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La Filosofia durante el Medioevo Campus

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La Filosofía durante el Medioevo. 
 
La Edad Media no tiene buena prensa en el mundo filosófico, la irrupción del cristianismo 
en la historia occidental produjo un cimbronazo y provocó un profundo cambio social, 
cultural y sobre todo espiritual. La historia en general y la historia del pensamiento sufren 
una metamorfosis radical. 
¿Por qué? La cultura Helena guiaba el rumbo de occidente, incluso luego de perder su 
hegemonía ante los romanos, su cosmovisión y su interpretación mítico religiosa del 
funcionamiento del mundo seguía vigente, sus verdades se transmitían en todas las orillas 
del mediterráneo por medio sus colonias. 
El cristianismo, por su parte, no poseía una estructura filosófica, no era una filosofía: eso 
no implica que el cristianismo no tuviera una forma de pensar y de explicar las cosas: la 
tenía, pero no era la forma que habían asumido los griegos en eso que se denominaba 
filosofía. El cristianismo, con su lenguaje y con sus formas de pensamiento, portaba una 
serie de ideas originales, inéditas: algunas por proceder de una cultura distinta, la 
hebrea (oriental, semita) y otras, por proceder de las verdades de un personaje histórico 
excepcional: Jesús de Nazaret, más allá del valor espiritual que pueda darle cada uno. 
En este choque de culturas el Cristianismo hace sus aportes al pensamiento occidental, 
aunque desde el plano religioso. 
 Trae el concepto de Verdad Revelada, la BIBLIA el libro de los libros, 
particularmente prefiero la traducción de El Libro, en griego las mayúsculas le dan 
otro énfasis a las palabras, no solo muestra la palabra de Dios o que está sin 
inspirado por Dios, sino la misma voz de Dios, donde se revela al hombre su 
existencia, sus preceptos, sus propósitos, ciertos secretos de la misma vida 
divina, lo que se espera del hombre. Dios revela y se revela a la humanidad. 
 Dios es absolutamente trascendente respecto del mundo: está más allá del 
mundo y totalmente fuera de él, a diferencia de los griegos donde el cosmos es 
anterior a los dioses. Dios es quien lo ha creado en un acto libre de su voluntad y lo 
ha hecho de la nada. Y aunque el mundo depende de Dios, él no guarda ninguna 
dependencia con respecto del mundo. 
 El Dios cristiano -a través de la revelación directa y la intermediación del Hijo- 
se ha vuelto un Dios personal, lleno de infinito amor y misericordia, preocupado 
por salvar, atender, redimir al hombre. Dios es amor. No es sólo un Dios al que se 
ama, sino un Dios que ama a sus criaturas. No es como los dioses griegos, 
belicosos, traidores, violadores, asesinos, sin límites morales. 
 Como religión, el cristianismo está interesado en la conversión, en la renovación 
interior del Hombre: desea su vuelta a Dios, su definitiva salvación: es una 
religión que compromete al creyente mucho más que con cultos externos con 
auténtico cambio de vida: fe, esperanza, caridad. 
 El creyente es alguien que acepta el mensaje revelado porque sabe que el mismo 
lo conduce a la salvación. 
 Trae una estructura y un libro, cosa que los griegos no poseían. Sus 
manifestaciones religiosas eran más espontáneas y desestructuradas. 
 
Algunas verdades son comprensibles y pueden ser descubiertas a través de la razón, pero 
otras deben ser aceptadas por medio de la fe y la revelación. 
La gracia divina, además, es la garantía de que el hombre va a recibir una ayuda para 
apuntalar la debilidad de la FE... 
Filosofía cristiana 
El cristianismo es una religión, no es una filosofía. Pero en el cristianismo, en las creencias 
que posee, hay una serie de ideas que podemos considerar filosóficas, una concepción del 
hombre, de la vida, de la realidad, del destino, del mundo, de la divinidad. Todo esto 
puede llegar a constituir un verdadero sistema de pensamiento. 
