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Dr. Fernando D. Saraví El estudio del estado funcional del cerebro con respecto a la conciencia y el ciclo de vigilia y sueño recibió un gran impulso gracias al desarrollo de una técnica para registrar la actividad eléctrica de la corteza cerebral, llamada electroencefalografía. Por consiguiente, a continuación se explicará su fundamento y significado. EL ELECTROENCEFALOGRAMA (EEG) El EEG es un registro de la actividad eléctrica cerebral obtenido mediante electrodos colocados en la superficie del cráneo. En 1875, Richard Caton obtuvo registros eléctricos en animales, y en la década de 1920 Hans Berger logró registrar la actividad eléctrica cerebral en humanos mediante electrodos en contacto con el cuero cabelludo. Berger llamó a tal registro “electroencefalograma” (Elektroenkephalogram) y describió sus principales patrones de actividad. Sistema de registro del EEG El EEG se obtiene por determinación de las diferencias de potencial en la superficie del cráneo de un conjunto de electrodos que se ubican en posiciones normalizadas con respecto al puente de la nariz (nasion), la protuberancia occipital (inion) y entre sí (Fig. 1). Existen dos modalidades de medir las diferencias de potencial. En el modo bipolar se mide la diferencia de potencial entre dos de los electrodos del conjunto. En el modo unipolar se mide la diferencia de potencial entre cualquiera de los electrodos del conjunto y un electrodo “indiferente” (supuestamente no afectado por la actividad eléctrica cerebral) que puede colocarse, por ej., en el lóbulo de la oreja. Como se trata de potenciales de escasa amplitud, deben ser amplificados y filtrados (para eliminar artefactos) para su correcto registro. Ondas del EEG normal (Fig. 2) En un individuo adulto despierto pero relajado y con los ojos cerrados predomina el llamado ritmo alfa con una frecuencia de 8 a 13 Hz, que es especialmente notable en la región occipital. Si la persona realiza un esfuerzo mental o imagina una escena, el ritmo alfa puede desaparecer (lo que se llama “bloqueo alfa) y ser reemplazado por un ritmo beta más rápido (15 a 30 Hz). Lo mismo ocurre si el individuo abre los ojos. El bloqueo alfa no se debe a la luz, ya que si la persona abre los ojos ante una pantalla de iluminación uniforme el ritmo alfa no desaparece. Por el contrario, si la persona abre los ojos en la oscuridad pero hace un esfuerzo por ver, el ritmo alfa es reemplazado por ritmo beta. La conclusión es que el ritmo alfa predomina en la corteza occipital cuando no se está procesando información visual. Por su parte, la actividad mental consciente y el procesamiento visual se asocia con el ritmo beta. Otras ondas características son las llamadas theta de 4 a 7 Hz y delta de 0.5 a 3 Hz. No aparecen en el EEG del adulto normal despierto, pero sí durante el sueño. Pueden aparecer normalmente en niños pequeños despiertos. En la Fig. 3 se muestra un trazado EEG normal (el último trazo es un electrocardiograma) donde se muestra el predominio del ritmo alfa con los ojos cerrados y la desincronización (paso a predominio de ritmo beta) cuando se abren los ojos. El ritmo diario de actividad: Sueño y vigilia Posgrado-00 Sello EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 2 La principal aplicación clínica del EEG es su uso para el diagnóstico de las epilepsias. Este tema no se tratará aquí, aunque en la Fig. 4 se muestra un trazado del EEG durante una crisis epiléptica generalizada para fines ilustrativos. Origen de las ondas del EEG El EEG es una forma de registro extracelular de ondas de baja amplitud mediante electrodos situados a considerable distancia del sitio donde se producen los potenciales, en el volumen del cerebro. En estas condiciones la amplitud de los potenciales registrados en un volumen considerable decaen con el cuadrado de la distancia, de modos que la amplitud de las ondas es típicamente de unas pocas decenas de microvoltios y no superan los 200 V. Además, las propiedades resistivas y capacitivas de los tejidos interpuestos (meninges, cráneo, cuero cabelludo) contribuyen a distorsionar las ondas. Dadas las condiciones del registro, las células cuya actividad bioeléctrica puede originar potenciales detectables deben cumplir ciertas condiciones: EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 3 1. Deben estar próximas a los electrodos de registro. 2. Deben estar funcional y anatómicamente polarizadas. 3. Deben estar dispuestas en paralelo. 