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Homeostasis

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Homeostasis.
Agua
· Propiedades físicas y químicas del agua e importancia en los organismos vivos (propiedades fisiológicas).
El agua es una molécula polar compuesta por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno, cuyas propiedades físicas y químicas son esenciales para la vida en la Tierra. A continuación, se describen algunas de sus propiedades fisiológicas más importantes:
Cohesión y adhesión: El agua tiene la capacidad de unirse a sí misma (cohesión) y a otras moléculas polares (adhesión), lo que permite que se mueva por los vasos sanguíneos y que las plantas puedan transportar nutrientes y agua a través de sus tejidos.
Alta tensión superficial: La tensión superficial del agua es la fuerza que mantiene unidos a los líquidos. El agua tiene una alta tensión superficial, lo que permite a los insectos caminar sobre su superficie y a los organismos acuáticos flotar sobre ella.
Alto punto de ebullición y fusión: El agua tiene un alto punto de ebullición y fusión, lo que permite que exista agua líquida en la Tierra y que los organismos puedan sobrevivir a temperaturas extremas.
Elevado calor específico: El agua tiene un elevado calor específico, lo que significa que puede absorber y retener grandes cantidades de calor sin aumentar significativamente su temperatura, lo que ayuda a mantener la homeostasis térmica de los organismos.
Buena solvente: El agua es un excelente solvente debido a su polaridad y capacidad de formar puentes de hidrógeno, lo que permite disolver y transportar nutrientes y productos de desecho a través del cuerpo de los organismos.
Reacciona con las sales: El agua puede disociar las sales en iones, lo que permite que los organismos puedan mantener el equilibrio de electrolitos y la correcta actividad de las enzimas.
La importancia del agua en los organismos vivos es fundamental, ya que es el principal constituyente de la célula y el medio en el que se llevan a cabo las reacciones metabólicas. El agua es necesaria para la digestión, absorción y transporte de nutrientes, así como para la eliminación de desechos. Además, el agua ayuda a mantener la temperatura corporal, lubrica los tejidos y las articulaciones, y actúa como amortiguador y disolvente de sustancias en los fluidos corporales. En resumen, el agua es esencial para la vida en la Tierra y su presencia en la naturaleza es crucial para el mantenimiento de la biodiversidad y el equilibrio ecológico.
· Polaridad del agua
El agua es una molécula polar debido a la presencia de un átomo de oxígeno altamente electronegativo y dos átomos de hidrógeno menos electronegativos. La electronegatividad del oxígeno hace que atraiga a los electrones de los enlaces covalentes con mayor fuerza que el hidrógeno, lo que resulta en una distribución desigual de la carga eléctrica en la molécula de agua. Como resultado, el oxígeno adquiere una carga parcial negativa y los hidrógenos adquieren una carga parcial positiva.
Esta asimetría de carga eléctrica hace que la molécula de agua sea polar, lo que significa que tiene un polo positivo (hidrógeno) y un polo negativo (oxígeno). Esta polaridad hace que el agua tenga propiedades únicas, como su capacidad para formar puentes de hidrógeno, lo que permite la cohesión y adhesión entre moléculas de agua, así como la capacidad de disolver sustancias polares como sales y moléculas orgánicas como carbohidratos y aminoácidos. La polaridad del agua es fundamental para la vida en la Tierra, ya que permite a los organismos vivos disolver y transportar nutrientes, así como mantener la homeostasis y la temperatura corporal.
· Porcentajes de agua en los humanos y regulación (incluye generalidades de las
hormonas ADH, aldosterona y péptido natriurético auricular)
El agua es un componente esencial de los seres humanos y representa aproximadamente el 60% del peso corporal total. La distribución de agua en el cuerpo humano varía según la edad, el sexo y la composición corporal, pero en general, los hombres tienen un mayor porcentaje de agua corporal total que las mujeres debido a su mayor masa muscular.
El agua en el cuerpo se divide en dos compartimentos principales: el fluido intracelular (agua dentro de las células) y el fluido extracelular (agua fuera de las células). El fluido extracelular se divide a su vez en fluido intersticial (agua en los espacios entre las células) y el plasma (agua en la sangre).
