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Facultad de Ciencias Sociales, Educación Comercial y Derecho Trabajo Social Modalidad Semipresencial Asignatura: MEDIO AMBIENTE Y CALIDAD DE VIDA Docente: OLGA MAYANZA PAUCAR Alumnas: MÓNICA ZENEIDA VERÁ CAGUA YULEYSE SAMMY YAGUAL JAIME JAZMIN JANINA JALKA BANGUERA LORENA DOLORES QUIMIS SUAREZ NOHELY ESTEFANIA MACIAS GRANOBLE Tema: IMPACTOS SOCIALES DEL CAMBIO CLIMATICO Curso: TERCER SEMESTRE PARALELO S-1 Periodo Lectivo 2023-2024 Introducción El cambio climático es uno de los desafíos más urgentes y significativos de nuestra época. Aunque con frecuencia se destacan los efectos sobre la biología y la ecología del planeta, es crucial entender que este fenómeno global también tiene graves impactos sociales. La humanidad está indisolublemente ligada a su entorno natural; por lo tanto, las alteraciones climáticas tienen el potencial de afectar drásticamente nuestras sociedades. Estos impactos sociales del cambio climático abarcan una amplia gama de aspectos, que incluyen la salud humana, la seguridad alimentaria, la economía, la migración y los conflictos, entre otros. Las consecuencias para la salud son, tal vez, las más inmediatas y palpables. Con el aumento de las temperaturas globales, aumenta también la frecuencia e intensidad de las olas de calor, con el consiguiente incremento en las tasas de enfermedades y muertes relacionadas con el calor. Además, las variaciones climáticas pueden alterar la distribución de algunas especies de vectores de enfermedades, como los mosquitos, potenciando el alcance de enfermedades como la malaria o el dengue. En cuanto a la seguridad alimentaria, el cambio climático puede provocar sequías y alteraciones en los patrones de precipitaciones, lo que dificulta la producción agrícola y ganadera. Esto puede llevar a crisis alimentarias, especialmente en regiones ya vulnerables. Asimismo, el cambio climático tiene consecuencias económicas significativas. Los desastres naturales como inundaciones, sequías y tormentas pueden causar daños materiales masivos, y los costos de adaptación al clima en cambio son cada vez mayores . Desarrollo El cambio climático tiene un impacto significativo en nuestra sociedad de muchas maneras y afecta muchos aspectos de la vida diaria. Algunas de las consecuencias sociales más destacadas son: SALUD HUMANA El cambio climático es el más grande ultimátum para la salud mundial del siglo XXI. La salud se ve y se verá afectada por el cambio climático tanto de forma directa (olas de calor, sequías, fuertes tormentas y aumento del nivel del agua) como indirecta (enfermedades respiratorias y transmitidas por vectores, escasez de alimentos y agua, desnutrición y desplazamiento forzado). El cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI. La salud se ve y se verá afectada por el cambio climático tanto de forma directa (olas de calor, sequías, fuertes tormentas y aumento del nivel del agua) como indirecta (enfermedades respiratorias y transmitidas por vectores, escasez de alimentos y agua, desnutrición y desplazamiento forzado). ((OPS), 2018) El cambio climático ya está afectando la salud de muchas maneras, incluidas las muertes y enfermedades causadas por una mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos (como olas de calor, tormentas e inundaciones), la complicación de los sistemas alimentarios, el engrandecimiento de la zoopatología y la contaminación por alimentos, agua y vectores. Infecciones transmitidas, enfermedades y problemas de salud mental. Además, el cambio climático socava muchos de los determinantes sociales de la buena salud, como los medios de vida, la equidad y el acceso a la atención médica y las estructuras de apoyo social. Estos riesgos para la salud sensibles al clima afectan desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables y vulnerables, como mujeres, niños, minorías étnicas, comunidades pobres, migrantes o personas desplazadas, ancianos y personas con discapacidad. Aunque está claro que el cambio climático afecta la salud humana, sigue siendo difícil evaluar con precisión la magnitud y el impacto de muchos riesgos para la salud sensibles al clima. Sin embargo, los logros científicos permiten vincular gradualmente el aumento de la morbilidad y la mortalidad con el calentamiento antropogénico y determinar con mayor precisión el riesgo y el alcance de estas amenazas para la salud. A corto y mediano plazo, los impactos del cambio climático en la salud dependerán principalmente de la vulnerabilidad de las poblaciones, su capacidad para adaptarse a las tasas actuales de cambio climático y el alcance y la velocidad de la adaptación. A largo plazo, los impactos dependerán cada vez más de la medida en que se tomen medidas transformadoras ahora para reducir