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Unidad 8: Familia y Capacidad
F18054. Abelleira y Delucca. Clínica forense en familias Cap. III: Acerca de la Familia
En la década que comienza en 1970, Berenstein concebía al grupo familiar como “un sistema con una estructura inconsciente”. Sistema regulado por el principio de intercambio y el tabú del incesto, donde metodológicamente se diferenciaban 2 niveles de funcionamiento: el observable de las relaciones familiares, más accesible a la conciencia de sus integrantes y el de la estructura inconsciente, inferible desde el terapeuta o investigador, a partir del marco teórico de referencia. Se accedía al funcionamiento inconsciente a través de lo que llamara las producciones familiares: sistema de los nombres propios, representaciones del tiempo y espacio, circulación del dinero, discurso, mitos y creencias. Algunas de sus proposiciones básicas de su modelo de la estructura familiar inconsciente (EFI) son:
-Las relaciones familiares tienen un carácter simbólico, cuyo significado yace en la estructura inconsciente.
- La estructura inconsciente de las relaciones familiares es un conjunto ligado de las relaciones entre términos (Alianza, consanguinidad, filiación, avuncular)
 La EFI es un operador a través del cual se generan significaciones provenientes de la cultura, éstas llegan a los integrantes de la familia mediante transformaciones que les dan sentido y significado a las relaciones familiares. En la misma, habría una transmisión transgeneracional de significados icc de una generación a otra.
Ahora bien, los cuatro tipos de relaciones pueden evolucionar hacia funcionamientos psicopatológicos o hacia la normalidad. La normalidad, estaría más cerca de la exogamia, la diferenciación sexual y generacional, la prohibición del incesto y del funcionamiento del padre como doble interdictor.
En la actualidad el problema es que la EFI resulta insuficiente a la hora de analizar los avatares de los vínculos familiares después del divorcio u otras temáticas que fueron surgiendo acorde se fueron sucediendo cambios histórico-sociales (caída de los ideales de la modernidad, declinación del patriarcado, incremento del individualismo, cambios en el lugar de la mujer, frecuencia de divorcios, familias monoparentales, familias con parejas homosexuales), a los cuales se fue amoldando la familia. Esto sumado al hecho que la EFI se basó exclusivamente en la representación de la familia tradicional patriarcal.
Con todo, seria más pertinente hablar de “las familias”, dada la validez que actualmente se le otorga a su heterogeneidad. La familia o grupo sustitutivo, si bien continúa siendo indispensable para el proceso de humanización del sujeto, comparte tempranamente la producción de subjetividad con otras instituciones como el jardín y la escuela, con figuras significativas no pertenecientes al ámbito familiar y aún con otros anónimos a través de los medios masivos de comunicación. Por lo tanto, pensamos el proceso de construcción del sujeto, en constante operatoria de producción de nuevas inscripciones en cada encuentro vincular significativo. 
Se piensa en el vínculo como una relación de un sujeto con otro sujeto, al que llamaremos “ otro”. Vínculo considerado desde cada sujeto como gente de la relación, centrando la mirada en lo que en conjunto construyen, lo que los une y lo que los separa. Para que el vínculo se constituye y se sostenga, es necesaria la presencia del otro.
Berenstein pone el acento en el concepto de vínculo, señalando su ligadura icc, mientras que el concepto de relación lo adscribe a las manifestaciones del mismo. El vínculo genera una representación que une a un yo con el otro. El otro no puede faltar como garante y soporte del vínculo.
En cada vínculo significativo se da un encuentro con tres dimensiones del Otro: 
· Con lo semejante. A través del mecanismo de la identificación que permite la vivencia de lo compartido.
· Con lo diferente. Si bien son aspectos del otro con los que NO nos identificamos, podemos acceder a ellos, conocerlos y aceptarlos y tornarlos compartibles a través de diversos intercambios.
· Con lo ajeno. Lo inasimilable, no compartido ni compartible,que refiere aun límite, a aspectos incognoscibles del otro e irrepresentables del otro como de sí mismo.
Lo incognoscible e inabarcable por el yo, como ajenidad, no sólo implica lo inasimilable del otro, sino la dimensión inconsciente del propio yo y ciertos sectores del mundo social.
Por otra parte, dentro de la familia distinguiremos dos órdenes de vínculos:
· Simétricos. Se dan entre sujetos en quienes las estructuras psíquicas están constituidas en sus aspectos diferenciales, aunque permanecen abiertos a nuevas construcciones subjetivas a lo largo de la vida. Por ejemplo: Entre el hombre y la mujer que forman pareja conyugal. También es simétrico el vínculo entre hermanos en tanto ambas subjetividades están en vías de constitución.
· Asimétricos. Al devenir padres, conforman un vínculo asimétrico con los hijos, dada la necesaria dependencia de éstos al estar transitando los inicios del proceso de constitución subjetiva.
Este entramado vincular que constituye la familia, se organiza en torno a los lugares materno, paterno y filial, en tanto denominaciones del parentesco instituidas y subsistente aun, más allá de las diversidades con que aparecen las familias, tanto en distintas épocas de la historia como en el momento actual.
En relación a los lugares pero no estrictamente ligados a ellos, se espera Y es deseable que se ejerzan en la familia funciones de sostén y amparo, de discriminación- corte y transmisión de la ley, que se han denominado clásicamente en la teoría como funciones materna y paterna 
Las funciones son operatorias necesarias para la Constitución y construcción de la organización psíquica de los sujetos; han de estar encarnadas, o por lo menos transmitidas por personas reales o que posean un índice de realidad para el hijo.
Existen dos funciones fundamentales que se ejercen desde las instancias parentales, o por quienes ocupen estos lugares dentro de la diversidad de configuraciones familiares existentes, que se transmiten desde el comienzo de la vida del hijo, en articulación una con la otra y que dan lugar a diferentes procesos psíquicos en el ser en formación, quién se va apropiando paulatinamente de lo transmitido, inscribiendo en una complejización creciente, estas marcas provenientes de sus progenitores.:
· Función amparadora primaria. Hace referencia al conjunto de cuidados brindados al infans por la madre, padre o sustitutos, como asistentes de las necesidades del recién nacido. Se refieren al amparo y sostén biológico y psíquico que le proveen. 
En tanto sostén psíquico supone que para sobrevivir y constituirse como sujeto humano, todo ser necesita,no solo de alimento, sino que alguien catectice, libidinice, desee que ese niño viva y le signifique en un comienzo, cada una de sus experiencias sensoriales y vitales, con los objetos de su entorno y con los otros. Por lo tanto, esos otrosprivilegiados se constituyen en el primer portavoz de la cultura a la que pertenece el infans. Esto posibilita: la erogenizacion del cuerpo del bebé como fuente de placer y sufrimiento ( no sólo como organismo viviente); las vivencias de unificación narcisizantes como efecto de la ternura que los otros le transmiten; la indicación y significación de sus experiencias tempranas a través del discurso parental, siempre desde las propias interpretaciones que ellos hagan de las mismas. En tal sentido, ese otro u otros privilegiados operan y se constituyen para el hijo, en el primer contexto identificatorio que fundara el yo. Desde el contacto cuerpo a cuerpo y sus deseos inconscientes, el otro contribuye a fundar la sexualidad del infans.
· Función simbólica, ordenadora, de corte y diferenciación. Tal es la función ordenadora de los vinculos intersubjetivos ejercida desde las instancias parentales, en tanto representantes para el hijo del acceso a lo simbólico, al lenguaje de una cultura y sociedad determinada. Los progenitoresno sólo le otorgan y brindan un sentido a las experiencias inmediatas, emocionales del hijo, sino que se ubican como referentes de una ley de la cultura y le transmiten de manera explícita e implícita los valores, ideales y modelos predominantes que ellos han interiorizado en cuanto a lo prohibido y lo permitido para cada vínculo.
Tradicionalmente definida como función paterna, debemos diferenciar claramente la función simbólica, de la persona concreta del padre de una familia determinada. Esta delegación en el padre de la transmisión de la ley como representante de la autoridad en la familia, está ligada a la representación social del patriarcado, cuya fuerza instituyente está en declinación actualmente. Lo que la cultura aún retiene de esta función simbólica asignada al padre, es el reconocimiento de que es quien dona el apellido al hijo. Función paterna, entonces, no puede ser equiparada a función simbólica, ya que el corte y el proceso de diferenciación que el hijo pueda ir realizando entre él y la madre, entre él y el padre y paulatinamente asumirse como otro con deseos propios más allá de los enunciados identificatorios familiares, implica un largo recorrido por diferentes vínculos y la apropiación- elaboración de enunciados de conjunto.
Si mediante la función amparadora primaria el hijo construye su YO, el efecto de la función simbólica abre a la inscripción de las categorías de lo permitido y lo prohibido y a la construcción psíquica del SUPER YO y de los ideales del yo, como ideales a ser.
Este proceso de construcción de la subjetividad, incluye la vertiente intra subjetiva ( la capacidad de cada sujeto de inscribir y metabolizar), intersubjetiva ( lo que se construye en y por los vínculos) y transubjetiva ( lo que se inscribe de las marcas sociales y culturales).
