Logo Studenta

UNIDAD 2 HISTORIA

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIDAD 2. 
La crisis de 1866 
 
 
 
Conviene advertir, primero, la lógica incidencia de la suerte de la producción 
lanera en el curso de la crisis, de acuerdo a su importancia en el conjunto de 
economía. El cuero tuvo una crisis débil, respecto del tasajo si bien se hace en 
declinación, la misma que no alcanza, ni mucho menos, las proporciones de la 
lana. En cuanto al sebo y grasa, su moderada valorización con un fuerte 
aumento de las cantidades exportadas, debe atribuirse a la de la matanza de 
ovejas debido a la desvalorización de la lana. 
 
Si nos atenemos a las cifras de exportación y en la serie de precios de la lana, 
la crisis estalla en Buenos Aires hacia 1867. 
 
 
 A) Perturbaciones monetarias 
 Dado el notable aumento de la producción se agravaron las consecuencias de 
su escasez, un índice lo cual lo constituyen los altos intereses del 18 y 24 por 
ciento anual que llegó cobrarse por los préstamos. Las emisiones para afrontar 
los gastos militares constituían un recurso obligado por parte de los gobiernos, 
práctica cuyo abuso llevó a generar una enorme masa de circulante. Entre 
1859 y 1862, sobre todo, se habían efectuado grandes emisiones de papel 
inconvertible, hasta la cantidad de 185.000.000. El total en circulación, a fines 
de 1861, llega a 300.370.345 pesos moneda corriente, "suma elevadísima que 
excedía en mucho a la exigida por la circulación de los valores". 
 
El peso papel estuvo a niveles récords de desvalorización, para tener una idea 
de lo brusco y exento de las agresiones debo considerar que durante los 
primeros 15 días de noviembre el promedio fue de $ 412, para subir luego a $ 
439 el día 27 y cerrar el mes, el día 30, con $ 428,50. Según Hinchliff, 
refiriéndose a los días anteriores a Pavón, insiste: el barómetro político (precio 
onzas y su valor en pesos papel) indicaba tormenta, la onza de oro subió en 
dos días de 380 a casi 400 pesos papel. Esas fluctuaciones, eran fatales 
porque exponían la economía a un continuo agio, "desconcertando los 
cálculos, estorbando las empresas y desalentando los planes del porvenir". 
 
El gobierno de la provincia de Buenos Aires en Sergio algunas medidas para 
defender el papel moneda, tratando de imponer su uso en diversas 
operaciones, como los pagos de la administración provincial. También se 
solicitó a los saladeros la utilización del papel moneda en sus operaciones 
comerciales. 
 
El poder ejecutivo provincial en la ley del 27 de octubre de 1864, declaró 
públicamente en lo sucesivo no efectuaría más emisiones, declaración que 
tendía a promover la confianza interna en el papel moneda. 
 
 Es así como comienzos de 1863 hay "síntomas de un grave pánico financiero". 
La onza, en el mes de enero, siempre el curso de apreciación, se cotizó 
alrededor de los 410, llegó, en apenas una semana (la primera de febrero), a 
440,50 pesos papel. Las previsiones eran sombrías. El déficit presupuestario, 
la deuda pública y los nuevos problemas del gobierno constitucional agravan el 
caos monetario. 
 
 
B) Valorización del peso papel 
 Desde comienzos de 1864, se frena la desvalorización del papel moneda 
para dar lugar, al poco tiempo, a un proceso inverso. Conviene tener en cuenta 
que, mientras después Emisiones de 61, la circulación no había crecido, si no 
que disminuyó. Mientras que la producción había continuado en fuerte y 
constante ascenso. 
 
Esta valorización del papel moneda provocaba vivas reacciones de disgusto 
entre los ganaderos. "La baja en el cambio, es decir, la apreciación de la 
moneda corriente, arruiaba la fuente de riqueza del país: la campaña. Con el 
desnivel que se producía entre el valor de los productos y los gastos de 
explotación en la agricultura y ganadería, la ruina el inevitable en poco tiempo. 
De allí que se ha visto con muy buenos ojos el proyecto de creación de una 
oficina de cambio". Por otra parte, quejabanse de los ganaderos, los gastos de 
explotación crecían a la par que las deudas aumentaban su peso en los 
mismos. Los salarios pagados en papel moneda, aún manteniendo su valor 
nominal, representan un aumento para el trabajador, mientras que al vender las 
mercancías al extranjero se recibia una moneda desvalorizada. Como es 
lógico, la búsqueda de una solución por medios legales lleva a la 
argumentación de los sectores interesados a la crítica de la política económica 
liberal del gobierno de Mitre, preludio a las soluciones proteccionistas 
demandadas más adelante. 
 
 
C) La crisis 
 
 
Debido a las escasas referencias sobre la economía argentina en la década del 
60, cuando más, encontraremos informaciones sobre las perturbaciones 
monetarias ya reseñadas o sobre la desfavorable repercusión de la guerra del 
Paraguay. Por una parte, debemos considerar que la crisis del 66 fue mucho 
menos aguda, en el continente europeo, el anterior y la inmediatamente 
posterior. Los fenómenos monetarios inmediatamente anteriores a la crisis y la 
incidencia de la guerra del Paraguay son, entonces, los dos rasgos que 
caracterizan a esta crisis en el Plata. El primero de ellos, que tiende a 
acentuarla, lo hemos abordado ya al describir la situación monetaria luego del 
periodo de guerras civiles, y algunas complicaciones financieras del estado 
durante la presidencia de Mitre. Los años 1805 y 66 son, años de auge para la 
economía europea, en este periodo dominado por dos hechos fundamentales: 
el triunfo al desarrollo del libre cambio en Inglaterra y Francia y la 
guerra civil norteamericana. En Inglaterra, observemos por último, los títulos 
monetarios se vieron provocados, también, por la existencia de la circulación 
monetaria relativamente constante, junto a un sostenido y fuerte aumento de 
las exportaciones. 
 
Otros factores anteriores a la crisis misma, agravan la situación de los 
ganaderos. Por ley de noviembre de 1864, se disponía la venta de las tierras 
públicas existentes dentro de la línea de fronteras. En el caso de estar 
ocupadas por arrendatarios (casi todas lo estaban) se establecía un plazo de 
seis meses para que se presentasen a solicitar la compra de sus campos, 
vencido el cual, éstos iban a subasta. El precio fijado por la ley era imposible de 
ser pagado. En medio de todo esto, la guerra del Paraguay obligaba al 
reclutamiento de la población rural, con lo cual la crónica escasez de brazos, 
así agravada por la guerra, dificultaba aún más las tareas ganaderas y elevan 
los gastos de explotación. 
 
La serie de precios de la lana en Buenos Aires marcó el estallido de la crisis de 
1867. 
 
