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160 1.8 Hiperlipoproteinemia Lp(a): Este trastorno familiar, que se asocia con incremento en la aterogénesis y en la formación de trombos arteriales, está determinado principalmente por alelos que incrementa la producción del radical (a) de la proteína. La Lp(a) puede presentar elevación secundaria en pacientes con necrosis grave y en otros estados inflamatorios. La niacina reduce las concentraciones de Lp(a) en muchos pacientes. La reducción de las concentraciones de LDL-C por debajo de 100 mg/ 100 mL disminuye el riesgo atribuible a Lp(a), al igual que la administración de dosis bajas de ácido acetilsalicílico. 1.9 Enfermedades por almacenamiento de esteres de colesterilo: Los individuos que carecen de actividad de lipasa ácida lisosómica (LAL) acumulan ésteres de colesterilo en el hígado y en otros tipos celulares, ocasionando hepatomegalia con fibrosis subsiguiente, aumento de las concentraciones de LDL-C, bajas concentraciones de HDL-C y a menudo hipertrigliceridemia leve. Rara vez en la infancia ocurre la enfermedad de Wolman, una forma de ablación total. Se encuentra en estudios clínicos el tratamiento enzimático de susti- tución con enzimas recombinantes, Sebelipasa alfa 1.10 Otros trastornos: La deficiencia de hidroxilasa 7α de colesterol puede incrementar las concentraciones de LDL en el estado heterocigoto. Los homocigotos también pueden tener incremento de los triglicéridos, resistencia a los inhibidores de la reductasa e incremento en el riesgo de forma- ción de cálculos biliares y arteriopatía coronaria. La hipercolesterolemia autosómica recesiva (ARH) se debe a mutaciones en una proteína que normalmente colabora en la endocitosis de LDL. El receptor chaperón, PCSK9, en condiciones normales conduce el receptor al lisosoma para degradación. o Las mutaciones de incremento de la función en PCSK9 se asocian con incremento en las concentraciones de LDL-C, los hemitransportadores ABCG5 y ABCG8 actúan en conjunto en los enterocitos y hepatocitos para exportar firoesteroles hacia los intestinos y bilis, respectivamente. o Las mutaciones homocigotas o heterocigotas combinadas de ablación en el transportador ocasionan aumento de las concentraciones de LDL enriquecidas en fltoesteroles, xantomas tendinosos y tuberosos y aceleración de la aterosclerosis. En estos trastornos pueden ser de utilidad la niacina, 4. HIPERLIPIDEMIA Y ATEROSCLEROSIS Los principales factores corrientes de riesgo de enfermedad cardiovascular (CVD) son incremento de LDL-C; disminución de HDL-C, tabaquismo, hipertensión, diabetes mellitus de tipo 2, senectud y el antecedente familiar de crisis de CHD prematura (varones < 55 años; mujeres < 65 años) en un pariente de primer grado. Cuando los niveles de colesterol total están por debajo de 160 mg/100 ml disminuye extraordinariamente el riesgo de CHD, incluso en presencia de factores adicionales de peligro; esta intervención decisiva de la hipercolesterolemia en la aterogénesis ha originado la hipótesis aceptada casi unánimemente de colesterol-alimentos-CHD: los mayores niveles de colesterol plasmático ocasionan CHD; las dietas con 161 abundantes grasas saturadas (animales) y colesterol aumentan los niveles de este último y la disminución de los niveles de este alcohol aminora el riesgo de CHD. Las disminuciones pequeñas en el colesterol total y en LDL-C se acompañan de reducciones en el número de episodios mortales y no mortales de CHD, pero no de la mortalidad total. Los pacientes benefician sea cual sea su género, edad, cifras iniciales de lípidos o de que hayan tenido el antecedente de enfermedad vascular o de diabetes mellitus de tipo 2. La administración de estatínicos es eficaz para evitar las primeras crisis aterotrombóticas y las ulteriores. Las dosis moderadas de estatínicos que aminoran los niveles de LDL-C, en promedio, 40%, también reducen la frecuencia de trastornos cardiovasculares agudos, cerca de 33%. Regímenes más intensivos que disminuyen 45 a 50% LDL-C aminoran el número de episodios de CVD incluso 50 por ciento. 