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44357744-Tanatologia

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Tanatología 
La tanatología (“La ciencia de la muerte”) es el estudio de los procesos 
relacionados con las reacciones ante la muerte, tanto del que está 
muriendo, como de los que asisten dolorosamente al proceso. Un área que 
guarda relación con ésta es el estudio de las reacciones del personal 
sanitario ante la muerte y el duelo en su trabajo con los pacientes y cómo 
pueden llegar a entender sus propios temores y sus sentimientos de pérdida. 
 
Disciplina Científica cuya 
finalidad principal es curar el 
dolor de la muerte y el de la 
desesperanza. No se trata, pues, de 
dar consejos ni consuelos. Es curar 
estos dolores que son los más 
grandes que el ser humano pueda 
sufrir. "Ayudar a bien morir" será 
una meta tanatología cuando la 
muerte de un paciente está 
cercana, pero no la finalidad 
principal. 
Por lo mismo, el tanatólogo puede definirse como un "especialista en 
enfermos terminales", pero con finalidades específicas, ya que no se trata de 
un paliativista, ni de un urgenciólogo, ni de un intensivista, ni de un 
algólogo. La definición de lo que es el enfermo terminal, es diferente a la 
definición médica del término. En tanatología, un enfermo terminal es: 
"Una Persona que padece una enfermedad por la que posiblemente vaya a 
morir en un tiempo relativamente corto y que conoce su diagnóstico". 
Hacemos hincapié en las palabras: Persona (ver al paciente como lo que es: 
Persona Humana), Posiblemente (ni siquiera probablemente), Tiempo 
relativamente corto (bajo el punto de vista del enfermo ó su familia), 
Conoce el diagnóstico (si es una enfermedad que enfrenta al paciente a su 
propia muerte, cambia la vida del paciente, al menos en cuanto a sus 
emociones y en cuanto a su visión de la vida, a partir del momento mismo 
de conocer el diagnóstico médico). 
De esta manera, la labor tanatología debería comenzar en el momento en 
que se les diga su diagnóstico al enfermo y a su familia. Lo que 
médicamente es enfermo terminal, en Tanatología se le llama enfermo en 
fase terminal. 
La tanatología gira alrededor del enfermo terminal y se basa en las 
descripciones y observaciones que sobre él se realizan para ofrecer un 
diagnóstico y, mediante este, 
determinar las acciones a 
seguir. 
 
La tanatología tiene una base 
interdisciplinaria: medicina, 
enfermería, psicología, 
asistencia social, espiritualidad 
y religiones, justicia, ética, etc. 
 
La tanatología percibe al hombre como un todo, con sus necesidades y con 
sus realidades físicas, psicológicas, espirituales, sociales y culturales; 
contemplando primero al enfermo terminal y luego a quienes le rodean. 
 
El objetivo principal de la tanatología es ayudar al hombre en aquello a lo 
que tiene como derecho primario y fundamental: morir con dignidad, plena 
aceptación y total paz. 
 
Si comenzamos a intuir qué es la vida, nos será más fácil llegar a 
comprender el modo en que 
a todo fenómeno vital le 
sigue un declive y un nuevo 
comienzo. La muerte es un 
tránsito y un descanso, un 
amanecer y un anochecer, 
una despedida y un 
encuentro, una realización y 
una promesa, una partida y 
una llegada. Nuestra vida no comienza cuando nacemos y no termina 
cuando morimos. Sólo es pasar un tiempo para madurar y crecer un poco. 
 
La Tanatología comprende muchos campos de acción, desde la atención al 
enfermo moribundo y a su familia, hasta la elaboración del proceso de 
duelo por una pérdida significativa. 
 
