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Desarrollo y crecimiento

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Reporte de lectura
Desarrollo y crecimiento en la economía mexicana
(De Juan Carlos Moreno-Brid
Jaime Ros Bosch)
En el texto Desarrollo y crecimiento en la economía mexicana se argumenta que en la Nueva España no sólo fue la negación de la modernidad de la vida política y cultural la que trajo consigo un atraso económico, sino también otros aspectos, de los que destacan (en comparación con Estados Unidos): una diferencia en la disponibilidad de tierra arable y capital humano, y condiciones geográficas disímiles (más costo de transporte).
Particularmente, en la colonia hubo un considerable avance económico debido a la expansión de la industria minera de metales preciosos (en especial de plata). Sin embargo, hubo aspectos que afectaron directamente ese crecimiento, como los excesivos impuestos resultados de las Reformas Borbónicas o las crisis del sector agrícola. Y más aún, las restricciones y controles que operaba la Corona española, los monopolios locales, privilegios comerciales, extensiones tributarias. Lo anterior trajo consigo la reducción en la movilidad geográfica y ocupacional, así como la inhibición de la actividad empresarial y una ineficiencia en la asignación de recursos.
Con la guerra de Independencia la economía empeoró, se reprodujo a una escala más pequeña la economía colonial. Aunque ser independientes de España trajera beneficios por la abolición de los controles y restricciones anteriormente mencionados, el prolongado periodo de violencia e inestabilidad política tuvieron efectos negativos: destrucción de infraestructura, entorpecimiento de las comunicaciones, interrupción de comercio, uso de fondos financieros para pagar a las fuerzas armadas, escaso acceso al crédito externo, etc. 
A lo anterior se le suma la caía de la producción de plata y la contracción monetaria que ella trajo, así como a la escasez del crédito debido a que los fondos financieros de la iglesia fueron expropiados por la metrópoli. 
Aún siendo México independiente, se mantuvo la lógica arbitraria del poder político de la Colonia, pues se centralizó la economía en el Estado (un estado débil), las empresas sólo podían funcionar de forma politizada. Más aún, en este texto se plantea la posibilidad de que cuando políticas liberales fueron puestas en marcha, estas resultaron orientadas erróneamente, limitando el desarrollo.
En comparación con el extranjero, México presentó una muy grande desigualdad económica, no se construyó un mercado de clase media ni hubo condiciones para favorecer la innovación tecnológica. Esto se apunta como puntos negativos que extendieron la brecha entre nuestro país y las economías externas.
Posteriormente con el porfiriato, empezaría a formarse un gobierno fuerte que mitigó la violencia social y trajo una estabilidad política. En este periodo se incentivó la inversión extranjera y nacional, se eliminaron las barreas para la expansión económica de México y se transformó la estructura productiva y política del país. Se pasó de un modo de producción semifeudal a uno capitalista.
En este gobierno, la expansión de la red ferroviaria además de impulsar el comercio exterior, produjo la integración del mercado local pues ella estaba trazada desde el centro del país a los puertos. De esa forma también se redujeron costos de transporte, pero al mismo tiempo contribuyó al surgimiento de nuevas actividades económicas.
Sin embargo, el nuevo Estado también traería una protección arbitraria de los intereses económicos y derechos de propiedad de determinados grupos comerciales y financieros; creándose así monopolios y oligopolios que impidieron la asignación eficiente de inversión y crédito, obstaculizando la economía en su conjunto. Es así que la falta de financiamiento (crédito restringido a pequeñas y medianas empresas) se convirtió en un obstáculo principal para la expansión de nuevas empresas, además del gran peso de la limitación del sistema bancario que no estaba a nivel de las necesidades financieras de su tiempo.
El modelo económico, político y social del porfiriato cayó en gran parte debido al descontento provocado por la expropiación brutal y generalizada de las tierras campesinas, así como al deterioro de su vida cotidiana. Así, el sector agrícola presentaba una desigualdad extrema en comparación con otros sectores. Todo lo anterior sin olvidar el creciente descontento de la clase media, pues era excluida de las decisiones políticas El porfiriato fue por tanto vencido por sus contradicciones: un desequilibrio entre el progreso económico y el social.

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