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MET DE LA INV Guía de estudio para el tercer parcial

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Universidad del Valle de México 
Curso de Metodología de la Investigación del Bachillerato Semestral
Borrador 1: guía o herramienta de estudio para el tercer parcial, ciclo 2020-10
Conceptos fundamentales de la Metodología de la Investigación y la Textualidad
Actualización de 16/05/2020 (versión 1.2)
Introducción
El presente texto es una herramienta de estudio para el tercer parcial del curso de Metodología de la Investigación. Los siguientes conceptos fundamentales de la metodología de la investigación permiten entender a grandes rasgos las técnicas y el proceso de indagación para generar conocimiento en relación con un tópico o tema de orden académico. Además, el lector encontrará un brevísimo resumen de los siete principios de la lingüística del texto, que nos permiten identificar una serie de enunciados en conjunto como un texto significativo y nos ayudan a reflexionar sobre las características de una comunicación efectiva, particularmente si examinamos estos elementos en el lenguaje científico o académico de nuestras disciplinas.
1. Conceptos fundamentales de la investigación
1.1. La investigación es un conjunto de procesos sistemáticos, críticos y empíricos que se aplican para estudiar un fenómeno o problema teórico de orden científico y académico. Más aún, debemos mencionar que hay cuatro características generales que distinguen a una investigación: pregunta o hipótesis, metodología sistemática, conocimiento previo y contribución al conocimiento. La pregunta define a menudo el curso de toda una investigación, por esta razón es fundamental meditar en la formulación de nuestros cuestionamientos de investigación, las metodologías de nuestra disciplina configuran el desarrollo de nuestros descubrimientos junto con los estudios realizados por otros académicos y, finalmente, la contribución y difusión de los conocimientos constituye la última etapa de la investigación. Debido a esto, cualquier texto académico como una tesina, artículo o tesis, debe utilizar un lenguaje formal, crítico y vocabulario especializado. 
	Además, la composición de un texto académico posee tres etapas generales en su proceso de elaboración que son a saber la planificación, redacción y, edición y presentación. Por ello, el anteproyecto es la concreción de la etapa de planeación y formulación previa que realizamos al enfrentarnos antes de realizar una investigación académica. De las secciones que integran el anteproyecto recordamos: el planteamiento del problema que consiste en la definición del tema de estudio de la investigación; la justificación es la fase en la investigación en la que se debe describir de manera global las razones por la cuales se pretende desarrollar el problema seleccionado; el marco teórico o estado del arte es la presentación y el análisis de los aspectos más relevantes de la literatura existente sobre nuestro tema y que refleja el trabajo de anteriores estudios, teorías, corrientes o escuelas que se han desarrollado alrededor de dicho tópico o tema académico; los objetivos son las metas que nos hemos propuesto alcanzar con nuestra investigación; por ello son la guía que nos permitirá encausar la búsqueda de la información, el tipo de metodología a utilizar y, en general, el curso total de la investigación; la metodología es la descripción del posible proceso de la investigación que seguiremos y las diferentes teorías, herramientas y métodos que serán utilizados para generar conocimiento; el cronograma implica también tratar de prever los costos y la duración que requerirá la ejecución de nuestro estudio. La forma más simple de presentar lo anterior es por medio de una tabla que organiza nuestras actividades; y finalmente la bibliografía que consiste en cualquier tipo de texto académico (libro, ensayo, artículo, tesina, tesis…), se espera que indiquemos las investigaciones que sirvieron de apoyo para el desarrollo de nuestra investigación. A esta sección de un anteproyecto o texto académico.