4. Deben ser capaces de generar potenciales de manera sincronizada. La condición de proximidad (1) implica que el EEG solamente puede registrar directamente actividad cortical y no de núcleos profundos como el tálamo o los ganglios de la base. Dentro de la corteza, las únicas células que cumplen las condiciones de polarización y disposición en paralelo (2 y 3) son las células piramidales. Estas son las neuronas principales de la corteza, y las únicas que proyectan sus axones hacia regiones subcorticales y otras áreas de la corteza (el resto son interneuronas). Finalmente, las células piramidales pueden sincronizar su actividad cuando reciben aferencias del tálamo o de la corteza contralateral (condición 4). La necesidad de sincronización se debe a que, para ser detectable con un electrodo superficial es necesaria la sumación en el líquido extracelular de potenciales provenientes de aprox. un millón de neuronas. Por la disposición y distancia de los axones de las células piramidales, el EEG no registra señales causadas por potenciales de acción. Las señales provienen de los potenciales EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 4 sinápticos en las dendritas y soma de dichas neuronas. La polaridad (positiva o negativa) de la onda EEG depende de dos factores. Primero, si se trata de una sinapsis excitatoria o inhibitoria. En la Fig. 5 se muestra el efecto de una sinapsis excitatoria ubicada en la lámina cortical 2 (superficial). Con electrodos intracelulares la polaridad del potencial sináptico (PPSE) es la misma (positiva) en cualquier punto. En cambio, un registro extracelular tendrá una polaridad negativa en la sinapsis misma (donde la corriente es de entrada) y positiva en un sitio más próximo al soma, donde la corriente sale y cierra el circuito. Esto genera un dipolo de potencial (negativo en la región más externa), que puede ser registrado en la superficie craneana si muchas neuronas generan potenciales similares simultáneamente. Un electrodo en la superficie cortical registrará un potencial negativo (en el EEG los potenciales negativos por convención se inscriben hacia arriba de la línea de base). La amplitud de la variación de potencial queda determinada por la magnitud de la corriente sináptica y por las propiedades resistivas de la membrana (Rm), del citoplasma (Ra) y del líquido extracelular (Re). En general, los potenciales registrados en el líquido extracelular son 100 a 1000 veces menores que los obtenidos con registros extracelulares. En la Fig.6 se muestra que la activación de sinapsis excitatorias en la lámina 2 causará una onda negativa, mientras que las sinapsis excitatorias en la lámina 5 (donde el dipolo es positivo en la región más superficial) generan ondas positivas. Las sinapsis inhibitorias, en las cuales existe una corriente de salida en la sinapsis y de entrada en otras regiones de la membrana, generan potenciales extracelulares de polaridad opuesta a la de las sinapsis excitatorias. Así, una sinapsis inhibitoria generará en la superficie del cráneo una onda positiva si está en la lámina 2 y negativa si está en la lámina 5. En resumen, una onda positiva puede corresponder a la activación de sinapsis excitatorias en la profundidad de la cortezao de sinapsis inhibitorias próximas a la superficie. Una onda negativa puede deberse a la activación de sinapsis excitatorias próximas a la superficie o inhibitorias profundas. Por tanto, el EEG no permite discernir, a partir de la polaridad de la onda, si las acciones sinápticas que la originaron fueron excitatorias o inhibitorias. Por el momento, el interés en el EEG se limitará a su aplicación en el estudio del sueño. SUEÑO El sueño puede definirse desde el punto de vista del comportamiento como un estado caracterizado por: 1. Reducción en la actividad motora (inmovilidad o movimientos fásicos e infrecuentes). EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 5 2. Reducción de la respuesta a estímulos y aumento del umbral para provocar una respuesta. 3. Posturas estereotipadas carácterísticas (decúbito en humanos). 4. Fácil reversibilidad, que lo distingue de estados con las mismas primeras tres carácterísticas, como el coma o la anestesia general. Dormir ocupa aprox. 8 h por día, lo cual corresponde a un tercio de la vida de un ser humano. La explicación más simple (y aún común entre los legos) acerca del sueño es que se trata simplemente de una reducción de la actividad cerebral causada por la fatiga. Sin embargo, desde hace medio siglo los investigadores saben que esta hipótesis no es correcta. La concepción moderna es que, al igual que el estado opuesto (vigilia), el sueño es una forma de actividad cerebral altamente compleja e inducida activamente. El ciclo de sueño y vigilia El ciclo de sueño y vigilia posee un ritmo cíclico propio. La duración de cada ciclo es de aprox. 