El cristianismo no creció en la filosofía, sino que nació y creció a partir de la palabra 
revelada: esa fue la fuente de su desarrollo. Sin embargo, en su natural expansión hacia 
todos los puntos cardinales, el cristianismo se fue encontrando con la filosofía que había 
invadido el mundo antiguo: el pensamiento y el estilo cultural greco-romano se había 
desplegado sobre la totalidad del mundo occidental y aún por el oriental: de allí que la 
fuerza expansiva del Cristianismo se fuera topando con la Filosofía a la que podía ‘hacer 
frente o tratar de conquistar. 
Se producen, empero, varios fenómenos que obligan al cristianismo que en un primer 
momento había rechazado a la filosofía a tomarla en cuenta y a tratar de conquistarla: 
 Frente Externo: Los ataques del paganismo y la necesidad de defenderse 
(apología). el cristianismo, principalmente en el seno del imperio romano, recibió 
una serie de ataques que, además de la condena y la muerte de sus seguidores, 
significaba una puesta en duda de las verdades que los cristianos defendían, se 
los acusaba de creer en cosas sin sentido, en verdades contradictorias, en una 
religión absurda. Los cristianos y los nuevos convertidos debieron acudir a la 
filosofía para encontrar en ella el medio para defenderse: con la filosofía, 
dominando el instrumento que utilizaban los que atacaban, podían preparar los 
argumentos y las defensas para mantener vigentes los principios de la propia fe. 
 Frente Interno: A su vez, dentro del cristianismo, las verdades no siempre estaban 
claras para todos, la revelación, las escrituras sagradas tenían un preciso mensaje 
revelado pero a la hora de afirmar en qué había que creer, muchos cristianos 
interpretaban las cosas de forma diferente. 
Lentamente la institución que coordinaba la acción de los creyentes (la iglesia) tuvo que ir 
acuñando las verdades de la fe, los dogmas, aquellos principios que no podían ser 
discutidos y que debían ser aceptados por todos los que adherían a la religión cristiana. 
Estos dogmas no nacieron con los primeros pasos de la iglesia tuvieron que ser 
formulados progresivamente, con la ayuda de los cristianos preparados para definir las 
verdades de la forma más clara y respetando la verdad. 
Allí vuelve a aparecer la filosofía, en un primer lugar, para contribui r -con sus 
conceptos- a redactar con claridad las verdades de la fe y los dogmas. En un segundo 
momento, para ofrecer un instrumento para luchar no ya contra los paganos, sino contra 
aquellos miembros de la iglesia -los herejes- que no querían aceptar las verdades tal como 
habían sido formuladas y propuestas por la iglesia: debían ser condenados y 
racionalmente debía demostrarse que estaban equivocados. 
Filosofía y religión, cristianismo y filosofía iniciaron un largo camino en común. Podemos, 
sin embargo, distinguir, una serie de relaciones o enfrentamientos que a partir de ese 
encuentro original se produce entre ambas: 
Posturas 
1. El cristiano y la fe deben rechazar la razón y la filosofía porque en ellas están las 
fuentes de todos los errores: nunca la razón puede comprender la riqueza de las 
verdades de fe. ¿Para qué sirve recurrir a un instrumento tan falible? 
2. Sí la fe no acepta la prueba de la razón, no sirve, es muy frágil y por tanto debe ser 
eliminada. Sirve solamente lo racional. 
3. Razón y fe son dos tipos de verdades incompatibles entre sí: mientras se cree no se 
razona y mientras se razona no se cree. Hay una doble verdad, una filosófica y racional y 
otra, cristiana y de fe. 
4. Fe y razón se necesitan y no se pueden separar, el cristiano debe creer para entender y 
debe entender para creer. 
5. Fe y conocimiento racional son diferentes, pero no son opuestos: deben distinguirse, 
pero deben, también, armonizarse, ambos proceden de Dios y buscan a Dios... pero 
siguen caminos diversos y compatibles entre sí. 
 
 
Sobre la Existencia de Dios 
“…Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de 
vuestros padres me ha enviado avosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, 
¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los 
hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros…”1 
En el mundo hebreo también aparece la pregunta por el Ser aunque los caminos para 
responderla fueron distintos. 
Desde el Cristianismo también se buscó responder a esta pregunta, San Agustín de 
Hipona, San Anselmo de Canterbury y Santo Tomás de Aquino entre otros intentaron dar 
una respuesta a esta cuestión. 