La regulación del agua en el cuerpo es crítica para mantener la homeostasis y se lleva a cabo mediante una serie de mecanismos hormonales y renales. Las principales hormonas involucradas en la regulación del agua en el cuerpo son:
Hormona antidiurética (ADH): es producida por el hipotálamo y liberada por la glándula pituitaria posterior. Su función principal es reducir la cantidad de agua que se excreta en la orina al hacer que los riñones retengan más agua. La secreción de ADH es estimulada por una disminución en la presión arterial y la concentración de sodio en el plasma.
Aldosterona: es producida por las glándulas suprarrenales y actúa en los riñones para aumentar la reabsorción de sodio y la excreción de potasio. Esto lleva a un aumento en la retención de agua y, por lo tanto, un aumento en el volumen de sangre y la presión arterial. La secreción de aldosterona está regulada por el sistema renina-angiotensina-aldosterona, que se activa en respuesta a una disminución en el volumen sanguíneo y la presión arterial.
Péptido natriurético auricular (PNA): es producido por las células del corazón y actúa en los riñones para aumentar la excreción de sodio y agua, lo que lleva a una disminución en el volumen de sangre y la presión arterial. La secreción de PNA se estimula en respuesta a un aumento en el volumen sanguíneo y la presión arterial.
En conjunto, estos mecanismos hormonales y renales permiten una regulación fina del contenido de agua en el cuerpo humano y son esenciales para mantener la homeostasis y prevenir trastornos relacionados con el agua, como la deshidratación o la sobrecarga de líquidos.
· Compartimientos intra y extracelulares
En los organismos vivos, el agua se encuentra distribuida en dos compartimentos principales: el compartimento intracelular y el compartimento extracelular.
El compartimento intracelular es el espacio dentro de las células, y está compuesto principalmente por el citoplasma y el líquido que rodea el núcleo. Este compartimento representa aproximadamente el 60% del agua corporal total en los seres humanos.
El compartimento extracelular, por otro lado, se encuentra fuera de las células y se subdivide en dos componentes principales: el líquido intersticial y el plasma sanguíneo. El líquido intersticial se encuentra en los espacios entre las células, mientras que el plasma sanguíneo es el líquido que circula por los vasos sanguíneos. En los seres humanos, el compartimento extracelular representa aproximadamente el 40% del agua corporal total.
La distribución de agua entre los compartimentos intra y extracelulares está regulada por una serie de mecanismos fisiológicos que aseguran que los niveles de agua en cada compartimento se mantengan dentro de rangos adecuados para el correcto funcionamiento del organismo. Por ejemplo, los riñones regulan la cantidad de agua excretada en la orina, lo que puede afectar los niveles de agua en ambos compartimentos.
Es importante destacar que cualquier cambio en los niveles de agua en los compartimentos intra y extracelulares puede tener importantes implicaciones para el funcionamiento del organismo. Por ejemplo, la deshidratación (una disminución en los niveles de agua corporal) puede afectar el funcionamiento de los riñones, el sistema cardiovascular, el cerebro y otros órganos. Por otro lado, una sobrecarga de líquidos (un aumento en los niveles de agua corporal) puede llevar a edema (hinchazón) y afectar el funcionamiento de los pulmones, el corazón y otros órganos. Por lo tanto, es importante que los niveles de agua en los compartimentos intra y extracelulares se mantengan en equilibrio para asegurar la salud y el bienestar del organismo.· Enlaces iónicos. Cationes y aniones
Los enlaces iónicos son una forma de unión química entre átomos que se caracteriza por la transferencia de electrones entre ellos. Este tipo de enlace se produce entre átomos con diferencias significativas en su electronegatividad, lo que da lugar a la formación de iones, que son átomos con carga eléctrica positiva (cationes) o negativa (aniones).
En un enlace iónico, uno o más electrones son transferidos de un átomo con menor electronegatividad (que tiende a ceder electrones) a otro con mayor electronegatividad (que tiende a aceptar electrones). El resultado es que se forman dos iones: uno con carga positiva (catión), que es el átomo que cede uno o más electrones, y otro con carga negativa (anión), que es el átomo que acepta uno o más electrones.