Otras funciones de una familia, junto a las anteriores ejercidas por las instancias parentales, son:
· Función filial. Implica la impronta de lo novedoso que cada hijo le impone a la organización familiar. El hijo no solo se constituye sobre los modelos parentales, sino que a través de su singular metabolización de lo trasmitido, aporta nuevas significaciones, que en la adolescencia, cuestionan lo heredado.Generalmente producen transformaciones creativas, otras tienden a repetir lo recibido y en ocasiones se enfrentan a la familia con vacíos de significaciones que evidencian sostenes imaginarios y simbólicos fallidos o deficitarios. 
Las fuerzas potencialmente desestructurantes o patógenas están vinculadas a un déficit en el sostén y apuntalamiento psíquico, o bien a un exceso abusivo de las instancias parentales, que transmiten inconscientemente la prohibición de un pensar y sentir autónomos, que obstaculizan el surgimiento del deseo propio del sujeto ( violencia secundaria segun Aulagnier )
· Función de las familias de origen, o los ancestros representan las tradiciones familiares. Se incluyen a través de las creencias y mitos que la familia conyugal sostiene, formulados en nuevas síntesis, que constituyen el relato de su origen como familia. Desde ese lugar, avalan y son garantes de la nueva organización familiar; pero también pueden obstaculizar los acuerdos y transacciones de la pareja, tanto a través de una presencia que interfiere la concreción de los mismos, o expresado en la puja entre marido y mujer por imponer los modelos ideales heredados por cada uno. Si se ubican en el lugar de garantes, cumplen la función de abuelidad, reforzando el sostén afectivo de los nietos.
En síntesis, este entramado vincular o estructura abierta, compleja y heterogénea, Cómo pensamos hoy a la familia, funda y marca el origen subjetivo en forma privilegiada pero no única, sentando las bases de lo prohibido y lo permitido a través de la operatoria de la prohibición del incesto, ejercida y recibida desde los lugares de parentesco y sus funciones.
La familia es el mediador entre el sujeto en construcción subjetiva y la cultura, en cuanto a reproducir sus valores e ideales. Pero además, de lo anterior se desprende, que en este proceso de constitución de subjetividad, no son solo los hijos, sino también los propios padres los que van siendo afectados en el devenir familiar.
Las significaciones sociales también cumplen un importante papel en el proceso de construcción de las subjetividades. Operan como los organizadores de sentido de cada época, estableciendo lo permitido y lo prohibido, lo valorado, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, etc. Son un sistema de interpretación y de valoración de la realidad. A su vez, son una pieza eficaz del sistema de Control Social.
Nos hemos movido durante muchos años con el concepto de estructura familiar inconsciente (EFI). Es importante poder revisar el concepto de Estructura para saber que alcances tiene y cuáles son sus límites.
Una idea crucial, en relación a revisar la EFI, es el concepto de Prygogine de estructuras disipativas, para referirse a aquellas estructuras abiertas, complejas, en las cuales los sucesivos intercambios con el exterior a sí a través del tiempo darán lugar al encuentro con lo azarozo y podrán imprimir a su recorrido diferentes vías de desarrollo que no se pueden predecir en el punto de partida. Una hipótesis importante de este autor es que la evolución hacia la complejidad puede dar lugar a la novedad. 
Por último, señalaremos que la transmisión transgeneracional tiene tres vías:
La simbólica que refiere a prescripciones y prohibiciones transculturales fundantes de la cultura (todas las culturas tienen algún tipo de tabú necesario para su sostén). Se efectiviza a través del linaje mediante la prohibición del incesto, y a su vez, permite las normas básicas de la cultura. 
La imaginaria. Aquí se transmite tanto el imaginario social como el familiar. El primero implica cuestiones relacionadas con las creencias, valores, que son transmitidos a cada uno de los integrantes de la cultura, y tiene la doble función de lo instituido y lo instituyente. Además, sostienen la identidad de los miembros de una sociedad. El imaginario social se transmite a través del imaginario familiar dado que cada familia, por estar inmersa en una sociedad, recoge el imaginario social de su época, transmitiéndolo en la singularidad de su seno. 
Po último, las cuestiones no representadas por los ancestros. Aquí se transmite el vacío de significación: los duelos no realizados, los traumas no procesados. Lo traumático insiste para encontrar ligadura a través de las generaciones.
Barrio-Capacidad jurídica y el Rol del perito en el proceso de restricción
La convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad del año 2006 y la Ley de Personas con Discapacidad (26378) plantean un cambio de paradigma en relación a los conceptos de discapacidad y su correlato jurídico de incapacidad.
El paradigma viejo, planteaba un modelo médico, donde la persona era declarada incapaz a partir de un certificado médico. Una vez establecida esta incapacidad, quedaba permanente, igual para todos los casos, (sin revisar) y absolutas, restringiendo todo el ejercicio de las capacidades de una persona. Se equiparaba las personas por nacer, los menores de 14 años, dementes e inhabilitados y sordomudos que no se dieran a entender por escrito. La ley privaba a las personas físicas de la facultad de obrar por sí mismas, fundada en la falta o insuficiencia de su desarrollo mental por la incapacidad de manifestar su voluntad.
El nuevo paradigma, plantea un concepto social de la incapacidad, y esto es lo que retoma el nuevo Código Civil y Comercial (CCyC). Así, todas las personas son sujetos de derecho siendo la capacidad de las personas la regla, y su restricción una excepción que debe fundarse. Así se establece que, ante la restricción para “determinados actos” se designarán los apoyos necesarios que deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona protegida. 
ACERCA DE LOS CONCEPTOS DE CAPACIDAD-INCAPACIDAD
La capacidad: es la aptitud de la persona para ser titular de derechos, adquirirobligaciones y ejercer dichos derechos por sí misma. 
El derecho civil tradicional ha calificado a la capacidad como un atributo de la persona, inherente a su condición de tal; por su parte, el reconocimiento de la capacidad guarda relación con el respeto de la dignidad y libertad personal y por ello sus eventuales limitaciones solo pueden ser establecidas legalmente. Tradicionalmente, el concepto de capacidad se ha dividido en capacidad de derecho y capacidad de hecho (o de obrar, de ejercicio o goce). 
· La capacidad de derecho refiere a la aptitud que toda persona tiene para adquirir derechos y contraer obligaciones, por el solo hecho de ser tal. 
· En cambio, la capacidad de hecho, refiere a la aptitud de la persona para adquirir y/o ejercer tales derechos por sí misma. En el nuevo CCyC se hablara de capacidad de ejercicio: toda persona puede ejercer por sí los actos jurídicos, con las solas excepciones establecidas en la norma. La capacidad será el principio a partir del cual, eventualmente, podrán disponerse restricciones puntuales y en última instancia, interdicciones generales. 
Capacidad de Derecho: 
ARTÍCULO 22
Las incapacidades de derecho se instituyen en protección de ciertos intereses y nunca de modo general en referencia a una persona. Apunta a la consideración de dicha persona frente a determinados actos concretos. Las limitaciones a la capacidad no pueden ser totales o absolutas, de un modo que elimine la condición de persona o importe la consecuencia de “muerte civil” (esclavitud). 
RESTRICCIONES A LA CAPACIDAD: 
ARTÍCULO 31.- Reglas generales
1. La capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, 
2. Las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre en beneficio de la persona; 
3. La intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como en el proceso judicial; 
4. La persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas para su comprensión; 
5. La persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que debe ser proporcionada por el Estado si carece de medios; 
6. Deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades. 
 
A partir de este artículo, el nuevo CCyC diseña el régimen de restricciones a la capacidad de las personas mayores de edad. 
El modelo social de la discapacidad. Este modelo importa un giro trascendental en la condición de las personas con discapacidad ya que deja de considerarlas portadoras de una patología que las “discapacita” y ubica “el problema” en el escenario social, inadecuadamente preparado para el pleno desarrollo de la persona con discapacidad. 
Efecto de lo dictado por la ley resulta la inadmisibilidad del dictado de sentencias atributivas de “incapacidad.
Respetuoso de este marco jurídico, el nuevo CCyC titula la Sección 3ª de este Capítulo 
“Restricciones a la capacidad˝, dando cuenta de que la capacidad será el principio a partir del cual, eventualmente, podrán disponerse restricciones puntuales y no interdicciones generales sobre la capacidad. Así, en este art. 31 se reúnen no solo reglas generales de fondo sino también de forma o procedimentales: tales, la participación de la persona en el proceso de restricción de su capacidad, el derecho a la asistencia letrada, el diseño de procesos que faciliten la información y la comprensión para la toma de decisiones. 
 
El ARTÍCULO 32 expresa: 
El juez puede restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a sus bienes. 
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé el artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función de las necesidades y circunstancias de la persona. El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona protegida. 
Por excepción, cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y designar un curador. 
En el supuesto de restricción a la capacidad, no procede la tradicional figura sustitutiva del curador, sino la designación de persona/s de apoyo, cuya función es “... promover la autonomía y favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona”- 
Declarar la incapacidad; pero solo como última instancia. 
El CCyC elimina las etiquetas o calificaciones preexistentes en el antiguo código —
“sordomudos que no saben darse a entender por escrito”; “dementes”; “disminuidos en sus facultades mentales”— y reemplaza ello por enunciaciones genéricas: alteración mental y adicción. 