Santo Tomás de Aquino y las cinco maneras distintas de probar la existencia de Dios. 
¿Existe o no existe Dios? 
Objeciones por las que parece que Dios no existe: 
1. Si uno de los contrarios es infinito, el otro queda totalmente anulado. Esto es lo que 
sucede con el nombre Dios al darle el significado de bien absoluto. Pues si existiese Dios, 
no existiría ningún mal. Pero el mal se da en el mundo. Por lo tanto, Dios no existe. 
2. Lo que encuentra su razón de ser en pocos principios, no se busca en muchos. Parece 
que todo lo que existe en el mundo, y supuesto que Dios no existe, encuentra su razón de 
ser en otros principios; pues lo que es natural encuentra su principio en la naturaleza; lo 
que es intencionado lo encuentra en la razón y voluntad humanas. Así, pues, no hay 
necesidad alguna de acudir a la existencia de Dios. 
Contra esto: está lo que se dice en Éxodo 3,14 de la persona de Dios: Yo soy el que soy. 
Respondo: La existencia de Dios puede ser probada de cinco maneras distintas. 
 
1
 Biblia. RVR 1960 Éxodo III 13-14 
1) La primera y más clara es la que se deduce del movimiento. Pues es cierto, y lo perciben 
los sentidos, que en este mundo hay movimiento. Y todo lo que se mueve es movido por 
otro. De hecho nada se mueve a no ser que en cuanto potencia esté orientado a aquello 
para lo que se mueve. Por su parte, quien mueve está en acto. Pues mover no es más que 
pasar de la potencia al acto. La potencia no puede pasar a acto más que por quien está en 
acto. Ejemplo: el fuego, en acto caliente, hace que la madera, en potencia caliente, pase a 
caliente en acto. De este modo la mueve y cambia. Pero no es posible que una cosa sea lo 
mismo simultáneamente en potencia y en acto; sólo lo puede ser respecto a algo distinto. 
Ejemplo: Lo que es caliente en acto, no puede ser al mismo tiempo caliente en potencia, 
pero sí puede ser en potencia frío. Igualmente, es imposible que algo mueva y sea movido 
al mismo tiempo, o que se mueva a sí mismo. Todo lo que se mueve necesita ser movido 
por otro. Pero si lo que es movido por otro se mueve, necesita ser movido por otro, y éste 
por otro. Este proceder no se puede llevar indefinidamente, porque no se llegaría al 
primero que mueve, y así no habría motor alguno pues los motores intermedios no 
mueven más que por ser movidos por el primer motor. Ejemplo: Un bastón no mueve 
nada si no es movido por la mano. Por lo tanto, es necesario llegar a aquel primer motor al 
que nadie mueve. En éste, todos reconocen a Dios. 
2) La segunda es la que se deduce de la causa eficiente. Pues nos encontramos que en el 
mundo sensible hay un orden de causas eficientes. Sin embargo, no encontramos, ni es 
posible, que algo sea causa eficiente de sí mismo, pues sería anterior a sí mismo, cosa 
imposible. En las causas eficientes no es posible proceder indefinidamente porque en 
todas las causas eficientes hay orden: la primera es causa de la intermedia; y ésta, sea una 
o múltiple, lo es de la última. 
Puesto que, si se quita la causa, desaparece el efecto, si en el orden de las causas 
eficientes no existiera la primera, no se daría tampoco ni la última ni la intermedia. Si en 
las causas eficientes llevásemos hasta el infinito este proceder, no existiría la primera 
causa eficiente; en consecuencia no habría efecto último ni causa intermedia; y esto es 
absolutamente falso. Por lo tanto, es necesario admitir una causa eficiente primera. Todos 
la llaman Dios. 
