Logo Studenta

Resumen GEO II

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

GEOGRAFÍA II
Unidad 2.
Cap. 2: “NOCIONES DE ESPACIO, TERRITORIO Y ATRACTIVIDAD” -
Gliemmo y Moscoso
TERRITORIO, ESPACIO Y APORTES A LA PRÁCTICA TURÍSTICA. La ciencia geográfica
posee una extensa tradición en materia de producción de conocimiento del espacio
geográfico o territorio. En las relaciones sociales, tales como la práctica turística, al
realizarse estas en un tiempo y espacio, alcanzan un grado de complejidad tal que se nos
plantea la necesidad de que sean concebidas como un híbrido que las torna inseparables.
Ambas nociones (territorio y espacio) resultan clave a la hora de analizar el fenómeno
turístico moderno.
Llanos Hernandez plantea que en la actualidad el territorio se convirtió en un proceso
interdisciplinario, ya que pasó a formar parte de las diversas disciplinas que tienen como
objeto de estudio las múltiples relaciones que se despliegan los seres humanos.
Territorio y espacio no son conceptos similares. Mientras que el territorio se refiere, en
sentido amplio, al espacio terrestre, con sus componentes naturales y sociales, el espacio
es un concepto categorial de mayor alcance, que nos obliga a indagar en aplicaciones al
territorio a partir de aportes realizados desde otras disciplinas, especialmente las ciencias
sociales.
Antecedentes en el estudio del territorio. En su origen etimológico, “territorio” significa “la
tierra que pertenece a alguien”; el sentido de pertenencia se puede dar de diferentes
formas: por apropiación, ocupación o valorización. Santos define el territorio como un
espacio socialmente construido sobre historias naturales y sociales previas, es decir
que se trata de una construcción social que da lugar a una triple hibridación entre
sociedad, espacio y tiempo. En el territorio estarán presentes las relaciones de poder que
se organizan en una época determinada “las prácticas espaciales y temporales nunca son
neutrales en las cuestiones sociales. Siempre expresan algún tipo de contenido de clase o
social, y en la mayor parte de los casos constituyen el núcleo de intensas luchas sociales”.
El concepto de “Acontecimiento” es entendido como “un instante del tiempo que se da en
un punto del espacio”. Los acontecimientos no pueden ser examinados aisladamente de los
sujetos que le dan significado, de los lugares donde ocurren, ni de los procesos sociales
más generales que permiten entenderlos. Por otro lado, se entiende al “Lugar” como un
cúmulo de acontecimientos en un tiempo y un espacio.
Así, los procesos sociales que se despliegan en un determinado territorio son
protagonizados por diversos sujetos del Estado, del mercado y la ciudadanía. Los cuales se
relacionan de variadas formas y por ende con una amplia gama de resultados.
El territorio en el marco de la globalización. El territorio como noción interdisciplinaria
nos acerca al estudio de nuevas realidades en el contexto actual de la globalización.
Canclini define a la actual etapa de la Globalización como un nuevo régimen de producción
1
del espacio y el tiempo, en donde se intensifican las dependencias recíprocas, el
crecimiento y la aceleración de redes económicas y culturales que operan a escala mundial.
El fenómeno de la globalización, entendiendo como tal a un fenómeno de carácter
multidimensional, que refiere a acciones o procesos que incluyen al mundo entero; desde
esta perspectiva vemos cómo se resignifica la relación espacio – tiempo. Las personas
están inmersas en una cultura global, una economía global y un medio ambiente global, y el
mundo, en muchos aspectos, se encuentra integrado e interdependiente.
En relación a la actual etapa de la Globalización y su relación con el territorio: El territorio
es un concepto que adquiere nuevos contenidos en el contexto de la globalización, son
relaciones sociales que desbordan las fronteras de la comunidad, de la nación y que se
entrelazan con otros procesos que ocurren en el mundo. Los medios modernos de
comunicación, los sistemas de transporte, los nuevos mercados, los avances de la
revolución científica y tecnológica, entre otras cosas, han trastocado las nociones de tiempo
y espacio de las épocas pasadas, pero también evidenciaron la debilidad de las bases
culturales sobre las cuales se formaron las promesas que surgieron en la modernidad.
PAISAJES NATURALES, PAISAJES MODIFICADOS Y PAISAJES ORDENADOS. Todos
los paisajes están formados por elementos geográficos que se articulan unos en relación a
otros. Se han establecido tres elementos que componen los paisajes: 1) abióticos
(elementos no vivos), 2) bióticos (resultado de la actividad de los seres vivos) y 3)
antrópicos (resultado de la actividad humana). El paisaje es más que la porción de lugar
que la vista presenta a un observador. El paisaje es el resultado de una transformación
colectiva de la naturaleza; es la proyección cultural de una sociedad en un espacio
determinado; es el rostro del territorio.
Así, paisaje es cultura y, precisamente por ello, es algo vivo, dinámico y en continua
transformación, capaz de integrar y de asimilar con el tiempo modificaciones territoriales
importantes. La sociedad al contemplar un paisaje, le asignará un valor positivo o negativo
según la percepción que éste le proporcione (bonito, agradable, etc.), pero con mayor
dificultad será capaz de reconocerle un significado histórico relacionado con su proceso de
configuración. Es necesario, por tanto, sensibilizar a la sociedad, pero también instruir
acerca del valor del paisaje cultural como elemento patrimonial.
IMPLICANCIAS TERRITORIALES EN LA PRÁCTICA TURÍSTICA. La práctica turística y el
territorio no son unidades que podríamos definir a priori; este se define como producto de
una construcción social, dada por sujetos, con sus lógicas y racionalidades, a partir de
múltiples relaciones sociales identificables según instancias de un proceso de organización
que se materializa en un lugar del espacio, en relación a diferentes acontecimientos
temporales.
En el caso del “Territorio turístico” incorporamos la valorización que los diferentes actores
realizan desde sus propias necesidades, expectativas e imaginarios, estos resignificados
desde el presente y poniendo en relación el lugar de origen y destino en sus dimensiones
materiales y simbólicas; este territorio se organiza en torno a atractivos (históricos,
culturales y naturales) que no son atributos “per se” del lugar, sino que son el resultado de
un proceso social de construcción de atractividad, el cual selecciona y jerarquiza ciertos
atributos, al tiempo que otros se dejan de lado.
El Turismo es un proceso societario con fuertes implicancias en las relaciones sociales
entre los individuos y los grupos sociales de las áreas geográficas emisoras y receptoras.
2
Las lógicas sociales, desplegadas por diversos actores, que estructuran el territorio turístico
deben analizarse en relación a la capacidad de éstas de definir y resignificar el espacio
apropiado material o simbólicamente mediante la práctica turística, pues es allí donde estas
se materializan, definen su uso, apropiación, y a su vez interactúan, compiten y cooperan
con otros usos posibles. La dimensión espacial cobra relevancia y es allí donde se
despliegan tensiones territoriales. En este sentido, en la lógica del espacio turístico se
contraponen dos mundos: el del turismo y el de la producción, es decir entran en
contradicción la lógica del ocio y la lógica de la ganancia.
ATRACTIVOS NATURALES Y CULTURALES. Territorio y Patrimonio. El territorio no es
un elemento pasivo de la práctica turística, sino que actúa como una dimensión constitutiva
de la misma conteniéndola y redefiniéndola. El turista durante su visita “consume” recursos
culturales y naturales que le son propios al lugar de destino. Estos elementos forman parte
de la identidad de una comunidad y surgen como resultado de la apropiación y valorización
que hace la sociedad de esos atributos. De esta manera podemos decir que el territorio es
un “portador de vectores simbólicos, culturales e históricos”, una trama de sentidos,que, en
muchos casos, pasa a formar parte de la experiencia que se le ofrece al turista.
Estos recursos que forman parte de la experiencia turística, constituyen el Patrimonio de
una comunidad. Para Bertoncello, el Patrimonio es el “conjunto de bienes (naturales o
culturales, materiales o inmateriales) acumulados por tradición o herencia, común al
conjunto de individuos que constituyen esa sociedad”. Se identifican aspectos claves dentro
de la definición de patrimonio: la herencia (algo recibido de las generaciones pasadas); el
reconocimiento por un grupo o por la totalidad de la sociedad; la transmisión de este
acervo identitario a futuras generaciones. Así el patrimonio articula el pasado, presente y
futuro.
Ahora bien, el patrimonio no es definido solo por la herencia, ya que dentro de la condición
de patrimonio intervienen procesos sociales de valorización, que es el resultado de un
proceso de selección e intención, en el que intervienen distintas dimensiones y actores. De
esta manera el patrimonio no es siempre representativo del total de una comunidad, sino
que constituye un “espacio de lucha material y simbólica” entre distintos grupos sociales.
A este proceso de valorización, selección y legitimación de determinados elementos de la
cultura y tradición, de un determinado espacio-tiempo se lo denomina activación patrimonial
o patrimonialización. En este proceso intervienen intereses, ideas de un individuo o un
grupo sobre otro, convirtiéndose en portadores hegemónicos de los valores culturales de
una comunidad. Asimismo, patrimonializar implica una construcción social, ya que la
conformación de un patrimonio se da a partir de los sentidos y significados que se le da a un
elemento. Los imaginarios, individuales y colectivos, van integrando lo que se considera
como parte de la identidad y la cultura.
Al mismo tiempo las relaciones de poder, son un aspecto clave, en la activación
patrimonial, porque no siempre hay consenso entre los actores y que en muchos casos no
siempre forman parte de la misma comunidad, sino que pertenecen a instituciones externas,
llevando a la existencia de objetivos múltiples y muchas veces contradictorios.