En la biología, se considera vivo lo que tenga las características: 
 Organización: Formado por células. 
 Reproducción: Capaz de generar o crear copias de sí mismo. 
 Crecimiento: Capaz de aumentar en el número de células que lo 
componen y/o en el tamaño de las mismas. 
 Evolución: Capaz de modificar su estructura y conducta con el fin de 
adaptarse mejor al medio en el que se desarrolla. 
 Homeostasis: Utiliza energía para mantener un medio interno 
constante. 
 Movimiento: Desplazamiento mecánico de alguna o todas sus partes 
componentes, Se entiende como movimiento a los tropismos de las 
http://es.wikipedia.org/wiki/Biolog%C3%ADa
http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9lula
http://es.wikipedia.org/wiki/Reproducci%C3%B3n
http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero
http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9lula
http://es.wikipedia.org/wiki/Evoluci%C3%B3n_biol%C3%B3gica
http://es.wikipedia.org/wiki/Homeostasis
http://es.wikipedia.org/wiki/Energ%C3%ADa
http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_%28f%C3%ADsica%29
http://es.wikipedia.org/wiki/Mec%C3%A1nica
http://es.wikipedia.org/wiki/Tropismo
plantas, e incluso al desplazamiento de distintas estructuras a lo largo 
del citoplasma. 
Qué no es vida 
No es vida cualquier otra estructura del tipo que sea (aunque contenga 
ADN o ARN) incapaz de establecer un equilibrio homeostático (virus, 
viriones, priones, células cancerígenas o cualquier otra forma de 
reproducción que no sea capaz de manifestar una forma estable 
retroalimentaría sostenible con el medio, y provoque el colapso 
termodinámico). Así, se puede concluir que una célula está viva, pues posee 
una regulación homeostática relativa a ella misma, pero si no pertenece a 
un organismo homeostático, no forma parte de un organismo vivo, 
consume recursos y pone en peligro la sostenibilidad del medio en el cual se 
manifiesta. 
El significado de la muerte 
 
Las reacciones ante la muerte dependen, en parte, del contexto. Por 
ejemplo, la muerte puede experimentarse como 
predecible, o impredecible. La muerte esperada 
implica que uno sabe que la vida dura 
aproximadamente lo que, de hecho, dura; 
esencialmente, uno muere cuando lo esperaba 
y los que asisten a esa muerte no se ven 
sorprendidos por ella. En el esquema vital de 
Erik Erikson, el último período de la vida 
conlleva la lucha entre la integridad y la 
desesperanza. Según Erikson, la resolución 
positiva del tener que enfrentarse a una muerte 
inevitable incluye un sentimiento de plenitud, 
paz e integridad, en lugar de sentimientos de fracaso, horror y 
desesperación. En la teoría de Erikson, sólo puede existir una resolución 
http://es.wikipedia.org/wiki/Citoplasma
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cido_desoxirribonucleico
http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81cido_ribonucleico
http://es.wikipedia.org/wiki/Virus
http://es.wikipedia.org/wiki/Viri%C3%B3n
http://es.wikipedia.org/wiki/Pri%C3%B3n
http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1ncer
positiva si se han resuelto satisfactoriamente los conflictos propios de las 
fases precedentes del desarrollo adulto. 
 
La muerte inesperada implica que ésta se produce de un modo prematuro o 
inesperado, y los que presentan el duelo sufren un gran shock. Este tipo de 
muerte suele referirse a 1) la muerte de una persona joven, 2) la muerte 
repentina, o 3) la muerte catastrófica, relacionada con la violencia o los 
accidentes, y situaciones incomprensibles. 
 
La muerte también puede calificarse como intencionada (suicidio), no 
intencionada (trauma o enfermedad), y sub-intencionada (abuso de 
fármacos, dependencia alcohólica, consumo de cigarrillos). La muerte 
puede tener muchos significados psicológicos distintos, tanto para el 
moribundo como para la sociedad en general. Según la formulación de 
Susan Sontag, la muerte puede llegar incluso a tener el poder de una 
metáfora. Por ejemplo, algunas personas ven la muerte como el merecido 
castigo por lo que se percibe como una vida inmoral y llena de pecado. 
 
