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." CAPÍTULO 1 EVOLUCIÓN DEL PENSAIVIIENTO FINANCIERO l. REFLEXIONES PREUMINARES Antes de proceder al estudio analítico de las finanzas públicas consi· deramos útil una rápida visión de la evolución del pensamiento en esta ma- teria. Una reflexión general de carácter prelioúnar es que el desarrollo his- tórico de las ideas en materia de finanzas públicas está poderosamente in- fluido por la evolución de los hechos y de los acontecimientos y también que éstos están en alguna medida influidos por aquél. No se puede determi- nar con precisión cuál de las dos influencias sea más decisiva y es suficiente comprobar la recíproca dependencia de la histqria del pensamiento y de la historia de los hechos de las finanzas públicas. De esta suerte se plantea, pues, un problema de "soCiología del cono- cimiento" de un tipo singular. Se trata, asr, de la influencia recíproca de la evolución de los mismos acontecimientos reales sobre la evolución de la teona (económica general y financiera), como de la evolución de la teoría sobre el desenvolvimiento de los acontecimientos reales. Sin tener sistemá- ricamente en cuenta esta influencia recíproca cuy¡=¡ naturaleza puede sólo ser la de la sociología del conocimiento no pueden comprenderse justamen- te también en el presente, los dos procesos de evolución 1, Prescindimos de la descripción de las doctrinas que se refieren a los principios morales y jurídicos atinentes a 105 impuestos y a las deudas pú- blicas y limitamos esta reseña del pensamiento fi nanciero a los aspectos po- Iítico-económícos cuyo conocimiento en el devenir histórico de las ideas pueden echar luz sobre las doctrinas actuales. I SULTAN. Herbert, "Ciencia financiera y sociología" en GERLOFF' NEU~IARK. Tratado de FiIl<1nZDJ, Vol. 1, El Ateneo, Buenos Aires, 1961, pág. 74. ".- ("- \ . CATEDRA FOLCO ,.;.f l.' ~ , , '·1 .... 4 F1NANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRlBlITARlO EN GENERAL 2. CAMERALISMO Qué es y quiénes lo representan La historia de la ciencia de las finanzas, como disciplina moderna, sin menospreciar doctrinas anteriores --que las hubo y algunas muy interesan- les~ puede hacerse COmenzar por el cameralismo. Se trata de diferentes au- tores alemanes de los siglos XVII y xvrn que cultivan las "ciencias came- ra/es", asf denominadas por derivación del vocablo Kammer que significa Cámara o Gabinete réa!. Las cienciascamerales comprenden nociones de administración y gobierno, de economía y política económica y de finanzas públicas, La culminación d!:':l cameralismo se halla en las obras de dos autores del siglo XVIII, von Justi 2 y Sonnenfels 3, Significación de esta corriente La significación de esta corriente de pensamiento con respecto a las fi- nanzas públicas se halla eri el hecho que ella examina los problemas que ata- ñen. a la econoITÚa y a las finanzas desde el ángulo del Estado como sujeto de las actividades cbrrespondientes; a menudo en fonna preceptiva·, siend~ . así precursores de la doctrina financiera de los destacados autores alemanes del siglo XIX von Stein, Adolfo Wagner y Schliffle y también de las actua- les doctrinas de política económica y planificación. La ciencia cameralista es la primera expresión de la ciencia de las finanzas públicas 4. 3. Los FISIÓCRATAS Componentes de la corriente fisiocrátlca. Su contenido esencial La doctrina fisiocrática inidada por Quesnay y rica en aportes de una selecta n6mina de autores (Mercier de la ruviere, Dupont de Neinoúrs, Tur- got, Mirabeau) se caracteriza: -por serel primer intento de creación de un sistema científico de eco- nonúa; 1. La obra más importante de este áutor tiene el tItulo StaoU-Wirrschaft (Econom(o de Es- tado). . • 3 La obra más significativa de "st~ autor es Gf1lndlage da Poliui, HOlldl:m g und Fina",- il,\Vüsencl~ (Principios fundamentales de la ciencia dI!. poliela, comercio)' fi11l1nlas). f. .4 As! lo entiende también GElU.OI'I';W., "Fundamentos de la deriéia'flnanciera", en GER. LOFF • NEUMA1!K, Tratado de FínanxDS, T. 1, El A leneo, Buenos Aires, 1961, pág. 14. EVOLUCiÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO - por haber, por primera vez, ensayado con el tablemt économique, un enfoque macroeconómico; - por el ensalzamiento del orden natural que es capaz de el má· ximo bienestar para todos, merced a la acción libre de los individuos en la búsqueda de su interés, con la remoción de todas las trabas del Estado a las actividades productivas y al comercio, sea éste interno o externo; ~ por la teoría del producto neto, o sea por la teoría según la cual sólo la acrividad agrícola arroja un producto neto superior a los medios utilizo- dos para la producción (salarios e intereses), Contribución del pensamiento fisiocrático a la ciencia de las finanzas públicas Desde el punto de vista de las finanzas públicas, la doctrina fisiocrática nos ofrece las siguientes contribuciones: a) la limitación de las funciones estatales y la eliminaci6n de las trabas a las actividades individuales por la adopción del lema: laissel.faire, laissel. passer (que según Turgot fue el grito dirigidQ a Colbert por un comerciante de nombre Legendre en una asamblea de comerciantes); b) la doctrina según la cual el impuesto debe aplicarse sobre la renta de la tierra, o sea, sobre el único acrecentamiento neto de riqueza; c) la doctrina consiguiente del impuesto único sobre la renta de la tierra, como resultado de la teoría del producto neto y, al mismo tiempo, como re- acción a la pléyade de impuestos,licencias, ~abela~ y derechos de todo tipo e importancia que caracterizaba el régimen fiscal de la monarquía francesa y que, a su vez, se originaba en el antiguo régimen feudal, en el que todos los bienes y todas las actividades económicas pertenedan al señor, quien te- nía la facultad de permitir SlJ.goce o su ejercicio contra el pago de una re- galía, patente o derecho;· d) la teoría de la amortización o capitalización del impuesto territorial, que reduce el valor la tierra gravada y que permite al comprador de un te- rreno pagar un precio, descontando la parte del mismo que ha de producir la porción de la renta destinada al impuesto 5; e) el descrédito de los impuestos indirectos a los consumos y la apolo- gfa de la imposición directa 6; f) la teoría según la cual los gastos públicos debefllimitarse en su mag- nitud al producido del impuesto, límite establecido por el "orden natural" S V~ase GmE y RIST, Historia de las Doctrinas Económicas, T. 1, tradllcci6n c.slellao;l, Depa.!ma, Buenos Aires, 1949. pág. 57 Y nota 91 citando a Dupont de Nemours. ó GIDE y RlST, "p. cit., págs. 64-65. 1 GIDE Y RIST, op. cit., pág. 64 Y nOla 101 con cila de Dupon! de Nemollrs. CATEDRA FOLCO 6 FINANZA~ PÚBLICAS Y DERECHO TRlBUTARlO EN GENERAL 4. ADAM SMIlH Obra fundamental Este célebre autor escocés. considerado como el padre de la econolIúa política, en. su famosa obra An Inquiry in/o the Nalure an Causes of tite Wealth of Nafiolll (Investigación sobre la naturaleza y las causas de la ri- queza de las naciones) publicada en 1776 y de amplia difusión, primero en Gran Bretaña y luego en el mundo entero. dedica el Libro V(y último) a las finanzas públicas bajo el título "Del ingreso del soberano o de la comuni- dad", Pensam.iento esencial en materia de finanzas públicas. El pensamiento de Adam Smith en materia financiera consiste --esen- cialmente- en dos temas: el papel del Estado y los principios de la impo- sición, a) Con respecw al papel del Estado (qu~, segúrtel autór;no debe inter- venir ni interferir en la economía, dejándola confiada a la libre iniciati va in- dividual, como lo establece en su profunda crítica al mercaritilismo), éste debe limitarse a ciertos cometidos bien determinados: 1°) la defensa exte- :1or; lO) la seguridad y justicia interiür· }O) los trabajos públicos y las públi- cas instituciones destim¡das a la promoción del comercio y a la educación de Ii'\. juventucl y a la instrucción de los hombres de cualquier edad.El fundamento de este tercer cometido confiado al Estado, consiste, según A. Srnith, en que "aunque.se trata de trabajos e instituciones en alto grado ventajosas para una gran soci~dad, no son, sin embargo, de naturaleza tal que el beneficio pueda pagar el gasto para un particular o un grupo pe- queño de personas, por lo cual no puede esperarse que ningún particular o grupo peque.ño pueda erigirlas o mantenerlas". b) En lo que respecta a la imposición, A. Smith parte de· la premisa, a la cual se refiere el primer.libro de su obra, que los ingresos individuales de- rivan --en deOrútiva- de tres fuentes diferentes: rentas, benefJ,cios y sala- rios. Por ranto, los impuestos deben finalmente ser pagados de una u otra de esas fuentes o de las tres indiferentemente. Principios de la imposición Antes de analizar cada uno de los impuestos que gravan las distintas fuentes o todas ellas, Smith considera útil fommlar ~uatro principios que ataiien a los impueslOs en general. Estos principios o cánones de la impo- sición habían sido ya fOITI1uládos en forma análoga por Willíam Petty, un precursor de la estadistiéaeconómica. Para el análisis de la vigencia de es- EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIER9 7 tos principios, como así también de los introducidosposteriorrnente p§rf~l:, .1 doctrina, nos remitimos a lo expuesto a partir de la página 293. ;'. ';~ !'