	En una investigación académica, utilizamos principalmente dos tipos de fuentes de información o conocimiento de acuerdo con cada disciplina o área de estudio: las fuentes primarias, aquella(s) que son obtenida(s) de manera directa o bien es nuestro fenómeno u objeto concreto de estudio, y las fuentes secundarias, aquellas que son realizadas por los investigadores (bibliotecas, hemerotecas, bases de datos, revistas digitales…). En relación con estas últimas fuentes, la cita textual es la ficha bibliográfica o cita en la cual se transcriben pasajes o párrafos completos de las fuentes primarias o secundarias. Una vez que se ha redactado todo un texto académico, las conclusiones son la sección de un texto académico (tesis, artículo, ensayo, tesina…) donde se presentan los resultados de nuestra investigación de manera formal.
2. Los siete principios de la textualidad. Leer y escribir para indagar y cuestionar.
2.1. Esta introducción sirve para recordarnos algunos principios generales que se aplican tanto a la lectura cuidadosa y sagaz como a la expresión clara y precisa en general: cohesión, coherencia, intencionalidad, aceptabilidad, informatividad, situacionalidad y, finalmente, intertextualidad. Mis estimados estudiantes, recuerden que estos principios nos ayudan a desarrollar una mayor consciencia de la lengua y el texto mediante el estudio de la gramática y la práctica de la redacción de textos académicos.
En sentido general, para que in texto cumpla su función comunicativa, requiere Cohesión gramatical dentro de cada oración y entre la oraciones dentro del párrafo : (1) Concordancias morfológicas: acuerdo de persona, número, etc; (2) Normas sintácticas: normatividad de régimen, argumentos verbales; y (3) Concordancia del prenombre con su antedecente. 
En términos generales, suponemos que existe un texto cuando entendemos que alguien (el autor) tuvo la intención de expresar algo a través de las palabras que aparecen ante nuestros ojos o nuestros oídos: (1) la intencionalidad es una necesidad psicológica; (2) El proceso interpretativo opera como si el texto tuviera una intención; y incluso si el texto presenta contradicciones o mensajes irreconciliables entre sí.
Más aún, el concepto de coherencia como elemento esencial de la textualidad se refiere a la unidad lógica y conceptual del texto: (1) esta característica nos comunica la intención de crear una unidad discursiva y significativa más allá de la unidad gramatical de las oraciones; y (2) el texto debe estar entrelazado de manera que el lector pueda entender el texto como un discurso (una cadena de comunicaciones). Por ejemplo, A. Uso de relaciones lógicas o conectores discursivos; y B. Evadir el uso de oraciones incompletas o ambiguas.
En cuanto al concepto de aceptabilidad, este principio se refiere a la actitud que trae el receptor al acto de comunicación cuando espera que el texto forme un discurso cohesivo y coherente, y espera que el acto de comunicación de alguna forma le resulte pertinente, es decir que le lleve a la adquisición de conocimiento o a la consecución de algún fin (teórico, práctico o afectivo).
Cuando decimos informatividad queremos decir que se espera que el texto contenga un balance razonable entre lo que el receptor espera y lo que no espera, lo que conoce y lo que no conoce. (1) Si el texto comunica información conocida por el lector, su mensaje pierde valor, y (2) si el contenido es totalmente nuevo, el lector no tiene vía de acceso al mensaje del texto (v.g. un texto en una lengua desconocida).
La situacionalidad es lo que hace que el texto sea pertinente, lo que indica que el texto viene al caso en la situación en la cual se pronuncia o en el foro ante el cual se presenta: (1) En qué contexto social, artístico o académico; (2) Cambia a través del tiempo con frecuencia; (3) De acuerdo con el público receptor (conferencia pública, seminario avanzado, congreso profesional, etc.); y (4) El tono y el registro debe corresponder a esa situación especial.
El último requisito es la intertextualidad, término con el cual describimos larelación que se establece cuando nuestra capacidad para entender o utilizar el texto depende de nuestro conocimiento de un texto, fuera de los límites del texto presente como tal: (1) en sentido estricto, todo texto es intertextual; (2) el tejido de la lengua y la cultura también es intertextual; y (3) en textos académicos, esta característica remite al debate vigente, citas, remisiones (a otros textos o al mismo, fichas y comentarios críticos.

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