24 h ó cerca de un día, y por eso se lo conoce como un ritmo circadiano. Los estímulos externos, como la iluminación, no generan el ciclo. Solamente lo sincronizan. Este ritmo es generado por el propio sistema nervioso central. El generador del ritmo es el núcleo supraquiasmático del hipotálamo (que se trata más adelante). Debe destacarse que el núcleo supraquiasmático no induce el sueño y el despertar, sino que determina en qué parte de la jornada ocurren, de manera diferente según los hábitos de la especie. Los humanos tienen típicamente actividad diurna, y duermen durante la noche. En humanos que deben trabajar de noche o que viajan a otro país con un huso horario muy diferente, se produce una reprogramación del ritmo de sueño y vigilia y de otros ritmos circadianos. Este proceso de ajuste suele acompañarse de un síndrome transitorio de descompensación horaria o jet lag caracterizado por cefalea, fatiga, incapacidad para pensar con claridad, náuseas y vómitos. Los animales de hábitos nocturnos, como la rata, normalmente duermen durante el día. Una lesión experimental del núcleo supraquiasmático desordena este patrón pero no aumenta la cantidad total de horas dedicadas al sueño. La cantidad total de sueño varía con la edad. Los recién nacidos pueden dormir 20 h por día, pero para los 5 años esta cantidad se ha reducido a 12 h diarias, principalmente por menor sueño durante el día (Fig. 7). Los adultos jóvenes suelen dormir entre 7 y 8 h. Los ancianos generalmente duermen menos, pero no porque necesiten menos sueño, sino porque sufren más frecuentemente de insomnio. Para un determinado individuo, la cantidad total de sueño promedio es bastante constante y relativamente independiente de la actividad física o intelectual durante el día. El principal factor que puede aumentar transitoriamente las horas dedicadas al sueño es no haber dormido apropiadamente en los días previos. El sueño es acumulativo, aunque no estrictamente aditivo. Si una persona no duerme por 48 horas, dormirá más de 8 horas pero no necesitará 16 horas para recuperarse. Fases de sueño Además de los criterios referidos al comportamiento, el sueño puede caracterizarse por diversos registros eléctricos como el EEG y el electromiograma (EMG) que registran, respectivamente, la actividad eléctrica de la corteza cerebral y del músculo esquelético. El electrooculograma (EOG) permite registrar los movimientos oculares. La combinación de estos registros permitió descubrir que el sueño normal se puede dividir en dos fases. Uno se acompaña de movimientos oculares rápidos y por ello se llama sueño REM (de Rapid Eye Movements). En el otro tipo, llamado No REM, estos movimientos están ausentes (Fig. 8). Durante el sueño No REM la actividad metabólica cerebral disminuye 20 %. El tono muscular y los reflejos se conservan. En el sistema nervioso autónomo disminuye la actividad simpática, con lo cual se reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial. En cambio, el tono parasimpático aumenta, como es evidente por la constricción pupilar (miosis) que se observa en esta fase. Durante la vigilia con los ojos abiertos, el EEG es de frecuencia mayor de 17 Hz y de escasa EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 6 amplitud (10-20 V). Al cerrar los ojos aparece el ritmo alfa (8 a 12 Hz) sobre todo en la región occipital. El tono muscular (EMG) es moderado a alto y hay movimientos voluntarios, incluidos los movimientos oculares. El curso del pensamiento es lógico y continuo. Las percepciones procedentes de estímulos externos son vívidas. En el sueño No REM hay movimientos oculares lentos y ocasional actividad fásica en el músculo esquelético. Los reflejos espinales (miotático, nociceptivo) se conservan. El tono muscular disminuye moderadamente debido a la ausencia de facilitación de las motoneuronas espinales por parte de las vías descendentes. El sueño No REM se subdivide en cuatro etapas (Fig. 9): 1. Etapa 1. Es la transición de la vigilia al sueño. Las ondas del EEG se tornan más lentas, y alternándose el ritmo alfa con ondas theta más lentas, que predominan al final de esta etapa y son de aprox. 10 Hz y 20 a 40 V. La etapa 1 dura de 20 a 30 min. 2. Etapa 2. Aparecen salvas de ondas sinusoidales llamadas espigas del sueño (12 a 14 Hz) y ondas bifásicas de mayor voltaje denominadas complejos K, que duran más de 500 ms. Además, hasta 20 % del registro corresponde a ondas delta, de 0.5 a 2 Hz y más de 75 V. La etapa 2 comprende aprox. 50 % del total del sueño. 3. Etapa 3. Las ondas delta ocupan entre 20 % y 50 % del tiempo total. 