Así, la declaración de “capacidad restringida” requiere que la persona se encuentre en situación de daño a su persona o a sus bienes consecuencia de sus actos. Nuevamente, el Juez de Familia, requerirá la evaluación correspondiente al Psicólogo Jurídico en cada caso particular, acerca de la aptitud de la persona para comprender, razonar y expresar voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado de su voluntad. 
 
Capacidad de hecho o de ejercicio: 
ARTÍCULO 23 
La restricción a la capacidad aparece fundada en la pretensión de protección de la persona por el ordenamiento, auxiliando la ejecución de los actos a través de mecanismos de asistencia para su celebración. 
Personas incapaces de ejercicio: ARTÍCULO 24.
En estos casos, la respuesta legal para suplir dicha incapacidad es la figura de la representación, conforme regula el art. 100 y ss. CCyC. 
· La persona por nacer 
Es clara su imposibilidad de ejercer derechos. Que la persona por nacer ostenta la condición de persona humana surge del art. 19 y ss. del CCyC. Son representantes de las personas por nacer, sus padres —art. 101, inc. a) CCyC—. 
· La persona menor de edad que no cuenta con edad y grado de madurez suficiente 
La única distinción etaria que impone la nueva normativa es la que delimita entre niños y adolescentes, siendo el punto de efracción el de los 13 años de edad. 
El requisito normativo es mixto: la edad y la madurez suficiente. El calificativo “suficiente” guarda relación con el acto de que se trata. La referencia a la presencia de una cierta “edad y madurez suficiente” da cuenta de que el sistema se aleja de conceptos más al tiempo que emparenta mayormente con la noción bioética de “competencia. Esta noción es de carácter más empírico que técnico y toma en consideración la posibilidad personal de comprender, razonar, evaluar y finalmente decidir en relación al acto concreto en juego. 
Rol Profesional
En este caso, será necesaria la evaluación del psicólogo jurídico, dentro del equipo técnico de los Juzgados de Familia, donde se evaluará la madurez del niño y adolescente en relación al concepto incorporado de autonomía progresiva. 
Teniendo en consideración que este ejercicio personal puede generar conflictos con las decisiones de los representantes legales, la norma brinda respuesta a través de la facultad del niño, niña o adolescente de defender su posición con el auxilio de asistencia letrada, y para ello se incorpora la figura del abogado del niño/a (Art. 27, ley 26.061) ----- Ley de protección integral de los derechos N,NyA.
· La persona declarada incapaz por sentencia judicial 
Hace referencia a la persona declarada incapaz por sentencia judicial y en la extensión dispuesta en dicha resolución. En el CCyC la incapacidad resulta una respuesta residual, excepcional y restrictiva. Nuevamente, la evaluación del psicólogo jurídico como miembro del Equipo Técnico dentro de los Juzgados de Familia, es clave en el auxilio al Juez para que pueda determinar en cada caso esas restricciones.De esta manera, el psicólogo evaluará la capacidad de comprensión y razonamiento que requiera cada acto concreto en juego en un sujeto determinado. 
REPRESENTACION Y ASISTENCIA. TUTELA Y CURATELA
ARTÍCULO 100. Las personas incapaces ejercen por medio de sus representantes los derechos que no pueden ejercer por sí 
De esta forma el nuevo Código introduce un giro conceptual trascendente: la consideración permanente de la condición de persona humana de aquel que no puede ejercer por sí los actos jurídicos y, en consecuencia, la necesidad de respetar el ejercicio de su derecho a ser oído y a participar en la medida posible en la toma de decisiones. 
ARTÍCULO 101. Son representantes: 
a. de las personas por nacer, sus padres
b. de las personas menores de edad no emancipadas, sus padres. Si faltan los padres, o ambos son incapaces, o están privados de la responsabilidad parental, o suspendidos en su ejercicio, el tutor que se les designe; 
c. de las personas con capacidad restringida, el o los apoyos designados cuando, conforme a la sentencia, éstos tengan representación para determinados actos; de las personas incapaces en los términos del último párrafo del artículo 32, el curador que se les nombre. 
La representación legal de dichas personas se desarrolla a través de distintas instituciones: la responsabilidad parental y los apoyos con facultades representativas, reconocidos como “apoyos intensos”. 
PROCESO DE DECLARACIÓN DE RESTRICCIÓN A LA CAPACIDAD. 
ROL DEL PSICÓLOGO JURÍDICO:
Este proceso judicial, 
1. Se inicia con una demanda ante el Juzgado de Familia donde se solicita la declaración de restricción de la capacidad por determinada causa.
2. Al mismo tiempo que se ofrece el sistema o persona de apoyo. 
3. A continuación, se realiza una breve historia de la patología que presenta el sujeto, las limitaciones en la vida que le genera, junto con certificados médicos, psicológicos, y de otras especialidades que lo acrediten. 
4. Finalmente, se justifica la elección de la/s personas de apoyo, teniendo en cuenta el apoyo de hecho que se viene haciendo hasta el momento de la presentación judicial. 
5. A continuación, se ofrecen las pruebas que acrediten lo dicho: documental (certificados, historias clínicas, documentos, etc), informativa, testimonial y pericial interdisciplinaria. 
En este caso, será el Equipo Técnico Interdisciplinario del Juzgado de Familia, el que de manera interdisciplinaria evaluará y determinará la aptitud mental para ejercer sus derechos civiles, entendiendo esa aptitud como la capacidad para conducirse a sí mismo, sus relaciones familiares y sociales y la capacidad para administrar sus bienes. 
El abordaje del sujeto como una integridad biopsicosocial, plantea la necesidad de la valoración interdisciplinaria (psicológica, médica y de trabajo social) para evaluar la presencia de trastornos psíquicos, enfermedades médicas, situación psicosocial y ambiental y la actividad global de la persona, pronóstico, posibilidad de autonomía para los diversos actos y funciones que una persona podría realizar, como así también la evaluación de recursos personales, familiares y sociales que la familia presenta. 
Rol del Psicólogo Juridico
Así, el psicólogo jurídico, como miembro del Equipo, evaluará el estado psicológico de la persona, la presencia de alguna patología psíquica en tanto y en cuanto afecte las capacidades del sujeto mencionadas anteriormente, la fecha de inicio de la problemática, pronóstico, qué sistemas de apoyo aconseja para el desarrollo de la vida diaria del peritado y posibles tratamientos. Se consideran actos diarios de la vida común trabajar, viajar, asistir a eventos, educarse, realizar tareas domésticas, actividades políticas como votar o afiliarse a un partido, acciones que tienen que ver con la responsabilidad parental y diversos actos de la vida civil como contraer matrimonio, comprar, contratar, disponer y administrar bienes, etc. 
La confección del Informe Pericial se plantea de manera conjunta e interdisciplinaria, aportándole al juez una valoración integral del sujeto, teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente. Luego de la producción de toda la prueba, será mediante sentencia judicial la determinación de la declaración de la restricción de la capacidad de la persona y la asignación de sus sistemas de apoyo. 
F18058. Lic. Silvia Gomel Pensando la psicopatología vincular desde la transmisión transgeneracional 
Reflexionar sobre las ciencias de la subjetividad, lleva también a un replanteo de la idea de sujeto, atravesado por distintas marcas: económicas, sociales, culturales, deseantes; que van dando origen y despliegue a distintos tipos de ciencias, en rigor de ramas de la ciencia, pero que tienen a la subjetividad como común denominador.
Nos hemos movido durante mucho tiempo con el concepto de estructura familiar inconsciente, pero es importante poder revisar el concepto de estructura a la luz de estas problemáticas, para saber con qué noción nos estamos moviendo, qué alcances tiene y cuáles son sus límites. 
La idea de complejidad
Una idea que ha sido crucial al revisar la estructura es el concepto de estructuras disipativas, que están lejos del equilibrio, en las que el equilibrio es el desequilibrio. Las nociones de estructura con las que nos hemos manejado tienen consecuencias en la psicopatología, con funcionamiento neurótico, perverso, etc. estamos presuponiendo una estructura básica en la cual vamos a ir detectando variables que nos hablan de funcionamiento psicopatológico, una estructuración psicopatológica con funcionamientos predominantes. 
La estructura familiar inconsciente, el zócalo icc, ¿se refiere a sistemas simples o complejos? La diferencia, arma una psicopatología diferencial. La evolución hacia la complejidad puede dar lugar a la novedad. Se diferencia complicado de complejo.
Un sistema complicado, tiene muchas variables que necesitan ser desarmadas una por una para lograr su comprensión. En un sistema complejo no conocemos todas las variables y nunca vamos a lograr una comprensión cabal.
La idea revolucionaria de los nuevos paradigmas es que un sistema, en sus caminos de transformaciones, puede elegir entre diversas alternativas, no siendo posible saber a priori cuál va a elegir: depende de su historia y de las condiciones específicas contextuales en ciertos puntos críticos de su desarrollo. La idea que subyace a un sistema simple es que, conociendo todas sus condiciones de partida, podemos prever sus transformaciones. No sabemos en cuál va a devenir, pero sí sabemos que hay un número fijo de transformaciones. En cambio, esta idea novedosa de complejidad implica que resulta imposible conocer todas las condiciones de partida, pero no por ignorancia del investigador, sino por la propia condición de complejidad. Así, un sistema que entre en situación de transformación puede derivar, puede elegir distintas alternativas, diferentes derroteros, siendo imposible predecir cuál va a ser el destino final de la transformación. 