Por ejemplo, el cloruro de sodio (NaCl) es un compuesto iónico formado por la unión de un ion sodio (Na+) y un ion cloruro (Cl-). En este compuesto, el sodio pierde un electrón para formar un ion con carga positiva (Na+), mientras que el cloro acepta ese electrón para formar un ion con carga negativa (Cl-).
Los cationes y aniones son importantes en muchas reacciones químicas y procesos biológicos. Por ejemplo, los cationes como el sodio (Na+), el potasio (K+) y el calcio (Ca2+) tienen funciones importantes en la conducción de impulsos nerviosos y en la contracción muscular. Los aniones como el cloruro (Cl-) y el bicarbonato (HCO3-) son importantes en la regulación del equilibrio ácido-base en el cuerpo.
En resumen, los enlaces iónicos son una forma común de unión química en la que se forman cationes y aniones, que tienen importantes funciones en la química y la biología.
· Electrolitos de importancia biológica
Los electrolitos son iones presentes en soluciones acuosas, como la sangre y otros líquidos corporales, y tienen una función importante en el mantenimiento del equilibrio ácido-base, la regulación del volumen de líquidos corporales y el correcto funcionamiento de muchas funciones biológicas, incluyendo la contracción muscular y la conducción nerviosa. A continuación, se presentan algunos de los electrolitos más importantes desde el punto de vista biológico:
Sodio (Na+): es el catión más abundante en el líquido extracelular y desempeña un papel importante en la regulación del equilibrio de líquidos corporales y la conducción nerviosa.
Potasio (K+): es el catión más abundante en el líquido intracelular y es esencial para la contracción muscular y la transmisión nerviosa.
Calcio (Ca2+): es importante para la formación y mantenimiento de los huesos y dientes, la contracción muscular, la coagulación sanguínea y la transmisión nerviosa.
Magnesio (Mg2+): es importante para la producción de energía, la síntesis de proteínas y la función muscular.
Cloruro (Cl-): es el anión más abundante en el líquido extracelular y juega un papel importante en la regulación del equilibrio de líquidos corporales y la conducción nerviosa.
Bicarbonato (HCO3-): es importante para la regulación del equilibrio ácido-base en el cuerpo.
Fosfato (PO43-): es un componente importante de los huesos y dientes, y también juega un papel en la producción de energía y la síntesis de ácidos nucleicos.
Ion hidrógeno (H+): es importante para la regulación del equilibrio ácido-base en el cuerpo y la activación de muchas enzimas.
El desequilibrio de electrolitos puede tener graves consecuencias para la salud, como la deshidratación, el dolor muscular, la debilidad, la fatiga, la confusión y, en casos extremos, convulsiones, coma y muerte. Por lo tanto, es importante mantener un equilibrio adecuado de electrolitos en el cuerpo para garantizar el correcto funcionamiento del organismo.
· Desequilibrios electrolíticos (desequilibrios homeostáticos electrolíticos.
Disnatremias, potasemias, calcinemias y cloremias)
Los desequilibrios electrolíticos, también conocidos como desequilibrios homeostáticos electrolíticos, ocurren cuando los niveles de electrolitos en el cuerpo se desvían de los valores normales, lo que puede afectar el funcionamiento normal de las células y los tejidos. Los electrolitos principales en el cuerpo humano incluyen el sodio, el potasio, el calcio y el cloruro.
Las disnatremias se refieren a desequilibrios en los niveles de sodio en la sangre. Los niveles bajos de sodio se conocen como hiponatremia, mientras que los niveles altos de sodio se conocen como hipernatremia. La hiponatremia puede ser causada por un exceso de agua en el cuerpo, una pérdida excesiva de sodio o una combinación de ambos, y puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, dolor de cabeza y confusión. La hipernatremia, por otro lado, puede ser causada por una pérdida excesiva de agua o un exceso de sodio en la dieta, y puede provocar síntomas como sequedad en la boca, sed excesiva, letargo y convulsiones.