4. Etapa 4. Las ondas delta ocupan más de 50 % del tiempo (típicamente la mayor parte del registro). Las etapas 3 y 4 se denominan colectivamente sueño de ondas lentas, que comprende 20 a 25 % del total de sueño. Característicamente, luego de alcanzarse la etapa 4 el sueño No REM retorna sucesivamente a las etapas 3 y 2, y es seguido por una fase de sueño REM. El EEG del sueño REM se parece al de la vigilia, pues se caracteriza por ondas de escasa amplitud y mayor frecuencia que el sueño No REM. Por esta razón el sueño REM se llama también “sueño paradójico” o “desincronizado” (con respecto al EEG). Durante el sueño REM aparecen trenes de ondas bifásicas, llamadas “ondas en serrucho” (Fig. 9). Una característica peculiar del EEG durante el sueño REM es la aparición de ondas fásicas de gran amplitud llamadas espigas PGO, pues se originan en la formación reticular de la protuberancia y son relevadas en el cuerpo geniculado lateral, desde donde alcanzan la corteza occipital. EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 7 Durante una noche, el primer ciclo de sueño dura de 90 a 110 min, y el período REM es breve (5 a 10 min). En los ciclos siguientes se acorta el período de sueño No REM por la menor duración de las etapas 3 y 4 (que incluso pueden estar ausentes en ancianos). Por el contrario, la duración de los períodos de sueño REM tiende a alargarse a medida que transcurre la noche, hasta alcanzar episodios de 20 a 25 min. En el adulto joven, elsueño REM ocupa 20 a 25 % del total. En niños la proporción es mayor, y en ancianos es menor (Fig. 10). Durante el sueño REM el metabolismo cerebral aumenta hasta aproximarse al de la vigilia. No obstante, hay una menor respuesta de ciertos mecanismos homeostáticos. Por ej., la regulación térmica se torna ineficaz y hace que la temperatura corporal se haga más dependiente de la temperatura ambiental (poikilotermia). La ventilación se vuelve irregular y puede haber breves períodos de apnea. Además, el control químico de la ventilación se hace menos sensible a la presión de CO2 en la sangre arterial. La presión arterial y la frecuencia cardíaca se tornan fluctuantes. Se postula que la inestabilidad circulatoria durante períodos largos de sueño REM puede estar vinculada con la mayor frecuencia de arritmias e infartos en horas tempranas de la mañana. Los efectos parasimpáticos se acentúan durante el sueño REM. Esto causa, por ej., una mayor miosis pupilar y, según el sexo, erección del pene o ingurgitación del clítoris. Con excepción del diafragma y los músculos del oído medio, durante el sueño REM se produce una profunda atonía del músculo esquelético. Esto se debe a un fenómeno de inhibición activa de las motoneuronas espinales, y no solamente a la falta de facilitación como ocurre en el sueño No REM. La actividad onírica (ensoñaciones) se produce generalmente durante la fase de sueño REM. En las ensoñaciones el curso del pensamiento se torna ilógico y hasta grotesco. El curso y contenido del pensamiento que es normal durante una ensoñación sería considerado francamente psicótico (como en la esquizofrenia) si ocurriese en el mismo individuo cuando está despierto. Durante una ensoñación es frecuente tener la sensación de realizar movimientos voluntarios, pero esta es una ilusión. La corteza motora genera órdenes, pero éstas no se cumplen debido a la profunda inhibición de las motoneuronas espinales. Durante el sueño REM las percepciones pueden ser muy vívidas, pero son generadas internamente. En este sentido participan las diversas áreas de asociación, con un papel central del hipocampo en recuperar fragmentos de memorias de vivencias previas, pero en forma desorganizada e incoherente. Durante el sueño REM es más probable que una persona se despierte espontáneamente, pero el umbral para despertar por estímulos externos (por ej., un sonido) está aumentado. FUNCIONES DEL SUEÑO La deprivación experimental de sueño en ratas causa su muerte más rápidamente que el ayuno. Nuestra experiencia cotidiana también indica que dormir es necesario, aunque aún se desconozca exactamente por qué. Algunas de las funciones postuladas del sueño son: 1. Mantenimiento de la integridad funcional de la corteza cerebral y de las funciones cognitivas. 2. Ahorro de energía metabólica. 3. Prevención del daño neuronal causado por especies reactivas del oxígeno. EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 8 4. Regulación de la expresión génica. Cerca de 100 genes cerebrales se transcriben diferencialmente en el sueño y la vigilia (algunos se transcriben más durante el sueño y otros más durante la vigilia). Durante el sueño No REM aumenta la síntesis de proteínas en el cerebro. 5. Consolidación del aprendizaje la memoria. Existe amplia evidencia que el sueño posterior a diversas clases de aprendizaje facilita su adquisición (en cambio no hay evidencia de que exista aprendizaje durante el sueño). La falta de sueño tiene efectos adversos sobre el aprendizaje. Durante el sueño se activa en el hipocampo un gen (zif-286) vinculado con la plasticidad sináptica. Los períodos de aprendizaje son seguidos de aumento en la duración del sueño REM. 6. Desarrollo y maduración del sistema nervioso en el neonato. Cabe notar que los animales que nacen relativamente maduros (por ej., cobayos y ovejas) tienen escaso sueño REM al nacer y en la vida adulta. En cambio las especies cuyos recién nacidos son muy inmaduros, como hurones y humanos, tienen largos períodos de sueño REM tanto al nacer como (en menor medida) en la vida adulta. 