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Parcial_T2_2018-2_solucionario

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UNIVERSIDAD DE PIURA 
 
FACULTAD DE INGENIERIA 
 
CURSO: TEOLOGÍA Y VIDA CRISTIANA 
 
EXAMEN PARCIAL 
 
 FECHA: NOMBRE: __________________________ 
 DURACIÓN: 3 horas. HORA: SECCIÓN: 
 
 
Lea las siguientes instrucciones antes de desarrollar 
el examen. 
 
Sin libros, ni apuntes. Sea claro en sus explicaciones y comentarios. No utilice la cara posterior para 
sus respuestas. Use solo un cuadernillo doble. SI LA LETRA ES ILEGIBLE, NO SE CORREGIRÁ 
LA RESPUESTA. 
 
 
 
1. Explique las condiciones para la cooperación material al mal. 
 
La cooperación al mal es la realización de un acto humano (por tanto, libre y 
voluntariamente) que de algún modo facilita a otro a cumplir una acción inmoral, 
de que éste sigue siendo el autor principal. El agente principal ya tenía de 
antemano el propósito de realizar dicha acción, por lo que el que coopera solo 
facilita su realización. 
 
En cuanto a la cooperación al mal, se distingue entre cooperación material y 
formal. La cooperación material al mal se da cuando el que facilita la acción 
inmoral solo tolera o sufre el comportamiento del autor principal, sin que lo 
apruebe en cuanto a su malicia. Esto ocurre cuando las circunstancias sociales, 
profesionales, etc., ponen a una persona en condiciones de aprovecharse de 
nuestro comportamiento para realizar sus propios designios. El problema que se 
presenta es hasta qué punto es moralmente lícita la cooperación efectiva, aun 
cuando se trate de algo tolerado o sufrido, pero no querido directamente. 
 
Para que sea lícita la cooperación material al mal se deben cumplir cuatro 
condiciones: a) el objeto moral de la acción del que coopera debe ser buena o 
indiferente en sí misma; b) la intención del que coopera también debe ser buena; 
c) debe existir una causa justa para cooperar; y d) el efecto bueno que se 
pretende no puede ser consecuencia del efecto malo. 
 
2. ¿Cómo diferenciar una conciencia cauterizada o muerta de una conciencia 
invenciblemente errónea? 
 
La conciencia es el juicio por el cual se valora la moralidad de un acto humano 
que he realizado, que estoy realizando o que voy a realizar. La conciencia 
 
errónea es aquel juicio por el cual la valoración moral del acto es incorrecto, 
porque hay una mala comprensión de la ley moral. La conciencia es 
invenciblemente errónea cuando las razones por las cuales hay una mala 
comprensión de la ley moral no son imputables al sujeto que juzga, por lo que no 
es moralmente responsable de su mala comprensión ni del acto que realice en 
caso decida seguir el juicio de su conciencia. 
 
La conciencia cauterizada, muerta o corrupta es el juicio por el cual se valora 
moralmente un acto de modo incorrecto (considerando que un acto bueno es 
malo, o viceversa), pero dicho error es imputable al sujeto, debido a que 
mediante la repetición continuada de dicho acto, ha terminado convenciéndose 
de su moralidad, acallando el juicio de conciencia que en un principio era 
verdadero. 
 
3. Explique la posición de la Iglesia católica acerca de la pena de muerte. 
 
La posición de la Iglesia católica acerca de la pena de muerte siempre ha sido 
restrictiva para algunos casos muy puntuales. Su posición restrictiva se debe 
al reconocimiento de la dignidad y sacralidad de la vida humana, que son 
características inalienables. Durante siglos, la Iglesia católica admitió la 
posibilidad de la pena de muerte como una especie legítima defensa social, 
es decir, cuando un agresor injusto para la sociedad no podía ser controlado 
de tal manera que su acción libre pusiese en riesgo la vida social, se podía 
contemplar la posibilidad de castigarlo con la pena capital como un medio de 
defensa. 
 
Recientemente, en atención a los cambios en los sistemas penitenciarios, que 
brindan la posibilidad de controlar mejor al agresor injusto, la Iglesia católica a 
través de un pronunciamiento del Papa Francisco ha determinado que la pena 
de muerte es inadmisible en todos los casos. 
 
4. Explique la posición de la Iglesia católica acerca de la defensa de la vida 
naciente. 
 
La posición de la Iglesia católica acerca de la vida naciente se fundamenta en 
la sacralidad de la vida humana, que tiene el sello de la imagen y semejanza 
de Dios desde el momento de la concepción (unión del gameto masculino y 
femenino). Para la Iglesia, el concebido tiene la misma dignidad que cualquier 
ser humano ya nacido y en los casos de embarazos no deseados, en los que 
el concebido es el más indefenso, la voz de la Iglesia se convierte en una de 
las voces más importantes para defender a los que no tienen voz. 
5. “Tengo hambre. No he tomado desayuno porque tuve práctica a las 7am y 
luego clases de corrido hasta la 1pm. No puedo regresar a mi casa porque 
queda muy lejos y tengo clases a las 3pm, y para colmo, olvidé la plata en mi 
casa. Al final de la clase de la 1pm, al compañero de dos filas más adelante 
se le ha caído la billetera y tiene 40 soles… justo el dinero que necesito para 
 
comerme un menú en “sartén y mango”, sacar las copias del curso de 
administración, poder ir a mi casa en transporte público o privado, e incluso, 
para darle de comer a un ancianito enfermo que vive al lado de mi casa y a 
quien nadie cuida. Definitivamente, voy a usar “bien” los 40 soles”. Analice 
moralmente la acción descrita. 
 
Para analizar moralmente la acción, se debe tener en cuenta el objeto, el fin y las 
circunstancias: el objeto moral es el fin de la acción en sí mismo considerada 
después de valorarla a la luz de la ley moral. La acción de quedarme con los 40 
soles de mi compañero infringe el séptimo mandamiento, “no robarás”. El fin es la 
intención del agente, que en este caso es buena (el agente siempre busca un 
bien para sí mismo, de lo contrario no actuaría). Sin embargo, el fin bueno no 
convierte en buena la acción si su objeto moral infringe la ley. Las circunstancias 
son los distintos elementos que especifican la acción: no he desayunado, tengo 
clases de corrido, etc. 
 
Desde el punto de vista del juicio de conciencia, se puede decir que el sujeto 
tiene una conciencia cierta y errónea: cierta, porque está seguro de que su 
acción es buena; errónea, porque hay mala comprensión de la ley moral y de la 
moralidad del acto.

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