Las potasemias se refieren a desequilibrios en los niveles de potasio en la sangre. Los niveles bajos de potasio se conocen como hipopotasemia, mientras que los niveles altos de potasio se conocen como hiperpotasemia. La hipopotasemia puede ser causada por una pérdida excesiva de potasio a través de los riñones o el tracto gastrointestinal, o por un aumento en la cantidad de potasio que se mueve a las células, y puede provocar síntomas como debilidad muscular, fatiga y ritmos cardíacos anormales. La hiperpotasemia, por otro lado, puede ser causada por una disminución en la eliminación de potasio a través de los riñones o por un aumento en la liberación de potasio de las células, y puede provocar síntomas como debilidad muscular, náuseas, diarrea y ritmos cardíacos anormales.
Las calcinemias se refieren a desequilibrios en los niveles de calcio en la sangre. Los niveles bajos de calcio se conocen como hipocalcemia, mientras que los niveles altos de calcio se conocen como hipercalcemia. La hipocalcemia puede ser causada por una disminución en la cantidad de calcio en la dieta, una disminución en la absorción de calcio en el intestino o una disminución en la liberación de calcio de los huesos, y puede provocar síntomas como espasmos musculares, hormigueo en los dedos y ritmos cardíacos anormales. La hipercalcemia, por otro lado, puede ser causada por una liberación excesiva de calcio de los huesos, un aumento en la absorción de calcio en el intestino o un exceso de hormonas que controlan el calcio en el cuerpo, y puede provocar síntomas como fatiga, náuseas, estreñimiento y ritmos cardíacos anormales.
Las cloremias se refieren a desequilibrios en los niveles de cloruro en la sangre.
· Enfermedades asociadas a desequilibrios electrolíticos
Los desequilibrios electrolíticos pueden estar asociados con varias enfermedades, algunas de las cuales se mencionan a continuación:
Hipernatremia: la hipernatremia se produce cuando hay un nivel anormalmente alto de sodio en la sangre. Puede estar asociada con la deshidratación, diabetes insípida, síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH) y algunas enfermedades renales.
Hiponatremia: la hiponatremia se produce cuando hay un nivel anormalmente bajo de sodio en la sangre. Puede estar asociada con el consumo excesivo de agua, insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca, síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH) y algunos trastornos psiquiátricos.
Hipopotasemia: la hipopotasemia se produce cuando hay un nivel anormalmente bajo de potasio en la sangre. Puede estar asociada con el consumo de diuréticos, vómitos o diarrea persistentes, enfermedad renal, hiperaldosteronismo y algunos trastornos endocrinos.
Hiperpotasemia: la hiperpotasemia se produce cuando hay un nivel anormalmente alto de potasio en la sangre. Puede estar asociada con la insuficiencia renal, la acidosis metabólica, la diabetes mellitus, la enfermedad de Addison y el uso de ciertos medicamentos.
Hipocalcemia: la hipocalcemia se produce cuando hay un nivel anormalmente bajo de calcio en la sangre. Puede estar asociada con la deficiencia de vitamina D, la enfermedad renal, el hipoparatiroidismo y algunos trastornos gastrointestinales.Hipercalcemia: la hipercalcemia se produce cuando hay un nivel anormalmente alto de calcio en la sangre. Puede estar asociada con el exceso de vitamina D, la hipertiroidismo, la enfermedad de Paget y algunos tipos de cáncer.
Hipocloremia: la hipocloremia se produce cuando hay un nivel anormalmente bajo de cloruro en la sangre. Puede estar asociada con la pérdida excesiva de líquidos, la insuficiencia renal, la insuficiencia hepática y algunos trastornos gastrointestinales.
Hipercloremia: la hipercloremia se produce cuando hay un nivel anormalmente alto de cloruro en la sangre. Puede estar asociada con la deshidratación, la insuficiencia renal, la diabetes insípida y algunos trastornos metabólicos.
· Funciones y partes del riñón. Nefronas. Su importancia en la regulación de agua y electrolitos.
