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Ballart, Josep Capítulo III UNIDAD 1 Procesos Históricos Mundiales y Patrimonio FRANJA

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J osep Ballart 
El patr:llnp�o 
· .. histor1co
y arqueológico: 
valor y uso 
Editorial Ariel, S.A. ·· 
Barcelona 
Página 1
SUIV1ARIO 
CAPÍTULO 1 
La especie humana, entre la naturaleza y la culturn 
CAPÍTULO 2 
Pasado, historia, patrim.onio 
CAPÍTULO 3 
El valor del patrimonio histórico como recursq 
CAPÍTULO 4 
La conservación y uso del pat1·im.onio histórico: 
una m.irada en el tiempo 
Página 2
CAPÍThLO 3 
EL VALOR DEL PATRÍMONIO HISTÓRICO 
COMO RECURSO 
De todas las mudanzas originadas por el tiempo, ninguna hay. 
que afecte tanto a las estatuas como el cambio de gusto .de sus ad­
miradores. 
M. 'i'OURCENAR, 1954, 1982
Sólo haciéndolos públicos (los museos) y abriéndolos a la 
contemplación pública de sus colecciones pueden convertirse en 
materia de_ estudio; y cualquier resultado obtenido a partir de aquí 
es una ganancia a añadir para el bien común dé la humanic;lad: 
A. HIRT, 1798
Los monumentos de arquitectura de las naciones antiguas 
que permanecen a pesar de las injurias del tiempo sirven de grande 
recurso para conocer el carácter de los que ]os.fabricaron, siempre 
que háy falta de autores coetáneos, como también para suplir a la 
omisión o mala fe de los historiadores. 
J. A. Al.zATE, 1790 
·f.' 
Acerca del valor de los bienes culturales 
La idea de Ratrim�Jo -los bienes que poseemos- y la 
misma idea de bien cultural nos sugieren que estamos_�?:!_g.9_.9.e 
��or. Valor en el sentido de valía, es decir, de percepción de_f:t-!�f­
dades estimables en una cosa, no de valor en ún sentido teorético o 
merarrieñié �spec�lativo. En este capítulo se hablará de valor en el 
sentido de apreci_o hacia determinados objetos por el mérito que 
atesoran, pói-íautiHdad qué manifiestan, o por su aptitud para sa-
tisfacer necesidades o proporcionar bienestar. Por todo eso el valor 
Página 3
'o HISTÓRICO y AROüEUL-U\J
H--V• • , _______ 
-
62 EL PATR1M0:-;:1 
. 
, . e inherente a las cosas, a los obJe
-
del cual se hablara no 
es s1empr . plo el peso o la forma; antesmo lo es por e1em , d tos en este caso, co 
ar d�d añadida por las personas,
 que pue e
bien, se tr�ta �e ':1�
ª c
:e\os hace estimables. Se trata, p
u�;• de un
crecer o d1sm11:1un, y q . d los Yaivenes de la percepc
1on y del
concepto relativo sometI 
o a
lo tanto dependiente de un
• t humanos v, por • -- 1 , comportam1en o . 1 · 1 111. sto' 1.1· cas culturales v
 ps1co o-, f ·as rote ectua es, 
• --
al marco de re erenc1 
1 . los o-1.., 'pos que at
iibuYen Y or.· , as personas Y - · .... � • gicas que �-ana con 
di t un ej�mplo-el proceso habitu
al de_ 8:tn-:-
Exammemos me 1 31: ,e 1 bienes del patrimonio_histonco .
pución de yalor en _r� ac�o�
 ª
m�! sefialar que cualquier objeto 
del
Como punto de pa7i�d � 
e 
Suponcramos aquí un objeto · fijo q
ue
_pasaqo pued� ser e uc1 et t��eno u�os cuantos siglos: un
 castillo
ha pem1anecido s�bre 1 tillo era vivienda v refugio. Aba
ndo-­
medieval. En sus t1empods e 
d
cas . v pasó con el tiempo a conYer-
d d ' entró en eca encia 
� 
na o un _1a . fucrio de pastores y yagabundos. Aquc.
--
tiíse, medio en n.1i�3t .. en re \�ertido en una referencia útil e11: m
e�
llas estructuras se_ , a ian con 
ocos seres humanos que por alh
dio de la desolac10n para los p d 
. ·rac1· ón de historias v le-· 'cr , a ,"'r fuente e msp1 - , pasaban. Lueeo paso 
:� . lmien lo incluyó en un poem
a ro:nan-
yendas de la gente del ?ª1s, � �odas aquellas le-vendas y poesías yatico y al cabo d
<l �� �:l
m
� local. Con los sigl;s, los muros d
esnu­
formaban parte _e O - 01 
, desafiando los elementos, se afe­
dos del vi7jo c�stil\o, q�e s��1�ás de un pintor de los de anfes de 
rraron al m1agman� e? ectn o.. 
do Hasta que un día, tras ser de­la gue1Ta ya los hab1a 11:morta.1:�: 
de
.
una reconocida asociación de
clarado monumento a mstanc1 . 
de la Di utación y las puer-
.
filántropos, -fue restauradi. con
 dmer�
a curiosi�ad y disfrute de los 
tas del castillo fueron rea iertaJ 
pfra 
onsidera un elemento funda
-­
visitantes. Aho1:- to�o �l 
{11
u
:
1 
° es
º 
o�jeto de atracción de masas demental del patnmomo e _Pª1
d
s 
Y con el tiempo justo para hacerseturistas que llegan motonza as , 
frente al mis�o la esperaf a foJ?t�fí� 
otra manera, el valor comoEl valor mstrumenta ,· 0 ic_ ,6. d 1 obJ
º
eto castillo me-., · d"d ' t ·co c1ent1 co- e recurso -tunst1co, 1 ac 1 ' · 1 b · te al valor. . 1 ntexto actua , o "\'lamen ' dieval no e� �l mismo er e 
��l cuando era visitado por pastores
,
como cosa util que era e cast! o f os de sus constructores.ni cuando era una plaza fuerte en iernp 
so cultural de hace una.sPero tampoco es igual al valor con:º recur 
, 
o recurso de
décadas, cuando ap�nas ?�bía tunr1,º· E
���l:
��:Cho del valor
un objeto patrimonial difiere taro iden p . d orno tal p. ero . b" ¿ l pasa o aprecia o c 
, 
como recurso cte un o Jeto e , 
que no ha sido declarado bien cultural, ni. h¡;¡. sjd9 induido en nip.-__ 
gún catálogo, y difiere · radicalmente del valor corno utilidad .del 
mismo objeto en su contexto original y subsiguientes. Son, todos, 
estadios que es preciso distinguir. De modo parecido, atto ejemplo,·­
no es lo mismo· aquella mansión antigua situada cerca del centro 
de la ciudad no incluida en el registro de los monurn�ntos histórl­
cÓ$, que es. comprada por una compañíá .. privada para instalaren· 
ella su sede central, que aquella- otra: q_ye sí esta:én el ·te-gistro ·y que . 
aloja un museo. En los dos casos pes-a un valer- de, uso, aunque 
ta;mbién un valor simbólico e inclúso probablemente un_ valor esté­
ticb; sin embargo, la diferencia reside en las limitaciones.a la libre · 
·disposición de la propiedad y en otros preceptos que impone la 
normativa conservacionista al segundo caso. 
Insistamos por un momento en la idea de patrirnonfr1 r�-:·.;:; un
medio, y no como un fin en sí mismo. Cnn<:�--1:--:-_-_;;_;_•¡0un fin, drcuns-
tancia aue de hPr�'.- :: J. ... , pc:usemos en determinádas forrna�de . 
. coleic:ioIJ.ismo, no deja de ser una pe;i:"'\'í;!r$ióñ.-...EJ1:1odo .. c::isct-eI1iv.-...:·· - _.:
--
: ·.:= 
sería la mejor:a de la especie y el patrimonio un .vehículo . :Vehículo, :.. .. _____ _ 
medio, recurso, en este capítulo nos interesaremos por el· ,1alor :: ·
cómo recurso de un objeto de la historia, .. y nos pregu�ta�erñ-cis:
¿para qué puede valer?, y ¿por qué vale? Como el antropólogo nor­
teamericano W. D. Lipe ya se ha planteado preguntas semejantes, 
veremos, a:ntes de seguir, qué nos ha propuesto, porq�e ña1:>rá• �
sentrnos ·de r:_efereu,cia . Lipe (Lipe, 1984) s_o�tiene ·que -los r_e __ ?�º�-4�1
pasado configuran un ·depósito _ d� _ _!" _e<;g:r�s:>� _potep_s:ia,k§ __ ª-JJJA��n:o 
alcance p_�-a ser utilizados en el presente y !:!n el futuro para.-ehte:. ·­
sarrollo cÜTtúrhl de iiue-stra sociedad. Como fas circunstancias so-
c1ales cambian co�l tiempo, as{ como la manera ·de entender-el· - ·· - - ·
mundo de la gente, no se puede establecer a pí-ioi-i una analogía en-
1:re recursos potenciales y recursos efectivas_.:·De manera parecida, --
el valor efectivo como recurso para los distE1tos grupos sociales .-dé 
determinados objetos del pasado sólo puede-éstáblec-erse eñ -furi- . --­
ción de contextos particulares. Para Lipe estos conte>..'tos se confi­
rurá.n - -en tomó a . ci:rcunsfañéias históricamente determinadas, 
�orno las �iguientes : las relaciones económicas, los criterios de 
rusto dornin;ntes, las creericiaseTéieas�mayorifarias, las ·forn1as y 
;st��turas de la investig�cióÍ! i_n �i�pc::ií:1:5 sqciale.s y h,umanas�-etc. 
Y para· cornpletar esta argurnentación comenta: 
Estos contextos pueden interactuar entre ellos, por ejemplo la 
investigación arqueológica puede establecer que una conocida es-
Página 4
64 ELPATRlMO�lO H
ISTÓRICO y AROUEOLOGICW: \'A..LVK
 l u.::,v
rt mericana que el pensamiento 
tradicional conside-
- rructura no ea ' • · , d. • del
d bía a una primitiYa co1omzac10n e
scan ma, a 
., r
aba -
qu
l\; 
se
d 
e
fue de hecho edificada mucho más tarde p
or loscolo-
Nue�-o •1un o, -
. 
. l b l 
. -
· l o un cambio en las creencias p
opu ares so re a 1mpor 
nos mg eses. d d · ás fa\'O - �h. tórica de la era victoriana pue e
 con uc1r a una_ m . · _ - .tanoa is . · · Endente 
rable e,·aluación estética de la arq
mtectura nctonana... . _ - ·
f lturales 01i!rinados fuera
 de estos contextos 
mente, actores cu - "' - 1 , 1 
1 'fi ,. que poco tienen que ver co
n los recursos cu tura es, 
. 
espe
��, 
c
;��den afectar al sistema Una depresión 
económica de ám­
. t
b
�m 
;
en 
eral por eJ·emplo, puede disminuir l_a ca
pacidad de la socie-
ito _en , h' , · l maroen de 
dad de seguir rehabilitando estructu
ras -- 1stoncas;- ª. ·- . "' - . - -
cualquier consideración sobre la bon
dad de los pr�ced1m1entos :m­
pleados O del nivel 
de aprecio popular de que disfrutaban
 (L1pe,
1984, 2). 
Evidentemente el potencial de · los brenes patrimoníales 
cor:1? 