De esta manera pierde en predictibilidad, pero gana en especificidad. Así, el azar es distinto de lo aleatorio, irrumpe como un rayo porque no estaba contemplado en las posibilidades del sistema. el azar, es necesario, es el elemento disruptivo, impredecible; forma parte de los fenómenos mismos. En cualquier momento produce cambios no anticipables. 
Las ciencias de la complejidad se fundamentan en un grupo de hipótesis:
+ Identidad dinámica: Las partes de un todo complejo y sus propiedades sólo adquieren sentido en la interacción, y en relación a la organización total. En los vínculos, identidad dinámica significa que no existe el ser en sí mismo, existe el ser en la interacción. El ser deviene, no es, y lo hace en la interacción con el otro. 
+ Totalidad compleja no totalmente especificable: El sistema complejo es un sistema abierto en altísima interacción con su medio. Su identidad se sostiene en la ligadura, y esta totalidad compleja no lo es sólo porque es difícil, sino también porque no es totalmente decible.No hay modo de desarmarla y volverla a armar. 
+Autonomía relativa: No existen las leyes deterministas como destino inapelable. El sistema es flexible y nada puede ser pensado como una causalidad absoluta. 
+El universo como entramado relacional: No tiene sentido preguntarse por la causa, si la causa está en la forma, si tiene que ver con lo histórico. Ya no se habla de causa sino de condiciones de emergencia, de factores coproductores. 
Ha dado lugar a las cuestiones de la interdisciplina y transdisciplina. Aceptar que no hay una sola disciplina que pueda saturar un fenómeno abordado desde las ciencias de la complejidad. Los momentos de mayor probabilidad de predicción son los de estabilidad. Pero los sistemas complejos tienen como característica la de estar mayormente en situación de crisis. 
La psicopatología vincular me remite más a heterogeneidades que homogeneidad. La heterogeneidad tiene que ver con lógicas diversas que atraviesan los vínculos, con mecanismos diferenciales coexistentes. La transferencia no es únicamente reedición de modelos vinculares, sino también posibilidad productora de nuevos modelos que en potencia no estaban y que se despliegan en el azar del encuentro con un determinado terapeuta. Nos arranca de un lugar de pronóstico, y nos pone mucho más en el día a día del proceso, y en observar hacia dónde va ese proceso más allá de lo que nosotros pensábamos o suponíamos. 
La transmisión transgeneracional
La vincularidad implica para el sujeto una exigencia de trabajo distinta a la que le impone lo pulsional, que se funda en dos cuestiones: pertenecer a una línea genealógica y velar lo imposible para lograr la consolidación del vínculo. 
Pertenecer a una línea genealógica implica que somos, desde el inicio sujetos de genealogía, esta línea tiene ascendientes y descendientes. Desde el inicio el individuo tiene un fin en sí mismo y un fin para la especie. Algo tenemos que hacer con nuestra prehistoria vincular, no sólo con lo vivido efectivamente, que han dejado marcas en la propia subjetividad. Nuestra historia transgeneracional requiere una exigencia de trabajo psíquico para poder subjetivizarla. Línea genealógica que nos enfrenta con lo vivido ancestral, hecho carne en nosotros a través de nuestra psique. 
La transmisión transgeneracional tiene tres vías:
· La vía de lo simbólico: Tiene que ver con el tema del parentesco y los mandatos fundamentales de la cultura. Prescripciones y prohibiciones transculturales (todas tienen un tabú para su sostén). Coloca a la línea genealógica en relación al linaje como un modo clasificatorio de los individuos para que pueda efectivizarse la prohibición del incesto. La línea genealógica señala quiénes son los padres de, los hermanos de, primos de, etc. cuando la línea genealógica entra en caos, el sujeto no puede ser clasificado claramente en un lugar de parentesco y hay confusión sobre quién es su antecesor y quién su sucesor. Estamos frente a la producción de psicosis. 
· La vía de lo imaginario: Se transmite transgeneracionalmente tanto el imaginario social como el familiar. El imaginario social implica todas aquellas cuestiones relacionadas con las creencias, los valores, cánones estéticos, axiología, que son transmitidos a cada uno de los integrantes de la cultura. El imaginario no sólo es instituido, también es instituyente. Estas cuestiones arman y sostienen la identidad de los miembros de una sociedad. El imaginario social se transmite a través del imaginario familiar, pues si bien cada familia tiene un sistema de valores, ideales, etc. también por estar inmersa en una sociedad recoge el imaginario social de su época. En el imaginario familiar, encontramos la transmisión por la vía de las identificaciones. 
· La vía de lo real: Especifica la herencia de las cuestiones no representadas por los ancestros. Si en las primeras circulan representaciones, en esta se transmite lo que no logró estatuto representacional; se transmite el vacío de significación (Por ej. Los duelos no realizados), que al no ser procesadas en las generaciones en que sucedieron, son legadas en su cualidad de no representadas hacia otras generaciones. 
Estos legados constituyen y arman un motor en la vincularidad.
La cuestión de la negatividad
Un segundo motor de la vincularidad tiene que ver con la negatividad. Estamos acostumbrados a pensar los vínculos en su positividad. Una de las revoluciones que trae el pensamiento complejo es la cuestión de la negatividad, del no ser. Cuestión el no-todo, de la negatividad, que se encuentra en el corazón mismo del ser, el no-ser en el ser. La vincularidad tiene en sí misma, el no-vínculo, la imposibilidad vincular. El vínculo soporta un lugar imposible donde los seres humanos estamos irremediablemente solos y no podemos cubrir esa soledad radical. La exigencia de trabajo de la vincularidad marca la necesidad de transformar lo imposible en prohibido. Podemos hacer el movimiento de velar la imposibilidad del vínculo para lograr armar un vínculo. Para poder tejerlo es necesario un movimiento de desmentida, desmentir que el vínculo es imposible. Aquello que se desmiente queda como exterioridad del vínculo, y como tal es motor. Justamente que un vínculo no puede saturar aquello que se espera de él, lo constituye en motor. El concepto de imposibilidad vincular es otro motor básico, en cuanto a exigencias de trabajo de la vincularidad. 
Momentos de retorno
Las producciones vinculares son modos de retorno de aquello que en la familia se ha constituido frente a las exigencias de la vincularidad. Hay que pactar, hay que acordar qué va a quedar fuera del vínculo y qué puede ingresar en él. ¿Cómo se las arreglaron los sujetos del vínculo con las exigencias de la vincularidad? Es una pregunta para ir armando un perfil psicopatológico.
Existen formas de retorno que están en el plano de la representación, que tienen que ver con lo simbólico y lo imaginario, con posibilidades de velamiento de lo imposible vincular, con un sostén importante en los temas del linaje y del armado identificatorio: producciones del decir. Otro modo de retorno es el de “precipitaciones del hacer”, un hacer sin representaciones (transmisión transgeneracional de lo no representado). Lo que no logra escena psíquica se coloca en una escena fuera de escena, la realidad. Cuando nos encontramos frente a una vincularidad en la cual los retornos son del orden de lo no representado y de la imposibilidad vincular, lo que no se ha podido lograr plenamente es el nivel de lo inconsciente. Mal podría el analista usar la interpretación para tratar de descifrar, cuando o que no se pudo es cifrar. 
Cuando hablamos de estructura familiar inconsciente, presuponemos vínculos en los que se ha podido armar lo icc. Pero hay otros modos vinculares. Es necesario que el analista vaya armando en su cabeza los ejes básicos de los perfiles psicopatológicos de un vínculo, para poder acomodar su propia respuesta a esa vincularidad. El pasado no constituido en historia retorna por vía del hacer. Cuando no hay trabajo del icc, no hay posibilidad asociativa: un hecho no lleva a otro hecho, está velado y encapsulado en sí mismo.
F9031. Ley 11.453: Texto actualizado con modificaciones introducidas por la Ley 12.318
ARTICULO 1.- Créase en el Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, el “FUERO DE FAMILIA”, compuesto por Tribunales Colegiados de Instancia Única.
ARTICULO 3. El Cuerpo estará integrado por un (1) Médico Siquiatra, un (1) Sicólogo y tres (3) Asistentes Sociales.
La dotación integrada de cada Tribunal Colegiado de Instancia Única del Fuero de Familia, será nombrada y removida por la Suprema Corte de Justicia.
ARTÍCULO 831.- Informe. Resolución. El Consejero de Familia, una vez recibida la solicitud, informará dentro de las veinticuatro (24) horas sobre la conveniencia de la etapa. Si la considerase inadmisible, elevará las actuaciones de oficio en el mismo plazo al Juez, quien resolverá en definitiva.
ARTICULO 832. Recusación. Los consejeros de familia son susceptibles de ser recusadosy deberán excusarse siempre que se encuentren comprendidos en las causales del articulo 17.
ARTICULO 833. Las funciones de los Consejeros de Familia se desarrollarán en la etapa previa y en la contenciosa, mediante asesoramiento y orientación, intentando la conciliación, procediendo de la manera mas conveniente al interés familiar y al de las partes.
ARTICULO 834. Podrán convocar a las partes y a toda persona vinculada tanto la colaboración del cuerpo técnico auxiliar, de la oficina pericial y efectuar el reconocimiento de personas o lugares.
