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EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 313 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos CAPITULO XV. MEJORAMIENTO DE LOS SUELOS SALINOS Y SÓDICOS “Los valles del Eúfrates y el Tigris, en la antigua Mesopotamia, fueron transformándose en desiertos debido a la acumulación de sales en las capas superficiales del suelo. En algún momento (600 años A.C.), 4.000.000 de hectáreas de tierras en la ancestral Caldea fueron, según William Willcocks (Means et al, 1932) “tan fértiles como un jardín”,... (y sus pobladores gozaban de una de las siete maravillas del mundo: los jardines colgantes de Babilonia, construidos por el rey Nabucodonosor para homenajear a su esposa)... La mayor parte de esta región consiste ahora en depresiones sódicas y áreas salinas, carentes de todo, y habitadas por tribus trashumantes con sus rebaños, ambos insuficientemente alimentados.” (“Drainage Engineering”, de James Luthin, 1966). 1. PROPIEDADES Y DIAGNÓSTICO Los suelos que se consideran en este capítulo deben su carácter particular al hecho de contener concentraciones excesivas de sales solubles, Sodio intercambiable o ambos. Para fines agrícolas representan un problema que requiere la aplicación de medidas especiales y prácticas de manejo adecuadas. Las sales solubles producen efectos perjudiciales en las plantas, al aumentar el contenido de sales de la solución del suelo (que incrementa la presión osmótica del mismo y genera una fuerte competencia con las raíces por el agua disponible), y el grado de saturación del complejo de intercambio del suelo con Sodio de cambio (que “desmorona” la estructura del suelo generando capas impermeables y alcalinizando la solución del suelo). Este último efecto se manifiesta cuando los constituyentes solubles resultan en su mayor parte sales de Sodio, y es de naturaleza más permanente que el contenido salino de la solución del suelo, ya que el Sodio de intercambio generalmente persiste después que las sales solubles han sido eliminadas. 1.a. SUELOS SALINOS También llamados "Salitre Blanco" ("White Alcali Soils") o Solonchak. Presentan una concentración anormalmente alta de sales neutras en la solución del suelo. Predominan los sulfatos, bicarbonatos y cloruros (en menor proporción nitratos y boratos) entre los aniones, y entre los cationes, el Calcio, Magnesio, Potasio y Sodio. Se caracterizan por: CE* = 4 o más mmhos.cm-1 o dS.m-1 a 25ºC en el extracto de saturación. PSI* = menor de 15. pH = generalmente menor de 8,5 en el extracto de saturación. *CE: Conductividad Eléctrica del extracto de saturación del suelo. *PSI: Porcentaje de Sodio de Intercambio. 1.b. SUELOS SÓDICOS También conocidos como "Salitre Negro" ("Black Alcali Soils") o "Alcalinos" o "Solonetz". Se caracterizan por un porcentaje muy alto de Sodio en el complejo de cambio, con escasa cantidad de sales solubles. Esas condiciones generan una reacción del suelo fuertemente alcalina (El Sodio causa la dispersión de la materia orgánica y, disuelta, se la encuentra en la superficie del terreno ennegreciéndolo, este fenómeno es el que justifica el término "salitre negro"). Químicamente se caracterizan por: CE = menor de 4 mmhos.cm-1 o dS.m-1 a 25ºC en el extracto de saturación. PSI = mayor de 15. pH = generalmente entre 8,5 y 10 en el extracto de saturación. Entre los cationes de la solución del suelo predominan casi exclusivamente el Sodio, a veces con concentraciones elevadas también de Potasio, y entre los aniones los bicarbonatos, cloruros y sulfatos; los carbonatos también aparecen en menor proporción. El intercambio de cationes es un fenómeno de superficie que se manifiesta en la fracción coloidal del suelo (Limo fino, arcillas y materia orgánica). Los cationes adsorbidos al complejo coloidal son reemplazados por otros de la solución del suelo (intercambio de cationes). Los cationes Sodio, Calcio y Magnesio son rápidamente intercambiables; otros como el Potasio y el Amonio son poco reemplazados por los anteriores. En vista que los cationes adsorbidos se intercambian libremente, con los adyacentes de la solución del suelo, es de esperar que la proporción de los cationes del complejo intercambiable esté relacionada con su concentración en la solución del suelo. Los principales cationes que se