, ltural debe ser considerado a la luz de contexto-s espe-c1fi: .recurso cu - -- · d h t ' · porque la atribución de valor --:c:ómo son aprec:a os, as 
a q�e cos, 
t sólo puede producirse en función de situaciones reales 
his-, pun o--
d fi · · L. ll a la pru tórica v :;ocialmente dete1minadas. En e _ rut1va, 1pe ega
 . . , -
puesta� que resumo a continuación. Hay un c_on�exto de: at
nbuc1on ._
de valor determinado pot los factores ��onom1co� y el m
ercado, 
donde el bien es ,isto como un recurso utilizable, mas o men
os esi:i�-
. cial, no obstante., al alc:ance de la sociedad� que presenta un
as «utili­
dades» que responden a �enudo a n�ce71dades com
unes. En e�t��
cásos los costes de salvac1on y manterum1ento de mo:i�ento
s ) ) a 
cimientos arqueológicos se contrastan con los benefic10s, es?
e�ados 
déla intervención. De este contexto emana un valor econo11:-1
c�,I !lay
un contexto de atribución de valor determinado por los ent
enas de 
gusto do�inantes, por las tradiciones �sté�i�as y aun por fact
ores �e­
lacionados con la psicología de los mdiv1duos. - De est� co�!
exto .
emana un valor estético. Ji.3Y también 1:n �ontexto �e. atnbuc1o
n de 
·valor determinado por ert:ipo de c:::onoc1m1ent? trad1c101:� Y fu
nda­
.. mentalmente por el imaginario colectiv�, asoc1�do � �rad1�10nes 
o��
les y escritas y a determinadas elaboraciones mitolog1cas. __ 'í tamb1en
por el hecho de reconocer en los objetos del pasado el caracter -de l�­
!titimos documentos de la historia que expresan cosas sobre las pe1-
:onas que los c�·earon y u�ilizaron. De este c?nte�!º nace un valor 
asociativo. Finalmente hay un contexto de atnbuc1on de valor det:r­
minado por el tipo de investigación formal sobre la cultura m�ten�
que practican la historia, la antropología, la arqueo_logía o la h1stona
del arte. De este contexto emana un valor inforn:1at1vo. 
Este interesante esquema de Lipe es un intento de sistematizar 
las razones por las cuales los seres humanos de nuestro tiempo se­
guimos apreciando, consen1ando y utilizando l()s objetos del pa­
sado. Pero es un intento que hay que interpretar a fa luz de una si­
tuación determinada , la de la sociedad norteamericana, moderna v 
cambiante y muy condicionada por coyunturas políticas \' econó­
micas variables, que obliga a los gestores del patrimonio histórico; 
a los políticos y a la opinión pública a pronunciarse a merrndo pe---'"­
. rentoriamente sobre qué sacrificar · y qu� salvar del legado histó-
.. Iico; Con este esquema Lipe apuesta por proporcionarles un ins­trumento de reflexión para orientar la toma de decisiones. 
A continuación ·se propondrá una categolización de los valores 
que cabe atiibuir al patrimonio histórico en función también de los 
contextos, aunque procurando que la misma tenaa un carácter uni-
- � versal y la más amplia validez general posible. Por ello vamos a 
evoh1cionar del esquema teórico ideal a la plas;mación de lás situa­
ciones reales,,Como no . disponernos de un paradigma ideal que re­
suelva de entrada el proble-Ína de las cate2:orías de los valores he­
mos optado poi:: áceppafl�:solución conve;;_cionai que nos ofre;e la 
epistemologí?, Y: d#tfugú.fr erttre un valor de uso, un valor formal v 
un val_or sim_qóJ,ko./i::om9\1ereirios, ·esta· tríada da mucho juego po;­
su simplicidad y.carádér formalista , de manera que admite incluir 
y tategorizar: todas fa'i(posibilidades razonables de atribución de
valor que los individuos'pueden llegar a otorgar a nuestros objetos .. 
Así, podríamos pensar en diversos subvalores en función de las cir-
. cunstancias concretas, que rápidamente adjudicaríamos a algunos
de los tres tipos de valores propuestos. Las situaciones reales de 
atribución de valor podrán, pues, contemplarse.enmarcadas en las 
tres categorías de referencia, _pero para que todo ello funcione hará 
falta prever un contexto económico que las englobe, ya que se trata
de la circunstancia que mejor da. cuenta del marco concreto en que la vida real tiene lugar, donde los usos diferentes del patrimonio, 
incluidos los puramente contemplativos, son valorados en dinero. 
Este contexto económico lo estudiaremos separadamente . Por lo
tanto, contemplaremos: 
a) Un valor de uso. Nos referiremos a valor de uso en el sen­
�idC? 1e p�ra,-titÜidad,-es-decir, evaluaremos.el patrimonio peJJ��ndo 
qu_e_�i�"\!e _l:>.3.r.:1. hacer con él alguna cosa, que satisface una necesi- . áad material o de conocimiento o un deseo. Es la dimensión utili-
!.�!i_a. del obje_to hi§t_grico. 
- - -
Página 5
66 EL PAT
RIMON1U i:11;::,iv"'-''-� 
• , __ ':" __ _
. valor responde al hecho indiscutibleb-) Un valor foD?al. Este . . dos por la atracción _q�e �e_s-. d s obJetos son ap1 ec1a . - . --- .. , deque determina o •· - ---r er-iTacéfqüe proporcion��-l?�r _r�_zon piertan a los �e_r:i _!�d���{�Idades sensibles, y por el 121�r_ito �ue pre­la for'nla y po_r otr3l -- -----· .. -- -- --sen tan ... _ . b T o-si <mificath·o. Por "ª! or _ simbó�ico el}--. e) Un "'.3-�ºE--��;:n _9, 1�-11 ln ue· se tieneri los objetos del pa­tenderemos la cons1de�ahc1_0 1 dq akuna forma de relación entre- 1 - e son ,:e 1cu os e - - -
sado ·en �-anta qu 
as ue los produj;ron o 2_��-���2��().:!:-�--��!.__�\ la p�r�ona _o__r�-��n __ ,"_}Lesenfüio los~<515Jetos actuan como presen ___ -_tuáles re��pt<:>r:<:�: En est d o entre personas separadas por el ciassustitutivas y hacen e. nex . d ideas hechos y situacionestiempo, por lo que son te_stm1oune10 v:que t�do objeto histórico es· · d H y que precisar q , · - t del pasa o. a . � que las relaciones que se es a-un vehículo portador de mensaJeS ·as son muv compiejas, es acon-. 1 ecurso v las person • 1 -blecen entre e r _ . d . , las técnicas de análisis que a se-se-jable tom�r en consi _er�c1fncomunicación v utilizarlas en la de­miología aplica a la teona ed a ralores . que hemos calificado d_:limitación de este grupo · e ' · rez de \'alor simbólico sera
simbólicos. Entonces ';ererr:os .iu:tf:o, ya aue el primero quedará. preferible hablar de va or s1gm c ' ¿ .• contenido en el segundo. 
EL VALOR DE USO. DEL 
PATRIMO!xl.O HISTÓRICO
. . . ·ta ara subsistí� y _progresar produ-La especie h�mana necesi_ etis roducidos. por el hombre, encir objetos m�!_enales. 1:º1 º�io res�onden prácticamente siempre
numero potencialmente m hn . ' para usos muy diverso�, aparte
a alguna finalidad y de hec o dsu-ven también extremadamente dis-. al"d d - que pue en serde poseer cu 1 a e::. .fi . plaza al ser humano en un1 d del art1 cio que em . tintas . Es e mun ° - . arte consustancial de aque-
sitio determinado del mundo y forma ulp tural El Hamo .raber, crea-. al"fi d de entorno e · 1' · llo que hemos c 1 ca O 
. f b . . . d del mundo ha realizado sudor del artificio h1:1mano Y ª ne� or tu.raleza y contra la natura­trabajo más conspicuo a costa de a na ha edific;do alrededor suyoleza. Por eso la corteza protectora que sí se aseQUra que le va a ser-
es de una mat��a consistent�, r�:�r�: los objeros es la propiedadvii::- de protec�ion. La _IDª:e?aJ f b . cado� va que permite que Josmás apreciada por el md 1v1duo af n Í J finalidad prevista.por, objetos puedan ser utilizado� clan º;I;p::ci��a a los objetos la pri-tanto, el hecho de ser matena es P . 
i:ne�� � :rriás inmediata fuente de valor. Recordemos que el primer
oofeto significativo que ha perdurado de la especie humana es laherramienta fabiicada de la piedra. El hecho de que los objetos puedan acumularse es una razón de más para adjudicarles valor: Los seres humanos han acumulado hen-amientas, armas, semillas, .etc., fundamentando así la idea de riqueza. Es notorio que en lá idea de acumulación se puede descubrir un valor de uso a la esperade ser acti\'ado:y cómo en las reservas se fundamenta el potencial del futuro. Todo eso ha tenido importantes consecuencias sociales, económicas y políticas. Inmediqtámente hay que descubrir el ele­ment9_Je_cl}o_l_ogí<:l-,-��J �uaTaume-nt_� énormemenú(la"s· pOs1bilidades ··· de uso -las prestaciones_::. añadiendo valor al valor de uso oli!ti­riaj_� Avanzando por estos procesos, fo-s-ci..íáles üén.en su pÍasn1;�iónñístólica, encontraríamos un contexto dominado tanto por el uso como por el cambio o intercambio de objeto�. lugar en el que situa­ríamos la economía y una .abstracción que llqmamos mercado;-jus­tamente el lugar donde los objetos rec_iben más o n:'�-:::.: .... :0, �e·cambio en f.;:::::::.:-• .:.:.. � .... uL�1Üau. LOS economistas clásicos Smith Ricardo, Marx, preocupados por la noción de valor, descJbriero�. que los bienes obtenidos mediante el proceso de producción tenían de hecho un doble valor: un valor de uso v un valor de.cambio: ' ·El ,,alor de uso o utilidad se refiere � la cualidad deÍ product_oen tanto que sirve .para hacer alguna cosa o da satisfacción a nec"e­sidades humanas. Así, una ba1Ta de· pan nos quita ·el hambre, undestornillador ,,ale para extraer tomillos, una bicicleta nos trans, porta de un sitio a otro y una casa satisface una necesidad de habi­tacióri. De forma parecida, un palacio Re_naGentista sin1e de sede
social de una gran empresa, o una auténtica cas¿ pó.pipeyana �es­taurada puede ser utilizada de almacéri de Jos empleados de laso-. p1i11.te1idenia· encargados del mantenimiento del.sitio · arqueológico . de Pómpeya. Se ha dicho y probado que la mejor forma de conser­var un edificio histórico es habitándolo. Hay gente qüe vive en his­
tóncas mansiones rodeada de antigüedades y l�s utiliza para vivir. .•. Hasta cierto punto todos utilizamos objetos que pertenecen al pa-sado en nuestra vida cotidiana. · Como en este apartado estamos hablando fundamentalmentede necesiqades humanas, _sin salir de esta noción podemos conside-rar como tales el impulso que mueve al coleccionista a entrar -en una subásta a comprar la pieza perseguida, y de forma parecida se 
j · podría asimilar ia necesidad de contemplar los cuadros del Prado,de paso por Madrid, a la necesidad de to�ar una jarra de cen<eza
Página 6
68 EL PATRIMONIO HlSTÓRlCO Y ARQUEOLÓGICO: VALOR YUSO 
cuando se tiene sed. Sabernos que hay necesidades que se fabrican
y al mismo tiempo que la frontera que separa lo que es :necesidad y
Ío que no lo es no se puede establecer taxativamente. Hay cosas que
se entienden hoy corno una necesidad que ayer pasaban por un
lujo. Hay; pues, necesidades nuevas y en concreto hay tendencias
d1rl comportamiento humano nuevas que recuperan cosas y objetos
anti!lllos v les otor2:an un Yalor nuevo. Hoy día se habla de· una
moda del -�onsumo de panimonio histó1ico que qe heCho tiene im­
portantes repercusiones sobre la conserrnción del legado del pa­
sado y particulam1 ente consecuencias éc:cin6rriitas de amplio ak_c_ . 
canee social. Pero hay, y ésta es una hipótesis de trabajo que puede 
ser aceptada por los economistas, una utilidad· de los objetos patri­
moniales menos tangible ~y directa, que podríamos calificar de uti­
lidad inmaterial: la que proporciona el e:onocimiento. Un objeto del 
patlimonio puede ser estimado en tanto que sirve para incremen-·
tar el conocimiento humano. Así, el valor de uso inmaterial de un 
objeto- del patrimonio se fundamenta en la investigación que re­
cibe, base del resultado en términos de información que propc;n·; ·.
dona y que contribuye a incrementar el depósito del coriocirnie·1110 
humano . Por la particular relevancia para la ciencia de este valor 
de uso vamos a dedicarle algunas reflexiones. 
