La reina Richeza

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Anna Działak, « Richeza (c. 996-1063) – la reina consorte de Polonia – sabia o instigadora? ». Recuperado de http://journals.openedition.org/medievalista/422
La reina Richeza
Richeza, la esposa de Miecislao II Lampert, el segundo rey de Polonia, y nieta de Otto II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, es conocida como unna figura sabia y activa tanto en la política como en la religión, no recibió el reconocimiento que merecía en las crónicas polacas medievales; de hecho, su representación histórica fue a menudo distorsionada y desfigurada, tanto en las crónicas medievales como en la literatura posterior. 
Jan Długosz, el cronista polaco medieval más destacado, que retrata a Richeza como una gobernante cruel y despótica que impuso altos impuestos y favoreció a los alemanes sobre los polacos, argumenta que esta caracterización es inexacta y que ella fue en realidad una figura notable que apoyó activamente el desarrollo de la cultura polaca. Tenía una buena educación y buenos contactos, con un linaje que incluía varios emperadores y aristócratas, su matrimonio con Miecislao II Lampert en 1013 fue una alianza política que ayudó a estabilizar el estado polaco.
Las pocas fuentes sobrevivientes que describen su vida, incluidas crónicas, hagiografías y cartas, a menudo son contradictorias e incompletas y que tienden a centrarse en el papel de Richeza como esposa y madre en lugar de como figura política. No obstante, es posible reconstruir una imagen más precisa de la vida y los logros al examinar estas fuentes en detalle.
Uno de los más notables fue su patrocinio de la Iglesia. Jugó un papel decisivo en el establecimiento de varios monasterios, incluida la abadía benedictina de Tyniec, que se convirtió en uno de los centros culturales más importantes de la Polonia medieval. También apoyó el culto de St. Adalberto, el santo patrón de Polonia, y estuvo estrechamente relacionado con el obispado de Wrocław, no era simplemente una cuestión de piedad, sino que también era una forma de afirmar su propio poder y autoridad.
Richeza también estuvo involucrada en política, aunque su papel en esta área está menos documentado, probablemente estuvo involucrada en negociaciones con el Sacro Imperio Romano Germánico, sin embargo, hay poca evidencia concreta para respaldar estas afirmaciones y gran parte de la actividad política es especulativa.
El género pudo ser un factor en la representación distorsionada de la reina, los cronistas medievales tendían a retratar a las mujeres de manera estereotipada, ya sea como santas virtuosas o malvadas tentadoras. Richeza, como mujer poderosa y activa, no encajaba perfectamente en ninguna de estas categorías, por lo que su interpretación a menudo se distorsionaba para adaptarse a estos estereotipos.
El papel del idioma como un factor en la representación distorsionada de la reina puede haberla hecho parecer extranjera y menos polaca para los cronistas posteriores, que estaban más preocupados por promover una identidad polaca. Hablaba con fluidez varios idiomas, incluidos el latín, el alemán y el polaco, tal vez hubiera preferido hablar y escribir en alemán en lugar de polaco. 
Como reina consorte, se esperaba que apoyara a su esposo y su agenda política, por lo que es posible que sus propios logros y actividades hayan sido minimizados o ignorados. De manera similar, la estrecha asociación con la Iglesia puede haberla convertido en blanco de críticas por parte de escritores posteriores que criticaron el poder y la influencia de la Iglesia.
Fue una figura notable que desempeñó un papel importante en el desarrollo de la cultura y la política polacas, al parecer, la descripción histórica de Richeza fue distorsionada por escritores posteriores que estaban más preocupados por promover una agenda nacionalista que por la precisión histórica, al examinar la vida y los logros en detalle, se podrían disipar algunos de estos mitos y brindar una imagen más precisa de esta importante reina medieval.