Había un deseo a dos características peculiares de la crisis en el Río de la 
Plata. Una de ésas, son las circunstancias locales que la preparan y acentúan, 
acabamos de verla. La otra es del mayor interés por la forma diversa en que se 
ha sido interpretada. Se trata de la guerra del Paraguay y sus efectos en la 
economía argentina. La cual en vez de agravar la crisis, atenuo sus 
consecuencias. "Las tierras se valorizaban con el repunte de los precios a 
causa de la guerra, pues hubo cotizaciones hasta de $ 10 para los caballos y 
de seis reales por arroba de maíz”. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La Crisis de 1873 y las Tendencias Industrialistas Argentinas 
A partir de 1873, la crisis de la política económica argentina comienza una nueva etapa 
durante la cual se despoja de iniciales titubeos, adquiere solidez doctrinaria y concluye por 
cristalizar en un programa de transformación económica del país asumido por algunos grupos 
económicos y por el movimiento político ordenado por V. F Lopez. 
Contribuyeron a la eclosión y al fortalecimiento de la tendencia proteccionista dos 
circunstancias: 
1. La crisis de 1873 que reactualizo las cuestiones económicas agitadas desde la 
de 18666 y, por otra parte. 
2. La reacción proteccionista europeaque comenzó alrededor de 1870 contra la 
época librecambista anterior. 
Durante la época mancheteriana. el avance del liberalismo económico fue sostenido y 
brillante para los países que lo adoptaron, pero luego sobrevino un periodo donde la 
competencia se agudiza ,donde los mercados se restringen y los beneficios decrecen, mientras 
que la oferta supera la demanda. Todos los intereses afectados se vuelven hacia los Estados en 
demanda de protección y el proteccionismo triunfa paulatinamente en las naciones europeas 
menos Inglaterra y Países Bajos. En el mismo año cobra impulso en la Argentina el movimiento 
proteccionista e industrialista que culminaría en los agitados debates de 1875 y 1876 bajo la 
jefatura de V F Lopez. 
A lopez exige en la Cámara de Diputados el desarrollo industrial del país como medio para salir 
del estancamiento. El discurso de lopez fue pronunciado para fundar un proyecto suyo 
firmado también por Rodríguez peña , Espeche Rodríguez y Tello que garantizaba por 10 años 
el interés del 7% a los capitales que allí se designan y que se apliquen bajo ciertas condiciones 
a la elaboración de varias materias primas. 
 El objeto del discurso de lopez fue atacar la libertad del libre comercio exterior como fuente 
de los principales rasgos de estancamiento y retroceso de la económica de las provincias. Lo 
propuesto aclara que no consiste en el sist prohibitivo sino en un proteccionismo consagrado 
a favorecer con erogaciones internas la industrialización de aquella materia prima que 
producimos. Cuando lopez pronunciaba este discurso ya había estallado la crisis económica 
que reactualizo las condiciones propicias para el desarrollo de un movimiento proteccionista. 
Esta crisis tuvo características distintas a la anterior especialmente por los sectores de la 
economía Arg que lesiono. En Europa la crisis de 73 fue una crisis austro germana, extendida a 
varios países. Gravito sobre su gestación la extraordinaria actividad financiera y económica 
condicionada por el pago de la indemnización de guerra por parte de Francia a Alemania que 
ascendía a la enorme cifra de 5mil millones de francos y que favoreció una especulación sin 
precedente. Esta crisis también fue grave para EE. UU., donde las especulaciones en empresas 
ferroviarias habían dominado el auge precedente. A partir de 1869, dos nuevos protagonistas 
intervienen en el proceso de industrialización que, hasta entonces se había concentrado en 
Inglaterra y Francia, Estos son EE. UU. y Alemania que al mismo tiempo se convienen en 
escenario principal de esta nueva crisis. En Inglaterra, sus características son mucho más leves. 
Los empréstitos favorecieron las exportaciones inglesas hacia ellos, propósito, por otra parte, 
que guiaba la inversión británica en el exterior. Inglaterra se encontraba en tal grado de su 
desarrollo industrial que cualquier crecimiento de la exportación de mercancías requería un 
aumento de las exportaciones de capital. Los países importadores debían ser provistos de 
recursos para poder venderles. Por este y otros factores, crece enormemente la demanda del 
hierro y carbón ingleses, cuyos precios suben más del doble, tal industria del hierro carbón 
tienen una gran prosperidad a partir de 1870. 
La crisis del 73 difiere de la del 66 por los sectores de la economía afectados con mayor fuerza, 
mientras en la anterior, la producción lanera sufrió las peores dificultades en el ciclo posterior 
y, el comercial y las financieras estatales fueron los más maltrechos. Esta crisis presenta el 
mismo factor desencadenante q la anterior: la caída de los precios de los productos argentinos 
en los mercados internacionales (caída de precios q no tuvo la gravead de la del clico anterior) 
y q al desaparecer rápidamente, los precios suben a partir de julio de 1873 hasta julio de 1875. 
Los precios de la lana en bs as nos permiten observar q a partir de abril de 1872 se inicia un 
descenso que culmina en mayo de 1873 para dar lugar a un moderado ascenso que con ligeras 
variantes continua hasta la nueva caída de 1875. El volumen del expo Argentina de lana 
desciende notablemente luego de la crisis. Estas circunstancias explican la escasez de cambios 
sobre el exterior. Además de otras, como las perturbaciones comerciales del Uruguay que tmb 
provocaron exportación de oro, hacia de dic de 1872 faltaban un 4milloes de pesos fuertes en 
la oficina de cambio del banco de la provincia, encargada por entonces de asegurar la 
convertibilidad del peso papel y para que su falta afectase la circulación. 
• ¿Cuáles fueron las características del breve periodo de auge anterior a la crisis 
prácticamente reducido al 1872? 
Una, fue el vuelco al mercado crediticio de bs as en 1871 de unos 20 millones d pesos fuertes, 
correspondientes al empréstito de oras publicas contratado durante el gobierno de sarmiento. 
Cabe destacar el notable repunte de los precios de los productos argentinos en los mercados 
europeos por la conocida trascendencia de este factor en la economía argentina el precio de la 
lana en bs para un valor de 100 en 1865 había alcanzado su pinto mínimo 71.8 .En 1869 para 
subir en los años siguientes hasta un valor de 116.70 en 1872. En cuanto a los cueros cuyos 
precios apenas fueron afectados por esa crisis luego de una leve baja de 1869 siguen en 
ascenso hasta alcanzar su punto más alto en 1873. 
 La recuperación de los productos argentinos en el exterior fue tan rápida y satisfactoria que 
hizo olvidar aquellas catastróficas predicciones de los años de depresión y las intenciones de 
algunos voceros de la ganadería de apartar los capitales de esta actividad para canalizarlos 
hacía la industria. La balanza comercial reflejo el crecimiento de las exportaciones y el ascenso 
de los precios. El ascenso de la economía del país se traduce en el crecimiento de los gastos y 
rentas de la nación. 
Los gastos ocasionados por la guerra del Paraguay significaron un fuerte impulso al comercio y 
a parte de la producción del país impulso que, contribuyó a aminorar los efectos de la 
depresión posterior a la crisis e influyo en los comienzos de la reanimación, el banco de la 
prov. de bs as efectúa anticipos al Gob. nacional para gastos de guerra por valor de 15 millones 
de pesos fuertes, desde 1865 en adelante los cuales fueron reembolsados con fondos de 
empréstito de 1868 dicho reembolso concluyó en 1871. También, cabe destacar, las grandes 
cantidades de oro brasileño ingresadas a bs as para atender los gastos de la proveeduría de las 
tropas de ese país. También el mencionado empréstito para obras publicas de 1874 votada la 
autorización por una cantidad de 80.000.000 de pesos fuertes, se fue colocando en la 
siguiente forma hasta 18972: 
 
Septiembre de 1871…………. 2.222.400 
Diciembre 1871…………………… 123.000 
En 1872……………. 1.108.000 
En 1872…………….920.800 Tellfener 
 