El riñón es un órgano vital del sistema urinario y tiene diversas funciones, incluyendo la regulación del equilibrio de agua y electrolitos, la eliminación de productos de desecho metabólicos y la producción de hormonas. El riñón humano está compuesto de dos partes principales: la corteza y la médula.
Las nefronas son las unidades funcionales del riñón y se encargan de filtrar la sangre y producir la orina. Cada riñón humano contiene alrededor de un millón de nefronas. Cada nefrona consiste en un glomérulo y un túbulo renal. El glomérulo es una red de capilares sanguíneos que filtra los componentes líquidos de la sangre, como el agua, los electrolitos y los desechos metabólicos, hacia el espacio de filtración de la nefrona. El túbulo renal se encarga de reabsorber y secreta diferentes sustancias para ajustar la composición química de la orina que se produce en la nefrona.
La nefrona también juega un papel importante en la regulación del equilibrio de agua y electrolitos en el cuerpo. Por ejemplo, la nefrona regula el volumen de agua en el cuerpo al reabsorber o secretar agua en función de las necesidades del cuerpo. Además, la nefrona controla la concentración de electrolitos en el cuerpo mediante la reabsorción o secreción selectiva de iones como el sodio, el cloruro, el potasio y el calcio.
El control del equilibrio de agua y electrolitos en el cuerpo es esencial para mantener la homeostasis y prevenir enfermedades relacionadas con los desequilibrios electrolíticos. Por lo tanto, la función adecuada de la nefrona es crucial para mantener la salud del cuerpo.
pH.
· Generalidades de pH. Ácidos y bases
El pH es una medida de la acidez o alcalinidad de una solución. El pH se define como el logaritmo negativo de la concentración de iones de hidrógeno (H+) en una solución. Esto significa que cuanto mayor sea la concentración de H+ en una solución, menor será su pH y, por lo tanto, más ácida será la solución. Por otro lado, cuanto menor sea la concentración de H+ en una solución, mayor será su pH y, por lo tanto, más básica (o alcalina) será la solución.
Las sustancias que liberan iones de hidrógeno en solución acuosa se denominan ácidos. Los ácidos pueden ser fuertes o débiles en función de su capacidad para liberar iones de hidrógeno. Las sustancias que aceptan iones de hidróxido en solución acuosa se denominan bases. De manera similar a los ácidos, las bases pueden ser fuertes o débiles en función de su capacidad para aceptar iones de hidróxido.
El pH es importante en muchos procesos biológicos y químicos. Por ejemplo, el pH adecuado es esencial para el correcto funcionamiento de enzimas y proteínas. El pH también puede afectar la solubilidad y la estabilidad de muchas sustancias químicas. El cuerpo humano mantiene un pH constante en diferentes compartimentos corporales, como la sangre, para garantizar que las reacciones bioquímicas y las funciones celulares se lleven a cabo de manera adecuada.
· Intercambios gaseosos pulmón. Partes del pulmón y su importancia en la regulación pH)
Los intercambios gaseosos en el pulmón son esenciales para la respiración. El proceso de intercambio gaseoso en el pulmón implica la entrada de aire rico en oxígeno (O2) a través de las vías respiratorias hasta los alvéolos pulmonares, donde el O2 se difunde hacia la sangre, mientras que el dióxido de carbono (CO2) se difunde desde la sangre hacia los alvéolos y finalmente se elimina del cuerpo a través de la exhalación.
El pulmón se divide en dos partes principales: el árbol traqueobronquial y los alvéolos pulmonares. El árbol traqueobronquial incluye la tráquea, los bronquios y los bronquiolos, que se ramifican en estructuras más pequeñas llamadas alvéolos. Los alvéolos son las estructuras donde ocurre el intercambio gaseoso.
Además de su función en la respiración, el pulmón también juega un papel importante en la regulación del pH en el cuerpo. La regulación del pH es esencial para el correcto funcionamiento de muchas reacciones bioquímicas y fisiológicas en el cuerpo. Los pulmones participan en la regulación del pH al eliminar el CO2 del cuerpo a través de la respiración. Cuando se inhala, el aire fresco que entra en los pulmones tiene una concentración de CO2 relativamente baja. Al exhalar, se elimina el CO2 acumulado en los alvéolos y en la sangre, lo que ayuda a mantener un equilibrio ácido-base saludable en el cuerpo.
