Actividades U4

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Actividades 
Psicología 
 
Unidad 4 Los procesos inconscientes 
 
 
Actividad 1 
Con esta actividad nos adentramos en los desarrollos de Freud acerca de la construcción de un 
modelo de aparato psíquico. Como han estudiado en el libro Lo inconsciente de José Töpf, a lo 
largo de su obra Freud propuso dos modelos que explican la conformación del aparato psíquico: 
la primera y la segunda tópica. En base a estos dos modelos, hemos organizado la presente 
actividad en dos partes: la a. centrada en la primera tópica y la b. centrada en la segunda 
tópica. 
Consideren como referencia lo estudiado en este libro texto y respondan:. 
a. Según la primera tópica, el aparato psíquico está dividido en tres sistemas: consciente, 
preconsciente e inconsciente, cada uno de los cuales se rige por distintas leyes. 
 
i) Lean el texto que les presentamos a continuación, en el que se narra un sueño, y 
expliquen a partir del mismo las leyes que caracterizan al sistema inconsciente. 
 
ii) Diferencien, en el mismo texto, las legalidades del sistema inconsciente y las del 
sistema preconsciente-consciente. 
 
 
El martes me desperté a esa hora inanimada y nula en que la noche ya está 
por terminar y sin embargo todavía no ha nacido el alba. Descansaba en una 
luz turbia y mi cuerpo sentía un temor mortal, que me oprimía el alma, y el 
alma a su vez oprimía el cuerpo..., y hasta la más mínima de mis partículas se 
contorsionaba en el presentimiento atroz de que no ocurría nada, nada 
cambiaría, nunca pasaría nada, y aun cualquier cosa que se emprendiese no 
sucedería nada y nada. El sueño que me había despertado luego de 
molestarme durante la noche explicaba las razones de ese espanto. 
¿Qué había soñado? Por un retroceso del tiempo que debiera estar vedado a la 
naturaleza, me vi tal como era cuando tenía quince o dieciséis años –me 
trasladé a la mocedad–, y de pie, bajo el viento, sobre una piedra, a orillas del 
río decía algo... y me oía... oía mi hace mucho enterrada voz, voz chillona de 
pichón, y veía mi nariz aún no lograda sobre mi rostro blando, transitorio, y 
mis manos en exceso grandes... sentía el contenido ingrato de esta mi fase 
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pasajera e intermedia. Me desperté en medio de la risa y del pavor porque me 
parecía que tal como era mi persona ahora, ya en la treintena, remedaba al 
impúber que yo había sido y se burlaba de él, mientras éste también se 
burlaba de mí... y ambos nos burlábamos mutuamente. ¡Desgraciada memoria 
que obligas a saber por qué rutas hemos llegado a ser lo que somos! Y también 
divagaba medio adormecido que mi cuerpo no era del todo homogéneo, sino 
que algunas de sus partes no estaban todavía maduras y que mi cabeza se reía 
y se burlaba del muslo, mientras el muslo de la cabeza se burlaba, y que el 
dedo del corazón, el corazón de los sesos, la nariz del ojo, el ojo de la nariz a 
carcajadas locamente se carcajeaban, y que todos esos miembros y partes del 
cuerpo se violaban mutua y salvajemente en una atmósfera de penetrante e 
hiriente pan-mofa. Mas cuando ya totalmente recuperé mis sentidos y empecé 
a meditar sobre mi vida, el espanto no decreció ni un ápice, al contrario 
acrecentóse, aunque por momentos lo interrumpía (o estimulaba) una risita 
que los labios no podían contener. En la mitad del camino de mi vida me 
encontré en una selva oscura. Y algo peor aun: aquella selva era verde. 
Porque en la realidad era yo tan indefinido y deshecho como en el sueño. 
Atravesé hace poco el Rubicón de la ineludible treintena, crucé la frontera, 
según mis documentos, y mi apariencia semejaba un hombre maduro y, sin 
embargo, no estaba maduro. ¿Qué era entonces? ¿Cómo se presentaba mi 
situación? Vagaba por las confiterías y los bares, me encontraba con otras 
personas, cambiando palabras y a veces hasta pensamientos... pero mi 
situación era poco clara y yo mismo no sabía qué era: hombre o adolescente; y 
así, al comenzar la segunda mitad de mi vida, no era ni esto ni aquello –era 
nada–, y los de mi generación que ya se habían casado y ocupaban puestos 
determinados, no tanto frente a la vida como en diversas oficinas, me trataban 
con una justificada desconfianza. Mis tías, esas numerosas semimadres 
agregadas, atadas o pegadas, pero bondadosas, ya desde tiempo atrás 
trataban de influir en mí para que me estabilizara como alguien, digamos como 
abogado o empleado –mi indefinición prolongada les resultaba sumamente 
molesta–; no sabiendo bien quién era, no sabían cómo hablar conmigo y, en el 
mejor de los casos, sólo emitían una triste cháchara. ―Pepe –decían entre un 
balbuceo y otro–, el tiempo apremia, hijo mío, ¿qué pensará la gente? Si no 
quieres ser médico, sé por lo menos mujeriego o coleccionista, pero sé 
alguien... sé alguien...‖ Y yo escuchaba cuando una murmuraba al oído de la 
otra que era poco pulido social y mundanalmente, después de lo cual, de 
nuevo, empezaban a balbucir, desesperadas por el vacío que yo provocaba en 
sus cabezas. En verdad aquel estado no podía prolongarse indefinidamente. 
Las agujas del reloj de la naturaleza eran implacables y terminantes. Cuando 
las últimas muelas, las del juicio, me hubieron crecido, fue necesario creer: el 
desarrollo se había cumplido, había llegado el momento del asesinato 
ineludible, el hombre debía matar al mozalbete, elevarse en los aires como 
mariposa, dejando el cadáver de la crisálida. Debía pues, entrar en círculos 
adultos. [...]‖ 
GOMBROWICZ, Witold (1983), El rapto, en Gombrowicz, Witold, Ferdydurke 
(pp. 15-17), Buenos Aires, Sudamericana. 
 