F18048. TRANSMISIÓN GENERACIONAL, FAMILIA Y SUBJETIVIDAD – Silvia Gomel 
CAPÍTULO 2: EL DISCURSO FAMILIAR
TRANSMISIÓN Y DISCURSO
La sustitución de la realidad por un signo es una operación de mediación mediante la cual el sujeto toma respecto de lo vivido, un distanciamiento que le posibilita identificarse en la diferencia. El nacimiento del lenguaje opera así una disyunción entre la vivencia y el signo.
La cría del hombre se humaniza a partir d su incorporación al circuito del intercambio, al ser nominada por la palabra de los padres; el lenguaje como sistema regulador sella desde el inicio una intersubjetividad simbólica. Encontramos en él dos aspectos diferenciados: lengua, código intersubjetivo, y habla, ejecución lingüística gravitando en torno del código. 
La lengua es una institución, concierne a grupos, implica intersubjetividad, regula los intercambios. Funciona coactivamente porque obliga a ajustarse a ciertas pautas para intercambiar. El código sólo está en los hechos del habla, e inversamente el habla inexorablemente gira en torno de un código; se sostiene así una implicación recíproca. En cuanto al discurso, como dimensión restringida del lenguaje, refiere a su carácter privado en detrimento del carácter universal de la lengua. Todo discurso es por definición vincular – crea lazo social – y se constituye como una configuración de sentido articuladora de lo dicho y lo no dicho: palabras, gestos, movimientos, actos. 
Discurso familiar es el conjunto de los acontecimientos del decir efectivizados en una familia, subsidiario del modo peculiar y restrictivo mediante el cual la lengua se realiza en habla en dicho contexto. Leído desde la perspectiva de los discursos ancestrales que ciñen el devenir vincular, el discurso familiar es vía regia de transmisión de lo generacional. 
El proceso de significancia familiar reconoce sobre-determinaciones. Desde lo macro-contextual, como impronta de la cultura específica en que la familia anuda su pertenencia; desde lo trans-generacional, a través del legado de un arcón de significaciones; y desde cada uno de los miembros en el movimiento del aporte de sus propias semantizaciones al conjunto. Combinación en la cual lo dicho excede siempre la voluntad del decir.
Como todo discurso, reconoce en su constitución diversos canales de transmisión: las palabras – dimensión estrictamente lingüística – y las mímicas y gestos, aspecto paralingüístico. El contexto extralingüístico interviene en la determinación del sentido
La enunciación como producción familiar
Todo discurso construye dos dimensiones fundamentales: el que habla (enunciador) y aquel a quien se habla (destinatario). Son simultáneas, se trata de un circuito discursivo. 
La enunciación refiere a la dimensión discursiva en la que se plasma la relación del hablante con el contenido de lo dicho, relación necesariamente ligada a otra: aquello que el emisor le propone al receptor del mensaje. El enunciado a su vez es un producto a través del cual el sujeto hablante se inscribe permanentemente en el interior de su propio discurso, al mismo tiempo que inscribe allí al otro. 
El discurso familiar puede ser abordado a partir de las huellas de los interlocutores en el seno de los enunciados, como lugares de inscripción y modalidades de existencia de las subjetividades anudadas en los vínculos de parentesco. En ese sentido es lugar de anclaje y emergencia de la operatoria vincular. 
El concepto de “formación discursiva” puede considerarse al enunciador como el representante y el portavoz de un grupo, ampliando la noción de sujeto hablante a la de sujeto trans-individual. Constituye a los individuos en sujetos de un discurso anónimo. En psicoanálisis, en todos los conceptos de formación se juega un proceso especial de elaboración psíquica. Designa tanto el proceso como el resultado de éste. Resultado que, al modo de una construcción, reconcoe en su armado múltiples elementos confluyentes.
Pienso al discurso familiar como formación en este mismo sentido, verdadera arquitectónica transindividual, producto anónimo con un estilo específico resultado del proceso de ensamblaje. Revelador a través de sus líneas de fractura de la impronta del conflicto en la doble economía del discurso: la del sujeto singular y la del grupo familiar. En ella emergen entrelazados lo subjetivo y lo vincular convirtiendo a la enunciación en producto de un acople ignorado. 
La dimensión pragmática
La pragmática es el estudio de los actos de lenguaje a partir del interjuego de sus participantes. Hablar es intercambiar información, pero es también efectuar un acto regido por reglas precisas que pretenden transformar la situación del receptor, modificando su sistema de creencias y su actitud conductual. Al decir ciertas palabras estamos haciendo algo y no dando cuenta de algo: se puede “hacer cosas con palabras”. Más que expresar un proceso interno, pronunciar la palabra es realizar la acción. Cuando alguien dice algo debemos distinguir: el acto de decirlo (nivel proposicional), el acto que realizamos al decir algo [dimensión ilocutoria del acto lingüístico (prometer, advertir, jurar)], el acto que llevamos a cabo porque decimos algo [dimensión perlocutoria del acto lingüística (intimidar, asombrar, convencer, apenar)].
En cuanto al valor ilocutorio, siempre es indispensable que las palabras se expresen en circunstancias apropiadas. Cuando no ocurre, la expresión es “desafortunada”. Del acto lingüístico no puede aseverarse su verdad o falsedad: puede en cambio ser nulo. “para que aquello que el acto dice sea llevado a cabo, debe incluir la expresión de ciertas palabras por ciertas personas en ciertas circunstancias”. 
El nivel pragmático es el más próximo a lo intersubjetivo. En la problemática de los actos del lenguaje se trata de analizar las relaciones establecidas a través del enunciado entre los miembros del intercambio verbal, complementario con el estudio del marco enunciativo. 
Modalidades del discurso familiar
Una forma posible de organización circula alrededor del eje enunciativo: particularidades de la enunciación y modos de recepción del mensaje. Los modelos de discurso trabajados y sus efectos en la interdiscursividad son los más relevantes para el acercamiento a la clínica vincular. Cada una de las formas estudiadas establece una construcción modelística, difícilmente hallable en forma pura. 
El discurso dialógico: Supone un emisor y un receptor que al compartir el conocimiento del código, posibilita la decodificación del valor semántico proposicional y la discriminación del nivel pragmático. Todos los participante involucrados en el circuito del discurso pueden emitir y responder los mensajes en conocimiento de las reglas del juego. Dentro de esta categoría se ubican el discurso no autoritario, el discurso a predominio ideal del yo, el discurso de vida. 
Podemos definir una “familia de las enunciaciones” en la cual el posicionamiento subjetivo en la enunciación se asume explícitamente y relativiza la verdad de la afirmación. Se apunta así a quebrantar las certezas reconociendo las diferentes subjetividades en juego.
Formación discursiva transmisora y a la vez creadora de condiciones para la autonomía del pensamiento, señala las posiciones de los integrantes de una familia en relación con la verdad. La modalidad dialógica se asienta en el discernimiento y la aceptación del principio de realidad. Se admite la policausalidad, incluso circular. También aparece la posibilidad de resignificación.Como todo modelo discursivo, es a la vez efecto de una organización y fundamento de ella. implica una operatoria familiar caracterizada por la renuncia frente a una complementariedad imposible, motor para cada uno de los integrantes de la propia actividad de pensar. 
Discursos monológicos: la violencia discursiva: La voz del interlocutor se acalla, produciéndose una suerte de monólogo en una ficción de diálogo que despliega una violencia discursiva jugada en las modalidades del habla. La violencia radica en el avasallamiento de los deseos y aun de a subjetividad del otro, y puede ser definida como un comportamiento vincular coercitivo y arbitrario, de poca complejidad, opuesto a un vínculo reflexivo y elaborativo donde la distancia admite ser cubierta por hechos de lenguaje y afectos de mayor complejidad. Acto ejercido sobre otro desconociéndolo en su subjetividad. Las diferencias sexuales, generacionales y sibjetivas son negadas, y se consolida una fusión mortífera o una asimetría exagerada. En ambos casos el circuito sólo puede romperse mediante un acto de violencia. 
Tanto la racionalidad como la irracionalidad son transmisibles como significados al modo de mensajes entre las generaciones. Un significado se vuelve irracional cuando dado por un contexto determinado, no se adapta o no es contenido por la percepción, o también cuando su permanencia es mantenida a pesar del cambio contextual. 
El discurso familiar violento impone una relación fija e invariable entre significante y significado, anulándose la polisemia propia del lenguaje. A partir del presupuesto de una significación única e inamovible, el intento es convertir a alguien en ilusoriamente transparente a fin de imponer una semantización excluyente. No sólo la palabra pronunciada puede provocar efectos violentos, el texto ignorado violenta desde su presentificación en la ausencia, y exige un gasto psíquico continuo para sostenerse en dicho estatuto. El discurso violento es el producto de lo enunciado y de su recepción, y adquiere sentido en la respuesta de quien lo recibe. 
¿Cuál es la lógica vincular compatible con las condiciones de producción del discurso familiar violento?
1) Obturación de un espacio de pérdida ligado a discriminación sexual, generacional o cultural; 2) Forzamiento de la continuidad de lo que debiera ser discontinuo, tanto a nivel del sujeto – relación con la otredad – como de los vínculos; 3) configuración de una temporalidad inmovilizante en la cual la creación de lazos inéditos entra en la categoría de lo impensable. 