Patrimonio en Argentina. Argentina ha buscado recuperar, conservar y difundir su
patrimonio a partir de distintos reconocimientos a nivel nacional e internacional. Uno de los
más conocidos es la Declaración de UNESCO a Patrimonio Mundial. El reconocimiento del
patrimonio por parte un organismo internacional ha estado vinculado desde su inicio con los
3
procesos de valorización turística, en la medida que se le da una mayor visibilidad a nivel
mundial, impulsando el desarrollo del turismo y con ello el aumento del número de turistas.
EL PATRIMONIO COMO RECURSO TURÍSTICO. Entendiendo al turismo como un inductor de
actividades económicas y de consumo, el patrimonio se inserta como recurso susceptible de
ser valorizado comercial y económicamente. El patrimonio constituye uno de los principales
aspectos, por no decir el único, que motiva a los turistas a elegir un destino por sobre otros.
El patrimonio pasa así a ser apropiado por el turismo para convertirse finalmente en
atractivo turístico.
De esta manera, el turismo le da un nuevo significado a un recurso patrimonial, otorgando
sentido y valor, en ocasiones contrapuesto al de la comunidad de destino. El turismo le
asigna un grado de atractividad al patrimonio. Bertoncello se refiere a la atractividad
turística, como una construcción social a partir del cual se seleccionan y jerarquizan
determinados atributos, al mismo tiempo que otros son invisibilizados o dejados de lado. Es
decir, que solo serán considerados atractivos aquellos atributos que coinciden con las
expectativas y demandas de la comunidad de origen de los turistas.
El turismo puede participar e intervenir de dos formas dentro del patrimonio:
- Puede valorizar un patrimonio existente, ya valorizado en primera instancia por la
comunidad local. En este caso el turismo es considerado como una actividad que
fortalece la cultura e identidad y aporta a la conservación patrimonial.
- El turismo puede llevar al descubrimiento y a la definición de un patrimonio que no
ha sido valorizado previamente. Así los recursos naturales y culturales que tengan
una valorización turística serán considerados patrimonio.
Al apropiarse de la carga simbólica de un patrimonio, el turismo transforma el sentido en
función de las expectativas y necesidades del turista. Esto puede derivar en una dicotomía
entre visiones e intereses por parte de distintos actores. De esta manera es de importancia
que la gestión del patrimonio turístico sea abordada desde una mirada integral, atendiendo,
en una primera instancia, al desarrollo de la comunidad local al tiempo que se satisfacen las
necesidades de la demanda turística.
Cap. 8: “LA REGIÓN Y SUS IMPLICANCIAS EN EL TERRITORIO” -
Gliemmo y Moscoso
ANTECEDENTES DE ESTUDIOS REGIONALES. El concepto de región no es unívoco, ni
inmutable, y a lo largo de la historia de la ciencia geográfica ha sido una preocupación
constante la regionalización de diversas áreas del planeta motivado por diversos objetivos,
por lo que hay diferentes perspectivas desde donde se abordó este concepto.
- El determinismo geográfico, en el S XIX, postulaba que las condiciones del medio
prescribirían las diversas actividades humanas en el territorio, y predeterminan las
características del desarrollo de una sociedad en relación a las características físicas
y demográficas del sitio. Este abordaje se enmarca dentro del positivismo, y
establece una relación directa entre el medio y el hombre, donde el primero
determinaba cuáles serían las actividades humanas que podrían desarrollarse en
ese territorio.
4
- El posibilismo geográfico, que comienza a finales del S XIX, concebía que el medio
ofrece un repertorio de posibilidades que a la postre un grupo social en particular,
aprovecharían o no tales condiciones. Se basa en el voluntarismo.
- La geografía crítica, iniciada en la década de los ‘60, afirma que la región es “un
agrupamiento sociológico de tipo geográfico, polarizado, donde el predominio de los
indicadores unificantes (espacio físico, estructura económica y estilo de vida)
produce una conciencia de unidad regional, que sirve como instrumento natural para
la integración de la comunidad. Propone ciertos indicadores que unifican y ayudan a
crear unidad regional, sirve para la integración de la comunidad.
- Hacia la década de los ‘70, la revolución técnico-científica dio la pauta para la
mundialización de la economía y el resurgimiento de la doctrina liberal. Así, frente a
la velocidad en la que se vieron envueltos los nuevos procesos de producción y de
comunicación en el mundo, la región, como concepto teórico que muestra las
relaciones sociales entre los seres humanos y la naturaleza, ya no lograba describir
las nuevas relaciones que fueron desplegándose a un ritmo vertiginoso.
La región como concepto puede seguir siendo útil para explicar diversos procesos de tipo
económico o social, pero conceptualmente el territorio, al ir más allá de la perspectiva
disciplinaria y del determinismo económico, es capaz de constituirse en una categoría a
través de la cual es factible estudiar los múltiples procesos que surcan el complejo mundo
social.
CONSTRUCCIONES TEÓRICAS EN TORNO AL CONCEPTO DE REGIÓN.
ROFMAN: Cada sociedad organiza su espacio y le imprime una forma específica de
configuración.
CORAGGIO. La región se vincula con la porción territorial donde surgen procesos y
relaciones sociales referidas a los fenómenos naturales y sus elementos.
SANTOS. Las regiones son subdivisiones del espacio geográfico planetario, del espacio
nacional o del espacio local. Las regiones son subespacios de conveniencia y, en algunos
casos, espacios funcionales del espacio mayor. El todo social no tiene otra forma de
existencia que la forma regional, ya sea intranacional o internacional.
REGIONES Y REGIONALIZACIÓN EN EL CASO ARGENTINO. El desarrollo latitudinal del
paísha hecho que, a partir de la construcción del territorio, se desarrollara lo que Martinez
Estrada denomina “La cabeza de Goliat”: Argentina es un país que tiene un centro
metropolitano en BsAs, lo que generó que se produzca un desarrollo regional y territorial
muy desigual. A partir de ese centro se produjo un desarrollo semi radial, en el cual, según
Estrada, no es que la cabeza sea demasiado grande, sino que el cuerpo está mal nutrido.
En Argentina todos los recursos, se han concentrado en ese centro desde la etapa
monopolista, que se mantuvo como salida y puerto del mundo, permitiendo así su gran
desarrollo.
EVOLUCIÓN DE LA REGIONALIZACIÓN EN LA ARGENTINA SEGÚN MATERIALES
EDUCATIVOS. En relación al tema de geografías regionales y regionalismo sobre los
materiales educativos, Quintero plantea que esta imagen global de regionalización se
elaboró entre las décadas de 1930 y 1950. Se trataba de un territorio que había casi
duplicado la extensión sobre la que se ejercía la soberanía estatal efectiva en el lapso de
una generación. La necesidad de conocer, ordenar y controlar este territorio explica la
5
ansiedad de contar con información más precisa; como ejemplo plantea la elaboración de
cartografía, censos de población, censos agropecuarios, relevamientos topográficos de
recursos naturales, etc. Desde esta necesidad y contexto se elaboraron las primeras
propuestas de regionalización del territorio argentino encuadradas en los cánones
disciplinarios de la geografía profesional.
REGIONES TURÍSTICAS EN ARG. Descripción del contexto actual de políticas
públicas y planes territoriales en relación al turismo. El turismo hace uso/consumo
de recursos naturales y culturales, muchos de los cuales forman parte del Patrimonio
Nacional y son reconocidos como bienes de carácter público. Estos bienes requieren del
control, regulación y protección estatal. Así el rol del Estado es de importancia en el turismo,
ya que busca construir un modelo de desarrollo equilibrado que permita la inclusión social,
propicie la mejora en la calidad de vida de los habitantes, la diversificación productiva, la
preservación del patrimonio cultural y natural e integración regional. Para lograr este
objetivo el Estado se vale de lineamientos de acción fundados en políticas turísticas.
La política turística es considerada como uno de los principales lineamientos en lo que
respecta a la evolución del turismo en Argentina.
Primeras acciones:
- La fundación del Touring Club (1907) y el Automóvil Club Argentino (1904),
instituciones que incentivaron la práctica turística a partir de la prestación de
servicios e información a viajeros.
- La creación de la Dirección General de Parques Nacionales (1934), respondió no
solo a la conservación de espacios naturales, sino que tuvo injerencia en el
desarrollo del turismo en su relación con la hotelería, el transporte y la expansión de
la red caminera.
- Creación del primer organismo oficial del turismo en 1938.
- A fines de los ́80, el turismo pasa a tener un fuerte reconocimiento por parte de
organismos nacionales e internacionales fomentando su institucionalización. Así se
empiezan a formular, desarrollar e implementar los primeros compendios
destinados a la planificación del territorio turístico.
- En el año 1984, se sientan las bases para el desarrollo de un Plan Federal de
Turismo el cual presenta por primera vez la división de la Argentina en regiones
turísticas con sus principales características y destinos. La regionalización turística
adoptada a nivel nacional está constituida por seis regiones:
- NORTE: Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja.
- LITORAL: Misiones, Formosa, Chaco, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe.
- Provincia de Bs As y Ciudad Autónoma de BA.
- Córdoba.
- CUYO: Mendoza, San Juan y San Luis.
- PATAGONIA: La Pampa, Rio Negro, Neunquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del
Fuego.