7. Facilitación de la producción de nuevas neuronas en el adulto. En el adulto se generan nuevas neuronas continuamente en ciertas áreas cerebrales, como el bulbo olfatorio, la zona vecina a los ventrículos laterales y la circunvolución dentada del hipocampo. La deprivación de sueño durante 2 ó 3 días interrumpe esta neurogénesis (que también es inhibida por el estrés, mientras que es facilitada por el ejercicio físico). Dado que la neurogénesis ocurre con mayor vigor en los primeros meses de vida, tal vez esta sea una de las funciones biológicas de la mayor cantidad de sueño en lactantes. Debe subrayarse que estas diversas hipótesis sobre la función del sueño no se excluyen entre sí, de modo que más de una, e incluso todas, pueden ser correctas. EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 9 ÁREAS CEREBRALES DE VIGILIA Y SUEÑO En 1916 se produjo una epidemia, al parecer viral, que causaba exceso de sueño (hipersomnio) en la mayoría de los afectados. Por esto, la enfermedad se llamó encefalitis letárgica. No obstante, en algunos pacientes la misma enfermedad causaba insomnio. El neurólogo austríaco Constantin von Economo notó que los pacientes con insomnio tenían lesiones en una región mesencefálica, pero en los que padecían hipersomnio la lesión se hallaba en el hipotálamo anterior. Décadas más tarde, se halló que lesiones experimentales de la formación reticular del tallo cerebral (que no afectaban las vías sensitivas) causaban un estado similar al sueño. Por otra parte, si se cortaba el neuroeje a nivel protuberancial se producía insomnio (a pesar de interrumpirse las vías sensitivas somáticas). El sistema reticular activador ascendente La vigilia es mantenida por una vía ascendente que se inicia en la parte superior de la protuberancia y continúa en la formación reticular del mesencéfalo, llamada sistema reticular activador ascendente (SARA). El SARA recibe colaterales de las aferencias sensitivas que transcurren por el tallo cerebral, las cuales contribuyen a mantener su actividad, aunque no la determinan. Por otra parte, el SARA no participa directamente en las percepciones somáticas, sino en mantener la corteza activada para que la información somática (y de todas las modealidades sensoriales) alcance la conciencia. El SARA tiene dos proyecciones principales que se indican en la Fig. 11 (ambas interrumpidas en los pacientes hipersomnes antes mencionados): 1. Vía dorsal o retículo-talámica. Se dirige hacia el tálamo. Tiene influencia facilitadora sobre neuronas talámicas de relevo, las cuales transmiten información hacia la corteza cerebral. La facilitación se ejerce a través del núcleo reticular del tálamo, que actúa a modo de compuerta reguladora del paso de impulsos aferentes tálamocorticales. El SARA también proyecta hacia los núcleos talámicos mediales e intralaminares, que favorecen la activación cortical. La vía hacia el talamo se origina principalmente en los núcleos pedúnculo-pontino y tegmental laterodorsal y emplea como neurotransmisor la acetilcolina. 2. Vía ventral o retículo-hipotalámica. Va hacia regiones extratalámicas: área hipotalámica lateral, el núcleo de Meynert en parte basal del cerebro anterior y la corteza cerebral. Esta vía proviene de diversos núcleos que emplean monoaminas como neurotransmisores. EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 10 Los núcleos monoaminérgicos del SARA se hallan en la parte rostral del tallo cerebral y posterior del hipotálamo. Estos núcleos y sus respectivos neurotransmisores son: 1. Locus coeruleus: Noradrenalina. 2. Núcleos del rafe (dorsal y medial):serotonina. 3. Sustancia gris periacueductal: dopamina. 4. Neuronas tuberomamilares: Histamina. Las monoaminas tienen un efecto activador cortical directo. Además estimulan neuronas peptidérgicas del hipotálamo lateral que secretan hormona concentradora de melanina (MCH) y orexina (también llamada hipocretina). Estas neuronas hipotalámicas proyectan sus axones hacia la corteza cerebral y los núcleos monoaminérgicos mencionados. Estos últimos también estimulan al núcleo de Meynert, que origina eferencias colinérgicas (y también GABAérgicas) hacia la corteza cerebral. La actividad de las neuronas colinérgicas es alta durante la vigilia, muy escasa durante el sueño No REM e intermedia durante el sueño REM. Por su parte, las diferentes neuronas monoaminérgicas (que emplean noradrenalina, dopamina, serotonina o histamina) tienen máxima actividad durante la vigilia. La actividad decrece durante el sueño No REM y es nula durante el sueño REM (Fig. 12). La falta de actividad de las neuronas noradrenérgicas y serotonérgicas durante el sueño REM es la causa indirecta de la atonía muscular en esta fase. Las neuronas citadas inhiben tónicamente a neuronas colinérgicas. Cuando el locus