Discurso sagrado autoritario Modalidad puesta en juego cuando el enunciante prescinde de su interlocutor o no o identifica claramente; habla para sí mismo y para todos, utiliza mucho más la tercera persona o el impersonal (se) que la primera o la segunda. La denominación “sagrado autoritario” no depende de los contenidos del enunciado sino de definir al interlocutor como prácticamente ausente. 
Desde la perspectiva transgeneracional, escuchamos con frecuencia una reiteración de enunciados y posiciones enunciativas formuladas en otro tiempo y lugar. El hablante se supone autor exclusivo de su discurso: sin embargo, también él es parcialmente hablado por enunciados transmitidos por la red vincular. Tiene una modalidad asertiva y generalizante, a partir del yo que enuncia con exclusión del otro o incluyéndolo en la formulación general del yo. 
Lo enunciado no admite otra lectura posible, es obvio. Se otorga a las convicciones su estatuto de creencia. Las creencias a su vez están emparentadas a la fe, cualidad peligramente cercana al fanatismo. 
Discurso paradojal: La paradoja es un recurso retórico al servicio del humor, del imprevisto o del efecto poético: existe incluso un nivel paradojal propio del lenguaje en su cuota de ambigüedad y confusión. 
La producción del modelo denominado Teoría del Doble Vínculo marcó un hito, su interrogante central giraba en torno a cómo, a través de determinados patterns vinculares, uno de los participantes podía enloquecer. Según Bateson los mensajes expresados simultáneamente por la madre u otros miembros de la familia son: 
· a) Conducta hostil o de retraimiento cada vz que el niño se acerca a ella por vivencia de peligro o angustia
· b) Conducta a modo de acercamiento cuando el niño responde a su conducta hostil, como manera de negar que es ella quien se aparta (conducta “inocular bondad”).
El efecto producido es el de perplejidad. La comunicación en doble vínculo actúa por adición para finalmente producir un verdadero trauma, obstaculizante de la capacidad de pensar del sujeto. 
El doble vínculo puede quizás ser leído desde el psicoanálisis como el efecto de la captura de una psique por el deseo ambiguo de otro omnipotente. 
La distorsión de la percepción como estrategia desesperada para sostenerse en un vínculo – desconocer la propia verdad ante la angustia impensable de discriminarse – precipita la fragmentación del orden representacional de quienes se encuentren sometidos sistemáticamente a esta modalidad discursiva. 
La representación abolida deja su huella en la fractura de lo simbólico y podrá retornar ya no como representación sino desde el exterior, al modo de la alucinación, sistemas delirantes o pasajes al acto, o desde el interior del cuerpo en la eclosión somática. El punto ciego de la percepción en uno o varios miembros de una familia, puede también ser leído en relación a huecos en la cadena trans-generacional de representaciones, monumento mudo a los eslabones faltantes en la efectivización de la ley paterna y al ulterior despliegue en ese hueco de lo superyoico. 
La lógica paradojal implica que los dos enunciados antagónicos obran sucesivamente y no simultáneamente. Es imposible deducir la verdad o falsedad de los enunciados. 
Discurso vacío Las familias despliegan a veces un discurso desvitalizado, monocorde, vacío en cuanto a la posibilidad de evocar o recrear otras significaciones. Las palabras duplican la realidad, al modo de noticieros objetivos y distantes. El fracaso del trabajo metafórico conduce a una falta de creación de sentido. 
La enunciación aparece borroneada, se habla en forma impersonal y tampoco queda claro a quién está dirigido el mensaje. Escasean las palabras referidas a estados afectivos y emocionales.
En referencia a la temporalidad, los términos se hallan constreñidos a un tiempo acotado plegado a la actualidad, a la inmediatez de los hechos. Se producen muchos silencios, no al servicio de la comunicación sino del enmudecimiento. El silencio se hace guardián de la Nada: un silencio de piedra, un silencio de muerte. De modo inopinado, pueden aparecer explosiones de afecto surcando el discruso como un rayo, sin relación aparente con el resto del texto. Quedan allí, expresiones altamente cargadas de emocionalidad indicadoras de un desanudamiento de base. 
Otro polo es el discurso “demasiado lleno”, desplomando cataratas de palabras sobre los oídos del receptor. 
La desafectivización y el desapego en los vínculos actuales son con frecuencia sello de un apego radical a modelos vinculares pretéritos y señalan la repetición de los medios arbitrados ahora y siempre para huir de los impactos traumáticos, de los duelos no realizados, de los enigmas indescifrables. 
Definimos al humano como un ser de palabra; la subjetividad se liga al ser hablado desde un lugar que inscribe al niño en un orden clasificatorio y lo sitúa en el universo jurídico imperante en su sociedad. La inscripción del sujeto humano en las diferentes etapas de la filiación abarca no solamente el orden familiar sino su entidad jurídico social, marcando su autenticidad y legitimidad.
F18022. La Familia: ¿Qué Familia? - Llarull
Es una institución sumamente compleja y en constante y permanente transformación.
La familia cumple comuna función primordial como lo es la sociabilización, que engloba las funciones placentarias, nutricias y socializadoras, cuyas funciones son las de cubrir las necesidades básicas, sociabilizar y al mismo tiempo trasmitir un conjunto de valoresculturales. 
La familia se fue acomodando al contexto social: está en constante transformación.
En la antigüedad encontrábamos por etapas: Familia Consanguínea, Familia Punalúa, Familia Sindiásmica y Familia Monogámica.
En la actualidad, en ella ha habido un proceso de democratización que se manifiesta en el principio de igualdad de los conyugues; la intercambiabilidad de roles, ya que el hombre y la mujer trabajan en la producción social al mismo tiempo que pueden cooperar en los cuidados del hogar e hijos. Este proceso también se ve en que todos los hijos son iguales ante la ley. Aunque la ley toma como modelo solo a una de ellas, dentro de este proceso de democratización, existe también la idea de una pluralidad de formas de familia.
También se puede decir que en las familias de la actualidad:
· Hay un mayor reconocimiento de la existencia de familias de un solo progenitor (monoparentales)
· Aparece la Familia ensamblada, en la que uno o ambos cónyuges tienen hijos provenientes de uniones anteriores
· Hay ambigüedad en los roles.
Familia Funcional
La familia tiene que habérselas con distintos modos de enfrentar las crisis evolutivas esperables y además de las propias de la vulnerabilidad social. Si la familia establece estrategias disfuncionales ante las situaciones de crisis, como son la rigidez y la resistencia, provoca conflictos y por tanto, comienzan a aparecer síntomas que atentan contra la salud y el desarrollo de sus miembros. 
La familia se hace disfuncional cuando no se respeta la distancia generacional, cuando se invierte la jerarquía, o cuando la jerarquía se confunde con el autoritarismo. Para que la familia sea funcional debe mantener los “límites claros” (fronteras psicológicas entre las personas que permiten preservar su espacio vital)
Demanda Judicial
La demanda judicial se centra generalmente en dos tipos de diagnósticos: 
· De perfil de personalidad de alguno o todos los integrantes de la familia.
· Diagnóstico de interacción familiar.
En cualquiera de ellos se hace imprescindible rescatar la historicidad para a partir de ello, evaluar los estilos comunicacionales, los roles adjudicados y asumidos; el ejercicio del poder manifiesto y latente; los pactos, y la asimetría en cada una de las relaciones vinculares. 
Evaluación familiar
A la hora de tomar decisiones respecto de los integrantes de una familia, el Juez convoca la opinión experta (Perito Psicólogo). Pero… ¿Cuáles modelos familiares deben ser tomados en cuenta al momento de evaluar? El modelo de evaluación debe ser tan plástico y dinámico como las circunstancias lo exijan. Evaluar a las personas significa tomarlas como sujetos y contrastarlos con la realidad familiar en la que están insertos, no imponer un modelo de comparación emanado de la tradición. 
El desafío implica tomar en cuantas aquellas conformaciones familiares, que lejos de ser disfuncionales, resultan aptas al momento de contener, comunicarse y constituir al Otro como integrante de la Familia para devenir en sujeto social en ejercicio pleno de sus derechos.
F2474. Modificaciones relevantes del código civil y comercial de la nación. Algunas explicaciones sobre familia. Mugnaga
Temas mas relevantes al Derecho de Familia en la actualización y unificación de los Códigos Civil y Comercial de la Nacion desde 2015
	
	Antes
	Actualmente
	Apellido de 
los hijos y de 
los cónyuges
	Los hijos matrimoniales de cónyuges de distinto sexo llevaran el primer apellido del padre. A pedido de los progenitores podrá inscribirse el apellido compuesto del padre o agregarse el de la madre. Los hijos matrimoniales de cónyuges del mismo sexo llevaran el primer apellido de alguno de ellos
	 El hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno de los cónyuges, en caso de no haber acuerdo se determina por sorteo realizado en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. 
Todos los hijos de un mismo matrimonio deben llevar el apellido y la integración compuesta que se haya decidido para el primero de los hijos.
El hijo extramatrimonial con un solo vinculo filial lleva el apellido de ese progenitor. 
Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la preposición “de” o sin ella.