La importancia de regionalizar el país tiene su fundamento en la planificación y la identidad
cultural. En cuanto a la planificación, la existencia de atractivos naturales o culturales que
sobrepasan los límites jurisdiccionales de las provincias hace necesaria una gestión
integral. Por otro lado, los lazos culturales que comparten algunas provincias entre sí,
6
permite la creación y gestión de experiencias únicas asociadas a rasgos y valores
identitarios de una región.
- En 2004, el Ministerio de Planificación Federal formula el Plan Estratégico
Territorial (PET 2016), con el objetivo de constituirse como una política territorial de
cara al Bicentenario de la Independencia. Donde se sintetizaron los aspectos
centrales de la actividad turística, del que se desprende un primer objetivo: “guiar
las acciones con impacto espacial hacia un crecimiento equilibrado, integrado,
sustentable y socialmente justo del territorio argentino y construir mecanismos de
intervención más adecuados para aprovechar las oportunidades de desarrollo”.
- En 2005 se sanciona la Ley Nacional de Turismo, hito trascendental ya que
establece el marco normativo al que aspira que se sujeten otras normas dictadas en
el nivel federal en materia de turismo. Considera al turismo como actividad
socioeconómica, estratégica y esencial para el desarrollo nacional; y dispone que la
actividad turística es “prioritaria dentro de las políticas del Estado”. Además se
reconoce la necesidad de disponer de un Plan Federal Estratégico, lo que constituye
un avance hacia la definición de lo que luego se denominó el Plan Federal
Estratégico de Turismo Sustentable (PFETS)”.
- En junio de 2010 el Poder Ejecutivo Nacional creó el Ministerio de Turismo,
reforzando la importancia que posee el turismo en la actualidad otorgándole el
máximo rango administrativo a la cartera que hasta entonces poseía el rango de
Secretaría.
Estas políticas se desenvuelven con un sentido estratégico de consolidación del proceso de
integración regional de la Argentina en el Mercosur y otros bloques regionales. En relación a
los objetivos planteados en la Política Nacional de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, se
definen cuatro premisas:
1. La consolidación institucional del turismo.
2. La sustentabilidad
3. El desarrollo equilibrado del espacio turístico.
4. La implantación de un sistema de incentivos para el desarrollo del turismo regional.
- En 2011, se lleva a cabo PFETS, y su objetivo es constituirse en el proceso
orientador y articulador de actuaciones que reafirme voluntades, optimice recursos y
encamine estos esfuerzos hacia un modelo concertado de desarrollo turístico
sustentable para el país.
Esta política nacional se articula con una serie de medidas sectoriales relevantes como la
constitución del Instituto Nacional de Promoción Turística (INPROTUR), el Consejo
Federal de Turismo y el Programa Nacional de Inversiones Turísticas.
En cuanto a los Objetivos específicos del PFETS, se destacan cuatro dimensiones que se
definen con sus metas, escenarios deseables e indicadores mensurables:
1. Ambientales: Implementar un modelo de desarrollo turístico respetuoso del
ambiente natural que satisfaga las necesidades presentes, sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las propias.
7
2. Socioculturales: Lograr una mayor calidad de vida para los habitantes del país,
garantizando el respeto a la cultura, la identidad y los valores de las comunidades
anfitrionas.
3. De Calidad: Desarrollar una cultura de la mejora continua hacia la excelencia,
basada en el compromiso de todos los actores y en la renovación de los métodos de
gestión y producción, alineándose a los objetivos estratégicos de la Calidad.
4. Socioeconómicos: Propiciar la generación y distribución equilibrada de la renta
turística interna y de los excedentes económicos internacionales generados por el
Turismo receptivo, creando al mismo tiempo oportunidades de desarrollo económico
y social para las generaciones venideras.
“EL CONCEPTO DE REGIÓN Y EL MÉTODO REGIONAL. LA
RENOVACIÓN TEÓRICA Y METODOLÓGICA” - Juan Roccatagliata
UNIFORMIDADY FUNCIONALIDAD, DOS ENFOQUES GEOGRÁFICOS PARA
EXPLICAR E INTERPRETAR LA CONFORMACIÓN ESPACIAL. Al intentar definir el
concepto de región, lo esencial consiste en la búsqueda de principios explicativos generales
que permitan interpretar la organización de espacio y las estructuras regionales,
concibiendo a la región como un sistema espacial integrado procedente de procesos
comunes, aunque sin negar aquellas individualidades que son el “gesto” particular de cada
espacio diferenciado.
Surgen 2 tipos de regiones: Las HOMOGÉNEAS (uniformes o formales), y las
FUNCIONALES (también denominadas nodales). Ambos conceptos son útiles en todas las
etapas del quehacer geográfico en la medida en que sean aplicadas oportunamente.
Las REGIONES DE PLANIFICACIÓN en cambio, obedecen a objetivos políticos y, si bien
su identidad no debe desconocer las bases geográficas, su diseño no responde a la teoría y
a la metodología de la geografía sino a las estrategias a seguir.
Las REGIONES FORMALES obedecen a la homogeneidad generada por las condiciones
naturales, por el tipo de actividad o por ambos. También integra la concepción de región
formal la repetición en un espacio determinado de hechos heterogéneos que guardan
estrecha relación entre ellos. La personalidad de la región se percibe en el paisaje.
Las REGIONES FUNCIONALES se basan en principios de organización espacial superior:
la existencia de una red urbana, las jerarquías medidas en términos de actividades,
población, accesibilidad, las redes y los movimientos constituyen el diseño básico. Aparecen
como destacados mecanismo de funcionalidad, lo invisible de la geografía. Esta región
responde a una polarización económica. El espacio funcional se expresa más por su centro
nodal y las redes que de él parten y convergen que por los límites. Resulta significativo el
papel de la metrópoli regional, sus funciones y servicios.
Por lo dicho, los conceptos de región formal y funcional no son considerados antagónicos,
sino que ambos son necesarios ambos para comprender cualquier porción de la superficie
terrestre. Por otro lado, puede decirse que el concepto de región ha sido enriquecido
permanentemente y existe un marco teórico valedero junto a renovados métodos y técnicas
8
que le permiten a la geografía incursionar en un tema que siempre ha sido su principal
preocupación.
LA APLICACIÓN DEL CONCEPTO DE REGIÓN Y EL MÉTODO REGIONAL A LA
REPÚBLICA ARGENTINA. Algunos autores encararon divisiones regionales del país
basándose en criterios específicos como el de unidades morfológicas o el de unidades
climáticas. También hubo divisiones regionales con fines económicos, de desarrollo o
planificación, como orientadas al ordenamiento ambiental y territorial. Del análisis de las
divisiones regionales se deduce que existen entre los autores marcadas diferencias, a
veces en la identificación de las regiones y la mayoría de las veces en lo concerniente a la
extensión espacial atribuida a cada región y sus límites. Esto es así, porque el concepto de
región es una abstracción, una teoría a los fines del pensamiento, por lo tanto es correcto
pensar que existen tantas divisiones regionales como geógrafos la encaren el concepto.
LA APLICACIÓN DEL CONCEPTO DE REGIÓN AL CASO ARGENTINO. La región está
dotada de una cierta autosuficiencia en la medida que la mayor parte de los servicios y
funciones más importantes están representados en ella, de manera que la región es capaz
de satisfacer la mayor parte de las necesidades de sus habitantes al poseer su metrópoli
como un poder de impulso y decisión, y al no ser necesario recurrir al escalón superior más
que en terrenos especiales.
Si se admite el concepto transcrito y se lo aplica a la Argentina surge la duda ante la
posibilidad de individualizar auténticas regiones, pues no existen espacios regionales donde
se cumplan cabalmente los principios de racionalidad enunciados. Tal vez se podría
convenir que Córdoba, Mendoza, Tucumán, Rosario y sus regiones inmediatas estarían en
condiciones de acceder medianamente a estos requisitos.
Al querer diseñar una división Regional del espacio geográfico argentino sosteniendo los
principios de uniformidad y funcionalidad se presentan varios problemas:
- En lo concerniente a la delimitación de regiones formales, el problema estriba en el
criterio a seguir y en la elección de la dominante. Esta tarea no es simple ya que, si
bien los núcleos regionales pueden establecerse con relativa simpleza, el tema
cambia cuando deben trazarse límites.
- En cuanto a la demarcación de regiones funcionales nos encontramos con que no
todos los métodos y técnicas utilizados resultan apropiados para el territorio
argentino. Por otro lado, las técnicas más precisas requieren de información
estadística, muchas veces inexistente.
- En lo atinente a la organización del espacio, Argentina posee un amplio territorio,
escasamente poblado por una sociedad en desarrollo, con fragmentaciones
socioterritoriales y con relativas posibilidades tecnológicas y de inversión. A su vez el
extenso territorio se dilata en el extremo austral, en una posición geográfica
periférica, atravesada por una caracterizada diagonal árida. Todo eso ayudó a
consolidar una centralidad política y económica que alentó la desigual distribución de
la población, la gran concentración urbano demográfica y económica, y las
debilidades de las densidades.
Así, podemos observar que la estructura regional del país muestra un cuadro regional
variado y complejo, con un grado de evolución y organización espacial diferencial, con
marcados contrastes, producto de las influencias de estos condicionantes. Por esta razón,
9
sostenemos que los conjuntos regionales constituyen sistemas de escasa consolidación y
complementariedad interregional con fuerte dependencia del área central.
A veces la región formal puede coincidir con la región funcional pero otras veces no, sobre
todo cuando la metrópoli regional se superpone a dos o más regiones uniformes. Así
concebidas, las regiones formales constituyen espacios homogéneos y continuas en las
actividades que las caracterizan, mientras que las regiones funcionales se corresponden
con espacios heterogéneos y discontinuos.