3) La tercera es la que se deduce a partir de lo posible y de lo necesario. Y dice: 
Encontramos que las cosas pueden existir o no existir, pues pueden ser producidas o 
destruidas, y consecuentemente es posible que existan o que no existan. Es imposible que 
las cosas sometidas a tal posibilidad existan siempre, pues lo que lleva en sí mismo la 
posibilidad de no existir, en un tiempo no existió. Si, pues, todas las cosas llevan en sí 
mismas la posibilidad de no existir, hubo un tiempo en que nada existió. Pero si esto es 
verdad, tampoco ahora existiría nada, puesto que lo que no existe no empieza a existir 
más que por algo que ya existe. Si, pues, nada existía, es imposible que algo empezara a 
existir; en consecuencia, nada existiría; y esto es absolutamente falso. Luego no todos los 
seres son sólo posibilidad; sino que es preciso algún ser necesario. Todo ser necesario 
encuentra su necesidad en otro, o no la tiene. Por otra parte, no es posible que en los 
seres necesarios se busque la causa de su necesidad llevando este proceder 
indefinidamente, como quedó probado al tratar las causas eficientes (núm. 2). Por lo 
tanto, es preciso admitir algo que sea absolutamente necesario, cuya causa de su 
necesidad no esté en otro, sino que él sea causa de la necesidad de los demás. Todos le 
dicen Dios. 
4) La cuarta se deduce de la jerarquía de valores que encontramos en las cosas. Pues nos 
encontramos que la bondad, la veracidad, la nobleza y otros valores se dan en las cosas. 
En unas más y en otras menos. Pero este más y este menos se dice de las cosas en cuanto 
que se aproximan más o menos a lo máximo. 
Así, caliente se dice de aquello que se aproxima más al máximo calor. Hay algo, por tanto, 
que es muy veraz, muy bueno, muy noble; y, en consecuencia, es el máximo ser; pues las 
cosas que son sumamente verdaderas, son seres máximos, como se dice en II Metaphys. 
Como quiera que en cualquier género, lo máximo se convierte en causa de lo que 
pertenece a tal género -así el fuego, que es el máximo calor, es causa de todos los calores, 
como se explica en el mismo libro —, del mismo modo hay algo que en todos los seres es 
causa de su existir, de su bondad, de cualquier otra perfección. Le llamamos Dios. 
5) La quinta se deduce a partir del ordenamiento de las cosas. Pues vemos que hay cosas 
que no tienen conocimiento, como son los cuerpos naturales, y que obran por un fin. Esto 
se puede comprobar observando cómo siempre o a menudo obran igual para conseguir lo 
mejor. De donde se deduce que, para alcanzar su objetivo, no obran al azar, sino 
intencionadamente. Las cosas que no tienen conocimiento no tienden al fin sin ser 
dirigidas por alguien con conocimiento e inteligencia, como la flecha por el arquero. Por lo 
tanto, hay alguien inteligente por el que todas las cosas son dirigidas al fin. Le llamamos 
Dios. 
A las objeciones: 
1. Escribe Agustín en el Enchiridio: Dios, por ser el bien sumo, de ninguna manera 
permitiría que hubiera algún tipo de mal en sus obras, a no ser que, por ser omnipotente y 
bueno, del mal sacara un bien. Esto pertenece a la infinita bondad de Dios, que puede 
permitir el mal para sacar de él un bien. 
2. Como la naturaleza obra por un determinado fin a partir de la dirección de alguien 
superior, es necesario que las obras de la naturaleza también se reduzcan a Dios como a 
su primera causa. De la misma manera también, lo hecho a propósito es necesario 
reducirlo a alguna causa superior que no sea la razón y voluntad humanas; puesto que 
éstas son mudables y perfectibles. Es preciso que todo lo sometido a cambio y posibilidad 
sea reducido a algún primer principio inmutable y absolutamente necesario, tal como ha 
sido demostrado. 