~.' . Principio de las facultades o igualdad El primer principio es que los súbditos de cada Estado deben contri- buir al sustento del gobierno; lo más aproximadamente posible, en propor- ción con sus capacidades respectivas; esto es, en proporción con la renta que ellos gozan bajo la protección del Estado. Este principio reúné, en sí,las reglas que ahora se denominan de la igualdad y proporcionalidad. El propio A. Srnith acota que cualquier im- puesto que recaiga en definitiva sobre los ingresos provenientes de una sola de las fuentes arriba mencionadas es necesariameme desigual, en cuanto no afecta a las otras dos. Esta observación está dirigida, a nuestro entender y, aunque el autor no lo diga, cómo critica a la d<;Jctrina fisiocrática del im- puesto único a la tierra, sin ~rjuicio de su.aplicación a cualquiera de los otros supuestos. Sin embargo, anticipa que en el curso de su eXPC?slción ul- terior, sus observaciones no se referirán a es~ desigualdad, sino Il: la que se ocasione por un impuesto que recaiga desi'gualmente sobre una particular especie de ingreso privado que esté afectada por aquél. . Es evidente que la primera parte de la cnullciaCÍón del principio equi- vale a la que en el curso de la evolución posterior del pensamiento financie- ro se conocerá como principio de la capacidad contributiva. Pero la segunda parte, a pesar de su aparente explicad ón de la primera, enuncia· el principio del beneficio, al agregar que el impuesto debepropor- cionarse a la renta que el contribuyente goza bajo la protección del Estado. . También puede vislumbrarse, en esta expresión, la anticipación de la teoría' de DeViti ·d~,Marco .... según la cual el ingreso puede considerarse como la medida'en que:.,caaa uno demanda· los servicios públicos indivisF bies; y de la teoría de Griziotti que ve el fundamento del impuesto en la ca- pacidad contributiva, como indicio de la participación en los béneficiosque derivan de la pertenenda al· Estado B. Por la enunciación de la.segunda parte de este canon, no es demasiado atrevido atribuir a Smith haber antiCipado, asimismo, la doctrina de la no imponibilidad del ahorro, sostenida principalmente, en tiempos relativa- mente recientes, por L Fisher y Luigi Einaudi, pero que se suele hacer re- montar a JohnStuart Mili, con su teorema de la doble inlposición del ahorro . . . ,,8 VéaseJARACH. o;'no, "La leorfafinanderade BeniienlJto Griziolti", esrudioinlroduclÍvo a la obra de GRlZIOTT!, B., Prindpias.de Ciencia de lru FinanzaJ,. Depalma. Rue.GOS Aire;;. 1959, págs. 21 y sigs. .. '~.'. , ) '.' " CATEDRA FOLCO http:Prindpias.de http:peque.no B RNANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRIBlIT'ARIO EN GENERAL y que, en sus resultados prácticos, vendrá a identificarse con la imposición del gasto, analizada y propiciada por N. Kaldor y otros. . Principio de la ceneza El impuesto que cada individuo está obligado a pagar debe ser cierto y no arbitrario. El tiempo, la manera y la cantidad del pago deben ser claros y simples para el contribuyente y para cualquier otra persona. A este segun- do principio corresponde, en la realidad de los Estados constitucionales, el principio de la legalidad del impuesto y la exclusión de la discrecionalidad de la administración recaudadora. El propio A. Smitb acota que si así no fuere, cada persona sujeta al ¡m- puestoquedaria más o menos en poder del recaudador, quien podrfa agravar el impuesto a cargo de cualquier contribuyente víctima o bien extorsionar- lo, con la amenaza de talagra vadón, para obtener algún regalo o beneficio para sí. ¡Principio de la comocfídad Todo impuesto debe ser recaudado en el tiempo o en el modo en que con mayor probabilidad sea conveniente para el contribuyente pagarlo. Así, por ejemplo, un impuesto sobre la renta de la tierra, o de las casas, pagadero en los mismos términos en que -habitualmente- se pagan di- chas:rentas, es recaudado en el tiempo en que es probable que sea conve- niente para el contribuyente pagarlo; ó bien cuando es lo más probable que tenga con qué pagarlo. , 'Otro ejemplo que ofrece el autor es el de los impuestos a los c.onsumos de bienes de lujo, que son pagados de a poco porel consumidor, cuando éste tiene ocasión de adquirir dichos bienes. Además él es libre de comprarlos o no; según su placer; es, pues, su culpa si --eventualmente- sufre algún inconveniente por tales impuestos. , ;Creemos superfluo ofrecer ejemplos de la situación real de hoy para afirmar la actualidad plena de este principio. Principio de econOfrlícidad . Todo impuesto debe ser estructurado de manera tal de quitar y mante- nerfuera de los bolsillos de la gente la menor cantidad posible por encima ,de la suma que ingresa al tesoro estatal. . .~. i Este principio tiende a limitar el sacrificio del contribuyente a la menor . ,,} suma posible por encima de la que constituye el ingreso efectivo para el Estado. EVOLUCION DEL PENSAM!ENTO RNANCIERO 9 Los ejemplos que nos brinda A. Smith del vicio que se quiere evitar, son: la existencia de lín gran número de funcionarios y empleados en el ser- vicÍo de recaudación y el posible beneficio personal de ellos, lo que implica . un impuesto adicional sobre los contribuyentes; posible obstrucción de la industria y desaliento de la gente a emprender ciertas ram'as de negocios que hubieran podido dar mantenimiento y empleo a grandes multitudes; la im- posición de multas y otras penalidades en las que incurren los infortunados sujetos que intentan evadir el impuesto, las gue frecuentemente los arrui- nan, poniendo fin al beneficio que la comunidad hubiera podido obtener del empleo de sus capitales; el sometimiento de los contribuyentes a frecuentes visitas y odiosas inspecciones de los recolectores que pueden exponerlos n. perhJrbaciones muy innecesarias, vejámenes y opresión. . También con respecto a este principio huelga multiplicar los ejemplos que pueden demostrar su actualidad 'y vigencia. Otro contenido de la obra de Smith respeCto de las Finanzas Públicas Por último, debemos recordar que A. Smith efectúa un análisis de los más importantes impuestos no sólo de Inglate.rra, sino de los regfmenes im- positivos del mundo de su tiempo y del pasado, no conformándose con uti- lizar sus cuatro prindpíos corno pautas de comparación, sino determinan- do, en cada caso; lo que la ciencia de las finanzas posterior denominariÍ "traslación e incidencia de los impuestos". Análogo análisis cumple, final- mente, respecto de la deud~ pública. 5. DAVID RICARDO La obra de Ricardo referente~a las Finanzas Públicas Debernos a David Ri~ardo el primertratamiento de la imposición con rango cÍentffico igual a la economía polftica, en su obraque se intitula pre- cisamente Principios de Econorn{a Política y Tríblaación. . El contenido esencial de la obra de Ricardo consiste en la teoría gene- ral de la distribución. En especial, su doctrina financiera se centra en la in- cidencia de los impuestos que afectan la renta de la tierra, a diferencia de aquellos que recaen sobre producto~ brutos . Alcance, de la teoría. La renta ricatdiana y el impuesto sobre ella La renta de la tierra, concebida por D. Ricardo corno renta diferencial, ha dado origen a una teoría,tan consustanciada con su autor, que la ciencia económica moderna y actual la denomina "renta ricardiana". CATEDRA FOLCO 10 FlNANZAS PÚBLICAS y DERECHO TRIBUTARlO EN GENERAL Ahora bien, sí el Estado asume como base del impuesto dicha renta, siendo que el· precio del mercado se detennina por el c.osto del productor marginal (o sea aquel cuyo costo de producción es igual al precio del mer- cado), este productor no tiene ~enta y por lo tanto no paga impuesto. Por consiguiente, el tributo no influye sobre el precio del mercado y los produc- tores intramarginales, que sí tienen renta y pagan el impuesto, deberán so- portar su carga, sin poder trasladarla, por la vía de modificaciones en los precios, sobre los consumidores. '. Por lo contrario, el impuesto que asume como base el producto bruto de la tierra,. modifica el costo de producción del productor marginal y, por tanto, el precio del mercado; por consiguiente este impuesto se traslada al consumidor. Esta teoría c;lel impuesto sobre la renta ricardiana ha sido extendida por la doctrina económica a todos los fenómenos de rentas diferenciales o ren- tas excedentes 9 determinando, como consecuencia para.la raci onalidad de las elecciones estatales, la adopción de dichas rentas como base de los im- puestos. - Además, ha servido de modelo para la teorfa de los efectos de los impuestos sobre los beneficios empresariales del comercio y la industria, c0Pstiruyenrln una especie de fortaleza doctrinaria que aún resiste, no diría- moS invicta pero sí gloriosamente, los embates delas teorías más modernas. . Presión del impuesto extraordinario y del empréstito Otro tema de finanzas públicas en el que Ricardo 11ace un aporte fun- damental a esta ciencia es el de la comparación entre un impuesto extraor- dinario y un empréstito como instrumentos para financiar un gasto extraor- dinario. Afinna Ricardo, refutando así una doctrina tradicional anterior a él y que se reedita muchas veces en el curso del desenvolvimiento histórico de) pensamiento financiero, que en ambos C¡iSOS los recursos reales que el Es- tado retira de la econoIIÚa son bienes presentes y nOTíqueza futIlra. Ade- más, es igual el desembolso de los contribuyentes de un impuesto extraor- dinario de un millón de pesos o el pago a perpetuidad de un impuesto anual de cincuenta mil pesos -siendo la tasa de interés del cinco por ciento- para cubrir el servicio de una deuda de un millón de pesos c.ontraída por el Estado en lugar del impuesto extraordinario. La docuinade Ricardo eh esta: materia marca el comienzo de una larga disputa enlre numerosos autores paradeterrninar las ventajas o desventajas 9 HOBSON, GRIZIOrn y otros. ver üifra, págs. 2B, 27\ Y 669. .... '¡ EVOLUCIÚN DEL PENSAMIENTO FlNANCIERO 11 ~ !~) relativas de la elección entre la financiación.de gastos extraordinatliot:!;', '.