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Demoliendo Papers

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~ - - Diego Golombek (comp.) 
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ENDO PAPERS 
La trastienda 
de las publicaciones cientificas 
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Edilorial 
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Siglo veintiuno editores Argentina s.a, 
TUCUMAN 1621 7" N (C10SOAAG), BUENOS AIRES, REPUBLICA ARGENTINA 
Siglo veintiuno editores, s.a. de c.v. 
CERRO DEL AGUA 248. DELEGACI6N COYOAcAN. 04310. MEXICO, D. F. 
Siglo veintiuno de Espana editores, s.a. 
CIMENENDEZ PIDAL, 3 BIS (28036) MADRID 
(I) univer.Sidad Nacional de Quilmes 
Editorial 
Demoliendo papers: la trastienda de las publieaciones 
eientifieas /compilado por Diego Golombek; con 
prologo de: Pablo Kreimer - I' ed. 2' reimp. - Buenos 
Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2006. 
160 p. ; I9xI4 em. (Cieneia que ladra... dirigida por 
Diego Golombek) 
ISBN 987-1220-08-1 
J. Cieneias Naturales I. Golombek, Diego, cornp. II. 
Kreimer. Pablo. prolog. III. Titulo 
COD 500 
Portada de Mariana Nemitz 
© 2005, Siglo XXI Editores Argentina S. A. 
ISBN-l 0: 987-1220-08-1
 
ISBN-13: 978-987-1220-08-3
 
Impreso en 4sobre4 S.R.L.
 
Jose Marrnol 1660, Buenos Aires,
 
en el mes de agosto de 2006
 
Hecho el deposito que marca la ley 11.723 
Impreso en Argentina - Made in Argentina 
ESTE L1BRO 
(y esta colecci6n) 
Hace algunos afios comenzamos una aventura con un grupo 
de alumnos que, increfblemente, se transformo en una materia he­
cha y derecha, de caracteristicas academico-gastronornicas, ya que 
cada clase se convirtio en una degustacion de manjares. La idea 
era conocer fntimamente al paper, esa carta de presentacion obli­
gatoria para los cientfficos. Efectivamente, el paper es la forma de 
comunicar la ciencia, de poner en cormin el conocimiento... pe­
ro no esta exento de historias humanas, de modas, de celos y de 
contradicciones. PUBLICA a PERECE (publish or perish), reza uno 
de los lemas de la investigacion; dime que publicas y te dire quien 
eres, parece ser la medida de juicio de quienes nos dedicamos a 
estas actividades. 
Por eso vale la pena conocer de cerca a este amigo-enemigo 
de los cientfficos. El paper, casi por definicion, esta escrito en di­
ficil, una curiosa lengua tecnica de acceso a unos pocos iniciados. 
Esto tiene un claro objetivo: la precision dellenguaje, que es 10 
que permite que se cumpla con uno de los preceptos de la cien­
cia: la replicabilidad de todo hallazgo. En la ciencia no vale el 
principio autoritario de que las cosas son asf porque las dice el je­
fe (0 el papa, 0 el Papa), sino que algo vale porque esta dernostra­
do experimentalmente, puesto en cormin y replicado por cualquier 
cientffico que tenga ganas de hacerlo. 
Una de las propuestas finales de esta aventura fue que los 
4 DEMOLIENOO PAPERS 
alumnos escribieran un paper con todas las reglas, pero con algu­
na tematica absurda 0 disparatada. En otras palabras: aprender a 
reirnos de nosotros mismos, de nuestros rnetodos y nuestros len­
guajes. He aqur, entonces, una primicia: los cientfficos -0 al me­
nos los estudiantes de ciencia- ise rfen! iSe divierten! iComen! 
Este libro es, entonces, una selecci6n de los demoledores de 
papers que aportaron pruebas irrefutables sobre la cafda de las 
tostadas, la divinidad del bot6n, la existencia del hombre de la 
bolsa 0 el efecto de la rmisica sobre el crecimiento de las plantas. 
Despues podremos volver a nuestros ratones, tubos de ensayo y 
maquinas de avanzada, con la barriga llena y el coraz6n conten­
to. Desarrollar la imaginaci6n es, despues de todo, una de las me­
jores formas de acercarse a la ciencia. 
Esta colecci6n de divulgaci6n cientffica esta escrita por cien­
tfficos que creen que ya es hora de asomar la cabeza por fuera del 
laboratorio y contar las maravillas, grandezas y miserias de la pro­
fesi6n. Porque de eso se trata: de contar, de compartir un saber 
que, si sigue encerrado, puede volverse imitil. 
Ciencia que ladra... no muerde, s610 da sefiales de que ca­
balga. 
Diego Golombek* 
* Es doctor en biologfa (UBA), investigador del CONICH y profesor titular en la 
Universidad Nacional de Quilmes, donde dirige ellaboratorio de Cronobiologfa. 
fndice 
Sobre el nacimiento, el desarrollo y la demolici6n de los papers 
PABLO KREIMER 7 
Los principios flsicos que determinan la caida en pie del gate 
prevalecen sobre la Ley de Murphy que determina la calda 
de la tostada con la mermelada hacia abajo 
JOEL PEREZ PERRI 23 
Criterio valido para la c1asificaci6n de los sandwiches de miga 
NICOLAs PALOPOLI 29 
Hormona pildorina como regulador de las reacciones 
preingesta del Sfndrome de Reacci6n Hostil Pastillof6bica Gatuna 
PAULA BELUARDI 37 
Humorina: adicci6n en los omnibus 
GEORGINA COLO 45 
La feromona out-odoro y la expresi6n de la proteina 
mearumfueradutarrum son necesarias para la perdida 
del control direccional del output de orina 
LUCIANA FUENTES Y NATALIA MARTiNEZ 53 
Los gustos musicales de las plantas afectan su normal desarrollo 
VIRGINIA GONzALEZ Y DOLORES VALDEMOROS 61 
!) 
Una nueva proteina seria la responsable del sind rome 
de somnolencia mateiforme 
AxEL HOLLMAN 69 
arriba
Rectangle
Inzombiavirus y otras yerbas: 
la historia nunca antes contada sobre la zornbificacion 
MELINA LAGuiA BECHER 77 
Estudio comparativo de las variaciones de rendimiento 
en biomasa S. cerevisiae y E. coli con distintos tipos de nutrientes 
yen diferentes condiciones de humor 
MATiAS NOBILE 89 
EI ADN se autorreplica, gracias aDios 
PABLO PELLEGRINI 95 
Nuevos tratamientos para reducir el est res celular 
NATALIA PERIOLO 103 
Capacidad de acci6n de la ojota 0 el insecticida en aerosol 
a la hora de matar cucarachas 
SANTIAGO PLANO 111 
Las tendencias suicidas en caracoles advierten 
sobre patologias psiquiatricas en el hombre 
MAXIMILIANO PORTAL 119 
Detecci6n temprana del sfndrome Homo sapiens sapiens bolsum 
MARiA CANDELARIA ROGERT Y MARTiN FABANI 125 
EI desesperado intento de Culex pipiens por mantenernos despiertos 
ROSANA ROTA 133 
Analisis de la divinidad del boton 
LuciA SPERONI 141 
\ 
r­
Pr61ogo 
Sobre el nacimiento, el desarrollo 
'i y la demolici6n de los papers 
PABLO KREIMER* 
•	 Introducci6n: un poquito de contexto, 
algo de texto y unos gramos de erudici6n 
1 
! Hace unos afios, concurrf a un seminario sabre revistas cientf­
ficas en el mundo hispanohablante. La idea era dade mayor "visi­
bilidad publica" a las producciones en la lengua de Cervantes, fren­
I 
te al aparente implacable dominio de la de Shakespeare en esas 
arenas. El contexto era interesante y entretenido, porque convivfa­
mas en dulce manton responsables de revistas -y par 10 tanto in­
I 
vestigadores- de ciencias "duras" can practicantes -es un decir- de 
las ciencias sociales, en particular sociologos de la ciencia.' Allipre­
serite una tesis en la que insisto cada vez que puedo, y que consis­
te en afirmar que los papers, los artfculos cientfficos, pueden ser mu­
chas casas pero, par sabre todo, son instrumentos retoricos, es 
decir, piezas discursivas destinadas a conveneer. Agregue,de inme­
diato, que los papers no son la ciencia, y mucho menos LA VERDAD, 
sino que se trata de ejercicios que practican los cientfficos para con­
veneer a los otros de 10 importante que son las casas que hacen. 
Cuando iba desarrollando las tres cuartas partes de mi argumento 
* Pablo Kreimer es soci61ogo y doctor en "Ciencia, tecnologia y sociedad". 
Se desempefla como profesor titular de la UNO, investigador del CONICET y direc­
tor del Doctorado en Ciencias Sociales de FLACSO Argentina. Actualmente traba­
ja sobre las dinarnicas de producci6n y usa social de conocimientos en contex­
tos centrales y perifericos, 
I 
1 AI respecto, cabe citar el importante matiz aportado par el soci6logo Emilio 
de Ipola, que sugiere no olvidar las ciencias "al dente".t 
arriba
Rectangle
8 9 DEMDlIENDD PAPERS 
(0 tal vez un poco menos, me disculparan aquf la obligada falta de 
precisi6n), una bioqufmica catalana muy simpatica y editora de una 
importante revista me pregunt6, con su particular acento: "Dye, 
chaval, i.todo este cuento que nos estas echando te 10crees de ver­
dad 0 10dices s610 para provocamos?". Casi sin dudar, Ie respon­
df: "Las dos cosas, puesto que, ademas, no son excluyentes". 
Parece propicio entonces que nos forrnulemos una pregunta 
que apunta al sentido cormin y que, como todas aquellas cuestio­
nes que, de pronto, cuestionan aquello que todo el mundo da por 
sentado, nos sorprenden: lpor que los cientfficos publican pa­
pers? Si Ie hacemos esta pregunta a cualquier investigador, e in­
cluso a un joven becario, nos mirara como si estuvieramos locos 
o en estado avanzado de beodez. Es posible que incluso nos to­
me la presi6n, observe la dilataci6n de nuestras pupilas y, si todos 
los signos externos parecen norrnales, se pregunte calladamente 
de que planeta acabamos de llegar. Pasado el sofoc6n, e intentan­
do convencerse de que "realmente" esperamos una respuesta, 
nuestro interlocutor respirara hondo y nos respondera algo asf 
(dependiendo del casete que tenga puesto ese dfa): 
a) Publicamos papers porque es el modo de dar a conocer el RE­
SULTADO de nuestros trabajos, de nuestras investigaciones al 
resto de la comunidad cientffica. 
b) Publicamos papers porque asf damos a conocer nuestros 
avances en el CONOCIMIENTO sobre los problemas que inves­
tigamos, de modo que otros investigadores, EN CUALQUIER PAR­
TE DEL MUNDO, puedan utilizar nuestros hallazgos para seguir 
avanzando en la resoluci6n de problemas para la humanidad. 
c) Publicamos papers porque allf hacemos PUBLICOS los DESCU­
BRIMIENTOS que hicimos en nuestros laboratorios. 
En una segunda charla, una vez que nos admiramos de las 
loables tareas que nuestro interlocutor emprende todas las mana­
nas, es altamente probable que agregue: 
DEMDlIENDD PAPERS 
d) Bueno, tambien publicamos papers porque estamos someti­
dos a un sistema segun el cual las instituciones nos evahian 
de acuerdo con 10que publicamos, de modo que no tenemos 
mas remedio que publicar la mayor cantidad posible de pa­
pers, para ser mejor evaluados y tener mas prestigio. 
e) Es posible que a su vez agregue, a modo de pregunta: lpero 
usted no oy6 hablar de "publish or perish"? PUBLICAR 0 PERE­
CER, traduzco prolijamente. 
f) Publicamos papers para dar a conocer nuestros trabajos AN­
TES de que 10 hagan otros, porque no s610 hay que publicar, 
sino que ademas hay que llegar primero. 
g) Publicamos papers para ganar PRESTIGIO, porque quienes mas 
publican son mas conocidos y valorados y, gracias a eso, ac­
cedemos a mejores recursos, con los cuales podemos comprar 
mejores EQUIPOS y otros insumos y, con ellos, hacer mas ex­
perimentos que nos permitiran tener mas becarios y, finalmen­
te, publicar mas papers. Asf, vamos a acumular mas prestigio, 
y entonces conseguiremos acceder a mas recursos, 10cual, co­
mo ya Ie explique, nos permite desarrollar mas experimentos, 
y por 10tanto publicar mas y mejores papers. Es claro, lno? 
Las maytisculas que aparecen en los Items anteriores no se de­
ben a un bloqueo involuntario de la tecla "Caps Lock" (que tan­
tos disgustos nos trae), sino a un conjunto de temas y conceptos 
que intentaremos discutir en las paginas que siguen. 
Llegado a este punto, parece interesante observar que las dos 
dimensiones que expresan los dichos de nuestro investigador ima­
ginario apuntan, en realidad, a las dos dimensiones constitutivas 
de la ciencia modema: los aspectos sociales y los aspectos cogni­
tivos. Veamos muy rapidito los dos aspectos: 
En el sentido social, los cientfficos son trabajadores que, co­
mo cualquier otro laburante, se inscribe en un espacio de relacio­
nes sociales en donde existen jerarqufas, grupos sociales, conflic­
tos, solidaridad, luchas, tradiciones y traiciones, amores y odios. 
arriba
Rectangle
10 11 DEMDlIENDD PAPERS 
Sin embargo, del mismo modo que otras profesiones, tambien tie­
ne sus reglas propias. Como ocurre frecuentemente, para explicar­
las es necesario recurrir a la historia: hoy parece un lugar cormin 
decir (y creer) que la ciencia es una actividad publica. Y esto sigue 
siendo asf, mas alla de la importante cantidad de investigacio­
nes que se realizan en ambitos privados (en empresas) 0 que per­
manecen en secreta (por razones generalmente militares 0 in­
dustriales). Pero el hecho de que la ciencia sea una actividad 
publica tiene su origen en siglo XVII, cuando de la mana de algu­
nos cientfficos, en particular Isaac Newton, se cre6 en Inglaterra 
la Royal Society, una de las primeras instituciones en donde se ra­
dicaron algunos investigadores de la epoca.' Hasta entonces, las 
investigaciones eran practicas privadas, que algunos desarrollaban 
en los garajes, en los fondos 0 en los desvanes de sus casas, como 
quien tiene un pequefio taller de carpinteria 0 de aeromodelismo. 
Asf, la ciencia fue pasando del ambito privado al espacio de 
10 publico, y eso tuvo dos consecuencias: por un lado, y desde en­
tonces, los Estados y los gobiemos sostuvieron, de diversas ma­
neras en cada pafs, las actividades cientfficas. Me gustaria llamar 
la atenci6n sobre el hecho de que esto, como todo proceso social, 
podria no haber sido asf: la ciencia podrfa haber seguido confor­
mando un conjunto de practicas privadas, del mismo modo que 
la educaci6n, en la actualidad, podria perfectamente seguir sien­
do una tarea de los padres 0 de maestros particulares. De modo 
que la ciencia, como la escuela publica, es una instituci6n ereada 
(en la modemidad) por las sociedades, y no tiene nada de "natu­
ral". Por otro lado, el pasaje al ambito publico gener6 la exigen­
cia de que los cientfficos hicieran publicas (la redundancia es ine­
vitable) sus investigaciones. Por cierto, hay aquf un juego de 
palabras entre el caracter publico (como opuesto a privado) de la 
2 Es cierto que el rigor historico nos impone hablar como antecedente de las 
Academias italianas que surgieron en el Renacimiento, pero una buena parte de los 
historiadores coinciden en sefialar que la ciencia modema comienza con Newton. 
Por supuesto, nadie tiene la ultima palabra en estos temas, y para cada posicion 
existen buenos argumentos. 
(
 