coeruleus y los núcleos del rafe son inhibidos, las neuronas colinérgicas aumentan su actividad y estimulan neuronas glutamatérgicas (excitatorias) en una vía descendente hacia interneuronas medulares glicinérgicas. La glicina hiperpolariza las motoneuronas e inhibe profundamente su actividad (Fig. 13). Por otra parte, la desinhibición de las neuronas colinérgicas también aumenta su influencia sobre EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 11 el tálamo, causando la desincronización del EEG característica del sueño REM. Las neuronas hipotalámicas que secretan orexina tienen máxima actividad durante la vigilia, mientras que las que secretan MCH están activas durante el sueño REM. El núcleo ventrolateral preóptico En la región del hipotálamo que von Economo vinculó con el insomnio encefalítico se encuentra el núcleo ventrolateral preóptico (VLPO). Las lesiones experimentales del VLPO causan insomnio en animales, con reducción del sueño REM y No REM. Las neuronas del núcleo VLPO secretan los neurotransmisores inhibidores GABA y galanina (un neuropéptido). Estas neuronas inhibidoras están muy activas durante el sueño, y proyectan hacia los núcleos colinérgicos y monoaminérgicos del SARA y del área hipotalámica lateral que mantienen la vigilia (Fig. 14). Un hecho importante es que el núcleo VLPO está a su vez inervado por los núcleos monoaminérgicos del SARA. La noradrenalina (locus coeruleus) y la serotonina (núcleos del rafe) inhiben la descarga del núcleo VLPO. La histamina carece de este efecto, pero hay neuronas tuberomamilares que secretan GABA en el núcleo VLPO. Alternancia de sueño y vigilia En consecuencia, existe un patrón de inervación recíproca entre el núcleo VLPO, que promueve el sueño, y los núcleos monoaminérgicos que mantienen la vigilia. Esta disposición funciona a la manera de un interruptor con dos posiciones (llamado flip-flop), que favorece una rápida transición del estado de vigilia al de sueño (y viceversa), lo cual es en general fisiológicamente ventajoso. No obstante, un mecanismo de tipo flip- flop tiene una tendencia intrínseca a la inestabilidad, que puede dar lugar a una transición inesperada (como dormirse mientras se conduce un vehículo). La inestabilidad es reducida por las neuronas del hipotálamo lateral que secretan orexina. Estas neuronas del hipotálamo lateral, que estimulan la corteza y los núcleos del SARA, están como se dijo activas en la vigilia, particularmente cuando hay actividad motora y se realizan tareas de exploración. Las interacciones mencionadas se resumen en el modelo de la Fig. 15. En este modelo, las neuronas orexinérgicas proporcionan estabilidad al sistema, lo cual tiende a evitar transiciones imprevistas de la vigilia al sueño y viceversa. En animales y algunos pacientes, la falta de actividad de las neuronas orexinérgicas provoca narcolepsia, un trastorno que provoca somnolencia irresistible durante el día, frecuentes despertares durante la noche, sueño REM al inicio del período de sueño y cataplexia (pérdida súbita del tono muscular ante estímulos emocionales intensos). Diversos fármacos modifican la duración EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 12 y estructura del sueño. La anfetamina, el metilfenidato y el modafinil suprimen el sueño porque bloquean la recaptación de dopamina y aumentan su concentración en las sinapsis. Diversos fármacos que facilitan la neurotransmisión mediada por GABA son capaces de inducir y prolongar el sueño (efecto hipnótico). Entre ellos están las benzodiazepinas como diazepam, midazolam y alprazolam. En dosis bajas, estos hipnóticos tienen un efecto selectivo facilitando el efecto del núcleo VLPO sobre los núcleos del SARA. El bloqueo de receptores histaminérgicos H1 también produce somnolencia, un efecto colateral común con los antihistamínicos clásicos como la difenhidramina (Benadryl). Los antihistamínicos más nuevos, como loratadina, no atraviesan la barrera hematoencefálica y por tanto no causan somnolencia. Alternancia de sueño No REM y sueño REM El cambio de sueño No REM a REM aparentemente se produce por mecanismos del tallo cerebral (Fig. 16). La activación de ciertas áreas tiende a mantener suprimido el sueño REM (REM “off”) y la activación de otras áreas lo inicia (REM “on”). Ambas áreas se inhiben mutuamente, de modo que el sistema funciona como un interruptor. La supresión del sueño REM es facilitada por los núcleos del rafe, el locus coeruleus y neuronas hipotalámicas orexinérgicas que estimulan las neuronas REM “off”. Por el contrario, las neuronas de los núcleos colinérgicos, las proyecciones desde la parte periférica del VLPO y las neuronas del hipotálamo lateral que emplean MCH como neurotransmisor facilitan el sueño REM por inhibición del área REM “off”. Regulación homeostática del sueño Cuanto más se prolonga el período de