ansiedad, pueden ser más susceptibles al consumo problemático de sustancias.
Dimensión social: Esta dimensión considera los factores sociales que pueden influir en el consumo problemático de sustancias. Los pares y el entorno social pueden tener un impacto significativo en las actitudes y comportamientos relacionados con el consumo de sustancias. Por ejemplo, si el consumo de sustancias es común o aceptado en el entorno social de los alumnos, es más probable que se vean influenciados y participen en dicho consumo. Además, la presión social de los pares puede desempeñar un papel importante en la experimentación y el consumo continuo de sustancias.
Dimensión ambiental: Esta dimensión se refiere a los factores ambientales y contextuales que pueden influir en el consumo problemático de sustancias. La disponibilidad y accesibilidad de sustancias es un factor importante a considerar. Si las sustancias son fácilmente accesibles en la comunidad o en el entorno de la escuela, es más probable que los alumnos se vean tentados a consumirlas. Además, la exposición a la publicidad y los mensajes promocionales relacionados con las sustancias puede influir en las actitudes y percepciones de los alumnos.
En el marco del modelo multidimensional, es importante abordar cada una de estas dimensiones de manera integral. Esto implica implementar estrategias de prevención que se enfoquen en la promoción de la salud mental, el desarrollo de habilidades de afrontamiento saludables, la creación de entornos seguros y saludables, y la educación sobre los riesgos asociados con el consumo de sustancias. También es fundamental fomentar la participación de la comunidad educativa en la prevención y el abordaje del consumo problemático de sustancias, promoviendo la colaboración entre directivos, docentes, alumnos, familias y otros actores relevantes en la comunidad.
2) En función del análisis realizado 
 ¿Qué debería usted tener en cuenta si quisiera llevar adelante los ámbitos
básicos de la Prevención Integral y la Cultura del cuidado en esa institución
educativa? Fundamente adecuadamente su respuesta desde los marcos
teóricos de la diplomatura en articulación con lo que ha podido describir.
(Extensión de la consigna 2: Mínimo 1 página. Máximo 2 páginas.)
En primer lugar, es importante tener en cuenta que la Prevención Integral se refiere a un enfoque que busca prevenir los riesgos y promover la seguridad y el bienestar en todos los ámbitos de la vida de las personas. Por otro lado, la Cultura del cuidado implica la adopción de prácticas y actitudes que valoran la protección y el cuidado de sí mismo y de los demás.
Para llevar adelante estos ámbitos básicos de la Prevención Integral y la Cultura del cuidado en una institución educativa, es fundamental considerar algunos aspectos clave:
Diseño de políticas y normativas: Es necesario establecer políticas y normativas claras que promuevan la Prevención Integral y la Cultura del cuidado en todos los niveles de la institución. Estas políticas deben abarcar aspectos como la seguridad física, emocional y digital de los estudiantes, el cuidado del entorno escolar y la promoción de conductas responsables.
Formación y capacitación del personal: Es fundamental capacitar al personal docente y no docente en temas relacionados con la Prevención Integral y la Cultura del cuidado. Esto incluye brindarles información sobre los riesgos y los mecanismos de prevención, así como herramientas para fomentar actitudes y prácticas de cuidado en el ámbito educativo.
Promoción de la participación activa de la comunidad educativa: Es importante involucrar a todos los actores de la comunidad educativa (estudiantes, docentes, padres y personal administrativo) en la promoción de la Prevención Integral y la Cultura del cuidado. Esto se puede lograr a través de la realización de actividades, charlas y talleres que fomenten la concientización y la participación activa.
Espacios seguros y saludables: La institución educativa debe contar con espacios físicos seguros y saludables que promuevan el bienestar de los estudiantes. Esto implica realizar inspecciones regulares para identificar posibles riesgos y tomar medidas preventivas, así como promover prácticas de higiene y cuidado del entorno.
Integración curricular: La Prevención Integral y la Cultura del cuidado deben integrarse de manera transversal en el currículo escolar. Esto implica que los contenidos relacionados con la seguridad, el cuidado personal y la prevención de riesgos se aborden en todas las áreas de estudio, promoviendo así una conciencia global y una actitud de responsabilidad en los estudiantes.
Comunicación efectiva: Es fundamental establecer canales de comunicación efectivos con todos los miembros de la comunidad educativa para difundir información relevante sobre la Prevención Integral y la Cultura del cuidado. Esto incluye la comunicación de normas y procedimientos, la difusión de consejos y recomendaciones de seguridad, y la promoción de espacios de diálogo y reflexión.
BIBLIOGRAFÍA
1. "Prevención de riesgos laborales en el ámbito educativo" de Antonio L. Sánchez Alarcón.
2. "Prevención y cuidado en instituciones educativas" de María Soledad Ferrero y Alejandra Ratto.

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