DEMDlIENDD PAPERS 
actividad y la publicaci6n, que hace referencia a la circulaci6n por 
medios escritos. Cuando se crearon las primeras asociaciones 
cientfficas, comenzaron a publicarse, tambien, las primeras revis­
tas destinadas a difundir los avances de las investigaciones. De allf 
al paper hay un solo paso. 
Sin embargo, ademas del aspecto social, la ciencia tiene una 
dimensi6n cognitiva 0, dicho de otro modo, genera conocimien­
tos. Hay una vieja y aiin no saldada discusi6n acerca de si la cien­
cia realiza "descubrimientos", es decir, si descubre aquello que el 
mundo ffsico y natural nos "oculta", 0 si bien "produce" conoci­
miento, es decir, "erea entidades y conceptos". Gracias a Dios, no 
intentaremos dilucidar esta cuesti6n en estas paginas. Pero pode­
mos ponemos de acuerdo, al menos, en que los cientfficos hacen 
varios tipos de operaciones con el mundo natural. 
a) En primer lugar, 10 observan. A diferencia de los otros mor­
tales (sf, los cientfficos tambien 10 son, como 10 muestra abun­
dante material empfrico), observan el mundo natural sistema­
ticamente. 
b) Luego de observarlo, a menudo realizan mediciones de todo 
tipo, para 10 cual suelen utilizar una amplia gama de instru­
mentos, que van desde los mas simples, como una regIa 0 una 
balanza, hasta los mas complicados espectr6metros de masa, 
por ejemplo. 
c) Una vez que realizaron las mediciones correspondientes, en 
algunas disciplinas (que el historiador, epistemologo y casi so­
ciologo Ian Hacking llama "ciencias de laboratorio"), inter­
vienen sobre el mundo natural, es decir, 10 modifican. Como 
en el caso anterior, estas intervencionespueden ir desde 10 
mas simple, como hervir agua, hasta algo un poco mas com­
plejo, como clonar una oveja. 
d) Antes y despues de las operaciones a) y b), y en algunos ca­
sos de la operaci6n c), los cientfficos representan el mundo 
natural. Esto es indispensable. Asf como para darle un beso 
arriba
Rectangle
12 13 DEMDlIENDD PAPERS 
al amado/a debemos "representamos" a esa persona y hacer­
la depositaria de nuestros mas altos sentimientos, para inter­
venir sobre el mundo natural debemos generar un conjunto 
de representaciones para poder explicarlo. 
Digamos, en una sfntesis tan apretada como incompleta, que 
esas operaciones son las que permiten hablar de "conocimiento" 
y, en particular, de conocimiento cientffico. 
Ahora bien, <-como lIegamos al paper? En primer lugar, va­
mos a romper un mito (si es que no esta roto atin): el paper no 
"es" el conocimiento ni la "ciencia". Ni aun cuando aceptaramos 
que el paper "represente" al conocimiento como forma codifica­
da (hipotesis de todos modos harto discutible), un paper oculta 
muchas mas cosas de las que muestra. Veamos, de nuevo rapidi­
to, algunas de elIas: 
a) Un paper muestra el exito y esconde el fracaso: en efecto, 
cuando se redacta un articulo, ningun cientffico con preten­
siones de que se 10 publiquen describe todos los procesos que 
tuvo que desarrollar para llegar a la redaccion que obra en 
manos del referee (N. del autor: "persona poderosfsirna que 
tiene en sus manos el futuro de la humanidad 0, por 10 me­
nos, de los investigadores que someten papers a la revista que 
Ie conffa los manuscritos") encargado de dictaminar sobre su 
publicacion. Por ejemplo, muchos conocimientos surgen de 
ensayos fallidos 0 fracasados que muestran no como las co­
sas son, sino, precisamente, como "no son".' 
b) Un paper oculta todo 10 que, desde hace mucho tiempo, Mi­
chael Polanyi denomino "conocimiento tacito", es decir, un 
monton de aspectos que tienen que ver con la practica de la 
3 Una vez, un biologo espafiol radicado en Inglaterra me conto como, creyen­
do trabajar sobre la cepa X de una bacteria determinada, se paso mas de un aiio 
"clonando agua", Cuando gracias a ella tuvo que desarrollar un test especial para 
determinar de que tipo de cepas se trataba, en su paper oculto puntillosamente sus 
devenires acuaticos, 
DEMOLIENDO PAPERS 
investigacion cientffica y que no son codiiicables, tales como 
la destreza del experimentador (cientffico 0 tecnico), ciertas 
condiciones que no lIegan a especificarse (incluso porque se 
piensa que algunas de elIas no son importantes), la cultura y 
ellenguaje propios del grupo de investigacion que produjo el 
paper, los diferentes lugares en donde este fue producido (a 
veces un experimento se hizo a 15.000 kilometres de otro ex­
perimento), los procesos de aprendizaje necesarios para po­
ner en marcha las experiencias (10 que en ingles se denomina 
proceso de learning by doing) y asf sucesivamente.' 
c) Un paper tambien oculta el papel que los autores desempe­
nan en un campo cientffico de relaciones sociales. Es cierto, 
sobre este aspecto sf tenemos algunas pistas: cuando los au­
tores dicen, por ejemplo, que "ya ha sido establecido que ... " 
y acto seguido citan sus propios trabajos anteriores, tenemos 
un indicio de que no se trata de ningunos novatos. Tambien 
tenemos algunas pistas de quienes suelen ser sus "amigos" y 
con quienes se pretende discutir. Pero son solo eso, "pistas" 
que el lector atento puede decodificar, con la condicion de 
manejar un conjunto de informaciones que Ie resultaran im­
prescindibles para entender quien y de que esta hablando. 
d) Finalmente, un paper oculta, tambien, el ya sefialado interes (0 
la necesidad) del autor (0 de los autores) por legitimarse, por 
contar en su curriculum con una publicacion mas que pueda 
hacer valer ante sus pares yante los temibles burocratas (casi 
todos son sus propios pares) que habran de evaluarlo. 
Segiin el muy provocador sociologo frances Bruno Latour, los 
papers son piezas retoricas de una enorme utilidad puesto que, pa­
ra el, la vida cientffica tiene mucho de estrategia polftica, Por eso, 
a partir de los papers se realizan dos pasajes fundamentales: por 
un lado, se pasa de la "ciencia mientras se hace" a la "ciencia he­
4 Polanyi, M., The Tacit Dimension, Nueva York, Doubleday & Co., 1966. 
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Rectangle
15 14 DEMOLIEIlOO PAPER S 
cha ". Por otro lado , se pasa del "enunciador individual" al "juego 
de los aliados'" Dicho en dos palabras (disculpenme, es un eufe­
mismo) : la ciencia mientras se hace es aquella que atin no ha sido 
aceptada como tal , que aiin es objeto de discusi6n, de controver­
sia, de fabricaci6n (esta ultima idea es crucial para Latour). Cuan­
do se logra publicar es porque se pudo pasar de un enunciado muy 
probabilfstico e hipotetico, que puede tener la forma de "parece 
plausible" (se puede reemplazar por un mas pedestre, sincero y de 
entrecasa "che, me parece ... ") que "el gen Tal codifique la protei­
na que cum pie Cual funci6n". Como cualquiera puede apreciar, es­
te enunciado esta mas pr6ximo a una charla en la barra del cafe 
que a un hecho cientffico . Sin embargo, en los papers, uno no se 
puede dar el lujo de semejante barbarismo, porque los referees 
(quienes alguna vez tambien se han expresado asf 0 de modos mas 
populares aiin) 10 estan esperando a uno con la maquina de picar 
carne afilada y en marcha. No. Hay que llegar a enviar un paper 
para pub Iicar con enunciados tales como "se halla debidamente 
comprobado .. ." 0 "como ya ha sido establecido .. .". 
Sin embargo, por simple que parezca, estos dos ultimos enun­
ciados, el hipotetico y el asertivo, estan separados por un largo 
proceso de fortalecimiento, para lograr pasar de un enunciado 
"debil" a un enunciado "fuerte". Para ella se utilizan herramien­
tas divers as, algunas de las cuales son puros recursos que depen­
den de la habilidad del cientffico, pero que en su mayor parte sue­
len existir en los laboratorios. Se trata, por ejemplo, de fotograffas , 
radiograffas, diagramas, imagenes variadas (de microscopio, de te­
lescopio, de computadora), tablas con datos, cuadros, cuadritos, 
recuadros, dibujitos y todo otro elemento que pueda veneer la 
congenita suspicacia de que todos, en todo momento, podemos 
estar metiendole el perro allector. Porque de eso se trata (mas 0 
menos) el "escepticismo organizado", norma fundante de la co­
5 Latour, Brun o, La vie de laboratoire. La construction social des [aits scien­
tijiques, Paris , La Decouverte , 1989. 
DEMOLIENOO PAPER S 
munidad cientffica segun el magno inventor de la sociologfa de la 
ciencia, el sociologo funcionalista Robert Merton." 
Veamos . No es 10 mismo afirmar "los chinos comen arroz", sin 
mayores precisiones, que escribir: 
A 10 largo de 5 afios de experiencias y de trabajos de cam­
po realizados en 7 provincias (ver mapa 1) de la Republica 
Popular China, se ha podido establecer que el consumo de 
arroz (en sus diversas variedades y preparaciones) resulta 
predominante en los diferentes segmentos etarios de dicha 
poblaci6n, segiin se puede observar en los Diagramas 1 a 3. 
Las propiedades del arroz en terminos nutritivos son ya bien 
conocidas (ver Tabla 2) y, a su vez, se ha comprobado feha­
cientemente que este alimento proporciona gran satisfac­
ci6n a los sujetos en cuesti6n, tal como puede apreciarse en 
la Figura 3. 
Mapa 1 
China 
y sus regiones 
6 Merton, R, La soc iologia de la eieneia, Madrid, Alianza, 1977. 
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Rectangle