Reacciones ante la muerte inminente 
 
Algunos investigadores han estudiado las reacciones ante la muerte. Una de 
las primeras y más útiles clasificaciones de las distintas reacciones ante la 
muerte inminente fue la que realizó la psiquiatra y tanatología Elisabeth 
Kübler-Ross. Rara vez un paciente moribundo sigue una secuencia regular 
de respuestas que puedan identificarse con claridad. Sin embargo, las cinco 
fases que proponía Kübler-Ross se encuentran ampliamente.Fase 1 - Shock y negación 
 
Cuando se le comunica a un paciente que va a morir, la primera reacción 
suele ser de shock. Los pacientes suelen sentirse aturdidos al principio y 
luego se niegan a creer el diagnóstico o la posibilidad de que algo vaya mal. 
Algunos pacientes nunca logran superar esta fase, y van de médico en 
médico hasta encontrar a alguno que apoye su posición. El grado en el que 
la negación puede ser una respuesta adaptativa o no adaptativa depende de 
si el paciente continúa o no con el tratamiento, incluso cuando niega la 
realidad del diagnóstico. En estos casos, los médicos deben dar al paciente y 
a su familia, de un modo respetuoso y directo, información general sobre el 
carácter de la enfermedad, su pronóstico y las distintas opciones de 
tratamiento. Una comunicación efectiva presupone que se toleren las 
respuestas emocionales del paciente, y que se le asegure que no va a ser 
abandonado. 
 
Fase 2 - Ira 
 
Los pacientes se sienten frustrados, irritables y coléricos por estar enfermos. 
Una pregunta típica es: "¿Y por qué a mí?". Pueden sentirse coléricos contra 
Dios, contra su destino, algún amigo o algún miembro de su familia; incluso 
llegan a culparse a sí mismos. A veces la cólera se desplaza hacia el personal 
hospitalario o los médicos, a los que se ataca por la enfermedad. Los 
pacientes en este estado son difíciles de tratar. El médico que tenga 
dificultades para comprender que la ira es una respuesta esperable, y que 
realmente se ha producido un desplazamiento, puede llegar a abandonar al 
paciente o a ponerlo bajo la atención de otro colega. El tratamiento de la 
rabia de los pacientes implica comprender que ésta no puede tomarse como 
nada personal. La cólera suele disminuir si uno se enfrenta a ella con 
respuestas no defensivas y comprensivas: se ayuda así también al paciente a 
reenfocar los sentimientos profundos (p.ej., duelo, miedo, soledad) que 
subyacen en la rabia. También, el médico debe reconocer que esa cólera 
puede representar los intentos de pacientes de dominar una situación a lo 
cual se sienten completamente fuera de control. 
 
Fase 3 - Negociaciones 
 
Los pacientes pueden intentar negociar con los médicos, los amigos, e 
incluso con Diossi se produce la curación, ellos cumplirán tal o cual 
promesa, tales como obras de caridad o asistir a la iglesia regularmente. 
Otro aspecto de estas negociaciones, es que los pacientes pueden creer que 
los médicos, si él es un buen enfermo (complaciente, que no discute, 
cariñoso), lo tratarán mejor. El tratamiento con este tipo de pacientes 
consiste en hacerles entender que van a ser tratados lo mejor posible, hasta 
donde lo permitan las posibilidades del médico y que se hará cuando esté 
en su mano, con independencia de la conducta o de cualquier otra acción 
del paciente. El enfermo debe ser animado a participar activamente en el 
problema y comprender que ser un buen paciente significa ser lo más 
honesto y directo posible. 
 
Fase 4 - Depresión 
 
En la cuarta fase, los pacientes muestran claros síntomas de depresión -
abandono, retardo psicomotor, problemas de sueño, desesperanza y , 
posiblemente, pensamientos suicidas. La depresión puede ser una reacción 
contra lo que la enfermedad ha podido provocar en su vida (p.ej., la pèrdida 
del trabajo, apuros económicos, falta de 
ayuda, soledad y aislamiento de amigos y 
familiares), o bien puede ser la anticipación 
de la pérdida de la vida que se producirá al 
final. Si aparece una depresión profunda 
con signos vegetativos y pensamientos 
suicidas, puede estar indicado el 
tratamiento con antidepresivos o con 
terapia electro-convulsiva (ECT). Todas las 
personas sienten al algún grado tristeza ante 
la perspectiva de su propia muerte, y la 
tristeza normal no requiere ningún tipo de 
intervención biológica. Sin embargo, los 
trastornos depresivos profundos y los 
pensamientos suicidas activos pueden aliviarse, y no deben ser aceptados 
como consustanciales al conocimiento de la muerte próxima. Si se sufre una 
depresión profunda, es poco probable que se pueda mantener la esperanza. 
La esperanza puede llegar a retrasar la muerte y fomenta la dignidad y la 
calidad de vida del paciente. 
 
