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Fase 4 – Contabilidad Financiera
 
 
 
Alumnos:
Nikolas Daniel Lugo
 
 
Grupo: 16
 
 
Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD
Contabilidad Financiera
Agosto 2013
Metodos de calculo del resaultado
El cálculo del resultado empresarial puede realizarse de acuerdo con los siguientes métodos: a) Método de mantenimiento del patrimonio neto. b) Método basado en las transacciones. El primero, también conocido como método de mantenimiento del capital, calcula el beneficio como diferencia entre el valor del patrimonio al final y al principio del periodo. Para realizar este cálculo es necesario excluir las operaciones realizadas entre la empresa y sus propietarios, como son los aumentos y reducciones de capital y la distribución de beneficios. En esta línea está la definición de resultado realizada por Vela, Montesinos y Serra (1996:515): “importe monetario correspondiente al aumento o disminución neto experimentado por el patrimonio de una entidad en un periodo de tiempo determinado, distinto de los derivados de las nuevas aportaciones o de retiradas de recursos llevadas a cabo por los titulares de la entidad”. Resultado del periodo = Patrimonio neto final* – patrimonio neto inicial * Excluidas las operaciones con los propietarios. El método de mantenimiento del patrimonio neto tiene como principal inconveniente que no permite conocer el detalle de las causas que han generado el beneficio o pérdida del ejercicio. Como alternativa al método anterior, se utiliza el método de las transacciones por su mayor valor informativo, que consiste en ir reflejando a lo largo del ejercicio el resultado de las distintas operaciones que realiza la empresa. Se identifica en cada transacción que se realiza el resultado de la misma, de tal forma que el resultado del ejercicio se obtiene por agregación de los resultados correspondientes a cada una de las operaciones. Desde esta óptica, los resultados se calcularían a partir de las variaciones experimentadas en los fondos propios. Estas variaciones pueden deberse a: – Operaciones con los propietarios (aportaciones o distribuciones). – Operaciones que crean renta. Centrándonos en éstas últimas, el proceso de creación de renta en una entidad se reflejaría por diferencia entre los conceptos de ingresos y de gastos. Por tanto, en el cálculo del resultado intervendrían dos corrientes contrapuestas, una positiva (la de los ingresos del periodo) y otra negativa (la de los gastos). Las fórmulas de cálculo y de presentación de los resultados son múltiples en función de cómo se agrupen los ingresos y los gastos; la característica común de todas ellas es que permiten conocer las causas o actividades que han dado lugar al resultado del periodo (López y Menéndez, 1991:52). Resultado del periodo = Ingresos del periodo – Gastos del periodo En esta línea está la definición de resultado realizada por AICPA (1971: 134): “exceso o déficit de ingresos sobre gastos obtenidos por una empresa en un periodo contable, el cual representa el incremento o decremento de los fondos propios. Todo ello considerando que la actividad desarrollada por la empresa tiene como fin el lucro y que los diferentes hechos han sido medidos y reconocidos de acuerdo a los principios contables generalmente aceptados”. Este segundo método es el que generalmente se emplea en contabilidad para determinar el resultado del ejercicio. Para calcularlo es preciso identificar y cuantificar cada uno de los componentes de los ingresos y de los gastos.
Contenido y clase de resultados
Uno de los puntos que ha causado mayor discusión, en relación a la determinación del resultado, son los componentes que deben incluirse en el resultado contable. La elección de unos u otros dependerá de los objetivos perseguidos con el conocimiento del mismo. La existencia de distintas categorías de resultado, y la discusión sobre qué componentes deben ser considerados a la hora de calcular el resultado contable, evidencian la relatividad del mismo. Antes de analizar las diversas categorías y componentes del resultado, vamos a aclarar las distintas clases de actividad que puede realizar la empresa, ya que algunas clasificaciones de resultados están ligadas a la actividad de la que proceden. La empresa puede realizar operaciones de muy diversa índole, unas con carácter habitual y recurrente y otras ocasionales. En consecuencia, hablamos de actividad principal, que sería la que constituye su objeto social, y el resultado obtenido con operaciones propias de esa actividad es denominado resultado operativo. Además, la empresa puede realizar, de modo ocasional, operaciones no relacionadas directamente con su objeto social, como pueden ser la venta de elementos del inmovilizado, material o intangibles, o la enajenación de títulos de su cartera de control, dando lugar a resultados procedentes de activos no corrientes y resultados excepcionales. Y entre unas y otras, caben operaciones que, sin estar relacionadas directamente con el tráfico de la empresa se producen con cierta regularidad, son las denominadas actividades accesorias a la explotación.