Las utilidades del conocimientoy su i111po11ancia 
eri la investigació11. sobre el pat1i1110nio históri_co 
Se ha explicado que el valor de uso o utilidad es un aspecto ·.
destacado de la valía de la mayo:r.paite de íos bienes culturales. El 
hecho de que detrás de un objeto patrimonial se esconda un rnlor 
de uso inmaterial, por lo tanto menos aparente , que· puede utili­
zarse para incrementar el· conocimiento general es un hecho que 
no siempre se valora como debería, ni en términos personales ni t:n t 
términos sociales� Precisamente por este valor menos aparenie la!- � 
objetos del pasado no acostumbran a gozar de un valor de cambiC1 · l
alto,. po;r lo que no son ob3eto habitual de mercadeo; nadie cornpP j
un edificio histórico para poderlo estudiar. La idea central de h1 _ar· igumentación que sigue es que el valor de uso inmateiial de un bie1i � 
cultural viene dado por la investigación y el esfuerzo humanos q�r . J 
incorpora desde el origen, que ponemos de manifiesto a base e)( j 
nueva: investigación hasta dar con todas las claves del conc,,..7 
miento que atesora. Un bien cultural es un objeto que ha acumu: 
lado teoría, práctica, experiencia e inv�stigq.-ción, en definith·a. � 6
-
. . 
. .jJ'.), �;;i,d n:J •;, t _; 
EL \'l\LO . R DEL PATRIMO-"IO HISTÓRICO CO 
·.
MORECl.'RSOresultado d 1 . , e conoc1miento h . 
69 
miento se transmhe f, 
umano acumulado E tada por el obse . 
en onna de información 
. ste conoci-
;;;:��6�e ;i�11:'.:;;tel
0::��cioªtª1;:a�:-h���:[�:�;íi:� ':;'J; 
trans·misor de 
_nt�o, esta clai-o que el bie 1 
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1 mcorpora el ob. h. , . 
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1ens1on intelectual o cientfJ/�:���:� 
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por un momento en 1a dimensi _e 
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P?
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1nmonio histórico Con
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��� ::tra como Je�ado
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que pasan 
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e pasar en 
ble. Como ��j
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forque _ dejan un rastro d� con;;
es�nc1a debe tener 
L'Xperiencias 
e os soc1ales del pasado inco1 
. im1ento apro\'echa-
!,!l'nerada, est��: �: 1�ª• ví� 1:1:ilización cre!��:����?cfnient�� Ynut:\"Os que se habrán 
1spos1c1on de añadirse al \'alar d:� 
orma_c1on 
L'sle proceso acum . 
de poner a disposición de 
1 ?s objetos 
lecnoJ , a
· . ulanvo no sólo saldr, 
a sociedad. De 
mico �
:::Ica SIJ?-o también al final una 
a una gananc;ia intelectual v , orno pasa con 1 renta un ben fi . . lor (\·alor de esfu -
a mayoría de los proce¡os . � 
e:? econó­
\�Jor de 
, . ei zo, valor de conoc:im. 
de lll\·ersion de \ ·a-
lt.�cnica 0
rac�ica) en cualquier rama de i1:
1!to, v3:lor de experiencia 
r.ir que· h 
n eJemplo práctico e históri
·
co d m
vest1gl:!ción científica ,;
1 ay una r J 
·, e este enfo ·· t"Ctuales de la 
� ac1on lógica entre los logro 
que_ es conside-
hurnanistas .Y 
sociedad del Renacimienta it¡¡_Jia 
s materiales e inte­
-'<:rio italian 
. mecenas y el valo_r que hov-tie 
no, c�n sus artistas,
una ,·aloraci¿ 
de manera que ind� -�dr� 
mundialmente el di-
torno ese 
n de la renta 2:enerada his-t, . 
mos especular sobre 
.. L en mano d 1 � oncamente p . "Ptlnda en ·est . 
s e os italianos Joh 
01 un activo 
braith, 1994 1:6
1�ea en un trabajo publicad� K�
nneth Galbraith 
tnko italian; de 1- !?: Al comentar los logros d:�
c1en_�emente (Gal-
- . 
a timas décadas escribe: 
«nu agro» econó-... . �inabnente ' , . -
. 
..... r-iistica 
. 1· '} este es el punto m-, ·-. c_?nsÚmo �::?
na. Inspirándose en e:: I��ort�nte, está Ja tradición ) ello ilustra Ianos poseen una notable vent �nc1a, los productos deUna dmámica universa] a la ªJª en cuanto a su diseño.que no se ha prestado la su-
Página 7
70 EL PATRlMO�lO HISTÓRICO Y ARQUEOLÓGICO: \'ALOR Y USO 
ficiente atención: una vez se ha logrado que los objetos de consumo 
tengan una duración razonable y funcionen bien, hay que hacer que 
ten2:an un buen aspecto, deben entrar por los ojos y seguir las mo­
das� Tras e1 ingeniero aparece el artista. Éste es el ·auténtico origen 
de los logros italianos. Más que ninguna arra etnia, los italianos se 
han dado cuenta de que el arte no es simplemente algo de lo que 
ptlede gozarse, sirio que, industrialmente hablando, puede ser enor­
n�emente funcional. 
EL \'ALOR DEL . PATRI.Mo,--=ro HISTóRJco tiene un carácter d 
COMO RECURSO 71
pare d fi 
-. . e Proceso inac b d . -� e e mtn-a. De1 Joo-r 
a a o , en construcció ,-ers10n de valor. 1 1 
:::: o del conocimiento d 
n y nunca 
del siguiente pr�:t 
e e est�mulo para proceder� 
u1: problen?a, in­
de cualquier ind cr
en�� .Y a�1 sucesivamente. El 
a�1a la �esoJución
final siempre et1:
ªc1on ��lo vale para prose��
su tado mmediato
texto de Francis B 
1m�re,?s1ble. A.- Pérez-Ra�n!
r �n poco más. El 
. - aco11 d;ce al resµccro: 
. -vu,cinancto un 
La r efl exión de Galbraith se puede aplicar no· sólo "a los objetos __
artísticos de pr estigio sino también a múchos obj etos d el pasado 
que atra en porque están bien logrados y a otros más que esconden 
cla\'es tecnológicas y soluciones o ideas que han pasado de largo. 
La misma razonable inferencia sir\' e para apoyar la tesis de que los 
objetos del pasado son una fuente de conocimiento práctico con 
potendal es efectos multiplicadores a medio y largo plazo. 
Conviene ant es de acabar con est e apartado hacer una corta
digresión acerca del ,·alar de la iñ\' estigación en el campo de las 
humanidades )' en concreto del patrimonio histórico, antes d e YC)l­
\_"�r al valor d e nuestros objetos, porque aquella ilumina a éstos. 
Hay dos prejúicios enra1zados que cont1ibuyen a mantener en un 
estatus de bajo perfil económico y social a la iiw estigación: no e:-. 
una actividad directamente útil a la sociedad y no produce ganan­
cias materiales a quien es la practican. En r elación a esos prejliicio:­
quizás sea pertin ente recordar que la misma 1:aíz etimológica de b
palabra in\'estigar nos da una respuesta sobre su valor objetivo : in­
vestigar significa afiadir valor. A lo largo de la historia el ser hu­
mano ha luchado para lib erars e de las contingencias propias de su 
naturaleza e imponerse sobre el entorno para transforn'larlo a la 
medida d e sus necesidades. El prim er objeto prodm;:ido por el ser 
humano fue el instrumento de piedra, después a,pareció la ccr.i· 
mica y d e la misma man era que en un momento dado el hombrr 
creó la azada o el hacha como extensiones d el brazo, el progresiw 
.. El inmediato ape.e-o a Ja . utilidad obYia frente 
- . ganancia práctica o a 1 b, malaconsejado i 
o-a toda otra disposición c;o-
ª . . usqueda de 1a
\'endna dad 
nda:::ador. La utilidad -i 
-
�
-n?sc1t1va paraliza al
se ,1:1eh·e sie�1;
omo por a1ia_didura y su pe�1::
e, 1��ble t�n�as veces­
o lo supuestam;;t��:
t
:� 
quien _desprecie lo esp���� 
:-1nid1mensional 
búsqueda de u.rif"d d 
ut1!··· La inteligencia inqui "d 
t1vo, lo t�orético 
15). 
z a es ni se detuvo a rec02:erla (
s
P1 ; 
ora no panió a 1a - s erez Ramos, 1990, 
· acortamiento de los márgenes de lo d esconocido «lo empujó ;¡
crear la ciencia ( el libro), extensión natural de su imaginación Y�� 
memoria» (Marcos y Martínez-A., 1994, 10). Elconocimiento, el h·
bro, como de una manera tan gráfica se acaba de expresar, es ¡1:: 
salto adelante cualitativo muy importante de un mismo protl':'--'
evolutivo de carácter emancipador. Por lo tanto , el esfuerzo qti! 
nos ocupa, la investigación, es un avanzar desde el desconc-.' 
miento en pos dél conocimi ento. Por eso esa bú�queda sicmp�-:
· Si bie J . n a intelio-encia .. . ,_ - , . , mediatas sí . e, 
no corre a 1a bús d . comport� el 
que confí� en que Ltri ¿:;:.:;_ 1!:=m ,,,;
u
: 
a de utilidades in-proceso mq · • . � <> <>r-11n,11J •, menta la posibilidad fut 
u1s1t1vo es en sí misma positiva ;ir.ion q
ue 
�ae�tra de la cultura, el 1��:o 
de dar salios cualitativos. Jn:-i�i�­c mismo ejem 1 d. d 
, . , pongamos por cas 1 a mulación de 
p
fu
o 1 act1co, es el resultado ·d 
o para seguir con 
los e 1 
es erzos .Y de conoc· . 
e un proceso de acu-
acum
u�;ss�:i��
ncede u�a dimensió��
1��:1s�� ,re�onocimiento· de
\·os saltos hacia :��r aun más conocimiento ���i°
ue hace que s e 
fnito del ·esfu h 
ante. Una cosa parecida p. 
_provocar nue-. erzo um s·· asa con o·r · b· t:sta en la b , . ano. 1 comprende . L os o �e tos tstá en la d
ar del libro potencial también 
mos que la investigación 
mica . � arco ojival. y no s' 
comprenderemos que lo 
�ue·n) � 
que la pura acumuJac1·o·n
e
d
nos e
l 
scapa una utilidad econo' -c1as e - · · . e va or p · · . f.lción conom1cas ineludibles 1 
os1t1vo tiene unas con-
sobre ef
cerc� de l�s cosas del pasad: :
enos �n la teona. La inda-
q'Jc el co��:�
onio histórico es obj�i�a�:�� 
de la_ i:iv estigación
tnenre ,·aJor 
i:_1"1Iento que de 1a misma se d 
-. te pos1t1 va en tamo 
 futura q 
anadido en _el contex ... o d 1 
_
d
enva gen_era potencial- · ue pued JI L e a v1 a "'C , . 