El resto de los bonos solo se terminó de colocar en 1880 es decir que excluyendo 926.800 
entregadas a tellfeber para la construcción del ferrocarril a Tucumán, en vísperas de la crisis se 
habían colocado en Londres bonos del empréstito por un valor aprox de 17. Millones de pesos 
de los cuales, según la Memoria del Ministerio de Hacienda se habían invertido alrededor de 
4.750.000 pesos fuertes, quedaban en el Banco de la Porvincia,8.927.333,79 pesos fuertes. La 
aplicación de los fondos de empréstito de obras publicas nunca fue estrictamente aclarad, 
puesto que gran parte de este se utilizó en gastos no consignados en la ley. La expansión del 
crédito adquiere una magnitud desconocida en bs as, el banco prestaba una cantidad que no 
alcanzaba a cubrir la suma de depósitos y capital. En 1872 los prestamos equivalían a los 
depósitos y el capital del banco quedaba totalmente en garantía de la mitad de la emisión, 
sirviendo como garantía de la otra mitad los valores en cartera. La mayore parte de esa 
enorme expansión del créditose ha inmovilizado en compras de tierras materiales extranjeros 
y consumos de obreros y ferrocarriles, La considerable entrada de capital ingles desde la 
década anterior contribuye a q pese al estallido de la crisis en 1873 la expansión del crédito 
continúe hasta q la depresión se ahonde sacudiendo en 1875 al mundo financiero privado y 
oficial. 
En 1872 fundan el banco hipotecario d ela prov. de bs as dedicado al préstamo sobre la 
propiedad a raíz y el banco nacional, constituido por capitales privados y con participación del 
Gob. nacional como hecho predominante antes del estallido de la crisis puede referirse el 
hecho que los 13 millones de pesos fuertes reservados para la suscripción publica se cubrieron 
con exceso durante los días subsiguientes al 2 de enero de 1875 fecha inicial de la suscripción . 
El banco meses después no pudo hacer efectiva en seguida la cantidad la cantidad de 5 
millones de aquello 18 necesario para comenzar sus operaciones x lo que debió recurrir al 
gobierno a tal efecto estas dificultades debían al comienzo de la crisis en el mes de marzo. 
Mientras tanto el régimen de convertibilidad del papel moneda implementado con la creación 
de la oficina de cambios en 1867 se desarrollaba con todo éxito del cual se da cuenta la 
estadística de encaje de la oficina. 
LA CRISIS 
En marzo de 1873 cuando el Gobierno nacional empezó a retirar fuertes sumos de su depósito 
en el banco de la provincia y el oro comenzó a exportarse en pago de nuestros consumos por 
falta de productos. La disminución de las reservas bancarias ocasiono una restricción del 
crédito por parte de algunos bancos privados expresado x el aumento de la tasa de descuento 
y el aumento de la exigencia para el otorgamiento de préstamos. En junio un diputado 
confirma que se han paralizado completamente las transacciones sobre tierras q hacían furor. 
En uno de los pocos testimonios sobre la percepción de las conexiones de la crisis arg con la 
europea, el mismo observador insinúa las perspectivas de una depresión prolongada a causa 
de los informes llegados a bs as sobre la marcha de la crisis en el viejo continente. Cuando en 
julio y agosto menguo la crisis se creyó que su causa era el retiro de la circulación de los 
capitales con q se fundo banco nacional y x lo tanto se esperaba que desapareciese al abrir sus 
puertas el banco. El interés para los depósitos en el mismo banco fue elevado de 5 al 1.1/2 en 
junio de 1873. Las tierras y propiedades urbanas eran invendibles por falta de compradores, 
las cedulas hipotecarias bajaban y no había banquero ni particular q quisiera conceder 
prestamos sobe ellas, la industria y el comercio sufrían ya seriamente la falta y carestía del 
medio circulante. 
El segundo periodo de la crisis comienza en el mismo septiembre de 1873. El banco nacional 
no pudo siquiera completar los 3 millones de pesos fuertes que exigía la ley de su creación 
para dar comienzo a las operaciones y tuvo que solicitar auxilio financiero del gobierno por 
eso, solo abrió sus puertas y noviembre. Pero desde septiembre comenzaron las quiebras q 
llegaron a un promedio de 7 o 10 x mes a comienzos de 1874. La elevación de la tasa de 
descuento, la restricción general del crédito la competencia con los particulares que inicia el 
gobierno en la demanda crediticia, urgido x la escasez de las reservas para sus compromisos 
financiero, caracterizan la situación. Para colmo la intranquilidad política se unió al ya sombrío 
panorama y contribuyo a agravar las cosas. El mitrismo disconforme con los resultados de las 
elecciones presidenciales conspiraba activamente. En septiembre de 1874 se produjo la 
rebelión armada de mitre y sus partidarios. La gran oferta de propiedades por parte de 
quienes no tenían otro medio de vender para hacer frente a sus obligaciones. Como 
consecuencia se produjo una nueva y mas pronunciada baja de todos los valores que 
alcanzaba según diversos testimonios a un 50% 
La quiebra del banco argentino, inmovilizo unos 8 millón de pesos fuertes de sus depósitos, en 
octubre de 1874, agudizó la penuria de medio circulante. Por otra parte, durante el periodo de 
guerra civil los perjuicios sufridos x la producción de la campaña obligaron a vivir de las 
economías o del crédito, lo q acentuó la disminución de los depósitos y ahorros del ando. 
Para atender necesidades de la guerra civil el Gob. exigió perentoriamente los depósitos del 
banco nacional retirando desde el 19 de octubre al 20 de nov de 1874 la cantidad de 3.500.000 
pesos fuertes y dúrame los meses siguientes el resto de lo q tenía depositada, esto desato el 
pánico 
La restricción del crédito alcanzo a comienzos de 1875 su punto culminante, El pánico paralizo 
los capitales disponibles y las operaciones de descuento se tornaron ya definitivamente 
inaccesibles para el pequeño comercio, llegaron las prosteas, quiebras el abandono, la miseria. 
Las cedulas hipotecarias, que, como parte de un sistema para ampliar el crédito se había 
lanzado al crearse el banco hipotecario contribuían a agravar los escases de circulante y 
acentuabas los efectos de las crisis. 
Los prestamos hipotecarios, concebidos mediante cedulas q se negociaban en la bolsa 
gravitaban negativamente la situación, puesto q contribuyeron un recurso desesperado del q 
se valieron muchos comerciales y productores para obtener medio de pago y afrontar 
obligaciones más inmediatas durante las primeras etapas de la crisis, mientas esperaban q las 
cosas mejoraran. Pero no ocurrió y la deuda contraída empero su estado financiero, 
obligándolos a rematar sus propiedades. Las cedulas agudizaron los escases de circulante, 
puesto q los prestamistas s y banqueros de bs as aprovecharon el periodo de baja cotización 
para comprarlas, con fines especulativos. Así se explican las abundantes criticas q todos los q 
necesitaban crédito hacían a la competencia ruinosa de las cedulas hipotecarias a las q habría 
q agregar los certificados del banco arg como consecuente de su quiebras y necesidades 
gubernamentales para atender a los gastos de la guerra civil. 
La cobardía del oro 
El decrecimiento de las reservas metálicas en constante disminución desde fines de 1872 los 
prestamos e inversiones extranjeras y las importaciones de años anteriores devoraban 
rápidamente las reservas en oro de un país cuya principal producción sufría los efectos de la 
caída de los precios internaciones. Las reservas de la oficina de cambios del banco de la prox a 
la cual competía respaldar y realizar la conversión del papel moneda por oro disminuyen 
rápidamente. . en mayo de 1878 cerro sus puertas inaugurando y un nuevo periodo de 
inconvertibilidad que habría de durar hasta 1891 . 
El retiro de muchos capitales extranjeros que emigraban por razones derivadas de las crisis en 
Europa o la plata, contribuían a acentuar todavía mas el problema entre cuyas variadas 
consecuencias no eran las menores las q soportaba el comercio de importación y exportación. 
En efecto, anterior mente las importaciones se financiaban con fuertes créditos de capital 
extranjero q cesaron al estallar la crisis. El comerciante importador exige al mayorista el pago 
al contado o en su defecto un pagare a cuenta de la mercancía entregada, impidiendo o 
limitando le sistema anterior de ventas en cuenta corriente a plazos. En cuanto al comercio de 
exportación también se efectuaba antes con capital o crédito extranjero que permitía los 
adelantos a saladeros y graserías para faenar ganado y a acopiadores y comisionistas para 
reunir lanas y los cueros, luego de la ciris, solo se efectúan excepcionalmente adelantos a 
saladero y graserías, esto provino de la considerable disminución de crecidos en descubierto q 
las casas europeas realizaban sobre bs as. 
La nueva situación, obliga al capital a suplir todo aquel mecanismo antes a cargo del capital 
extranjero. Lanas y cueros descienden pronunciadamentedesde 1875 hasta mediados del año 
siguiente alcanzado el punto más bajo 1873. Desde entonces, fue justamente el momento en 
el q el mov proteccionista encaro la reforma del proyecto de ley de aduana para 1876 
Crisis en las finanzas estatales. 
El país esbozaba en lo que sería el clásico mecanismo de su balance de pagos proveniente 
como productor de materias primas y alimentos para el mercado exterior. En el periodo de 
auge veía a crecer sus reservas metálicas al colocar a buenos precios sus productos en los 
mercados internacionales, además la buena situación de plazas financieras favorecía los 
empréstitos a los gobiernos de otros paisas y las inversiones en ellos. 
En periodo de crisis y depresión la caída de precios de nuestro productor mermaba aquellas 
reservas y los ingresos de capital extranjero se detenían. El Gob. arg tenia dos salidas posibles 
para afrontar la deuda externa, contraer las importaciones para liberar el metal necesario para 
el serv de la deuda o suspender los pagos. En 1876 se lo pensó en suspender los pagos x un 
año. Es curioso comprobar ante de seguir adelante que the time alarmado x las tendencias 
proteccionistas desatadas en bs as aconsejaba al Gob. argentino esa medida. Entre el aumento 
de los aranceles como había ocurrido con la ley de aduana votada al año anterior y la 
suspensión parcial y temporal de las amortizaciones de las deudas con su país. 
El Gob. nacional logro superar el punto crítico de los pagos en 09-1876 para ellos debió recurrir 
al apoyo financiero de la prov. de bs as cuyo gobierno con la oposición del directorio de banco 
de la Prov. facilito 10 millones de pesos fuertes para atender aquellos compromisos. 
Avellaneda, en su mensaje del año siguiente da idea de la gravedad de la situación: la política 
del gobierno para afrontar la crisis había partido de la reducción del fasto publico y el aumento 
de las rentas, la brisada reducción de las rentas de aduana por le descenso de las 
importaciones, dejo al gobierno sin recursos para afrontar los gastos de la ADM y la 
amortización de la deuda flotante. Se apelo entonces a diversos recursos para obtener crédito 
y a otras medidas complementarias para aliviar la situación, junto al decisivo auxilio del 
gobierno de la prox. 
Polémica en torno a las causas y remedios para la crisis. 
Las actitudes ante la situación recorrían una variada gama desde quienes atribuían todas las 
culpas al gobierno hasta las exegesis de las ultimas teorías económicas europeas . El mitrismo 
atribuye la pésima situación económica a las persecuciones políticas y al desatino del 
contubernio autonomista nacional que, gobernada el país, los alsinistas por su parte imputan 
las culpas a la rebelión mitrita. Desde 1873 se trabaja de una crisis monetaria provocada por la 
exportación del otro para otro, una crisis de crédito debida a su mismo abuso, algunos que se 
estaba ante una crisis mercantil y de cambios producida por la baja de nuestros productos en 
el extranjero, mientras q otro por su lado afirmaba que se adecua una crisis de cedulas 
hipotecarias originada por el exceso de emisiones, por último, había quienes concebían la crisis 
como una consecuencia de la especulación con tierras. 
La política del banco de la prox ante la crisis fue criticada por Varela en varias oportunidades 
principalmente en su memoria de 1877- esta memoria extenso análisis de la situación 
económica de bs as y el país, constituye uno de los mas importantes testimonios del grado de 
desarrollo del nacionalismo económico de la decana en ella, el miniostro se hace eco de los 
intereses de los pequeños y mediano capitales afectados por la crisis, y sobre todo del capital 
industrial para el que reclamó una política crediticia especial. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A MODO DE PRÓLOGO 
En 1880 Roca asumió la presidencia y planteaba que finalmente había llegado 
el momento de consagrar el imperio de la nación sobre las provincias. 
Sarmiento comentaba que las colonias españolas no habían sido rescatadas 
de su pasado de servidumbre, a diferencia de Norteamérica donde hubo en 30 
años un crecimiento fructífero en la población; la organización nacional 
necesitaba incluir el crecimiento intelectual y tecnológico. 
Con el paso de los años la democracia seguía siendo el punto a donde se 
quería llegar como nación. Se tuvo que pasar por un proceso de construcción 
para poder llegar a este nuevo orden, la sociedad enfrenta problemas a partir 
de Caseros, se enfrentaba a los desafíos que traía la nueva lógica del 
mercado, el querer llegar a los ideales norteamericanos (igualdad, libertad, 
democracia) y sobre todo a los problemas políticos internos. 
a) Sentar las bases de un orden burgués 
El liberalismo al cual quería llegar la sociedad tuvo que enfrentar desafíos para 
lograr llegar a la idea de progreso. Desde la adaptación de los burgueses a lo 
nuevos tiempos, como la suma de nuevos actores (inmigración) los cuales 
afrontaron nuevos riesgos al momento de consolidar capitales, pero se vieron 
beneficiados cuando el Estado decidió entregar tierras públicas (saqueadas a 
los indígenas) y brindar mayores garantías a las inversiones de alto riesgo. 
Fue imprescindible articular los diferentes espacios regionales con el objeto de 
lograr una inserción operativa en el mercado mundial, la lógica liberal 
dominante imponía una economía abierta al mundo. Se generó así un modelo 
productivo capitalista, potenciado por la expansión de la frontera. El “jardín” de 
las colonias puestas en producción por inmigrantes, con las estancias (tanto 
ganaderas como cerealeras). En Mendoza se consolidó un modelo de 
ganadería comercial, en Tucuman se gesto la mercantil-manufacturera. 
El capitalismo en esta etapa impuso su lógica realizando una división entre 
propiedad y trabajo. Las regiones que dinamizaron la integración al mercado 
mundial marcado por la división del trabajo, apostaron a un proyecto que 
terminó con una conformación de clases sociales. 
De la mano de la limitación de la propiedad privada, se empiezan a salarizar los 
trabajadores, esto para tener una equivalencia entre empleados y 
empleadores. 
Los burgueses y trabajadores definieron los perfiles del nuevo orden social. 
 