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1274,_Thomas_Aquinas,_Summa_Theologiae,_ES.pdf 
San Anselmo de Canterbury 
CAPÍTULO II Que Dios existeverdaderamente, aunque el insensato haya dicho en su 
corazón: Dios no existe 
Así, pues, ¡oh Señor! , tú que das la inteligencia de la fe, concédeme, en cuanto este 
conocimiento me puede ser útil, el comprender que tú existes, como lo creemos, y que 
eres lo que creemos. Creemos que encima de ti no se puede concebir nada por el 
pensamiento. Se trata, por consiguiente, de saber si tal Ser existe, porque el insensato ha 
dicho en su corazón: No hay Dios. Pero cuando me oye decir que hay un ser por encima 
../ética/1225-1274,_Thomas_Aquinas,_Summa_Theologiae,_ES.pdf
../ética/1225-1274,_Thomas_Aquinas,_Summa_Theologiae,_ES.pdf
del cual no se puede imaginar nada mayor, este mismo insensato comprende lo que digo; 
el pensamiento está en su inteligencia, aunque no crea que existe el objeto de este 
pensamiento. Porque una cosa es tener la idea de un objeto cualquiera y otra creer en su 
existencia. Porque cuando el pintor piensa de antemano en el cuadro que va a hacer, lo 
posee ciertamente en su inteligencia, pero sabe que no existe aún. ya que todavía no lo ha 
ejecutado. Cuando, por el contrario, lo tiene pintado, no solamente lo tiene en el espíritu, 
pero sabe también que lo ha hecho. El insensato tiene que convenir en que tiene en el 
espíritu la idea de un ser por encima del cual no se puede imaginar ninguna otra cosa 
mayor, porque cuando oye enunciar este pensamiento, lo comprende, y todo lo que se 
comprende está en la inteligencia: y sin duda ninguna este objeto por encima del cual no 
se puede concebir nada mayor, no existe en la inteligencia solamente, porque, si así fuera, 
se podría suponer, por lo menos, que existe también en la realidad, nueva condición que 
haría a un ser mayor que aquel que no tiene existencia más que en el puro y simple 
pensamiento. Por consiguiente, si este objeto por encima del cual no hay nada mayor 
estuviese solamente en la inteligencia, sería, sin embargo, tal que habría algo por encima 
de él, conclusión que no sería legítima. Existe, por consiguiente, de un modo cierto, un ser 
por encima del cual no se puede imaginar nada, ni en el pensamiento ni en la realidad. 
CAPÍTULO III Que no se puede pensar que Dios no existe 
Lo que acabamos de decir es tan cierto, que no se puede imaginar que Dios no exista. 
Porque se puede concebir un ser tal que no pueda ser pensado como no existente en la 
realidad, y que, por consiguiente, es mayor que aquel cuya idea no implica 
necesariamente la existencia. Por lo cual, si el ser por encima del cual nada mayor se 
puede imaginar puede ser considerado como no existente, síguese que este ser que no 
tenía igual, ya no es aquel por encima del cual no se puede concebir cosa mayor, 
conclusión necesariamente contradictoria, Existe, por tanto, verdaderamente un ser por 
encima del cual no podemos levantar otro, y de tal manera que no se le puede siquiera 
pensar como no existente; este ser eres tú, ¡oh Dios, Señor nuestro! Existes, pues, ¡oh 
Señor, Dios mío! , y tan verdaderamente, que no es siquiera posible pensarte como no 
existente, y con razón. Porque si una inteligencia pudiese concebir algo que fuese mejor 
que tú, la criatura se elevaría por encima del Creador y vendría a ser su juez, lo que es 
absurdo. Por lo demás, todo, excepto tú, puede por el pensamiento ser supuesto no 
existir. A ti solo, entre todos, pertenece la cualidad de existir verdaderamente y en el más 
alto grado. Todo lo que no es tú, no posee más que una realidad inferior y no ha recibido 
el ser más que en menor grado. ¿Por qué entonces el insensato ha dicho en su corazón: 
No hay Dios, cuando es tan fácil a un alma racional comprender que existes más 
realmente que todas las cosas? Precisamente porque es insensato y sin inteligencia. 
http://curas.com.ar/Textos/SA-Proslogion.pdf 
La Edad Media propuso un método de enseñanza que podemos ver reflejado en la forma 
de argumentar de los pensadores de la época. 
Les dejo un link con un artículo que hace una reseña de la influencia de la escolástica en la 
educación, aunque muchos renieguen de esta época, especialmente el mundo filosófico, 
la Iglesia contribuyó de manera excepcional a la educación de las masas. 
La creación de escuelas parroquiales y las universidades en las catedrales de las grandes 
ciudades siendo la Universidad de Bologna la primera en salir a la luz, de ahí proviene el 
concepto cátedra que utilizamos actualmente. 
https://www.nuevarevista.net/destacados/que-es-el-metodo-escolastico/ 
 
http://curas.com.ar/Textos/SA-Proslogion.pdf
https://www.nuevarevista.net/destacados/que-es-el-metodo-escolastico/

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