- �Venible e . e 
egar a tener· la forma d ... ºtº
m�ca presente Y
 '·, . Vearnos � n
quez� para el mañana. 
e va or de produccióñ 
 �6 l on un eJempJ , . � n a acumuJ : , o como se produce d' . . 
t � y obs erven-ios�
cio� de valor en Jos bienes d�
e ia:1te la mvesti-
que el v 1 ª dimensión econó=; 
patnmonio histó-a.or de u . .o.i.uca que e1Jo ad • · so mmate ·al d ''-• -· quiere De · . n e un &ia·· . 1 . . c1a-n cu tura} vj ene dado
Página 8
por la inYestigación y el esfu�r�o humanos que incoryora �esd�- el 
orla-en que ponemos de mamfiesto a base de nueva mvest1gac10n,ha�a dar ·ton todas las claves del conocimiento que atesora. Su­pongamos que el proceso �e �nvestigación nues!ro sobre la �hiliz�­ción ibérica da con conoc1m1entos que comumcamos mediante li-
bros, e.xposiciones y con la apertura de una nueva sección en unITT"an museo nacional. Supongamos también que _el destinatario na-
¡ ;ural de nuestro trabajo sea un público formado por estudiantes y· profesores de _distii:_¡.tos niveles , en plimer lugar, pero también porun público diverso de -nh�ei-medio -y·--0rigen-- urban.o._.��I.O._!� A�-= · manda no acaba aquí: instituciones públicas y plivadas, profesio:- -­nales y empresas, por distintas razones tienen un interés objetivo 
en· el tema (presencia institucional y relaciones públicas, negocio 
editorial, nuevos motivos de irispiractón en el campo del diseño, ar­
tesanía, turismo ... ). Este activo que he_m.os·puesio ;;i.._ disposición de1a sociedad se transforma en riqueza cuando fos conodmientos·ad- .quiridos van incorporándose a otros· productos o servicios nuevos, generalmente productos intermedios (nuevos libros, manuales, di­
seños, procedimientos constructivos que redescubrimos, recuer�' 
dos , catálogos, revistas especializadas, congresos ... ) que acaban en 
el mercado . Como hemos dicho anteriormente, no· se explicaría la .impoí.iancia, del diseño italiano act�al sin tener en cuenta que allí -m1smo, un día, germinó el Renacimiento. Para acabar, comentemos un caso real. Se trata de un proyectó 
arqueológico que partía con la idea de sacar el máximo partido po­
sible a un recurso patrimonial modesto, para obtener un rendi:­miento intelectual, educativo y económico altos. Es el caso del ya­cimiento ibérico conocido por «les Toixoneres», de Calafell (TaITa-goná), un pequeño reducto fortificado de la costa donde, una vez.finalizadas las fases de excavación y estudio de l,os restos arqueoló­gicos, se ha procedido ala completa reconstrucéión hipotética ddconjunto, habilitándolo corno laborat01io · al aire libre dé · trabajo·
sobre arqueología expelimental y abriéndolo al público.1 Aquí d ·proceso de producción de cop.ocimientos ha tenido una salida in-mediata: los conocimientos adquiridos se han incorporado directa-mente al recurso y se hacen públicos automáticamente en _dmismo lugar, de modo que las «utilidades»· del patrimonio · estálncambiando allí ya muchas cosas. Ahora el recurso se llama Ciut� ·
l. Según un proyecto ·de Joari Sa
ntacana y Joan S:mmartí, de la Un
iversidad de Barcf• 
lona. y en el que también han
 participado Xa\"ier Hemández, J
osep Pou y Josep Ballart. 
. 
. 
della Ibérica de Calafell Y fundo .. como oferta didáctica p�ra los na l�ornod escuela de arqueólogos t , . esco ares el país �- , ' · unst1co-cultural para el 'bl" - .. . -y-como atraccwnCalafell, la Ciut�della q�� h1co ... e�ener_al. Es evidente que; para mundo ignoraba que bajo a ªfe -r- s ano� p9-�:istía y todo el tir nada parecido es ah que s°. ar q�e mira al mar püaiese exis-. ' ora un nuevo recurso , · · · pieza a generar renta de 1 . . . .. econom1co que em-1 . , a misma manera que la l . �c1ones que hacen posible u 1� . · gen.e_ran as insta-
disfruten de sus pl;;tyas. q e _Q�sitantes de la villa marinera 
EL VALOR FORMAL DEL _PATRIMOKIO HISTÓRICO Se ha visto cómo la rnateri�.llib� d i ... - . que puedan acumularse hace d. . � os obJetos y el hecho de 
uno puede acumular cosas dif �m_1srnos cc:isa .c!e valor. Pero ción de criteriós. diferente ./rellJ:!�s mas o m_enos valiosas eñ fun�. _. -
t 
· · . s. ,_n os «tesoros» de l · �anos gnegos se depositaban oo-: et�s u . . _?� an�!��os sa_�-- -tima: e)..,'Otos trabaJ·ados en ,..2..::...1 �'t- e_go2ában c:k ... 1ma .alta. es-__ � -maui�Jetos d -
una razón de peso añadida ue ..ila- v l � e ºf<:. o marfil. Hay .. corno los citados· el que t _q 1 · •. a or a deterrnmados obietos - --- - .· a raicran a at ·' d 1 J · hecho de estar fabricados :::: !... •• enc10n e ser humano por el . p 1 · . con una matelia qu l 1 -ero e encanto del oro las iedras ___ ·. . - e ape a a_ os.sentidos. 
se debe tanto a las cualidad p . -, preciosas, el marfil o las perlasreza, brillo ... - corno al h �s dntQ1?:ec;a�ck_eitos__!P9._!erial_es -du­la escasez y la dificultad e� o be qu�_ estos materiales sean es.cas�s� --h 1 e o tenc1on se suman t acer os especiales objetos d d _ _ ¡;-y· TI ::.. . - . �n es e caso para presentan las obrás realizada:. ��- uegl:re�tá ·el artificfo que� -· ---El oro es en este capítulo el iiié1al , . . . - -cara funeraria de oro de Acr -;· . m_�s am�op.ado._La más- - .del p�blico qu� se acerca al<=>�n��:� stgm: !tüpá�udo los_ sentidos_:_· -.nera a corno debía impactar los . . cont�pla1Ja_�-�?.._m1sm?( I1.1?..-: ______ ·-,cos de Agamenón en el . �-<;los-de loS-coetaneos mkéni�-·: _--trina del m�seo, despie�����;�Y mu_e�e. -�x-püe�t��n 1a-�;í�----_-_ · --­lego que entre el público experto�is entl}S.�é!��Q �IJ.t��- eL:R.úb}ÍcQ - -· - -nea Pa1-tenos era reputada. t · ª e:t-�����s�l-���ntina de Ate- --_­P?nían los ciudadanos de ::::a��{ fbJet� mas \?!iQSQ _�-9üe -�n_s-,--=: ... · .- . � ...nio de su artífice es . - . � a cahdad de la factura v aJ-�;;:s-:- ·:-:-. --··. preciso anafür y posibl - - - . .. � . <=> cima en el aprecio de sus pro ... · .' . l (;!rpeme.�1tµar p9:r· �n- .. -·· . que estaba hecha Sirnrula "dp1de Lanos, e valor de los materiales de - - .. -d d · , <=> n ª v exotismo so t d es que espiertan eli:I� ~-;--:'=-d • ·. - ; .: .- - .. n- 0 ras o� cualida­rnas m iscnmmado. Estos dos eleÍnen-
Página 9
74 EL PATRIMO.NIO HISTOR1CO Y ARQl..'EOLOGICO: VALOR Y USO 
· ntos reforzándose mutuamente y tómados en su i·adicalidadtos JU , . . d 1·u . . . l R d. on Iuizar en la Edad Media al mito e mcorn.10 y en e ena-:er_ nto � Ja aparición de las Cámaras de las Maravillas. En éstas c1m1e . 1 •.r:.- • ¡· b d 1 · los natw·alia, rarezas de la naturaleza y os a11z11cza za, o ras e 1_n- ..
enio humano , se exponían costado por costado. Eran cla�os obJe­fos del deseo por su preciosismo o porque tenían el atractivo de l? raro y proporcionaban a sus propieta1io� �n am�a d: poder, prest�­gio y buen gusto. La antigüedad y la umc1dad anadian nuevos ah­
cientes a cualquier obra humana o de la naturaleza. f.\quel que po-. see el objeto más antíguci 6 la."piézáünica: sabe qu�-tiene -un tesoro----
que los demás enYidian. . 
· , . La obra de arte, más aseqmble que el µutico cuerno y protago­
nista · de las 2:ale1ias de pinturas y de los jardines de esculturas del
Renaciniiento y del Barroco, ha constituido a lo largó de la historia 
. un valor especial. Une a la belleza la excepcionalidad del acto hu­
mano d'e la creadón, · émulo del supremo acto divino. La obra de 
arte puede que sea un objeto más pero contiene en sí misma algo 
más que un objeto hecho con miras utilitarias, ya que no agota�µ 
r�zón de ser en la pura funcionalidad. Su ir más lejos es transmuta­
dón o metamorfosis, lo que la hace única e insustituible . Pero al 
marizen de la capacidad para meta�orfosear la realidad y trascen­
der que pueda atesorar la obra de arte, a nosotros aquí nos int�resa 
· 'considerar un f;:i.ctor adicional de valor que la obra de arte pone de 
manifiesto: el artificio. A más artificio, rnás �lto -generalmente ha 
parecido a los ojos de los hombre_s · el yalor de una obra de arte, 
aunqúe esta cualidad no sea exclusIVa de la obra:de arte. . , · · El artificio en sí como fuente de valor merece una reflex10n. El 
artifició es cosa de a11esanos o a..-t:istas.)'Jqs remite a la obra hecha 
con conocimientos y: destrezas por manos humanas. Una obra de 
arte es valorada porque es bella, armónica o pi·eciosa y porque sólo 
unos pocos escogidos tienen l!=t fortuna de saber modelar la ·?�t:1r�­leza y crear formas con la pericia suficiente. Detrás ae la art1fic10s1-
d�d, en ocasiones aparece aún el genio , que es una ·rara cualidad de 
la persona artista difícil de sop�sá.r y aún más de objeti;1ar, ya que 
sólo en parte parece que recaiga sobre el producto en· s1: en formade valor añadido. Pero éste �s otro problema. En cualqmer caso_, el· aprendizaje necesario para alcanzar un alto 1:-ivel de _con�cimie��o
y pericia· casi siempre es .costoso y largo y exige una alt_a mvers10n 
de esfuerzo y de dinero. La obra de arte personal con tmtes de ge­
nial necesitó siglos para revelarse ante los ojos de los hombres
como un punto y aparte . De forma parecida; la distinción entre ar-
EL VALOR DEL PATRlMONJO HISTÓRICO COMO RECURS� 75_ . tes mayo:es y artes menores, y entre bellas artes y artes decorativas se_gener:o en el transcurso de la Edad Modérna. Vasari cerr·fi , 1 ongen. Cuando a finales del siglo :xvm apareció el objeto ind�s�º-:.i­fueron los_ propios fabricantes los que mostraron prevencio�escon!ra s�. produ�to en lo que a corrección formal se refiere. El. n�_evo obJet� n_acido de las fábricas, hijo de una racionalid.ad. tam­b_ien nuev�, imitaba los objetos hechos por los artesanos v los artis­:as y tendia � omame��arse en exceso, de manera· que Ja-form� lle-:,,aba en ocas10nes a disimuiar o traicionar la función. . También cabe c _onsidei-a� como fuente de valor la pura antigüe­d_ad. No es tanto la idea de tiempo, que también ·es fuente de valor,s:1:º que en este apartado nos hemos de referir a las consecuenciasfísi�as del paso d_e� tiempo, es d_�cir, a la huella que presenta el objetoantiguo y. a la pati�a que _confiere el paso del tiempo a fos objetos·,que �e obsen;a a simple .vista cpn un p·oco de entreno.- Cuando nosrefe1;1:-?ºs a la pátina del tiempo significamos también restos y .s.eña­les físicas _ reales que añ,aden. valor al valor formal; es deci no·· s� ·trata de d:scursos huecos sino de señales sibilinas reales que operanuna especie de tr�nsmutacióh visible que enriquece al objeto. Pense­mos en las reacc10nes del público cuando una conocida obra acabade ser restaurada, al descoI!cierto con que acostumbra a ser. recibida? a :as. reacciones contrariadas que despierta. Es una reacción casi1�stint1vacontra el sacrilegio de haber robado a Ja obra la pátina delt�empo. �n las artes de_corativas ·y en los objetos arqueológicos la pá-. tma del tiempo es parti�ulaimente apreciada, ya que no acostumbraa haber detrás de los obJetos ninguna firma célebre v Jos anticuarios comprenden muy bien este valor alternativo. ' � . �l contexto e� el que <;:abe situar el valor formal de los objetos·empieza a estar d,elimitado con lo que hasta aquí se ha dicho. ¿Cómos� :econoce, �o �r:srante, ese valor? ¿Quién se dedica a póner de ma­ru�esto_ �1 va1;1r J.Ormal �e los objet�s? En principio, el contexto de.. atn�:1c1on ma_s_reconoc1do es el académico, con el museo como ex-. rens10n Y la cntica profesional, aunque también se interviene colecti­vament� d�sde o�as atalaya_,s qué surgen naturalmente del tejido delas r�lac1�nes sociales co�o los liderazgos sociales, los medios de co-. mumca�1on_ o los poderes políticos y económicos. 