b) Construir un sistema de representación política unificado 
Lograr construir un sistema político que lograra cubrir a todos no fue tarea fácil. 
Se necesitaba recuperar la política. La constitución de 1853 puso al ciudadano 
como base de toda legitimidad, pero las elites violaron aspectos 
fundamentales, es por ello que fue difícil crear políticas asentadas en el 
accionar de individuos iguales y libres, crear relaciones asimétricas en las 
cuales todo se regía por los intereses privados y no los comunes. Esto 
constituye una pieza necesaria para la conformación de diferentes partidos o 
facciones, en las cuales se reunían grupos de personas con intereses 
desiguales que se reunían en torno a figuras fuertes (federales, unitarios-
liberales, autonomistas o nacionales). Aquellos que sintieron que su voz no era 
representada por estos grupos, salieron desde la sociedad civil a generar otro 
tipo de prácticas, estas comunidades o esferas, se vieron potenciadas por el 
desarrollo de la opinión pública (prensa) que operaba como una verdadera 
instancia de mediaciòn entre la sociedad y el gobierno.Por un lado existían 
libertades civiles que se defendían por medio de prácticas informales y 
libertades políticas controladas por las elites las cuales contaban con intereses 
particulares que primaban sobre los generales. 
 
Caseros cuestionó el papel hegemónico de Buenos Aires y abrió el debate de 
articulaciòn de las provincias.Durante casi una década existió un poder 
bifronte,la Confederación y la del estado de Buenos Aires,creando recurrentes 
disputas por los recursos, las tensiones entre federales y unitarios-liberales, 
fragmentando el campofederal y proyectando al partido de la Libertad hacia la 
construcción de un nuevo proyecto de unidad. Esto lejos de contribuir a la 
pacificación realimento la puja facciosa. 
Peñaloza como Varela se proclamaban defensores de la patria en “nombre de 
la ley y la nación entera”, el triunfo liberal habìa impactado con su carga 
negativa en Buenos Aires. 
El conflicto bélico con Paraguay marcó el principio del fin de un modo de hacer 
política. La violencia fue desplazada por una disputa institucional que no tenìa 
como foco el levantamiento armado. 
Si bien esa institucionalizaciòn reafirmaron los códigos oligárquicos por las 
elites del PAN.,pero no desaparecieron las voces que buscaban la república 
verdadera. 
c) Organizar el Estado 
La constituciòn dio vida a un Estado a travès del cual se indicaba una soberanía 
nacional ùnica. Se continúa con las bases de los 3 poderes (ejecutivo, legislativo 
y judicial). 
Al imponer dicha soberanìa en todo el territorio se necesitaron formas de 
intervención, apareciendo asì las rentas(el ciudadano no solo tenìa que ser visto 
como el portador de derechos soberanos sino el sostén material del Estado) y 
la centralización militar; Mitre reunió a la Guardia Nacional de Buenos Aires, 
reordenando y creando un ejército permanente.En 1869 se crea el Colegio Militar 
con el fin de formar oficiales. 
Siendo también importante contar con una moneda uniforme, que permitiera unir 
los mercados del interior con Buenos Aires, pero la desigual cotización terminó 
afectando. Planteandose la necesidad de una entidad bancaria que permitiera 
operar crediticiamente a nivel nacional. 
En los setenta surge el Banco Nacional, pero no logra superar al Banco 
Provincia. 
Las guerras y las políticas de obras públicas, impulsaron el endeudamiento 
externo, dicho endeudamiento no culminó con la crisis de la bancarrota, las 
políticas de Avellaneda sobre la reducción del gasto público y el control de la 
gestión, esto permitió amortizar los saldos. 
Por otro lado el proceso de ocupación del territorio, para organizar la nación, se 
tuvo como consigna crear un territorio en el que se dieran las condiciones para 
el progreso. La ocupación de nuevos terrenos significó el desplazamiento o 
destrucción de comunidades indígenas.Luego de la delimitación territorial surgen 
nuevas cuestiones a resolver, lo público en relación con lo privado y nuevas 
pautas de regulación social (salud, aspectos de la vida civil y la economía), 
creando códigos de comercio, civil y penal. 
Este nuevo Estado debía redefinir sus roles burocráticos, fue así como potenció 
instituciones, universidades, colegios nacionales y escuelas normales, pero esos 
burgueses que tenían falencias eran los que podían aportar recursos a las 
nuevas instituciones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
La era de la lana (Pag. 88 a 96) 
Hacia mediados de siglo, la cría de ovejas emergió como el sector más pujante de la economía 
argentina, dejando a la ganadería vacuna en un papel menos relevante. Hasta la década de 
1880, este producto se convirtió en la nave insignia de las exportaciones. El desarrollo de la 
ganadería ovina le inyecto dinamismo al sector exportador y constituyo un hito central en la 
modernización de las empresas rurales pampeanas. La expansión lanar mejoro las 
remuneraciones al trabajo y estimulo una fuerte renovación del empresario agrario. Las redes 
de comercialización y transporte de la producción agropecuaria también experimento grandes 
cambios. Estos procesos contaron con el apoyo del estado que apoyaba la expansión de la 
economía capitalista. 
La Lana desplaza al cuero 
A partir de la segunda mitad de la década de 1820 las cotizaciones de los principales rubros de 
exportación sufrieron una prolongada caída. Hacia mediados del siglo los cueros habían 
perdido cerca de una 40% de su valor y el precio del cebo también retrocedió aunque no tan 
drásticamente. Por fortuna para los habitantes de la región, los precios de las importaciones 
también tuvieron una baja en sus precios de similar magnitud, debido a las mejores en 
producción y del transporte transatlántico. 
Tras el prolongado bloqueo Frances (1838 -1840) y Anglofrances (1845 – 1848) se produce un 
incremento de las ventas al exterior. Esto se produce porque Durante el bloqueo se contrajo 
fuertemente la faena de estos animales y esto permitió el crecimiento del rodeo vacuno, 
aumentando a si las exportaciones cuando los puertos fueron re abiertos. 
De todos modos la sostenida caída de las cotizaciones del ganado, invito a muchos ganaderos a 
buscar alternativas más rentables. En la década de 1850, estancieros empezaron a asumir 
nuevos desafíos y a dirigir su atención hacia la cría de ovinos. Ya que los precios de la lana 
resultaban mucho más atractivos que los del cuero vacuno. 
La ganadería lanar era a la vez nueva y antigua en la región. Cuando el Rio de la Plata se abrió 
al comercio libre, el pequeño rodeo ovino se componía de animales criollos de muy baja 
calidad que producían poca carne y aún menos lana. La oveja había sido introducida en 
América por los conquistadores españoles. Pero el impacto del ovino en el nuevo continente 
resulto muy limitado ya que los intereses ovejeros de los de la península desalentaron la 
introducción de animales de alta calidad como los merinos Españoles. Por otra parte, las 
praderas pampeanas resultaban un lugar poco hospitalario para la cría de ovinos, 
principalmente porque estos animales requieren más cuidados que los vacunos, los yeguarizos 
o los mulares, además de que su principal producto no encontraba mayor demanda en una 
población dispersa y escasa, poco dada al hilado o al tejido. 
En consecuencia, el lanar desempeño un papel marginal en la economía ganadera rioplatense 
del periodo colonial. La cría de ovinos se desarrollaba en la economía doméstica de las familias 
de pequeños productores. 
Los principales impulsores de la actividad fueron, en la mayoría de los casos, mercaderes 
británicos o alemanes, que habiendo acumulado capital y experiencia en el comercio de 
importación y exportación, buscaban oportunidades para diversificar sus activos. Estos 
extranjeros se hallaban familiarizados con sistemas agrarios más sostificados que el pampeano 
y por su propia inserción en redes de comercio internacional, contaban con vínculos a través 
de los cuales adquirir los insumos necesarios para la organización de una explotación ovina, en 
primer lugar animales de raza con los que mejorar el rodeo criollo y luego para identificar y 
establecer circuitos a través de los cuales colocar la lana rioplatense en los mercados Nord 
atlánticos. 
Impulsada por los altos precios alcanzados por la lana, desde mediados de siglo la cría de 
ovinos refinados se extendió fuera del circulo de criadores extranjeros que la había promovido. 
A lo largo de la década de 1850 y 1860 el rodeo bonaerense creció a una tasa superior al 20% 
anual. 
Durante la presidencia de Mitre, el ovino se convirtió en el principal motor de la economía de 
exportación. Mientras crecía el rodeo ovino, el vacuno continuaba su expansión, aunque a un 
ritmo más pausado. 
Las exportaciones de lana se duplicaron, entre fines de la década de 1860 y fines de la década 
de 1880. En 1899, las exportaciones de lana alcanzaron su cuota máxima, con unos 237.000 
toneladas. Sin embargo, para entonces la ganadería vacuna se había tornado más rentable y 
comenzaba a desplazar a los ovinos hacia tierras más baratas dentro de la propia Buenos Aires 
y cada vez más hacia otras provincias pampeanas y patagónicas. En la primera década del siglo 
XX, luego de superar los 70 millones de cabezas, el tamaño del rodeo ovino comenzó a 
decrecer. 
Pasado este impulso inicial, la economía del lanar entro en una etapa de madurez y su 
crecimiento se volvió menos explosivo. En el periodo que se extiende entre mediados de siglo 
y la década de 1880, la lanasupero a todos los demás rubros exportables. La ganadería lanar 
se concentró, casi con exclusividad, en la provincia de Buenos Aires. 
La ganadería lanar fue superado en dinamismo por la agricultura granifera y una ganadería 
vacuna radicalmente transformada. 
 
