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Conferencia de Bretton Woods

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Conferencia de Bretton Woods 
• En julio de 1944 se tratan, entre otros, tres temas fundamentales: 
monedas internacionales; coordinación cambiaria y ajuste de 
balance de pagos. Constituyendo el eje central de la Conferencia y 
objetivos del FMI, como así también de los compromisos de los 
países miembros al entrar en la institución. 
• El primer problema del sistema monetario internacional es la 
selección de los medios de pago y de reservas de los bancos 
centrales. Esto es determinar qué monedas serán aceptadas para 
las transacciones entre residentes en distintos países, quién 
proveerá liquidez internacional, cómo creará ésta, en qué 
cantidades y oportunidades, y cuál será su distribución entre los 
países participantes del sistema. 
- Las opciones comprenden una vasta gama, desde el dinero 
mercancía como el oro, hasta el dinero virtual, y determinar quién 
será el país/ses emisores (soberanos); países reunidos bajo un área 
monetaria común, caso del euro (Eurozona); un organismo 
supranacional, al estilo de banco central mundial, como el Bancor 
propuesto por Keynes en 1944; instituciones financieras privadas 
transnacionales, como el Free banking (propuestas de los 
ultraliberales), que no se excluyen mutuamente. De hecho varias de 
ellas coexisten. Cuestión que remite a otro tema que es la 
composición de las reservas internacionales: oro, dólares 
estadounidenses, euros, yenes, derechos especiales de giro, 
colocaciones de depósitos y títulos denominados en distintas 
monedas, compiten en el portafolio de las administraciones de las 
reservas internacionales de los bancos centrales. Situación que 
introduce una complejidad adicional al problema de los medios de 
pago internacionales. 
- la teoría económica, desde la 2° mitad del siglo XX, suele dar por 
resuelta la cuestión de la selección de los medios de pago 
internacionales, suponiendo que existen países soberanos emisores 
de moneda nacional, que a su vez es demandada como dinero 
internacional, estableciendo como axioma, los arreglos resultantes 
de la Conferencia de Bretton Woods: Considerando “país grande” a 
los proveedores de liquidez global, capaces de influir sobre la tasa 
de interés internacional; “país pequeño” a los restantes, y se analiza 
la coordinación de la política monetaria internacional, suponiendo 
tales roles como inamovibles. El eufemismo es notable, ya que en 
este marco teórico, China, India o Brasil, que concentran el 42% de 
la población mundial, son considerados “países pequeños” porque 
sus monedas no se utilizan masivamente para los pagos 
internacionales, ni como reservas de los bancos centrales. 
En síntesis, los arreglos monetarios internacionales reflejan la 
distribución del poder económico mundial. El desplazamiento de la 
libra esterlina por el dólar estadounidense en el período de 
entreguerras, consecuencia de la debilidad británica y del 
indiscutido crecimiento estadounidense, que simboliza el grado de 
gravitación económico –financiera mundial de Gran Bretaña hacia 
los EE.UU y el rechazo en Bretton Woods, 1944, de la propuesta 
Keynesiana de un banco central mundial emisor de una divisa 
independiente de cualquier moneda nacional. 
• La importancia para un país de que su moneda se demande 
internacionalmente es extrema. Un país no emisor de moneda 
internacional sólo puede obtenerla vendiendo activos 
domésticos, exportando mercancías o servicios; captando 
inversión externa directa, disminuyendo sus tenencias de activos 
externos; o endeudándose. En cambio, un país emisor de 
liquidez internacional goza de señoreaje, o sea del derecho de 
poner en circulación su moneda y obtener a cambio bienes y 
servicios, empresas, títulos de créditos, u otros activos, y 
financiar así sus déficits externos, simplemente emitiendo dinero 
doméstico. Este privilegio es completo cuando tal país no está 
comprometido a respaldar su emisión monetaria con otros 
activos, por ejemplo, oro, tal es el caso de EE.UU desde 1971. 
• La creación del FMI cumplió un rol crucial en los mecanismos de 
selección de las monedas internacionales, pero dejó en manos 
de los países emisores de éstas las cantidades de liquidez, las 
oportunidades de emisión, y la forma de distribución de la 
moneda mundial entre países, generándose alternativamente 
épocas de escasez y de sobreabundancia de dinero internacional, 
ajenas a las necesidades de la comunidad internacional. 
• El régimen de coordinación de los tipos de cambio entre 
monedas nacionales, y el de modificación de las paridades 
constituye el segundo problema importante del sistema 
monetario internacional. 
-El tipo de cambio de un país es la cantidad de moneda local que 
debe entregarse a cambio de una unidad de moneda extranjera. La 
relación de cambio respecto de una moneda externa, a su vez determina 
las relaciones con el resto de las monedas. 