encuentran en los suelos normales de las regiones áridas resultan el Calcio y el Magnesio, pero cuando se acumulan excesos de sales solubles, generalmente es el catión Sodio el que prevalece en la solución del suelo y, por lo tanto, por el equilibrio existente, reemplaza al Calcio y 314 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos Magnesio del complejo de cambio. A medida que la solución del suelo se concentra, debido a la evaporación desde el suelo o transpiración de las plantas, los limites de solubilidad de los sulfatos y carbonatos de Calcio y Magnesio se exceden, por lo cual se precipitan, causando el correspondiente aumento de las proporciones relativas de Sodio soluble. Esto aumenta el reemplazo, en el complejo de intercambio, del Calcio y Magnesio por el Sodio. Desde el punto de vista práctico, es afortunado que el Calcio y el Magnesio de la solución del suelo sean más fuertemente adsorbidos que el Sodio por el complejo de intercambio. En soluciones de concentraciones equivalentes, las cantidades adsorbidas de Calcio y Magnesio resultan varias veces superiores a la del Sodio (en general más de la mitad de los cationes solubles deben ser Sodio para que éste sea adsorbido en cantidades importantes por el complejo coloidal de intercambio). 1.c. SUELOS SALINO-SÓDICOS Es el caso más frecuente. Su apariencia es similar, las propiedades también, a los suelos salinos. Se identifican por: CE = mayor de 4 mmhos.cm-1 (dS.m-1) a 25ºC en extracto de saturación. PSI = mayor de 15. pH = generalmente menor de 8,5. 1.d. SUELOS SALINO-SÓDICOS POTENCIALMENTE NO-SÓDICOS (Nijensohn, 1994) Resultan aquellos que, después de desalinizados hasta niveles compatibles con los cultivos, muestran el complejo coloidal con bajo contenido de Sodio intercambiable. Ocurre cuando se encuentra yeso o carbonato de Calcio muy fino en la fase sólida. Se reconocen porque, después de lixiviados en laboratorio con la misma agua a usar en el campo, sus CEs son menores de 4 dS.m-1 y el RAS menor de 10. 1.e. SUELOS "ALCALINOS DEGRADADOS" O "SOLOD" O "ALCALINOS ÁCIDOS" Poco frecuentemente se reconocen suelos sódicos (no salinos) con PSI mayor de 15 y sin embargo con pH, especialmente en la superficie, cercano a 6. Ocurren en ausencia de caliza y el pH bajo es el resultado del reemplazo de Sodio por Hidrógeno en el complejo de cambio. Sin embargo las propiedades físicas están dominadas por el Sodio intercambiable, resultando alcalinos por su origen y ácidos por su estado actual (el horizonte A se pierde por erosión). Son impermeables, muy pobres y sin valor agrícola. Tabla XV-1 Principales Características Químicas de los Suelos Salino Sódicos Suelos CE* PSI* pH Salinos + de 4,0 - de 15 - de 8,5 Sódicos - de 4,0 + de 15 + de 8,5 Salino-sódicos + de 4,0 + de 15 - de 8,5 Alcalinos degradados - de 4,0 + de 15 - de 7,0 *La CE se expresa en dS.m-1 a 25ºC y el PSI es por ciento de Sodio de intercambio 2. DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA Los suelos salinos y sódicos se localizan regularmente en regiones de clima árido o semiárido. En áreas húmedas las sales solubles, de distintos orígenes, generalmente son llevadas por las lluvias a los horizontes inferiores, luego hacia el agua subterránea y finalmente transportadas a los océanos. En las comarcas áridas el lavado es de naturaleza local y no es posible que las sales sean transportadas lejos. Lo anterior ocurre por la menor precipitación (incapaz de provocar un flujo descendente permanente de las sales) y por la elevada evaporación, que tiende a concentrar las sales en las capas superiores de los suelos y en el aguasuperficial. Esta situación está ligada casi siempre a deficientes condiciones de drenaje y topografía predisponente (llanas y bajas). Superficialmente abarcan, en distintos grados de intensidad, hasta casi un tercio de los suelos del mundo. Resultan graves los problemas en el oeste de los Estados Unidos, en grandes áreas de Rusia Blanca, Hungría, España (meseta castellana), en la Mesopotamia (hoy compartida entre Siria e Iraq), Egipto, Méjico, Chile, meseta boliviana, sur y oeste de Australia, Manchuria y otras. En Argentina se manifiestan graves los problemas en los valles de los ríos Negro, Colorado y Chubut. También en San Juan, San Luis y Mendoza (zonas de riego de los ríos Atuel, Diamante