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Manejo de conflictos

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Manejos de conflictos emocionales 
 
 
Alumno 
 
Dibis Pérez López 
 
Profesor 
 
 
 
William Paba Carranza 
 
 
 
Universidad de Córdoba 
 
Facultad de Educación y Ciencias Humanas 
 
Licenciatura en Educación Infantil 
Semestre II 
Lorica-Córdoba 
2022 
 
 
 
 
 
 
Las fases pulsionales del desarrollo psicosexual 
Desde la teoría psicosexual del desarrollo de la personalidad se entiende que la historia pasada de 
cada persona determina el modo en el que es modelada la relación de poder entre las estructuras 
inconscientes del individuo, por un lado, y las estructuras que luchan por no expresar estos 
elementos que pertenecen fuera de la consciencia, por el otro. 
Según la teoría freudiana, las etapas de desarrollo psicosexual y sus características son las 
siguientes. 
1. Etapa oral 
La etapa oral ocupa aproximadamente los primeros 18 meses de vida, y en ella aparecen los 
primeros intentos por satisfacer las demandas promovidas por la libido. En ella, la boca es la 
principal zona en la que se busca el placer. También es la boca una de las principales zonas del 
cuerpo a la hora de explorar el entorno y sus elementos, y esto explicaría la propensión de los más 
pequeños a intentar "morderlo" todo. 
Si se impide tajantemente que los bebés utilicen su boca para satisfacerse, esto podría producir un 
bloqueo que haría que ciertos problemas quedasen fijados en el inconsciente (siempre según 
Freud) 
2. Etapa anal 
Esta etapa se produciría desde el fin de la etapa oral y hasta los 3 años de edad. Se trapa de la fase 
en la que se empiezan a controlar el esfínter en la defecación. Para Freud, esta actividad está 
vinculada al placer y la sexualidad. 
Las fijaciones relacionadas con esta fase del desarrollo psicosexual tienen que ver con la 
acumulación y con el gasto, vinculadas con el espíritu ahorrador y la disciplina en el primer caso, y 
con la desorganización y el derroche de recursos en el segundo. Sin embargo, según el padre del 
psicoanálisis, estas dinámicas de gasto y ahorro no se expresarían solamente o principalmente a 
través de la gestión del dinero. 
3. Etapa fálica 
Esta fase pulsional duraría entre los 3 y los 6 años, y su zona erógena asociada es la de los 
genitales. De este modo, la principal sensación placentera sería la de orinar, pero también se 
originaría en esta fase el inicio de la curiosidad por las diferencias entre hombres y mujeres, niños 
y niñas, empezando por las evidentes disimilitudes en la forma de los genitales y terminando en 
intereses, modos de ser y de vestir, etc. 
Además, Freud relacionó esta fase con la aparición del "complejo de Edipo", en el que los niños 
varones sienten atracción hacia la persona que ejerce el rol de madre y sienten celos y miedo 
hacia la persona que ejerce el rol de padre. En cuanto a las niñas que pasan por esta etapa del 
desarrollo psicosexual Freud "adaptó ligeramente la idea con Complejo de Edipo para que 
englobas a estas, a pesar de que el concepto había sido desarrollado para que cobrase sentido 
principalmente en los varones. Fue más tarde cuando Carl Jung propuso el complejo de 
Electra como contraparte femenina al Edipo. 
4. Etapa de latencia 
Esta fase empieza hacia los 7 años y se extiende hasta el inicio de la pubertad. La etapa de latencia 
se caracteriza por no tener una zona erógena concreta asociada y, en general, por representar una 
congelación de las experimentaciones en materia de sexualidad por parte de los niños, en parte a 
causa de todos los castigos y amonestaciones recibidas. Es por eso que Freud describía esta fase 
como una en la que la sexualidad queda más camuflada que en las anteriores. 
La etapa de latencia ha estado asociada a la aparición del pudor y la vergüenza relacionada con la 
sexualidad. 
5. Etapa genital 
La etapa genital aparece con la pubertad y se prolonga en adelante. Está relacionada con los 
cambios físicos que acompañan a la adolescencia. Además, en esta fase del desarrollo psicosexual 
el deseo relacionado con lo sexual se vuelve tan intenso que no se puede reprimir con la misma 
eficacia que en etapas anteriores. 
La zona erógena relacionada con este momento vital vuelve a ser la de los genitales, pero a 