· Presiones parciales de oxígeno y dióxidos de carbono
Las presiones parciales de oxígeno y dióxido de carbono son importantes en la regulación de los intercambios gaseosos en los pulmones y en los tejidos. La presión parcial de un gas es la presión ejercida por ese gas en una mezcla de gases.
En los pulmones, la presión parcial de oxígeno (PO2) es alta en el aire inspirado (alrededor de 160 mmHg) y baja en la sangre venosa que llega a los pulmones (alrededor de 40 mmHg). Esto hace que el oxígeno difunda desde el aire hacia la sangre en los alvéolos pulmonares, permitiendo la oxigenación de la sangre. Por otro lado, la presión parcial de dióxido de carbono (PCO2) es baja en el aire inspirado (alrededor de 0,3 mmHg) y alta en la sangre venosa (alrededor de 46 mmHg). Esto permite que el dióxido de carbono se difunda desde la sangre hacia el aire en los alvéolos pulmonares, permitiendo su eliminación del organismo a través de la respiración.
En los tejidos, la presión parcial de oxígeno es baja debido al consumo de oxígeno por las células (alrededor de 20 mmHg en los tejidos), lo que permite que el oxígeno se difunda desde la sangre hacia los tejidos. Por otro lado, la presión parcial de dióxido de carbono es alta debido a la producción de dióxido de carbono por las células (alrededor de 45 mmHg en los tejidos), lo que permite que el dióxido de carbono se difunda desde los tejidos hacia la sangre para su transporte hacia los pulmones y su eliminación del organismo a través de la respiración.
La regulación adecuada de las presiones parciales de oxígeno y dióxido de carbono en los pulmones y en los tejidos es fundamental para el mantenimiento de la homeostasis y el adecuado funcionamiento del organismo.
· Comportamiento del pH. CO2 y Bicarbonato
El pH se define como el logaritmo negativo de la concentración de iones hidrógeno (H+) en una solución. Cuando hay una mayor concentración de H+, la solución es más ácida y cuando hay una menor concentración, la solución es más básica o alcalina.
El dióxido de carbono (CO2) y el bicarbonato (HCO3-) son importantes en la regulación del pH del organismo. En la sangre, el CO2 se disuelve en el agua formando ácido carbónico (H2CO3), que luego se disocia en H+ y HCO3-. El equilibrio entre el CO2, el ácido carbónico y el bicarbonato en la sangre es esencial para mantener el pH en un rango normal.
El sistema respiratorio y el sistema renal trabajan juntos para mantener el equilibrio ácido-base en el cuerpo. Los pulmones eliminan el CO2 a través de la respiración y los riñones regulan la eliminación de ácidos y bases de la sangre.
Cuando hay un aumento en la concentración de CO2 en la sangre, como en una situación de hiperventilación, se produce una disminución en el pH (acidez) de la sangre. Por el contrario, cuando hay una disminución en la concentración de CO2 en la sangre, comoen una situación de respiración lenta, se produce un aumento en el pH (alcalinidad) de la sangre.
En resumen, el CO2 y el bicarbonato son importantes en la regulación del pH del organismo y los sistemas respiratorio y renal trabajan juntos para mantener el equilibrio ácido-base en el cuerpo.
· Factores que afectan el pH
El pH puede ser afectado por varios factores, entre los cuales se incluyen:
Dieta: la comida que consumimos puede tener un impacto directo en el pH del cuerpo. Por ejemplo, las dietas altas en proteínas pueden aumentar la producción de ácido en el cuerpo, lo que puede disminuir el pH de la sangre.
Ejercicio: cuando hacemos ejercicio, el cuerpo produce más ácido láctico, lo que puede disminuir el pH de la sangre.