las emisiones y evitar umbrales de temperatura peligrosos y puntos de inflexión potencialmente irreversibles. DESIGUALDADES ECONOMICAS Y SOCIALES Según (BUENDIA PARDO & MERCEDEZ, 2007) El cambio climático causado por el gas contaminado causa más sequía, más inundaciones, más tormentas, como lo confirman las Naciones Unidas a través de grupos de expertos sobre el cambio climático. Todos estos desastres naturales son elementos muy importantes que afectan a muchos productores locales, que dependen de sus plantas para poder vivir y mantener un ingreso mínimo para alimentar a sus familias. El cambio climático produce vulnerabilidad a los alimentos. Sin embargo, además de la vida peligrosa, el cambio climático tiene otras consecuencias: una de las más importantes es el aumento en los precios de los alimentos, lo que empeora aún más la desigualdad social en el mundo. En las próximas décadas, el cambio climático y los desastres naturales podrían acabar con gran parte del progreso logrado en décadas anteriores para sacar a los hogares de la pobreza. Según una estimación, el cambio climático podría empujar a 100 millones de personas en todo el mundo a la pobreza en los próximos 10 años. Además, para fines de siglo, se espera que la relación del PIB per cápita entre los países más ricos y los más pobres de América Latina y el Caribe aumente drásticamente como resultado del cambio climático y los desastres naturales resultantes. . Como se explica en el reciente informe del BID La crisis de (MUSETA, BARRIENTOS, ACEVELO, TURBAY , & OCAMPO, 2017) la desigualdad, la región debe esforzarse por diseñar políticas que promuevan un crecimiento económico sostenible e inclusivo para contrarrestar estas peligrosas tendencias. El choque climático y los desastres naturales aumentan la desigualdad por tres razones. En primer lugar, los países, regiones y personas más pobres en general son más vulnerables a los efectos del cambio climático y los desastres naturales que sus contrapartes más ricas. En segundo lugar, perderán la mayor parte de su riqueza debido a las crisis climáticas. En América Latina y el Caribe, las áreas enormemente pobres del oeste de Bolivia y el centro-sur de Perú son las más frágiles a las enérgicas lluvias e inundaciones. Además, la temperatura tiene una correlación negativa con todos los países de América Latina, por lo que los países más pobres son más vulnerables a las altas temperaturas. Existen patrones similares dentro de los países. Por ejemplo, los estados brasileños con temperaturas más altas tienen cápita más bajo, lo que sugiere que los estados más pobres son más vulnerables a los efectos de las temperaturas más altas. Cuando ocurren perturbaciones climáticas, los pobres a menudo pierden una mayor parte de su riqueza. Por ejemplo, el huracán Mitch acabó con la riqueza del quintil 18 más pobre de Honduras, en comparación con solo el quintil 3 más rico. Estas pérdidas desiguales de riqueza conducen auna reducción desigual del consumo. Los pobres no sobrevivirán ni se recuperarán de los efectos negativos de los choques climáticos. Tienen la menor cantidad de recursos financieros, no solo porque sus redes sociales o sistemas de apoyo suelen ser deficientes, sino también porque tienen menos acceso a ahorros, créditos y seguros formales. Las remesas también pueden apaciguar las coacciones financieras o afianzar el consumo, pero los pobres igualmente están en quebranto en este sentido. Un estudio en Jamaica encontró que las familias que viven en casas mejor construidas, un indicador de riqueza, tienen más probabilidades de estabilizar el consumo con remesas después de las tormentas tropicales. Además, mientras que las familias más ricas pueden ajustar sus presupuestos, por ejemplo, posponiendo compras de lujo, las familias pobres ya utilizan una parte significativa de sus presupuestos para satisfacer sus necesidades básicas. Estos tres factores crean un círculo vicioso en el que los pobres tienen más probabilidades de sufrir crisis climáticas y perder más riqueza. Como resultado, se ven obligados a vivir en la pobreza y ahora están peor porque tienen menos recursos para enfrentar el próximo choque climático. Afortunadamente, los países pueden romper este ciclo implementando políticas de desarrollo inclusivo que se alineen con los objetivos de estabilización climática y gestión del riesgo de desastres al tiempo que reducen la desigualdad. El primer camino en este sentido es corregir los puntos de seguridad general y realizar políticas que reparen la cabida de los pobres para hacer frente a los efectos dañinos de las revoluciones climáticas. Algunos ejemplos de tales actividades incluyen mejorar los seguros y los productos financieros formales, brindar servicios de salud y mejorar los servicios