 
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b. En el año 1923, Freud reformula el modelo de aparato psíquico, proponiendo la segunda 
tópica, a partir de la cual el aparato psíquico está divido en ello, yo y superyó. A continuación, 
les presentamos una serie de casos en los que se ponen de manifiesto diferentes conflictivas. 
Identifiquen la instancia que predomina en cada uno de ellos. Luego, justifiquen y expliquen las 
características esenciales de dichas instancias. 
 
 
Caso A 
Fue un instante, apenas un segundo en el que Carlos pensó en todo. Pero a pesar de ello siguió adelante, 
ya no podía vencer ese impulso que le venía desde muy adentro. Apostó todo, apenas lo poco que le 
quedaba. ¡Había llegado a ganar tanto y sin darse cuenta perdió casi todo! Si abandonaba ahora podía 
salvar algo, aunque más no sea su casita..., y su matrimonio, sus hijos, su trabajo. Si perdía, perdía todo. 
Pero ya no pensó más, fue sólo un segundo y ya estaba con lo último sobre la mesa. 
Caso B 
Cristina apuró el paso, llegó a su casa y se encerró en su habitación. Se tendió en la cama y lloró, lloró 
tanto como pudo. Luego se dirigió a su armario, sacó su diario íntimo y comenzó a escribir: ―me siento 
mal, muy mal. Fui a la facu a buscar mi nota y me fue mal, ¡me bocharon! Es el tercer examen que rindo 
mal. Yo sabía que no tenía que seguir Abogacía, no sirvo para esto. Pero nunca supe qué quería estudiar, 
no sé qué quiero... ¿Cómo le digo a mi viejo que no quiero estudiar Derecho?, él está tan contento con mi 
elección. Yo también estaba contenta, ‗después es fácil conseguir trabajo, ganar plata...; es interesante el 
Derecho‘. Estoy muy angustiada. Sé que es lo que debería estudiar pero ahora que ya entré a la facu 
siento que no me gusta. No sé qué hacer...‖ 
 
Caso C 
Mabel conversaba con su amiga Carla: 
―Ay, Carla, no sé cómo resolver este asunto. Y Gustavo dice que ya no me va a esperar más... No sé qué 
puedo hacer, cómo le voy a fallar a Juana que me dio todo, me cuidó desde chiquita, me crió, fue una 
madrepara mí, la que nunca tuve. Es verdad que amo a Gustavo, quiero casarme con él. Pero imaginate 
que yo no puedo llevar a Juana a vivir con nosotros a España. Ella está muy vieja y muy enferma. Sé que 
debo cuidarla. A veces me siento una desagradecida, ¿por qué no la cuida alguno de sus hijos? Ellos se 
borraron y ahora tengo que estar yo. Lo voy a perder. Pero no encuentro otra solución.‖ 
 
 
 
 
Actividad 2 
El estudio y análisis de las histerias condujo a Freud a establecer el origen sexual de dichas 
perturbaciones y, como consecuencia de esa orientación, a otorgar un papel preponderante a la 
sexualidad infantil en la teoría psicoanalítica. Esta actividad consta de dos partes: 
a. Les presentamos un párrafo extraído del libro Tres ensayos de una teoría sexual que 
Sigmund Freud publicó en 1905. Allí el autor toma una conducta característica del lactante y 
explica cómo un acto que inicialmente tiene por objetivo la necesidad de alimentarse se 
transforma en un quehacer sexual. Lean y luego respondan: 
 