FINAL DEL SIGLO XX Y COMIENZOS DEL SIGLO XXI. El autor sostiene que desde
finales del siglo XX nos encontramos ante un nuevo escenario político, social, económico y
tecnológico, que hace necesario revisar teorías, paradigmas y conceptos, entre ellos el de
región. En efecto la transición de la sociedad industrial a la sociedad del conocimiento, el
cambio tecno-productivo, las nuevas tecnologías aplicadas a las comunicaciones, las redes
de información, las profundas transformaciones de la sociedad, junto a una profunda
transformación de la economía global han modificado hondamente nuestra forma de pensar,
teorizar, explicar e interpretar la sociedad como el territorio las ciudades y las regiones.
A comienzos de los ‘90, el geógrafo Paul Claval publicó una obra donde se refería a la
geografía en los tiempos de la ciudad de los muros. En ella exponía los nuevos sistemas
de valores, las transformaciones sociales, los nuevos aspectos de la distribuciones
culturales, económicas y políticas y la aparición de una nueva organización regional en el
mundo. En este contexto, la geografía, apoyada en renovados paradigmas y nuevas
técnicas debía prepararse para comprender las mutaciones del mundo.
La renovación y vigencia del concepto regional se encuadra en el cambio social, en los
nuevos modelos de organización de la producción del espacio relacional y de las tendencias
de la economía territorial, entre lo global, lo nacional y lo regional.
En este sentido, Benko y Lipietz sostienen la importancia de lo que llaman la “nueva
geografía socioeconómica'', donde se pone énfasis en las riquezas de las regiones, pero
se admite que una economía y sociedad dualizada se construyen espacios a dos
velocidades, en donde hay regiones ganadoras y regiones perdedoras.
Al tratar de situar a la geografía en la actualidad surgenmuchos interrogantes, aparecen
nuevos horizontes, renovadas prácticas concretas de la geografía y en ellas aparece
renovado el concepto y el método regional, tal vez menos orientado a la descripción y más
comprometido con la planificación, el desarrollo y la ordenación del territorio.
Material de clase sobre el texto. La unidad regional se basa en dos principios: el referido a la uniformidad y a la
funcionalidad. Esta clasificación va a dar lugar a dos grandes regiones, las formales (que tienen que ver con la
uniformidad) y las nodales o funcionales.
Las FORMALES están dentro del pensamiento clásico y hacen referencia a la homogeneidad que se genera por
las condiciones naturales, por el tipo de actividad económica que se desarrolla o por ambas. Es la personalidad
de la región, lo que se percibe en el paisaje. Ejemplo de este tipo de regiones son los ambientes (montañoso,
subtropical, templado, etc), porque los definimos por relieve o por clima, y por las diferentes actividades
económicas que se llevan a cabo.
Las regiones FUNCIONALES tienen que ver con una organización espacial diferente, es la parte invisible de
la geografía. No están pensadas en términos de posiciones geográficas. Ejemplo de ello son las regiones
turísticas ya que estas han sido creadas en torno a otros tópicos que no tienen que ver con lo geográfico, ni con
lo natural (el clima o el relieve) sino que han sido construida por una red de jerarquizaciones diferentes que
hacen, por ejemplo, que la provincia de La Pampa esté dentro de la región patagónica, aquí, evidentemente se
valorizó la relación que se estableció en términos de red urbana o algún otro tipo de jerarquización, ya que el
clima y el relieve de La Pampa no tiene nada que ver con Santa Cruz. En términos funcionales, Argentina tiene
10
una forma bastante adversa porque es un triángulo invertido donde la construcción del territorio se ha gestado en
torno a un polo de desarrollo político y económico (Buenos Aires) y a medida que nos alejamos de ese centro
las posibilidades de acceso a lo cultural, el transporte y actividades de todo tipo van perdiendo importancia.
Las REGIONES DE PLANIFICACIÓN obedecen a intereses y objetivos netamente políticos porque su
diseño no responde a la teoría o a la geografía sino a las estrategias políticas. Ejemplo la CONADE que dividió
a la Argentina en regiones era una planificación puramente económica.
“GEOGRAFÍAS TURÍSTICA ARGENTINA”- Elba Expósito
Acerca de los Espacios Turísticos, la página web del Mintur declara: "La decisión de una
política federal de turismo se asienta sobre un ideal federativo que potencia los
instru mentos federales de nuestra organización política. Este enfoque da a las provincias,
organizadas regionalmente, un protagonismo que las convierte en coautoras del proce so de
planificación propuesto (...) Se refuerza la visión regionalizada del turismo en el país, pues
la reunión de varias provincias compatibles por proximidad geográfica, cultura y recursos
turísticos se mejantes, permite una articulación que, respetando la idea federal, avanza en
una escala más sustentable de actuación”.
Así, el criterio de regionalización del Min. Tur se apoya en la contigüidad y cercanía
territorial de los entes integrantes, una división regional que respeta los límites políticos
provinciales. Sin embargo, debe recordarse que en cada una de dichas provincias
conviven ambientes, pueblos, costumbres, paisajes y condicio nes medioambientales
muy diversas.
Se generan las siguientes regiones turísticas:
● BONAERENSE - Ciudad Autónoma de BsAs y provincia de BsAs.
● CENTRO - provincia de Córdoba.
● LITORAL - Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Chaco y Santa Fe.
● NORTE - Jujuy, Salta, Tucumán,Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero.
● CUYO - San Juan, Mendoza, San Luis.
● PATAGONIA - La Pampa, Neunquén, Rio Negro,Chubut, Santa Cruz y Tierra del
Fuego.
“TURISMO, TERRITORIO Y SOCIEDAD. EL MAPA TURÍSTICO DE
ARGENTINA”- Rodolfo Bertoncello
INTRODUCCIÓN. Los estudios geográficos sobre el turismo han centrado su atención en la
descripción de la distribución espacial de lugares de origen, destino y flujos turísticos.
Otras perspectivas, proponen considerar su análisis haciendo énfasis en los procesos
sociales por los cuales cobran sentido tanto la práctica turística como los atractivos
turísticos que la sustentan, por lo que interesa el análisis de los procesos de valorización
turística de determinados lugares.
Este trabajo se propone analizar las características del mapa turístico de Argentina
poniendo énfasis en el análisis de los lugares de destino turístico, para describir sus
rasgos fundamentales y sus transformaciones a lo largo del tiempo. El tratamiento del
tema se organiza bajo dos títulos principales. El primero aborda lo que denominamos
“turismo tradicional” (corresponde a una forma de organización del territorio turístico que
11
se consolida hasta la década de 1970). El segundo se aboca a la consideración de las
transformaciones que dicha organización atraviesa en las dos últimas décadas, y lo
denominamos “el nuevo mapa turístico”.
EL “MAPA TURÍSTICO TRADICIONAL” DE LA ARGENTINA.
En 1984 se dan a conocer las bases para un plan federal de turismo, para ello se acude a
un esquema de división regional tradicional del territorio del país, el plan enumera en
cada una de las regiones un amplio conjunto de destinos turísticos, describiendo sus
características.
Ahora bien, con la lectura de este texto podemos ver que, en verdad, existe un número
limitado de lugares de destino turístico de importancia, ya sea por su consolidación
histórica, su presencia en las representaciones turísticas o por el volumen de turistas
que reciben. En la región noroeste se destacan la Quebrada de Humahuaca y las
ciudades de Salta y Tucumán; en el Nordeste, las Cataratas del Iguazú; en Cuyo, la
ciudad de Mendoza y los faldeos montañosos próximos a ella. En la región Centro,
dominan las sierras de Córdoba, y en la región Pampeana, Mar del Plata, los
restantes balnearios de la costa atlántica bonaerense y también la ciudad de Buenos
Aires. Por último, en la región Patagónica se encuentran los parques nacionales del área
andina, destacándose el PN Nahuel Huapi y la ciudad de Bariloche vinculada a éste. Si bien
esta presentación no es exhaustiva pero si representativa de los principales destinos
turísticos del país en ese momento, y es este sistema turístico quien será objeto de las
importantes transformaciones en las últimas décadas.
LOS ALBORES DEL TURISMO EN ARG: ELITES Y CONSOLIDACIÓN NACIONAL.
El turismo en Argentina comienza a desarrollarse en las últimas décadas del siglo XIX, en
correlación con el proceso de organización nacional y la consolidación del modelo
económico agroexportador. Se trata de un turismo de élite, en tanto practicado sólo
por los sectores sociales acomodados, quienes, comienzan a viajar con fines turísticos. El
turismo cumple una función social, en la medida en que se trata de una práctica que
define el grupo de pertenencia y establece claras distinciones respecto de los otros. En
definitiva, forma parte de los hábitos y costumbres que se definen como “civilizados”.
¿Qué lugares pueden ser valorizados como destinos turísticos en este contexto?
- Aquellos que cuenten con características naturales que habilitan esta práctica social:
lugares de playa, de montaña, con paisajes pintorescos. Sin embargo, estos atributos
son valorizados fundamentalmente como “contexto” de la práctica turística, y no como
sustento de prácticas específicas. Ejemplo de esto es lo que sucede en Mar del Plata,
donde la playa es fundamentalmente el ámbito de reunión, o el paisaje visible desde la
rambla y los ventanales de los grandes hoteles, teniendo el baño de mar una función muy
secundaria.
- Estos lugares deben ser accesibles, y el ferrocarril tiene un rol fundamental en la
definición de estos lugares, no sólo porque permite el traslado de los turistas, sino por el
papel que las empresas ferroviarias juegan en la prestación de serviciosturísticos.