Los mercados de destino 
El sostenido crecimiento de la demanda internacional de la lana constituyo el principal 
estímulo para impulsar el proceso de reorientación de los recursos productivos pampeanos 
hacia la cría de ovinos. 
Hacia los años 40 la manufactura de tejidos de la lana experimento una expansión sin 
precedentes, impulsada tanto por innovaciones tecnológicas en el proceso de elaboración de 
los paños como por trasformaciones sociales más generales, asociadas con la industrialización 
y la urbanización, que acotaron el espacio para la producción doméstica de subsistencia y 
ampliaron la demanda para la producción industrial. El estímulo inicial para la constitución de 
un mercado mundial de lana provino de Gran Bretaña, la primera economía atlántica en 
revolucionar la elaboración de tejidos de esta fibra y en rebajar las tarifas arancelarias que 
protegían la producción doméstica de esta materia prima, abriendo su mercado a la 
concurrencia extranjera. Poco después la industria textil de los Estados Unidos, Francia, Belgica 
y Alemania recorrían el mismo camino. Los grandes centros manufactureros dirigían su 
atención hacia las nuevas regiones productoras de materia prima que, impulsadas por el alza 
de los precios de la lana, crecían en el hemisferio sur. 
En esos años Argentina y Australia se afirmaron como los principales exportadores mundiales 
de lana. La oferta Argentina, en un principio estaba volcada al mercado inglés, pronto comenzó 
a dirigirse hacia el continente europeo (Francia, Alemania y Bélgica) y durante un tiempo, 
también hacia los Estados Unidos. 
 
Cambios en las empresas agrarias 
La producción de la lana estimulo una transformación de considerable importancia en las 
empresas ganaderas pampeanas. La cría de ovejas suponía mayores requerimientos de fuerza 
de trabajo que la ganadería vacuna a la que vino a desplazar, tanto en lo que se refiere a 
calificación como a demanda de brazos. La estancia ovina se organizó en torno a puestos, cada 
uno de los cuales se hallaba a cargo de un pastor que atendía una majada de entre 1000 y 
2000 animales, muchas veces con la ayuda de su familia. Más frágiles que los vacunos, los 
ovinos reclamaban atención constante a lo largo del año y mucho trabajo durante el periodo 
de esquila (primavera) y de parición (abril – mayo y julio – agosto). 
Las ovejas también debían ser bañadas periódicamente. Marcadas y protegidas contra la 
sarna, la lluvia, el viento, los perros salvajes y demás depredadores. El cuidado de los 
reproductores de raza y proceso de mejoramiento del rodeo reclamaron importantes 
inversiones de capital y también trabajadores competentes en estas tareas. En conjunto, pues 
la expansión de la ganadería ovina trajo consigo un sostenido crecimiento de la demanda de 
trabajo, simple y calificado, particularmente intensa en las etapas iniciales del ciclo lanar. 
La demanda laboral en los distritos ovejeros de Buenos Aires creció 7 veces en apenas 15 años, 
entre 1850 y 1865. La consecuencia fue un incremento considerable de los salarios, así como la 
apertura de nuevas y mejores oportunidades de progreso económico para quienes 
comenzaban su carrera desde abajo. También impulso el ingreso de las mujeres al trabajo 
asalariado. 
En este marco, signado por la mejora de las remuneraciones y el crecimiento de la producción, 
dos fenómenos cobraron especial relieve. Por una parte, la expansión de la ganadería ovina 
estimulo la migración internacional de trabajadores. Durante el periodo colonial, el arribo de 
migrantes del interior había contribuido a satisfacer los requerimientos de energía humana 
que demandaba el desarrollo de las empresas agrarias y en general, de la economía rural. Sin 
embargo seguiría creciendo a lo largo de la independencia y del nuevo periodo. Desde los años 
40, sin embargo, la presencia de los trabajadores provenientes de Europa comenzó a 
opacarlos. Estos hombres se hallaban imbuidos de ambiciones de progreso, un espíritu de 
sacrificio y una capacidad de iniciativa mayor que los habituales en la común de los habitantes 
de sus propias comunidades de origen. Su incorporación al mundo de la producción atenuó la 
escases de fuerza de trabajo y supuso un incremento considerable de las calificaciones y la 
motivación de la población trabajadora. 
Tanto los Europeos como los hombres del interior venían atraídos por elevado nivel de las 
remuneraciones ofrecidas por el mercado rio platense. Así como también las oportunidades de 
progreso económico y social generadas por la expansión lanar. Estos migrantes contribuyeron 
a expandir y profundizar las relaciones de mercado. Sin embargo, el desarrollo de las 
relaciones mercantiles no fue lineal y tanto el estado como los grandes terratenientes por 
momentos optaron por acentuar la presión política sobre los pobres del campo con el fin de 
incrementar la oferta de fuerza de trabajo. El código rural sancionado por la provincia en 1865 
fue un hito de esta estrategia represiva, sin embargo no tuvieron mayor impacto sobre el nivel 
de remuneraciones y tampoco sirvieron para paliar la escasez de brazos. 
En momentos de intensa demanda laboral los empleadores pujaban entre si por la fuerza de 
trabajo disponible, en estas disputas, la mejor arma de un empleador era la magnitud de los 
incentivos mercantiles que estaban dispuestos a conceder. Los trabajadores no solo 
obtuvieron altos salarios sino que también lograron imponer condiciones laborales que, en 
algunos casos, les permitió acercarse a la autonomía productiva 
Este segundo aspecto de la economía lanar merece destacarse. La aparcería fue el principal 
instrumento que permitió a los hombres del común recorrer el camino que llevaría a los más 
afortunados entre ellos a convertirse en productores independientes y a veces propietarios. 
Eran habituales los contratos que estipulaban que los dueños del suelo debían ceder no solo 
una participación porcentual sobre la producción de lana, sino también un parte de los 
corderos nacidos durante el ciclo productivo. 
Los trabajadores tenían ante sí la posibilidad de acceder a medios de producción con los cuales 
podían poner en marcha sus propias empresas en el curso de algunos años. 
Desde mediados de 1860, el sostenido ingreso de migrantes tomo menos apremiante la 
escasez de trabajadores y reforzó la posición negociadora de los estancieros y los propietarios 
de la tierra. Por otra parte las oportunidades de los sectores subalternos se fueron angostando 
en la medida en que otros 2 factores cobraban mayor peso en la organización de las empresas 
ovinas: el desarrollo de tecnologías más costosas (Por primera vez en la historia de la 
economía pampeana se pusieron en marcha procesos de modernización productiva que 
quebraron la relativa uniformidad que caracterizaba la tecnología ganadera de la región) y el 
incremento del precio del suelo. 
El acceso al crédito caro y escaso en una economía que prácticamente careció de instituciones 
financieras hasta la década de 1860, obró a favor de los más poderos. Gracias a su superior 
capacidad para invertir en infraestructura (cercos, corrales, galpones, bañaderos, etc.) y en 
animales de raza, las empresas de mayor tamaño pudieron progresar de forma más rápida y 
profunda en la mejora genética del rodeo. En general, las grandes empresas fueron las 
primeras en invertir en alambrados, además de simplificar el control del proceso de 
mestización, ello le permitió utilizar más intensivamente toda la superficie del terreno e 
incrementar la capacidad de carga del suelo. 
En síntesis, las grandes empresas no solo se encontraban en condiciones más favorablespara 
mejorar la calidad de sus prácticas agronómicas, sino que podían hacerlo a un costo 
proporcionalmente más reducido. 
Los precios de la tierra crecieron a un ritmo superior al 7% anual entre 1850 y 1880 en los 
principales distritos ovejeros del país, esto beneficio a los propietarios de la tierra y perjudico a 
quienes contaban con destreza laborales o ganado. 
La inversión inicial también se volvió más costosa lo que género que el camino hacia la 
autonomía productiva para los hombres del común sea más difícil. 
 