Respiración: la respiración juega un papel importante en el pH del cuerpo, ya que la inhalación de oxígeno y la exhalación de dióxido de carbono ayudan a regular el equilibrio ácido-base.
Enfermedades: ciertas enfermedades, como la diabetes y la enfermedad renal, pueden afectar el equilibrio ácido-base del cuerpo.
Medicamentos: algunos medicamentos, como los diuréticos y los esteroides, pueden afectar el pH del cuerpo.
Estrés: el estrés puede aumentar la producción de ácido en el cuerpo, lo que puede disminuir el pH de la sangre.
Es importante mantener el equilibrio adecuado de ácido y base en el cuerpo para evitar trastornos ácido-base que pueden tener consecuencias graves en la salud.
· Sistemas de regulación del pH (sustancias y órganos amortiguadores)
El cuerpo humano tiene varios sistemas para regular el pH y mantenerlo dentro de un rango estrecho para garantizar el funcionamiento adecuado de los procesos metabólicos. Los principales sistemas de regulación del pH son los sistemas de amortiguación, la respiración y la eliminación renal de ácido.
Los sistemas de amortiguación son pares de ácidos débiles y sus correspondientes bases conjugadas que ayudan a estabilizar el pH. Cuando el pH disminuye debido a la acumulación de ácido, el sistema de amortiguación absorbe el exceso de iones de hidrógeno, limitando la disminución del pH. De manera similar, cuando el pH aumenta debido a la acumulación de bases, el sistema de amortiguación libera iones de hidrógeno para limitar el aumento del pH. Los sistemas de amortiguación más importantes en el cuerpo humano son el sistema bicarbonato, el sistema fosfato y el sistema de proteínas.
La respiración también ayuda a regular el pH al controlar la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la sangre. Cuando el cuerpo produce demasiado ácido, la respiración aumenta para eliminar el exceso de CO2, lo que reduce la cantidad de ácido en el cuerpo y eleva el pH. De manera similar, cuando el cuerpo produce demasiado bicarbonato, la respiración disminuye, lo que retiene el CO2 y aumenta la cantidad de ácido en el cuerpo, disminuyendo el pH.
La eliminación renal de ácido también es importante en la regulación del pH. El riñónpuede secretar ácido en la orina y reabsorber bicarbonato en la sangre, lo que ayuda a mantener el equilibrio ácido-base en el cuerpo. El sistema renal de regulación del pH puede tardar horas o incluso días en actuar, pero es esencial para mantener el pH en el rango normal.
En general, estos sistemas de regulación del pH trabajan en conjunto para mantener el equilibrio ácido-base en el cuerpo humano.
· Desequilibrios de pH. Alcalosis (metabólica y respiratoria) y acidosis (metabólica y respiratoria)
La acidosis y alcalosis son trastornos en el equilibrio ácido-base del cuerpo que pueden tener graves consecuencias para la salud.
La acidosis es una condición en la que el pH sanguíneo cae por debajo de 7.35. Puede ser causada por una acumulación de ácido en el cuerpo, una disminución en la eliminación de ácido por los riñones o una pérdida excesiva de bicarbonato. La acidosis puede ser metabólica o respiratoria.
La acidosis metabólica es causada por una acumulación de ácido en el cuerpo, como resultado de una diabetes no controlada, una insuficiencia renal o una acumulación de ácido láctico en los tejidos, como en el caso de la acidosis láctica. Los síntomas de la acidosis metabólica incluyen respiración rápida y superficial, fatiga, confusión y náuseas.
La acidosis respiratoria es causada por una acumulación de dióxido de carbono en el cuerpo, debido a una disminución en la eliminación de dióxido de carbono por los pulmones. Puede ser causada por enfermedades pulmonares crónicas o agudas, como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Los síntomas incluyen dificultad para respirar, dolor de cabeza, fatiga y confusión.
La alcalosis es una condición en la que el pH sanguíneo sube por encima de 7.45. Puede ser causada por una pérdida de ácido en el cuerpo, una eliminación excesiva de dióxido de carbono por los pulmones o una acumulación de bicarbonato. La alcalosis también puede ser metabólica o respiratoria.