- Aquellos que puedan ofrecer el equipamiento indispensable, fundamentalmente de
alojamiento; el grand hotel será el tipo de alojamiento paradigmático de este tipo de turismo.
12
En síntesis, serán unos pocos lugares, y aunque vayan aumentando a lo largo del tiempo,
serán siempre destinos específicos y puntuales: el turista se dirige a ellos desde su lugar de
origen, permanece en ellos un período acotado de tiempo y regresa.
¿Cuáles han sido estos lugares?
- Mar del Plata es el destino turístico paradigmático de este período y modalidad turística.
Con la llegada del ferrocarril (1886) y la inauguración del Hotel Bristol (1888) se convertiría
en el destino turístico obligado de una elite social.
- También las localidades serranas de Córdoba, especialmente La Falda y Alta Gracia,
en torno a cuyos grandes hoteles se iría consolidando un turismo vinculado a la salubridad
del aire serrano.
- Los centros termales, con sus grandes hoteles organizados en torno a las salas de baño
y las funciones curativas, tales como el Hotel Termas de Rosario de la Frontera (Salta) o
el de Termas de Reyes (Jujuy).
Las primeras dos décadas del siglo XX serán el período de esplendor de esta modalidad,
luego comenzará un largo proceso de decadencia y transformación, con la llegada de
nuevos turistas.
- Por último, y aunque se consoliden un poco más tarde, debe hacerse referencia a los
primeros Parques Nacionales del país: el Nahuel Huapi y el Iguazú. Especialmente el
primero que debido a la afluencia turística, logró transformar el antiguo poblado de San
Carlos de Bariloche en un incipiente destino turístico reservado ya entonces a un público
exclusivo.
LA MASIFICACIÓN DEL TURISMO EN ARGENTINA: EL DERECHO AL DESCANSO.
Hacia mediados de siglo XX, comienzan a observarse algunos cambios sociales generales
en país, que conducirán a la consolidación de prácticas turísticas que pueden ser adscriptas
al denominado turismo masivo, no sólo por el aumento del volumen de turistas sino, y
fundamentalmente, por la vinculación del turismo con el mundo del trabajo y su
reconocimiento como un derecho asociado al mismo. En efecto, el mundo del trabajo
presentó una paulatina consolidación de derechos laborales tales como la limitación del
tiempo de trabajo diario y semanal, los días de descanso y el descanso anual pago: las
vacaciones. El derecho al descanso se va asociando cada vez más con el turismo, en la
medida en que éste es visto como una instancia de recuperación física y psíquica
necesarias para el mundo laboral. Paulatinamente, el turismo se instala como una
necesidad y, también, como un derecho.
La crisis del modelo agro exportador, y la consolidación de un modelo económico
vinculado con la industrialización y el mercado interno, fueron expandiendo la base
de trabajadores urbanos, que junto con la ampliación de los derechos laborales y el
creciente acceso al consumo permitió que sectores cada vez más amplios de la
sociedad pudieran acceder a la práctica turística. En otras palabras, el turismo se fue
convirtiendo en un componente cada vez más importante de una sociedad que estaba
consolidándose como una sociedad de consumo.
Cabe mencionar la importancia, en esta época, de la difusión del transporte automotor, la
consolidación de la red de caminos, la creación de instituciones vinculadas con el
automovilismo como el Touring Club y el Automóvil Club Argentino.
Los cambios sociales conllevaron a la transformación de la práctica y, también, del mapa
turístico del país: los tradicionales destinos turísticos se modificaron profundamente, y
13
muchos otros fueron sumándose y consolidándose. En este sentido, Mar del Plata
atravesó una paulatina transformación de su condición de balneario de élite, hasta
convertirse en el modelo nacional de turismo masivo de sol y playa. Los objetivos de
descanso y recuperación física que se asignan al turismo se relacionan con el
denominado turismo vacacional, de estadía relativamente prolongada; las condiciones
naturales suman una marcada estacionalidad, convirtiendo a la “quincena de veraneo” en la
modalidad dominante. A esto se asociaron en la consolidación de un tipo de alojamiento
que, con el tiempo, será dominante: la segunda residencia, a este tipo de alojamiento se
suma una heterogénea oferta hotelera, en general más económica y con servicios
acotados. Ambas consolidan la decadencia de los grandes hoteles.
Lugares turísticos del período.
- MDQ, que se transforma profundamente gracias al crecimiento y diversificación
económica. También se modifica lo arquitectónico y la vieja rambla del balneario es
reemplazada por dos grandes edificios que encierran la plaza central que articula el centro
de la ciudad con el acceso oficial a la playa, este conjunto se convertirá en la imagen
paradigmática de “la ciudad feliz” abierta a todos los argentinos.
- Pero la expansión del veraneo provocó también el surgimiento y crecimiento de un
conjunto de balnearios bonaerenses, fundados entre 1930 y 1940. Pinamar, Villa
Gesell (para sectores sociales acomodados), San Clemente, Santa Teresita o Mar de
Ajó (para sectores medios). Pero todos comparten ciertas características comunes:
1) Fueron creados para contener la expansión del turismo de veraneo en el país; 2) Se
basaron en alojamiento en segundas residencias; 3) Se proponen como alternativas más
“libres y naturales” a MDQ; 4) La creación de estos estuvo en relación directa con la
expansión del transporte automotriz; 5) También estuvieron relacionados con los cambios
en los gustos y las prácticas del tiempo libre, orientadas a un mayor contacto con la
naturaleza en contextos más tranquilos y relajados; 6) Estos balnearios se diferenciaron
claramente de MDQ respecto al tipo de playas con que contaron (continuas y de grandes
superficies), y al papel central que ellas tuvieron en el veraneo: el baño de mar y la
permanencia en la playa fueron las actividades predominantes.
- Las Sierras de Córdoba, donde toda el área vio multiplicarse y crecer sus localidades
turísticas, al tiempo que diversificaba el tipo de turistas que recibía, y haciéndose muy
importante el turismo de tipo sindical. Villa Carlos Paz, se convierte en uno de los
principales destinos turísticos del país. También aquí la difusión del automóvil fue
fundamental, ya que no sólo habilitó núcleos turísticos sin acceso ferroviario sino, que
también permitió llevar a cabo una nueva modalidad: La del recorrido o circuito, que es una
forma de valorar las condiciones naturales de las sierras que difiere de la tradicional
(centrada en el reposo).
- También se incorporó al conjunto de destinos turísticos algunos Parques Nacionales,
en particular el PN Nahuel Huapi y el PN Iguazú, donde los objetivos de preservación y de
disfrute de los visitantes, que llevaron a crear estas áreas, dieron lugar a su transformación
en destinos turísticos. Cabe mencionar que la construcción del Centro Cívico de Bariloche,
estuvo directamente relacionada a la importancia del PN, ya que fue no solo se instaló la
intendencia del parque, sino también se creó un conjunto de caminos que permiten
recorrerlo, y la construcción de equipamiento hotelero, entre ellos el gran hotel
14
Llao-Llao, ubicado en las proximidades de la ciudad. Las obras emprendidas no sólo
permiten el aprovechamiento turístico del parque, sino que dan cuenta de un modelo de
valorización turística que se arraiga fuertemente en lo ya descripto sobre el primer período
del turismo en el país, y que junto con las peculiaridades del poblamiento del área darían
lugar a la denominada “Suiza argentina”.
En síntesis, puede decirse que el período de consolidación del turismo en argentina define
un mapa turístico caracterizado por un conjunto de destinos turísticos de gran importancia,
que reciben una masiva afluencia de turistas, y que pueden ser caracterizados en función
de atractivos específicos: sol y playa, entornos naturales, paisajes dignos de observación,
etc. Sin embargo, más allá de las cualidades intrínsecas de estos atributos,son las
funciones que la sociedad les asigna, junto con las posibilidades y la utilidad de hacerlo las
que acaban definiendo esta condición. El absoluto predominio de los destinos turísticos de
sol y playa da cuenta del papel que el turismo vacacional adquiere en la sociedad: parte
consustancial de una sociedad en la que se consolidan los derechos laborales y se
desarrollan estrategias de inclusión social y distribución de riqueza a través del trabajo;
parte consustancial también de una sociedad que propicia la expansión del consumo
interno y que ve al turismo como un componente de esta expansión; de una sociedad que
apuesta a la industria automotriz y construye caminos mediante los cuales y en automóvil se
alcanzan nuevos destinos turísticos.
LAS TRANSFORMACIONES RECIENTES: FRAGMENTACIÓN Y HETEROGENEIDAD EN
EL “NUEVO MAPA TURÍSTICO” DE ARGENTINA.
Las profundas transformaciones sociales y económicas que tienen lugar en Argentina entre
1970 y 1990 van a expresarse también en el turismo y en su dimensión territorial, definiendo
un nuevo mapa turístico del país. Por una parte, el abandono del modelo del desarrollismo
va dando paso a la instalación de un modelo económico neoliberal, abierto al mercado
internacional y asociado al achicamiento del estado, que provocaron cambios en el mercado
de trabajo (precarización, flexibilización, desocupación, disminución de la riqueza distribuida
a través del salario). Lo que tuvo consecuencias significativas para el turismo y en el uso del
tiempo libre. En este contexto, el turismo como derecho se ve fuertemente cuestionado. En
síntesis, es posible observar en el turismo las tendencias que, en los años noventa, se
instalan en el país: un modelo económico neoliberal que conlleva profundas
transformaciones sociales; el desmantelamiento de las políticas sociales universalistas y la
exacerbación de la competencia se asocian con un fuerte cuestionamiento al turismo
masivo. Así, la Argentina turística se va redefiniendo paulatinamente, los procesos de
degradación de los destinos y modalidades turísticas tradicionales se aceleran, al tiempo
que se promocionan nuevos destinos y nuevas ofertas en algunos puntos tradicionales para
el disfrute de los “sectores ganadores”.
