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La Infelicidad

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La Infelicidad 
La infelicidad es el estado opuesto a la felicidad. En principio, por tanto, no es 
una enfermedad, pero muchas veces es una manifestación de un problema de 
salud que la provocó. ¿muy feliz? Una encuesta reciente en mi país muestra que 
el 60% de los españoles está contento; el 18% está muy contento; el 15% no 
está satisfecho ni infeliz en la mitad; solo el 6% de los encuestados admite 
abiertamente que no está contento. En definitiva, las tres cuartas partes de 
los españoles, habitualmente casados o en pareja y estudiando en la 
universidad, se manifiestan felices. Pero en muchos otros países que nos 
rodean, esta perspectiva no es tan optimista. En nuestra sociedad actual, los 
conceptos abstractos de infelicidad, insatisfacción, falta de felicidad, pérdida 
de optimismo importante. 
Decimos que el dinero no trae felicidad. Otros pobres dicen que están muy 
felices. ¿Qué sucedió? Buscando la felicidad Muchas personas dicen que no son 
felices porque están viviendo lo que califican como una vida miserable: las 
mismas rutinas, problemas en el trabajo, diferencias familiares, pobreza, falta 
de planes de futuro. Tienen una visión negativa o pesimista de la vida. Pero no 
dejarán de pensar que la vida está llena de sorpresas, momentos agradables, 
pequeñas alegrías, emociones, sentimientos y alegrías. Cada día al amanecer es 
un regalo. Esta es una visión positiva de la vida, pero lo más común es que en 
nuestra vida vivamos momentos felices y otros momentos infelices. Aunque los 
momentos felices e infelices son muy personales y variables, la gente de la 
calle considerará el día de su boda, el nacimiento de su hijo, la primera novia o 
el primer novio, y buscará un buen trabajo. 
Sociedad Vivimos en una sociedad a corto plazo, es decir, queremos todo ahora, 
a corto plazo. Las cosas son preciosas; queremos disfrutar de la vida 
intensamente todos los días, pero a menudo no estamos dispuestos a 
sacrificarnos por nada, no estamos dispuestos a renunciar a nosotros mismos e 
invertir nuestros esfuerzos para obtener frutos futuros, a veces lejanos. 
Somos egoístas, casi sin apoyo e intransigentes. No podemos soportar la 
frustración, ya sea dolor físico o mental. Vivimos en una sociedad consumista y 
estresante y no estamos atados por los grandes valores que sustentan a la 
humanidad. Muchas veces, esto es la causa de la infelicidad. La felicidad es casi 
un requisito obligatorio hoy en día, y la vida está llena de deseos permanentes 
de felicidad.

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