 
Comercio y transporte 
Hacia mediados del siglo, el comercio exterior de la confederación Argentina giraba en torno al 
intercambio de textiles y otros bienes de consumo por cueros. Cerca de un centenar de casas 
comerciales constituían los principales actores del rudimentario sistema de intercambio que 
unía a los puertos Del plata con los otros destinos atlánticos. Aunque muchas de ellas nacieron 
como filiales o prolongaciones de firmas europeas, desde el comienzo estas casas gozaron de 
importantes márgenes de autonomía y con frecuencia eran dirigidas por inmigrantes radicados 
en BSAS . Los comerciantes Británicos ocupaban un lugar relevante en el sistema, en primer 
lugar gracias a sus privilegiados contactos con el principal mercado externo de la Argentina. 
También existían importantes nichos explotados por mercaderes de otras nacionalidades. 
En la década de 1860 se produjo un sostenible avance de las firmas textiles europeas sobre los 
comerciantes de base local. En la década de 1870 estas no solo contaban con oficinas sino que 
la presencia de sus representantes directos se tomó habitual en los distritos ovinos. Esto 
provocó una baja en los costos de comercialización que beneficio a productores e 
industrializadores de la lana. 
La expansión de la lana también propicio una trasformación del sistema de transporte. La 
exportación de lana requería trasladar el producto de la esquila desde las empresas rurales 
hasta los puntos de embarque, en un principio, esta demanda fue satisfecha por las carretas, 
medio de locomoción tradicional de la época. Sin embargo desde 1860 el aumento del 
volumen de lana transportada comenzó a justificar las enormes inversiones del ferrocarril. En 
esta década comenzaron a tenderse las primeras líneas que se internaban en los principales 
distritos ovejeros y para 1880 se había construido 1000 kilómetros de vía. 
Las carretas desplazadas por el ferrocarril en trayectos largos, eran usadas para llevar la lana 
hasta las estaciones del tren. Este nuevo medio de transporte desarrollado abarato los costos 
de transporte y para 1880 había caído a la mitad. 
La expansión lanar también se benefició de las importantes mejoras introducidas en los 
buques de ultramar desde mediados de siglo, cuando la navegación a vapor se empezó a 
complementar con la vela. Más grandes, seguros y veloces. Sin embargo los puertos argentinos 
experimentaron escasas mejoras en este periodo, solo en la segunda parte de 1870 
comenzaron las obras de canalización del riachuelo que permitieron que la carga y descarga no 
se haga más a rio abierto por medio de lanchas y carros. 
 
 
El desarrollo del capitalismo 
Distintos estudios argumentaron que los terratenientes actuaban como verdaderos 
capitalistas, siempre dispuestos a maximizar sus recursos e incrementar sus beneficios. 
Desde entonces, ciertos rasgos peculiares del capitalismo agrario pampeano, como el gran 
tamaño de las empresas y la baja tasa de inversión, comenzaron a ser entendidos ya no como 
rasgos atávicos si no como evidencia del comportamiento racional de los capitalistas. 
Argumentos similares sirvieron para explicar la preferencia de los empresarios argentinos por 
la inversión en el sector primario, ya que le resultaba más rentable que el ingreso en terrenos 
tales como el transporte, el comercio de exportación, la banca o la industria, donde debían 
competir con capitales extranjeros que contaban con un acceso más fácil al capital y las 
tecnologías importadas. 
En estos años también se volvieron habituales los estudios sobre la formación y características 
de los mercados de factores de producción. Con ello el capitalismo dejo de ser considerable 
como un derivado de los rasgos idiosincrásicos de la elite económica y paso a entenderse 
como el producto de un proceso de cambio social que afecta a toda la sociedad, cuyo eje 
central es la trasformación de la tierra y la fuerza de trabajo en mercancías susceptibles de ser 
compradas y vendidas en el mercado. Que organizan su funcionamiento. 
 La propiedad de la tierra constituía una suerte de monopolio de clase. Con ello la visión del 
periodo de auge lanar como la etapa decisiva en la formación del capitalismo agrario se 
reforzó. 
Pasada la mitad de siglo, el sector líder de la economía realizo un avance decisivo hacia el 
capitalismo, cuyo impulso principal provino de la expansión de las relaciones de producción 
capitalista de las grandes estancias. 
Hoy sabemos que la gran propiedad no fue el único gran protagonista de la formación del 
capitalismo agrario pampeano. Desde muy temprano, los pequeños productores 
desempeñaron un papel de considerable importancia en la expansión de la producción para el 
mercado, cuya relevancia creció a lo largo de todo el siglo XIX. Estos actores también vieron al 
mercado como una fuente de oportunidades para incrementar su patrimonio o su capacidad 
de consumo. 
Además de la formación de mercados de factores de producción, la expansión del capitalismo 
dependió de la difusión de valores que promovían el intercambio, la posesión y el consumo de 
bienes y de la formación de instituciones. El desarrollo del capitalismo depende de la 
formación de sujetos proclives a acumular y consumir, y de las instituciones que promueven la 
expansión e integración de los mercados. De particular importancia resulto la definición de un 
régimen de propiedad absoluta, que lentamente se abrió en el medio del siglo transcurrido 
entre la Revolución de mayo y el gobierno de Mitre. 
 