> por endeudamiento o por imposición, la incidencia de la deuda sobr~ i~.' . la generación presente o las generaciones fumras y I~' carga d~ 'lá deuda pública. ' Podemos decir que Ricardo por primera vez planteó, en térritinos cien- tíficos, el problema de la elección entre impuesto o empréstito lOy día base a la práctica anglosajona de'emisión de empréstitos con adecuados planes dé amortización. Crítica a la teoría de Ricardo sobre impuestQ y ernpréstito La ciencia financiera posterior a Ricardo, por una parte critica la doc-' trina de este autor señalando que la igualdad por él sostenida entre el im- puesto de un millón una sola vez y una serie perpetUa de pagos anuales de cincuenta mil, se justificarla solamente en el caso del impuesto real inmo- biliario, que produce el fenómeno de la amortización o capitalización del impuesto, Pero aun prescindiendo de esta crí~íca hay otros errores involu- crados ef\ las hipótesis asumidas. El contribu~nte propietario de bienes raí- ces, aunque se vea enfrentado con un impues'to ruma!, no lo capitaliza como carga perpetua, prefiere el empréstito que para él sólo importa un sacrificio por algunos años. Adl!más, los impuestos no gr'!-van s6lo alas propietarios de tierras, sino a los comerciantes, industriales, agricultores, profesionales, etcétera, quienes no están expuestos de la misma marJera a la capitalización del impuesto. . Otros autores prefieren perfeccionar la doctrina ricardiana, ampliando los supuestos del teorema, por ejemplo considerando los impuestos anuales para cubrir el servicio del,empréstito no sólo Como afectando a los propie- tarios de tierras, ~inoJambié)l a capitalistas, profesionales y trabajadores (De Viti de Marco) o a!i ria'n do las hipótesis de solidaridad entre las ge- neraciones prese,ntes y futuras, de la identidad de origen de la población futura como descendiente de la población pasada o de la falta de dicha iden- tidad por la existencia de amplios fenómenos de inmigraciones o emigra- ciones, las que alteran profundamente la continuidad de las generaciones de contribuyentes. . ' 10 Así lo asevera DEL VECCHIO, G., Inrraduriane al/a Finl1J1za, Cedarn Padova 1954 pa'gs 82-83. .' , , . ,.. J • 'J CATEDRA FOLCO http:financiacion.de ;' 12 FINANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRlBUTAiUO EN GENERAL 6. JOHN STUARTMILL Las teorías del sacrificio Continuador del pensamiento económico de A. Smith, Iohn Stuart Mili rompe con la enseñanza del maestro. cuyo primer canon dela imposi- ción ya hemos visto acoplar en úna sGla enunciación: el principio de la ca- pacidad contributiva con el del beneficio. Iohn Stuart Mill refuta el princi- pio del beneficio y 10 reemplaza por el de la capacidad contributiva, que desemboca en los principios de la igualdad. proporcionalidad y minimiza- ción del sacrificio yen la imposición progresiva. mientras que el principio del beneficio implica el"impuesto regresivo. ,Para 1. S. Mill el principio de la igualdad de impuestos equivale a la igualdad de sacrificio. Pero esta posición no pasa de una valoración indivi- dualista. a pesar de la influencia que ejercieron sobre él los refonnadores frandéses 11; la insistencia sobre la igualdad de sacrificio individual puede qabdr oscurecido para J. S.Milllas consecuencias colectivistas del princi- pio <;le la capacidad contributiva. I!Comentará más adelante Musgrave 12 que la capacidad contributiva fundada sobre curvas de utilidad de la renta. según una apreciación social de la misma. que es la versión más reciente del principio de la capacidad contributiva. dista mucho de la posición individualista de 1. S. MilI. La Joble imposición del ahorro l. i Otro aporte de Jolm Stuart MilI a las finanzas públicas consiste en la teorfa llamada de la doble imposición del ahorro. ¡ Sostiene Mil! que un impuesto que'grave con igual alicuota toda la ren- ta. tánto la parte de eUa que se de~tina al consumo corno aquella que se des- tinaJal ahorro. es discriminatorio en perjuicio de esta última. ya que el im- pueJto grava una primera vez la renta ahorrada y luego periódicamente, los inteteses que se obtienen de su inversión. ' I Esta teoria de Mill ha tenido una extraordinaria influencia sobre el de- senvolvimiento posterior de ¡a ciencia financiera, como también sobre la le- gisl~ción tributaria y la política fiscal. tanto que sería factible ordenar a los prirlcipales o más destacados autores en uno y otro bando. el de los que aceptan el teorema de Mili o el de los que lo rechazan. I , ¡. . 11 Según MUSGRA VE (TeorCa de la Hacienda Pública, traducción española. pág. 96), quien, ~ su vez, cita como autor de esta observación a MYRDAL, Gunnar. The PQUtical.Element in rhe ¡bel'~lop:lIenl of Economic T/¡eol)', London. 1958. pág.' 1 65. ' . '(, "' ti MUSGRAVE, R .• op. cíl" pág. 113. ' EVOLUCiÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO 13 Aunque Mili no se lo haya propuesto, su posición adversa a la impo- sición de la renta ahorrada. constituye una primera postulación de la poste- rior doctrina de la. política fiscal, que aboga por la exención del ahorro por razones de estimulo a la formación del capital y al desarrollo económico. 7. BASTIATY SENIOR La teoría del cambio Podemos considerar al economista francés Bastiat y al inglés Senior como los exponentes de la doctrina que define el fenómeno financiero como un fenómeno de cambio. El Estado presta servicios (que deben limitarse al orden. la justicia y la seguridad) y a cambio de ellos percibe impuestos. Se apoyan estos autores en ellilJeralismo manchesteriano y si bien se los considera como liberales. no por ello desconocen el papel del Estado al prestar servicios contra el pago de los impuestos. configurando. asf, las fi- nanzas públicas como un fenómeno análogo al económico y: desde un pun- to de vista filosófico-polftico. como una expresión del contrato social. , Su pensamiento iniciala corriente doctrinal que tiende a unificar eco- nomIa y finanzas públicas bajo el común denominador de los fenómenos de cambio y de precios. Nos parece atinado calificar su doctrina financiera como optimista, atento a que considera al Estado como un factor positivo aunque dentro de un marco de acción restringido en el proceso económico. Esta posición contradice plenamente la que podemos calificar de pe- simista encabezada por J: B. Say y continuada luego por Fareto, Loria y Co- nigliani, a los que nos referiremos más adelante. 8. lEAN BAPTISTE SAY La teoría del consumo Este autor. como los anteriores, reconoce el fenómeno de cambio por el cual el Estado recauda impuestos a la vez. que presta servicios. pero al no considerar a éstos como bienes aunque inmateriales. termina por considerar la actividad financiera como un fenómeno de consumo y no de creación ni de cambio de riquezas. Consideramos. pues¡ a J. B. Say, como primer exponente de una co- rriente pesimista con respecto al papel del Estado y a la naturaleza de su ac- ti vidad financiera. Es oportuno mencionar aqur que la doctrina econó'ruica de Say con res- pecto a la crisis y su famosa "ley de las salidas" que niega la posibilidad de CATEDRA FOLCO http:orden.la 14 FINANUS PÚBLICAS Y DERECHO T1UBUTAJUO EN GENERAL un equilibrio sin plena ocupación o, dicho de otra manera, que considera imposible en el largo plazo una crisis duradera con desocupación de hom- bres y otros factores, lo hace calificar como uno de los princ:i pales exponen- tes de la doctrina clásica a la que se contrapone la doctrina keynesiana, tanto en la economfa como en las finanzas. 9. FRANCISCO FERRARA Concepto filosófico JI concepto histórico del impuesto El contraste 'entre la visión optimista del fenómeno financiero como fenómeno de cambio y la pesimista que lo coloca entre las formas de con- sumo de riqueza es asumido por Francisco Ferrara en su dicotomía del fe- nómeno de la imposición. ' ' Según Ferrara hay dos concepciones del impuesto: la filosófica y la histórica. El impuesto en la pura concepción filosófica no es si no la contrapres- tación de los servicios que el Estado presta a IQ:; ciudadanos, por lo cual, me- jor que impuesto debería denominárselo "contribución",. Pero este concepto filosófico está destinado a quedarse en el campo de las abstracciones. Ferra- ra conoce, en cambio, un cOllcepto muy diferente como concepto histórico. En vi[[lId de éste, mejor que el nombre ya odioso de "impuesto", debería emplearse el de "plaga", esto es, de una destrucción de riquezas por voluntad de los gobernantes sin compensación para los gobernados. El impuesto como sustitución de un consumo por otro El impuesto en sí, según Ferrara, no es ni un bien ni un mal; consiste en la sustracción de un valor y en la producción de otro, o, en definitiva, en un consumo impedido y otro que lo sustituye, El mérito o el demérito del impuesto surge :;iempre de la circunstancia que el consumo reemplazante sea más o menos productivo (entiéndase útil) que el consumo impedido. Esta segunda tesis representa, en realidad, una super¡:¡.ción dialéctica del primer distingo entre concepto histórico y concepto filosófico de im- puesto. En efecto, la contraposición entre los ,dos se elimina con el juicIO de valor fundado en la confrontación entre utilidad y sacrificio, o sea entre consumo impedido y consumo sustituto. Evaluación de la teoría financiera de Francisco Ferrara Este planteamiento de Ferrara es sumamente actual, aUl1que se lo deba complementar con otros elementos. primer término, cabe observar que el juicio de valor no debe basarse sólo en lácomparación entre consumo ím- EVOLUCIÓN DELPENSAMlENTO FINANCIERO 15 , pedido y consumo sustituto, sino trunbién entre el primero y los consud.l~fl,', respetados. En efecto, si bien es cierto que el primero representa el costo';' '¡;t,.' real d~ l~ actívida? financiera, también es cierto que los consumos respeta:' ?OS hubIeran podIdo representar un costo diferente (mayor o menor) si el Impuesto los hubiera impedido en lugar de otro consumo. ~n segundo ténni?o, la comp~ación de la uti lidad y el costo no puede redUCIrse a los dos fenomeno'S consIderados 'por Ferrara de consumo impe- dido y c~nsumo sustituto, ate~to a que tanto el recurso como el gasto pue- den sacnficar o,crear, respecuvamente, no sólo consumos sino también in- versiones, de~iendo agregarse a la sencilla pareja de consumo impedido y consumo sustItuto las otras de "consumo impedido e inversión sustituta" "inv,ersi~~ impedidae inversión sustituta", "inversión impedida y consum~ , sustituto, Y cada ~na de,estas