y Tunuyán, curso inferior del Mendoza y otras). En Salta y Jujuy las manifestaciones son de escasa extensión en zonas de riego, sin embargo resultan graves los problemas en Colonia Santa Rosa, Apolinario Saravia, al este de EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 315 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos General Güemes, El Galpón, ambas márgenes del río Juramento al sur de El Tunal, en lugares puntuales del Valle de Lerma y en el Valle Calchaquí; siendo en este último caso, de origen primario y secundario. En Jujuy ocurren en Libertador General San Martín y otras áreas. Se advierten también como graves y extensos en Santiago del Estero (zona de riego y naturales de los ríos Salado y Dulce). 3. ORIGEN DE LOS SUELOS SALINOS Y SÓDICOS Pueden distinguirse dos orígenes de salinización o sodificación de los suelos: 3.a. NATURAL O PRIMARIO La existencia de sales en el suelo es naturalmente producida por la intemperización química de los minerales de la corteza terrestre (Hidrólisis, hidratación, disolución, oxidación, carbonatación), liberando paulatinamente, y adquiriendo mayor solubilidad, los distintos aniones (cloruros y sulfatos, en menor grado carbonatos, bicarbonatos y nitratos) y cationes (Sodio, Calcio, Magnesio y Potasio), que comúnmente se hallan en la solución del suelo y en el complejo de cambio. Además, aunque de escasa importancia, el oleaje de los mares proyecta gotas de agua salada que el viento transporta a los continentes. Durante ese proceso el agua se evapora y las partículas de sales pueden ser trasladadas muchos kilómetros antes que las lluvias las precipiten a tierra. En el Sudoeste del desierto de Sahara se estiman en unos 3 kg las sales depositadas así, por hectárea y por año. Finalmente, las ingresiones marinas al interior de un continente han dejado importantes depósitos geológicos de sedimentos o aguas salinas. En Argentina este fenómeno resulta vastamente representado en varias regiones del sur de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y gran parte de la Patagonia austral. Se consignó ya que esas sales resultan normalmente lixiviadas en áreas con clima húmedo, que permanecen en el suelo de climas áridos y semiáridos, e incluso que en éstos se acumula por factores zonales. Entre los factores zonales, el más importante es la combinación de relieve deprimido con capa freática cercana a superficie, y aún sin ella. En esos últimos lugares se acumulan las aguas de escorrentía y luego la evaporación deja cantidades considerables de sales así transportadas. Si se halla una capa freática, ella asciende por capilaridad y deposita al evaporarse (en los primeros centímetros del suelo) las sales que portaba en disolución. Este resulta el fenómeno ocurrido en las series Calchaquí y Ciénago en los Valles Calchaquíes (Salta). 3.b. ANTRÓPICO O SECUNDARIO La introducción del riego en condiciones de drenaje, riego, suelo o topografía inadecuadas, genera el rápido enriquecimiento en sales del suelo. Un ejemplo lo ilustrará claramente. Se desea conocer qué cantidad de sales se incorporan al suelo en un año, en un espesor de 0,5 m, con el riego de 7.000 m3 de agua que contiene 0,80 g.l-1 (en condiciones de 100 por ciento de eficiencia de aplicación). El P.E.A. del suelo es de 1,25 g.cm.3. Peso sales ha.año-1 0,8 kg m-3 x 7000 m3 Concentración = = Peso del suelo 0,5 m x 1,25 Mg m-3 x 10.000 m2 5600 kg = = 0,000895 kg. kg-1 = 0,895 g. kg-1, 6250 x 103 kg Es decir = 0,895 por mil, gramos de sales.ha-1.año-1 Por lo tanto, en dos años se llega al límite crítico de salinización para un suelo originalmente libre de sales, pues el 0,2 por ciento (ó 2 por mil) en el suelo ya ocasiona perjuicios a los cultivos. Los suelos no cultivados, y aún con su vegetación natural, registran grados variables de salinidad. Los de regadío también pero es más frecuente encontrar fuertes concentraciones. En las zonas áridas de riego, las situaciones que presentan los suelos halomórficos pueden ser encuadradas con el fin de una orientación para iniciar su mejoramiento. Estas pueden ser: 1. Las áreas salinas situadas fuera de los sistemas de riego y sin capa freática, muestran las sales, en general, repartidas uniformemente en el perfil, con una ligera concentración cercana a la superficie. 