Logo Studenta

El Proslogion

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Ayuso……………..………………………………………...
Gaona Carrillo, J. (2022). «Las nominaciones de Dios en el argumento del Proslogion». Recuperado de URL: http://journals.openedition.org/medievalista/5149
“El Proslogion”
El artículo aborda el problema del ser y la existencia de Dios a través del análisis de los nombres que se le atribuyen a Dios en el Proslogion, un manuscrito medieval del filósofo San Anselmo de Canterbury. El autor explica que revelan algunos de los atributos del ser divino y señalan una identidad entre ser y verdad. Para respaldar esta afirmación, el autor se apoya en la reinterpretación aplicada a la lectura del Proslogion orientada por el estudio de Ricardo Oscar Díez en su obra "¿Si hay Dios, quién es?", proponiendo una postura original que vincula argumentativamente ambas obras del Arzobispo de Canterbury. 
El artículo se divide en tres momentos, donde cada uno consiste en un nombre de Dios, son los siguientes:
 "Te esse aliquid quo nihil maius cogitari potest"
Se traduce como "Tú eres algo mayor que lo cual nada puede ser pensado", este nombre se refiere al ser de Dios en términos negativos, es decir, no se le atribuyen cualidades positivas, sino que se le define por aquello que no es posible superar o pensar en términos de grandeza. San Anselmo sostiene que existe en la mente humana una idea de Dios como aquel ser mayor que lo cual nada puede ser pensado. Según el autor, si esta idea existe en la mente, es porque existe en la realidad, ya que un ser que no existe no puede ser mayor que cualquier otra cosa. 
El argumento que se desarrolla a partir de este nombre es conocido como el argumento ontológico, que sostiene que la idea de Dios como el ser mayor que lo cual nada puede ser pensado implica necesariamente su existencia. Es decir, si Dios no existiera, entonces se podría pensar en algo mayor que lo cual nada puede ser pensado, lo cual es una contradicción.
Este argumento ha sido objeto de debate y crítica a lo largo de la historia de la filosofía, ya que se basa en la idea de que la existencia de Dios es una necesidad lógica y no requiere de pruebas empíricas, sin embargo, muchos filósofos han cuestionado la validez de este argumento, argumentando que la idea de Dios como el ser mayor que lo cual nada puede ser pensado es una construcción mental y no necesariamente se corresponde con la realidad.
"Verum, intellectum, beatum, aeternum"
Describe los cuatro atributos de Dios: verdad, inteligencia, felicidad y eternidad. Este nombre aparece en el capítulo III, sostiene que Dios es el ser que posee en grado máximo estas cuatro características. El primer atributo, "verum", se refiere a la verdad, entendida como la correspondencia entre la realidad y el pensamiento. Según San Anselmo, Dios es el ser que posee la verdad en grado máximo, ya que es el fundamento de toda la realidad y de todo lo que existe.
El segundo atributo, "intellectum", se refiere a la inteligencia, entendida como la capacidad de conocer y comprender la realidad, sostiene que Dios es el ser más inteligente, ya que es el creador de todo lo que existe y por lo tanto, conoce perfectamente todas las cosas. El tercer atributo, "beatum", se refiere a la felicidad, entendida como la plenitud de la vida, porque Dios es el ser más feliz, ya que es la fuente de toda la felicidad y de todo lo que es bueno.
Finalmente, el cuarto atributo, "aeternum", se refiere a la eternidad, entendida como la ausencia de principio y fin, San Anselmo sostiene que Dios es el ser eterno por excelencia, ya que es el creador del tiempo y del espacio y por lo tanto, trasciende todas las limitaciones temporales y espaciales. 
Se destaca la importancia de la metodología o dialéctica anselmiana, a través de la cual San Anselmo orientó su pensamiento bajo la sentencia "fides quaerens intellectum", que puede traducirse en la fe que busca la intelección. Las nominaciones o los nombres de Dios son conceptos en los que se encuentran vertidas ciertas adjetivaciones que el intelecto ha logrado con el ejercicio intelectivo, así, en el argumento del Proslogion es importante acotar que lingüísticamente hablando, el nominar señala con las palabras el significado que éstas tienen con los objetos que nominan.

Continuar navegando