16 17 DEMOllENOO PAPERS 
Diagramas 1 a 3 
China Dist ribuci6n del consumo de ahrnentos por grupo etario 
De 0 a 7 ano s De 7 a 18 anos De 19 arios y m as 
M amadera 
Chupetines 
35% Ma madera ~% 
12% Chupe t ines Chupetines 
23% 9% 
Arroz~ 
65% Arroz 
86% 
Tabla 2 
Cornpo sicion quim ica y valores enerqet icos del arroz 
Per 100 grames 
INTEGRAL BLANCO PARBOILED 
Crudo Coddo Crudo Coddo Crudo Coddo 
Agua % 12,00 ?,0.30 12.00 72,60 - 10,30 73.40 
Energia 
aliment. 360.00 II ~~O_ 109,00 369,00 106.00 -
Prote i ~(gr) 7.50 2,50 6,70 2,00 7,40 2.10__ 
Gord ura 1.60 0.60 0,40 0,10 0.30 0.10 
Carbohidratos 77.40 25,50 80.00 24,20 81,30 23,30___ 
Fibras 0.90 -~ 0.10 0,20 0.20 0,10 
Calcic 32.00 12.00 24,00 - 10.00 60.00 19,00 
F6sforo 221.00 73,00 94.00 28.00 200.00 57,00 
Hierro 1,60 0.50 0,80 - 0.20 2.90 0,80 
Sodio 9,00 *** 5.00 .­ 9.00 *'* ---
Potas io 214,00 70.00 92,00 28.00 150.00 4 ~~0_ 
Tiamina 0.34 0,09 0.07 0.02 0,44 9·!_1_ 
Riboflavina 0.05 0.02 0.03 0,01 *** .-
Niacina 4.70 1.40 - 1.60 0.40 3.50 ~-
Tocoferol ('{it. E) 29,00 8,30 .­ .­ **" *** 
Fuente:"Compositi on of foods", FAO, 2003. 
Figura 3 
Propiedades del arroz 
DEMOllENOO PAPERS 
Por otro lado, sefi.ala el mismo Latour, en las estrategias para 
convencer, ademas de recurrir a todos estos elementos que nos 
brindan credibilidad (a los que llama "inscripciones"), los cientf­
ficos reclutan aliados para fartalecerse y ponerse en mejor posi­
ci6n para que los otros acepten nuestros enunciados. Asf, cuan­
do yo digo "el doctor Fulano ha demostrado que ..." siendo 
Fulano, par ejemplo, un Premio Nobel , estoy obligando a quienes 
quieran discutir mis enunciados a verselas, ademas de conmigo 
mismo, con el Nobel en cuesti 6n. Lo mismo ocurre cuando se se­
fi.ala la pertenencia institucional (Universidad, Centro de Investi­
gaci6n, Programa, etc .) que muestra que no soy un "loco suelto" 
sino que mis afirmaciones estan respaldadas por una instituci6n 
muy seria , antigua y prestigiosa. 
Como se ve, los papers tienen una relaci6n importante con las 
investigaciones, pero estan lejos de ser un mero reflejo de elias. 
Para terminar esta secci6n, me parece oportuno reproducir 
un excelente texto que, aunque un poco largo, es muy significati­
YO, tanto por 10 que dice como por "quien" 10 dice: se trata de Os­
car Varsavsky, maternatico argentino que escribi6 en 1969 Cien ­
cia , politica y cientijicismo, un libro revelador y provocador en 
varios sentidos. Dice Varsavsky : 
Piensese en 10 trillado 0 nftido del camino que tiene que 
seguir un joven para lIegar a publicar. Apenas graduado 
se 10 envia a hacer tesis 0 a perfeccionarse al hemisferio 
Norte , donde entra en algun equipo de investigaci6n co­
nocido. Tiene que ser rematadamente malo para no en­
contrar alguno que 10 acepte. [... ] Allf Ie ensefi.an cierta s 
tecnicas de trabajo - inclusive a redactar papers- , 10 fami­
liarizan con el instrumental mas modemo y Ie dan un te­
rna concreto vinculado con el tema general del equipo, de 
modo que empieza a trabajar con un marco de referenda 
claro y concreto. [.. .] 
Si en el curso de algunos afi.os ha conseguido publicar me­
arriba
Rectangle
1918 DEMOLIENOO PAPERS DEMOLIENOO PAPERS 
dia docena de papers sobre la concentraci6n del ion po­
tasio en el ax6n de calamar gigante excitado, 0 sobre la 
correlaci6n entre el mimero de diputados socialistas y el 
mimero de leyes obreras aprobadas, 0 sobre la represen­
taci6n de los cuantificadores logicos mediante operado­
res de saturaci6n abiertos, ya puede ser profesor en cual­
quier universidad y las revistas empiezan a pedirle que 
sirva de referee 0 comentarista.' 
Sabre este libra y otros debates 
Antes de avanzar en los contenidos propios de este libro me 
parece ineludible que hagamos algunos comentarios sobre un epi­
sodio que fue celebre hace algunos pocos afios: me refiero a 10 
que se conoci6 como "Affaire Sokal". En sfntesis, 10 que ocurri6 
entonces fue que, para mostrar c6mo ciertas revistas de ciencias 
sociales podfan "publicar cualquier cosa" con tal de que ello es­
tuviera respaldado en un lenguaje esoterico y tuviera una abun­
dancia de citas eruditas, el ffsico estadounidense Alan Sokal de­
cidi6 hacer una broma-trampa-experimento. Envi6 a la revista 
Social Text, editada por un grupo que se inscribe en los lIamados 
"estudios culturales" y que esta particularmente abierto a todas 
las manifestaciones heterodoxas, un artfculo titulado "Transgre­
diendo las fronteras: hacia una hermeneutica transformadora de 
la gravedad cuantica'" 
Sokal decfa en su artfculo que pretendia ".. .ir mas alla de al­
gunos analisis que habfan planteado la traza cultural de la meca­
nica cuantica [Aronowitz], el discurso oposicional de la ciencia 
poscuantica [Ross], la exegesis de genero en la mecanica de los 
7 Varsavsky, 0., Ciencia, politica y cientijicismo, Buenos Aires, Centro Editor 
de America Latina, 1969, p. 46. 
8 Sakal, A, "Transgressing the boundaries: Toward a Transformative Herme­
neutics of Quantum Gravity", Social Text, vol 14, Nro 46-47, 1996. 
fluidos [Irigaray]". Asi, "tomando en cuenta desarrollos recientes 
en la gravedad cuantica, [en los cuales se plantea que] las multi­
ples dimensiones espacio-tiempo dejan de existir como una rea­
lidad ffsica objetiva; la geometrfa se torna relacional y contextual, 
y las categorfas conceptuales fundacionales de la ciencia mas re­
levante -entre elIas, la existencia misma- se vuelven problemati­
cas y relativizadas'" 
La parte final del paper esta destinada a mostrar los aspectos 
politicos, en donde se mezclan aspectos tales como "la redefini­
cion de los espacios institucionales en los cuales se desarrolla la 
labor cientffica -universidades, laboratorios del gobierno, corpo­
raciones-" para que los cientfficos se vueIvan conscientes de la 
"utilizacion social (aun en contra de sus mejores instintos)" del 
conocimiento que ellos producen. Para ello, concluye Sokal, mu­
chas teorfas cientfficas recientes podrfan colaborar en el disefio 
de una "ciencia liberadora". 
Practicamente al mismo tiempo, Sokal public6 otro en la re­
vista Lingua Franca en el cual revela que el artfculo anterior era, 
en realidad, una parodia." Pero esta parodia estaba construida a 
partir de citas de autores que son de referencia obligada en el cam­
po de los estudios culturales (Derrida, Deleuze, Guattari, Irigaray, 
Lacan, entre otros), yen don de Sokal pretendia poner en eviden­
cia la liviandad -0 directamente la ignorancia- con la cuallos au­
tores citados -y muchos otros- utilizan en sus argumentos aspec­
tos relativos a diferentes formulaciones del campo de la ffsica. 
Esto da lugar, segiin el autor, a multiples usos abusivos, cuando 
no directamente err6neos e incluso absurdos de los enunciados 
cientfficos en cuesti6n. 
En realidad, el experimento es interesante mas alla de los pro­
p6sitos del mismo Sokal. Se desato entonces una verdadera gue­
rra de las disciplinas: cientfficos "duros" que se mofaban de las 
9 Sakal, A, op. cit., p. 218. 
10 Sakal, A, A Physicist Experiments with Cultural Studies (Un ffsico experi­
menta can los estudios culturales), publicado en Lingua Franca, 1996. 
20 21 DEMOLIENDD PAPERS 
ciencias sociales, otros cientfficos mas duros atin que se indigna­
ban de c6mo las ciencias sociales usan ellenguaje de las ciencias 
ffsicas 0 naturales con ignorancia, cientistas sociales que aprove­
charon para castigar a los estudios culturales y a sus adversarios, 
y asf sucesivamente. Pero en realidad, 10 interesante que muestra 
el experimento de Sokal (aunque el mismo, como ffsico, tiene di­
ficultades en aceptar) es llamar la atenci6n sobre la sacralizaci6n 
que las comunidades cientfficas han hecho del sistema de papers 
que parece articular la mayor parte de la vida academica hacia el 
fin del siglo xx. 
De hecho, podemos decir hoy sin miedo a exagerar (bueno, 
con algo de miedo, que nunca hace mal) que la mayor parte de 
los laboratorios se fueron convirtiendo en verdaderas "fabricas de 
papers" en donde la posibilidad de publicaci6n no esta "al final 
del largo, sinuoso y creativo proceso de la investigaci6n", sino que 
muchas veces esta al comienzo del camino: a menudo se investi­
ga aquello que se podra publicar, e incluso los plazos y la organi­
zaci6n del trabajo se articulan alrededor de este eje. 
Asf como Sokal realiz6 de manera divertida un experimento 
con los papers (aunque la gente de Social Text y sus amigos 10 to­
maron con bastante poco humor), este libro resultaun aporte muy 
fresco, divertido y provocador para seguir pensando en el papel 
de los papers, la ret6rica, la funci6n de la ciencia, de los cientffi­
cos y de todo 10 que los rodea. 
Ellector se encontrara, en las paginas que siguen, con textos 
que abordan problemas clasicos, como el etemo dilema que for­
mula la ley de Murphy, segun la cuallas tostadas siempre caen 
con la mermelada hacia abajo, frente al serio problema de que los 
gatos caen siempre de pie. Asf las cosas, es valido preguntarse: 
lc6mo cae un gato con una tostada atada allomo? 
Otras cuestiones abordan 10 autoctono: los efectos soporffe­
ros de la ingesta de mate, tema espinoso en nuestro pafs y proble­
ma existencial del otro lado del Plata, para el cual se presenta 