La alcalosis metabólica es causada por una pérdida de ácido en el cuerpo, como resultado de vómitos prolongados o uso excesivo de diuréticos. Los síntomas incluyen debilidad muscular, calambres, náuseas y vómitos.
La alcalosis respiratoria es causada por una eliminación excesiva de dióxido de carbono por los pulmones, como resultado de hiperventilación. Los síntomas incluyen mareos, hormigueo en las extremidades, calambres y convulsiones.
El tratamiento de los trastornos del equilibrio ácido-base depende de la causa subyacente del desequilibrio. En general, se deben corregir las causas subyacentes y restablecer el equilibrio ácido-base normal mediante la administración de líquidos intravenosos, medicamentos y/o oxígeno suplementario. En casos graves, la diálisis o la ventilación mecánica pueden ser necesarias para restaurar el equilibrio ácido-base normal.
· Reacciones orgánicas de compensación ante desequilibrios de pH
El cuerpo humano tiene varios mecanismos para compensar los desequilibrios de pH y mantener el equilibrio ácido-base dentro de un rango normal. Estos mecanismos incluyen la regulación de la ventilación pulmonar, la excreción de ácido y base a través de los riñones y la producción de bicarbonato.
Cuando el pH de la sangre se desvía del rango normal, el cuerpo activa estos mecanismos de compensación. Por ejemplo, en una acidosis respiratoria (aumento del CO2 en la sangre debido a una ventilación pulmonar inadecuada), los riñones compensan excretando más ácido y retienen más bicarbonato. En una alcalosis metabólica (exceso de base en la sangre debido a la pérdida de ácido del cuerpo), los riñones compensan al excretar más base y retener más ácido.
Además, el cuerpo puede producir y liberar sustancias amortiguadoras para ayudar a mantener el pH dentro de un rango normal. Estas sustancias incluyen el bicarbonato (HCO3-), fosfatos y proteínas. El bicarbonato es el principal sistema amortiguador en la sangre y actúa para neutralizar los ácidos producidos en el cuerpo. Los fosfatos y las proteínas también pueden actuar como sistemas amortiguadores en el cuerpo.
En resumen, el cuerpo humano tiene una serie de mecanismos de compensación y sistemas amortiguadores para mantener el pH dentro de un rango normal. La capacidad del cuerpo para mantener el equilibrio ácido-base es fundamental para la salud y el bienestar en general.
· Riñón y su importancia en la regulación del pH.
El riñón es uno de los órganos principales en la regulación del pH en el cuerpo humano. A través de diferentes procesos, el riñón es capaz de controlar la cantidad de ácidos y bases que se excretan en la orina y, de esta manera, mantener un equilibrio ácido-base en el cuerpo.
El riñón tiene la capacidad de excretar ácidos y bases a través de la orina, lo que ayuda a mantener el pH de la sangre en un rango normal. Los riñones regulan el pH principalmente mediante la excreción de ácido carbónico (H2CO3) y la reabsorción de bicarbonato (HCO3-).
Cuando el cuerpo está en un estado de acidosis, es decir, cuando el pH de la sangre disminuye, los riñones comienzan a excretar ácidos en la orina y a reabsorber bicarbonato. En cambio, cuandoel cuerpo está en un estado de alcalosis, es decir, cuando el pH de la sangre aumenta, los riñones excretan más bicarbonato y retienen ácido para ayudar a restablecer el equilibrio ácido-base.
Además, el riñón también regula la concentración de iones de hidrógeno (H+) en la sangre. Cuando la concentración de H+ aumenta, los riñones eliminan más iones H+ a través de la orina, lo que ayuda a reducir la acidez de la sangre. Por otro lado, cuando la concentración de H+ disminuye, los riñones retienen más iones H+ para ayudar a restablecer el equilibrio ácido-base.
En resumen, el riñón es un órgano clave en la regulación del pH en el cuerpo humano. A través de diferentes procesos, los riñones son capaces de controlar la cantidad de ácidos y bases que se excretan en la orina y, de esta manera, mantener un equilibrio ácido-base adecuado en el cuerpo.

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