 
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El chupeteo que aparece ya en el lactante y puede conservarse hasta la 
madurez o persistir toda la vida, consiste en un contacto de succión con la 
boca (los labios) repetido rítmicamente, que no tiene por fin la nutrición; una 
parte de los propios labios, la lengua, un lugar de la piel que esté al alcance 
(aun el dedo gordo del pie) son tomados como objeto sobre el cual se ejecuta 
la acción de mamar. 
Es claro, que la acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de un 
placer ya vivenciado y ahora recordado [...] Diríamos que los labios del niño se 
comportaron como una zona erógena y la estimulación por el cálido aflujo de la 
leche fue la causa de la sensación placentera. Al comienzo, claro está, la 
satisfacción de la zona erógena se asoció con la satisfacción de la necesidad de 
alimentarse; [...] el quehacer sexual se apuntala primero en una de las 
funciones que sirven a la conservación de la vida, y solo más tarde se 
independiza de ella. 
 
FREUD, Sigmund (1905), Tres ensayos de una teoría sexual, en Obras completas (Tomo 
VII, Punto: Exteriorizaciones de la sexualidad infantil, p. 163), Buenos Aires, Amorrortu. 
 
i) ¿Por qué la comunidad médica de la época en que Freud desarrolló su teoría, no 
observa en estas conductas del lactante una actividad sexual? 
ii) ¿Qué conceptualización hace Freud de la sexualidad humana para considerar la 
conducta del lactante como una actividad sexual? 
iii) ¿Qué relación plantea el Psicoanálisis entre la sexualidad infantil y las enfermedades 
neuróticas? 
 
b. Completen el siguiente cuadro, ubicando cada uno de los conceptos, presentados a 
continuación, en la concepción correspondiente: 
 
sexualidad infantil - reproducción - genitalidad - zonas erógenas - deseo - adultez - pulsión - 
fases - complejo de castración - complejo de Edipo 
 
Sexualidad humana 
 
 
Concepción vulgar y médica 
 
Concepción psicoanalítica 
 
 
 
 
 
 
 
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Actividad 3 
Al realizar esta actividad necesitarán comprender las diferencias que existen entre la Psicología 
experimental y el Psicoanálisis en lo referido al método. Para trabajar, les presentamos dos 
entrevistas realizadas a pacientes con problemáticas diferentes. Analicen las entrevistas e 
identifiquen a qué concepción teórica corresponde cada una. Elaboren una fundamentación. 
Entrevista 1 
Llamaremos M a la paciente y P al profesional que la atiende. 
M: —No sé qué me pasa hoy, estoy mal. 
P: —¿Qué se le ocurre? 
M: —No sé... 
P: —Diga lo primero que piense. 
M: —No sé, debe ser por la muerte de H. 
P: —¿Quién es H.? 
M: —El marido de S. 
P: —¿Y por qué el marido de S. le importa tanto? 
M: —Bueno, hubo una promesa. 
P: —¿Qué promesa? 
M: —Porque cuando murió H., yo le prometí a S. que nunca la dejaría. Pero como ahora tengo 
novio, no voy a poder cumplir esa promesa. 
P: —Ah... 
M: —Bueno, lo que me puso mal es una frase que S. me dijo. 
P: —¿Una frase? 
M: —No tiene mucho sentido. 
P: —Aunque le parezca sin sentido deberá comunicarla. Le recuerdo que esa fue la condición 
del tratamiento. 
M: —Me dijo: ―¿Cómo te vas a repartir ahora que tenés novio?‖ ¡Cómo me dice eso! ¿Qué 
quiere que me vaya o que me parta en dos? 
P: —Hemos llegado entonces a lo que la tiene mal. Parece que es ese ―repartir‖ el que tiene 
resonancias para usted y es respecto de repartir que habrá que trabajar. Hasta la próxima. 
 
Entrevista 2 
Llamaremos D a la paciente. 
 
Se le presentaron a la paciente una serie de figuras y se le pidió que las nombrara de 
memoria: un martillo, un pájaro, una cuna, un pez, un sable, un cuchillo. 
 
La señora D dijo: —Un martillo, un cuchillo, una virgencita, un pájaro, un sablecito. 
 
Luego se le presentaron otras figuras: un tambor, un rastrillo, una escoba, un peón, un sillón. 
 