Los años 90 establecen también nuevas lógicas para el desarrollo del turismo en tanto
actividad económica. Al mismo tiempo que la política cambiaria acaba propiciando el
turismo emisivo, va consolidándose una estructura turística más orientada al gran negocio y
a la captación de turismo internacional. En efecto, en el contexto de la nueva política
económica y de la redefinición del rol del estado, las actividades vinculadas con el ocio y
la recreación pasan a tener un lugar destacado, atrayendo grandes inversiones y
grupos económicos poderosos. El turismo asiste a la llegada de nuevos capitales y agentes
económicos que incentivan la demanda de grupos solventes, orientándola hacia nuevos
15
destinos turísticos, o hacia nichos específicos que se desarrollan en los tradicionales.
Ejemplos:
- El desarrollo de la estación de esquí de Las Leñas (provincia de Mendoza), creada
para satisfacer a turistas interesados en la práctica de deportes invernales y de alto
poder adquisitivo.
- Los hoteles resorts con equipamiento de alta gama, se localizan en algunos
centros turísticos.
- El desarrollo de nuevos lugares de destino, y también de lo tradicionales como MDQ
y Carlos Paz, donde se observa una importante privatización (Ej Hotel Llao Llao
convertido en hotel de lujo).
- Los proyectos orientados a incentivar una mayor actuación del capital privado en la
oferta turística de los PN, que tienen un punto culminante en el centro de
esquí de Cerro Catedral (PN Nahuel Huapi) cuya área es desafectada como
parque y transferida a la provincia de Río Negro, dando lugar a una intensa
revitalización privada del centro y la villa.
Características de las prácticas turistas en este período:
Nuevas tendencias orientadas a formas de turismo más específicas como el turismo
alternativo, cultural, entre otros. Son modalidades turísticas paradigmáticas de los tiempos
actuales, en tanto se correlacionan fuertemente con las tendencias de fragmentación social
y el consumo diferenciado según nichos de demanda dominantes en el nuevo contexto.
El marketing turístico cobra relevancia, ya que las más diversas cualidades de los lugares
son minuciosamente registradas, inventariadas e incorporadas a productos turísticos que
se ofrecen a posibles consumidores, donde la activación patrimonial juega un papel
central.
La creciente valorización de la naturaleza en función de su consumo estético la convierte en
atractivo turístico por doquier. Algo similar ocurre con el patrimonio cultural, cuyo
reconocimiento está vinculado a sus potenciales usos turísticos, es el caso de la Ciudad de
BA, o la Quebrada de Humahuaca.
En síntesis, la búsqueda incesante de atractivos que satisfagan demandas muy puntuales y
diversificadas va transformando a todo el territorio en potencial destino turístico,
exacerbando los proyectos de desarrollo turístico local y la competencia entre los lugares
para construir imágenes positivas que sustenten un atractivo turístico capaz de captar
inversiones y turistas. Naturaleza y cultura desigualmente distribuidas en el territorio, se
transforman así en una especie de materia prima que puede ser activada para el
turismo, y que de hecho lo es en forma creciente. El mapa turístico argentino actual
muestra, precisamente, esta característica de contar con infinidad de lugares
valorizados como destinos turísticos, que coexisten y compiten con los tradicionales. Estos
construyen una oferta turística extremadamente heterogénea, una cualidad indispensable
cuando sus usuarios ya no se incrementan por la inclusión de nuevos grupos
sociales sino que lo hacen, fundamentalmente, por el mayor acceso y la multiplicación de
los viajes, por parte de un porcentaje limitado de ellos; o también, como sucede en los
últimos años, por el consumo realizado por el turismo internacional. Evidentemente, un
“mapa turístico” acorde no sólo con la nueva sociedad argentina sino también con su
inserción internacional actual.
16
“CULTURA DE PLAYA: SOCIABILIZACIÓN, OCIO Y TERRITORIO EN LOS
BALNEARIOS DE LA COSTA ATLÁNTICA BONAERENSE” - Facundo
Hernández
En la Argentina, el turismo de “sol y playa” generó cambios en el orden socio-territorial, se
fundaron nuevas localidades, surgió un movimiento poblacional temporario y formas
específicas de socialización a partir del ocio, que construyeron lo que denominamos “cultura
de playa”.
INTRODUCCIÓN. La creación de espacios turísticos como núcleos urbanos, tal como lo
conocemos ahora, tiene su origen en Europa en el siglo XIX, cuando se desarrolló la moda
de los baños de mar.
En los países latinoamericanos a medida que se resolvían las fracturas regionales y las
guerras civiles poscoloniales, se fue afianzando un sector de poder político y económico
compuesto por la oligarquía terrateniente y el poder estatal, que emulaban en todos los
aspectos a la cultura europea. El ocio, que representa un aspecto cultural vinculado al
descanso y esparcimiento, también fue tomado de Europa. En Argentina, en 1874 se crea
la primera villa balnearia turística, Mar del Plata, para la oligarquía terrateniente y el poder
político nacional. Así, el mar se convierte en un medio atractivo para la fundación de
localidades a partir de la actividad turística, lo que fomentó una forma específica de
socialización marcada por el ocio, que construyó un nuevo territorio con su propia identidad:
la cultura de playa, que se extendió a toda la costa atlántica bonaerense.
Para comprender cómo se modificaron la sociabilización y la cultura de playa en las
diferentes localidades turístico-balnearias desde su formación, es imprescindible relacionar
la sociabilidad y el territorio. A su vez analizar las formas de ocio que se practicaron en este
singular territorio, terminaría de configurar qué entendemos por cultura de playa en el litoral
marítimobonaerense.
I. SOCIABILIDAD. Entendida como un sistema de relaciones que confrontan a los
individuos entre ellos o que los reagrupa en grupo más o menos naturales, más o menos
forzosos, más o menos estables, más o menos numerosos. Existen dos formas de estudiar
la sociabilidad: Directa (basada en el proceso en sí mismo), e Indirecta (basada en la
explicación de otros fenómenos o hechos). Para los fines de este trabajo utilizaremos la
forma indirecta.
Al establecer una relación entre sociabilidad y territorio podemos determinar conceptos
claves que nos acercan a la comprensión de la cultura de playa. Estos serían: 1) El recorte
territorial; 2) El recorte espacial; 3) Los escenarios (que son espacios físicos construidos
como espacios públicos o privados). En contraste con ellos están 4) Los ámbitos (espacios
sociales donde se desarrolla la sociabilidad, también puede ser de carácter público o
privado, populares o burgueses, modernos o tradicionales, etc). 5) Las prácticas (acciones o
comportamientos, conductas o costumbres que crean, reproducen o modifican las
relaciones sociales). Finalmente, 6) los actores (son los sujetos que realizan conductas o
que son portadores de representaciones e identidades, que pertenecen a distintos ámbitos,
y construyen el territorio).
II. TERRITORIO. En la tradición de la geografía política, el territorio es visto como un
espacio limitado dentro del cual se ejerce un control político, es una instancia territorial de
17
poder, con ciertas características, tales como: exclusividad, límites e identidad. La
construcción identitaria del territorio está conformada por la relación biunívoca entre la
sociabilidad y el medio. Estos se establecen sobre un entramado político, económico y
cultural. La apropiación del territorio por parte de un grupo social tiene que ver, por un lado,
con el desarrollo de categorías contractuales que permitan organizarlo y administrarlo, y con
la aparición de actividades económicas que pongan en valor los recursos naturales que
alberga. Por otro lado, se necesita la aparición de representaciones sociales que hacen del
territorio un espacio vivido y lo convierten en un elemento constitutivo de la cultura.
En el caso específico del litoral marítimo bonaerense, es un territorio que se construye a
partir de la valorización de un grupo de inversionistas inmobiliarios que vieron en las
desérticas playas la posibilidad de fundar pueblos balnearios. Por otro lado, es necesario
entender la relación entre Sociedad-Naturaleza. Esto se presenta como un esquema
explicativo relevante para interpretar los rasgos y singularidades de los asentamientos
turísticos balnearios, pues reconduce a la incorporación de un nuevo recurso natural a la
economía urbana: las playas. Estas son un recurso natural donde el valor productivo está
en las singularidades del paisaje natural. La arena, los médanos, las barrancas, las olas, el
mar son recursos naturales o ambientales que obtenemos sin haber participado en su
producción. Todos estos elementos naturales se transforman en "recursos" en el momento
en que existe una necesidad del hombre para utilizarlos.
III. OCIO. Entendido como la cesación del trabajo, y como aspecto vinculado al turismo, es
diversión y entretenimiento reposado. En los casos de relación entre un territorio y la lógica
del ocio, las prácticas de sociabilidad y sus escenarios constituyen su nexo crucial.
Lo específico de estas urbanizaciones costeras, es que el ocio (como actividad turística ) es
el que las impulsa y las crea. Para que esto fuese posible se necesita incorporar una lógica
del trabajo. Para que se produjeran las condiciones materiales para el goce de los turistas,
los distintos sectores empresariales y comerciales se adueñaron de los medios de
producción y constituyeron una lógica de trabajo temporal basado en la informalidad y la
explotación.