comparaci~nes debería, además, comple- mentarse con las de inverSIones y consumos Impedidos e ínversiones o con- sumos respetados. ' ' ' Teoría de la difusión del impuesto ., Un tercer tópico es sig,nifi~~tivo en la t~~ría de Ferrara. Es la descrip- clOn del largo proceso de dlfusJOn al que el unpuesto está sujeto antes que sus efectos queden definitivamente asentados .. Análogo proceso se .y~rifica con. respecto al gasto estatal. Estos dos pro- cesos son los que en defiruuva deterrrunan los consUmos Unpedidos y los crea- dos en s~ reemplazo. Sin embargo, Ferrara no cree que estos procesos puedan ser analI~a?OS o que se puedan f?rmular co~c\usiones precisas y cita a Say como el umco que haya resuelto bIen la cue.suón, porqUe no trató de resolverla. "~o hay, él decía. alguna especie de contribución que probableinente no se di- vIda entre ~uchas?Ia,:;~s.de GÍ,upadanos y en proporciones que varían según las CIrCUnstanCIas vanabltlsupas en las que se halle la sociedad" 13. ' ·10. EL MARGINALlSMO La corriente marginalista y las finanzas públicas 'L~ doctrina fi~an:iera fundad.a en la consideración del impuesto como un fenom~no ,econonuco de cambIO recibió un nuevo impulso por el enfo~ que rnargmahsta de Jos problemas económicos.' ' 11 L d '" ' a . octnOB lIoaOClera deF~rrarn.se halJa expuesta en su TrOTado Especial de los fmpues. (os: contenido e,n su obra LeZ/OIU dI Economía PalMea, Vo!.I, publicada en Bologna ar la Edi- tonal Zaruchelh en 1934, págs. 549 y sigs, , P " ~I respecto pued~,leerse ~lUeS!rD Brticulo"Consídera¡joní sulla teoria generale dclla finanza de Francesco Ferrara • en G,ornal~ degli Economisli e Ri"ÍJla di S/alisrica. julio de 1938. CATEDRA FOLCO 16 FINANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRIBUTARIO EN GENERAL La escuela marginalista austríaca promovió la consideración de las fi- nabzas públicas como un problema de valor, cuya solución no se diferencia dd problema económico de la satisfacción de las necesidadesindividuales. En su formulación general las necesidades públicas son necesidades de¡los individuos, que cada sujeto ordena juntamente con las demás nece- sidades individuales, según el grado de apremio respectivo y satisface con su!renta disponible en forma tal que se igualen las utilidades marginales ponderadas logradas por la ~atjsfacci6n de todas esas necesidades. i Cfítica del ~nfoque marginalista r I Esta enunciación ofrece el flanco a muchas críticas: ¡ Un primer aspecto sujeto a crílica consiste en considerar ~l indí viduo como el sujeto activo de la actividad financiera y confiar a él mismo las de- ci~iones respecto de la asignación de los recursos para los gastos del Estado, desplazando--en la teOlía, bien se entiende-a éste de las decisiones acer- ca!de las necesidades públicas a satisfacer y de los recursos para financiar esh actividad. i Una segunda crítica flpunta a la naturaleza de muchas necesidades pú- blicas que no son apreciadas individualmente y son satisfechaS por el Esta- d~ mediante servicios indivisibles, o sea que no pueden dividirse en parti- cipaciones individuales en el beneficio. I Otra crítica ataca ál propio mecanismo individual de determinación y cdmparación de las utilidades marginales, sosteniéndose la dificultad o qui- zás la imposibilidad que todos los individuos procedan a efectuar tan pre- cisas evaluaciones. I 11. BIFURCACIÓN DE LA TEORfA. FINANCIERA r ¡ De las críticas y reacciones contra esta enunciación marginallsta sur- . gen dos principales corrientes de pensamiento: una corriente marginalista qJe, aceptando el enfoque de la escuela austríaca, trata de erunendar las fa- lI~s de que ésta adolecía; la otra abandona el enfoque económico y, a su vez, sd escinde en dos rarrjas: la doctrina sociológica y la doctrina polílica. ; En la corriente marginalista renovada hallamos, entre numerosos otros, a los siguientes autores: Emil Sax, Ugo Mazzola, Maffeo Pantaleoni, A1ntonio De Viti de Marco, Knut Wicksell y Erik Lindahl. .. ·1 Respecto de la segunda de las comentes mencionadas, los autores que .• se agruparon en un análisis predominantemente sociológico fueron --entre .~ otros-: Pareto con sus discípulos Borgatta; FasianÍ, Puviani, Sensin; y ~ C:osciani, mientras que Griziotti y Jeze representan a la escuela política. EVOLUCIÚN DEL PENSAMIEl'ITO F1NANCIERll JI La teoría financiera de Emil Sax Emil 5a;>; 14 reconoce que el proceso financiero se debe encarar como un problema'de~aJor, pero sostiene -también- que el sujeto activo es el Estado y es él mismo el que tiene que realizar el cálculo económico de la distribución del ingreso para la satisfacción de las necesidides individuales y colectivas. Sostiene Sax que hay necesidades colectivas propiamente dichas que no son susceptibles de preferencias individuales: las decisiones ~on tom~ das por Jos gobernantes, que se fundan sobre sus propias valoraCIones; Sm embargo, éstas no pueden dejar de tener un consenso popular de caracter general, so pena que los gobernantes sean desplazados por el pueblo. La teoría financiera de Ugo Mazzol~ Análoga posición asume Mazzola 15 quien subraya la diferencia entre la creación del impuesto y la formación de los precios en el mercado, por- que los servicios públicos indivisibles son consumidos por todos por igu.al, pero no deben estar sujetos a un precio idéntic.o para todos, ya .que ello 5.lg- nificarfa un alejamiento del principio de la máxima satisfaCCIón obtenIda por los gastos individuales y se traduciría en un desequilibrio polflico que, a su vez, produciría el derrocamiento del gobierno. La condición de equ!- Iibrio financiero y político se logra si el gobierno iguala el impuesto a la ~tl lidad marginal de cada contribuyente o, por lo menos, a las preferenc¡as subjetivas de los electores. . La teoría financiera de Marreo Pantaleoni Esie célebre economista itáliano 16 reconoce que el proceso financiero no puede asimi1ar~ellsa y lianamente a un fenómeno de formación de pre- cios en el mercado. Sin embargo, considera posible ubicarlo entre los fenó- menos de precios pero con el calíficati vo de "políticos". En efecto, segú n Pantaleoni, el Parlamento es el lugar y el instrumento a través del cual los legisladores en representación del pueblo deciden sobre el reparto enlre los contribuyentes de los gastos públicos. Para ello es necesario que tanto 14 SA>::. Emil, "Grundlegung der Theoretischen Slaals-wissenchaft". Viena, 1887 y"Die Werrungs-Theorie der Steuer", en ZeltJchriftfur Va/kslVirt!lchaji und Sazía/polit;!:, N. F.. Vol. 4. págs. 1924-25. 15 MAZZOLA, Ugo. 1 Dan Scienrificí della FínanllJ Pubblica:Roma, 1880 . 16 PANTALEONl Maffeo, "ContribUlO alla teona del dparto delle spese pubbliche", 188l reimpreso en Scnlli Vqrii di Economía, Vo1.ll. Milano. 1904; del mismo amor, "Considera:z.ioni sulle propiets di un sislema di prezzi politicí", en Giamal. degli EconomÍ!lti, 1911. CATEDRA FOLCO 18 FINANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRIBUTARIO EN GENERAL los gastos como los recursos sean establecidos conjuntamente. D~ este modo, el proceso financiero se puede asimilar a un proceso de formacIón de precios (políticos) y se inserta en el equilibrio económico general. La teoría financiera de Knut Wicksell El enfoque de Knut WickseU 17 es análogo al de Pantaleoni, en cua~to ubica el proceso financiero en la teoría del valor a través pe la apro~aclón parlamentaria del presupuesto de gastos y recursos. Como ~antaleom, tam- bién Wicksell subraya el carácter político de este proceso, SJn por ello negar su identificación con el problema del valor. " Desde un punto de vista metodológico, nos parece fundamental para el enfoque marginalista de la actividad financiera la premisa de Wicksell, ~es pecto a que la aprobación del presupuesto anual de gastos y r7cursos no Im- plica someter a la evaluación parlamentaria cada año la totalidad de los co- metidos del Estado y la totalidad de los servicios públicas que el Estado presta; ni, por otro lado, la totalidad de losJecursos y la estructura general del sistema tributario. El Parlamento, en general, no se aboca anualmente a la decisión de crear un ejército o Una armada, una fuerza aérea o un sistema de enseñanza primaria, secundaria, universitaria o de pos grado, etcétera. Tamooco se propone anualmente resolver la creación o la desaparición del imp~eslo'a la renta o de los impuestos a los consumos. Por el contrario. ex~ mina anualmente la conveniencia de Ull incremento del gasto para el servI- cio de la defensa, de la instrucción, de lasalud pública o del sistema vial, por una parte y por la otra. un incremento del impuesto a la rent~ o algún ajuste del mismo, o el incremento de uno o más impuestos a los consumos. La tarea parlamentaria consiste, precisamente, en estas evaluaciones marginales y sus cotejos, como medio de llegar a una m~ima utilidad .. ~s siempre característica de esta concepción que las evaluaCIOnes de las unli- dades positivas o negativas son referidas a los sujetos indi vidoales, en cuya representación actúan los parlamentarios. Ello implica un proceso de vota- ción y, al efecto de contemplar las evaluaciones de la totalidad d~ los ciu- dadanos y evitar el aplastamiento de las minorías, exig~ la adopCión de un criterio de unanimidad o alguna sensible aproximación a la misma. También es característico de Wicksell haber comprendido que la jus- tJeia en la distribución de las cargas fiscales exige como premisa una situa- ción previa de justa distribución de la riqueza. Como lo subraya Musgrave. 17 WICKSELL, Knu!. FilUltlll/¡eorCliscl¡e Unltrsuclllltlgen wul das S¡euerw~Jen Schw_den.r, lena, 1891. Exlsle una traducción inglesa en la antología' de MU5GRA VE - PEACOCK, C/a.uics in ¡he Theory 01 Pub/k Finonce, McMíllan. London, 1958 y una traducción íla.