 
 
Fase 5 - Aceptación 
 
Los pacientes llegan a aceptar que la muerte es inevitable y la entienden 
como una experiencia universal. Sus 
sentimientos pueden variar desde la 
neutralidad hasta la euforia. En 
circunstancias ideales, el paciente resuelve 
sus sentimientos sobre la inevitabilidad de la 
muerte y es capaz de hablar de ello y de 
enfrentarse a lo desconocido. Las personas 
que tienen profundas creencias religiosas y 
que están convencidas de que existe una vida 
futura después de la terrena, pueden 
encontrar consuelo en la máxima religiosa: no temas a la muerte; acuérdate 
de los que se han ido antes que tú, y de los que te seguirán. 
 
La atención del paciente moribundo 
 
La habilidad de los médicos para atender compasiva y eficazmente a un 
paciente moribundo depende, en gran medida, de la firmeza de sus propias 
actitudes ante la muerte y el hecho de morir. Algunos médicos tienen 
actitudes disfuncionales hacia la muerte y los moribundos, que suelen ser 
reforzadas por el tipo de enseñanza que reciben. Cuando la formación se 
basa casi exclusivamente en el control y la erradicación de la enfermedad a 
expensas de la atención y la comodidad de la persona enferma, la muerte y 
el paciente moribundo se convierten en enemigos. En otras palabras, puede 
llegarse a pensar que la muerte y el moribundo son consecuencia de un 
fallo personal y, por ello, reflejan las limitaciones y la inadecuación del 
médico. Cuando ocurre esto, no es infrecuente que se evite el contacto con 
pacientes moribundos o que éstos provoquen una especie de irritación, 
impaciencia y miedo. 
 
A causa de sus conocimientos extensos sobre el cuerpo humano y su 
experiencia técnica para controlar muchas enfermedades, los médicos 
pueden llegar a sentirse inconscientemente omnipotentes a la hora de 
prevenir la muerte. Cuando estos médicos tienen que enfrentarse a ella, 
pueden sentirse traicionados y a la defensiva: su imagin se ha visto 
gravemente dañada. Estos médicos ven a los pacientes moribundos como 
recordatorios de su propia falibilidad. 
 
Algunos médicos iniciaron sus estudios de medicina movidos por 
sentimientos inconscientes de miedo a la muerte. Estos médicos esperan, 
sin conciencia de ello, que, a través del estudio y la destreza médica, 
pueden conseguir algún tipo de control sobre su propia mortalidad. Aunque 
estos médicos tienen en alguna ocasión que enfrentarse a pacientes que 
mueren, sienten tal grado de ansiedad, que experimentan una fuerte 
necesidad de evitar el contacto con enfermos moribundos. Estos médicos 
pueden intentar enfrentarse con su miedo a la muerte a través de una 
profunda intelectualización; por ejemplo, pueden dar al paciente detalles 
poco importantes y con frecuencia innecesarios sobre el día a día de las 
vicisitudes de la enfermedad, mientras tratan de evitar cualquier 
conversación sobre los temores, las preocupaciones y los sentimientos del 
paciente. 
 
La tarea fundamental del médico que se ocupa de atender a enfermos 
terminales es proporcionarles una atención compasiva y un apoyo contante. 
Los puntos esenciales de una atención apropiada son visitar al paciente de 
forma regular, mirarle a los ojos, tocarlo, escuchar lo que el paciente quiere 
decir y tratar de contestar a cualquier pregunta de la manera más 
respetuosa posible. Lo más importante es saber ser honesto y tener tacto. La 
mayoría de los pacientes desean que su médico les diga la verdad; por 
ejemplo, prefieren saber que tienen cáncer. Decir la verdad no excluye que 
se puedan tener esperanzas. Si el 85% de la gente que sufre una enfermedad 
dada muere en el plazo de5 años, también es cierto que otro 15% sigue 
viviendo después de ese tiempo. Además, es posible que no todos los 
pacientes quieran saber detalles concretos sobre su enfermedad. El médico 
debe preguntar al paciente hasta qué grado quiere conocer su enfermedad y 
debe responder de acuerdo a los deseos del paciente. 
 