de infraestructura. Además, los gobiernos deben ayudar a los más necesitados durante los desastres naturales. Sin ayuda inmediata después de un desastre, los hogares pobres pueden verse obligados a vender activos productivos, sacar a sus hijos de la escuela o retrasar la búsqueda de atención médica para satisfacer sus necesidades básicas, poniendo en peligro sus perspectivas de futuro. Los gobiernos pueden dirigir rápidamente los recursos a los más vulnerables mediante el uso de fondos preautorizados a través de los mecanismos de transferencia de efectivo existentes. Si el riesgo de ondas de calor, sequía o inundación aumenta, es más probable que se pierdan más plantas y, por lo tanto, el precio de los alimentos aumenta. Y esto significa que miles de personas tendrán más dificultades para obtener comida para sus familias. SEGURIDAD ALIMENTARIA La seguridad alimentaria es un desafío crucial en el contexto del cambio climático, ya que este fenómeno impacta directamente en la producción agrícola, la disponibilidad de alimentos y la calidad de los recursos naturales. Este resumen examinará la relación entre seguridad alimentaria y cambio climático, centrándose en los efectos del cambio climático en la agricultura, la disponibilidad de alimentos y las estrategias de adaptación necesarias. Efectos del cambio climático en la agricultura: El cambio climático provoca un aumento de las temperaturas, cambios en los patrones de precipitación y eventos climáticos extremos, lo que afecta directamente a los sistemas agrícolas. Según Smith et al. (2019), estos cambios pueden llevar a la reducción de los rendimientos de los cultivos, la pérdida de biodiversidad y la disminución de la calidad del suelo. La variabilidad climática también dificulta la planificación agrícola y aumenta la vulnerabilidad de los agricultores a las pérdidas económicas. Disponibilidad de alimentos: El cambio climático amenaza la disponibilidad de alimentos debido a la disminución de la productividad agrícola. Según FAO (2021), se espera que la producción de cultivos básicos, como el trigo, el arroz y el maíz, disminuya en muchas regiones debido a los cambios en las condiciones climáticas. Esto tiene implicaciones significativas para la seguridad alimentaria, especialmente en países dependientes de la agricultura como fuente principal de alimentos. Estrategias de adaptación: Para abordar los desafíos de seguridad alimentaria en el contexto del cambio climático, es fundamental implementar estrategias de adaptación. Según Vermeulen et al. (2019), estas estrategias pueden incluir prácticas agrícolas sostenibles, diversificación de cultivos, mejora de la gestión del agua y desarrollo de variedades de cultivos resistentes al clima. También se deben fortalecer los sistemas de alerta temprana y las políticas de apoyo a los agricultores vulnerables. La seguridad alimentaria se ve amenazada por el cambio climático debido a sus impactos en la agricultura y la disponibilidad de alimentos. Es esencial abordar este desafío a través de estrategias de adaptación que promuevan la sostenibilidad agrícola y la resiliencia de los sistemas alimentarios. Además, es necesario fortalecer la colaboración internacional, la investigación y la inversión en tecnologías agrícolas innovadoras para garantizar la seguridad alimentaria en un clima cambiante. CAMBIO CLIMÁTICO, MIGRACIÓN Y DESPLAZAMIENTO: UNA MIRADA DESDE LA PERSPECTIVA DEL SIGLO XXI El cambio climático es uno de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Este fenómeno se refiere a los cambios significativos y duraderos en los patrones climáticos globales, causados principalmente por la actividad humana, especialmente la emisión de gases de efecto invernadero. A medida que el cambio climático se intensifica, sus impactos se extienden más allá de la alteración de los ecosistemas y el clima, afectando también a las poblaciones humanas. La migración y el desplazamiento son dos fenómenos asociados con el cambio climático. A medida que las condiciones climáticas se vuelven inhóspitas o inseguras, muchas personas se ven obligadas a abandonar sus hogares y buscar refugio en otros lugares. La migración climática puede ser interna, dentro de un mismo país, o transfronteriza, cruzando fronteras nacionales. Los desplazamientos internos se han convertido en una preocupación importante, ya que las personas se ven obligadas a huir de eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías, tormentas intensas y aumento del nivel del mar. La relación entre el cambio climático y la migración es compleja y multifacética. Si bien el cambio climático puede ser un factor desencadenante de la migración, existen otros factores socioeconómicos y políticos que interactúan y determinan la movilidad humana. La migración