vigilia, más crece la necesidad de dormir. Cuando tras una vigilia prolongada un individuo puede finalmente conciliar el sueño, duerme más que lo habitual. Estas observaciones sugieren que durante el período de vigilia se acumula en el cerebro alguna sustancia que causa una creciente necesidad de dormir, y que dicha sustancia se elimina mientras se duerme. Diversas sustancias se han postulado como el “factor del sueño”. Se cree que la principal responsable es la adenosina, producida en forma progresivamente creciente por la actividad metabólica cerebral a medida que se EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 13 produce depleción de los depósitos de ATP. La producción de adenosina por los astrocitos parece tener un papel más importante que la adenosina de origen neuronal. La adenosina actúa sobre receptores purinérgicos e induce sueño cuando se la inyecta en el núcleo VLPO o en el núcleo de Meynert. La adenosina promueve además la desinhibición del núcleo VLPO actuando sobre receptores presinápticos que reduce la liberación de GABA en dicho núcleo (por ej., procedente de neuronas tuberomamilares). De este modo, la acumulación de adenosina puede actuar como un factor que inclina el interruptor o flip-flop a favor del núcleo VLPO y por tanto favorece el sueño, durante el cual se producirían procesos de recuperación. El sueño también está sujeto a una regulación circadiana. Por esta razón se presenta a continuación una exposición breve sobre los ritmos circadianos. RITMOS CIRCADIANOS En el sistema nervioso central, el principal regulador de los ritmos circadianos es el núcleosupraquiasmático del hipotálamo que, como su nombre lo indica, se localiza por encima del quiasma óptico. Las neuronas del núcleo supraquiasmático expresan cíclicamente un conjunto de genes que causan una variación de la actividad eléctrica (potenciales de acción) con un período próximo a 24 h (Fig. 17). Los principales productos génicos que actúan como reloj biológico son las proteínas Clock y MBAL1, que se dimerizan y activan la transcripción de otras proteínas como Per1 y Cry. Por su parte, estas luego se dimerizan e inhiben EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 14 cíclicamente al complejo Clock-MALB1, formando un asa de retroalimentación negativa. Los genes reloj controlan a su vez la actividad de otros genes, como el DBP que es un factor de transcripción, y el gen que codifica la arginina-vasopresina (AVP), que las neuronas del núcleo supraquiasmático emplean como neurotransmisor. Si bien el período generado por estos procesos cíclicos es próximo a 24 h, su acoplamiento preciso con el día terrestre requiere información sobre la luminosidad ambiental. Dicha información es provista por células ganglionares intrínsecamente fotosensibles de la retina (ver VISIÓN) que cuando se activan por iluminación intensa (como la luz solar) liberan glutamato en el núcleo supraquiasmático. Estas células ganglionares fotosensibles también son estimuladas por conos y bastones. La estimulación por conos sensibles a diferentes longitudes de onda puede tener un papel importante en la sincronización. En horas tempranas predominan las longitudes de onda cortas, y la distinción entre diferentes longitudes de onda aporta información adicional al núcleo supraquiasmático. Un estudio reciente demostró que el núcleo supraquiasmático de mamífero (ratón) posee neuronas sensibles a las longitudes de onda, además de neuronas sensibles a la intensidad lumínica, y que ambas poblaciones neuronales contribuyen a la regulación circadiana. 1 La actividad del núcleo supraquiasmático influencia numerosos procesos que muestran ritmos circadianos, incluidos el sueño, la regulación de la temperatura corporal, la secreción de glucocorticoides y la alimentación (Fig. 18). El núcleo supraquiasmático ejerce su influencia sincronizadora principalmente a través de la zona subparaventricular (dorsal y ventral) del hipotálamo (Fig. 19). Las variables reguladas son además moduladas por influencias corticales, límbicas y aferencias provenientes de las vísceras (estas últimas relevadas principalmente en el núcleo del tracto solitario). Con respecto al sueño, el núcleo supraquiasmático favorece la activación del núcleo VLPO (mediante relevos en la porción dorsal de la zona subparaventricular) y regula la secreción pineal de melatonina, hormona pineal que tiene efecto sedante e hipnótico (inductor del sueño). El núcleo supraquiasmático ejerce controla la secreción de melatonina y otras variables a través de vías descendentes al asta intermediolateral de la médula que controlan neuronas preganglionares simpáticas (Fig. 20). Las neuronas eferentes preganglionares hacen sinapsis en las neuronas del ganglio cervical superior que inervan la glándula pineal y estimulan la producción de melatonina. En presencia de luz, se activa