. La atribución de-valor
La naturaleza hum�na es sensible a las formas, las texturas,los colores Y a otras cualidades físicas diferenciadas de los objetos.
Página 10
Unas y otras gustan más o menos, nos entusiasman y nos seducen
0 despiertan reacciones negativas en nosotro_s y pocas veces -�os de-
jan indiferentes. El proceso que ha de segmr toda evalu_ac10? for-·
mal de los objetos pasa por atender a todo aquello que mqmeta a
nuestra percepción sensor
ial. 1,Jn punto de partida del examen, fun­
damentado en datos objetivos directamente perceptibles, es que los
objetos, · corno fragmentos de materia que son,_ oc�pan espacio "!
pesan. Inmediatamente se constata que la matena solo es percepti-
ble al ojo humano por las formas. Color, dureza, textura y estruc­
ªtura (en el sentido ·de distinguir partes y componentes) son otras
propiedade� y condiciones que fácilmente son-captados por él sen- . ---­
tido de la vista v el sentido del tacto. El estudio formal de los obje-
tos pasa, pues, ·en sus fases iniciales por captar las características
físicas y enseguida por atender a la forma. El examen físico estricto
permite asimismo: recoger iµformación de tipo tecnológico. A este
nivel puede empezar a ser necesaria la contribución del ojo experto
de distintos especialistas. Las ciencias físico-químicas, la geología,.
la bioloofa y aun otras disciplinas aportan conocimientos funda-º , 
mentales al tipo de examen que precisa a menudo un arqueologo o·
un historiador: del arte. 
Pero la e,•aluación formal en sí misma tiene por objeto la con­
sideración de la forma. Forma es materia delimitada que se hace 
aparente por contraste con el vacío: Las medidas, el peso, el bulto,
las proporciones, la línea que describe una superficie, el vacío que 
por contraste se muestra, son cosas que se van captando y que. des-
. piertan sensaciones en el obsen1ador. En tanto que objetos fruto
del artificio humano, los objetos que consideramos, los objetos de 
la historia, tienen partes y componentes e incorporan niveles de 
trabajo diferentes. El valor formal de un objeto se incrementa 
siempre en relación a la calidad del trabajo que incorpora. Por tal 
entendemos cosas como el tale:i;ito, la pericia, la rareza y la geniali­
dad que se nós muestran por rned10 de la obra y que sori cua!idades 
humanas atribuibles al artífiée, y que pueden aproximarnos hásta 
los márgenes de la perfección y la.belleza, términos que relaciona-
. mos con un ideal por la dificultad que tenernos de explicarlos de 
otra manera: En determinados objetos_ la forma deberá contras­
tarse con la función y estimarse hasta qu� punto ambas nocio:qes 
llegan a corresponderse. En muchos otros objetos deberemos fijar:­
nos particularmente en la ornamentación y calibrar el ritmo de las · 
formas, la correspondencia entre las partes y el todo, el equilibrio 
de las proporciones, etc. 
Los hi;toriadores del arte han sido tradicionalmente el tipo de 
especialistas más indicados para ocuparse del valor formal de los 
objetos históricos; El historiador del arte, al pretender capturar 
aquello que es específicamente artificio ha tendido a distineuir en­
tre objetos útiles y objetos artísticos y ocuparse·exclusivarn°ente d·e 
los últimos. Ha perseguido distinguir en los o.bktos un valor form�l 
que respondiese al hecho de que su contemplación produce emo­
ción o placer independientemente de cualquier otro beneficio aña­
dido que también pudiese proporcionar al ser humano. Por eso sa­
bernos que cualquier instrumento puede ser una obra de arte, pero 
que no todas-las- obras de arte son instrumentos. . . 
- El objeto úti1 o instrumento por excelencia sería aquel en que
la utilidad es inherente al objeto. Por eso J. Maquet opina que el 
objeto útil puede llegar a comprenderse al margen de. cualquier 
contexto cultural (Maquet, 1993, 30-31). Así, un mango de madera 
con una cabeza metálica cortante es un hacha aquí y en la China de 
los primeros emperadores: la finalidad de este objeto se hace evi­
dente al contemplar su diseño y los materiales con los que está he­
cho. Lo que no está totalmente claro es si existe realmente tal ob­
jeto.·En cambio, sí que está cl_aro que un instrumento puede tener 
un alto valor formal si está expresamente bien trabajado o particu­
larmente b�en diseñado y acabado. Y puede tener un valor simbó­
lico si, como pasa con el emblema de la hoz y el martillo, un instru­
mento se muestra asociado de una determinada manera a otro. Eh 
la práctica, la distinción entre lo útil y lo bello no es siempre clara, 
por eso es lógico que el arqueólogo ti�nda a preocuparse más por 
los objetos que sin1en para alguna cosa, independientemente · de 
que sean o no bellos. El arqueólogo busca objetos útiles al más co­
mún de los mortales, porque, como abundan más, puede aspirar a 
reunir más información sobre la sociedad que está estudiando en 
su conjunto. El historiador del arte centra en cambio el interés en 
el producto estético y establece criterios de clasificación de estos 
productos singulares, sea por tipologías, por estilos, escuelas, etc. 
George Kublei-_proporciona una definición muy sugestiva de objeto 
artístico por comparación con el objeto útil ó instrumento (K.ubler, 
1962, 16): 
Lo.n;:i.ás importante es entender cómo las obras de arte no son 
herramientas, a pesar de que algunas herramientas pueda� compar­
tir con las obras de arte cualidades de alto diseño, Estamos en pre­
sencia de una obra de ·arte únicamente cuando ésta no tiene corno , 
Página 11
78 EL PATRlMONIO HISTÓRJCO Y ARQUEOLÓGICO: VALOR Y USO 
. . . 
fin primordial un uso instrumental); cuando sus fund_ainentos técni:
cos y su lógica interna l"!º destacan. Cuando la organización técnica
V el orden racionál del objeto captan con fuerza nuestra atención,
�ste _es un objeto para el uso. Sobre eso Lodoli" anticipó el funciona­
lismo doctrinario de nuestro siglo cuando - en el siglo :,...·vm declaró
que sólo es bello aquello que es necesario. Kant, en cambio, de una
forma más correcta dijo sobre lo mismo que a,quello que es necesario 
no puede .ser juzgado como bello, sino únicamente como correcm o
consistente. Para decirlo con pocas palabr<is, una obra de arte es tan 
iniitifé:oinoútil es--una· herramienta.-De-la-misma.manei::a que las
obras de arte son únicas· e irreemplazables, las herramientas son co�
rrientes y prescindibles o sustituibles.
El historiador del arte pone el. énfasis en el objeto singular, obra de una mente ta,mbién singular. El propósito principal que le guía al afrontar un objeto artístico es descubrir en el mismo un mé­rito intrínseco en tanto que obrá inu_sual que apela a los sentidos. En última instancia busca descubrir o,confirmar la presencia de lo que hemos dado en llamar una obra de' arte. · ' Pero las preferencias estéticas de los individuos no transcu­rren por los mismos disciplinados parámetros que obligan los exámenes de los es_pecialistas; al contrario, están condicionadas por multitud de factores. La investigacion científico-médica ha establecido que hay elementos biológicos que ·actúan e·n la deter­minación de lo que nos agrada ci Il?nos agrada, o sea que existí­ría un fundamento biológico en la configuraci6n del gusto parti­cular de las personas, Si esto es así, las prefere:ncias estéticas de cada individuo t�ndrian t1n fuerte componente personal, cosa que situaría sobre un terreno muy complejo y resbaladizo las interac­�iones persona-objeto, puesto que en última instancia habrían de buscarse las causas expiicativas del gusto en la biología y en la psicología individuales. No obstante, no puede riegárse qué las fn­clinaciones individuales están siempre influidas, p9r un rriarco dé· ·­preferencias deténninadas por el contexto social y cultural que és el entorno dentro del cual el individuo transita, ·observa, aprende y practica acerca de las cosas y la vida. En este contexto social Y cultural trabajan el historiador�del arte y el crítico y del mismo afloran los criterios de valor estético predominánte!>, siempre in­fluidos por las ideas de belleza tradicionales, _capaces ·de resistir el influjo del remolino del cambio, por la pauta que rriarcan suti­les cambios de sensibilidad que sólo el tiempo hárá que tomen re- · lieve, por fa crítica artística del momento con sus oscilaciones co-
. EL VALOR DEL PATRIMO�"JO HISTÓRICO C0�10 . - - -" RECL'RSQ 79 yunturales v sus frecuentes m ·r t · - am1estac1ones-rad· 1" �r_i�tas, por los «modos» del día O d 1ca 1zantes O p-frq1t1va, el cambio de crusto fumo '.3-: por el mercado .. : E-. de-. d "" es una nc10n d 1 . gos e estilo que en un momento dictab e t1_empo, así .los ras-naba y daba sentido a la ad·udi . . an el discurso que de­determinada obra, en otro mo�en��c��n ie valor :stético a una�ado diluidos por una nue\'a ·erar uí n es_aparec1�0 o han ue­fica las apreciaciones de ;� o-eJnt q_. �-de preferencias_ que ,odi-·• y¡ • :::, e e ln\·lta :l TIU"'V?<" ,.; . guenle ourcenar nos deió una r fl .·, . �. --..• s1ones. l 1ar-avatares del rusto salp1·c-ad- d e e:x11on maprec1able sobré los"" ' a. e sun es not ·--,-- b - 1 complejo de atribución de valor a las b das so re e procesotiempo (Yourcenar; 1989, ó8-69): o ras e arte a lo larg9 del
i 
Nuestros padres restauraban'· l � _ / . as estatuas· noc:"�'.""- - · mos .SU lidl",Z f;::,]"''." •· •.¡_¡r _.:..,. ___ __ _ • - - - ·-" YJUita-
harán orobabl --
- .· - ., _¡.,,vece.:,,,,, nuestro� descendientes a sul ve-:-- ememe otra cosa �uestro pu t d . -
' , �,
senta a la vez una ganancia v �a . d"d n o e v1�ta actual r�pre­car una estatua c 1 � . per l a. La necesidad de reflabri-
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tario�. Pero es: :i��t:
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cas a I_a; simp
1
e vanidad de los orbpie­
dos los grandes ·coleccionisi:as /;��t:et; 
tran_za _ que fue 1� �e to­
hasta nuestros día.s nace sin dud d 
enac1m1enro y dur9 casi· . a e razones más profund ,. ¡ 1gnoranc1a, el COn\'encion l° · - . . . 1, as que aMás humanos de lo 
. p. a 1smo º
1 
el preJUlClO di= una rosca limPheza.
l 
qu_ nosotros o somos al - 1 - . -as anes, a Jas que ellos no oedi . - ' 
:11enos e? e ca,mP,o de
de un modo d" 
. • an smo sensac10nes felices, sensiible<: 1stmto v. a su manera nuº - - 1 --soportar ver mutilad� aqu¡llas ' . ,�
stros antepasados no pgdian 
violencia y de muerre ,,,n los- a'· o orasd<: ae_ ardrrte; ver aquellas marcas de. · �- 10ses e pie a L - d fi J dos_ a las antimedades restaurab . . os gran - es a ciona-_.mps·-noson-otsu obra Pued,,, an �orb�1_edad. Por piedad desltace-b d- ,. · - que tam 1en nos havamo 1 ra o mas a las ruinas v a l h . d - - ' - " s aco
[
um­
del gusto o del esoíritu-h 
as en as. Dud��os de una cont
-
in idad
glar las esi:atuas de Prax�:
n
� 
que permmría_ a Thorvaldsen rre­
esa belleza: separad 
'. 
