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Conciencia moral

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Conciencia Moral
La conciencia moral es la facultad que tiene el ser humano para emitir juicios de valor ético sobre lo correcto e incorrecto de los actos, guiándose de este modo para hacerlos o no hacerlos. Esta conciencia no solo implica la evaluación de lo moralmente correcto e incorrecto en las acciones, sino también de las intenciones
A través de esos parámetros morales que tiene la conciencia individual, también se juzga a los demás. Dentro de la noción de conciencia moral se incluyen determinados elementos que se considera que están totalmente unidos; el primero es la conciencia referida a los valores y principios morales que sostiene un individuo.
El segundo se refiere a la conciencia como facultad mediante la cual el hombre puede conocer las verdades morales fundamentales. A esta facultad se le llama de diversas maneras, tales como voz de la razón, sentido moral y voz de Dios, entre otras
El tercer elemento se relaciona con la capacidad de autoevaluación. Significa que la conciencia manifiesta la evaluación de todo individuo de sus propias acciones y deseos. Esto lo conecta con sentimientos como culpa, vergüenza, remordimiento o pesar, si se ha hecho algo mal.
Características
Para conocer las características de la conciencia moral es necesario situarlas dentro de cada pensamiento filosófico que la ha tratado ya que, de acuerdo con el punto de vista desde donde se efectúa el análisis, existen particularidades determinadas.
Conciencia moral como autoconocimiento y juez
El autoconocimiento se puede observar como Dios —como es el caso de los cristianos— o simplemente un postulado, es decir como la idea de una autoridad superior que se encarga de sancionar a los individuos por sus acciones.
Lo que caracteriza a este tipo de pensamiento es que el autoconocimiento está íntimamente relacionado con el papel de juzgar, ya que la conciencia actúa más como juez que como observador desinteresado. Es por eso que aparecen sentimientos que en muchos casos son descritos como negativos, como la culpa, la contrición y el remordimiento, tal como ocurre con la tradición católica. ,
Conciencia moral como conocimiento indirecto de la moral
La conciencia no admite la adquisición de conocimiento directo de la fuente exterior, como es el caso de Dios, sino que es a través de la conciencia que se descubren las leyes divinas dentro de nosotros. Debido a que la conciencia no tiene acceso directo a Dios, es errónea y falible. Esto es lo que sostiene Tomás de Aquino, quien postula la regla de sindéresis.
Esta regla, que se puede enunciar como hacer el bien y evitar el mal, es infalible; no obstante, existen errores en la conciencia. Estos suceden porque se pueden cometer errores cuando se derivan reglas de conducta, así como cuando se aplican esas reglas a cierta situación. Fuera de lo religioso, la fuente moral que infunde los principios morales no es Dios, sino la educación o la cultura propia.
Conciencia moral como conocimiento directo de la moral
Acá se sostiene sostiene que la buena educación es la que posibilita la liberación de la conciencia de la influencia corrupta de la sociedad. Asimismo, asegura que es la educación la que suministra los elementos para examinar críticamente, y así poder reemplazar las normas recibidas.
Así, el sentido innato de moral aparece en la conciencia cuando se la libera de los prejuicios y errores educativos. De modo que la conciencia tiende naturalmente a percibir y continuar el correcto orden de la naturaleza; por eso se afirma que la razón puede engañarnos, pero la conciencia no.
Conciencia moral como deber 
De acuerdo con esta posición, la conciencia motiva al hombre a actuar teniendo en cuenta sus creencias o principios morales, de modo que la conciencia genera una obligación moral en la conciencia de la persona. Entendida de esta manera, la conciencia tiene un carácter subjetivo por el cual la fuerza motivacional viene de la persona y no de la penalidad de una autoridad exterior.
Para que sirve
La conciencia moral es una parte fundamental en la vida de una persona, ya que permite comprender qué clase de persona se es. Entonces, la conciencia moral tiene un punto de vista interno y otro externo que depende de aquel.
En el sentido interior, es la posibilidad de elegir con base en un código ético el camino o acción a seguir. Esa elección se basa también en conocer que cada acción tiene su consecuencia y que, como tal, el ser humano es responsable.
Esa interioridad también permite evaluar los pensamientos, los actos, los hábitos y el modo de vida; por supuesto que en esta evaluación aparecen los juicios de valor.
Además, dicha interioridad tiene una relación directa con el exterior, ya que con base en esos valores morales es que el hombre va a actuar, y no solamente eso, sino que también va a juzgar las acciones de los demás.
De modo que la conciencia moral es lo que permite al ser humano darse cuenta de lo que vale, de lo valioso que es la vida, de lo que es bueno, o al menos se da cuenta de lo que no vale la pena o hay que evadir.
En cuanto a ejemplificar la conciencia moral, cabe recordar que esta tiene que ver con valores morales de cada individuo; esto implica que en algunos casos estos pueden ser también aceptados por la sociedad toda. En cambio, en otros casos solo representan el valor o elección moral individual.
-Juzgar como valiente a una persona que se arrojó al mar tormentoso para salvar a otra persona que se está ahogando.
Sentirse arrepentido por alguna palabra o acción realizada.
No gritar a quien ofende o agrede, por considerar que merece respeto, aunque él no lo aplique.
Decir la verdad, aunque esto implique que otras personas no lo tomen bien.
Pedir disculpas a una persona luego de haberla ofendido, por haberse dado cuenta de que se ha obrado o dicho algo incorrecto.
Respetar la propiedad y los bienes de los otros.
No ser infiel, si eso trae sentimiento de culpa o remordimiento; o simplemente ser fiel porque, además de ser la demostración de amor hacia alguien, evita que quien es fiel se sienta culpable.
No burlarse ni aprovecharse de personas con alguna discapacidad física, mental o emocional.

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