climática puede tener tanto efectos positivos como negativos en las comunidades de acogida y en los migrantes mismos. Por un lado, la migración puede proporcionar oportunidades económicas y mejorar la resiliencia de las comunidades afectadas por el cambio climático. Por otro lado, también puede exacerbar la pobreza, aumentar la competencia por los recursos y generar tensiones socioeconómicas y políticas. Para abordar adecuadamente los desafíos planteados por el cambio climático, la migración y el desplazamiento, es necesario adoptar un enfoque integral y colaborativo. Las políticas y estrategias deben abordar tanto las causas subyacentes del cambio climático como los factores que influyen en la migración y el desplazamiento. La cooperación internacional es crucial para promover la resiliencia, proteger los derechos de los migrantes y desplazados, y fomentar el desarrollo sostenible. LOS IMPACTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA EDUCACIÓN Cuando se trata del cambio climático, la mayoría de las discusiones ignoran la necesidad de educación. Los estados muchas veces no incluyen la educación cuando hablan de las acciones a tomar, y no consideran cómo esto puede interferir en el procesode aprendizaje de los estudiantes. Muchas escuelas han sido destruidas o cerradas debido al aumento de incendios, calor extremo, inundaciones y otros desastres naturales. Además, destruir el camino a la escuela mediante la demolición de puentes o carreteras y material didáctico. Estas interrupciones afectan el aprendizaje la salud física y mental de los estudiantes. En otros casos, el personal académico, los estudiantes y las familias han resultado heridos o incluso muertos por estos fenómenos naturales, que pueden tener efectos devastadores a largo plazo en la educación. . Todos estos impactos, tanto directos como indirectos, deben tenerse en cuenta en las discusiones sobre el cambio climático y deben realizarse esfuerzos para garantizar medidas preventivas eficaces. Pensar que el cambio climático solo afecta a ciertas áreas geográficas solo puede malinterpretar cómo los cambios climáticos afectan y afectarán a todos. Primero, el cambio climático no puede ser abordado como un objeto de estudio que no tiene nada que ver con la vida de docentes y estudiantes, porque marcará profundamente nuestro futuro y porque (también) jugamos nuestro papel en una red compleja de responsabilidad. Actividades cotidianas aparentemente inofensivas, como arrancar el motor del automóvil, encender la calefacción de nuestros hogares y muchas otras, tienen consecuencias no deseadas, ya que millones de personas en todo el mundo las realizan al mismo tiempo, lo que resulta en mayores concentraciones de emisiones gaseosas. Atrapan el calor en la atmósfera. Dada esta realidad íntima, los contenidos educativos suelen presentarse en nuestras aulas con un grado muy alto de abstracción y descontextualización. Fuera de la educación infantil y primaria, hay muy pocos contenidos que se relacionen con los centros de interés naturales de los alumnos o que se relacionen con sus experiencias. Este tipo de educación, que priva a los estudiantes de conocimientos, ciertamente no es suficiente para combatir el cambio climático. Porque no son solo las curiosidades científicas o los inevitables desastres los que hay que soportar estoicamente: las elecciones que hacemos en nuestra vida cotidiana, actividades laborales o militancia social y política pueden marcar la diferencia. La educación, la buena educación, debe encontrar un nuevo espacio donde se promueva no sólo el conocimiento sino también la responsabilidad. Desde este punto de vista, es necesario repensar lo que debemos saber sobre el cambio climático. Para identificar el origen de un problema, es necesario comprender su causa. Y entender las consecuencias, porque es necesario desarrollar una percepción más realista del riesgo y entender nuestras vulnerabilidades. Pero, sobre todo, necesitas saber su solución. Preguntar sobre las opciones para avanzar hacia un mundo bajo en carbono nos brinda el conocimiento que necesitamos para enfrentar el cambio climático y, lo que es igual de importante, define la forma en que vemos y enfrentamos el problema: tenemos la opción de detenernos. ven el cambio climático como un problema frustrante sin solución y comienzan a verlo como un gran desafío social que puede abordarse. Y es más fácil deshacerse de la única autoimagen afectada y sentirse actor. Desde una perspectiva disciplinaria, es innegable que el cambio climático plantea enormes desafíos para la ciencia o la tecnología de la tierra. Pero el cambio climático no debe verse como solo un conjunto de cosas para incluir en la educación científica. Porque comprender el cambio climático y sus desafíos