El grado de conocimiento de la enfermedad que tiene el paciente, su familia 
y el personal hospitalario varían en extensión. Podríamos concretar cuatro 
tipos de conciencia: conciencia abierta, en la cual el personal médico, la 
familia y el paciente son perfectamente conscientes del diagnóstico, 
tratamiento y pronóstico de la enfermedad, conciencia que simula no saber, 
en el que esas mismas personas lo saben, pero pretenden que no lo saben; 
conciencia sospechosa, en el que todos lo saben excepto el paciente, que 
sospecha la verdad; y conciencia cerrada, en la que todo el mundo, menos 
el paciente, lo sabe. Los hospitales tienden a que el conocimiento sea 
abierto, siempre que pueda ser tolerado por todas las personas implicadas; 
pero algunos pacientes terminales pueden preferir no saber la verdad sobre 
su estado, y este deseo debe respetarse. Sin embargo, hay que hacer todos 
los intentos posibles, de un modo educado y respetuoso, para animar al 
paciente y a su familia a que hablen abiertamente. Muchas veces, lo que 
parece ser un rechazo a hablar sobre la muerte inminente puede ser, de 
hecho, miedo al aislamiento o al rechazo o, a que se percibe sin, falta de 
valor. 
 
Hay que tener en cuenta también otros factores en la atención al paciente 
moribundo. El control del dolor debe ser enérgico en la fase terminal. Un 
moribundo debe poder seguir funcionando con tanta efectividad como 
permita su enfermedad. Esto es relativamente fácil de hacer cuando el 
enfermo está relativamente libre de dolor. El médico debe usar tantos 
narcóticos como se necesiten y se puedan tolerar para que el paciente pueda 
atender sus cometidos con un mínimo de incomodidad. Además, el médico 
no debe personalizar las quejas de un enfermo que podría estar en la fase de 
cólera, y debe ayudar a los miembros de la familia a enfrentarse a los 
sentimientos que provoca en ellos la muerte inminente del enfermos. Para 
muchos pacientes, su familia es la fuente fundamental de apoyo emocional 
y se entienden con ella mucho mejor y con más fluidez que con el médico 
que le atiende. 
 
Intervenciones familiares 
 
El primer paso en el trabajo con la familia del paciente moribundo es 
establecer una alianza con ella. Esto puede lograrse dejando que los 
miembros de la familia hablen de sus propias vidas y preocupaciones, y 
mostrando cierta comprensión hacia ellos. El médico debe tratar de evaluar 
hasta qué punto la familia quiere que se la oriente y se la ayude, y hasta que 
punto desea ser autónoma. 
 
Cuando se sufre un gras estrés externo, cual es la muerte inminente de un 
miembro de la familia, los conflictos familiares pueden intensificarse. El 
médico puede ser de utilidad para ayudar a la familia a centrarse en la 
mejor manera de hacer frente al estrés exterior, en lugar de la mutua 
culpabilidad y la discusión. La apertura de canales de comunicación entre 
los miembros de la familia puede servir de ayuda. 
 
La familia puede negarse a hablar con el enfermo moribundo acerca de su 
muerte inminente, por miedo a sentirse demasiado afectados o afectan al 
paciente. De la misma manera, el enfermo moribundo puede tratar de 
evitar el hablar sobre su propia muerte por temor a agobiar a la familia. En 
situaciones como éstas, el médico puede hacer saber a las dos partes los 
sentimientos de los otros y puede animarles a hablar, e incluso sacar este 
tema cuando todos estén juntos. 
 