	Cambio de nombre
	
	El cambio de prenombre o apellido solo procede si existen justos motivos a criterio del juez. Se considera justo motivo, de acuerdo a las particularidades del caso, entre otros: a) el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad. B) la raigambre cultural, c) la afectación de la personalidad de la persona interesada. Se consideran justos motivos y no requieren intervención judicial el cambio de prenombre por razón de identidad de género y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima de desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o la identidad. 
	Matrimonio
	Los cónyuges tienen derechos y obligaciones correspondientes a fidelidad, asistencia, alimentos y cohabitación
Se prevé la separación personal
Se contempla el divorcio vincular, uno de los requisitos para solicitarlo es acreditar como minimo 3 años de estar separados de hecho.
Para solicitar el divorcio es necesario invocar una de las causales subjetivas u objetivas dispuestas de manera taxativa por el Código.
	En el proyecto de Código con media sanción subsisten solamente el deber de cooperación, convivencia, deber moral de fidelidad, la asistencia mutua y alimentos
Las normas sobre matrimonio se corresponden al régimen de la ley 26618 de Matrimonio Igualitario
Se elimina la figura de separación personal
En cuanto al divorcio vincular, se elimina entre otros, el requisito de 3 años para solicitar el divorcio. El divorcio puede ser solicitado de forma individual o conjunta. Se elimina la necesidad de invocar una causal impuesta de manera imperativa por el Codigo.
	Uniones convivenciales
	
	Se incorporan las uniones convivenciales al derecho positivo, las cuales se definen como la unión basada en relaciones afectivas de carácter singular, publica, notoria, estable y permanente entre dos personas que conviven y comparten un proyecto de vida en común, sean del mismo o de distinto sexo. 
	Parentesco
	
	Regula el parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida, por adopción y por afinidad. Se garantiza el derecho de comunicación de personas menores de edad.
	Filiacion
	
	La filiación puede tener lugar por naturaleza, mediante técnicas de reproducción humana asistida, o por adopción. No podrá tenerse mas de dos vínculos filiales. 
Se incorpora la prueba genética en casos de filiación. 
	Responsabilidad parental
	
	Se introducen los principios que rigen la responsabilidad parental (interés superior del niño, la autonomía progresiva de los hijos conforme a sus características psicofísicas, aptitudes y desarrollo, el derecho del niño a ser oído y a que su opinión sea tenida en cuenta de acuerdo a su edad y grado de madurez).
Se incorpora la figura de la delegación del ejercicio de la responsabilidad parental que posibilita que los progenitores, ante determinadas circunstancias, deleguen su ejercicio en un pariente mediante un acuerdo que debe ser homologado judicialmente debiendo oírse necesariamente al hijo.
Con respecto al cuidado personal del hijo, se admiten dos variantes: el régimen conjunto alternado en el que el hijo convive un tiempo con cada uno de los progenitores, y el régimen indistinto según el cual ambos progenitores realizan las labores según las necesidades del grupo familiar, con independencia del lugar donde el niño reside principalmente. 
Se incorpora el plan de parentalidad, el cual puede ser presentado por los progenitores, indicando el tiempo y lugar en que el hijo permanece con cada progenitor, las responsabilidades que cada uno asume, el régimen de vacaciones, el régimen de relacion y comunicación con los hijos, entre otros. 
	Progenitores e hijos afines
	
	Se entiende por progenitor afin al conyuge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el cuidado personal del niño, niña o adolescente.El conyuge o conviviente de un progenitor debe cooperar en la crianza y educación de los hijos del otro, realizar los actos cotidianos relativos a su formación en el ámbito domestico y adoptar decisiones en situaciones de urgencia. 
El progenitor a cargo del hijo puede delegar a su conyuge o conviviente el ejercicio de la responsabilidad parental cuando no estuviera en condiciones de cumplir la funcion en forma plena. 
La obligación alimentaria del conyuge o conviviente respecto de los hijos del otro tiene carácter subsidiario, cesando este deber en los casos de disolución del vinculo conyugal o ruptura de la convivencia. 
	Procesos de familia
	
	Reglas procesales de derecho de familia. Se incorpora un nuevo titulo referente a procesos de familia, en el cual se incluyen: principios de tutela judicial efectiva, inmediación, buena fe y lealtad procesal, oralidad, reserva e interés superior del niño-
Se contempla la participación de niños, niñas y adolescentes y personas con capacidad restringida y su derecho a ser oídos en todos los procesos que los afectan directamente. Su opinión debe ser tenida en cuenta y valorada según su grado de discernimiento y la cuestión debatida en el proceso.
F6648. GRUPO FAMILIAR: SU ESTRUCTURA Y FUNCIONES – Pérez T. 
Existen distintos enfoques para considerar tanto definiciones como modelos antropológicos de Familia. Algunos autores consideran a la familia como la institución social humana más antigua y aseguran su estabilidad en tanto la especie humana sobreviva. Actualmente se considera que tanto en las sociedades más civilizadas, como en aquellas de muy simple organización política, aún en pueblo semi-nómades, la estructura social más fuerte es el grupo familiar, monógamo, establecimiento independiente de la pareja recién casada, relación afectiva entre padres e hijos. 
El grupo familiar
La familia, cualquiera sea la forma que presente puede ser entendida como un grupo humano natural, vigente en cualquier tipo de sociedad presente actualmente sobre el planeta. Lo natural proviene del hecho de que la reproducción en el humano está mediatizada en dos sexos. La maduración sexual en la especie humana está diferida en el tiempo. Su advenimiento en la segunda década de la vida, marcada por la pubertad, permite que mediante el coito se haga posible la reproducción. Este fenómeno marca también un límite, para llevar a cabo el acoplamiento aun en aquellas sociedades que practican el matrimonio infantil.
Otra razón específica de la especie hace que los progenitores se vean obligados y durante mucho tiempo a complementar al hijo, quien como individuo, es inhábil para sobrevivir por sí mismo. Junto con la indefensión, la cual centra la dependencia en otro, el recién nacido no posee psiquismo desarrollado. Este irá estructurándose en sucesivos momentos madurativos, a lo largo del tiempo, sólo en la íntima convivencia con adultos de la especie, progenitores, a través de vinculaciones afectivas especialmente el vínculo madre-padre-hijo. Otra característica es que el ser humano dirime su conducta tanto consigo mismo como con el otro, bajo el imperio de sistemas emocionales, especialmente en la infancia y la adolescencia. 
La cultura ha modelado e impuesto que el intercambio sexual dentro de la trama familiar sólo se lleve a cabo por la pareja heterosexual conyugal. Esto es la prohibición del incesto y es de vigencia universal. De aquí que la sexualidad del hijo-a no se dirima en el interior de la trama, endogamia, sino que sea resuelta fuera de la misma, exogamia. 
Estas serían las características básicas de todo grupo humano natural, Familia. Ha sido llamada Familia o núcleo familiar, delimitando así de las familias de origen de los cónyuges, de la familia extendida, es decir, otras familias ligadas por parentesco.
FUNCIONES DE LA FAMILIA
El grupo familiar cumple funciones a los efectos de solventar la resolución de las demandas que se generan desde la constitución de la pareja conyugal, el advenimiento de los hijos y el transcurrir vital. 
1. Función sostenedora: Una primaria función es la de proveerse los medios de subsistencia tanto para adultos como para los niños. La pareja humana se auto-sostiene y sostiene. Estando como está, al servicio del despliegue y continuidad de la vida, una función primordial es la de atender las necesidades de autoconservación brindando suministros alimentarios, protección y cuidados materiales. La pareja se transforma en una usina nutriente de necesidades, tendiendo a lograr la satisfacción y obteniendo nuevos niveles de maduración, contrarresta la vulnerabilidad y la indefensión física. Quizá el paradigma de esto sea la lactancia. 
2. Función placentaria: Dado que el humano se relaciona consigo mismo y con el otro mediante estados emocionales, aparece la función de suministrar el clima emocional y afectivo imprescindible para el vivir. Así la familia, especialmente la pareja de padres, se constituye a los fines de solventar necesidades vitales en un sistema de matriz extrauterina proveyente y ligada al hijo por un vínculo, connotado físicamente (lactancia), emocional y afectivamente. 
 Humaniza al niño en el intercambio con él. Este siente sus acuciantes necesidades vitales como graves amenazas a su integridad y responder con intensas emociones: angustia a través del llanto y sus movimientos corporales. El contacto con la madre implica que ésta, hipotetice acerca de lo que lo angustia y sea capaz de calmarlo (como “madre contingente de Oiberman”). Va modelando poco a poco las emociones del bebé proveyéndolo de nuevos y más adecuados sentidos, lo madura emocionalmente, lo humaniza. 
 Esta función primordial del grupo familiar, se constituye en la base organizadora del psiquismo humano. Del funcionamiento simbólico dependerá el ejercicio del lenguaje. Además esta función es responsable de una buena maduración. A medida que el infante crece, irá proporcionando esta función modelos de ser, de resolver situaciones, proponiendo significados y valores, a través de los procesos de identificación con ambas figuras parentales y siempre mediante el vínculo afectivo, organizando así la personalidad y constituyendo la identidad de ese nuevo ser humano. 