abundante evidencia empfrica. a la clasificacion de los sandwi-
DEMOLIENDD PAPERS 
ches de miga, de amplio consumo en los mayores centros urba­
nos de la Argentina, en donde se aborda la cuestion desde el pun­
to de vista hist6rico. 
Otros temas se encabalgan en los dos t6picos precedentes, 
puesto que tratan, al mismo tiempo, acerca de creencias firme­
mente establecidas, asf como sobre una especie muy criolla que 
abunda en nuestras tierras, como los colectivos u 6mnibus y el im­
portante papel de la humorina: lcuales son las razones cientffi­
cas que explican la llegada del colectivo cuando uno enciende un 
cigarrillo?, lque causas naturales pueden explicar este fen6meno, 
y asf desechar las simpaticas leyendas populares? 
Por otro lado, y para descartar el mito, fuertemente arraiga­
do, de que la investigaci6n rigurosa nada tiene que ver con las 
fuerzas sobrenaturales, un sesudo artfculo nos muestra como se 
produce la replicacion del ADN, dejando atras las discutibles hi­
potesis que sefialan procesos tales como transcripci6n yARN 
mensajeros (digamos de paso: ique poco riguroso nos parecio 
siempre llamar "mensajero" a una porci6n de acidos nucleicos!). 
No. La explicacion, afirma este articulo, se debe encontrar en la 
voluntad de Dios. Asf de simple. 
Siguiendo con los aspectos que refieren al Altfsimo, raz6n mu­
chas veces olvidada en articulos que se han pretendido de indu­
dable rigor, otro de los articulos se dirige a establecer la divinidad 
de los botones. Pero no se trata de un mero abordaje cualitativo: 
se establece una unidad para medir el grado de divinidad (GRA­
DIV) que sera, sin dudas, de una enorme utilidad para desarrollos 
futuros. 
Sin embargo, no todos los artfculos de este libro se orientan 
a trabajos propios de las ciencias basicas. Por el contrario, algu­
nos de ellos sefialan importantes aplicaciones tecnol6gicas surgi­
das del trabajo de laboratorio. En esta direcci6n se enmarca el im­
portante estudio que evahia la utilizacion altemativa del uso de 
insecticidas frente a metodos mas sofisticados, como el empleo de 
la ojota, en la siempre importante lucha contra las cucarachas. 
22 DEMOLIENDO PAPERS 
Otra Ifnea importante de indagaci6n con importantes aplica­
ciones tecnol6gicas que seguramente sera objeto de aprovecha­
miento por parte del sector empresario -en particular los sellos dis­
cograficos- e incluso de numerosas amas de casa, muestra los 
resultados de los diferentes gustos musicales sobre el crecimiento 
de las plantas. El planteo tiene consecuencias que el autor no abor­
da, pero que seguramente ellector prevenido no pasara por alto: 
i.que ocurre cuando los gustos de las plantas no coinciden con los 
del ama de casa? i.Debera resignarse a un crecimiento mas lento, 
o a escuchar etemamente, por ejemplo, musica de bailanta, si es 
ella 10 preferido por, digamos, su potus? Sin dudas, investigacio­
nes ulteriores apuntaran a echar mas luz sobre la cuesti6n. 
Como corresponde (y ellector 10 apreciara, sin dudas) todos 
los textos estan respaldados por abundantes materiales de apoyo, 
y han sido objeto de un riguroso trabajo de debate previo, de un 
exigente referato por especialistas en cada una de las tematicas 
propuestas, por 10 que esta compilaci6n conforma un volumen de 
referencia en un conjunto de t6picos centrales de las ciencias mo­
dernas 0, mejor, posmodemas. 
Naturalmente, y como siempre sucede, no faltara el debate 
posterior, las refutaciones, las declaraciones sacadas de contexto 
y el recrudecimiento de los escepticos, Todo ella no debe asustar: 
forma parte de la dinamica que nos permite el avance de los co­
nocimientos y que hace que podamos ir construyendo, a partir de 
la ciencia, un mundo mejor, 
Los principios ffslcos 
que determinan 
la carda en pie del gate 
prevalecen sobre la Ley de Murphy 
que determina la calda de la tostada 
con la mermelada hacia abajo 
JOEL PEREZ PERRI* 
Laboratorio de Estudios Ffsicos y Metaffsicos 
Resumen 
En este trabajo hemos comprobado empfricamente que la 
conservaci6n del momenta angular, que determina la cafda de 
los gatos de pie, representa un principio mas poderoso que la 
Ley de Murphy, que determina la cafda de la tostada con la mer­
melada hacia abajo. Para esto fijamos tostadas de diferentes pe­
sos y tamafios a la espalda de distintos tipos de gatos, atandolas 
o pegandolas, y tras untar entre una a tres cucharadas de mer­
melada a la cara exterior de las tostadas se dej6 caer al sistema 
de diferentes alturas que iban desde 1,3 a 3,5 m. En el 99,16% 
de las 476 experiencias que se realizaron los gatos cayeron de 
pie sin ningun tipo de dificultad. De la evoluci6n del sistema, 
que ha respondido a los principios ffsicos y no a la Ley de Mur­
phy relacionada, pueden extraerse como conclusi6n, por un la­
do, la supremacfa de aquellos principios sobre esta ley y, por 
otro, la falta de caracter de la misma como ley universal, en la 
cual se ha descubierto un Ifmite de validez. Se propone enton­
ces la reformulaci6n de la ley "las tostadas siempre caen con la 
* Joel Perez Perri es estudiante de la lieenciatura en bioteenologfa de la Uni­
versidad Nacional de Quilmes y cuando puede toea la guitarra. 
24 DEMOLIENOO PAPERS DEMOLIENOO PAPERS 25 
mermelada hacia abajo" a "las tostadas siempre caen con la mer­
melada hacia abajo excepto cuando se fijan a la espalda de un 
gato". Creemos que este trabajo es de suma importancia ya que 
relaciona por vez primera la ffsica clasica con las Leyes de Mur­
phy, dos campos completamente aislados hasta el presente. 
Introducci6n 
A traves de la conservaci6n del momento angular, princi­
pio basico de la ffsica clasica, y consideraciones sobre la fisio­
logfa de los gatos, se ha determinado hace afios que estos ani­
males siempre caen de pie al ser arrojados 0 al dejarse caer 
des de una altura razonable [1]. Por otro lado, una de las Leyes 
de Murphy [2] establece que una tostada untada con mermela­
da en una de sus caras siempre caera con esta cara contra el 
suelo. Teniendo en cuenta estos principios surge un intrigante 
cuestionamiento: lque sucede si se deja caer un gato con una 
tostada untada con mermelada atada en su espalda? 0, 10 que 
es equivalente, lque sucede si se deja caer una tostada untada 
con mermelada con un gato atado en su cara sin untar? Sea 
cual sea el resultado de esta experiencia se opondra al menos 
a uno de los principios [3]. 
La respuesta a este interrogante podrfa hallarse con relativa 
facilidad de no ser porque las Leyes de Murphy y la ffsica clasica 
son dos campos sin ningun tipo de conexi6n ni de dominio en co­
mun, para los que no se ha encontrado hasta el momento meto­
do de calculo alguno para relacionarlos [4]. 
Es por esto que hemos utilizado los procedimientos empfri­
cos, tinica relaci6n actual existente, para resolver el interrogante 
planteado, 10 cual representa el objetivo de este trabajo, determi­
nando que tipo de principio, ffsico 0 de Murphy, prevalece en es­
te caso concreto. Estos ensayos empfricos pueden sentar las ba­
ses para el desarrollo futuro de sistemas de calculo, 
Materiales y matodos 
Se untaron diferentes tipos de tostadas con mermelada de ci­
ruela, durazno 0 frutilla (La Campagnola, Buenos Aires, Argenti­
na), luego de ser atadas0 pegadas a las espaldas de diferentes ra­
zas de gato [ver Tabla 1]. La cantidad de mermelada untada vario 
de una a tres cucharadas. Para pegar las tostadas a los gatos se 
utiliz6 pegamento de maxima adherencia (El pulpito, Poxipol, 
Buenos Aires, Argentina) y para atarlos, sogas de 7 mm de diame­
tro (Flex, Santa Fe, Argentina). 
Luego, considerando como lfrnite de validez implfcito para la 
Ley de Murphy una altura mfnima de 1,30 m [5], se dejaron caer 
los gatos y las tostadas unidos desde esta altura hasta los 3,5 m en 
sucesivas experiencias incrementando 0,10 m la altura cada vez. 
En los ensayos, el sistema gato-tostada se sostenfa a la altura ade­
cuada y se soltaba siibitamente, permitiendo su descenso en caf­
da libre. En la mitad de los casos se arroj6 el sistema con el gato 
en pie y en la otra mitad con la cara untada de la tostada hacia 
abajo, es decir, se arrojaron gatos con tostadas unidas y tostadas 
con gatos unidos, respectivamente, asegurando equidad en las ex­
periencias. 
Asimismo, se realizaron controles arrojando separadamente 
identicos gatos y tostadas untadas de las mismas alturas. Sin con­
tar estos controles se realizaron 476 experiencias. 
En cada ensayo se respetaron las normas de manejo de ani­
males en ellaboratorio; para quitar las tostadas pegadas se pro­
cedi6 a cortar pequefios mechones del pelaje de la espalda de 
los gatos, tomando todos los recaudos para que el metodo fuese 
indoloro. 
- -
- -
--
26 27 DEMOllENOO PAPERS 
-
Raza de Tipo de Tipo de Cantidad de 
gate tostada union ensayos realizados 
5iamesa Panfra~ ~ga2L_ 35 
Pan l.actal _ P~gamento (P) 33 -
Fugaza P -- 31 
Callej~ Pan Frances P 31 - _._- - - - - - ----
- - Pan l.actal 5 - - 30 
-- -- ----.E..<:'ga~a__ P 35 ------
A.-ngora Pan Frances ~ - - 31 -
Pan Lactal - 5 32 
Fugaza c- - P 33 -
Birmana Pan Frances 5 30 -- - - - - -
- Pan Lactal P 31 -- -
- ~g<lza P 30 
Persa Pan Frances 5 32 -
Pan l.actal 5 31 
~a za P 30 
-
-
-
Tabla 1
 