"De los cuidados paliativos al Ars Moris - Un abordaje psico-espiritual" 
"Aprende a morir y aprenderás a vivir. Nadie aprenderá a vivir si no ha 
aprendido a morir", así rezaba un viejo manual occidental sobre la muerte y 
el proceso de morir. 
Actualmente, en nuestra sociedad se ha producido un considerable avance 
en lo referente a la atención al paciente moribundo, desarrollo que se ha 
realizado por un lado en lo que hace a la terapia del dolor y más 
específicamente a la farmacología en sí. Pero también, el movimiento de los 
cuidados paliativos desarrollado a mediados del siglo pasado por C. 
Saunders en Inglaterra y que da cuenta de la necesidad de brindar una 
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.7129434155095484&pb=df5cc302ad3eb2c8&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=aprende
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.22866063187812757&pb=f501b6d9b042e4f1&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=vivir
http://www.monografias.com/trabajos13/mapro/mapro.shtml
http://www.monografias.com/trabajos15/tanatologia/tanatologia.shtml
http://www.monografias.com/trabajos14/administ-procesos/administ-procesos.shtml#PROCE
http://www.monografias.com/trabajos35/sociedad/sociedad.shtml
http://www.monografias.com/trabajos14/deficitsuperavit/deficitsuperavit.shtml
http://www.monografias.com/trabajos12/desorgan/desorgan.shtml
http://www.monografias.com/trabajos15/kinesiologia-biomecanica/kinesiologia-biomecanica.shtml
http://www.monografias.com/trabajos6/laerac/laerac.shtml
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.4053713865367198&pb=c97feb55362b67d9&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=cuenta
atención compasiva tendiente no sólo a disminuir el sufrimiento físico del 
paciente sino también a optimizar su calidad de vida, a través del control de 
los síntomas físicos, emocionales, mentales, sociales. 
Pero como supiera decir el sabio maestro budista, Padmasambhava: 
"Quienes creen que disponen de mucho tiempo, sólo se preparan en el 
momento de la muerte. Entonces los desgarra el arrepentimiento. Pero, ¿no 
es ya demasiado tarde?". 
En este sentido creo que la pregunta que todos y cada uno de nosotros nos 
debemos hacer aquí y ahora a nosotros mismos y con total sinceridad es: 
¿Qué sé sobre la muerte?". 
En primer lugar debemos ser conscientes de que la muerte es un absoluto 
misterio, pues nadie ha regresado del "más allá" para referirnoslo. Todo lo 
que contamos es con lo que se denomina "experiencias cercanas a la 
muerte". 
Pero debemos ser con nosotros mismos tan íntegros como lo fue el célebre 
filósofo griego Sócrates, cuando afirma: "El temor a la muerte, señores, no 
es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre 
aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser 
humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si 
supiera con absoluta certeza que es el peor de los males". 
Aunque si contamos con dos certezas irrefutables. Sabemos que es 
absolutamente cierto que habremos de morir y también que es 
absolutamente incierto cuándo y cómo. Angustiosas interrogantes 
existenciales ambas si las hay. 
En "El conocimiento silencioso" de Carlos Castaneda, don Juan, el gran 
brujo yaqui dice: "Sin una visión clara de la muerte, no hay orden, no hay 
sobriedad, no hay belleza. Los brujos se esfuerzan sin medida por tener su 
muerte en cuenta, con el fin de saber, al nivel más profundo, que no tienen 
ninguna otra certeza sino la de morir. Ese conocimiento da a los brujos el 
valor de tener paciencia sin dejar de actuar; les da, asimismo, el valor de 
http://www.monografias.com/trabajos11/conge/conge.shtml
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.6875111195706886&pb=29a372afcd0bbace&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=vida
http://www.monografias.com/trabajos14/control/control.shtml
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.42017670823787334&pb=ca4fd91df2f47ab3&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=sociales
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.28083689068487716&pb=8f8b995ec19bd789&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=como
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.3960790990803198&pb=a4ce128e41475e99&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=decirhttp://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.24762803871089467&pb=a76550ea5f15f3c4&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=maestro
http://www.monografias.com/trabajos901/evolucion-historica-concepciones-tiempo/evolucion-historica-concepciones-tiempo.shtml
http://www.monografias.com/trabajos15/tanatologia/tanatologia.shtml
http://www.monografias.com/trabajos13/socrats/socrats.shtml
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.6320085805719862&pb=88d988405a648b1b&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=certeza
http://www.monografias.com/trabajos/epistemologia2/epistemologia2.shtml
http://www.monografias.com/trabajos14/nuevmicro/nuevmicro.shtml
acceder, el valor de aceptar todo sin caer en la estupidez y, sobre todo, les 
otorga el valor para no tener compasión ni entregarse a la importancia 
personal". En otro momento expresa: "Los brujos dicen que la muerte es 
nuestro único adversario que vale la pena. La muerte es quien nos reta y 
nosotros nacemos para aceptar ese reto, seamos hombres comunes y 