\iana en Nuova Co- IIpna di ECGrlOmüll, vol. IX. , . .1 I 1 I EVOLUCIÓN DEL PENSAMrENTO FINANCIERO 19 el planteamiento de WickseU también en este aspecto es fundamentallP~a:'.la ulterior evolución de la doctrina-financiera. l. ';~ 0-' Por nuestra parte, creemos importante observar que, a la par de Panta- leoni, Wicksell identifica al Parlamento como el medio de establecer la jus- ticia de la imposición e igualar esa justicia con la apreciación individual de utilidad y sacrificio, pero transferida a la representación parlamentaria. Ambos aspectos son criticables. Lo es el primero, por cuanto postula que las necesidades públicas forman parte de las preferencias indi viduales como las necesidades privadas. Lo es el segundo, porque la representación polftica no es rú debe ser una representación de cada uno de los electores. La teoría financiera de De ViU de Marco Antonio De Viti de Marco, cómo los autores cuya doctrina se origina en el marginalismo y que acabamos de reseñar, se caracteriza por reconocer en el fenómeno financiero un proceso peculiar de formación de los precios fuera del mercado y por poner de relieve que el Sllje~o activo de las finanz.as es el Estado y no los individuos 18. . , Partiendo de estas prenúsas. De Vi ti de:Marco postula dos modelos ex- tremos de Estado: l. El Estado absoluto, autocrático, en el que los gobernantes nú se identifican con los gobernados y cuyos intereses son distintos. En este mo- delo de Estado los gobernantes producen servicios públicos que Son consu- midos por los gobernados. pero en este proceso de producción y venta de servicios los gobernantes no tratan de fijar los precios que más convengan a los consumidores, sino los precios que más beneficien a los productores. Es éste un fenómeno bien conocido en la teoría económica, o sea, la fomla- ción de precios en régimen d~··monopolio. El Estado absoluto se identifica con el Estado productOlj :mórlOpolista de servicios públicos. 2. El Estado popu lar, o sea el Estado democrático o representati va, en el cual los gobernantes se identifican con los gobernados a los que repre- sentan. Cuando eventualmente esta representación se deteriora, los gober- nados promoverían nuevas elecciones para elevar al gobierno repre- sentantes más genuinos. El modelo teórico del Estado popular asume como postulado la plena y rápida sustituibilidad de los gobernantes que dejan de interpretar los fines y las necesidades de los gobernados, por otros nuevos que representen fielmente los intereses del pueblo. Este postulado tiene como consecuencia inmediata que gobernantes y gobernados se confunden 18 La obra de Anlonío De Viú de Marco comienza Con el ensayo del año I B88 11 Carallere Teorico del/'Ecotlomia FinClnúaria y culmina con Principide//'Eco"omia FilltllJúaria del año 1931, esta última obra traducida en muchos idiomas, entre los cunJes 'eslá el español. ! • CATEDRA FOLCO 20 FINANZAS PÚBLICAS y DERECHOTRlBlffARIO EN GENERAL I Y la producción de servicios públicos puede considerarse efectuada por Jos mismos consumidores de dichos servicios. Además, en estas condiciones el Estddo no tiene otros intereses que los de los consumidores y les suministra los servicios públicos al precio más ventajoso, o sea, al costo. Según De Viti de Marco, este proceso financiero asimilaría el Estado popular al esquema ecohómico de la producción de bienes por una cooperativa. : Los Estados reales, como los describe la historia, o como ros que se ob- serY¡an en la vida actual, no se identifican con ninguno de los modelos es- tablecidos, pero pueden ubicarse en algún punto más o menos cercano a uno de Ips modelos extremos. ! La renta illdividual como índice de la demanda de servicios públicos ; En lo que se refiere al problema del mecanismo del cambio entre los servicios prestados por el Estado yel valor o precio que deben pagar los par- ticu'lares, supone De Viti de Marco que los gobernados demandan servicios públicos en proporción con su renta, lo cual implica que el impuesto como pre~io de los servicios públicos debe ser proporcional a la renta. "El im- pue~to proporcional a la renta es la institución tributaria que respeta al má- ximo la producción de la riqueza y la acumulación del capital" y "respeta el juego natural de las fuerzas económicas y queda neutral entre .ellos". I i Evaluación del impuesto progresivo I ! "Diferente es el caso del impuesto progresivo". Se empeña este autor en demostrar, al respecto, que si el impuesto progresi va tiene el fin de repar- tir el costo de lbs servicios públicos según el principio que "unos pagan por los latros", una vez obtenidó este resultado inicial, "le queda abierto el ca- mirto para todo desenvolvimiento ulterior". "El impuesto progresi va tiende a tr~nsformarse en un arma de lucha contra las clases pudientes" y concluye qud "la política que tiende a la nivelación de las fortunas está en conflicto con'la que tiende a desplazar la carga tributaria de las clases pobres a las ricaS". La teoría de la rras/ación , Una mención especial merecé el enfoque de este aútor respecto del fe- nÓ~leno de la traslación del impuesto. Critica la hipótesis que está en la base de la doctrina tradicional, respecto de que el impuesto por sí, en su integridad eiqdependientemente de la contraprestación de los servicios públicos, sig- • ,:,(', i nifique siempre un aumento del costo de producción de los bienes pri vados. .• ) .. ~ Delesta en-ónea premisa, que el autor atribuye a la en-ónea doctrina clásica qll~ considera al impuesto como una pérdida neta para el productor, nace la EVOLUCiÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO LI consecuencia, recogida por la mayoría de los autores, que el impuesto se traslada por el mecanismo de los precios. Pero, en la realidad, el impuesto se transforma en bienes públicos que son instrumentales para la producción y el goce de los bienes privados. Si los bienes o servicios públicos son eficientes, su utilidad supera el sacrificio del impuesto y éste no hace aumentar el costo de producción. En geneml, puede ocurrir cualquiera de estos hechos: que como consecuencia del im- puesto' y su empleo en servicios públicos el costo de producción de los bie- nes privados aumente, quede igualo disminuya. Agrega el autor que el impuesto no modifica la oferta de bienes, pero sí la demanda por cuanto --en la hipótesis de un impuesto general y propor- cional sobre todos los réditos- la disminución de éstos en forma pro- porcional da origen a una nueva distribución del rédito resitlual entre lodos los posibles consumos, a fin de salvarel principio de la igualdad entre las uti- lidades marginales de los diferentes consumos a los que se desti na al rédito. Débese recordar, además, que De Viti de Marco retoma y fortalece con nuevos aportes la doctrina ricardiana de la igual presión del empréstito y dd impuesto extraordinario. Crítica de la teoría de De Viti de !'>'larco La doctrina de De Viti de Marco es fascinante pero, al mismo tiempo. es en extremo abstracta y cuando quiere acercarse a la realidad en aprox i- maciones sucesivas, fracasa en su intento. Es demasiado abstrat::tala hipótesis del Estado popular o cooperativo y es diffcil, si no imposible, deternúnaren concreto cuándo y en qué medida un Estado real se acerca al modelo. . Es abstracta y puramente presuntiva la teoría que la demanda indivi- dual de servicios públicos sea proporcional al rédito. Para acercarse a la reJ- lidad, De Viti de Marco admite que hay cierto grado de arbitrariedad en esa postulación y explica que la insuficiencia del rédito como base de la Impo- sición motiva la adopción de los consumos o la circulación de bienes como . base de los impuestos indirectos, para una mayor aproximación a la deman- da de servicios públicos. Como si ello no bastara, De Viti se ve precisado a reconocer en el impuesto progresivo una causa de desviación profunda de! impuesto respecto del fenómeno gobernado por la teoría del valor. Asimismo, la teoría de la traslación en función del fenómeno financi e- ro integral que abarca también el uso que el Estado hace de los impuestos recaudados, supone que la conducta de losindividuos en el mercado sea consecuencia de una completa conciencia del proceso ingreso-gasto y, por lo tanto, se traslade únicamente el impuesto que no sea un precio de equi- librio de los servicios públicos. .... .... CATEDRA FOLCO 22 fiNANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRIBUTARIO EN GENERAL El conocimiento de la realidad no puede tomar esta teoría siquiera como punto de partida. La alteración tanto de la demanda como de la oferta que produce el impuesto es independiente de la filosofía metaeconóoúca -si se nos permite la expresión- que los impuestos son los precios de los ser- vicios públicos. Dicha conducta sufrirá, más bien, las consecuencias de las variaciones del equilibrio general provocadas por los impuestos y por los gas\os, pero ambos separadamente y en sus momentos respectivos, que no son nunca simultáneos y actúan en fonna totalmente distinta (recaudación coactiva de los impuestos y realización de los gastos como demanda de bie- nes y servicios en el mercado) 19. La teoría financiera de Erik Lindahl Este autor 20 trata de perfeccionar la doctrina de Wicksell, su maestro, con un modelo de demanda y oferta de servicios públicos que se basa en el supuesto inicial de un solo tipo de bienes sociales y de dos contribuyentes. La curva de demanda para el primer contribuyente representa la curva de oferta para el segundo y de la misma manera lacurvade demandadel segun- do contribuyente representa la curva de oferta para el primero. Según este esquema, hay un punta de equilibrio que detenninael impuesto con que de- ben eo!,tribuir iáfllbos contribuyeutes por el servicio públlco producido por el Estada. Seguidamente, el autor amplía los supuestos, adoútiendo una plurali- dad de bienes sociales y de contribuyentes, Se producirá, como en un mer- c~do, u~a serie de tentativas y correcciones de ofertas de servicios y de pre- CIOS -Impuestos- hasta alcanzar los precios de equilibrio para cada servicio y para cada contribuyente. De nuevo se introduce en el razonamiento el principio señalado por Wicksell de que no es necesario este proceso tan complicado de rectifica- ciones continuas en cada penodo presupuestario, puesto que la oferta y la demanda de servicias son en su conjunto hechas ya consolidados y sólo de- ben practicarse ocasionalmente ajustes marginales. Esta doctrina tiene la particularidad de conciliar seuún su autor el principio del beneficio con el de la capacidad contrib~tiv~, 'puesto qu~ la existencia de precios múltiples por un mismo servicio prestado par el Esta- do, hace que ¿ada uno pague de acuerdo con su capacidad. . 