Se muestran los diferentes sistemas gato-tostada realizados, detallando raza de qato.
 
tipo de tostada. metoda de union y la cantidad de ensavos realizados con cada uno.
 
Resultados 
En el 99,16% de los casos los gatos cayeron de pie sin ningun 
tipo de dificultad, mientras que en el 0,84% restante cayeron de 
. costado. No se detect6 ningun tipo de resultado diferencial basa­
do en alguna caracterfstica 0 combinaci6n de caracterfsticas del 
sistema, como ser el tipo de gato, el tipo de tostada, el tipo de mer­
melada 0 el tipo de uni6n (cantidades comparables de cada uno 
de estos tipos cayeron de costado; dato no mostrado). 
Por otro lado, el 95,4% de las tostadas arrojadas como control 
cayeron con la mermelada contra el suelo. EI4,6% restante, confor­
mado por un mimero comparable de representantes de todos los ti­
pos de tostadas y mermeladas (dato no mostrado), hicieron contac­
to con el canto formando angulos con el piso que iban de los 45 a 
los 86° tomando como referencia ellado untado; no se detectaron 
por 10tanto resultados diferenciales basados en el tipo de tostada 0 
de pan. EI100% de los gatos arrojados como control cayeron de pie. 
DEMOllENOO PAPERS 
Discusi6n 
Los gatos unidos a las tostadas, 0 las tostadas unidas a los gatos, 
podrfan haber hecho contacto con el suelo de tres maneras basicas 
distintas [6] (Ver Figura 1). EI hecho de que se haya observado la re­
soluci6n (a) (y s610muy minoritariamente la [c]) en los ensayos rea­
lizados rinde cuenta sobre la prevalencia de los principios ffsicos de 
conservaci6n del momento angular por sobre la Ley de Murphy. 
De esta manera, no s610 queda solucionado el interrogante 
planteado sino que se ha descubierto una importante limitaci6n 
en la Ley de Murphy, que determina un nuevo Ifmite de validez 
para la misma. Por 10 tanto, sugerimos la reformulaci6n de la for­
ma original de la Ley, ratificada en tiempos recientes [7], por la 
siguiente variante, segun 10 que se ha demostrado en este traba­
jo: "Las tostadas siempre caen con la mermelada contra el suelo, 
excepto cuando se fijan a la espalda de un gato". 
B 
Figura 1 
Posibles formas de contacto del sistema gato-tostada 
con el suelo 
IA) EI gato de pie, prevalencia de los principios fisicos, toto ora 
fla lateral del Sistem a mrnediatamente cespues de hacer con­
tacto con el piso. (81La merrnelada contra el pISO, prsvalencis 
de la Lev de Murohy, representacion del sistema hacienda con­
tacto can et piso terrrueenco 81ensavo. ISe esqcernauza est" 
positnhdao yJ que no se obtu vo en ta prac uca 1 lei EI gato y la 
mermelada de costado, equioad de los princrnios fisicos y Is 
l.ev de Iv1lJfptly, fotografia lateral del sistema at uern no Que as­
te hace contacto con el suelo. 
c 
28 ()EMOLIENOO PAPERS 
El hecho de que el 0,84% de los sistemas gato-tostada no se 
hayan ajustado a las normas se atribuye a la modificaci6n estruc­
tural de los felinos, como consecuencia de su intento por despren­
derse de la tostada; esta modificaci6n pudo haber alterado la ca­
pacidad de conservaci6n del momento angular de estos animales. 
Por otro lado, el 4,6% de las tostadas arrojadas como control, 
que no respetaron la Ley de Murphy, responde a falencias meno­
res intrfnsecas de esta Ley, como ya han demostrado estudios pre­
vios [8] [9], 0 bien puede deberse a bajas cantidades de mermela­
da remanente en el momenta de contactar el suelo (condici6n que 
es irrelevante en el sistema gato-tostada). 
Consideramos, por tiltimo,que la metodologfa llevada a cabo en 
este trabajo sienta un antecedente importante en la relaci6n hasta 
el momenta inedita de las Leyes de Murphy con la ffsica newtonia­
na, que, si bien debe considerarse exclusivamente empfrico, consti­
tuye la primera medida para la elaboraci6n de calculos posteriores. 
Referencias 
1. TripIer, W. y Black, B., "La conservaci6n del momento angular en 
la cafda de los gatos", Fen6menos iisicos 35, 1974, pp. 127-155. 
2. Sears, T., Tratado sobre las leyes naturales, Wilson, 1975. 
3. Semansky, S., Paradojas, Childs, 1982. 
4. Young, L. y Jones, S., La matemdtica inexistente, el mundo de Mur­
phy, Wilson, 2001. 
5. BUssard, G. W. YRohrmann, G. F., "Lfmites de validez de las Le­
yes de Murphy", Leyes de Murphy, 62, 1985, pp. 147-164. 
6. Harold, F., Resoluci6n a problemas logicos, Wensley, 1996. 
7. Tompson, H., "Comprobaci6n de la validez de las leyes de Murphy", 
Leyes de Murphy, 69, 1992, pp. 24-27. 
8. Zanotto, P. M. A. y Kessing, B. D., "Palencias implfcitas en tres le­
yes", Leyes de Murphy, 67, 1990, pp. 45 -56. 
9. Hernia, E., Luque, T.y Bulach, D. G., "Err oresque no son errores en 
las Leyes de Murphy", Leyes de Murphy, 80, 2003, pp. 23-40. 
Criterio valido para la clasificaci6n 
de los sandvviches de miga 
NICOLAs PALOPOLI* 
Resumen 
Los sandwiches de miga son una de las variedades de sand­
wiches mas difundidas en la Argentina. La clasificaci6n actual de 
estes en simples y dobles no parecfa responder a una raz6n in­
cuestionable. Se ha estudiado linglifstica y maternaticamente el 
problema, determinandose que la clasificaci6n corriente de los 
sandwiches de miga es 16gica y puede ser explicada claramente 
asumiendo la definici6n de sandwich como el criterio inequfvoco 
para dicha designacion, Ademas se han establecido nuevas deno­
minaciones para las categorfas de los sandwiches de miga, basa­
das todas elIas en criterios validos, que quedan presentadas como 
propuestas en el caso de que se quisiera innovar. 
Introducci6n 
La historia marca el 3 de agosto de 1762 como el dfa en que 
viera su nacimiento el sandwich, plato infaltable, en alguna de sus 
multiples variedades, en cualquier restaurante actual [1]. Una de 
sus variantes ha gozado de una popularidad particular en agapes 
y reuniones celebradas en la Argentina: se trata del sandwich de 
miga, cuyas multiples combinaciones de relleno son imposibles 
de enumerar. Todas elIas, sin embargo, integran una 0 ambas de 
* Nicolas Palopoli es estudiante de la licenciatura en biotecnologfa dela Uni­
versidad Nacional de Quilmes y trabaja en modelos estructurales de protefnas. 
30 31 DEMOLIENOO PAPERS 
las categorfas de sandwiches que encabezan la oferta de quienes 
los elaboran: por un lado, los simples, consistentes en una capa 
de relleno apretada entre dos tapas de pan; por el otro, los triples, 
donde se agrega por encima de un sandwich simple una nueva ca­
pa de relleno, y sobre esta, una tercera tapa de pan. 
Dicha clasificaci6n, a pesar de su amplia difusi6n, resulta con­
fusa. Varios trabajos [2-4] han sefialado puntos oscuros en esta: 
por alguna raz6n atin no esclarecida el termino doble no parece 
haber sido considerado por los maestros sandwicheros. La impo­
sibilidad de percibir claramente cual es el criterio utilizado pone 
en tela de juicio su exactitud. Es aquf donde el presente trabajo 
pretende echar luz, implementando el rigor cientffico para deve­
lar las posibles falencias en el sistema utilizado hasta hoy, inten­
tando un acercamiento algebraico y lingtifstico al problema y a 
sus posibles resoluciones, y dilucidando el criterio valido para la 
clasificaci6n actual de los sandwiches. 
Materiales y rnetocios 
Un sandwich triple de jam6n y queso, y un simple de jam6n, 
en pan de miga blanco, fueron adquiridos en la sucursal Nunez 
de la panaderfa y confiterfa La Paz. Los sandwiches se transpor­
taron en bandeja de cart6n y envueltos en papel hasta el hogar 
del autor, sito ados cuadras dellugar donde se los adquiri6, y fue­
ron conservados en heladera Siam (Siam, Argentina) en modo 
EconoFast durante el dfa previo a su utilizaci6n. Los cortes a los 
sandwiches se realizaron con un cuchillo Tramontina (Tramonti­
na, Brasil) Stainless Steel estandar, 
Se tomaron fotograffas de los sandwiches estudiados con una 
camara digital Sony Cybershot de 4.1 megapfxeles, a resoluci6n 
intermedia. 
Se busc6 en el diccionario de la Real Academia de la Lengua 
Espanola el termino emparedado, ante la ausencia en esa publi-
DEMOLIENOO PAPERS 
caci6n del anglicismo sandwich, que pese a su propagaci6n entre 
los hispanohablantes parece no caerle bien a la Real Academia. 
Se evaluaron varias posibilidades acerca del porque de llamar 
a los sandwiches de miga "simples" 0 "triples". Para tal fin se re­
curri6 a los recursos de la lengua castellana, la rnaternatica y la 
l6gica, por separado 0 combinados. 
La evaluaci6n lingiifstica se estableci6 sobre la base de defini­
ciones de uso corriente, suponiendo correctas ciertas sentencias en 
particular. Dado que la lengua surge de convenciones entre sus ha­
blantes, el autor propone allector que convenga en aceptar que las 
sentencias que se supone correctas en cada caso, en verdad 10 son. 
La evaluaci6n algebraica de la naturaleza de los sandwiches se 
realiz6 a partir de la aceptaci6n de que la f6rmula P + R + P = S 
describe al simple de miga, donde P corresponde a Pan, R a Relle­
no y S a Simple de miga. Para ella se ha creado un nuevo sistema 
matematico, nombrado Sistema Matematico del Sandwich, igual al 
existente en todas sus reglas, propiedades y componentes, excepto 
en que en dicho sistema la propiedad conmutativa de la suma no 
es valida: esto permite definir la estructura del sandwich a partir de 
la enumeraci6n de sus componentes, siendo el que se halla mas a 
la izquierda en la f6rmula el que se encuentra por debajo al apoyar 
el sandwich sobre una superficie plana. Operando sobre esta y apli­
cando leyes de la l6gica puede llegarse a la descripci6n rnatemati­
ca, segiin este criterio, del hipotetico sandwich doble, asf como de 
10 que deberfa ser llamado correctamente un sandwich triple. 
Resultados 
Una imagen de alta calidad del sandwich de miga triple ad­
quirido para la investigaci6n se presenta en la Figura 1. Se distin­
guen sus diversas partes, tanto las capas de pan como las de in­
gredientes, en este caso, jam6n y queso. 
El relevo de la oferta de sandwiches en la panaderfa provee­
33 OEMOLIENOO PAPER S32 
dora del material de estudio rnostro dos variedades de simples, ja­
man y queso, y seis de triples: jarnon y que so, que so y tomate , que ­
so y huevo, queso y aceituna, jamon y morron, y anana y palmi­
tos . En el momento de la adquisicion solo existia stock de simples 
y de triples de jamon y queso. No se registro la existencia de sand­
wiches dobles. La representacion porcentual de los datos recolec­
tados se presenta en la Figura 2. 
Figura 1
 