El estado y las instituciones 
El fin de Rosas no supuso el cierre definitivo de los conflictos políticos que dividían a los 
Argentinos, de todos modos señaló el punto de inicio de un periodo de construcción de las 
instituciones que servían de marco y de estimulo para la actividad económica. Tras alcanzar el 
poder en febrero de 1852, las elites liberales que derrocaron al restaurador pusieron su 
energía al servicio de la construcción de un marco legal destinado a favorecer el pleno 
despliegue de la economía capitalista. El contexto internacional favoreció sus iniciativas. 
A lo largo de la década de 1840, las tensiones sociales desatadas por la revolución y las 
guerras civiles comenzaron a perder intensidad, en gran medida, como resultado de los 
esfuerzos de disciplina miento político y social encargado por el propio Rosas. Sin embargo, 
Rosas se opuso de manera terminante a reformar el sistema de poder que lo tenía por centro, 
pese a que estos años, comenzó a labrarse un extendido consenso entre los hombres de 
fortuna y los elites intelectuales a entorno a la necesidad de dotar al país de un orden político 
y legal menos arbitrario y personalizado. 
Juan José de Urquiza libre de las esfuerzas que vencieron a los ejércitos de rosas en la batalla 
de caseros, promovió la sanción de una constitución que sentó las bases para la profunda 
transformación constitucional de signo liberal que el país experimento las década siguientes. 
La constitución de 1853, suprimió las aduanas interiores y aseguro el libre tránsito de bienes y 
personas en todo el territorio de loa nueva federación. Esta última medida concito resistencia 
en Buenos Aires, y con la revolución del 11 de septiembre de 1852 buenos aires se separó de la 
Confederación que reunía las provincias, del litoral y del interior. 
Luego de una serie de enfrentamientos militares queculminaron con la victoria de las fuerzas 
port3enas de 1862, Mitre fue ungido primer presidente de un Argentina reunificada gracias a 
la incorporación de Buenos Aires a la Corporación. 
Asegurado el predominio político de la gran Provincia, las rentas de la aduana porteña pasaron 
a sostener el Tesoro nacional, favoreciendo de este modo la formación de un estado Central 
mucho más solido que la Confederación Urquisista. La constitución de 1853, levemente 
reformada en 1860, alcanzo pleno imperio en todo el país. 
Como una prueba más de que el mismo espíritu liberal animada a la creación de instituciones a 
uno y otro lado del arroyo del medio a poco de producir la unificación, el código de comercio, 
redactado 3 años antes, por Dalmacio Velez Sarsfield, a pedido del extinto estado 
independiente de Bs As, adquirió plena validez en todo el territorio de la Republica Federal. En 
1869 se sancionaba un Código Civil, también surgido de la pluma de Velez Sarfield. De esta 
manera la Republica Liberal, completó los hitos esenciales del andamiaje legal, que habría de 
regirla hasta mediados del siglo xx. 
En 1857, el Gob. porteño alcanzó un acuerdo para retomar los servicios del empréstito que 
Rivadavia había contraído con la casa Baring durante en breve auge financiero de la década de 
1820, y cuyo pago se había suspendido muy poco después. Aun cuando el arreglo supuso un 
importante esfuerzo fiscal, la reasunción de las obligaciones externas sirvió para mejorar la 
reputación de las finanzas argentinas ante la banca extranjera y para traer nuevas inversiones 
hacia un territotio todavía visto como más peligroso que prometedor. 
Los inversores extranjeros se movieron con extrema cautela, tanto en lo que se refiere a los 
riesgos que estaban dispuestos a asumir, como la magnitud de sus desembolsos en la región. 
La modestias de los flujos de capital arribado al país, entre 1850 y 1880 incrementaron la 
relevancia de la gene3reacion de ahorro, y la banca local, de provisorio crecimiento en esta 
etapa. La formación del Bco de la Prov de Bs As, le otorgó a la economía argentina, su primera 
Institución de crédito, desde la frustrada experiencia del banco de descuentos de 1822. En su 
seno funcionó entre 1867, y 1876 una caja de conversión, llamada Oficina de Cambio, que 
puso a la moneda local bajo un régimen de Convertibilidad, signo inconfundible de 
respetabilidad financiera en esa época. D este modo, el papel monedad porteño volvió a tener 
respaldo metálico. 
El Banco de Provincia se convirtió en el núcleo de un sistema bancario al que, desde comienzos 
de la década de 1860 se sumaron casas de origen británico, como el Banco de Londres, así 
como otras vinculadas a hombres de negocios locales y colectividades de inmigrantes. Cuando 
comienzo de 1870, aparecieron el Banco Nacional y dos bancos hipotecarios, uno Provincial y 
uno Nacional, Bs As se había convertido en la principal plaza financiera de América Latina. 
Por la envergadura de sus depósitos, y por su creciente capacidad para canalizar el ahorro 
hacia fines productivos, el naciente sistema bancario porteño desempeñó un papel relevante 
en la financiación del proceso de inversión de la economía lanar en particular, y en la 
aceleración del crecimiento económico de la región en general. 
Con la aparición de un sistema bancario, comenzó a morigerarse la aguda escasez de capital 
que había constreñido el crecimiento económico desde la independencia. 
Los gobernantes liberales aceptaron el principio, de que la posesión continuada constituía un 
antecedente válido para estableces derechos absolutos y tendieron a tomar por buenos los 
reclamos de todos aquellos que solicitaba regularizar sus tenencias. Si algún sector de la 
población se vio afectado por ese proceso, seguramente fue el de los más débiles en capital 
económico y en relaciones sociales. 
Las luchas políticas que acompañaron la caída de Rosas y las disputas de Bs As y la 
Confederación restaron capacidad militar a los defensores de la frontera porteña y 
estimularon la actividad de las parcialidades indígenas que durante un cuarto de siglo habían 
sido eficazmente contenidas por medio de negociaciones, sobornos y amenazas. 
La acentuación de los conflictos en la frontera coincidió con una etapa de sostenido 
crecimiento del rodeo lanar que comenzó a agotar las tierras disponibles y que dio lugar a 
intensas presiones no solo para asegurar sino también para incrementar el área en 
explotación. 
En esos años, se sentaron las beses para la resolución definitiva del secular pleito entre la 
sociedad blanca y los antiguos habitantes de la Pampa. En la gran ofensiva que comenzó en 
1876 (primero bajo el mando de Adolfo Alsina y luego de Julio A. Roca) los fusiles a repetición 
de las tropas veteranas del ejército nacional quebraron definitivamente la resistencia indígena. 
Finalmente el estado federal se aseguró jurisdicción sobre las tierras, vastas aunque no tan 
fértiles ubicadas al sur del Río Colorado. Esta inmensa superficie fue rápidamente privatizada. 
Gracias a las nuevas garantías de los derechos de propiedad aseguradas por la conquista del 
desierto, la ganadería comenzó a internarse en los distritos saqueados al indio, pero el botín 
resultó tan extraordinario que su puesta en producción solo termino de completarse tras la 
gran fiebre de construcción de líneas férreas de las décadas del cambio del siglo. 
Fuera de Bs As, la expansión de la economía capitalista dependió mucho más directamente de 
las iniciativas estatales que de las todavía anémicas fuerzas del mercado. Hasta entonces, una 
población dispersa y poco integrada a la economía de intercambio, altos costos de transporte, 
inseguridad física y jurídica, así como trabas al comercio interno, también erigido grandes 
barreras a la constitución de una economía más productiva y articulada. 
Como primer presidente de la Confederación, Urquiza hizo todo lo que estaba a su alcance, 
para impulsar este programa; creo un banco y una moneda nacional, promovió la llegada de 
agricultores europeos y las transformación técnica de las labores rurales, abolió las aduanas 
internas, invirtió esfuerzos en la mejora de las vías de comunicación, sonó con la construcción 
de un ferrocarril para unir el litoral y el interior. Sin embargo, la extrema modestia de los 
recursos fiscales que la confederación podía movilizar, así como la ausencia de actores lo 
suficientemente poderosos para apuntalar estos proyectos, impidieron que las iniciativas 
prosperen. 
Este cuadro comenzó a modificarse cuando Mitre alcanzo la primera magistratura. A partir de 
ese momento, el estado unificado pudo volcar sobre el interior parte de los recursos 
generados por la rica provincia de Buenos Aires. 
La progresiva pacificación del país también crearon condiciones propicias para que el poder 
público fuera dejando de lado su preocupación por el orden y comenzara a pensar en formas 
más efectivas de integrar económica y políticamente el territorio. En la vasta y despoblada 
Argentina, el ferrocarril era el mejor instrumento para alcanzar estos objetivos. 
Al asumir Mitre reforzó el proyecto ferroviario de Urquiza, promoviendo la construcción de 
una línea entre Rosario Y córdoba. La línea, atravesaba una región casi inexplotada por lo que 
la ausencia de un mercado sobre el cual apoyarse, necesito del sostén del estado. El 
instrumento para ello fue un régimen de garantía a la inversión que aseguro a los propietarios 
de la línea una rentabilidad del 7% anual sobre el capital invertido, a cambio de alguna 
injerencia estatal en la definición de las tarifas. 
 
Un invento de impacto global 
El estado desempeño un papel fundamental en la expansión de la red vial en el interior, pero 
hacia 1880 más de 2/3 de la inversión ferroviaria se localizaban en la región pampeana, y en 
particular en las tierras Bonaerenses. El ferrocarril tuvo un impacto global.En un país que todavía constituía un destino riesgoso para la inversión extranjera, el sistema 
de garantía estatal también sirvió para estimular la construcción de otras líneas, como el 
ferrocarril a Rio Cuarto y el que unió Córdoba y Tucumán en 1876. Las líneas tendidas en BSAS 
también recurrieron al apoyo del estado. Pero, si para las empresas que operaban en la dina 
mica provincia de BSAS el régimen de garantía en todo caso funcionaba como un seguro inicial 
contra la pericia o la osadía de sus promotores, las líneas que recurrían el interior encontraban 
en el subsidio público un recurso esencial para asegurar su supervivencia durante los 
prologados años de adversidad que enfrentaron. 
 
Mientras que el pujante sur renuncio a la garantía, al cabo de algunos años de servicio, el 
Central Argentino se aferró al subsidio hasta fines de la década de 1880, cuando el desarrollo 
agrícola de la región atravesaba, y que su construcción había promovido, pudo asegurarle unos 
ingresos más atractivos que los que proveía el estado. Resulta evidente entonces que, pese al 
auxilio del estado central, el progreso de las regiones interiores durante este periodo continuo 
siendo lento y dificultoso. Aunque no todo permaneció inalterado, cuando Roca asumió la 
presidencia, en octubre de 1880, las desigualdades regionales, antes que atenuarse, se habían 
profundizado. 
 
 
 
 
 
