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Dificultades para la realización de actividad física

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Dificultades para la realización de actividad física 
 
Las barreras más comunes que impiden la participación en la actividad 
física regular son variadas y pueden ser desafiantes de superar. Entre las 
principales barreras se encuentran la falta de tiempo, el cansancio, las 
obligaciones familiares o laborales y la falta de motivación. Estos obstáculos 
pueden dificultar el compromiso con un estilo de vida activo y saludable. A 
continuación, exploraremos cada una de estas barreras en detalle: 
 
1. Falta de tiempo: En nuestra sociedad actual, el tiempo se ha 
convertido en un recurso escaso. Muchas personas tienen 
horarios ocupados y abrumadores, lo que dificulta encontrar 
tiempo para la actividad física. Las responsabilidades laborales, 
los compromisos familiares, los estudios u otras obligaciones 
pueden consumir gran parte del día, dejando poco margen para el 
ejercicio. Además, la percepción de que se necesita una cantidad 
considerable de tiempo para realizar actividades físicas puede 
desalentar aún más su práctica regular. 
 
2. Cansancio: El agotamiento físico y mental es una barrera 
significativa para la participación en la actividad física. Después de 
una larga jornada de trabajo, estudio o cuidado de la familia, es 
comprensible que muchas personas se sientan demasiado 
cansadas para ejercitarse. El cansancio puede reducir la 
motivación y la energía necesaria para realizar actividades físicas, 
lo que lleva a un estilo de vida sedentario. 
 
3. Obligaciones familiares o laborales: Las responsabilidades 
familiares y laborales son a menudo prioridades que requieren 
tiempo y atención. Los compromisos con la familia, como cuidar de 
los hijos, atender el hogar o cumplir con las tareas domésticas, 
pueden dejar poco margen para la actividad física. Del mismo 
modo, las demandas laborales y profesionales pueden consumir 
gran parte del día, dejando poco espacio para el ejercicio. La 
sensación de estar constantemente ocupado puede dificultar la 
dedicación de tiempo a la actividad física. 
 
4. Falta de motivación: La falta de motivación es una barrera 
psicológica que puede obstaculizar la participación en la actividad 
física. Muchas personas pueden sentir desinterés, pereza o falta 
de incentivos para comenzar o mantener una rutina de ejercicio 
regular. La falta de resultados visibles a corto plazo o la ausencia 
de metas claras pueden disminuir la motivación y hacer que el 
ejercicio se perciba como una tarea desafiante. 
 
Es importante destacar que estas barreras no son insuperables y existen 
estrategias para superarlas. La planificación y la organización del tiempo, la 
búsqueda de apoyo familiar o el uso de servicios de cuidado de niños pueden 
ayudar a abordar la falta de tiempo y las obligaciones familiares. La 
implementación de una rutina de ejercicio en momentos del día en los que la 
energía es más alta, como por la mañana o durante los descansos, puede ayudar 
a superar el cansancio. Además, establecer metas claras y realistas, buscar 
actividades físicas que sean divertidas y gratificantes, y encontrar compañeros de 
ejercicio pueden incrementar la motivación y hacer que la actividad física sea más 
atractiva. 
 
Al reconocer estas barreras y encontrar formas de superarlas, es posible 
incorporar la actividad física de manera regular en la vida diaria. La clave radica en 
adaptar el ejercicio a las circunstancias individuales y adoptar un enfoque gradual 
y flexible. Al hacerlo, se podrá disfrutar de los numerosos beneficios para la salud 
física y mental que brinda la actividad física regular. 
 
Superar las barreras para realizar actividad física con algunas estrategias 
prácticas hace posible incorporar la actividad física en tu vida diaria: 
 
No tienes tiempo: 
Identifica el tiempo disponible: Monitorea tus actividades diarias durante una 
semana y encuentra al menos cinco momentos de treinta minutos cada uno que 
puedas utilizar para hacer actividad física. 
Añade actividad física a tu rutina diaria: Busca oportunidades para caminar 
o montar en bicicleta, como ir al trabajo o de compras. Organiza las actividades 
escolares alrededor de las actividades físicas. Aprovecha el tiempo frente al 
televisor para ejercitarte. Estaciona tu coche un poco más lejos y camina hasta tu 
destino. 
 
Falta de energía: 
Programa la actividad física en momentos en los que te sientas más 
energético/a. 
Convéncete de que la actividad física aumentará tus niveles de energía y 
dale una oportunidad. 
 
Falta de motivación: 
Planifica con anticipación: Haz de la actividad física parte de tu agenda 
diaria o semanal y anótala en tu calendario. 
Invita a un amigo o amiga a ejercitarse juntos de forma regular y anótalo en 
ambos calendarios. 
Únete a un grupo o clase de ejercicios para mantenerte motivado/a y 
rodearte de personas con intereses similares. 
 
Temor a lesionarte: 
Aprende a hacer calentamientos antes de la actividad física y estiramientos 
después para prevenir lesiones. 
Asegúrate de ejercitarte de manera apropiada según tu edad, estado físico, 
habilidades y estado de salud. 
Asiste con un médico que te ayude a evaluar tu condición para realizar un 
programa de entrenamiento físico sin poner en riesgo tu integridad. 
Escoge actividades que representen un riesgo mínimo para ti y en las que 
te sientas cómodo/a. 
 
Falta de habilidades: 
Selecciona actividades que no requieran desarrollar nuevas habilidades, 
como caminar, subir y bajar escaleras o trotar. 
Considera tomar clases para desarrollar habilidades nuevas si te sientes 
motivado/a para aprender algo nuevo. 
 
Alto costo o falta de instalaciones: 
Escoge actividades que requieran un mínimo de instalaciones o equipo, 
como caminar, trotar, saltar la cuerda o hacer ejercicios de calistenia. 
Identifica recursos poco costosos y convenientes en tu comunidad, como 
programas educativos o recreativos en tu lugar de trabajo, centros comunitarios u 
otras instituciones locales. 
 
Condiciones climáticas: 
Desarrolla un conjunto de actividades que puedas realizar regularmente, 
independientemente de las condiciones climáticas. Considera opciones como 
ciclismo o natación bajo techo, aeróbicos, calistenia, escalada, caminar, bailar, 
entre otras. 
 
Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante 
encontrar las estrategias que se ajusten a tus circunstancias y preferencias 
individuales. Al superar estas barreras, estarás un paso más cerca de una vida 
activa y saludable.