316 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos 2. Los suelos incultos (o cultivados y luego abandonados) y sujetos a la influencia del ascenso capilar desde la freática, manifiestan una fuerte acumulación de sales en superficie, disminuyendo con la profundidad (ver Figura XV-2,2). 3. Los suelos en los que recién se inicia el cultivo, o los del caso precedente en que se reinicia el cultivo (en general con forrajeras), alcanzan al poco tiempo bajos contenidos salinos en los primeros horizontes y fuerte acumulación salina en la parte inferior del perfil, por ejemplo por efectos del riego poco eficiente (ver Figura XV-2,3). 4. Los suelos totalmente recuperados, o con cultivos permanentes durante muchos años, presentan valores bajos de sales solubles en todo el perfil y capa freática profunda y muy salina (ver Figura XV- 2,1). La distribución de las sales en el perfil manifiesta variaciones estacionales. Así, los riegos y las lluvias de una estación lixivian las sales solubles hacia horizontes más profundos. La existencia de una capa freática o tabla de agua a cierta profundidad, a su vez, posibilita el ascenso capilar y el aumento de las sales en superficie, en la estación seca y entre riegos muy espaciados. 4. PROPIEDADES Y CARACTERÍSTICAS FÍSICAS Y QUÍMICAS Estos aspectos de los suelos salinos y sódicos serán revisados en función de los perjuicios que causan a los vegetales, especialmente a la producción de cosechas. Las sales elevan significativamente la presión osmótica de la solución del suelo haciendo padecer de falta de agua a las plantas. Algunos cationes o aniones ocasionan intoxicaciones específicas debido a su alta concentración (son frecuentes las debidas a cloruros, Boro, Litio, Fluor y otros). Los suelos sódicos, por su elevado pH, inmovilizan una gran variedad de nutrientes (Fe, Mn, Zn, Cu, Mg y P04 -3) y por su baja permeabilidad producen escasez de agua y dificultades en el intercambio gaseoso, con el consiguiente empobrecimiento en 02 y enriquecimiento de otros gases nocivos, sobre todo CO2. Un ejemplo cuantificará el fenómeno: los suelos francos suelen disponer de un 10 al 12 por ciento de su peso húmedo con agua disponible para las plantas (Humedad Equivalente promedio de 22 por ciento y Punto de Marchitamiento Permanente promedio de 10 por ciento, lo que resulta en 12 por ciento de Agua Útil). Las sales elevan el PMP proporcionalmente a su concentración, por lo que el rango de agua útil se achica, hasta resultar nulo para CES de 16 o más dS.m-1, para las plantas cultivadas y texturas del suelo medias. En este caso, el PMP ascendió de 10 a casi 22 por ciento en el suelo franco. En los de texturas finas, o con tenores intermedios de salinidad, queda un pequeño remanente de agua útil, que posibilita regar menos frecuentemente en los finos. Los perjuicios originados por la salinidad son proporcionalesa la concentración de sales en el extracto de saturación de los suelos. Esa concentración es habitualmente expresada en por ciento del peso de sales, o en medidas de resistencia o conductividad, a las cuales la concentración salina es inversamente o directamente proporcional, respectivamente, en la pasta o en el extracto de saturación (observar las clasificaciones de las Tablas XV-2 y XV-3). Tabla XV-2 Escala de Scofield. CE* de los Extractos de Saturación de Suelos - de 2 dS.m-1 No se registran efectos sobre las plantas sensibles 2 - 4 dS.m-1 Muchos cultivos restringen los rendimientos a menos del 50 por ciento del normal 4 - 8 dS.m-1 Efectos perjudiciales en plantas sensibles 8 -16 dS.m-1 Sólo cultivos tolerantes rinden moderadamente + de 16 dS.m-1 No produce ningún cultivo * Conductividad Eléctrica del extracto de saturación del suelo, en mmhos.cm-1 o dS.m-1 a 25ºC. Tabla XV-3 Escala del Servicio de Suelos de los EEUU (Soil Survey) Clase Calificación % de sales en peso 1 Libre hasta 0,15 2 Ligeramente afectada 0,15 - 0,35 3 Moderadamente afectada 0,35 - 0,65 4 Fuertemente afectada + de 0,65 En los suelos alcalinos o sódicos, las características físicas y químicas están dominadas por los efectos de la alta proporción de Sodio intercambiable. Así, en general, la fracción coloidal contiene adsorbidos en su complejo de cambio, altas cantidades de Sodio que, cuando pasa del 15 % del total de cationes, EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 