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Análisis metafórico primero sueño

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A lo largo todo este tiempo, desde que fue dado a conocer el poema Primero sueño de Sor Juana Inés de la Cruz ha estado rodeado de un enigma por su naturaleza culteranista, así como por el tema sobre el que está hecho, que es el proceso mediante el cual el ser humano entra en ese estado de descanso que denominamos “sueño”, y todas los características que ve en él nuestra autora. En las siguientes líneas se intentará explicar un poco el significado del poema en base al recurso literario del que hizo gran uso la poetisa: la metáfora; recurso que, usado en gran cantidad como lo fue en este poema, lo dota de cierta “oscuridad” pues se vuelve en extremo confuso ya que todo lo que este recurso maquilla se encuentra escondido bajo otra cara que nos compete descubrir. Asimismo se hará mención de la presencia mitológica que abunda en el poema, pues no es desconocido que la literatura, no sólo de esa época, sino desde siglos antes, está llena hasta desbordar por todas sus páginas de rasgos mitológicos que la dotan de una riqueza cultural que ha sobrevivido hasta nuestros días. 
En primer lugar tenemos la manera de nombrar a la noche, o más bien al eclipse que se presentó como una pirámide que ostenta llegar a la luna, a la cual nos representa como una diosa que tiene tres lados que ella percibe con rasgos humanos al mencionar los tres rostros que tiene. Más adelante se nos presenta el nombre de Nictimene, la cual fue una doncella que sostuvo relaciones con su padre, por lo que fue convertida en lechuza para poder esconderse en la oscuridad. En seguida mencionan tres hermanas, a las cuales pertenece Nictimene, las otras dos toman forma de aves nocturnas por haber fallado al dios Baco o también conocido como Dionisio que era el dios del vino al cual se celebraban muchas fiestas de moral un tanto cuestionable. Y estas tres junto con Ascálafo[footnoteRef:1] entonaban un canto; Sor Juana utiliza la metáfora para nombrar a esta parvada de aves como una “capilla pavorosa” (Cf. Verso 57) por el ruido que emitía en la noche, identificándola con el grupo que se encargaba de hacer lo propio en las iglesias. Pero las aves mencionadas no dudaron en acatar la orden del siguiente dios que se presenta Harpócrates, el dios del silencio o del secreto, que por su naturaleza y obvias razones los incita a callar sus cantos para dar paso a la noche. [1: Ayudante de Plutón o Hades, que fue transformado en murciélago por Démeter, padre de Perséfone, a quien delató por haber comido fruta en los campos del inframundo, razón por la que no pudo regresar a la vida.] 
El siguiente verso donde se nos presenta esta figura de pensamiento es el 88 “cerúlea cuna donde el sol dormía”, al nombrar cuna al mar, pues en la noche es donde se ve que va a parar el sol a reposar y de ese mismo lugar se levanta. Otro personaje que se nos presenta es Alcione, aquella que fuera convertida en ave junto con su esposo, muerto en el agua, pero se crea una confusión en el verso 95, pues en lugar de aves Sor Juana nos dice “en peces transformó, simples amantes”. En seguida en el verso 101 “cuya mansión sombría” y 102 “ser puede noche en el día” nos dice que el lugar donde estos seres viven es tan oscuro que no importa la hora del día en que se esté, ahí siempre es noche. 