Sandwich triple, de miga blanca,
 
de [amonv queso.
 
Se observan las t res capas de pan (p), p 
una capa del ingrediente ques o (q) 
y una capa del ingrediente jam6n (j). 
La m ana eje rce de soporte para el sandwich, 
pudiendo ser reemplazada 
po r cua lqu ier superf icie horizo nta l 
100 
90 
,80 
t 70 , 
.2'. o 
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t riples dcblessimples 
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j, ~ l"­
tipo de sandwich 
Figura 2 
Distnbucion de muestras en el sitio de su adqu isic ion . 
OEM OL IENOO PAPERS 
ANALISIS MATEMATI C O 
Sea S = P + R + P la descripcion, segun el Sistema Maternati ­
co del Sandwich, del simple de miga, con P = Pan, R = Relleno y 
S = Simple. 
Aplicando la logic a y la sernantica, el supuesto sandwich do ­
ble corresponderfa a dos simples, con 10 cual, si la variable D de­
signa a doble, 
0= s + S = (P + R + P) + (P + R + P) = P + R + P + P + R + P = P + R + 2 P 
+R+P 
Se puede considerar aqui la eliminacion de una de las dos ca­
pas de pan que se superponen, previendo un exceso indeseado de 
ese ingrediente. Asi, este sandwich doble perfeccionado serfa des­
cripto por la formula D = P + R + P + R + P. 
Extendiendo este razonamiento, si nuevamente se descarta 
uno de los dos panes que se contactan, el sandwich triple (T) se 
describirfa por 
T=P+R+2P+fl +2P +R +P=P+R+P+R+P+R+P 
AN ALISIS lINGOiSTI CO 
EI estudio semantico del problema, tomando por cierta algu­
na premisa en cada caso, otorg6 como resultado las siguientes 
apreciaciones, resumidas en la Tabla 1. 
Tabla 1 
Nombres co rrectos sequn enteric adopt ado (en f ilas) y sequn sen tencias asumidas 
como cor rec tas (en colurnnas). 
Si Simple es correcta Si Triple es correcta 
Si el cr iter ia san las 
capas de pan 
__ Simple 
Simple y media 
Das te rcios~Trip le 
Tr iple 
Si el cr it er ia san las 
capas de re llena 
Sime!e 
Dable 
Media Tri ~e/Simple y media 
Triple 
Par defini ci6n _____Sim ~ 
Trip le 
_ 
35 
34 DEMOLIENOO PAPERS 
Opci6n 1: Si la base sobre la cual se construye el sistema de de­
signacion de sandwiches de miga repara en el ingrediente 
esencial de cualquiera de ellos, 0 sea el pan, y, en particular, 
en cuantas capas de este integran el sandwich; y si el actual 
simple estuviera nombrado adecuadamente; entonces la uni­
dad de denominacion estarfa confarmada par dos panes, con 
10 cual el triple actual deberfa llamarse simple y medio, pues­
to que contarfa con una unidad, es decir, dos panes, mas me­
dia unidad, el pan extra. 
Opci6n 2: Si se repite la consideracion de la cantidad de panes 
como elementos base en la denominacion y se acepta ahara 
la identidad del triple como correcta, el actual simple deberfa 
ser llamado dos tercios de triple. 
Opci6n 3: Si el criterio a adoptar es la cantidad de ingredientes que 
conforman el reUeno, y siendo la denominacion simple el termi­
no correcto, deberfa llamarse doble al actual triple de miga. 
Opci6n 4: Si nuevamente se toma como criterio la cantidad de 
ingredientes, pero ahora considerando que es el triple el que 
se encuentra bien nombrado, el actual simple de miga debe­
rfa llamarse medio triple. Por matematica pura, equivaldria a 
llamarlo simple y medio. 
Opci6n 5: Si se recurre a la definicion propuesta por la Real Aca­
demia, un emparedado 0 sandwich es una porcion pequefia de 
jamon u otra vianda, entre dos rebanadas de pan de molde. 
Conviniendo en ampliar dicha descripcion para incluir tambien 
entre los sandwiches a los que llevan un pan diferente al de 
molde, se puede establecer que un simple consistira en los dospanes obligatorios que 10 identifican como sandwich, junto a 
una unica capa de relleno; en cuanto a los triples, estos porta­
ran, ademas de las dos capas de pan necesarias, de tres elemen­
tos entre ellas, dos capas de ingredientes y un tercer pan. 
DEMOLIENOO PAPERS 
Discusi6n 
La inexistencia del sandwich doble es una certeza que no so­
lo se condice con 10 que el saber popular dicta, sino que fue ava­
lada por el correspondiente estudio de campo. Se descarta asf la 
idea de un sandwich doble, proponiendo entonces que se aprove­
che la £rase"estas buscando el doble de miga" como sinonimo pa­
ra "queres encontrarle la quinta pata al gato". 
La designacion actual de sandwich triple y simple no sale ai­
rosa del analisis matematico. Segtin esta aproximacion, el triple 
que se elabora hoy en dfa serfa descripto por la formula del do­
ble. Peor aiin, el algebra preve un sandwich triple que, hasta el dfa 
de la fecha, no existe. En su lugar podrfa intentarse un analisis vo­
lumetrico que considerara el espacio ocupado por cada uno de 
los sandwiches como criterio de denominacion. 
Previamente se ha mencionado [5] que la nomenclatura ac­
tual de los sandwiches de miga responde efectivamente a criterios 
de logica y lingtifstica. Bajo esta optica, solo la clasificacion rea­
lizada sobre la base de la definicion de sandwich (0 mejor, de em­
paredado) satisface el actual criterio de designacion. 
Considerando el criterio correcto, la existencia de un sand­
wich de miga doble implicaria disponer dos capas de relleno con­
tiguas, por ejemplo de jamon y queso, entre dos tapas de pan; es­
to, si bien es comtin en algunos sandwiches, es insolito y hasta no 
recomendable en el caso del de miga, puesto que la capa de pan 
intermedia es demasiado delgada como para precisar la apertura 
en exceso de la boca en el momento de la ingesta, y ademas per­
mite a aquellos de paladar acotado retirar una capa de relleno y 
una de las tapas externas de pan, y obtener de ese modo un sim­
ple que sea de su agrado. 
Podeti [6] ha sefialado que, de adoptarse la opcion 2 aquf pre­
sentada, podrfa ampliarse la cantidad de sandwiches que se co­
nocen como de miga. Asf, de asumirse la existencia del triple tal 
como se 10 conoce y designarse al simple actual como doble, se 
36 DEMOLIENDO PAPERS 
detenninarfa la existencia de un nuevo simple de miga, consistien­
do este en un canape. Sin embargo, dicha aseveracion se juzga in­
correcta, puesto que un canape suele llevar panes de men or ta­
mafio, con 10 cual adquiere una nueva identidad que hace 
imposible toda comparacion valida. Incluso, de adoptarse el ta­
mafio sandwich para el pan unico de un canape, este resultarfa 
tan grande para una boca de tamafio promedio que quien se dis­
pusiera a ingerirlo no dudarfa en doblarlo al medio sobre sf mis­
mo, actitud conocida a veces como "hacerlo sanguchito", con 10 
cual el canape dejarfa de existir como tal. 
Por ultimo, se espera que sea apreciada nuestra voluntad de 
hacer uso y abuso de la palabra sandwich, de caracter fuerte, so­
nido armonico y reconocimiento global, descartando de plano la 
utilizacion de alguna de sus variantes, como la muy latinoameri­
cana emparedado 0 la burda castellanizacion sdnguche. Se incita 
allector a continuar con la tarea de embellecimiento del idioma 
espafiol dejando de lado cualquier purismo sin sentido. 
Referencias 
1. "La Vuelta al Mundo en 80 Sandwiches", http://www.chefar­
gentino.com/historia/historia.cfm?historiaID=20 
2. Juan, L. y Sala, E, "Detecci6n de un analogo no clasificabledel 
sandwich triple de tomate y queso",Anales de Inuestigacion Alimen­
ticia 211, 2003, pp. 758-762. 
3. Juan, L. et al., "Similitudes en la clasificaci6n de variedades de 
sandwiches",Avances Gastron6micos 157, 2004, pp. 465-468. 
4. Palopoli, L., "Nueva variedad de sandwich descubierta en pa­
naderfas rosarinas", Avances Gastron6micos 157,2004, pp. 511-517. 
5. Arana, I., "Anew approach to the classification of sandwichs", 
Journal oi Food and Beverages 259, 2003, pp. 824-831. 
6. Podeti, H., "Broadening usual classifications", Food Sciences 
78,2004,pp.215-219. 
Hormona pildorina como regulador 
de las reacciones preingesta 
del Sindrome de Reacci6n Hostil 
Pastillof6bica Gatuna 
PAULA BELUARDI* 
Resumen 
Analizamos la relacion existente entre la hormona pildorina, 
encontrada en gatos, y las reacciones que estes tienen hacia la in­
gesta inducida de pastillas, denominadas Sfndrome de Reaccion 
Hostil Pastillofobica Gatuna. Trabajamos con cuatro grupos de 
animales distintos (gatos, nifios, perros y demonios de Tasmania), 