317 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos genera un pH alto (que baja la disponibilidad de muchos nutrientes) y la dispersión de la fracción coloidal del suelo, tornándolo impermeable al agua y al aire. En suelos desarrollados, la sodicidad genera la formación de una estructura columnar, a partir de una prismática, que resulta altamente impermeable. A veces queda en superficie por eliminación del horizonte A. Sin embargo, los suelos salinos, o sódicos o salinosódicos, suelen manifestarse también en suelos aluviales no desarrollados. En general los suelos halomórficos son muy variables ya sea verticalmente u horizontalmente. El contenido de sales resulta desde dos a ocho veces mayor en un lugar que en otro, a solo un metro de distancia y advirtiéndose situaciones similares en un mismo sitio, pero a pocos centímetros en el sentido vertical, aunque ambos posean el mismo aspecto. Aproximadamente, entre la Conductividad Eléctrica de los extractos de saturación y el contenido de sales solubles (en peso seco), se conocen las equivalencias reseñadas en la Tabla XV-4. Tabla XV-4 Equivalencia Aproximada entre Cantidad de Sales y Conductividad Eléctrica Por ciento de sales En dS.m-1 (mmhos.cm-1) a 25ºC 0,2 3 0,4 6 0,6 9,5 0,8 12,5 1,0 15,5 El fenómeno de la dispersión de las partículas coloidales del suelo está relacionado con la densidad de cargas eléctricas positivas de los cationes presentes. La densidad se expresa relacionando el número de valencia con su radio atómico. El radio hidratado es el que interviene en estos fenómenos. La Tabla XV-5 reseña los valores de los hidratados (según lo que propone Nijensohn) y el número de coordinación es decir, la cantidad de átomos que se pueden ubicar alrededor de otro, en este caso en relación con el de Oxigeno. Comparando los valores de la Tabla XV-5 se entiende porqué una miscela coloidal, cargada negativamente, equilibra las cargas con las positivas de los cationes Calcio, Magnesio o Hierro que disponen de una alta densidad de carga, el doble de la del Sodio. Este equilibrio no se logre con el último catión, pues con su elevado volumen atómico y poca carga, no deja los espacios necesarios para que se acomoden, cerca de la miscela, otros cationes. Es decir, al tornarse un suelo salino o normal en sódico, la mayor parte de los otros cationes de la solución del suelo resultan reemplazados por Sodio, y se genera el mismo desplazamiento en el complejo de cambio (ver Figura XV-1 y Tabla XV-6). Al llegarse a PSI mayores de 15 por ciento, ya sobran cargas negativas de las miscelas, con el consiguiente efecto de repulsión entre ellas, resultando el desmoronamiento de la estructura del suelo. Figura XV-1 Esquema Eléctrico de Coloides Floculados y Dispersos del Suelo Ca Ca+2 Ca+2 Ca+2 Coloide descompensado eléctricamente +2 Ca Ca+2 Ca+2 Na+1 +2 Na+1 Na+1 Coloide edáfico 27 cargas negativas Na+1 Na+1 Na+1 Ca+2 Coloide edáfico Na+1 (Miscela neutra) Ca+2 Na+1 27 cargas negativas Ca+2 Na+1 (9 cargas negativas libres) Na+1 Ca+2 Na+1 Ca+2 Ca+2 Na+1 Na+1 Ca+2 Ca+2 Na+1 Coloide compensado eléctricamente Na+1 El esquema simplificado de la Figura XV-1 muestra las relaciones entre el “enjambre de cationes” (como le llamaron algunos autores), y las partículas coloidales del suelo, en un caso de floculación y otro de dispersión. Presenta claramente el desbalance de las cargas eléctricas en el caso de la dispersión (ver cuadro de la Tabla XV-6). En el segundo caso, debido al tamaño de los cationes y a las cargas negativas aún disponibles, ya no pueden atraerse otros cationes para neutralizarlas; los espacios físicos alrededor de la miscela están ocupados. Lo mismo sucede con las vecinas y la repulsión origina la dispersión que impide o destruye la 318 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos estructura del suelo. Los espacios porosos, y por consiguiente la aireación y permeabilidad, se reducen drásticamente (los dibujos simplifican una realidad muy compleja que fue estudiado detalladamente por Stern, Helmholtz, Guy y Chapman). Tabla XV-5 Número de Coordinación, Radio Iónico y Valencia Habitual de Elementos del Suelo Radio iónico (en ) Elemento Nº Coordin. al Oxígeno Deshidrat. Hidratad. Valencia en sol. del suelo Silicio 4 0,41 - +4 Oxígeno - 1,40 - -2 Hierro 6 0,83 - +2 Hierro - 