-
' 
- . Aceptarnos con mayor facilida que, a ae nosotros alojada e 1 nuestras moradas, sea una bel le;a 
n _os museos y no ) a en
nuestro sentido de lo t
, ' - marcada Y muena. Fínalm
�
nte -- oa enco se compl - . . ' nuestra predilección po-r el ane ab 
ace en esas mutilac1 nes;
nas, esas -fracturas que neutral. 
stracto n?s hace amar esas agu­
m_ento humano de aquell º 
izan,_ por dec1�lo así, el poderos ele­
nadas por el tiempo . 
a �stai:uana. De toaas la,s mudanzas rigi-- -
cómo el cambio dº
- ' nmr-ina hay �ue afecte _tanto a las est tuas� guSro ae sus admiradores.
Página 12
;::,c::rna e1 pnmer ejemplo de diseño humano que combina a la per-
,...,,...,., 1..., • ... - ,
v
• .. ---·· 
feccióri la cosa útil con la cosa bella. Lo que hoy en día conocemos 
.I.tlLVI ut-t..-
. , aras de una misma· realidad, la c�m�i:irnente por diseñ? es pr?ducto �e 1:n ?eterm�nado :�nte?,:to Forma y �ncion so:1 las dos e ás ue a veces parece que se h1stonco: �l desarrollo mdustn�l. El diseno mdu_stnal n�c10 c?mo · 
realidad objetrva del obJe�o, po� m t q . sensible, a aquello que una necesidad para hacer plausible el arte en la mdustna. La idea . opon2:an. La foryna se r�fie��- ª ª �a �a. ón tiene que ver con el de hacer compatibles arie e industria, obsesionó a nuestros creado-. 
apela� a los sentid?s d:l mdn·�duo. ª. t�1 en términos sociales al res decimonónicos. Por ejemplo, el sabio catalán Sanpere i Miquel; � · uso y con una ú1t1:11a 1D;,stancia que �xp 1\.ón sensitiva, que por sí que estaba al corriente del debate arte-industria que se desarro-
objeto y que va mas �11� de l_a t1ft im
pr� �pólo2:os y arqueólogos. llaba en la Inglate1Ta ,·ict01iana y conocía el Museo Victoria & Al-sola tan a menudo deJa :nsatls ec os,ª �n Je los ;bjetos producidos bert de Londres. encabezó su tratado sobre el diseño industrial Es así como todos O la mm;nsa ma) ºt1�d d · aunque sea en el caso --- -- -- --- - L'Aplicació de l'Art a· la Jndústria, publicado en Barcelona en 1884, por el ser humano contero� an tna �-� 1 da e�tética. A este respecto con el siguiente pensamiento sacado del refranero · inglés: «una más extremo una pura Y simp e duti� �endt cuando apunta a la cosa bella es una joya para siempre». -· _ son esclarecedo�as las pala�r� de t ;f ca (Arendt, 1974, 230): Entre los bienes culturales, las interacciones forrna-func�ón 
aparente paradoJa de una uti i ª es e 1 tienen_ gran importancia; a menudo determinan el destino futuro
_ .· 1ii de tener apariencia�_g.e ::i._f!Í 'll:� �<:> hay� <;le los mismos. A pesar de que l?s ,,aJores formales de U:n bien cu!-Todo lo qu e exiSte 1 . d de al!!lin modo su uso funcional, Y tural puedan gozar de autonom1a con respecto a otros valores atn-ningüna cosa �ue n\t�f:��e: f:aldad,"'se identifica con sil apaiición buibles al bien, en relación a estos otros, fundamentalmente valci-su trascend1encia, sul ,·eea . ,- res simbólicos o simplemente utilitarios, son inevitables al2:Unas 'bl" ve qu e se a · . � pu ica ., . implicaciones mutuas. La más eviaente es la que se produce entre 
, es es el «reconocimiento» social, �n el senti�o de Y�r;Y l?s ,·alares formales ci simbólicos, por un lad?,) los valores �tilit�--�si, pu ' ·te reconciliar las dos realidades, la mt:racci?n nos, por otro. Cuando en el mundo real los bienes ,culturales se ut1-asentir, l� que pern�. eto a menudo provoca entre los estudwsos m- lizan para vhir puede pasar que la búsqueda de las mejores utilida-de las cu . e�e� :i��icas. Este ver y asentir estarí_a en la bas� de 1� des P?_nga en �esgo potencial de degradación formal el objeto en t�rpretacio �- - que corno sabemos combma la fun�10?�h cuest10n. Por e3emplo, las reformas que se emprenden para ha·cer que llamar�s isen�ético. Si pensarnos que en e� objeto h1stonc1 habitable y energéticamente eficiente un palacio bc3:rroco es fácil dad cof e e ecto e� función pura y que todo obJeto creado por e que provoquen modificaciones en el edificio que .atenten contra su no hay orma pura d a ·al2:Ún impulso para satisfacer al�I;ª nece- integridad formal y_su estética. ¡A veces no hay manera dé hacer s�r humano res�o�o: los ;bjetos inéorpóran forma"! funcwn Y s�� pasar el acondicionador de aire o el ascensor! _Pero también se pue-sid�d, entonc�s �, En tocias las culturas ha exist1do;pues, ne�e- den producir fricciones entre el valorformal y el valor simbólico de soc�almente et�-'�� de objetos, el cual se ha mrn�trad? meJor _ un objeto; por ejemplo, cuando la autonomía del valor formal hacesanament;, e b" is\nte ha llegado a combinar la func1�nahdad del · que sea percibida independientemente o eri contradicción con el c��nto mas sa ¡a�0 estético. Para el filósofo J. Mosterm, las cutu
- contexto histórico que fundamenta los valores simbólicos del ob-o Jeto die _?� suale ec unca separan lo que es estético de lo que es n- jeto histórico. Es un lugar común la crítica a determinados museos rastra c1on es n 1 . ld l diseño humano - 1 b" · d d' ., , · -cional (Mosterín, l993, 124), por lo que1 e 1:
1v� �e desarrollo ma- q�e ejone�- os o _J_etohs. P1;1:1ªn 1o s1u 1medns_10n estet1ca- po1r en-t, fun ión de las épocas ni de os rove es . _ cima e su 1mens10n ;stonca. n e uso po namos poner e caso no _e� ªven dad�ramente akunas de las más altas cotas del �iseno, hipotétjco de un museo etnológico que mostrase los objetos contra-tei-;a hi �r ·a de los ho�b:es se encuentran en cosas tan_sencilla�l) diciendo las interpretaciones simbólicas. Hay toda una tradición �:l ªare: ���o los vasos de cerámica neolíticos o las ?º J_as de lª 1: · museológica que descans� encima ?� la i_nterpretación pu_ramente de �ílex del hombre cazador. En concreto, el descu�rn::i:e_nto \e- formal de la cultura matenal. Tamb1en existe el caso, que tiene mu-. t , n el caso dél bifaz por el hombre pre histonco, rep cho de estructural, de limitar a una solá las posibilidades de lectura s1me na, e . ' 
Página 13
. . tl.uchos ob"etos creados por la re�rolución in-del o�Jeto h1stonco._�l XIX ar� satisfacer una nueva d�:11anda de dustnal durante el si"' o p 
l' paras es· tufas utensilios de co-. · eos como am , · ' consumidores europ 
, 
1 useos lócricamente; Sin- e·mbargo, cina, etc., han ido. a par
b
ar a os 
:Ude di¡tin�as disciplinas; unós sons acostum ran a s�r . . . t , -
estos museo 
. . . d. 
. 
historia otros de ciencia y ec-d rativas otros son e , 
- ¿· 
de artes eco · • 
locales que tienen colecciones iver-. ·· otros son museos · 
1 · · d d 
mea y aun . 
. so-os de la historia cultural de a comum .ª . sa5¡ que re_,p1e�en�an !
ª
1"' museos los objetos inevitablemente p1er-. ·- - E? es_te �¡51to 
s
i':'Íi:do social original,.pe�o alJleg_ar_a su ts- .den parte e su � 
1 dos aún más restnmndamente en n- tino tfenden a �er c?n1
�m� f del museo O de j;_s preferencias de ción de la obediencia . isci� m�o una de las diversas lecturas quelos conservadores, pnm�n ° s · 
aún puede_ �epara� el o'?Je�
d. la restauración de monumentos está Tambi�n . la lustona e . En realidad es la historia de una llen� _de friccion�s de :st: 
u�: busca de la «verdad» histórica y latension entre el 1:gor �ecm�o 
tiva ue enfatiza los \•alores formales. tentación e,?ca�n:a e r
:f 
f gina 
d 
. 
\ima el valor reconstructivo del La visión histoncista e pasa 
� 
p
b. ó ser'. en base a una aproxima-pasado tal como p_ensamos qu
l
e 
: .1, es�eticista prima el impacto - . •fi t mientras que a vision - . 
1 
ción c1ent1 s a, ' . 
E ta última como querían os emo:im1a1 y formal de l
�
s 
:��i:ne� ;:vestidas de sus esplendores romanticos, las rui_n�s s
d 1 
. 
bien a la vista como abandona-1 con la patma e tiempo - ' , 1 1 _ 
. natura es,-
. . . d .. n como espectacu o para o� das al destino, mientras se re1vm ica 
. .
. ·.senti
tf �oder del estímulo e¿tético ha sido n:1uy
l 
fu e
�
e. Com? ºJ!: 
. . 
984 7) robablemente haya sido a 
. 
e�za mas ... Lipe (bpe, 1 . , u1' 
p
d al ovimiénto conservac10msta a -lo largo siva que haya imp s
al
a o 
. 
m
_ tampoco sería lícito hoy día des­de su historia. En cu qm�r caso, 
. altar otras dimensio:ies de los preciar el poder de la Jte:a pa:;::empre de la base de que el po­bienes culturales. Se, 7 ena pa 
d ertar el interés y crear afición der dei estímulo eSteti�o para esp
l s como �Lpoder de sim-entre las gentes es tan importante a meno . . . 
. bolización. 
· · 
ro DEL PATRIMOl\.TIO HISTÓRICO EL Wi.LOR SIMBÓLICO-SIGNIFICATI\ 
. .. . 
1 a el de la arqueología afirmaba que l_a- J. Deetz, _al glos�r e p .P_, 
delada culturalmente que pro-cultura matenal era mformacion mo 
. .