que recibieron diferentes tratamientos con el fin de comprobar la 
verdadera existencia de una relacion directa entre dicho sfndro­
me y la pildorina. Luego de evaluar las respuestas, se verified que 
los ani males tratados con pildorina mostraban los signos prein­
gesta del sfndrome, mientras que los carentes de pildorina (inclu­
so gatos) no presentaron estos signos. Los gatos fueron los tinicos 
animales que presentaron signos postingesta. 
Introducci6n 
A partir de macerado de hipotalamo de gatos se verifico, en tra­
bajos anteriores, la existencia de la hormona pildorina [1], cuya 
concentracion en sangre es de 0,32 M. Esta hormona no fue encon­
* Paula Beluardi es licenciada en biotecnologia y actual mente trabaja en 
Biologfa molecular y bioqufmica de parasites (T. CruZI) en eIIIB-INTECH (Universi­
dad Nacional de San Martin). 
3938 DEMOLIENOO PAPERS DEMOLIENOO PAPERS 
trada en otros mamfferos y tampoco tiene homologfa con ninguna 
hormona conocida. A partir del analisis de la rota de sfntesis de la 
pildorina se comprobo que con bajas dosis de dulce de leche se 10­
graba la inhibicion de la enzima pildorasa [2], que cataliza la pro­
duccion de pildorina a partir del intermediario pildorinato. 
Siruirome de Reacci6n Hostil Pastillof6bica Gatuna 
Los gatos tienen la particularidad de responder frente a la to­
rna de pastillas de una forma extrafia. Reaccionan poniendose en 
posicion de ataque con las orejas hacia atras, estirando sus patas 
traseras y delanteras de forma tal de crear una barrera, volteando 
la cabeza y cerrando con fuerza la boca, arafiando y mordiendo 
a quien les esta intentando dar la pastilla, huyendo y/o sacando 
las ufias para aferrarse a sillones, muebles y cortinas. Tambien se 
reporto que escupen la pastilla y en algunos casos hacen creer a 
quien se la da que la tragan y luego de un rata la tiran, por 10 ge­
neral en algun lugar u objeto preciado por su amo. En el caso de 
que se logre la ingesta de la pastilla se describieron en el 99% de 
los gatos estudiados los siguientes signos de postingesta: agresivi­
dad y resentimiento, ademas de que luego de un os minutos reac­
cionan tirando al piso recipientes fragiles 0 con lfquidos dentro. 
Todo este conjunto de comportamientos y reacciones se conoce 
como Sfndrorne de Reaccion Hostil Pastillofobica Gatuna 
(SRHPG) [3]. De todas formas se encontraron gatos que no pre­
sentaron el SRHPG y se vio que estos tenfan una delecion en el 
gen que codifica para pildorasa [4]. 
Creemos que como son los unicos animales en los que se via 
el Sfndrome de Reaccion Hostil Pastillofobica Gatuna, la pildori­
na, encontrada solo en estos felinos, esta involucrada en su regu­
lacion, EI objetivo de este trabajo es determinar si esta hormona 
es efectivamente la responsable del SRHPG. 
Materiales y metodos 
Para la verificacion de los supuestos se trabajo con cuatro 
especies animales: gatos, perros, humanos y demonios de Tas­
mania. Los perros fueron elegidos porque son animales que ha­
cen todo 10 que se les pide y no son capaces de distinguir entre 
un pedazo de carne con una pastilla dentro de otro que no la 
tiene, como asf tampoco entre una pastilla y un caramelo. Los 
humanos seleccionados fueron de una edad promedio de tres 
afios, no menores a un afio de edad. Esta edad promedio es la 
adecuada porque se necesitaban nifios que pudieran tragar vo­
luntariamente pero que ademas no puedannegarse a tomar las 
pastillas por medio del habla, ya que es una caracterfstica muy 
corrnin en esta especie (acentuada a partir de los tres afios de 
edad), y tambien para evitar que cuestionen el porque de tener 
que to mar pastillas. Como contrapartida se decidi6 trabajar con 
un cuarto grupo de caracterfsticas opuestas a las antes mencio­
nadas, tomando entonces demonios de Tasmania, ya que son na­
turalmente muy agresivos. 
Durante los tratamientos, todos los animales fueron manteni­
dos bajo las mismas condiciones en las que se encontraban: los 
gatos tratados fueron ubicados en un predio cerrado de 100 m' 
muy poblado de arboles, a los perros se los coloc6 en jaulas simi­
lares a las de la perrera de la que fueron seleccionados (Perros y 
perritos S.A.), los nifios fueron instalados en un lujoso hogar con 
asistencia maternal (Chiquillos Locos S.R.L.) y los demonios de 
Tasmania fueron colocados en su habitat natural. 
Se usaron 35 gatos normales de razas varias en muy buen es­
tado de salud para corroborar que el SRHPG se produce en to­
dos los gatos sin distincion de raza. A estos 35 gatos normales se 
les inyecto luego 10 ml de dulce de leche Parmalat (lote 1114,ven­
cimiento 24/0115001) en concentraciones de 0,13 M, para asf in­
hibir la pildorasa. 35 gatos knock-out para el gen que codifica pa­
ra pildorasa (proporcionados por J. P. Miaus y colaboradores) 
40 DEMollENOO PAPERS DEMollENOO PAPERS 41 
fueron evaluados para verificar la falta del SRHPG y luego trata­
dos con pildorina 0,32 M (Quimiogato SA, lote 666). 
Para corroborar que efectivamente es esta hormona la implica­
da en el SRHPG, se trabaj6 con las otras tres especies antes men­
cionadas. Por un lado se usaron tres grupos de nifios, W10 de 32,5 
nifios y dos de 33. En el primero s610 se evalu6 la ausencia de los 
signos caracterfsticos del SRHPG, yal segundo y tercer grupo se les 
inyect6 50 y 100 ml de pildorina 0,35 M (Quimiogato SA, lote 666) 
respectivamente para ver si presentaban 0 no el SRHPG. Por otro 
lado , se usaron tres grupos de 33 perros y tres grupos de 35 demo­
nios de Tasmania tratados de igual forma que a los grupos de nifios. 
TOMA DE LA PASTILLA 
Evaluamos la respuesta a la toma en tres etapas [4]. En primera 
instancia se les ofrecfa una past ilia hecha de harina compactada 
(Blancaflor, lote 134222, vencimiento 0110112025) para que la tra­
garan voluntariamente; en una segunda etapa un becario les abrfa 
la boca con una mana y con la otra introducfa la pastilla; y en la ter­
cera dos becarios vacunados contra la rabia y ayudados con un al­
mohad6n para inmovilizar al animal eran quienes debian lograr que 
las pastillas fueran ingeridas. Los tratamientos consistieron en eva­
luar en que etapa de las antes mencionadas cada W10 de los indivi­
duos de los grupos consumfa la pastilla, si es que 10hacfan . 
SIGNOS DEL SRHPG 
Paralelo al estudio de las etapas de ingesta , se evalu6 en cada 
W10 de los individuos tratados si aparecfan los signos y reacciones 
antes mencionados, con que intensidad y en que etapa se producfan. 
Resultados 
ETAPA DE INGESTA 
Las etapas de ingesta obtenidas estan resumidas para los ga­
tos en el Grafico 1, para los nifios en el Grafico 2, para los perros 
en el Grafico 3 y para los demonios de Tasmania en el Grafico 4. 
A cinco de los gatos normales y a cinco gatos del grupo de 
knock-out tratados con pildorina no se les pudo dar la pastilla en 
ninguna de las etapas. Dos de los nifios tratados con 50 ml de pil­
dorina sufrieron de asfixia al intentar darles las pastillas. Inexpli­
cable mente uno de los demonios del grupo tratado con 100 ml de 
pildorina habl6 y dijo que no queria tomar nada sin antes consul­
tar los efectos colaterales con su medico de cabecera. 
Etapa I
Gatos 
0 
Etapa 2 
Etapa 3 
40 
0 7'll;\ -- ­30r=D=
20 
10 
No-males N cr-males Knock-out 
(35) con DDL con 
(35) pildorina 
(35) 
Tratamientos 
Grafico 1
 
Resultados obtenidos de las etapas de ingesta en gatos.
 
Nifios 
35 13 Etapa I Etapa 2 
Etapa 3 
25 
&­30 1 
20 
20 
15 . ­
10 
o 
Normales (32.5) Normales co n 50 Normales con 
ml de prldonna 100 ml de 
(33) pild or ina (33) 
Tratarnientos 
Grafico 2
 
Resultados obte rudos de las etapas de ingesta en nine s.
 
42 43 OEM Ol lEN OO PAP ERS 
Perras 
35 , - -33 ­ --33- ' Etapa I 
30 Etapa 2 -----')28­
Etapa 3 
2S
 
20
 
15 
10 ' ­
5 
O L......J- '"""""----..J_ _ L-'--..L... ,,;,....I:.....oi ~ 
Normales Normales con 50 ml N ormales co n 100 ml 
(33) de pildo r ina (33) de pildo rina (33) 
Tratamientos 
Grafico 3
 
Resultados obtenidos de las etapas de ingesta en perros.
 
Demonios de Tasmania 
40 
35 34 
10 
o 
Grafico 4
 
Resultados obtenidos de las etapas ue ingesta en dernonios de Tasmania.
 