En el litoral marítimo bonaerense se han manifestado dos tipos de ocio, uno pasivo, basado
en un ideal más contemplativo del paisaje, y otro activo, de mayor intervención y uso del
medio natural. Ambos los podemos encuadrar dentro de un concepto más amplio que
definiremos como "cultura de playa".
IV. CULTURA DE PLAYA. El turismo a partir de la globalización se ha masificado y ha
transformado las relaciones sociedad-naturaleza de los territorios y culturas que se ponen
en producción. Por otro lado, entendemos la cultura como un instrumento para comprender,
reproducir y transformar el sistema social, para elaborar y construir la hegemonía de cada
clase.
En el litoral marítimo bonaerense la fundación de villas turísticas responden a las
necesidades culturales de la clase alta porteña. Estas, al poblar temporalmente los
balnearios, trajeron consigo sus símbolos, representaciones sociales, prácticas de
sociabilidad, reproduciendo su cultura en un territorio que consideraban desierto.
En la costa atlántica bonaerense el turismo es un fenómeno cultural basado en la lógica del
ocio, donde el recurso natural playa se transforma en un espacio de esparcimiento,
18
sociabilidad y comercialización, ampliándose hacia los centros urbanos. Es donde impacta e
influye la idea de lo "efímero" ya que es una actividad social temporaria-estacional que
genera un desplazamiento poblacional de todo el territorio nacional hacia las costas. En
estas el turista construye la identidad cultural del territorio con la suya y con la de los
demás, siendo esta heterogeneidad la característica principal. A este proceso lo
denominamos "cultura de playa".
A partir de la llamada “cultura de playa”, el espacio urbano natural que la contiene se
adapta a las necesidades y a las formas culturales del turista. La playa se adapta al
usuario, la urbanización que se recrea para albergar al turista imita las comodidades que
estos tienen en sus lugares permanentes. En las diferentes etapas, este modelo social y
urbano responde a las demandas de quienes viven de 15 a 30 días, y deja en un plano
inferior al poblador permanente. La lógica territorial de este modelo de fragmentación social,
se inspira en la idea de que el espacio de ocio debe estar alejado de la realidad cotidiana.
La cultura de playa oculta lo existente en el mismo espacio, construye dos realidades: la del
disfrute, esparcimiento, diversión y consumo, frente a la de la necesidad.
V. LA IMPORTANCIA DE LA CONSTRUCCIÓN HISTÓRICA DE LA CULTURA DE
PLAYA, MEDIO AMBIENTE, CLASE SOCIAL Y MODELO ECONÓMICO. Para analizar el
proceso histórico que origina la cultura de playa, debemos tener en cuenta algunas
características: El medio ambiente (entendido como la relación sociedad-naturaleza); la
clase social (definida por el contexto sociopolítico), y el modelo económico, como una
superestructura.
El medio ambiente está formado por tres medios: el natural, el social y el construido. El
medio ambiente natural, hace referencia a las condiciones físicas para el desarrollo de
actividades antrópicas. El soporte natural del ocio en la costa atlántica es la playa. En las
primeras etapas, este ambiente comienza a ser intervenido con bajo impacto ambiental que
se irá intensificando gradualmente. El medio social, compuesto por la comunidad que
habita y circula en torno al turismo de sol y playa, sus prácticas de sociabilidad y la
estructura de poder en función de su influencia en las decisiones. El medio construido es
el conjunto de soportes materiales y componentes artificiales del medio ambiente
necesarios para producir, circular, residir y consumir. Es un producto social resultante del
trabajo para introducir modificaciones creadas con la finalidad de albergar y proteger
actividades.
Las clases sociales en el territorio costero, es otro de los factores fundamentales para
comprender la construcción histórica de la cultura de playa. Las localidades
turístico-balnearias son un claro ejemplo donde diferentes clases sociales han dominado
las relaciones culturales en distintas épocas. Los turistas, y su pertenencia a una clase
social, se harán presentes durante el verano, modificando lasrelaciones socioculturales
preexistentes en la comunidad local e imponiendo sus formas y gustos.
El tercer factor es el sistema económico que predomina en el contexto. En Arg, podemos
distinguir entre tres grandes modelos: El modelo agroexportador de fines del siglo XIX y
principios del siglo XX que se definió como un modelo conservador. Los miembros de la
clase alta son los principales consumidores del naciente turismo de sol y playa de aquellos
años. Con el modelo sustitutivo de importaciones y la consiguiente industrialización del
19
país, se formó una clase obrera industrial que se organizó en movimientos sociales
populares y obtuvo, entre otras cosas, el derecho a vacacionar. Estos, durante la década de
1940, formaron el turismo masivo en la costa atlántica. Con el ingreso al modelo neoliberal
en la década de 1990, se incorporaron nuevos modelos urbanos inspirados en la
privatización y autosegregación de las clases altas. Este modelo impactó en la cultura de
playa, porque las nuevas formas de explotación turística se basaron en un modelo
exclusivista, con nuevos valores culturales inspirados en una sociedad banalizada por el
consumo y el desinterés por el compromiso social. La misma polarización socio-territorial
que presenta nuestro país se manifiesta en la actividad turística del litoral marítimo, con
playas privadas y playas públicas cada vez más reducidas.
VI. CLASIFICACIÓN Y ETAPAS DE LA CULTURA DE PLAYA. La cultura de playa se
clasifica en tres: el exclusivismo, el populismo y el neo-exclusivismo.
1. Exclusivismo (1874-1945). El predominio ideológico estaba marcado por el positivismo:
las élites argentinas consideraban que el orden y progreso sólo podía conseguirse mediante
una conducta científica en los asuntos políticos. El poder económico se centraba en las
actividades primarias y la capacidad agroexportadora del país. Las clases de poder, tendían
a imitar las modas provenientes de Europa, así el turismo de playa, como una actividad a la
que solo ellos podían acceder, marcó una tendencia sociocultural importante y se configuró
un territorio basado en el hecho de mostrar la “categoría” y el confort en el que se vivía.
En esta etapa se realiza la fundación de los primeros balnearios de Argentina como un
espacio de sociabilidad exclusivista, se urbanizan las playas a partir de la construcción de
paseos y avenidas costeras, y del equipamiento de servicios para los turistas. La fundación
de Mar del Plata en 1874 significó el comienzo de la construcción del territorio de la costa
en la provincia de Bs As, como centro balneario exclusivo de la alta sociedad. La llegada
del ferrocarril impulsó la accesibilidad y la movilidad a partir del ramal Bs As - Mar del Plata.
Por otro lado, la inauguración del Hotel Bristol en 1888, también fue un hito importante, ya
que este lograría convertirse en el centro de las actividades sociales. El turismo, como
actividad económica, otorga nuevas significaciones imaginarias que iban a permitir la nueva
articulación sociedad -naturaleza, traducida en turistas-playas, a partir de la cual emergía
este primer ejemplo del nuevo modelo de urbanización.
Como el espacio de sociabilidad estaba determinado por el espacio de ocio, se ignoraba o
se omitía la otra población, que formaban parte de las villas turísticas, que habitaban lejos
del mar y que se dedicaban principalmente a las actividades rurales. La fragmentación del
territorio dividido por una cultura de playa y una cultura de trabajo trajo como consecuencia
que los sucesivos gobiernos locales no tuvieran en cuenta la ciudad cotidiana, con el
pretexto de que las ciudades turísticas sólo podían desarrollarse si se pensaba primero en
el turista.
2. Populismo. La situación en los balnearios marítimos se modificó gradualmente,
incorporando nuevas clases sociales a las prácticas de verano. Pero el hito está dado por la
llegada de Perón a la presidencia (1946) y la implementación del modelo sustitutivo de
importaciones. Los trabajadores logran incorporarse a los sectores de poder y tener una
relativa participación en las decisiones, obteniendo algunos derechos como el descanso y
las vacaciones.
A partir del peronismo las ciudades balnearias exclusivas (Mar del Plata, Miramar y
Necochea) sufren un proceso de transformación con la idea de "democratizar" el turismo.
20
Este proceso se plasmó con el llamado turismo masivo, que se desarrolló debido a la mayor
accesibilidad y poder adquisitivo de la clase obrera.
Esto produjo cambios en las formas de expresión de la cultura de playa, ya que se fue
asentando un modelo menos conservador, y las actividades de ocio respondian a un criterio
más popular. Así, las clases obreras y medias desarrollaron nuevas prácticas de
sociabilidad, y los hoteles gremiales, la peatonal San Martín, el centro comercial del puerto,
las playas céntricas, entre otros eran los nuevos espacios donde los turistas se
relacionaban.
Por otro lado, las ciudades turísticas balnearias crecen y se nota menos la pobreza, cada
vez más alejada del mar, y si bien es innegable que los balnearios se hicieron más
accesibles, no se puede afirmar que esto sea "democratizador", ya que los cuantiosos
beneficios económicos que generó la destrucción del viejo modelo de ocupación, la
reconstrucción y la fundación de nuevas ciudades, se concentraron en unos pocos
empresarios, y una clase política siempre en connivencia con el creciente poder económico
local.
En esta etapa de popularizar los balnearios surgen los trabajos de temporada, lo que
generó una dependencia del éxito de las temporadas, para poder conseguir un trabajo de
tres meses que ayudara en todo el año a solventar diferentes gastos. En fin, no porque
estemos frente a un modelo turístico más accesible tenemos ciudades turísticas donde lo
cotidiano también se democratiza. El efecto derrame no ha resuelto el problema histórico de
los barrios periféricos que ven cómo los nuevos proyectos urbanos para la clase social alta
tienen todos los servicios básicos y mientras que los barrios centenarios no poseen tales
servicios.
