Reseña La cuarta guerra mundial

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La Cuarta Guerra Mundial
	En este film estadounidense, dirigido por Rick Rowley, nos encontramos con la conjunción de varios movimientos sociales desencadenados en diversas partes del mundo a causa de la potencialización del neoliberalismo capitalista, que ha dejado en la quiebra a millones de seres humanos a causa de llamada globalización del mercado en la que los pequeños productores agrícolas se ven reemplazados por grandes empresas trasnacionales y caen en la pobreza extrema.
	Se nos muestran revueltas sociales desde las nacidas en territorio argentino a causa del asentamiento de la dictadura a fines de la década de los 70, donde el Estado ejerció un poder de represión tan grande que hubo miles de civiles muertos en buscaba de un cambio en su país. También, en voz de grandes analistas de dicha problemática, se nos hace ver que otro grupo vulnerable ante este proceso mercantil son los pueblos indígenas, que tuvieron su mayor voz en el sur de nuestro país, con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, que buscaba, mediante medidas armadas, expulsar de sus tierras al Ejército Nacional Mexicano, pues era una amenaza a su modo de vida, ya que estaban dispuestos a quitarles la tierra que es y ha sido por siglos el sustento de los pueblos indígenas de nuestro país.
	Del otro lado del mundo, en las partes de África y Oriente el efecto de este proceso de globalización fue igual de duro, pues a los trabajadores cada vez se les obligaba a trabajar más horas por un sueldo más mísero, teniendo, por ejemplo, en Corea del Sur una de las manifestaciones laborales más grandes de las que se tiene registro en los últimos años, pues en 1997 miles de trabajadores se dieron cita en las calles para exigir mejores condiciones de trabajo. De igual forma en Sudáfrica se estaba bajo el yugo del Apartheid, donde los negros de ese país eran obligados a llevar a cabo sus vidas de manera separada a la gente blanca; para lo cual hubo una reacción violenta en las calles en busca de condiciones de vida equitativas; la pela fue sangrienta y muchos se quedaron en el camino, pero al final, en 1994 logró romperse ese sistema de vida y dar el salto hacia algo, en teoría mejor.
	Así esta película, con un tinte narrativo que raya casi en lo poético, que es narrado desde una primera persona, como si los que nos estuvieran contando los hechos fueran los mismos que dieron su vida en los campos de batalla, nos invita a involucrarnos en los daños que están haciendo las mezquindades de las élites en el poder y remar contracorriente. 
Raúl Martín Hernández Juárez		algo de marzo de 2016