0,67 - +3 Calcio 8 0,99 3 +2 Magnesio 6 0,65 4 +2 Potasio 8-12 1,33 1,5 +1 Sodio 8 0,95 2,15 +1 Cloro - 1,81 - -1 Aluminio 4-6 0,50 - +3 Carbono - 0,15 - +4 Hidrógeno - - - +1 Boro - 0,20 - +3 Tabla XV-6 Balance Eléctrico de la Floculación y Dispersión de las Micelas del Ejemplo Partícula Equilibrada Eléctricamente Partícula No Equilibrada Eléctricamente Total de cargas positivas: 29 Total de cargas positivas: 17 Total de cargas negativas: 29 Total de cargas negativas: 29 Balance: 0 Balance: -12 Sintetizando, lo que actúa en la compensación eléctrica es "la densidad de carga superficial" o carga eléctrica del ión/volumen hidratado, que genera distintos potenciales Z o desigual anchura de la doble capa. Es posible que las sales se localicen en la superficie del suelo, o se distribuyan uniformemente en todo el perfil, o que crezcan con la profundidad. Con diferencias muy pequeñas en texturas, resultan movimientos desiguales de aguas cargadas de sales y acentuadas diferencias en la acumulación de éstas. Algunos arbustos extraen cantidades importantes de sales desde profundidad y las transfieren a superficie, al descomponerse. De tal modo, el contenido de sales, el pH o el Sodio varían notablemente con la profundidad, en un solo metro de distancia, dependiendo del relieve, capa freática, vegetación, textura del suelo, etc. Esas variaciones además resultan estacionales, ocasionadas por la época de riego, las lluvias, las fluctuaciones de la capa freática u otras circunstancias. Se advierte también una correlación entre el uso del suelo y la distribución de las sales en el perfil. Marcu, Villanueva e Issa (1974) en “Los suelos de la Isla Choele Choel” ilustraron los casos encontrados como se observa en la Figura XV-2. Se muestran variaciones casi infinitas en las formas y en las cantidades. La caracterizaciónde estos suelos requiere observaciones acerca de la ubicación fisiográfica, profundidad de capa freática, diferencias areales, características del suelo (color, textura, estructura, consistencia y permeabilidad), vegetación (tipo, densidad, altura y dominantes) y la extracción de muestras para análisis (contenido salino, pH, cationes y aniones solubles, bases de cambio, textura y otros). Todo ello con el propósito de mapear y de visualizar con exactitud el origen, magnitud y extensión del problema. Los suelos sódicos, con valores altos de PSI, presentan una velocidad de infiltración menor de 1 mm.hora-1 que hace muy difícil su corrección, ya que la velocidad de difusión de las sales en el agua suele ser mayor. Generalmente decapitando 10-20 cm, y estudiando la velocidad de infiltración, se encuentra que ésta crece hasta valores 6 o 7 mm.hora-1 y que, imitando labores de arada o adición de materia orgánica, la tasa de infiltración inicial crece a 3-4 mm.hora-1 (ver trabajo de Luque y Tabla XV- 17). Los perjuicios ocasionados por la salinidad a los cultivos resultan directamente proporcionales a la concentración de sales solubles y al cultivo de que se trate. Estudiando estas relaciones, el Laboratorio de Salinidad de los EE.UU (1954), resumió los conocimientos reunidos en la Tabla XV-7, con algunos agregados (comparación de los rendimientos de los cultivos en suelos de distinta salinidad con los EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 319 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos rendimientos obtenidos en suelos no salinos en similares condiciones). Las CC.EE. de los extractos de saturación citadas están asociadas a una disminución del 50 por ciento en los rendimientos. Figura XV-2 Distribución Habitual de las Sales en el Perfil según el Uso del Suelo 1) Normales o completamente recuperados 0 0 50 50 100 100 150 150 P ro fu n d id a d c m 200 200 2 4 6 dS.m-1 2 4 6 dS.m-1 2) Salinos o salino sódicos incultos o abandonados (textura franco limosa) 0 0 20 25 40 50 60 75 80 100 100 125 P ro fu n d id a d e n c m 120 150 10 20 30 40 50 60 80 dS.m-1 10 20 30 40 50 60 dS.m-1 3) Salinos o salino sódicos en recuperación 0 0 50 50 100 100 150 150 P ro fu n d id a d e n c m 200 200 5 10 20 dS.m-1 5 15 20 25 dS.m-1 4) Salinos y salino sódicos cultivados con riego 0 0 50 50 100 100 150 150 P ro fu n d id a d e b c m 200 200 2 4 6 8 10 dS.m-1 2 4 6 8 10 12 Caso 1: Textura ArFr de 0 a 80 cm y Caso 2: Textura Fr de 0 a 78 cm y más abajo FrAr. más abajo FrLim. Fuente: Elaboración propia con datos de Marcu, Villanueva e Issa (1974). 