REAC C I6 N EN GATO S 
EI 100% de los gatos normales pre sent 6 SRHPG como ya se 
describi6. De los gatos tratados can dulc e de lech e Parmalat tres 
presentar on signos, iini cam ente de tip o post ingesta, que se die­
ron en la primera y segunda etapa del tratamiento. Los gat os 
kno ck-out presentaron los signas de SRHPG pero s610 de postin ­
gesta. Y los gatos kno ck-out tratados co n pildorina en un 100% 
tuvieron todos los signos, tanto de pre como de postingest a. 
29 
No r-males (35) N or-male s con 50 rnl No rrna les con 100 ml 
de pildorina (35) de pildo rina (35) 
Tratamient os 
OEM Ol lENO O PAP ERS 
REACCI6N EN ~~IN O S 
Los nifios norma les que ingirieron la pastilla en la primera etapa 
tuvieron expresiones faciales de disgusto, pero no cuentan para el fin 
del estud io. De los nifios normales tratados con 50 ml de pildorina 
reaccionaron con signos de SRHP G treinta, diez en la segunda etapa 
de ingesta y veinte en la tercera. Se presentaron todos los signos pero 
con una intensidad moderada en el primer caso e intensa en el segun­
do. Los tratad os con 100 ml de pildorina tuvieron todos los signos y 
de una forma muy similar a la de los gatos normales. Sin embargo, en 
ninguno de los tratamientos se observaron signos postingesta. 
REACCI6N EN PE RROS 
Ninguno de los perros normales reaccion6 ante la presi6n para la 
ingesta de la pastilla. Todos los tratados can 50 y 100 ml de pildorina 
mostraron los signos de SRH PG pero no se vieron de postingesta. 
REACCI6N EN DEMONIOS DE T A SMANIA 
La mayona de los demonios normales ingiri6 en la segunda eta­
pa la pastilla , y a pesar de que mostraron los rasgos de agresividad 
habituales para su raza, en ninguno de eUos se vieron las reacciones 
antes men cion adas. Los tratados con 50 y 100 ml presentaron to­
dos los signos con una violenci a desenfrenada e inusitada que pro ­
voc6 la destru cci6n total de un televisor gigante e instalaciones del 
laboratorio, viend ose nuevamente ausencia de signos postingesta . 
Discusi6n 
En los distintos animales estudiad os se via claramente que la pil­
dorina es respons able del control de SRH PG. Esto se fundamenta, 
por un lado, en el control que se hizo con gatos tratad os con dulce 
de leche Parmalat (inhibidor de pildorasa ), en los cuales efectiva­
mente se produj o la inhibici6n de los signos Por otro lado, en todos 
los anirnales que naturalmente no presentan estos signos (perros, ni­
fios y demonios de Tasmania) , al ser tratados con pildorina en dis­
44 DEMOLIENDO PAPERS 
tintas dosis, se presentaron los signos del SRHPG mas 0 menos mar­
cados, segiin el caso. Sin embargo, en todos los grupos estudiados, 
se vio que, a pesar de manifestarse las reacciones preingesta, no se 
presentaron las reacciones postingesta. A partir de estos resultados 
suponemos que las reacciones postingesta no estan reguladas por 
pildorina y que simplemente son reacciones s610encontradas en ga­
tos. Una prueba de ella es 10ocurrido con el grupo tratado con dul­
ce de leche Parmalat, que a pesar de haber sido inhibidos todos los 
signos, los postingesta se presentaron de igual forma que en los ga­
tos normales sin tratamiento. 
El hecho de poder asegurar que el tratamiento con pildorina 
puede ser efectivamenteun control para la reacci6n en gatos abre 
muchas puertas, especialmente en el area de la veterinaria espe­
cializada en animales domesticos. La mayorfa de los veterinarios 
se enfrentan a diario con los problemas que este sfndrorne aca­
rrea, consultados por pacientes preocupados por la salud de sus 
mascotas. Esto podrfa dar una soluci6n tanto a veterinarios co­
mo a duefios de gatos que no desean que sus pertenencias (0 sus 
propias vidas) peligren ante las reacciones de sus mascotas, ya que 
ahora es posible controlar por medio de la ingesta diaria de dul­
ce de leche Parmalat las reacciones de preingesta del SRHPG. 
Referencias 
1. Don gatoy su pandilla, "Nuevas honnonas encontradas en felinosde 
importancia ambiental", Comoperros y gatos, 569, 1989, pp. 25-36. 
2. Matute E, y Garras, L., "El dulce de leche Parmalat como inhibidor 
de pildorasa",Science, 751, 1992, pp. 37-50. 
3. Einstein, P. y Tigre,A, "Sfndrome de Reacci6n Hostil Pastillof6bica 
Gatuna", Gatos en apuros, 994, 1988, pp. 23-28. 
4. Me Bill, A y Mulder, E, "El gen opi codificapara pildorasa, enzima re­
gulatoria de la sfntesisde pildorina",Nature, 187, 1991, pp. 893-895. 
5. Gatunos, et al., "Nuevo disefio de etapas para la ingesta de pastillas 
en gatos",National Geographic, 46, 1978, pp. 412-418. 
Humorina: adiccion 
en los omnibus 
GEORGINA COLO* 
Laboratorio de Fisiologfa y Biologfa de la Asociaci6n 
Protectora de Fumadores 
Resumen 
El humo del cigarrillo puede ser comparado con el humo que 
despide el cafio de escape de los 6mnibus, provocando un com­
portamiento particular en los choferes. 
Existen receptores humolepticos humanos (hRH), activados 
por una partfcula presente en el humo denominada hurnorina, que 
proviene del pirolizado del tabaco y aceite del motor. Estas partfcu­
las se unen a los receptores situados en la mucosa del tracto respi­
ratorio, y estimulan diferentes regiones del cuerpo a traves de cas­
cadas de sefiales y conexiones sinapticas. Estas provocan la adicci6n 
de los choferes a la humorina, dando como resultado la llegada ra­
pida a la parada del 6mnibus cuando se enciende un cigarrillo. Se 
demostr6 que el tiempo de retraso (tR) es mayor para los no fuma­
dores, y se cre6 un simulador de hurno para dicho caso. De esta for­
ma se reduce a men os de la mitad el tiempo de espera. 
Introducci6n 
Para estudiar la raz6n por la cuallos 6mnibus acuden pron­
to a la parada al encender un cigarrillo comenzamos por analizar 
el humo del cigarrillo y sus efectos en los choferes. 
* Georgina Colo es licenciada en biotecnologfa y actualmente trabaja en el 
Instituto Lanari en biologfa molecular de apoptosis, 
46 47 DEMOllENDO PAPERS 
En estudios previos (Purple, 1972) se demostr6 la existencia 
de una molecula denominada humorina en el humo del cafio de 
escape de los 6mnibus, capaz de excitar receptores humolepticos 
humanos (hRH) situados en las cavidades mucosas del tracto res­
piratorio. Investigaciones realizadas sobre estos mismos recepto­
res han comprobado que aquellos generan un alto grado de adic­
ci6n y los sujetos se vuelven muy sensibles a estos compuestos, 
percibiendolos a gran distancia (Huma, 2000). 
El cuerpo de las neuronas bipolares que conforman los recep­
tores se encuentran en la mucosa olfativa. Las humorinas se unen 
a los receptores humolepticos, y esta uni6n incrementa los nive­
les de AMPc intracelular amplificando la sefial y causando la des­
polarizaci6n de la membrana debido a un aumento en la permea­
bilidad de los cationes sodio y calcio (Floyd, 1975). 
El potencial de acci6n es conducido al bulbo olfatorio y lue­
go la sefial es enviada al area olfatoria del cerebro (Carozo & Na­
rizota, 2002). 
El objetivo del presente trabajo es relacionar la acci6n de la 
humorina con el comportamiento de los choferes de 6mnibus. 
Materiales y metodos 
El estudio fue realizado sobre 30 personas, 15 no fumadores 
y 15 fumadores. Se utilizaron las siguientes marcas de cigarrillos: 
Marlboro, Parliament, Philips Morris y Camel (proporcionado por 
Nobleza Piccardo, excepto Marlboro por Maxikiosco Carlitos). 
Las personas no fumadoras utilizaron un spray Sfmil-humo 
(Colo & Wiber, 2001). Rociandolo en la parada durante 5 segun­
dos se logra simular una situaci6n con fumadores en la que se 
puede medir el tiempo de retraso (tR). 
Las lfneas de 6mnibus estudiadas fueron 98, 22, 324 Y134. 
Se estudiaron 10 choferes de las respectivas empresas, a dis­
tintos tumos, 6 fumadores y 4 no fumadores. Las paradas elegi-
DEMOllENDO PAPERS 
das para el estudio fueron Constituci6n, Retiro, Caballito y el re­
corrido dentro de Quilmes y Bernal. 
Los datos fueron recolectados durante seis meses entre marzo 
y agosto de 2002, a distintos horarios y con variaciones climaticas. 
Como control, se estudi6 tambien el comportamiento de con­
ductores de remises y taxis. 
Se consider6 como tiempo inicial el momento en que el pa­
sajero enciende el cigarrillo en la parada, en caso de fumadores, 
o el momento en que se acciona el spray de Sfmil-humo. En el ca­
so de no fumadores, el tiempo inicial se toma cuando llegan a la 
parada. El tiempo final fue considerado cuando el 6mnibus frena 
en la parada y abre la puerta. 
Tfinal- Tinicial = Tretraso (tR) 
Tfinal - Tencendido = Tactivaci6n 
T encendido- Tinicial = T de espera 
Se defini6 tiempo de activaci6n como el que tarda la partfcula 
de humorina en activar los hRH. Generalmente este tiempo es cor­
to e incide directamente en la velocidad de reacci6n del chofer. 
Se realizaron mediciones a distintas horas del dfa para tomar 
el tR y el comportamiento del chofer. Se midi6 el tR a las 3, 9, 12, 
16,20 Y24 horas. 
Extracci6n de humorina. Se tomaron 2 g de tabaco en un tu­
ba de ensayo, se calent6 sobre el mechero y el humo desprendi­
do se deposit6 sobre una pastilla de ClNa. Lo mismo se hizo con 
el aceite de motor y el humo de las parrillas, se compararon los 
espectros obtenidos por Espectroscopia de Infrarrojo por Trans­
formada de Fourier (FTIR). Luego se extrajo la partfcula de cada 
muestra con HCl e isopropanol y se analiz6 la fase organica, 
Variaciones ctimetices. Las mediciones se tomaron a la mis­
rna hora del dfa y en distintas condiciones climaticas. Los dfas de 
viento en contra a la direcci6n del 6mnibus se utiliz6 Sfmil-humo 
y humo proveniente de cigarrillo, para comparar los efectos. 
49 48 DEMOLIENOO PAPERS 
Medici6n de los receptores burnotepticos. Se coloc6 un elec­
trodo en la superficie de la membrana olfatoria y se registr6 el po­
tencial electrico. Cuando se inspir6 humorin a el potencial se hizo 
negativo en el orificio nasal, y permaneci6 negativo mientras per­
sistfa la partfcula humorina en el aire. Esto se midi6 mediante un 
electroolfatograma. La amplitud del electroolfatograma como la in­
ten sidad de los impulsos nerviosos olfatorios son aproximadamen­
te proporcionales allogaritmo de la intensidad del estfmulo; los re­
ceptores olfatorios tienden a seguir leyes de transducci6n similares 
a las observadas en otros receptores sensoriales. 
Resultados 
Los extractos del humo del cigarrillo demostraron la existen­
cia de humorina. Superponiendo el espectro de FfIR con el de la 
molecula de humorina del humo del cafio de escape del 6mnibus, 
resultaron iguales (datos no mostrados). Tambien se realizaron ex­
tracciones del humo de parrillas y se encontr6 la presencia de la 
misma molecula, 
Comparando ausencia y presencia de humorina en la parada, 
se observa que el tR es tres veces mayor en su ausencia (Fig. 1). 
Los choferes de taxis y remises no manifestaron el mismo fe­
n6meno que los del transporte publico, dando resultados identi­
cos en presencia y ausencia de humorina. 
Los choferes de 6mnibus poseen mucho mas receptores hu­
molepticos comparados con otros conductores de distintos vehf­
culos 0 peatones (Iardin N° 40, 1980). La exposici6n prolongada 
al humo disminuye la sensibilidad a las humorinas, produciendo 
adaptaciones que otros conductores no poseen. 
Se observ6 que los 6mnibus

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