El proyecto de Centralización, Fortalezas y Debilidades 
 
Luego de las elecciones de 1874, el gobierno nacional triunfa teniendo ahora a Avellaneda 
en el poder para reemplazar a Sarmiento, quien mantiene y continua durante su gestión 
con las principales líneas de Sarmiento. Busca el fortalecimiento y construcción del 
aparato estatal, modificando el perfil cultural y demográfico del país, buscando unificar 
y controlar el territorio. (el texto describe la presidencia de Avellaneda evaluándola desde 
distintas áreas). 
El presidente y Buenos Aires 
Avellaneda llega al poder en medio de la disputa entre Autonomistas (Alsina) y 
Nacionalistas (Mitre). Con una alianza con Alsina y habiendo construido varios lazos con 
gobernadores del interior mientras era ministro de Sarmiento, Avellaneda logra tejer una 
red solida que le permitió llegar al poder. El sector donde si contaba con poco apoyo era 
el de los porteños. 
Los nacionalistas frente a la derrota generan levantamientos (llamados mitristas) en 
contra de las elecciones. Estas rebeliones y movimientos fracasan frente a la 
intransigencia de Avellaneda, quien sostiene su carácter institucionalista. No obstante, el 
nacionalismo seguía manteniendo una fuerza política considerable, en especial en Buenos 
Aires. Sumado a esto, se genera un estallido en el seno del autonomismo, a partir de un 
grupo de jóvenes que se oponía a los viejos líderes. Por todo esto, la situación de Buenos 
Aires en el área era ciertamente adversa. 
Las provincias en contraste se mantuvieron alineadas con el Presidente, hasta la invasión 
de López Jordán que irrumpió el orden establecido. La represión a esta rebelión fue 
rápida y exitosa restaurando el orden. 
En Crisis 
En el área económica, Avellaneda tuvo varias complicaciones durante su presidencia. 
Venia de un ciclo de expansión de la agricultura de la década del 60, aumentando la 
exportación de materias primas y aumentando los créditos y los gastos estatales debido a 
las expectativas de futuro crecimiento. Las importaciones empezaron a crecer a ritmos 
mayores que las exportaciones lo que generó una balanza comercial negativa compensada 
por los capitales que ingresaban en forma de inversiones y créditos. En 1873 la situación 
cambio drásticamente a raíz de una crisis internacional, donde se genero un clima de 
restricción en los mercados de capitales junto con una caída de los precios de las 
exportaciones argentinas. 
Para el campo la crisis no fue tan dura. Salvo en 1873 y 1874 (años más duros) la 
producción de lana siguió en aumento. 
Para el estado la crisis si fue grave. Sus dos fuentes de recaudación eran la aduana y los 
créditos externos e internos. Las dos sufrieron una contracción drástica con la crisis. Para 
recuperar el equilibrio fiscal, se busco achicar el gasto y generar nuevas fuentes de 
ingreso. Para el ajuste del gasto, el gobierno tomó la decisión de cumplir con los 
compromisos de la deuda externa (el 45% de gasto), en cambio decidió recortar empleos 
estatales y disminuir sueldos. 
La moneda 
Se crea el Banco Nacional (el cual para a competir con el único banco de antes, el banco 
porteño) el cual contribuyó a aumentar la circulación de los pesos. Hubo convertibilidad 
a tasa fija con el oro hasta 1876. 
La crisis afecto al sistema financiero, devaluando al peso con respecto al oro y 
fomentando la fuga del ultimo lo que termino con el fin de la convertibilidad. 
Para poder afrontar los compromisos de deuda, el estado toma un préstamo del Banco de 
la Provincia, dándole mayor poder y fortaleciendo a la institución provincial. 
Proteccionismo y Librecambio 
Para aumentar los ingresos estatales, se propusieron cambios en los aranceles aduaneros. 
Debido a las fuertes influencias asociadas al sector exportador, estos gravámenes debían 
ir solos hacia las importaciones, lo que terminarían pagando las personas que 
consumieran las mismas (Ley de Aduanas). Estas restricciones según Avellaneda eran 
exclusivamente con fines fiscales y no para proteger industrias locales. La Ley de 
Aduanas, luego de ser ampliamente discutida por ir en contra de la doctrina del 
librecambio regente en la época, fue aprobada, colocando aranceles sobre los productos 
importados. Se ve que indirectamente por la misma, empiezan a crecer industrias dentro 
de Argentina del sector de la confección y loa alimentos, dedicándose al consumo local y 
sustituyendo en parte las importaciones desfavorecidas por los aranceles. 
El frente Externo 
Avellaneda tuvo que afrontar tensiones con el Imperio de Brasil y con Chile. 
Con Brasil, los problemas giraban en torno a la paz en Paraguay. Entre 1870 y 1873 se 
realizaron negociaciones que terminaron fracasando por el pendiente reclamo de 
Argentina sobre la Villa Occidental. Las gestiones se retomaron en 1875 con el Canciller 
Tejedor, pero terminaron también fracasando. Con el nuevo canciller, Bernardo de 
Irigoyen, se logro firmar en 1876 los tratados de paz, limites, comercio y navegación; 
logrando para mediados de 1876 que Brasil retire sus fuerzas y finalice la ocupación de 
Paraguay. En estas negociaciones se realizó una mediación donde se determinaron los 
limites con Paraguay, donde se concedió a Argentina la Villa Occidental. 
Con Chile, el conflicto estaba en por los limites en la Patagonia y el estrecho de 
Magallanes. A pesar de muchos intentos diplomáticos entre 1876 y 1878, el conflicto no 
se solucionaba y fue agudizado varias veces cuando buques chilenos detenían a 
embarcaciones autorizadas por Argentina cuando las mismas navegaban por el territorio 
en disputa. Chile entra en guerra con Perú y Bolivia lo que hace que pierdan atención y 
fuerza sus reclamos sobre la Patagonia. Argentina por su parte se mantuvo neutral en el 
conflicto anterior y paso a ocupar parte de los territorios en disputa con Chile. EN 1881 
los países firman el acuerdo Echeverria-Irigoyen, cediendo la Patagonia y las costas del 
estrecho a Argentina junto con parte de Tierra del Fuego y algunas islas. 
 
La vida Cívica 
La calle siguió siendo el ámbito de manifestación de la opinión y espacio de variadas 
movilizaciones públicas. Durante su presidencia, Avellaneda tuvo la primera huelga de 
la historia de Argentina, realizada por la Sociedad Unión Tipográfica. No fue de gran 
escala, pero sentó un precedente de un nuevo canal para transmitir demandas sociales. 
Como la vida civil era activa y vigorosa, las acciones del gobierno también eran juzgadas 
por la opinión publica que era una nueva instanciade legitimación, por lo que las figuras 
del gobierno se vieron obligadas a participar en el espacio público. 
Política de Conciliación 
El nacionalismo Mitrista había elegido la vía de la abstención electoral y la amenaza 
revolucionaria, mientras que el autonomismo que gobernaba se encontraba fracturado. 
Frente a este panorama, Avellaneda opta por una política de conciliación. En 1877 se 
dieron los primeros pasos para convencer al Mitrismo de esta conciliación. Varios gestos 
por parte del gobierno finalizan con una entrevista entre Mitre y Avellaneda para 
establecer las bases de un acuerdo. Estos movimientos dieron pie a algo nunca visto en la 
dinámica política establecida, que comenzaba con el reconocimiento de un partido 
opositor. Antes siempre existió un partido totalizador y la competencia era a todo o nada 
donde el perdedor sistemáticamente optaba por la denuncia del fraude y la abstención 
electoral con amenazas revolucionarias. Los partidos empezaron a mostrar mayor 
organicidad y se planteo el tema de la representación de las minorías en el gobierno. 
En contraposición de las tendencias que iban surgiendo y por las tensiones que había en 
el ámbito político, Avellaneda decidió pasar a una nueva estrategia con el Mitrismo, que 
desemboco en una alianza electoral, buscando eliminar la competencia presentando listas 
conjuntas. Frente a esta unión, el grupo autonomista disidente forma el Partido 
Republicano que se opone a la conciliación con los nacionalistas. 
“Civilizar” el País 
Avellaneda siguió la línea de Sarmiento en términos de “civilizar” el país, buscando 
transformar el perfil cultural y demográfico de sus habitantes. Sus dos ejes para lograrlo 
eran la educación de los ciudadanos y la incorporación de inmigrantes que trajeran valores 
apropiados como el del trabajo y la disciplina social, buscando además expandir e integrar 
el territorio a través de la ocupación productiva de la tierra. Para lograr esto, toma medidas 
como la ley de inmigración y colonización en 1876 que daba ciertas ventajas a los 
inmigrantes (como alojamiento al llegar, transporte y acceso a la tierra) para que los 
mismos se instalen en el territorio. Las políticas llevadas a cabo en el asunto logran 
resultados bastante modestos. 
La frontera 
Para la época, la mitad del territorio reclamado como parte del país se encontraba ocupado 
por distintas tribus originarias. Entre el territorio ocupado por el estado argentino y las 
mismas existía una frontera, que lejos de ser un limite fijo era una porción de territorio 
donde sucedían intercambios diplomáticos, comerciales y sobre todo violentos entre las 
dos sociedades. El gobierno siempre mantuvo este territorio militarizado a pesar de 
realizar ciertos tratados y acuerdos informales con las distintas tribus. La visión mas que 
arraigada para mediados de 1870 sobre el tema era que la zona del desierto (donde 
habitaban los “indios”) era un espacio al que la civilización no había llegado aún. 
Debido a la crisis económica que exigía la incorporación de nuevas tierras al sistema 
productivo junto con la eliminación de la inseguridad en la zona de la frontera, y para 
poder desestimar los reclamos chilenos sobre parte del territorio de la Patagonia, el 
gobierno se veía llamado a abordar la cuestión. 
Sobre este asunto, avellaneda tuvo dos posturas durante su administración. 
Existió una primera aproximación, guiada por los ideales de Alsina (en ese momento 
ministro de Guerra). La misma implicaba la incorporación gradual del territorio al 
sistema, “civilizando” e incorporando a los indígenas la sociedad argentina. Para llevar a 
cabo estos objetivos se realizo una campaña militar que finalizo con el establecimiento 
de una línea de fortines unidos por una zanja para detener los ataques de aquellos 
indígenas que no quisieran incorporarse. Este plan fue duramente criticado por su carácter 
defensivo y por intentar incorporar y civilizar a los indios, que según otras corrientes no 
poseían esta capacidad y debían ser directamente erradicados. 
Cuando muere Alsina en 1877, el general Roca lo reemplaza en su cargo, comenzando la 
segunda etapa de abordaje de la frontera, que implico un cambio en el abordaje de la 
cuestión. Se realizo una campaña mucho mas agresiva y de erradicación de los indígenas. 
La misma consistía en un grupo de avanzada que arrasaba con los asentamientos 
debilitándolos (eran llamados los contra-malones por su carácter sorpresivo) para luego 
avanzar en una segunda etapa con un ejército que limpiaba los posibles focos restantes. 
La campaña fue financiada con fondos provenientes de una suscripción de acciones que 
daban derecho a la posesión de tierras entre la vieja y la nueva frontera. 
Para junio de 1879 la campaña fue completada de manera “exitosa”, llegando a establecer 
la nueva frontera en el Rio Negro generando la desaparición de las comunidades indígenas 
como grupos organizados y desplazándolos al sur de la nueva frontera. 
Esta campaña termino con décadas de conflictiva convivencia entre las dos sociedades, 
mediante la erradicación de una de ellas. A su vez implico: 
• La incorporación de más de 15000 leguas de tierra al sistema productivo argentino 
en plena expansión. 
• La reafirmación de la soberanía sobre el territorio en disputa con Chile. 
• La consolidación del poder del estado nacional y de Buenos Aires (principal 
beneficiado con la incorporación de tierras) por sobre las provincias. 
• El fortalecimiento del ejercito como institución 
• La contribución al afianzamiento de las concepciones que asociaban la 
modernización de la nación a la eliminación de todos aquellos que podían desafiar 
el patrón civilizatorio dominante.

Continuar navegando

Materiales relacionados

146 pag.
139-4-ELENTORNO

IPN

User badge image

Todos los Materiales

25 pag.
v5n5-kalmanovitz-1983

SIN SIGLA

User badge image

Materiales y Contenidos

11 pag.
5 pag.
PRIMER PARCIAL HISTORIA E A

SIN SIGLA

User badge image

Marcelo Oscar Escobar