A partir del verso 104, se menciona al “montaraz pie del cazador experto”, remontándonos a Acteón, cazador famoso por haber visto a Artemis bañándose desnuda en un lago, misma que, por semejante ultraje, lo transformó en ciervo y, de esa forma, fue confundido por su jauría de perros y comido por ella misma, pero en el poema es el guardián de la noche y está atento a quien pueda atreverse a irrumpir en la sagrada noche. Unos versos más adelante, en el 110 para ser exacto se nos presenta el par de palabras “universal tributo” haciendo referencia al sueño como un pago que todo ser vivo y todo lo perteneciente a la naturaleza debe pagar y por el cual debe pasar. Otra presencia mitológica que tenemos es de la “De Júpiter el ave generosa” (Verso 129), que era el ave de Zeus (mismo Júpiter) que regularmente llegó a utilizar como enviada en diversos actos de suma importancia, y la cual dormía en un solo pie sosteniendo en el otro una pequeña piedra que, si la dejaba caer, le castigaría haciéndola despertar con el ruido. Un uso más del recurso literario que nos ocupa está contenido en los versos:
173 “y cediendo al retrato del contrario
174 de la vida, que--lentamente armado--
175 cobarde embiste y vence perezoso
176 con armas soñolientas”
Este pequeños conjunto de versos nos remite a la figura de la muerte como contrario de la vida, ya que al entrar en un estado de sueño es lo más cerca que se está de la muerte, pues todos los sentidos se relajan al punto máximo para poder descansar y seguir al siguiente día con tus obligaciones cotidianas.
La figura del cuerpo dormido como un cadáver se vuelve manifiesta de nuevo en los versos 201 y 202:
”el cuerpo siendo, en sosegada calma
un cadáver con alma”
Pues sor Juana concebía el alma como aquella parte del ser humano que realmente no dormía, sino sólo el cuerpo lo hacía, y al permanecer despierta el alma era la que habitaba todos esos reinos del sueño. 
Siguiendo con el uso de la metáfora en el poema nos encontramos con uno bastante marcado, que se presenta desde el verso 205 hasta el 210, en el que se hace referencia al pulso como un reloj que va marcando el tiempo de vida del ser humano, lo va “manejando” como hace cualquier persona en frente de un volante, equiparándolo con un rey al que todos los demás sentidos sirven. 
También Sor Juana utiliza este recurso en el verso número 252 en el cual hace una referencia de lo que es el estómago humano, en este caso dormido, comparándolo con el lugar donde se funden los metales, pero perteneciente a Vulcano, dios del fuego, para dar más realce al proceso de descomposición de los alimentos que se da en el órgano abdominal.
En la parte siguiente del poema, que comienza desde el verso 254 “al cerebro envïaba” se presenta una cascada de versos que juntos todos nos remiten a una metáfora más grande, pues nos relata cómo el estómago emite una serie de gases que sirven o más bien ayudan a que en el cerebro se manifiesten o “reflejen” toda una serie de imágenes, lo que nosotros realmente conocemos como “sueños”, este proceso lo asemeja con el que se produce en el mar en el cual se reflejan en su manto cristalino cualquier cantidad de imágenes que se le presenten, y que al parecer termina en el verso 290, haciéndose toda una lista de lo que se puede representar o manifestar en el sueño. Pero sólo termina para dar paso a una más, pues ya entrado el sueño, el alma se separa del cuerpo, lo que ella identifica, en el verso 298, como una cadena que la apresa, pues le impide el desarrollo intelectual, diciendo así que al estar ya libre y manifestada en su forma pura, el alma es tan inmensa y grande como el dios mencionado, Atlante, principalmente conocido como Atlas, que fuera condenado por Zeus después de la guerra de los titanes a cargar el cielo y separarlo de la tierra. 
Otro par de versos en el que la poetisa continúa la descripción del antes mencionado Olimpo, que nunca merece ser tocada su frente por nadie:
314 “nunca de aura agitada
315 consintió ser violada”
La siguiente parte donde se tiene una presencia metafórica hace referencia a las alas del águila (plumadas velas) y el movimiento que estas realizan al volar, y lo pone por escrito de esta manera:
335“más que nunca el impulso, ya batiendo
336 las dos plumadas velas, ya peinando
337 con las garras el aire, ha pretendido”
Otra de las figuras que tiene varias apariciones en el poema sorjuanino son las pirámides, que representan a los Ptolomeos (Faraones) fruto de la vanidad de Menfis quedaron ahí como la tumba que son ahora y la bandera que representó a toda su civilización y cultura:
340 “Las pirámides dos –ostentaciones
341 de Menfis vano y de la Arquitectura
342 último esmero, si ya no pendones
343 fijos, no tremolantes--, cuya altura
344 coronadade bárbaros trofeos
345 tumba y bandera fue a los Ptolomeos”
Unos cuantos versos más adelante también vemos la unión de dos conceptos un tanto diferentes unidos en uno solo, es decir al ofrecer alfombra hace alusión a un lugar dónde pasar la noche.
