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RESUMENES HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORANEO 
 
La vía italiana al totalitarismo 
Emilio Gentile 
Este texto pone el foco en el debate de si la Italia de Mussolini fue un totalitarismo como lo fueron la 
Alemania nazi de Hitler o la URSS de Stalin. Como contraposición, el autor introduce el argumento de 
Raymond Aron, que establece que la Italia fascista no fue un totalitarismo propiamente dicho ya que no 
existieron acontecimientos tales como las purgas soviéticas o la solución final de 1942. Sin embargo, Gentile, 
en su parte conclusiva (que trataré al final) explica por qué el fascismo italiano sí fue totalitario. 
El fascismo italiano fue un movimiento-régimen con una lógica propia. El fascismo italiano fue la respuesta 
contemporánea a los problemas modernos de la sociedad de masas, que surgió y fue elaborado dentro de 
las estructuras burguesas. Fue el primer partido milicia (partido integrado por militantes combatientes: fasci 
di combattimento) que conquistó el poder en una democracia liberal (año 1922). El fascismo italiano afirmó 
la supremacía de la política y la disolución de la vida individual mediante la resolución de la vida privada en 
lo público. Al mismo tiempo, el fascismo italiano fue el primer movimiento político del siglo en llevar al 
poder el pensamiento mítico, instalando los símbolos de la religión política. 
Mito de la organización y organización del mito 
La ideología “antiidelógica”, esto es, la organización del mito, está cimentada en el mito de la nación, que a 
su vez deriva en mitos de grandeza y poderío: el sentimiento de ser herederos del Imperio romano (la fascia: 
“la unidad hace la fuerza”, “divide y reinarás”). El mito es lo que mueve a las masas, es la simplificación y la 
sublimación de la vida, permitido por la política, que se vuelve un instrumento para luchar contra la 
insatisfacción de la realidad. Lo que el autor nos quiere decir es que, el orden liberal defendía la 
racionalidad, permitida por la existencia del individuo; por su parte el fascismo cree en las masas, el 
individuo imbuido en las masas abandona la racionalidad y adopta al mito. 
El pensamiento mítico da impulso a la organización totalitaria, el pensamiento mítico es la sistematización 
de la fe, tarea que ha de cumplir el Partido Nacional Fascista. El propio partido estaba organizado en partido 
milicia, sus militantes ordenados en el escuadrismo, con su propia lógica y jerarquía militar, con una lógica 
política “amigo-enemigo”: el enemigo ha de ser aplastado. 
Fascismo autoritario vs fascismo totalitario 
El primer punto distintivo que se traza entre el fascismo italiano y el nacionalsocialismo es que mientras que 
la totalitarización del régimen en Alemania fue cuestión de meses en Italia fue cuestión de años. Es en la 
década del 30 que el fascismo totalitario ganó nuevo ímpetu. De todos modos comenzaré esclareciendo 
algunas diferencias fundamentales entre fascismo y nazismo. La primera distinción que hay que hacer es que 
mientras que Hitler destruyó a todas las instituciones de la República de Weimar y fusionó partido y Estado, 
Mussolini nunca hizo lo mismo, mantuvo la monarquía (es más, es el rey Víctor Emmanuel III quien le pidió la 
renuncia en 1943 cuando los aliados desembarcaron en Sicilia), mantuvo la vieja burocracia y la estructura 
de las fuerzas armadas; al mismo tiempo siempre mantuvo subordinado el PNF al Estado. 
Fue en el bienio 1925-1926 que Italia se convirtió en un régimen dictatorial, con la disolución de los partidos 
políticos, con la disolución de los sindicatos no fascistas, con la prohibición de la libertad de prensa y el 
restablecimiento de la pena de muerte, entre otros acontecimientos. Los años anteriores Mussolini habían 
mantenido las instituciones liberales, permitiendo incluso las elecciones legislativas de 1924. En 1926 con el 
nuevo estatuto se introdujo un sistema de nombramiento desde lo alto de los cargos jerárquicos, se 
estableció el Gran Consejo que impartía las directivas del partido y el duce se constituyó como “guía 