. -- --- ... ��'-'~'-u LUMO RECL'RSO 83 
porcioná _al arqueólogo elementos para formarse una idea sobre cómo era la \'ida en el pasado (Deetz, 1977b, 10). Goran Rosanderencabezaba a principios de los años ochenta un movimiento reno­vador de la museología sueca que considerabaJos museos como lasinstitutiones · más adecuadas para acumular conocimientos sobre la sociedad y documentar su pasado y su pres�nte, porque com­prendía . que los objetos, la auténtICa razón de ser de los museos, eran portadores de . información y constituían histr:iri<> "'v-!!é:t1;..ll­zada (Rosander; 1980, 17). Am hnr :��L1monios, de escuelas diferen­tes, ?.ps. •• e 2:: tJviic::r el acento en la palabra información, coinci­dían en adjudicar uri papel central al objeto en sfinismo como ve-,--,hículo de conocimiento. En el mundo moderno el museo ha sido consagrado como el luE:ar idóneo para conservar detenninad()S_QO:. r jetos COI1UilvctJor es_p_�iaI:_lo_s __ o.bjeio.s.deLpatti_mQpi<?_':'__li}_tural. El . . -·' museo instituc:iéín_ es avalado por la §ociedad porque existe la: firme creencia de que hay ÓbJ�!.Q§�que.han lJegado ha:sta riósotros ·que- es n:, bueno censen-arpara- el bien .píibHco·, 5;a:· que . ,,alen alguna cosa - - -- .. -Jnlís�"que�la
--
-pí:ii-á�irripresióri que pro,·ocan al mirarios;· que tiene11 j · · .. .· . mérito y algunas virtudes más que los hacen merecedores oe Yn-es-:..¿- •'- . -· --,pecíaTrespeto·5,-que·qiiiza güardáii"alguri sefüído·ignoto que es pre-:/ 
-i��a'tff WI�"'J)¡j_f o.=.::::1::_º· '1:
u�_Jé5@?:"1}'fiii;nf�c!iLJi- :_ �---· -
---·~vamos a discutir algunos aspectos-acerca del 00:fe-to- cemo-ve------�--·-·hículo -de comunicación, ya que }:ia de aruda111os a cmúpiendú d papel del objeto real y auténtico del· pasado que sacralizarilos en los museos. Las sociedades humanas., a.parte .d.el lenguaje yerbaj_y_· .___:_ __ _del lenguaje corporal utilizan para comunicarse unJenguaje socialformado por signos y símbolos que se vehicula por medio de losobjetos. La ropa y los adornos personales son una de las formas más universales de este lenguaje social que.los i:o..dividuos utiliz:a,n_ para expresar cómo son, cómo . .viv.en"; c9m_o :se•.,siénte_IT 0�_�9:i;nc;r-:- ____ ·: �·--:=.quieren que los demás interpreten el lugar-que ocu·pa,n aentrQ .deT_�-- �. �-�grupo: En :nuestra sociedad, el automóvil es un casCY paradigmá- -------:.tico de lo mismo, como lo pueden set_ otros t(!ntg� ej�m:ptos�-. -.-..::-=-_nuestro universo ·material que taml::>ie-n·potlríirn1<:>s-pmrer.-t_ri_s 6-b:-__ __ _. � · jetos, sobre todo los cotidianos, son_ soporte� v.ehícu]o_de..un sis-_ .. _.-=-"--::.-� ·. -tema de comunicación social muy común entre los humanos. Alreflexionar-sobre los objetos de la sociedad consumista contempo-ránea, Baµdrillard se preguntaba por los procesos en virtud de loscuales las personas entran en relación con los objetos, y por la sis-. temática de las cpnductas y de las relaciones entre personas, resul-
Página 14
' óRICO y ARQUEOLU\Jl\..,V
• • ------ -
84 EL PATRIMONI
O HlST . 
. , -. . n los objetos. Baudnllar
d quena sa 
. d de· tales interac
cciones co 
ta o 
b Por 
eJ· emplo, · · · · d l . er, . 
es1· dades aparte � as b. qué otras nec 
' · · 
. 'mo son.vividos los 
o 1etos , a , - n las estructuras mental
es .
co • f · 'n cuales so d. 
funciona1es, dan s
atis acc10 , 
funcionales 'Y las contra 
icen, e:1 .
que se solapan con 
l
l
a� 
e;:ru��::l�� y transculmra
l se funda su cot1-. 
é sistema cultura , m 
ac � 
?) qu 
.d d • :da (Baudrilla
rd, 1984, - · _diane1 a nn ··· 
·· · , . . odríamos hacemos resp
ecto a los 9bJe-
Preguntas pareci�p.s .P.uede retender que -n
os -interrog��If!.�� -
tos del pasado. Pero 
e.se p p 
b" t de otro presente
? Si es de 
. 1 d dor de un o Je o 1 S. obre vivencias a re 
e . 
d haber vivido>>. 
Poro tanto,
, . 
. lo po en1os « •¿ e 
un pasado histonco 
no
1 t :nos buscar un s
ent1 o. orno 
ma,.s que vivencias deb
emos p an ea1, ·n· as cuando el hombre pro
­
. · · de estas pag:i • . • · 1 va se ha dicho al pnncip
io . d 
. :--ficados. Pero ¿sigmfican 
a -
duce objetos, está pro
ducien { �ig;�el pasado? El significado de
QU.na cosa· para nosotros 
los o. Je o ·festar el sio-nificado de u
n
º 11 ue quiere mani 
, º ·f . ..
una palabra es aque o 
':l, 
11 ue el objeto quiere m
am es_ta�.
objeto debe de ser tambi
en aqu� f 
q 
, s o menos explícito o qui 
zas
·un len!Illaje en este c:;i.so 
no ver 
d� ' 
ma
eJ·o1· el p. ap· el de la signi
fica-º p · der estu iar m · 1 , s·incluso velado. ara po . . . . démonos de la sem10 ogia. .
l 
ción en los objetos de la 
hlstor:ia 
ayd
u 
al!!1.ma cosa. Los signos, e!-·. •fi es · que es si
c-no e � 'fi :1.
un objeto sigm ca .. d
º 
d. ·s el carácter especi 
co u 
. · sobre to o me 10 ' ·. 1 c.. n-·ciibe Heidegger, son . . » (Sini 1989, 23); es decir 
que a ! ll 
Íos cuales consiste e1: «
md1c
A
a� 
l T;�e EiffeI funciona 
como s1gnc
l
1
. , d 1 
. 
o es desig:nar. si, a h es que l' cion e sign .� d d d París Es un h
ec o, pu , · 
que designa a la c1).l a 
e
d l q�al da testimonio e
n algún s�n­
sig:no nos remite a otra 
cosa,
� 
a 
, dium que nos pone sob
re ª'?(> 
tido · o en otras palabras: 
hac� e m
b
e . 'n se habla del signo ling
u�!'-·
' l E sem1oloo-ia tam 
ie . •fi , 1 s1•'
·
acerca de a go. 1:, . ¿° . diente entre el sigm cante } 
e . � 
tico como la relac1on mter 
epen 
l len2Ua como una 
estnll ·
nificado, lo que presupone 
ente
�
d:r 
e:tonc�s tener el cará
cter de
tura. Puestos en este terreno
, po 
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ª
to porque representi3-
a1gun�
sic-no una cosa como nuest
ro o Je , 
p1·oducto de una cu1t
ura. ( .. 
0 
d , 
• en tanto que · · ._i:n·cosa distinta e s1 mismo, d 1 . •ficante sería la 
matena · ·.
decir de una estructura, dor 
� e 
-�
l
�o el receptáculo de 
deteJ�
ll 
sible que da tes_ timonio y e sigm
 ca 
t que el leng:uaje 
de ,�· d os pron o � m-' nadas contenidos. Compr:n em . - , ·mo potencialmen
te, C.0• 
sic-nos por medio de los obJetos es 
nqms: 
b l .porque 10s s
e�
10
º 
es el len!!llaje del cuerpo o el leng
uaJ: ve�
, 
a 'han sabido s:t•
.l-·� . •d d d comumcac1on humanos en sus necesi a es e . d. osición. 
partido del mundo material que
 tienen a su isp 
El filósofo norteameiicano Peirce estableció a finales del sfofo 
, pasado la qUe ha sido reconocida como definición clásica del 
signo, así cqmó la piimera clasificación de los signos, y por todo · 
ello es considerado el padre de la semiología. Peirce definió el 
signo como una cosa que para alguien, de una u- otra manera, está 
en el sitio de otra cosa. Su clasificación de los shmos en relación al 
objeto o idea al cualremiten, distingue entre ico;os, indicios y síni­
bolos. Los iconos designan por una relación de parecido con el ob­
jeto designado, por ejemplo una señal de tráfico que muestra dos 
niños silueteados quiere decir que por aquel lugar cruzan escala-. 
res: Uri._ indicio expre·sa Una i"elación de conexión «de hecho» por 
. causalidad, procedencia o anticipación; por ejemplo, si se ve humo 
es que hay fuego. Un símbolo expresa una relación normativa o 
convencional, generaimente de carácter arbitrado, entre un objeto 
y aquello que representa. Por ejemplo, una cruz blanca de brazos 
iguales sobre fondo rojo representa un país, Suiza. Los semiólogos 
ad,·ierten y el mismo Peirce ·va lo dice en su definición de.sümo,
que para que un sigrio eiista.ha de ser captado o entendido c;mo 
tal signo. Dicho de/otra ·manera, Ún signo significa sólo si el des.ti­
natario del mísmo_�es _-capa,z �e 1::i::1tenderlo como tal •sigrio. Trasla-·
dada a nuestros objetos esta c9.r1q.}cióri nos previene que hace_.falta
'c111plazar las relaci()i¡eS imagen.:.cóntepto, es .decir objeto que signi­
fica y significado,. dentro de un contexto social-cultural determi­
nado que admita la posibilidad del acto de la comunicación. Pero· 
¿existe tal espacio de encuel}tro en relación a los objetos del pa­
sado? ¿O es que hemos de crear un nuevo espacio o «transespa-
! - cio»?
· La mtiseóloga S. Pearce ha tratado de situar los objetos del pa­
sado que guardamos en los museos en_ la perspectiva de los signos, 
rec
1
onociendo par¡3.lelismos entre la lengua como · estructura y la 
cu tura material como estructura. A tal fin ha estudiado con deterii-
miento un objeto muy célebre del Museo Nacional de Es�ocia, la 
espada_ que llevaba el jefe escocés en la batalla de Culloden de 1746, 
!11°mento culminante de la fracasada rebelión jacobita contra los .. 
ingleses (Pearce, 1992, 24-29). Es como si desde Cataluña estudiá­
:mos el legendario tambor del B.ruc, que de hecho se consen•a en 
 J
1u:eu Comarcal de l'A noia en Igualada, en relación a lqs hechos 
f _-. de _Pn:ner com_bat� del Bri.lc contra lo� soldados de Napoleón el 6_ co!uni? de 1808 (fig. 2). La espada, al igual que el tambor, operan. -
�
0 signos, tal_ como_P�ar�e sostiene, p�rque allí estuviero1; real-
. -;L,,- te, como obJetos d1st1nt1vos y necesanos de los que se vaha una 
Página 15
• ÓRlCO y ARQUEOL
ÓGICO: VALOR y u:,u
EL PATRlMONI
O H1ST - -
86 
. --
. , rmin ad a . P ar a 
n osotros, es-
- n t e c oncre t a en u
na situ ac1�n � e�
e
a un a t ot alid ad d e l a cu al f
or- -
g e 
d 'tam_b or equiv
al en o sust1tu?-� . h echos d e gu e JT a. P a � ad o 
el 
p a a J . 'nsec a : los respectn os uedan los ob- -m an p arte mtr1 b -d ·mos· en n uestr
o c as o q . 
b . o u ed an l as o r as, 
ec1 -
, 
a u es el lu2: ar d e un a a 
s-
���::. E(obj eto histórico con�re t�:��1i�i�v a , 'el obi�to es p ar a n o --
tracción q ue ll am am
os ,p asa 
?· l u; ar del p asado d el 
cual em an a . 
sot=OS �,;�i��:i
u
:b;i�
r
��:ti;�c_o,� p asad:::��:
al
J:t!�s:d�
º
:U� __ P e 1o_h __ - d . hist ori a m at en ahz ad a , :::: - - - -- tras v p ara uerí a Rosan e1, _ , si empr e , p ar a noso _ � q
e -presen t a y q ue r ep:es
en t ar a p ara 
n adie podrá cambi arl e 
nunca 
r 
- . · emder as, por
que 
h l as a ener ac1 on es ,_ -
. , al con los hec os. -
- -
Su c�ndición , esto es su c on
ex10n r e
a
'ficam en t e m ediante el p ar al
e­
d , xpresarse 2:r Todo esto p o 1:ª �-, 
. 
d e G, f orma sigui e nt e : 
. 
lism o c on el signo lm
gu1st1co , 
SIGNO 
Imagen 
Concepto 
SIGNO 
Imagen 
Concepto 
• •fi do ún i�o 
Ai
arre an un s1gn1 ca 
. 