375 “nunca de calorosos caminantes
376 al fatigado aliento, a los pies flacos,
377 ofrecieron alfombra”
En una importante equiparación ubica por iguales al origen incierto de las pirámides con sus errores ciegos, con Homero, el griego ciego autor de grandes y hermosas obras porque de igual manera los historiadores no lo reconocen como una buena fuente esto no le quita su gloria: 
381 “bárbaros jeroglíficos de ciego
382 error, según el Griego
383 ciego también, dulcísimo poeta,
384 --si ya, por las que escribe
385 Aquileyas proezas
386 o marciales de Ulises sutilezas,
387 la unión no le recibe
388 de los Historiadores, o le acepta
389 (cuando entre su catálogo le cuente)
390 que gloria más que número le aumente--.
Dentro del verso 414 “y aun aquella blasfema altiva Torre” nos remonta al famoso mito de la torre de Babel, recordando en el verso 415 con las palabras “De quien hoy dolorosas son señales” la desgracia que sufrió la humanidad al perder la posibilidad de comunicarse entre sí dando origen a la diversidad de lenguas. 
Ya más adelante en el poema, para ser más exactos en el verso 631 “del humor terrestre que a su nutrimento natural” y 632 “es dulcísimo alimento” se refiere a la leche maternal que sirve de alimento al hijo de Tethis, una de las Nereidas, madre de Aquiles. 
En el verso 716 y 717 nos muestra con claridad la naturaleza oscura del dios del inframundo, pues es natural que en sus tierras sólo haya oscuros tramos y un gran abismo:
716 –los horrorosos senos de Plutón 
717 las cavernas pavorosas
Ya en el verso 740 y 741 podemos ver la equiparación de ser cairelada de dorados perfiles con la naturaleza bella del cabello de la esposa de Plutón: Proserpina, quien fue raptada por este mismo y llevada al inframundo, pero después por mandatos de Zeus a plegarias de su madre Ceres, tuvo la oportunidad de volver sólo 6 meses con su madre y los otros 6 meses con Plutón, pues ya había consumido fruta prohibida de los jardines del inframundo, de ahí que cada que regresa Proserpina con su madre Ceres, esta llena los campos de flores a causa de la felicidad que siente, dando inicio a la primavera. 
Una serie de versos que encierra ya casi el final del poema cuando el sol, padre de la luz, se comienza a manifestar de nuevo, habiendo terminado sus trabajos del otro lado de la tierra:
887 “En tanto el Padre de la Luz ardiente,
888 de acercarse al Oriente 
889 ya el término prefijo conocía,
890 y al antípoda opuesto despedía
891 con transmontantes rayos:
892 que –de su luz en trémulos desmayos–
893 en el punto hace su mismo Occidente,
894 que nuestro Oriente ilustra luminoso”.
Ya en la recta final del sueño, cuando el sol está ganando nuevamente la partida a la noche, nos relata cómo el sol tiñó de azul los cielos para poder dar paso al día e incluso unos versos antes, nos cuenta cómo las aves que habían cedido a los mandatos de dioses y la noche, vuelven a tomar partida en este juego que llamamos vida y comienzan a resonar sus “bélicos clarines” (Cf. 921):
943 “Llegó, en efecto, el Sol cerrando el giro
944 que esculpió de oro sobre azul zafiro:
945 de mil multiplicados
946 mil veces puntos, flujos mil dorados
947 –líneas, digo, de luz clara– salían
948 de su circunferencia luminosa,
949 pautando al Cielo la cerúlea plana”.

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