diferencia de lo que ocurre en la fase fálica, aquí ya se han desarrollado las competencias 
necesarias para expresar la sexualidad a través de vínculos de unión de carácter más abstracto y 
simbólico que tienen que ver con el consenso y el apego con otras personas. Es el nacimiento de la 
sexualidad adulta, en contraposición a otra ligada solo a las simples gratificaciones instantáneas y 
obtenidas mediante actividades estereotípicas. 
Que es Edipo? 
El Complejo de Edipo es un término que usó Sigmund Freud en su Teoría de los Estadios del 
Desarrollo Psicosexual para describir el sentimiento de deseo de un niño por su madre y el odio 
hacía el padre. Este odio se debe a que el niño percibe que su padre es un competidor por 
conseguir el cariño de la madre, y expresa sus sentimientos en forma de enojos, rabietas y 
comportamientos de desobediencia. 
Desarrollo afectivo 
El crecimiento afectivo es un proceso de desarrollar sentimientos y aprender a manejarlos 
adecuadamente. La tristeza, el miedo, la ira y la felicidad son nuestros sentimientos más comunes. 
Todos los niños tienen necesidades afectivas. 
EL ELLO, EL YO Y SUPER YO 
De todas las teorías desarrolladas por Sigmund Freud, la del Ello, el Yo y el Superyó es una de las 
más famosas. Según su enfoque psicodinámico, cada una de estas estructuras representa una 
instancia psíquica que, desde nuestro sistema nervioso, nos llevan a perseguir unos intereses que 
chocan entre sí. 
1. El Ello 
Freud proponía que el Ello o Id es la estructura de la psique humana que aparece en primer lugar. 
A diferencia de lo que ocurre con el Yo y el Superyó, está presente desde que nacemos, y por lo 
tanto durante los primeros dos años de nuestras vidas es la que manda a lo largo de ese periodo 
de tiempo 
El Ello se mueve a partir del principio del placer inmediato, y por eso lucha por hacer que las 
pulsiones primarias rijan la conducta de la persona, independientemente de las consecuencias a 
medio o largo plazo que eso pueda conllevar. Por ello se suele considerar que el Ello es "la parte 
animal" o "instintiva" del ser humano. 
2. El Yo 
Esta instancia psíquica surgiría a partir de los dos años y, a diferencia del Ello, se regiría por el 
principio de la realidad. Eso significa que el Yo está más enfocado hacia el exterior, y nos lleva a 
pensar en las consecuencias prácticas de lo que hacemos y los problemas que puede generar una 
conducta demasiado desinhibida. Esto hace que se enfrente al Ello para aplacar las pulsiones que 
emanan de él, para lo cual utiliza los mecanismos de defensa. 
En definitiva, el Yo es, según la teoría de Sigmund Freud, la instancia psíquica que se encarga de 
hacer que la fuerza del Ello no tome el control del cuerpo llevándonos a situaciones catastróficas a 
corto plazo, y que la del Superyo no llegue a asfixiarnos por su carácter restrictivo. No es 
simplemente una entidad que limita la influencia de las otras dos, sino que tiene su propia agenda 
e intereses y se rige por una lógica distinta: la de lo pragmático y la supervivencia. 
3. El Superyó 
El Superyó aparecería según Freud a partir de los 3 años de vida, y es consecuencia de la 
socialización (básicamente aprendida a través de los padres) y la interiorización de normas 
consensuadas socialmente. Es la instancia psíquica que vela por el cumplimiento de las reglas 
morales. Es por eso que el Superyó presiona para realizar grandes sacrificios y esfuerzos con tal de 
hacer que la personalidad de uno mismo se acerque lo máximo posible a la idea de la perfección y 
del bien. 
 Como el Ello rechaza totalmente la idea del sometimiento a la moral y el Yo, a pesar de tratar de 
frenar las pulsiones, también se mueve por objetivosegoístas centrados en la supervivencia y lo 
pragmático de adaptarse al entorno, El Superyó se enfrenta a ambos. Para el padre del 
psicoanálisis, es Superyó tiene sentido en un contexto en el que la influencia de la sociedad nos 
obliga a adoptar conductas de vigilancia de uno mismo para evitar las confrontaciones con los 
demás, aunque a la larga esta influencia vaya mucho más allá de esta lógica orientada a la 
socialización y pase a constituir un elemento fundamental de la creación de la identidad del 
individuo.

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