Con el fin de esquematizar el estudio de los componentes del resultado, y siguiendo a López y Menéndez (1991:53-54), distinguiremos dos posturas extremas: a) La postura que defiende que en el resultado empresarial sólo deben incluirse los resultados procedentes de la actividad principal y accesoria, es decir, los procedentes de las operaciones ordinarias y repetitivas; y b) los partidarios del cálculo del resultado global, que incluiría los resultados procedentes de todo tipo de operaciones sin tener en cuenta el origen o causa de las mismas (excluyendo las aportaciones y retiradas de los propietarios). Los defensores de la postura a) argumentan que el resultado así obtenido es más útil para los fines perseguidos por los usuarios de la información contable, ya que se supone que este será el resultado que se va a producir de forma habitual y, por tanto, se podrán hacer previsiones sobre resultados futuros; también razonan que este resultado, obtenido en condiciones normales, servirá para medir la eficiencia de la gestión de la empresa al quedar fuera del mismo todo aquello que sea excepcional. Los defensores del cálculo del resultado global (postura b) argumentan que, sea cual sea el motivo por el que se ha obtenido el resultado, influye en la variación del patrimonio neto. Si el resultado no incluyese el procedente de todo tipo de operaciones, se estaría ofreciendo a los usuarios una información parcial y sesgada, ya que la evolución del patrimonio depende de todas las actividades realizadas por la empresa, sean ordinarias o excepcionales, habituales o esporádicas. La doctrina y la práctica contable actual entienden que dentro del concepto genérico de resultado se debe incluir lo que hemos denominado resultado global. Si bien, y con el fin de mejorar la información que se suministra a los usuarios, es aconsejable que, en la presentación de los resultados, se distingan los resultados de las actividades ordinarias de las excepcionales para poder evaluar la capacidad de la empresa para generar en el futuro recursos con regularidad. El Plan General de Contabilidad de 1990 distingue entre resultado ordinario y resultado extraordinario, y dentro del primero, desglosa el resultado de explotación y el resultado financiero. Sin embargo en el PGC de 2007 desaparecen los resultados extraordinarios, al menos como partida específica de la cuenta de pérdidas y ganancias, distinguiendo entre resultados de las operaciones continuadas (explotación y financieros) y de las operaciones interrumpidas, para las operaciones que poseen esta característica. En el PGC de 2007, los resultados derivados de transacciones con inmovilizado y subvenciones de inmovilizado no financiero se incluyen en el resultado de explotación, y los relacionados con instrumentos de capital de entidades vinculadas se incorporan al resultado financiero. Los resultados derivados de transacciones con títulos propios se incorporan directamente al patrimonioneto, así como los resultados de ejercicios anteriores. Y en el caso de que la empresa presente otros resultados de carácter excepcional y cuantía significativa, como por ejemplo los producidos por inundaciones, incendios, multas o sanciones, se creará una partida de “Otros resultados”, formando parte del resultado de explotación. Por tanto, el Resultado de explotación del PGC de 2007, recoge el resultado obtenido por la actividad principal de la empresa y por otras actividades habituales realizadas de manera accesoria a la principal, además de los procedentes de transacciones con inmovilizado, subvenciones de capital y otros resultados. Deberá ser la fuente de beneficios más importante. Los principales componentes de resultado de explotación son, entre otros: el importe de la cifra de negocios, los consumos de existencias, los gastos de personal, los servicios exteriores y las dotaciones a la amortización del inmovilizado. El Resultado financiero engloba los resultados relacionados con las inversiones financieras realizadas por la empresa o con la financiación concedida u obtenida por la misma, las diferencias de cambio y las variaciones de valor derivadas de la aplicación del criterio del valor razonable en instrumentos financieros (en los casos en que proceda imputarlos a resultados). El Resultado antes de impuestos está formado por el resultado de explotación más el resultado financiero. El Resultado del ejercicio procedente de las operaciones continuadas es el obtenido restando el impuesto sobre beneficios al resultado antes de impuestos. El Resultado del ejercicio de las operaciones interrumpidas, neto de impuestos, es el obtenido por este tipo de operaciones. Una actividad interrumpida es todo componente que ha sido enajenado o se ha dispuesto de él por otra vía, o bien que ha sido clasificado como mantenido para la venta. Y por último, el Resultado del ejercicio se obtiene sumando los dos conceptos anteriores: resultados de las operaciones continuadas y de las interrumpidas.

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