19 V¿a,e ¡nfTa, págs. 55 y ,igs. la L1NOAHL. Erik:, Die Gerechrigkeif der lJeJleUruflg, Lund. Suecia, 1919 y "Einigemiuige Fragen der Steuenheorie". en lVírfJcllC,jiJ. rlieorie der G'8M,.(UI, dirigida por Hans Mager. Viena, 1928. , EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO 23 . ~i~ne así confi~ado, por lo menos en teona, el_primer prin.cipío fel{a , ImpOSICión de A. Srmth, en su aparentemente extrano acoplamiento ~e·h\· , capacidad contributiva con el beneficio. • . ;. La doctrina de Lindah1 constituye, según 10 afinna Musgrave 21un\'ill- genioso intento de establecer una tea na económica de la hacienda pública" y más aún, según nuestra opinión, la culoúnación de la doctrina que tiende a asioúlar el impuesto al precio, interpretando el fenómeno político de la aprobación parlamentaria del Presupuesto como un fenómeno asimilable a la fonnación de los precios en el mercado. erÍlica a la Morfa de Lilldahf A la teOlía de Lindahl pueden, sin embargo, extenderse las críticas ya formuladas a los autores de la misma corriente. . L,a. r~pr~s~ntación poHtica no, puede interpretarse como la repre- sentaclOn Jundlca de todos los contnbuyentes, electores o no. El principio utilitario no debe necesariamente referirse a los individuos, sino al Estado, sujeto actuante para alcanzar fines polílÍ!::OS a través de sus órganos que tienden primordialmente a satisfacer dkhos-Tines y sólo los fines individua- les en la medida en que éstos sean asumidos como propios por el Estado o que.sean paralelos a los fines estatales y puedan ser satisfechos, simultáneá- mente con éstos, con un mismo bien o servicio. El proceso político de la formación de la. voluntad estatal no debe con- fundirse con el proceso económico de la fonnación de los precios. A estos aspectos negativos del planteamiento general de Lindahl se agregan las objeciones que Musgrave 22 fonnula desde el punto de vista in- terno, o sea aceptando lo/' premisas de Lindahl, en base tanto a razones de equilibrios partiqulares, comq 'de equilibrio general. • .... ';;",I'~' J'" La teoría financiera de F. Y. Edgeworth Del pensamiento clásico de la escuela inglesa puede considerars~ he- redero y continuador Edgeworth, quien rechaza el principio del beneficio como fundamento del impuesto y la doctrina que tiende a asinúlar el ím- puest? al p~e~io y elaborando ~at~~áticamente la doctrina de la igualdad de, la ImpOSICIÓn. formula los pnnclplos del sacrificio igual, proporcional y rrurumo.. .21 MUSC:RAVE. R. A., Teoría de la Hacienda Pública, uaduccíón española, Aguilar Ma. dnd, 1967. pago 80. • 22 MUSGRA VE, R. A., op. > loe. dI. '. '1 ) CATEDRA FOLCO 24 ANANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRmUTARIO EN GENERAL ; Es~a doctrina ~stá supeditada a la comparabilidad de las utilidades y de los sacnficlOS de dlferentes sujetos. Esta condición ha sido impugnada por muchos autores, entre otros Einaudí, sobre la base del no bridge, o sea, de la ausencia de comunicación y comparabilidad de las escalas de utilidades y sa;crificíos, las que Son exclusivamente subjetivas. Sin embargo, hay que ten~r en cuenta la observación de Lionel Robbins, citada por Musgrave 2J e1.e g,ue se pue?e ~roceder como silos individuos fueran semejantes y las uti- lIdades y sélcnficJOs fueran comparables. Aun así, acota Musgrave, carecemos de elementos para detenninar la curva de utilidad de la renta individual. i I La tIoetrina alemana. Adolfo 'Wagner , I Antes de abordar las teonas sociológícasy políticas de las finanzas pü- b,llc;as, es oportu,no examinar una corriente de pensamiento que no sigue la hne,a de la doctnna económica clásica ni la tendencia de la escuela margi- na!Jsta, sino que se vincula directamente con la doctrina cameralista aun- que l remozándola y enriqueciéndola con nuevos aportes, muchos de' ellos rru10 de la reacción contra l~s doctrinas económicas. La actividad financiera 'como prodtlcción de servicios p¡iblicOJ y como distribución de las cargas presl¡pueslarias_ ¡ La redistribución del ingreso I Aludimos a la doctrina alemana representada por varios autores como ~o.~enz van Stein: Rau, Carl Diet.zd y, sobre todo, por Adolfo Wagner. Este ultimo autor 24, Slfl desconocer el pensamiento econórruco clásico inglés y frmlcés, concibe el fenómeno financíero como de producción de servicios pú blicos (Servicios Administrativos). Sin embargo, según Wagner, el as- pe~ro propiamente financiero no consiste en la forma de la producción ni en losigastos en que incurre el Estado para llevar a cabo esa producción, sino en ~I repal10 de la carga presupuestaria entre los contribuyentes.Este repar- to, pe acuerdo con un principio de política social, debe tender a redistribuir el i'ngreso, mediante el impuesto progresivo. \Vagner puede considerarse como el primer exponente de la moderna doctrina que admite aliado del fin del impuesto de cubrir el gasto, el propósito polftico social de la redistribu- ción del ingreso. . i I ,,' ',',i' i P lVIUSGRAVE._ R. A" o{l, cit" pág, 113 cita a RODnlm, L. "[nlerpersonaJ cómparisoils of • ,1, ;1; u!il¡ly", Ecol1Orn,e'Jo¡,rnrll, vol. 48, nro. 4, págs, 634-41." - ,2' WAGNER, Adolpl\, FiIW"llViJJcrucl"'ft, 3' d., Vol. 1, LeiPlíg, 1883, pág, 4. ; I ,< ! EVOLlJC1ÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO El crecimiento hislórico de los gaJlos p¡Íblicos No obstante su posición doctrinaria respecto a que la determinación deJos gastos públicos está fuera de la actividad financiera propiamente dicha, debernos a Wagner la importante observación del fenómeno histórico del constante a¡jmento de los gastos ptíblícos. Se atribuy~ a este fenómeno el nombre de ley de crecimiento de los gastos públicos. Preferimos caracteri- zarlo como un fenómeno histórico, detenninado por la evolución del Estado y otros entes públicos en cuanto a su esfera de acción y a la natunileza de sus cometidos, antes que como una formulación de una teorla científica. Wilftedo Pareto )' la escuela sociológica de las finanzas Este autor 2~, catedrático de economía en la universidad de Lausana (Sui- la) sucediendo a Walras, objeta la pósición doctrinaria de los autores que, como Erníl Sax, Antonio De Viú de Marco, Ugo Manola, Maffeo Pantaleoni Y otros, pretenden a'iimilar el fenómeno financiero a la teona del valor. Señala, por su par- te, que la acti vidad financiera depende del carácter y naruraleza del fenómeno so- cial Estado. A este respecto, y reproduciendo sustancialmente la doctrina po- lítica de Gaetano Mosca o coincidiendo inconscientemente con él sostiene que el Estado representa, en realidad, el resultado de la asunción del poder por un grupo seleccionado de hombres -elite- el que al adquirir fuerza suficiente se adueña del gobierno estatal y lo explota no en beneficio de 10$ gobernados, sino en beneficio propio, extrayendo del pueblo Jos recursos necesarios para satisfacer sus intereses, apetitos o caprichos 26. Su actividad financiera en- cuentra un límite en la necesidad de mantener tranquila a la población y evitar una reacción que pueda derrocar al gobiemo. Los servicios públicos no son bienes econólTúcos que benefician al pueblo o a 105 individuos que lo componen, sinounasÍJñple pantalla para engañar a los ciudadanos, La presión del impuesto y del empréstito Según Pareto, la deuda pública no responde al teorema de David Ricar- do o al criterio económico de De Viti de Marco, sino que es un medio de adueñarse de los ahorros de la clase ahorrativa, sin ánimo de devolvérselos, 1.l PARETO, Wilfredo, Manuale de Economía PO/ifica, Soco Ed. Lib., Milano, 1906, entre oUos Iralados y aniculos. Véanse también las canas a Griziotti. sobre deuda publica, in/m, p;igs, 594-596. 16 Refiriéndose a la coincidencia entre la doctrina paretiana y la de Mosca, el profesor DEL VeCClno, Gustavo, intrudulíohe alla Finanza. Cedam, Padova, 1964, pág. 204, menciona la concepción sociológica dé Parela como conectada con la teona dtl eminente jurista ilal iano pro- fesor Mosca. ... .. ~. CATEDRA FOLCO 26 FINANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRlBUTAJUO EN GENERAL ya que la emisión monetaria de curso forzoso viene a destruir, más o menos rápidamente, el valor de la deuda. La escuela sociológica italiana Deriva de Pareto la escuela sociológjcaitaliana con los aportes --enb'e otros- de los siguientes autores: Borgatta, Fasiani, Puviani y Cosciani. Por lo menos en la parte crítica del pensamiento marginalista, debe re- conocerse la influencia de Pareto para otra escuela, la política de Griziotti y otroS autores. . La escuela sociológica alemana y la teoría sociológica de Edwin Seligman Merece una mención particular la escuela sociológica alemana repre- sentada por Schaffle, Ritschl. Goldscheid, Colm y Sultan entre 'otros mu- chos autores, y la doctrina sociológica expuesta como "reoría social" por el autor norteamericano Edwin Selígman. Teorías sociológicas y políticas de las fillamas públicas Según Musgr¡¡ve 21 se consideran com'o teonas sociológicas de las fi- nanzas públicas todas aquellas que tienden a explicar la naturaleza del fe- nómenO fin?D.ciero, indagando sobre la naturaleza del Estado, sus propósi- tos y sus actiVidades; en una palabra, las teorías que no pueden considerarse corno normativas 2S. De acuerdo con esta posición, todas las teorías políticas de las finanz1L~ se ubican entre las soci ológicas. Por otro lado, no hay duda alguna que las leorías llamadas sociológicas por sus propios