una vía GABAérgica que inhibe el núcleo paraventricular y reduce la descarga simpática a la glándula pineal al mismo tiempo que aumenta la descarga a efectores cardiovasculares y adrenales. En la oscuridad, cede la inhibición sobre el núcleo paraventricular y se estimula la glándula pineal al tiempo que se atenúa la descarga sobre los otros efectores citados. La melatonina se sintetiza a partir del aminoácido triptófano, proveniente de la circulación. En la síntesis participan varias enzimas (Fig. 21). No obstante, la enzima cuya 1 Walmsley L y col. PLoS Biol 13 (4): e1002127, 2015. EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 15 actividad regula la tasa de producción de melatonina es la serotonina N-acetiltransferasa (también llamada arialkilamina N- acetiltransferasa). La forma predominante de regulación adrenérgica varía con la especie. En el ser humano, la regulación es principalmente postranslacional. La noradrenalina liberada por las terminales simpáticas que inervan la pineal activa primariamente 1-adrenoceptores, con activación de la adenilato ciclasa y aumento de la síntesis de cAMP. La proteína kinasa A (activada por cAMP) fosforila la serotonina N- acetiltransferasa, lo cual impide la degradación de ésta y aumenta su actividad. Las células pineales poseen también 1- adrenoceptores, cuya activación con fármacos selectivos para este subtipo produce escaso efecto sobre la síntesis de melatonina. Sin embargo, cuando los 1-adrenoceptores se activan fisiológicamente junto con los 1-adrenoceptores (como lo hace la noradrenalina), potencian el efecto de éstos, debido al ingreso de Ca 2+ y la activación de la proteína kinasa C, que fosforila los 1-adrenoceptores. La producción de melatonina aumenta durante el crepúsculo, llega a su pico durante la madrugada y luego se reduce gradualmente. El nivel medio de melatonina circulante en el ser humano es de 10 pg/mL durante el día, pero alcanza 100 pg/mL durante la noche. No obstante, la exposición de la vista a la luz diurna (o cualquier luz de suficiente intensidad) interrumpe abruptamente la síntesis de melatonina. En la Fig. 22 se grafica el grado de supresión en el humano sometido a luces de intensidad variable a la 1 de la mañana. Una vez interrumpida por la luz, la secreción de melatonina no se reactiva hasta el siguiente crepúsculo, por más que se retire la iluminación. La luz actúa así como un interruptor “todo o nada” del ciclo de actividad sintética de la glándula pineal. La melatonina se secreta a la sangre y al líquido céfalorraquídeo, en el cual alcanza niveles 20 a 30 veces mayores que en el plasma. La vida media plasmática es de 30 a 60 min. La melatonina es metabolizada por oxidación seguida de conjugación con sulfato o glucuronato. Los metabolitos, y una pequeña cantidad de melatonina intacta, se excretan en la orina. La melatonina tiene numerosas acciones biológicas (Tabla 1), pero en el caso que nos ocupa, su efecto principal es el de inducir y mantener el sueño a través de la activación de receptores de membrana acoplados a proteínas G, llamados MT1 y MT2 del núcleo EEG, sueño y vigilia Dr. Fernando D. Saraví 16 supraquiasmático y otras regiones cerebrales. Estos receptores facilitan la inhibición mediada por GABA en el tálamo y probablemente también en el tallo cerebral. A su vez, la actividad del núcleo supraquiasmático influencia, por diversas vías, los ritmos funcionales de diversos tejidos y órganos, como músculo esquelético, hígado, páncreas, riñón, corazón, pulmón y leucocitos neutrófilos. La producción de melatonina tiende a disminuir con la edad (Fig. 23) y este fenómeno puede ser responsable, al menos en parte, del menor período de sueño y la mayor prevalencia de insomnio en personas mayores. La melatonina y algunos análogos se emplean con éxito para tratar ciertas formas de insomnio. Tabla 1: Algunos efectos de la melatonina Regulación de ritmos biológicos Antioxidante (molécula barrendera) Sistema nervioso central Regulación de la Excitabilidad neuronal Sedación Ánimo Inducción y mantenimiento del sueño Memoria y cognición (hipocampo) Modulación de vías dopaminérgicas Retina Adaptación a la iluminación Reciclado de membranas de fotorreceptores Circulación del humor acuoso Sistema endocrino y reproductivoInhibe GH, GnRH, ACTH Estimula prolactina y PTH Inhibe desarrollo puberal Efecto antilipogénico Circulación Regulación del caudal coronario Efecto antiarrótmico Vasodilatación (receptores MT2) Vasoconstricción (MT1) Respuestas termorreguladoras Reducción de la presión arterial Aparato digestivo Gastroprotector Aumenta secreción duodenal de HCO3 - Protección contra las sales biliares Sistema inmune Estimulación de la inmunidad adaptativa celular y humoral Efecto anticanceroso Hueso Promueve la formación Inhibe la resorción
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