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Hidrocele en niños UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Hidrocele en niños Definición: Ocurre cuando hay acúmulo de líquido en la túnica vaginal del testículo. Etilogía: Durante el proceso de descenso testicular en la vida fetal, pasa líquido peritoneal hasta la túnica vaginal del testículo a través del conducto peritoneo vaginal permeable. Luego del cierre del conducto (que ocurre normalmente entre el 8 mes de gestación y los primeros 6 meses de vida), dicho líquido queda atrapado en la túnica vaginal. Por esa razón la gran mayoría de los niños nacen con hidrocele (No comunicante, pues se encuentra cerrado el conducto peritoneo vaginal y No hay comunicación entre la túnica vaginal y la cavidad peritoneal). En algunas ocasiones, el conducto peritoneo vaginal permanece abierto, es el mismo defecto fisiopatológico de la hernia inguinoescrotal, pero en el caso del hidrocele, su calibre es tan pequeño, que sólo permite el paso de líquido entre la cavidad peritoneal y la túnica vaginal (y no del contenido intestinal como en el caso de la hernia). Este último caso corresponde al hidrocele comunicante. Diagnóstico: El diagnóstico es eminentemente clínico. Clínica: Generalmente la causa de consulta es la aparición de asimetría o la fluctuación en el volumen escrotal notado por la madre. No hay aumento del volúmen con las maniobras de valsalva (como si ocurre en la hernia inguinal), ni hay episodios de dolor asociado. Con frecuencia el aumento de volumen ocurre con la bipedestación conforme avanza el día, y típicamente hay disminución del mismo durante la noche con el decúbito; algunas veces es de inicio súbito. En los hidroceles no comunicantes del recién nacido, generalmente el defecto es simétrico y por esta razón no hay inquietud por parte de la madre. Al examen físico se encuentra el canal inguinal normal a la palpación, y el contenido escrotal no puede reducirse con maniobras (estas dos características lo diferencian clínicamente de la hernia inguinoescrotal), los testículos están en el escroto rodeados de líquido. (No hay dolor ni a la palpación inguinal ni a la palpación escrotal (este dato es fundamental para diferenciarlo del hidrocele reactivo que se produce en algunas ocasiones en el síndrome inguinoescrotal agudo –ver guía-)). En los casos de hidrocele a tensión, la gran cantidad de líquido en la túnica vaginal impide la palpación del testículo. En estos casos, en ocasiones hay dolor a este nivel. Paraclínico: Ecografía escrotal: se usa en los casos de hidrocele a tensión cuando no puede palparse el testículo, pues es necesario saber que éste no tenga una lesión (neoplásica por ejemplo) que esté causando un hidrocele reactivo. Tratamiento: Lo más importante es diferenciarlo de una hernia inguinal, pues el manejo y el riesgo de complicaciones son muy diferentes. Si clínicamente persisten las dudas, es preferible manejarlo como hernia inguinal (ver guía) para evitar complicaciones. Como el canal inguinal es normal a la palpación tanto en casos de hidrocele No comunicante como en el comunicante (pues en este caso el conducto peritoneo vaginal Juan Valero Hidrocele en niños es tan delgado que no puede detectarse a la palpación), la única forma de diferenciarlos es con el tiempo: la tasa de producción de líquido de la túnica vaginal es inferior a la de su absorción, por esta razón, el hidrocele No comunicante tiende a desaparecer en los primeros 2 años de vida. Al contrario, el hidrocele comunicante tiene paso continuado de líquido peritoneal hacia la túnica vaginal y por esta razón aumenta o se perpetúa. Cuando se evalúa un niño menor de un año con hidrocele que no varía de tamaño, es necesario esperar a que cumpla los dos años de edad para saber si se trata de un hidrocele comunicante (no desaparece o aumenta) o No comunicante (desaparece espontáneamente). Los hidroceles que aparecen luego del año de edad son comunicantes. Los hidroceles que tienen fluctuaciones diarias de tamaño son comunicantes. El hidrocele a tensión (que no sea secundario a una lesión testicular) casi siempre es comunicante. Sólo los hidroceles comunicantes o a tensión requieren manejo quirúrgico. Cirugía: El hidrocele a tensión se opera programado apenas se descarte una lesión testicular subyacente mediante ecografía testicular. El hidrocele comunicante se opera a los 2 años de edad, para asegurarse de que hay un conducto peritoneo vaginal permeable que perpetúa la lesión. A menos que el niño tenga una enfermedad concurrente, no se solicitan exámenes de laboratorio y se envía a valoración preanestésica. La cirugía se realiza a través de abordaje inguinal, se realiza ligadura alta del conducto peritoneo vaginal permeable y posteriormente se abre el mismo distalmente hasta llegar a la túnica vaginal. También puede realizarse por laparoscopia. La cirugía es ambulatoria a menos que haya alguna enfermedad concurrente que lo impida. El manejo postoperatorio es con analgesia con acetaminofén (10 – 15mg /Kg por dosis) o ibuprofén (5 – 10 mg/Kg por dosis) y control por consulta externa. Complicaciones: Infección de la herida: Ocurre en menos del 2% de los pacientes. Si no hay celulitis asociada ni compromiso aponeurótico, se manejan con curaciones ambulatorias. Hidrocele reactivo: con alguna frecuencia hay edema en el trayecto inguinoescrotal y en un porcentaje bajo, puede presentarse un hidrocele reactivo luego de la manipulación quirúrgica. Desaparece con el tiempo. Manejo en casa En los pacientes que no presentan complicaciones, se envía a casa con dieta normal, lavado diario de la herida con agua y jabón, incapacidad escolar por 7 días e incapacidad para realizar ejercicio físico intenso por 2 semanas. Se le indica que debe venir por urgencias si presenta fiebre, vómito, enrojecimiento o secreción por la herida. Se da cita de control postoperatorio para revisar al niño luego de 1 a 2 semanas, en esa cita se buscan síntomas y signos de alguna complicación y se retiran los puntos. Si no hay ninguna complicación, se da de alta. Bibliografía (pendiente) Juan Javier Valero H. Cirujano Pediatra Juan Valero
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