3. Neoexclusivismo. En la década de 1990 comienza una nueva etapa neoliberal. En el caso
argentino, esto se evidencia en la aplicación de las políticas ligadas al Consenso de
Washington, así, se ingresa a la crisis socioeconómica y cultural más intensa del país
debido al paro de la actividad industrial, las privatizaciones, el desempleo y la cultura del
consumo.
En cuanto al turismo, este se transforma nuevamente en una actividad de privilegio, ya que
la convertibilidad permitió a los beneficiados del modelo viajar a destinos internacionales a
costos equiparables con los del turismo nacional y las economías locales turísticas entran
en crisis. Tanto las localidades balnearias no diversificadas y dependientes exclusivamente
del turismo, como las localidades diversificadas más pobladas, se vieron envueltas en la
crisis, que se potenció con la caída de las industrias.
El turismo que se desarrolló con mayor intensidad en la costa atlántica fue el que
denominamos neoexclusivista. Este se distingue por un nuevo modelo societal,
caracterizado por la fragmentación y polarización social. La urbanización privada es un
proceso de autosegregación que se inicia en esta etapa y los que la reproducen en sus
vacaciones buscan el mismo estilo de vida, distante de la otredad. Surgen así nuevos
destinos turísticos costeros que bajo el engañoso título de ecoturismo, ocultan el verdadero
significado de fundar balnearios con playas exclusivas, un entorno ameno y costos que
pueden ser cubiertos por las clases altas (Cariló, Mar de las Pampas, Las Gaviotas).
La sociabilidad se basa en ideales consumistas transmitidos a nivel mediático que
desarrolló una cultura massmediática. El ocio pasa de ser contemplativo a activo en el
modelo popular, y en el neoexclusivismo se convierte en un ocio destructivo del medio
natural, urbanizando un ambiente natural frágil. A esto se le suma la construcción de
21
shoppings que desplazan como paseo urbano al centrotradicional, impulsando, como
tendencia mundial, una ciudad desterritorializada.
Las prácticas que construyen esta nueva sociabilidad son los deportes extremos, como las
aventuras en 4x4 y diferentes deportes náuticos, que solo acceden clases altas. Tema que
merece una mención aparte es la obsesión por el cuerpo del verano, auspiciado por los
medios de comunicación, es una nueva fonna de conseguir la aceptabilidad del otro. Otra
característica a resaltar de este período es que la seguridad se vuelve cada vez más un
estilo de vida. Los enclaves fortificados se expandieron, y la seguridad se convirtió en la
marca por excelencia de la diferenciación social.
Esta cultura de playa, aparte de ser segregacionista, es de fuerte impacto ambiental, las
playas privadas desplazan a la visión de este ambiente natural como público, haciendo que
el territorio del litoral marítimo quede dividido en dos: los espacios construidos por la cultura
de playa “popular” y los “neoexclusivistas”. Cada una con su forma específica de
sociabilidad.
A MODO DE REFLEXIÓN. Todos los modelos analizados presentan culturas de playas
específicas que generan tensiones y conflictos con las comunidades locales. Por eso, la
educación ambiental, la conciencia ecológica, el respeto por la comunidad local y una
verdadera planificación del Estado, son los factores que pueden contribuir a una cultura de
playa basada en una sociabilidad más integradora y un ocio constructivo para la
democratización del territorio.
“CARACTERÍSTICAS DEL TURISMO EN LAS REGIONES TURÍSTICAS
ARGENTINAS” - Jorgelina Dunjo
INTRODUCCIÓN. La teoría del turismo propone tres cuestiones claves para su
entendimiento: una visión sistémica, un enfoque interdisciplinario y un abordaje
contextualizado. Contribuyendo a ello, se realizó un aporte teórico-conceptual sobre el
carácter complejo de la actividad turística teniendo en cuenta ciertas variables que
componen el sistema y así proponer un enfoque interdisciplinario. Además, se analizaron
datos sobre el patrimonio turístico del país e indicadores socioeconómicos.
ASPECTOS CONCEPTUALES. El turismo es per se un fenómeno complejo, por lo que
debe ser descrito a través de cuatro aspectos fundamentales: 1) su naturaleza, 2) sus
causas, 3) sus efectos y 4) su estudio científico.
1) El turismo y la complejidad de su naturaleza. El turismo es un conjunto integrado
de elementos interactuantes destinados a la realización cooperativa de una
función determinada. Podemos mencionar los siguientes elementos constitutivos:
atractivos, visitantes, servicios, comunidad anfitriona, infraestructura y
superestructura. Al ser un sistema abierto, estos elementos están inmersos en un
sistema mayor denominado suprasistema, constituido por el conjunto de factores
políticos, socioeconómicos y ambientales. Este suprasistema actúa como entorno
condicionante del sistema turístico y es condicionado por el mismo.
22
2) El turismo y la complejidad de sus causas. El turismo es producto de la
concurrencia de una serie de factores tales como la conquista de una mayor
disponibilidad de tiempo libre, el incremento de la capacidad de ahorro, la
consolidación de los sistemas de seguridad social (como cobertura de necesidades
consideradas básicas) y el valor reconocido al turismo como forma de uso del tiempo
libre y medio que satisface otras necesidades.
3) El turismo y la complejidad de sus efectos. El turismo es generador de
afectaciones sobre medios naturales, culturales, políticos, sociales, económicos y
psicológicos. A esta compleja tipología de efectos del turismo, es de suma
importancia asociarla a una compleja calificación de sus afectaciones (positivas o
negativas) en función de la posición de los diversos actores intervinientes (visitantes,
comunidades anfitrionas, gobiernos, empresas y organizaciones no
gubernamentales).
4) El turismo y la complejidad de su estudio científico. El turismo, en virtud de las
complejidades mencionadas, debe ser abordado para su estudio por distintas
disciplinas científicas. Es decir que el turismo es, por su propia naturaleza,
pluridisciplinario e interdisciplinario.
En cuanto al último punto nos encontramos con 2 problemas transversales a la realidad de
la investigación científica en turismo. Uno de ellos es la atomización ya que la mayoría de
las nuevas investigaciones continúan sin estar suficientemente vinculadas entre sí,
adoleciendo de una orientación adecuada sobre los aspectos básicos o fundamentadas en
conceptos y métodos uniformes. El otro tiene que ver con la escasez de estudios
multidisciplinarios e interdisciplinarios debido a que la mayor parte de los estudios han
sido realizados de forma individual o a través de pequeños equipos de investigadores
cuyas áreas específicas de competencia los han conducido a centrarse en sectores
determinados (como el transporte, el alojamiento o las atracciones), en determinadas
partes del sistema turístico (generalmente mercados o destinos turísticos), así como en una
determinada dimensión del turismo (por ejemplo, la demanda, la gestión, el impacto o la
planificación del turismo). Por lo que en realidad existe muy poca investigación sistemática
que comprenda múltiples aspectos y dimensiones.
Por otra parte, se suma a lo anterior otra complejidad inherente al turismo: La diversidad
de "lógicas de comportamiento" expresadas por los actores involucrados en su
desenvolvimiento y la tensión existente entre estos mismos actores por sus racionalidades
diferentes y, muchas veces, contradictorias:
- La lógica política, expresada por el polo gubernamental y fundada en la
racionalidad del poder.
- La lógica económico-financiera,expresada por el polo empresario y fundada en la
racionalidad del beneficio económico.
- La lógica del consumo, fundada en la racionalidad de la satisfacción de sus
necesidades y expectativas.
- La lógica de la necesidad social, fundada en la racionalidad del bien común.
- La lógica del conocimiento, fundada en la racionalidad técnica y puesta al servicio
de los polos arriba mencionados.
23
De esta manera, el conjunto de reflexiones plantean la complejidad requerida para el
estudio del turismo, como consecuencia de su naturaleza, sus causas y efectos complejos
y la diversidad de intereses intervinientes. Pero también, la necesidad de una visión
sistémica del turismo así como un enfoque interdisciplinario y un abordaje contextualizado
de su desenvolvimiento para su comprensión integral.
Por lo tanto, analizar el turismo puede requerir la profundización de diferentes aspectos, en
principio, la relación que existe entre turismo, crecimiento y desarrollo.
En todo sistema se experimentan cambios cuantitativos (llamados cambios de
crecimiento) y cambios cualitativos (llamados cambios de desarrollo).
El crecimiento es observable a través de la evolución de indicadores cuantitativos.
(Ejemplo, una mayor o menor cantidad de visitantes, ilustra el crecimiento positivo o
negativo del sistema turístico). El crecimiento económico del turismo puede comprender un
aumento de la actividad en cantidades que no siempre denote una mejora cualitativa de la
población en general. En cambio, el desarrollo económico del mismo se identifica más con
un proceso endógeno que contempla el protagonismo de los actores del país o destino
turístico.
Por otro lado, el desarrollo es observable a través de la evolución de indicadores
cualitativos. Por ejemplo, un nuevo perfil de visitantes para un destino turístico determinado.
Desde el punto de vista económico, el desarrollo es la evolución progresiva de una
economía hacia mejores niveles de vida. Es un proceso que no sólo está asociado a la
provisión o el mejoramiento de instalaciones y servicios idóneos para satisfacer las
necesidades del turista, sino que también intervienen efectos como la creación de empleo o
la generación de ingresos de la comunidad local.
Entonces podemos decir que Crecimiento significa más cambio cuantitativo, mientras que
Desarrollo significa mejor cambio cualitativo.
El desarrollo local es una

Más contenidos de este tema