..
L os obj e t os d el p as ado n� ,ªf de si2:niñc ado dif ere:1�
es qu-,
. pu e den acumul ar rm e 
es__ -
-
ne de m anifiesto e, 
f�;::::��ec e n vistos en el ti emp
o t��::S
º
t!; ado de r eferen�i:i.
estudio semiótico de Pe::e
:u�::sp�d a y nuestro t amb_
or .s;c
:�:
Cu ando el tiempo p asa , . pt1ºble a el ementos de s1
gn1
l 
. ; ...
f i imperce - . re aCll"· asoci and o de o rm a c�a no se pu ede decir q ue 
ex1s! a 1:11:ª dos cor.
n uev os c on l:>s �uales :-, L a nu ev a const el ación d�, 
s1g�1fic:n1oncode c aráct er mt�nseco ._ . 1 m anti ene una rel a
c1on u e� e 
didór­los cuales el ob� eti ?,�,g
m�
os 
objetos q ue c onserv an :
u �ºfas. ·rl�
el c aráct er d e :1m oi1ca: a o perar t ambién corno 
s1m o 
'rnboll-r'de si2:nos empiez an, p u
es,.
d func1· onan también 
c omo s1 ,,¡o�:>-
b º d el pasa O · d a an,• 
· 
t anto los o J etos zo'n d e un a determma ¡�, ,�1 · p or ra l cua e,;. -cu ando se l os re ac1 on a , . . c on cosas r esp ecto a 
as 
·b:d a o de form a arbitr an a , perc1 i 
,.__,,__ , .-,,1-vis. u.c.L rtHKlMUNlU HISTORICO COMO RECURSC>. 87 
no maútienen un a r elación intrínseca. El t amb o r_ p odrá ser el sím­
bo lo del espíritu d e r esist enci a d e l a g e nte d el p a ís fr e nt e a los inv a­
soiªes. -El t amb or v el mismo anónimo t amb orile ro, fin alment e - m e­
rec e 1�án un a estañi a c erca d el coll ado d el Bruc, sobr e el c amino d e 
Barcelona, al pie d e la m on t aña de M ontserr a t. L o más importan� e 
aquí'és const at ar cómo aquelobj e t o , que m anti e ne su caráct er d e 
- sig110 p orqu e es p art e d e un os hech os que han p asado, sigue ac., ___
tüa ndo en el im agin ario s ocial, c onform e aY anza el tienÍpo, p ara 
producir nuev os significados qu e; con ocem os p or simbólicos. D e 
est a m an er a el obj e t o históric o va g an ando \id a pr opi a , mi e ntr as se 
al ej a d e l os h ech�s original es de l os qu e salió, contribuy endo, p or 
int e rc esión d e los seres h uman os que atrib uy en v al o r y signific ado, 
a m o del ar con nu ev as visiones e int erpr e t aci on es l a vid a y li3-s cir­
cunst anci as d el ti emp o sucesivo y por t anto del ti empo ·presen t e .
La importancia del objeto original en' el proceso 
de comw1icación y los valores de la conservación 
C ab e insistir en l a imp ortanci a del obj e to o rig1rial y auténtic o 
del pas ad o en el proc eso d e comunic ación, y a que se trata d el unic o 
ente signific ativo qu e p od em os c onsi_d erar. Así, ant es d e s eguir estu-
- <liando el pap el de l os obj etos históricos com o signos y símb olos, 
Yeam os cóm o el v alor infoimat:ív o del obj e to, que .e.n otro lug ar h e­
mos éátaloo-ado com o val or d e uso inm ateri al, as o ci ad o -al caráct er
de sig:no·d el mismo obj e to,'j ustific:an por sí sol os el más escrupuloso 
· cuidado enJa salvaguardi a y cons erv ación d el obj e to histórico. - __ 
Una típica lámpara d e aceite romana d e t�rracot�_,,b arrlizad a ,
.cori 'decor ación en r eli ev e o un cu adro barroco sobre li enzo al óleo, son\·estigi os d el pasad o qu e p o d emos teconocer a simple vist a . Es­
tos objet os son evid entem en t� s oport es de artificio qu e incorp oran
Y transmit ei1 un a d e t erminada infom1 ación cultur a l q ue algui e n un 
dia originó. El proceso d e tr ansmisión se podrí a represent ar gráfi- _ 
<:ament e de una forin a muy simpl e , de esta' m an er a .: 
Ideas 
Individuo emisor 
1nlormación . - Conocimiento
. ---► 
Lámpara · _ lndi\liduo_ receptor
;, Si nos otros, entusiast as d e los rom an os, result amos ser l os r e -4 : �tares d e la lámpara, aunque con un os cuantos sigl os de r etr�9. y 
I , ';,�os capac es de dirigir a -la mism a las cuestiones a propiad as p o de-
:r- .:):,:> . ·. 
lÍJ±P.· 
· Hechos del Bruc 
_de-1808· 
Página 16
00 
. . . . , e no sólo los conocimientos al resp
ecto 
mos concluir sm vacilaci�n qu
 
bién aspectos esenciales de toda un
a 
del individuo productor smo t
a_m 
uívoca a través del objeto. Redise­
culturar se revelan de mane:3-
i
1:�
q 
que ahora denominaríamo
s de re­
- 1 0 de comuruca
cion . ,. 
•·
nando e proces . 
. 'ntos podemos representarlo as1. 
. 
cuperación de conocimie ' 
Ideas 
conocimiento 
Individuo receptor 
�-- · 
Información 
Lámpara +-- - - Cultura emisora
- ----- ·---· -- - - . - -- .. ---- d 
-·- b. - oco De manera parecida a como 
Cojamos �hora el �t
-ro 
u:r;om�no con algunas ideas sobre
detrás de la lamp�ra � ia producir luz V unos conocimientos 
cómo fabricar 
ur m
g
:���d�:\u tiempo, detrás del cuadr
o hay un
normales sobre_ a soci . v sensibilidad, capaz de crear y ma­
pintor del setecientos con idea
s 
J ·t· la en forma de imácrenes. Tanto.• 1 • f ión y de transmi ir :::, nipu.r:ar m ormac ·o una ,•ez realizado el objeto éste se co
n-
. en un caso como en el otr ,' o separado de las manos de su a
u-
vierte en un l?rodu�l
º auto
�ª
�
� obra ori2:inal, nuestro objeto te�1i­
tor, que adq�n;r
e VI 
� p
r
��te�ra que ate;ora, al separarse
 el pro­
monio. La m, orrnaci_on i 
e�enecer a éste, para pertene_cernos a
 
dueto del art1fice, deJa de � d"e en particular ni al mismo au-d Ya nunca pertenecera a na i
 , 
l 
. _,,,. to os. , d á volver a hacer exactamente a mism
a
tor, ya que _este n1:1�
ca 
f
o 
a�téntico tiene este :valor añadido de o
bra
.ob�a. El obJ�
º on':m;; más reproducciones exactas y fotogr
afías 
úmca. P ero_ ay mas.. ha ue rendirse a la evidencia de qu
e
de que pudiéramos t
spone�,, 
{ófo puede residir en la obra migi­la totalidad de 1� 
_
in 
�f 
ª
�:
º
t� es una pérdida irreparable; es un
a 
nal. La destn;cc:on 
p�r �l {�lor de cambio del objeto, un
� pérdida
pér�da econ7
m
�
ca, 
ión de unos yalores formales origina
les y
estenca, por � _e:trucc 1 destrucción del signo, es decir, por
 de­
una pérdida hi�tonc� P?� a te A los que prevén equivocadamentesaparecer �1-�bJe
d
to 
l
s1gm c
:�s �n el futuro, por sobrantes, hay �
�e
la desapanc10n e os _mus , de ue la informac10n
advertirles que se eqmvocan
b
. �l argumeni: alm�cenar en disquet­
cultural que contienen los o Jetos se pu
e . 
ue nunca po­
tes u otros soportes tecnológicos ;s :1na 
falacia,
fa�J no se puede
dremos prescindir del objeto au:tent1co . Pi°
r un 
l objeto es las
separar la información 1é: su soporte 
rea , ya . que e 
1 b.
 to parti-
l mismo tiempo y por otro, como signo, e o 
Je . 1 
��
s
a
c
�
s
:i:mo tiempo, del pasado y del presente y 
arrast�a ha�:�
-
fu
p 
1 pasado, pasando p
·
or sucesivos presentes, gracias a tura a - 1 
.. 
l. . , real con los hechos que o ongm
aron. 
iac1on 
La fz.mdón de los símbolos 
----- -------�··-.a.�-'-"�""�'--' u;;, 
Dken que las palabras se las lleva el viento. Frente a las pala­
bras que ,·an de boca en boca y ias historias que algui.en que no co­
hocérnos escribió, tenernos a los objetos. Los objetos sirven para 
establecer relaciones con el pasado de una manera muy distinta, 
quizás más auténtica y veraz y sin duda más directa. Con las pala-· 
bras a solas existe un problema: riada de lo que se diga sobre el pa­
sado puede ser confim1ado en basé a los hechos alegados; nadie 
.. puede viajar al pasado a comprobar ]o que del mismo se habla y es­
cribe. Es más, sin objetos pod1ia incluso no haber existido el pa­
sado; con objews, no hay duda de que existió. Lo único cierto que 
tenemos del pasado son los objetos reales y auténticos, las reliquias 
que el tiempo nos legó, por eso valen tanto. De alguna forma lo he­
mos visto ya al considerar al objeto como signo: los objetos son 
como anclajes del pasado que alcanzan el presente, o dicho de otra 
manera, extensiones del pasado que se hacen físicamente presentes 
en el momento que pasa; porque como certeramente afirma Vv. D.
Lipe, en su materialidad'Ios objetos participan al mismo tiempo de] 
pasado y del presente (Lipe, 1984, 4). 
Imaginemos un coche. Si de pronto desapareciesen todos los 
coches que hay en el mundo, ¿qüé sentido práctico tendría seguir 
hablando de coches? Sería pura cosa del recuerdo. Sólo en e] re­
cuerdo permaneceiia la imagen del coche y cada uno de nosotros 
se esforzada en construir una imagen propia según · las vivencias
que conservase alrededor de la idea de coche. Seria una experien­
cia interesante sobre todo para sociólogos y psicólogos. Entonces, 
un coche solo, que hubiera quedado escondido y de pronto apare­
ciese; se transformaría en la cosa más valiosa del mundo; constitui­
ría la evidencia gratificante y palpable de una noción anclada en 
. nuestros recuerdos, pero sobre la que ya empezábamos a tener du-
das. Corno vemos, el objeto es la última oportunidad, la certeza de­
finitiva sobre la que descansa todo' discurso sobre eí pasado para 
poder ser e'n última instancia verificado. 
P ero si los objetos materiales son decisivos en la experiencia• 
humana del mundo, rio lo son mucho menos los símbolos. Algo se 
ha dicho sobre la existencia de un valor simbólico en los objetos
del pasado. Retengamos que la simbolización es una capacidad hu.: 
mana de crucial importancia en los procesos de transmisión cultu­
ral. Los individuos se comunican y aprenden sobre sí mismos y so­
bre su� semeJantes por medio de símbolos, por eso el aprendizaje y 
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90 EL PATRIMONIO HISTÓRICO y ARQUEOLÓGICO: VALOR Y uso_
1 t ansmisión de conocimientos se hace en gran medida inte"rpo-
8: n
r 
do símbolos entre las ideas y las cosas. W. D. Upe explica cla-me 
d ·, d 1 ramente el pa:pel de los símbolos en la pro _ucc10� e cu tura:
Cuando

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