La señora D dijo: —Un tambor, un rastrillo, un jardín, un peón, un pájaro. 
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A continuación se le presentan objetos y la señora D debió decir qué era cada objeto. Las 
respuestas van entre comillas. 
(Cadena de reloj): —―Es una llave‖. 
(Un disco de vidrio azul): —‖Un trozo de madera‖. 
(Cuando el vidrio le fue mostrado de modo que le atravesaba la luz): —‖Es un vidrio. También 
podría ser madera barnizada‖. Luego se le preguntó: 
–¿De qué color? 
—―¿Verde o castaño?‖ 
– ¿Rojizo? 
—‖No. ¿Azul? Sí, azul‖. 
(Racimo de uvas verdes): —‖Una pera‖. 
–¿Manzana o pera? —‖Pera‖. 
–¿No es una ciruela? —‖No, es una pera‖. 
–¿Son uvas? —‖No (después de una pausa) y sin embargo, lo parecen‖. 
(Racimo de uvas negras): —‖¿Otras uvas?‖ 
–No, es el mismo de antes. 
—‖No, aquel era amarillo, este es verde‖. 
(Corcho): —―Un sello‖. 
–¿Para qué sirve? 
—‖Para sellar (después de haberlo palpado). Un corcho‖. 
(Un gato vivo gris): —―Un gatito‖ (indicó sin equivocarse la cabeza, la cola y las orejas). 
–¿De qué color? 
—―Gris‖. 
(Cepillo para ropa): —―Un gato‖. 
¿El mismo de antes? 
—‖No, aquel era mucho mayor‖. 
¿Cree usted que es realmente un gatito? 
—‖No es un gato natural, es un gato artificial‖ (indicó una cabeza y una cola imaginarias, y 
cuatro patitas imaginarias también, y dibujó el supuesto gato en forma de cuadrado grosero 
con cuatro patas). 
Al preguntarle si veía tan claramente las patas en la realidad, como en el dibujo, contestó 
evasivamente; tocando después el cepillo lo reconoció inmediatamente. 
Un espejo grande): —―Creo que es una linterna de cristal‖ (se colocó ante él y su propia 
imagen, le pareció un caballo). 
 
Esta última entrevista fue extraída del libro de psiquiatría Demencia del doctor A. Marie de principios del 
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siglo XX. Es representativa de las experiencias que se trasladaban desde el ámbito de la psicología 
experimental al campo de la psiquiatría de aquel entonces que contribuían en la definición de diagnósticos 
psiquiátricos 
 
 
Orientaciones para las respuestas 
 
a.i) Ustedes debieron explicar el sueño como manifestación del inconsciente reprimido, psíquico 
y eficaz, y enumerar y explicar las leyes que rigen al sistema inconsciente, identificando 
aquellas que podían observarse en este sueño. 
a.ii) Para resolver esta consigna, necesitaron desarrollar lasleyes del sistema preconsciente-
consciente. 
 
b.) 
Caso A: tuvieron que ubicar la instancia con la que Freud dice que el sujeto ya viene desde que 
nace, aquella que constituye el polo pulsional del sujeto. 
 
Caso B: la constitución de esta instancia proviene del complejo de Edipo y está constituida por 
tres funciones, una de las cuales es la que predomina en la conflictiva de Cristina. 
Caso C: aquí predomina otra de las funciones del heredero del complejo de Edipo. 
 
Actividad 2 
a.i) La concepción médica y vulgar de la época, y aún en la actualidad quienes no acuerdan con 
el psicoanálisis, consideran que la sexualidad surge recién en la adolescencia junto a la 
capacidad de reproducción. 
a.ii) Freud en la cuarta conferencia propone otra forma de considerar a la sexualidad humana. 
Ustedes necesitaron ubicar las características esenciales de la sexualidad infantil atendiendo a 
los conceptos de zona erógena, placer, satisfacción de la necesidad, deseo, fases. 
a.iii) En esta cuarta conferencia, habrán encontrado la relación que establece Freud entre 
síntoma, situación traumática y experiencias sexuales infantiles. La respuesta pudo ser 
ampliada con el concepto de series complementarias desarrollado en el libro Lo inconsciente 
de José Töpf para explicar la etiología de las neurosis. 
 
b.) Una vez que trabajaron el punto a., estarán en condiciones de completar el cuadro 
requerido. 
 
Actividad 3 
En la primera entrevista la posición del profesional provoca el libre discurrir del paciente, única 
herramienta para que lo reprimido aflore. La respuesta debió incluir: asociación libre, regla 
fundamental, ocurrencias sin sentido e inconsciente. 
La segunda entrevista, por el contrario, solo pretende describir las características de las 
asociaciones que realiza el paciente partiendo de elementos presentados por el médico. El 
profesional guía la entrevista. La respuesta debió incluir los siguientes conceptos: 
elementalismo asociacionista, psicología experimental, introspección experimental y experiencia 
guiada.