-Las modificaciones del tipo de cambio nominal de un país reflejan 
las variaciones en la relación entre los precios domésticos y los 
precios internacionales, que obedecen tanto a la inflación/ 
deflación interna y externa, como a cambios en la productividad 
media de cada país, y en la tasa de crecimiento. La teoría económica 
asume en el largo plazo alguna forma de paridad del poder de 
compra, es decir supone que las paridades cambiarias relativas son 
bastante estables en el largo plazo; pero en el corto plazo, las 
fluctuaciones del tipo de cambio de un país, no acompañadas de 
movimientos similares en los demás países, determinan cambios 
bruscos en la competitividad de las exportaciones y en la demanda 
de importaciones por parte del país que devalúa o revalúa su 
moneda, además de las súbitas transferencias de riqueza entre 
poseedores de activos denominados en moneda local o externa. 
Cuando ésto ocurre en varios países al mismo tiempo, y mucho más 
si son grandes, las fluctuaciones cambiarias desestabilizan los 
patrones de comercio y finanzas entre países. La seguidilla de 
devaluaciones competitivas de la década de 1930, conocida como 
“la política de empobrecimiento del vecino” convenció en Bretton 
Woods sobre las ventajas de estabilizar las relaciones entre las 
monedas nacionales, y la necesidad de prever mecanismos 
ordenados de cambio en las paridades, en los casos en que fuera 
estrictamente necesario. Estabilizar las paridades cambiarias 
requiere que cada país haya alcanzado un tipo de cambio 
considerado de equilibrio, situación que es bastante improbable, ya 
que es difícil que muchos países logren al mismo tiempo el 
equilibrio externo, y menos aún el interno, y además que se 
comprometa a mantenerlo, o al menos avisar si tiene la necesidad 
de alterarlo. A ello se le suma como dificultad adicional cuando las 
monedas nacionales fijan su tasa de cambio respecto a una moneda 
internacional, que es al mismo tiempo la de un país soberano, cuya 
liquidez está sujeta a las decisiones de política monetaria, 
orientadas a mantener el equilibrio interno y externo de ese país, 
como es el caso del dólar estadounidense. Aquí, la coordinación de 
los tipos de cambio se torna mucho más dificultosa, porque la 
economía internacional ya no dispone de un ancla nominal. 
Esto es, a los cambios de precios internos en cada país, se agregan 
los cambios de precios externos, en los que se expresan tanto la 
variación de productividad de los precios internos del país cuya 
moneda nacional es también moneda internacional, como los 
cambios de precios por efecto de la política monetaria orientada a 
objetivos internos de dicho país. Por lo expuesto resulta utópico 
mantener la estabilidad de las relaciones cambiarias. Por ello, desde 
el momento en que un país adhiere al FMI, lo habitual es que 
padezca de algún desequilibrio externo y/o interno, que requerirá 
tarde o temprano alguna clase de ajuste. 
• Por último el ajuste de los desequilibrios del Balance de Pagos 
(BP) 
-El conceptode equilibrio de (BP) no es unánime. Es difícil distinguir 
los movimientos resultantes de decisiones de negocios privados o 
públicos, lo que dificulta medir la magnitud de los desequilibrios. 
por ello existen diversos enfoques de equilibrio del (BP). Entre ellos, 
el Enfoque Keynesiano y Neokeynesiano y el enfoque monetarista 
del (BP). 
-El enfoque Keynesiano enfatiza el vínculo del ingreso nacional con 
el (BP). Este enfoque sostiene, en una síntesis muy apretada, que el 
desequilibrio por superávit de la cuenta corriente, suponiendo 
saldada la cuenta de capital, provendría de un exceso de ahorro 
respecto de la inversión planeada, reultante de un nivel de gasto 
(consumo+ inversión) demasiado reducido. Por el contrario, el 
déficit supondría un exceso de gasto respecto del ahorro. Para 
solucionar los superávits comerciales, este enfoque recomienda 
aumentar el gasto doméstico, incrementar la demanda de bonos, a 
fin de reducir la tasa de interés interna, provocando incrementos en 
la inversión, equilibrando nuevamente el ahorro y la inversión 
planeadas. Priorizando los objetivos de desarrollo, tolerando cierto 
nivel de inflación interna, para redistribuir el ingreso y aumentar el 
nivel de empleo. 
-Para el enfoque monetarista un déficit de la (BP) puede reflejar un 
exceso de emisión monetaria, que se refleja en la economía interna 
como inflación. En este caso las medidas para absorber liquidez al 
mercado serían a través de la emisión de bonos; eliminar las fuentes 
de exceso de creación monetaria, como el déficit fiscal, reduciendo 
los gastos del Estado, o atando la emisión de moneda al ingreso de 
capitales externos con tipo de cambio fijo (Ej. Plan de 
Convertibilidad de Cavallo) y libre entrada y salida de capitales. Esta 
interpretación no se ajusta a las realidades de los países con 
economías dependientes, con graves desequilibrios en sus 
estructuras productivas, que llevan a la reiteración de crisis 
externas. 
*Nota: Aporte ampliatorio de la información del manual Pág.365 
Información sacada de Brenta; Noemí; Argentina Atrapada- Historia 
de las Relaciones con el FMI 1956-2006; Ediciones Cooperativas, 
CABA, 2008- Cap.1

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