supremo”. 
En la década de 1930, siguiendo el ascenso de Hitler, hubo un nuevo ímpetu totalitario, en 1935-36 se 
invadió y conquistó Etiopía: “L’Italia ha finalmente il suo Imperio”, lo que le valió a Italia la expulsión de la 
Liga de las Naciones. En 1937 el partido tomó el monopolio de la formación de las nuevas generaciones con 
la creación de la GIL (Gioventù italiana del Littorio). En 1938 el PNF se volvía oficialmente el partido único, en 
1938 Italia adoptaba formalmente el antisemitismo. En abril de 1939 Italia invadió y se anexó Albania. En 
1941, el partido celebraba el Ventennio de su creación en una población que establecía que no se puede 
pensar al Estado sin el partido. 
Fascistizar a las masas 
Fascistizar a las masas es un proceso en el cual el individuo desde que nace hasta muere será educado y 
vivirá bajo las consignas y en las organizaciones fascistas, la persona se vacía de individualidad para dejarse 
absorber por completo en la comunidad totalitaria. Es por ello que se crearon organizaciones tales como la 
juventud fascista, la Organización Nacional Dopolavoro, fundada en 1925, y otras organizaciones infantiles. 
Esto era la puesta en práctica de un triple proceso de organización, educación e integración del individuo y 
de las masas. En el punto de la educación le valió el conflicto con la Iglesia, el fascismo reivindicaba su 
cualidad de religión política y civil y no dudaba en monopolizar la educación de las nuevas generaciones, 
confinando al catolicismo a elemento moral integrador de la “religión fascista”. 
El mito del Duce 
Mussolini no fue siempre el líder primero del fascismo, cuando se fundaron los fasci di combattimento en 
1919 el líder era D’Annunzio. Recién después de la creación del partido en 1921 Mussolini consolidó su 
poder porque los jefes del fascismo reconocieron en él la única personalidad capaz de conservar la unidad 
del fascismo. Aun así Mussolini debía mantener la pulseada del poder con el fascismo intransigente, un 
ejemplo ilustrador es el asesinato del jefe del Partido Socialista, Matteoti, por militantes fascistas aunque 
nunca se demostró que esto fuera orden de Mussolini. El líder fascista fue cambiando de estatus a lo largo 
de su gobierno, en el estatuto del PNF de 1926, el Duce era colocado en el punto más alto de la jerarquía, 
como “guía supremo; en el estatuto de 1932 se erigió por encima de la jerarquía del partido y por fuera de 
ella; el estatuto de 1938 lo definió como "Jefe del PNF”. 
El problema del “Jefe”, era el problema común a los regímenes totalitarios, el problema del Duce no existía 
porque el padre fundador del Estado Nuevo y de la revolución es y siempre será Mussolini. Sin embargo si el 
Estado Nuevo debía ser un proyecto permanente no podría dispensar por causa de su estructura jerárquica 
de un Jefe, el cual estas experiencias nunca formaron pensando en el problema de sucesión. 
 
Conclusión 
La vía fascista al totalitarismo 
Entre los experimentos totalitarios no puede no incluirse el fascismo, que fue el primero de esos 
movimientos en ponerse en práctica en una democracia liberal y que sirvió de inspiración para otros 
proyectos totalitarios. Hitler se inspiró de la revolución de Mussolini. Al mismo tiempo el fascismo no es 
reductible a mussolinismo, ya que no es una especie de dictadura personal tradicional como la de Salazar. El 
fascismo por sus características de régimen originado en movimiento revolucionario de masas, organizado 
en partido milicia, no es reducible a un régimen autoritario de monocracia personal. El fascismo estuvo en 
constante trasformación para adecuarlo al mito del Estado totalitario, profundizando la estructura del 
partido único y buscando influenciar al individuo para que adopte los códigos de conductas y creencias de las 
masas. Es verdad que el fascismo encontró más obstáculos que otros movimientos totalitarios,pero eso solo 
le podría valer la caracterización de totalitarismo incompleto.

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