320 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos Tabla XV-7 Tolerancia de los Cultivos a las Sales, según Riverside (1964) FRUTALES Muy Tolerantes Tolerantes Poco Tolerantes Palmera datilera Granada Peral Palto Higuera Manzano Duraznero Olivo Naranjo Almendro Vid Ciruelo Frutilla Limonero HORTALIZAS Muy tolerantes Tolerantes Poco tolerantes CE x 103 = 12 CE x 103 = 10 CE x 103 = 4 Remolacha Tomate Rabanito Espárrago Brócoli Apio Espinaca Repollo Porotos verdes Acelga Pimiento Coliflor Lechuga Maíz dulce Papa (W. Rose) Zanahoria Cebolla Arveja Zapallo Pepino CE x 103 = 10 CE x 103 = 4 CE x 103 = 3 CULTIVOS EXTENSIVOS Muy Tolerantes Tolerantes Poco tolerantes CE x 103 = 16 CE x l03 = 10 CE x 103 = 4 Cebada (grano) Centeno (grano) Poroto alubia Remolacha azucarera Trigo (grano) Algodón Avena (grano) Arroz Sorgo (grano) Maíz Lino Girasol CE x 103 = 10 CE x 103 = 6 CE x 103 = 3 FORRAJERAS Muy Tolerantes Tolerantes Poco tolerantes CE x 103 = 18 CE x 103 = 12 CE x 103 = 4 Pasto salado Trébol blanco Trébol rojo Pasto Bermuda o Chepica Trébol amarillo Trébol ladino Grama Rhodes Pasto inglés perenne Pimpinela Cebada (heno) Pasto Sudán Sorgo negro Trébol Hubam Alfalfa Festuca alta Centeno (heno) Trigo (heno) Avena (heno) Grama azul Festuca CES x 103 = 12 CE x 103 = 4 CE x 103 = 2 Fuente: Riverside, Laboratory (1964) Esta clasificación, considerada pionera, generó numerosos trabajos de perfeccionamiento del tema, entre los que se destacan los que fundamentan la Tabla XV-8. Los nuevos trabajos fueron utilizados por Ayers y Wescott en la elaboración para la FAO del Tomo Nº 29 de Riego y Drenaje (1976). Finalmente, con el objeto de ponderar adecuadamente un suelo salino o sódico, es necesario tener en cuenta que, en los resultados de los análisis químicos, se manifiestan las siguientes relaciones aproximadas (en el extracto de saturación): EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 321 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos - La CES(en mmhos.cm-1 o dS.m-1) x 10 = Al total de cationes solubles en me.l-1. - El total de cationes en me.l-1 = Al total aniones en me.l-1. - Si se registran C03 = y HCO3 - el pH debe ser mayor de 9,0. - Si no se encuentran CO3 =, los HCO3 - casi nunca superan a 10 me.l-1. - Si el pH es 7 o más, los HCO3 - rara vez superan a 3,0 me.l-1. - Ca + Mg es menor de 2 me.l-1 cuando el pH es mayor de 9,0. - En suelos calcáreos el pH es casi siempre mayor de 7,5 u 8,0. - Si el pH es mayor de 8,5 el PSI es mayor o igual a 15. Tabla XV-8. Tolerancia de Cultivos a las Sales del Suelo (CEe) y del Agua de Riego (CEa) (FAO, 1976) (Disminución de los rendimientos de los cultivos, debido a la salinidad del agua de riego, cuando se utilizan métodos comunes de riego superficial, ordenados según grupo y tolerancia decreciente) Disminución de los Rendimientos 0 % 10 % 25 % 50 % Máxima ESPECIES CEe(1) CEa(2) CEe CEa CEe CEa CEe CEa CEe(3) CULTIVOS FRUTALES Palmera datil.(Phoenix dactylifera) 4,0 2,7 6,8 4,5 10,9 7,3 17,9 12,0 32 Higuera (Ficus carica) 2,7 1,8 3,8 2,6 5,5 3,7 8,4 5,6 14 Olivo (Olea europea) 2,7 1,8 3,8 2,6 5,5 3,7 8,4 5,6 14 Granado (Puncia granatum) 2,7 1,8 3,8 2,6 5,5 3,7 8,4 5,6 14 Vid (Vitis vinifera) 1,5 1,0 2,5 1,7 4,1 2,7 6,7 4,5 12 Pomelo (Citrus paradis)i 1,8 1,2 2,4 1,6 3,4 2,2 4,9 3,3 8 Naranjo (Citrus sinensis) 1,7 1,1 2,3 1,6 3,2 2,2 4,8 3,2 8 Limonero (Citrus limon) 1,7 1,1 2,3 1,6 3,3 2,2 4,8 3,2 8 Nogal (Juglans regia) 1,7 1,1 2,3 1,6 3,3 2,2 4,8 3,2 8 Manzano (Malus sylvestris) 1,7 1,0 2,3 1,6 3,3 2,2 4,8 3,2 8 Peral (Pyrus communis) 1,7 1,0 2,3 1,6 3,3 2,2 4,8 3,2 8 Almendro (Prunus dulcus) 1,5 1,0 2,0 1,4 2,8 1,9 4,1 2,7 7 Ciruelo (Prunus domestica) 1,5 1,0 2,1 1,4 2,9 1,9 4,3 2,8 7 Duraznero (Prunus persicae) 1,7 1,1 2,2 1,4 2,9 1,9 4,1 2,7 6,5 Damasco (Prunus armeniaca) 1,6 1,1 2,0 1,3 2,6 1,8 3,7 2,5 6 Zarzamora (Rubus sp.) 1,5 1,0 2,0 1,3 2,6 1,8 3,8 2,5 6 Boysenberry (Rubus ursinus) 1,5 1,0 2,0 1,3 2,6 1,8 3,8 2,3 6 Palto (Persea americana) 1,3 0,9 1,8 1,2 2,5 1,7 3,7 2,4 6 Frambuesa (Rubus idaeus) 1,0 0,7 1,4 1,0 2,1 1,4 3,2 2,1 5,5 Frutilla (Fragaria sp.) 1,0 0,7 1,3 0,9 1,8 1,2 2,5 1,7 4 CULTIVOS HORTÍCOLAS Melón (Cucumis melo) 2,2 1,5 3,6 2,4 5,7 3,8 9,1 6,1 16 