autor.es o denominadas así por terceros, son -e.n.definitiva- teorías políticas de las finanzas, Esto puede deCIrse de la doctnna de Pareto como también de las de Loria 19 y ConiaJja- ní 30 en Italia y de Goldscheid JI en Alemarua. . '" 11 MUSGRAVE, R. A., Tearf{l de la Hacienda P¡iblicá. pág. 4. l8 MusORAvE, R, A" Teoría de /a Hacienda P,íblica, págs. 4, 89 Y 90, 19 ~ORIA. Achille, "La .,cuota austríaca nella economia política", en NUQ~Q Al1I%gto, 1890. pags. 504'1 S¡gs. Del ousmo aUlordéloe« mencionar rambiénS",,¡io Jull '/"'posla Progru- Slva, reprodUCido en el volumon VerJo la Guistiúa Sociale. Soc .. Ed. Libr,. Milano, 1904 págs. 3S4-4(j) , lO CONIOLlANI, "S¡udi di loana noauziaria - L'indirizzo teorice ndla ScienY.a della Finaru. y le Ieggí Scietifiche detln Finanz.", enSaggi di EcoflOmia Palillca. Scienza rielle Finance Boc· ca, Torino, 1909, págs, 429-.526. . • JI GOlDSt:HElD. Rudolf. "\Vesen Ilnd Aufgabe der Finalu-Wissenchaf! Yom Standpunkle EVOLUClÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO 27 Elemento común de las teorías sociológicas y polfticases la negap,ldh" de la asimilación del fenómeno financiero a un problema de valor y ~:: t,'. . bién de la asimilación de las decisiones presupuestarias a un común denó-' 3. minador con las decisiones individuales sobre consumos. También les une la pretensión de describir lo que es la actividad financiera en su esencia y no< ) la de determinar cuáles son los caminos a seguir a fi n de lograr un optimum en la asignación de los recurs-os según las apreciaciones individuales u Olros .: ) objetivos: como lajusta distribución de la renta, la estabilización de los pre- cios y el pleno empleo o el desarrollo económico y social. La teoría financiera de Benvenuto Griziottí Como ya lo planteó Adolfo Wagner, Benvenuto Gríziotti define el fe- nómeno financiero como la actividad del Estado tendiente a repartir la car- ga presupuestaria entre categorías, clases y generaciones de contribuyentes. Los gastos públicos, como los finés eS,t,atales gue los motivan, consti- tuyen para la aco vidad financiera, un dato previo que se engloba en el con- cepto de "fabbisogno finanziario", o sea, de necesidad total de recursos para cubrir dichos gastos. Para el autor que nos ocupa, la decisión del Estado que determina sus gastos es previa a la elección de los recursos e independiente de éstos 31. Además, los fines del Estado son lirrútados; lo que limita tam- bién el monto total de los gastos públicos frente a una abundancia relativá de recursos a los que puede acudir el Estado 33, Na/LIraleza política de la actividadjinanciera Esta premisa, juntq.con las diferentes posiciones del Estado y de los in- dividuos, por el poder que aquel puede ejercer sobre éstos, excluye la nego- ciación que caracteriz}~;<r'rá. economía de mercado, única que merece el nombre de economía:Por ello, las finanzas públicas constituyen un fenó- meno esencialmente político y no económico. Sin perjuicio de ello, el autor opina que el poder de imperio, que caracteriza los aspectos fundamentales de la actividad financíera, es atemperado por la aquiescencia de Jos ciuda- der Sociologic" en Handb1icli da FinQJI! WiHCIl.Icha)i, bajo la dirección de Gerloff y Meise!. . Tubinga. Mohr (Paul Siebcck), t926. J] V éase, sin embargo, en ,enlido contrario GRmoTTl, B .. "Le spese pubtiche. nella scicnza detk finan2''', en 5Iudi.. .. cit., Vol. 1. págs. 489-5't3, en el que enmienda SU anterior opinión ex- puesta en un trabajo del año 1912, "Consitlerazioní suí melOdí e problemi deUa Scíerua Pura de· tle Finame", 5rudi .... eil. Vol. L págs. 457-488 . JJ GRtZJOn 1, B., "La diversa pressione ¡ríbulada del preStila a dell'irnpo'ta", en 5rudl .... c,t.. Vol.l!, pags. 193,261. .~ " CATEDRA FOLCO \~, , '. , " l i: , .~-':- 1,'1 ',.':. 28 fINANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TRIBUTARIO EN GENERAL danps y ~ue el fundamento o causa jurrdica del impuesto es la capacidad contn butl va de lossujetos pasi vos, comoí ndice de la participaci 6n de éstos en Ips beneficios producidos por los servicios generales y partiéulares que pr~5ta el Estado 34. Por este camino el pensamiento de Griziotti se acerca al pnmer canon de Adám Smith y a la teoría financiera de De Viti de Marco, a lú:ual criticara tanto en los aspectos generales, Como en muchos temas particulares 35. I I I . Propuestas de reforma los sistemas tributarios : En cuanto a la racíonalizaciónde los sistemas tributarios, aboga por la eliminación de los impuestos reales que producen el efecto de la amortiza- ció,? 36 y por la adopción de impuestos sobre las superrentas O rentas dife- renciales y sobre los incrementos de capitales, que recaen sobre los contri- buy1entes a los que el legislador como tales, sin que ellos puedan trasladarlos sobre otros sujetos 31. i : Presión del impuesto y del empréstiro I I También se caracteriza este ,autor por Su decidida refutación a la tesis ricardiana y devitiana de la igual presión del impuesto extraordinario y del e:n~réstito, demostrando Th. diferente presión de uno y otro y la transferen- cia fe la carga de la deuda pública sobre las generaciones futuras 38. I ! Problema metodológico ! I En los aspectos metodológicos, 50sti~ne Griziotti la complejidad del fentpmeno financiero que parte de principios polfticos, se realiza a tra.vés de dif~rentes técnicas operati vas, establece relaciones económicas y se encua- i I . 3i ?RIZI~Tll, B., "n Principio della Capacha contributiva e suc applicazionj", reproducido en ~agg, mI Rmnovamenlo delloSrudiodeUaSciema Finanu, Giuffre, Milano, 1953, págs. 347 y 5lgs. ' ' 3f GRIZIOlTl, B .• :'Vecchi e Nuovj índirizzi nella Scienza della Finanze",.s~parata de An- Ilual( di Economía deU'Univusita Bocconí. Cedam, Padova. 1935, pág. 189, ~ . J GRIZIOlTl, B., 'leoria dell'ammortamento delJe imposte asul! applicazioni". reproduci- do e? S~udj dí Scíenza de/le Finanzo ¿,DíriIlO Finanziario, VoUI, Giuffre, Milano, 1956, págs. 175 r Slgl. y "Appunli sul riscatto delldmposte ammortizzabili", reproducido en SlltdL .• cit. Vol.~I, págs. 393 y sigs. ""'_ ". . • 3: GRIZIOTll, B., "Le imposte sugli ¡ncremeNl! di valore nei capitali e sulle' rendite neí red- 'idW"¡ reproducido en Srudi .... cit., Vol. 1, págs. 161 Y sigs. y otros trabajos. I1 3r GRlZtÓlTl. B., "La diversa pressione lributaria del preSIlla e dell'imposto", reproducido en Sludi.... cit.. Vol. JI, págs. 193 y sigl. EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO FlNANCIERO dra en el orden jurídico, De esta comprobación trae la consecuencia que las finanzas públicas se componen de elementos polfticos, económicos, Jurídi- cos)' técrucos, a los que agrega en sus últimos escritos el elemento ético. De ello deduce también que el conocimiento cientffico de la actividad financie- ra puede lograrse únicamente con un estudio integradflr de los cuatro-o cinco-- elementos que lo componen 39. Evaluación de la merodologra de Gril.iotrí Esta metodologfa de Griziotti ha sido objeto de severas críticas por au- tores de diversas corrientes de pensamiento y principalmente por econo- mistas y juristas, los primeros que ven una contaminación del análisis eCI)- nómico si se pretende combinarlo con consideraciones jurídicas y los segundos que consideran metaj urí djeas las conclusiones del análisis econó- . mico. Muchos críticos sostienen, además de las diferencias de los enfoqUt~s ; económicos y jurídicos, también las de preparación y de hábitos mentales de . ¡os econorrúslas y de los juristas, que difícilmente pueden reunir en sus tra- bajos con igual jerarquía tanto el aspecto Nrídico como el económico. Es innegable, sin embargo, que por ejemplo, los cánones de la impo- sición según A, Smith y otros autores, han sido recogidos por las cartas constitucionales, siendo pues cometido ineludible del economista el cono- cimiento de las nonnas constitucionales en que se han traducido dichos cá- nones y de la doctrina y jurisprudencia correspondientes, lo que implica un estudio jurfdico de la materia. También en el terreno más particular de los distintos impuestos, el análisis jurfdico de cada uno de ellos no puede pres- cindir del conocimiento científico de los caracteres y efectos de los hechos y bases imponibles elegidos por el legislador. La división del trabajQ.entre juristas y economistas no puede llevarse al extremo de que aqUéllos deban recurrir a éstos y éstos a ~quéllos e~ cada caso o problema que se plantee en el momento de la adopcion o creacIón de un impuesto determinado, o bien en la interpretación de nonnas que regulen impuestos ya existentes. Es innegable también que, como lo reconoce en fOffim casi unárúme la doctrina, el Estado como sujeto activo de la actividad financiera es una or- 39 Véase principalmente GR1ZIOTTr, Benvenuto. "La nparnzione politica del canco ¡ribula· no e.i principi distributivi delle imposte modeme sul reddílo e sugüo acqu~stl di rendite e di in· crementi dei capitali", mamál. degli Economisri. no v-dic. 1909. ReprodUCIdo en 5rud, dt Scten· za delle Finnme. Didtro Finanziario. Vol. l. Giuffre, Milano, 1956, págs. 113-159. Este trabajO resume la teoría general de las finanzas según GRlZlOTT1, asf como el esrudio del tema específico indicado en eltcxlo. Véase también, del mismo autor: "Le Imposte sugli ¡ncrementi di valore nel capitaü e sulle rendite nei reddili", 5,udL, cil., Vol. 1, págs, 161 a 374. CATEDRA FOLCO " f l I 30 FINANZAS PúBLICAS Y DERECHO TRIBUTARJO EN GENERAL ganización jurídica con fines poUticamente deternunados según las fuerzas dominantes en las situaciones de tiempo y lugar. , La acción del Estado es motivada por las fuerzas polfticas y se realiza con sometimiento a nonnas jurídicas. Estas determinan la actividad finan- dera y expresan, a su vez; las decisiones políticas y económicas tomadas por el Estado. Las elecciones de los instrumentos financieros adecuados en cada caso para lograr los fines deben ajustarse a determinadas téc oicas ope- rati vas. Son estas