corrientes o brujos. La diferencia es que los brujos lo saben y los hombres 
comunes y corrientes no". 
Este concepto de la muerte como el gran adversario que nos infunde de 
valor y paciencia para actuar sin entregarnos a la importancia personal o 
ego-centrismo nos hace ver a la muerte como un maestro que nos saca de 
nuestro in-consciente escondite y nos abre a la verdad de la vida y del 
universo. 
Reflexionemos sobre ello. A poco que pensemos, hemos de llegar a darnos 
cuenta de que en realidad ignoramos quienes somos, es decir, cuándo nos 
preguntan sobre nuestra identidad respondemos con una diversa variedad 
de elementos que hemos coleccionado con el fin de definirnos a nosotros 
mismos (por ejemplo, soy uruguayo, psicólogo, hombre, etc.). Pero cuando 
todas esas cosas se nos quitan, ¿tenemos idea de quienes somos en realidad 
sin y detrás de todos esos agregados?. 
Además, nos identificamos con nuestro cuerpo y con nuestra muerte, pero 
que sucederá cuando ya no estén presentes, ¿son estos dos elementos 
sostenes seguros y confiables de nuestro ser y de nuestra identidad? 
Para no hacer frente a estas interrogantes, buscamos y exigimos vivir según 
un plan pre-establecido, por ejemplo, estudiar, trabajar, formar una familia, 
etc., etc., de manera de vivir de forma acelerada, ocupando el tiempo con 
responsabilidades y con cosas materiales. 
En una palabra, si deseamos dejar de una vez por todas que la vida nos viva 
a nosotros y en cambio vivir nosotros la vida (valga la perogrullada), 
debemos empezar por aceptar la muerte como una gran maestra que 
continuamente nos susurra al oído: "Carpe diem", es decir, vive la vida en el 
http://www.monografias.com/trabajos11/fuper/fuper.shtml
http://www.monografias.com/trabajos10/teca/teca.shtml
http://ads.us.e-planning.net/ei/3/29e9/cfa010f10016a577?rnd=0.4526624902051345&pb=9598d962abe9396a&fi=eb0e8ff6dc86e90c&kw=ver
http://www.monografias.com/trabajos7/creun/creun.shtml
http://www.monografias.com/trabajos14/cambcult/cambcult.shtml
http://www.monografias.com/trabajos15/fundamento-ontologico/fundamento-ontologico.shtml
http://www.monografias.com/trabajos55/agregados/agregados.shtml
http://www.monografias.com/trabajos5/segu/segu.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/plane/plane.shtml
http://www.monografias.com/trabajos5/fami/fami.shtml
http://www.monografias.com/trabajos14/propiedadmateriales/propiedadmateriales.shtml
http://www.monografias.com/trabajos2/mercambiario/mercambiario.shtml
http://www.monografias.com/trabajos7/senti/senti.shtml#oi
aquí y ahora, sin dejar situaciones inconclusas, pues no sabemos que llegará 
primero, si la muerte o el próximo día. 
Como dice Sogyal Rimpoché: "El último pensamiento y emoción que 
tenemos justo antes de morir ejerce un poderosísimo efecto determinante 
sobre nuestro futuro inmediato. Este último pensamiento o emoción puede 
amplificarse desproporcionadamente e inundar toda nuestra conciencia en 
el momento de la muerte. En este momento nuestra mente se encuentra 
completamente expuesta y vulnerable a cualquier pensamiento que 
entonces nos ocupe". 
Como afirmábamos, vivir una "vida impecable" como decía don Juan, daría 
cuenta asimismo del logro de la capacidad de lo que podríamos denominar 
como "morir con arte" o "ars moris", que consistiría en afrontar el momento 
último de nuestra existencia sin desear ni pensar en nada, sin mantener 
apego a ser o cosa alguna. 
Y esto se lograría tan sólo a través de la práctica de un camino espiritual, 
que no necesariamente religioso. La consecución de una visión espiritual 
implica ni más ni menos que mirar hacia dentro de nosotros disolviendo 
aquellos aspectos fragmentarios y en perpetuo conflicto en nuestra 
conciencia, relajando la tensión del ego y volviendo a reposar en la 
naturaleza de la mente. Se podría decir que consiste en una metodología, 
una praxis tendiente a lograr una plena conexión con nuestra esencia más 
íntima. 
En conclusión y coincidiendo plenamente con C. Longaker, afirmamos que 
las cuatro tareas básicas para experimentar con plenitud la vida y la muerte 
son: 
1) darnos cuenta de que el sufrimiento existe y que se puede transformar en 
una experiencia de plenitud. 
 2) mantener una comunicación con nosotros mismos y con los demás, 
donde nos expresemos con todo nuestro ser y fundamentalmente con 
nuestro corazón, lo más compasivos y libres de apego que podamos. 
http://www.monografias.com/trabajos14/genesispensamto/genesispensamto.shtml
http://www.monografias.com/trabajos11/estacon/estacon.shtml
http://www.monografias.com/Arte_y_Cultura/index.shtml
http://www.monografias.com/trabajos4/confyneg/confyneg.shtml
http://www.monografias.com/trabajos36/naturaleza/naturaleza.shtml
http://www.monografias.com/trabajos11/metods/metods.shtml
http://www.monografias.com/trabajos910/teoria-y-praxis/teoria-y-praxis.shtml
http://www.monografias.com/trabajos5/ancar/ancar.shtml
3) prepararnos espiritualmente para la muerte, lo que implica el ser capaces 
de vivir en el momento presente, sin dejar situaciones inconclusas que sólo 
han de constituir un lastre que incrementará nuestro dolor y sufrimiento y 
el de quienes nos rodean. 
 4) encontrar significado a nuestra existencia, sintiéndonos seres plenos a 
pesar de nuestras imperfecciones, aceptando nuestros errores y expiando los 
que podamos haber. 
Aspectos multidisciplinarios: 
 