3. Función socializadora: Todo el modelaje que realiza la familia tiene que ver con la relación entre un sujeto y otro (madre, padre, hermanos, abuelos, primos, etc.). Trae como consecuencia que el niño y el adolescente por experiencia vivencial sepa cómo actuar, con figuras de autoridad, con pares, como integrantes de un grupo, etc. 
 A esto se agrega que el estar en contacto con individuos de los dos sexos, también absorba la valoración otorgada a cada uno de los sexos y su comportamiento ante ellos. La familia es transmisora de las pautas sociales, imperantes en la comunidad, no de palabra sino de hecho. De vivenciar qué valor, lugar y posición le es otorgada a su propio status como miembro, en el grupo y cuál es el estatus de los otros. 
 La trama familiar se convierte así en una usina que provee, en un laboratorio que procesa y transforma, a través del accionar entre todos sus miembros, de esta manera y como resultante la familia constituye y madura el psiquismo, contribuye esencialmente al armado de lo mental. 
 Otro epifenómeno resultante del operar de la trama, es el acuñamiento de una “identidad familiar”. Esto refuerza el sentimiento de pertenencia y reasegura emocional y afectivamente, una filiación. 
La organización dinámica del grupo familiar
Entendemos por dinámica familiar la seriada de correlaciones e inter-juegos que vinculan a un miembro con otro. Se generan movimientos tanto en la conducta motora, como en la psíquica que van relacionando, merced a propuestas de necesidades y respuestas de resoluciones que hacen que en la convivencia sostengan intercambios, que dirimen procesos absolutamente vinculantes.
Hay tres grandes centros que, como a modo de motor, originan dinámicas que mueven, ponen en funcionamiento la vida del grupo familiar. 
a) Un primer motor, a su vez constitutivobásico del grupo familiar, es la pareja conyugal Lo que concierne es el intercambio en exclusividad de la vida sexual, de los integrantes de la pareja heterosexual adulta. La convergencia de hombre y mujer en la constitución de la pareja conyugal propone la base, o inicio de un grupo familiar. Subyace a la constitución de esta pareja la condición de ser estable. La pareja conyugal conlleva en su organización una fantasía de realización de sí mismos, compartida por ambos más allá del intercambio sexual. Esta ilusión provee a la misma de un fuerte sentimiento de estabilidad y perennidad. 
La cultura condiciona el ejercicio de la sexualidad en la pareja conyugal, condiciones que pueden variar de sociedad en sociedad. Pero hay una regla acerca del funcionamiento de lo sexual dentro de la trama familiar que tiene vigencia universal, el tabú del incesto. 
b) Un segundo motor, organizado desde el advenimiento del hijo-s es la pareja de padres, pareja parental. Lo que concierne es el funcionamiento como padres. Implica el despliegue de roles y/o funciones paterno-materna. Tales ejercicios provienen, de una convergencia de ideales, valores, estilos de actuar, aportados por ambos padres. Entre los dos se gesta un proyecto de cómo desean ser como padres y cómo cada uno, desea que sea el otro con su hijo. 
Los ideales parentales se solventan, en general, sobre las identificaciones con los modelos y estilos de crianza de los padres de cada uno de los integrantes de la ahora pareja parental. Aspiran a que sus hijos se logren a su imagen y semejanza y esta aspiración estimula la función parental. 
 El hijo significa para los padres la posibilidad de trascenderse en el tiempo. A lo que aspira el padre-madre es a que el hijo lo continúe no sólo en cuerpo, sino fundamentalmente, en alma, que sea portador de todo lo que han sido sus valores e ideales. La existencia de los hijos desarrollándose bien, viviendo, le permite al humano maduro, sentirse superando la propia inmediatez. La dinámica de esta pareja es la que le permite la realización de la función placentaria, con sus especificaciones de Humanización, Individuación y Autonomización. 
c) Un tercer motor, organizado en función de un cuidado general del destino del grupo familiar: pareja tutelar. Movilizar todo lo que sea necesario a los fines de lograr plasmar en los hechos aquellos ideales, valores, expectativas y deseos que configuran el ideal de familia que se desea conseguir, la identidad familiar, el estilo de vida entresoñado. El mandato básico de esta pareja es el cuidado del núcleo familiar como un todo y del proyecto vital acerca del futuro del mismo. Administra el grupo y decide acerca del futuro del mismo. Es en este campo donde los ideales y deseos de realización constituyen el núcleo más fuerte y desafiante de las esperanzadas fantasías de realización en el mundo. 
Unidad 9: La Familia, el Niño y el Adolescente ante la ley.
F6605- Clínica forense en familias - ABELLEIRA & DELUCCA – 
CAPÍTULO IV: Teorizando sobre el proceso de separación en familia
Nos referimos en este capítulo al proceso de separación de la pareja conyugal cuando se ha constituido una familia, que es distinto que la separación de una pareja que no ha tenido hijos.
Hemos formulado para su abordaje e investigación, tres momentos de este proceso: tiempo de construcción, de deconstrucción y nuevas construcciones. 
Divorcio se usa en el mismo sentido de ruptura, separación o disolución del vínculo de pareja. Si bien divorcio es el concepto que se utiliza a nivel jurídico, para denominar el proceso legal de separación de dos cónyuges unidos a su vez por un matrimonio legal, se ha incorporado al lenguaje corriente para comprender los avatares de toda disolución de un vínculo de pareja (legalizada o no) que ha convivido durante un determinado lapso. Si la pareja no ha convivido, es más habitual que se hable de ruptura. 
En la actualidad se legitima una pareja y la constitución de una familia, por su relativa estabilidad y convivencia y no solo por el cumplimiento del trámite legal del matrimonio civil.
· Momento de construcción, alude al tiempo transcurrido entre el encuentro inicial de la pareja, la constitución del vínculo, su decisión de iniciar la convivencia, el advenimiento de los hijos y el comienzo del malestar vincular. Malestar que podrá instalarse como conflicto insoluble, llevándolos al planteo de la separación. 
El tiempo de la convivencia, va armando sin querer que los integrantes del grupo familiar sean cc, significaciones compartidas, creencias y mitos acerca de su origen, sobre lo que son y no son como familia. 
Se va construyendo el lazo familiar, que conformará un sentimiento de pertenencia y de identidad familiar. 
Tendremos en cuenta que en la familia existen diferentes tipos de vínculos y sujetos de esos vínculos.
Cada sujeto mantiene dentro de la familia, o es deseable que mantenga, un sector de su espacio psíquico, creativo y singular, que lo habilita para otorgar nuevos sentidos a lo recibido o a lo vigente hasta ese momento y a establecer vínculos por fuera del espacio familiar.
Conyugalidad es distinto de parentalidad, aunque ambas funciones se ejerzan desde la pareja:
-Conyugalidad: vínculo que se crea en una pareja legalizado por el matrimonio o en una unión de hecho, que supone una convivencia medianamente estable, la prescripción de las relaciones sexuales genitales, la construcción de un proyecto de vida común y la expectativa de fidelidad mutua. No es un simple acuerdo entre partes, sino que inaugura un vínculo amoroso. Este vínculo implica poder aceptar y tolerar: lo semejante, lo diferente y lo irremisiblemente ajeno del otro. Amarlo por su alteridad. Además será necesaria otra asimilación de la realidad: que el conflicto es inherente a todo vínculo y que amor y deseo pueden caducar. 
-Parentalidad; el nacimiento de los hijos, por el cual un hombre y una mujer devienen padre y madre y un niño es reconocido como hijo, complejiza el vínculo de la pareja, al inaugurar en el mismo esta nueva dimensión, que pasa a coexistir y debe construirse diferenciada de la conyugalidad. Inaugura a su vez el pasaje de pareja a familia y los vínculos paterno y materno-filial. 
A través de su construcción en el tiempo, se generan afectos y se transmiten modelos, normas, valores, ideales y significaciones, que es esperable que admitan cambios, reformulaciones y el surgimiento de nuevas producciones. 
Cuando por diferentes motivos la pareja enfrenta la separación del vínculo conyugal, se abre en la familia una operatoria de transformaciones en los vínculos, que supone un complejo trabajo de reconocimiento de pérdidas, reformulación de las modalidades de intercambio relacional y necesidad de creación o producción de otras alternativas vinculares. 
· Es lo que hemos llamado momento de deconstrucción y momento de nuevas construcciones
Este proceso debe ser entendido, no enmarcado en una linealidad temporal.
Toda nueva construcción vincular, como es una pareja, lleva implícita la deconstrucción de otros vínculos, que adquieren a partir de los nuevos un estatuto y cualidad diferentes: los que se tienen con las familias de origen. 
En el contexto de la separación conyugal sucede a la inversa: el proceso de deconstrucción se torna relevante emergiendo en un primer plano, mientras que el proceso de nuevas construcciones vinculares va intentando hacerse un lugar. 
Proceso de deconstrucción: proceso psíquico activo que no solo supone la elaboración del duelo por lo perdido, sino que implica una mirada crítica sobre el vínculo por parte de los sujetos, tanto en sus aspectos históricos como presentes. Esta puesta en cuestión es necesaria para que puedan surgir nuevos modos de encarar la relación que han de mantener de ahora en más, en la medida en que se preserve para ambos el vínculo con los hijos y que deban tomarse otras decisiones respecto de áreas anteriormente compartidas: patrimonio, bienes, etc.
Los motivos que las parejas relatan como causales de su separación son numerosos

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