consideraciones un simple esbozo de los fundamentos del enfoque cientffico de Benvenuto Griziotti 4ú, 12. EL ENFOQUE DE LAS FINANZAS CLÁSICAS Principios fundamentales La doctrina clásica -más propiamente, la doctrina Ji beral de las finan- zas públicas- siguiendo las huellas de A. Smith, abogaba por la realiza- ción de los siguientes principios: - . a) Limitación de las tareas y cometidos del Estado en todos sus órde- nes, reduciéndolos, sustancialmente, a tres grandes funciones:: defensa ex- terior, segurjdad interior y promoción del bien común con sus servicios de instrucción, de justicia y obras públicas, b) Neutralidad de la imposición, esto es, adopción de tributos que al- terasen en el menor grado posible los precios del mercado y la distribución de los ingresos. c) Equilibrio del presupuesto anual del Estado, considerando como fe- nómenos patológicos tanto los déficit como los superá vil del presupuesto. d) Distinción entre finanzas ordinarias y extraordinarias, admitiendo para las primeras como formas de cobertura de los gastos los recursos pa- trimoniales y los impuestos y para las segundas el endeudanliénto y otras medidas monetarias y fiscales. AlIado de estos principios, la doctrina clásica no li beral ni Iiberista ad- núte cierta función extrafiscal de los impuestos a través del usoprotector de ciertos derechos aduaneros a las importaciones, por Un lado y,por el otro, reconociendo y propiciando el efecto redistributivo como prin~ipio de re- parto social de la carga presupuestaria (Wagner), . -10 Sobre la evolución del pensamiento de GRlllOTTI. Benvenulo. en malena financiera véa- le JARACII, D., "La teona financiera de Benvenuto Griziotti". prólogo a la obra de GRlZ¡OTTI, B., Principios dI! Ciencia de las Final'L1.D5, Depalma, Buenos Aires. 1959, págs, 21-46. ; EVOLUCiÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO 31 Ataques al enfoque de las finanzas clásicas ,yt; ... Esta doctrina que, en cierto modo, reflejabalas condiciones y las eXI- gencias del ámbito socioeconómico de la época anterior a l~ Primera Guerra Mundial, sufrió una severa conmoción como consecuencia de dos causas históricas: el conflicto bélico indicado, con la movilización total no sólo de las fuerzas armadas sino de la economía de los pafses involucrados en la guerra; y la crisis económica m.undial de '.os año,s : 30 de este siglo, . Un nuevo ataque a la doctrina financIera c1aslca surge con motivo de la Secunda Guerra Mundial o, mejor dicho, con la política de posguerra y, principalmente, con los programas d~,seguridad social en la ~n mayoría de los países occidentales y con la pollllca de desarrollo econórruco y socIal, para las regiones menos desarrolladas o subdesarro~l~~as. . . , La Primera Guerra Mundial (1914-1918) reclblO la cal¡ficaClOn de mundial por el número de Estados envueltos en el conflicto y sobre los cua·· les se verificaron las graves consecuencias económicas y sociales de la gue- rra y de la difícil reconstrucción de la posguerra., Es forzoso agregar q~e aU,n las naciones que permanecieron neutrale~ sufneron en alguna medida di- chas consecuencias. La característica más importante de la guerra no fue la extensión del conflicto y el número de naciones afectadas, sino el grado de afectación de la economía y de la estructura social qtle ella trajo consigo y que consistió en la moviliza~~ón de las fuerzas económicas y ~n I~ ?uecció,n centralizada de la producclOn y del consumo. Esta centra)¡zaclOn causo, como fenómeno histórico. la planificación de la economía para asegurar los suministros de productos de toda Índole y no sólo de armas y municiones para el esfuerzo bélico, t:I0 se trata de la p,lanifi~a~ión colect!vist¡¡. q~e ca- racteriza al Estado socia\jsta, en el que esta supruruda la propIedad pnvada de los· medios de produC'éión, ~ino de una planificación por el poder público de las fuerzas eéonómícas-privadas, coordinando sus acciones y restrin- o-iendo o estimulando s'ú's iniciativas, en suma, dirigiendo tanto la produc- '" ción como el consumo 41. Surgió así la tendencia hacia una estructpra del mundo económico, que dejaba de ser una economía de mercado sujeta al libre juego ~e ~as fuer- zas económicas y que también se distinguía de la economía SOCialIsta. por mantenerse la propiedad privada de los medios de producción. El papel del Estado en esta nueva estructura, que se definió como eco- nomía dirigida o intervencionismo estatal, se desarrolla a'través de la polí- 41 Véase. como precursor de esta lendencie, el escrito de MTH.ENAU, Walter, La Nueva Economía en Iraducción castellana, e11 Walter Ra/luma .. a través de SUJ Obra.r, Buenos Aires, 1942, págs, 13 a 90. (¡ ( I ",' , '" I ". \ , CATEDRA FOLCO http:Fioo/l.1.Q5 http:propiamente.la 32 FINANZAS PÚBLICAS Y DERECHO TIUBUTARIO EN GENERAL , tica ¿conómica y también a través de la actividad financiera, qué se trans- forma asf en una parte de la polftica económica. ¡:on esta nueva función el fenómeno financiero no tiene más única- mente el carácter de mecanismo o proceso de producción de bienes y ser- vicios públicos con el complemento del principio social de la redistribución de in¡p-esos, sino que queda absorbido en la política económica. El presu- rues~o es un plan económico propio del sector público, que se inserta en la planificación general de la econornfa por parte del Estado 42. En cuanto a la crisis de los años '30, no hay -{}uizás-acontecimien- to della vida económica universal que haya influido más decididamente en el pensamiento económico y financiero. El colapso de laBolsa de New York en el otoño de 1929 y la depresión econpmíca subsiguiente de los Estados Unidos y de los démás pafses del mun~o, produjo el descrédito de muchas doctrinas cien tffi c as y no promo- vió splo medidas prácticas de polític¡i económica y de actividad financiera, sino también una proliferación de obras y escritos tendientes a dilucidar el fenófneno de las fluctuaciones económicas, sus causas y sus remedios, abrie¡ndo nuevos caminos a la elaboración doclrinaria de la ciencia econó- mid y de las finanzas públicas. rn este contexto debe ubicarse a John Maynard Keynes. IJ. rLAS OBRAS DE JOHN MA YNARD KEYNES I El ~arco histórico de sus trabajos ISus obras y su actí vidad de economista evidencian ulla extraordi nana adhe~encia a los problemas reales dé la vida económica y de los aconteci- mierltos. Terminada la Primera Guerra Mundial escribe su libro sobre las "con~ecuencias económicas de la paz". De no menor resonancia es su en- sayolsobre "El fin dellaisse!'.faire". Después de su Tratado sobre-la Mone- da de 1930 su pensamiento se vuelca de lleno al estudio tanto teórico como prácÜco de la depresión de los años' 30 ya la forma de volver al pleno em- PleojY a la recuperación de la entera econoITÚa. ¡Fruto de sus meditaciones fue en 19361a Teoría General de la Oc!~pa cíón; el Interés y el Dinero 4). Estallada la Segunda Guerra Mundial se de- dicóla los problemas de las finanzas de guerra 44. Muy pronto, aun antes de la terminación del conflicto, su preocupación intelectual lo muev'éa dedi- I 4il V '.h- á 82 . t er IrlJ , a, p gs. y Slg'. , . . . :i' . [ 43 1 KeYNES, John M., Teoría General de la Oc:upaciáfl, ellmerés y el Dinero, tráducción al ,. ~~pañbl del rondo de Cultura EconÓmica, México, J 945. .. . ...1 I IÚYNES, John M., How lO fa)' lar ¡he War, McMillan, Landon, 1939. i EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO FINANCIERO 33 carse a los problemas de la posguerra en el orden interno de Gran Bretaña, yen el de los acuerdos monetarios internacionales. Su metodología da preeminencia a los enfoques macroeconómicos en lugar de los microeconómlcos que prevalecieron en las obras clásicas. También se preocupa de los fenómenos económicos de corto y mediano plazo, más que de los de plazo largo, sintetizando esta posición con la sar- cástica acotación que "en el plazo largo todos estamos muertos", El problema de las Finanzas Públicas sólo está planteado por Keynes en forma especial en How (o Pa)'for rhe Hlar. Sin embargo, la contribución de Keynes al pensamiento financiero se debe en gran medida a su Teoría General de la Ocupación, el Inter¿s )' el Dinero. Líneas fundamentales de sus teorías Empieza su obra con la refutación de la doctrina económica c!"ásica. principalmente representada por J. B. Say y J. Stuart Mill, según la cual la oferta crea su propia demanda, con la consecuencia que no puede haber de- socupación involuntaria más que transitoria. Critica, además, el supuesto de dicha doctrina, que la demanda y la oferta de bienes se efectúan funda- mentalmente en términos reales, siendo el dinero un injerto posterior, que no altera la doctrina enunciada. Por el contrario, Keynes construye una nueva teona económica soste- niendo, a diferencia de la economía clásica, la posibilidad de un equilibrio con desempleo. La baja de la tasa de interés no basta para provocar el au- mento de las inversiones y, por ende, la recuperación del pleno empleo, ya que el incentivo para invertir consiste en. la "eticacia marginal del capitul" y su magnitud ha de ser ...:...c:por lo menos aproximadamente- igual a la tasu de interés. . . . . La relación entre un~iJmento del ingreso total y el de la nueva inver- sión constituye el multiplicador (nuevo instrumento de análisis de Keynes que reconoce el antecedente de Kahn) que, a su vez, depende de lapropen- sión marginal a consumir, éste también nuevo instrumento concepnlal del análisis keynesiano. No es ésta la oportunidad de penetrar más profundamente en la doctri- na keynesíana que será tenida en cuenta en el desarrollo ulterior de esta obra. Proyección de la "Teoría General" sobre las Finanzas PúbUcas Sin embargo, debemos aclarar aquí que dicha doctrina, amén de su va- lor teórico, se proyecta en las finanzas públicas, atribuyendo al Estado el pa- pel de reactivante de la econoIlÚa mediante las inversiones que suplen la io- ., '. CATEDRA
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