requiere la consideración de cuestiones de responsabilidad individual y colectiva, solidaridad o riesgo compartido con las generaciones futuras, y esfuerzos de mitigación y adaptación. La educación debe incluir el aporte de la psicología, la sociología, el derecho, la economía, la ciencia política o la ética, acercándonos al “fenómeno social” al que se refiere la introducción de este artículo. En cualquier caso, la adaptación de las instituciones educativas a los impactos climáticos reforzará algunas de las otras formas en que la educación puede ayudar a abordar el cambio climático. Las investigaciones han demostrado que las personas con mayores niveles de educación son más adaptables y resistentes al cambio climático y, por lo tanto, menos perjudicadas por los impactos climáticos. Promover la adaptación del sector educativo al cambio climático contribuye a su objetivo de mejorar los resultados del aprendizaje, lo que a su vez es un medio para combatir el cambio climático. La educación es un eficaz motor de incremento que se ve amenazado por el cambio climático. Encontrar formas de adaptar las escuelas y educar a los estudiantes para reducir los efectos negativos del clima extremo es una tarea importante para la investigación y la política educativa. Dadas las implicaciones amplias y complejas de mejorar las habilidades de aprendizaje temprano de los estudiantes y desarrollar el capital humano, identificar y promover la adaptación climática entre los jóvenes estudiantes es quizás la forma más importante para que el sector educativo se comprometa a abordar los desafíos del cambio climático. Conclusio n La conclusión sobre los impactos sociales del cambio climático es que sus consecuencias son significativas y extensas, afectando a diversos aspectos de la sociedad. A medida que el cambio climático avanza, se evidencia un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como sequías, inundaciones, tormentas y olas de calor, lo cual tiene efectos directos en la calidad de vida de las personas. El cambio climático genera desplazamientos de población, ya sea debido a la degradación de los ecosistemas o a la falta de recursos, lo que conlleva a una mayor presión sobre los recursos naturales y puede generar conflictos y tensiones sociales. Además, los grupos más vulnerables, como las comunidades de bajos ingresos, los pueblos indígenas y las poblaciones costeras, son los más afectados por el cambio climático, ya que tienen menos capacidad de adaptación y recursos para hacer frente a sus impactos. En términos de salud, el cambio climático puede aumentar la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, así como también afectar la calidad del aire y el suministro de agua potable. Estos factores tienen un impacto directo en la salud y el bienestar de las personas, especialmente en aquellas comunidades con sistemas de salud débiles. Además, el cambio climático tiene consecuencias económicas, ya que afecta la productividad agrícola, la disponibilidad de agua para uso doméstico e industrial, y aumenta los costos de adaptación a los nuevos desafíos ambientales. Esto puede resultar en una disminución de los ingresos y el aumento de la pobreza, exacerbando las desigualdades sociales existentes. Para hacer frente a los impactos sociales del cambio climático, se requiere una acción global y coordinada. Es necesario implementar medidas de mitigación, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como también fortalecer la resiliencia de las comunidades y mejorar su capacidad de adaptación. Esto implica promover el acceso a recursos, tecnologías y conocimientos, así como también la participación activa de las comunidades afectadas en la toma de decisiones. En conclusión, el cambio climático tiene efectos significativos en la sociedad, afectando la salud, los desplazamientos de población, la seguridad alimentaria, la economía y la calidad de vida en general. Es fundamental abordar estos desafíos de manera integral, tomando en cuenta la equidad y la justicia social, para construir un futuro sostenible y resiliente frente al cambio climático. Bibliografía (OPS), O. P. (2018). Cambio Climático y Salud. BUENDIAPARDO, & MERCEDEZ. (2007). EL IMPACTO SOCIAL Y CAMBIO CLIMATICO. págs. 22-35. doi:https://e-archivo.uc3m.es/handle/10016/10448 Marquez, A. (2021). Factores Bioticos. Ecologia Verde . MUSETA, P. C., BARRIENTOS, P., ACEVELO, E., TURBAY , S., & OCAMPO, O. (1 de 2017). Vulnerabilidad al cambio climático: Dificultades en el uso de indicadores en dos cuencas de Colombia y Argentina. doi:https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/36474 Segui, P. (2018). Biocenosis, Factores Bioticos . Ovacen. Intergovernmental Panel on Climate Change. (2014). 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