5. TRATAMIENTO DE PACIENTES CON DISLIPIDEMIA: GUÍAS DEL NATIONAL CHOLESTEROL EDUCATION PROGRAM (NCEP) La prevención primaria comprende la corrección de factores de riesgo, para evitar un episodio agudo inicial del tipo de CHD. La prevención secundaria se orienta a pacientes que tuvieron un trastorno previo (CHD) y a aquellos cuyos factores de riesgo deben ser tratados intensivamente. En fecha reciente se aplicó a CHD el concepto de prevención primordial, que es una estrategia de orden poblacional para evitar (y no corregir) factores como tabaquismo, conservación del peso adecuado, actividad física, hábitos sanos de alimentación, y medición de los niveles de colesterol y glucosa, así como la presión arterial. La estrategia basada en el paciente para tratar la dislipidemia se ha diseñado para la prevención primaria y secundaria, obliga a una valoración de riesgos y se centra en disminuir LDL-C y no-HDL-C (cuadro 31-4). Antes de emprender la farmacoterapia hay que descartar las causas secundarias de la hiperlipidemia. La corrección del trastorno que origina la dislipidemia secundaria ahorra la necesidad de tratamiento a base de fármacos hipolipidémicos. 162 6. FARMACOLOGIA PARA EL TRATAMIENTO DE LAS DISLIPIDEMIAS 1.11 VASTATINAS: Las vastatinas son los fármacos más eficaces y mejor tolerados para tratar la dislipidemia. Son inhibidores competitivos de HMG-CoA reductasa que cataliza una etapa cineticolimitante temprana en la biosíntesis de colesterol. Las dosis mayores de las vastatinas más potentes (como atorvastatina, simvastatina y rosuvastatina) también aminoran los niveles de triglicéridos ocasionados por el aumento de los niveles de VLDL. Algunas vastatinas también están indicadas para incrementar los niveles de HDL-C, aunque no hay certidumbre en cuanto a la importancia clínica de tales efectos en el colesterol de la lipoproteína de alta densidad mencionada. Efectos del tratamiento: Disminución de los triglicéridos por acción de las vastatinas. Las concentraciones de triglicéridos > 250 mg/100 ml se reducen de manera sustancial por las vastatinas y el porcentaje de reducción obtenido es similar al porcentaje de re ducción en las LDL-C. Efectos de las vastatinas en las concentraciones de HDL-C. Muchos estudios de pacientes tratados con vastatinas han excluido sistemáticamente a personas con niveles bajos de HDL-C. En las investigaciones de individuos con niveles altos de LDL-C y niveles de HDL-C adecuados para el género (40 a 50 mg/100 ml para varones; 50 a 60 mg/100 ml para mujeres), se observó un incremento de 5 a 10% en HDL-C, independientemente de la dosis de la vastatina empleada. Sin embargo, en personas con menores niveles de HDL-C (< 35 mg/100 ml) las vastatinas pueden discrepar en sus efectos en las concentraciones de HDL-C. Se necesitan más estudios para dilucidar si asumen importancia clínica los efectos de las vastatinas en HDL-C en pacientes con cantidades bajas de dicho colesterol de lipoproteínas de alta densidad. Efectos de las estatinas en los niveles de LDL-C. Las relaciones de dosis/respuesta en el caso de todas las estatinas (vastatinas) demuestran que la eficacia hipolipemiante en el caso de LDL-C muestra linealidad logarítmica; hay una disminución cercana a 6% en el nivel de LDL-C (respecto a las cifras iniciales) cada vez que se duplica la dosis. Los efectos máximos en los niveles de colesterol plasmático se alcanzan en término de siete a 10 días. Las vastatinas son eficaces en casi todos los pacientes con niveles de LDL-C altos. La excepción serían los pacientes de hipercolesterolemia familiar homocigota con respuestas muy débiles a las dosis usuales de vastatinas, porque ambos alelos del gen del receptor de LDL codifican receptores de LDL disfuncionales. La administración de vastatinas no aminora los niveles de Lp(a). Efectos cardioprotectores potenciales además de disminuir LDL. Las vastatinas ejercen claramente sus principales efectos en CHD al disminuir la cantidad de LDL-Cy mejorar el perfil de lípidos, como se refleja en los niveles de colesterol plasmático, pero podrían atribuirse a tales fármacos muy diversos efectos potencialmente cardioprotectores. Sin embargo, se desconoce si dichos efectos pleyotrópicos potenciales que representan un efecto por clase-
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