La intervención con los enfermos terminales es multidisciplinaria, puesto 
que son varias las áreas que necesitan apoyo: 
 Médica.- cuya función es dar al enfermo aquellos paliativos que le 
permitan estar con el mínimo dolor y sufrimiento. (Cuidados 
Paliativos) 
 Tanatología.- ayudando al enfermo en el aspecto emocional. También 
dando a poyo a sus familiares y allegados. 
 Legal.- Para que el enfermo pueda dejar resueltos este tipo de 
asuntos. 
 Espiritual.- Que puede incluir no solamente el aspecto religioso, sino 
también el aspecto espiritual del sentido de la vida, del sufrimiento o 
de la muerte. 
 
Conclusiones 
 
La Tanatología ayuda tanto a los pacientes terminales como a los familiares 
y allegados desde que el familiar es diagnosticado, durante el proceso y 
posterior a la muerte para la elaboración del duelo. 
Asi también la Tanatología se enfoca a cualquier pérdida significativa que 
tenga el ser humano, es por ello que la importancia de la Tanatología hoy 
en día es indiscutible, contemplando que a lo largo de nuestra vida 
enfrentamos diversos tipos de pérdidas, muertes, separaciones, pérdidas de 
miembros, pérdida de salud, de ilusiones ante una discapacidad, es por ello 
que su campo de acción es muy amplio. 
 
 
“La muerte es sólo un paso más hacia la forma de vida en otra frecuencia 
y el instante de la muerte es una experiencia única, bella, liberadora, 
que se vive sin temor y sin angustia”.- 
Elizabeth Kübler Ross.

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