Remolacha (4)(Beta vulgaris) 4,0 2,7 5,1 3,4 6,8 4,5 9,6 6,4 15 Espinaca (Spìnacia oleracea) 2,0 1,3 3,3 2,2 5,3 3,5 8,6 5,7 15 Brócoli (Brassica olercea botrytis) 2,8 1,9 3,9 2,6 5,5 3,7 8,2 5,5 13,5 Tomate (Lycospersicon esculentum)2,5 1,7 3,5 2,3 5,0 3,4 7,6 5,0 12,5 Coles (Brassica oleracea) 1,8 1,2 2,8 1,9 4,4 2,9 7,0 4,6 12 Batata (Ipomoea batatas) 1,5 1,0 2,4 1,6 3,8 2,5 6,0 4,0 10,5 Pepino (Cucumis sativus) 2,5 1,7 3,3 2,2 4,4 2,9 6,3 4,2 10 Papa (Solanum tuberosum) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 Maíz dulce (Zea mays) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 Lechuga (Lactuca sativa) 1,3 0,9 2,1 1,4 3,2 2,1 5,2 3,4 9 Rabanito (Raphanus sativus) 1,2 0,8 2,0 1,3 3,1 2,1 5,0 3,4 9 Pimiento (Capsicum annum) 1,5 1,0 2,2 1,5 3,3 2,2 5,1 3,4 8,5 Zanahoria (Daucus carota) 1,0 0,7 1,7 1,1 2,8 1,9 4,6 3,1 8 Cebolla (Allium Cepa) 1,2 0,8 1,8 1,2 2,8 1,8 4,3 2,9 7,5 Porotos (Phaseolus vulgaris) 1,0 0,7 1,5 1,0 2,3 1,5 3,6 2,4 6,5 CULTIVOS EXTENSIVOS Cebada (5) (Hordeum vulgare) 8,0 5,3 10 6,7 13 8,7 18 12 28 Algodón (Gossipium hirsutum) 7,7 5,1 9,6 6,4 13 8,4 17 12 27 Remolacha azucar.(4)(Beta vulgaris) 7,0 4,7 8,7 5,8 11 7,5 15 10 24 Trigo (5) (6) (Triticum aestivium) 6,0 4,0 7,4 4,9 9,5 6,4 13 8,7 20 Sorgo (Sorghum sp.) 4,0 2,7 5,1 3,4 7,2 4,8 11 7,2 18 Sesbania (Sesbania exaltata) 2,3 1,5 3,7 2,5 5,9 3,9 9,4 6,3 16,5 Cártamo (Carthamus tinctorius) 5,3 3,5 6,2 4,1 7,6 5,0 9,9 6,6 14,5 Arroz (Oryza sativa) 3,0 2,0 3,8 2,6 5,1 3,4 7,2 4,8 11,5 Soja (Glycine max) 5,0 3,3 5,5 3,7 6,2 4,2 7,5 5,0 10 Maíz (Zea mays) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 Lino (Linus usitatissimum) 1,7 1,1 2,5 1,7 3,8 2,5 5,9 3,9 10 Maní (Arachis hypogea) 3,2 2,1 3,5 2,4 4,1 2,7 4,9 3,3 6,5 322 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos (Continuación de Tabla XV-8) Disminución de los rendimientos 0 % 10 % 25 % 50 % Máxima ESPECIES CEe(1) CEa(2) CEe CEa CEe CEa CEe CEa CEe(3) PLANTAS FORRAJERAS Agropiro (Agropyron elongatum) 7,5 5,0 9,9 6,6 13,3 9,0 19,4 13 31,5 Agropiro (Agropyron desertorum) 3,5 2,3 6,0 4,0 9,8 6,5 16 11 28,5 Sorgo del Sudán (Sorghum sudanense) 2,8 1,9 5,1 3,4 8,6 5,7 14,4 9,6 26 Festuca alta (Festuca arundinacea) 3,9 2,6 5,8 3,9 8,6 5,7 13,3 8,9 23 Pasto Bermuda (7)(Cynodon dactilon) 6,9 4,6 8,5 5,7 10,8 7,2 14,7 9,8 22,5 Agropiro crestado (A. cristatum) 7,5 5,0 9,0 6,0 11 7,4 15 9,8 22 Cebada (4) (Hordeum vulgare) 6,0 4,0 7,4 4,9 9,5 6,3 13,0 8,7 20 Elimo (Elymus triticoides) 2, 7 1,8 4,4 2,9 6,9 4,6 11,0 7,4 19,5 Ray-gras inglés (Lolium perenne) 5,6 3,7 6,9 4,6 8,9 5,9 12,2 8,1 19 Trébol de Alejandría (T.alexandrinum 1,5 1,0 3,2 2,1 5,9 3,9 10,3 6,8 19 Falaris bulbosa (Phalaris tuberosa) 4,6 3,1 5,9 3,9 7,9 5,3 11,1 7,4 18 Pasto ovillo (Dactylis glomerata) 1,5 1,0 3,1 2,1 5,5 3,7 9,6 6,4 17,5 Alfalfa (Medicago sativa) 2,0 1,3 3,4 2,2 5,4 3,6 8,8 5,9 15,5 Maíz forrajero (Zea mays) 1,8 1,2 3,2 2,1 5,2 3,5 8,6 5,7 15,5 Trébol pata de pájaro (Lotus tenuis) 5,0 3,3 6,0 4,0 7,5 5,0 10 6,7 15 (8) Pasto llorón (9)(Eragrostis curvula) 2,0 1,3 3,2 2,1 5,0 3,3 8,0 5,3 14 Cola de zorro (Alopecurus pratensis) 1,5 1,0 2,5 1,7 4,1 2,7 6,7 4,5 12 Haba (Vicia faba) 1,6 1,1 2,6 1,8 4,2 2,0 6,8 4,5 12 Vicia o arvejilla (Vicia sativa) 3,0 2,0 3,9 2,6 5,3 3,5 7,6 5,0 12 Tréboles: ladino, rojo, híbrido(Trifol. sp) 1,5 1,0 2,3 1,6 3,6 2,4 5,7 3,8 10 Caupí (Vigna unguiculata) 1,3 0,9 2,0 1,3 3,1 2,1 4,9 3,2 8,5 Alfalfa chilota (Lotus uliginosus) 2,3 1,5 2,8 1,9 3,6 2,4 4,9 3,3 7,5 Poroto (Phaseolus vulgaris) 1,0 0,7 1,5 1,0 2,3 1,5 3,6 2,4 6,5 Notas: (1) Conductividad eléctrica del extracto de saturación del suelo, expresado en dS.m-1 (o milimhos.cm-1 a 25º). (2) Conductividad eléctrica del agua de riego en dS.m-1. Se supone una cantidad (FL, fracción de lixiviación) que lixivia del 15- 20 por ciento y una salinidad de la solución del suelo, absorbida por el cultivo, de unas tres veces la del agua de riego aplicada (CEs = 3CEw) y aproximadamente dos veces la del extracto de saturación (CEs = 2CEe), de lo que resulta CEe = 3/2CEw. Es posible preparar otras tablas de tolerancia, respecto a CEw, para condiciones que difieran grandemente de las que acá se suponen. Cuando la fracción de lixiviación es FL = 10 por ciento resulta CEe = 2CEw, si FL = 30 por ciento resulta CEe = 1,1CEw y si FL = 40 por ciento resulta CES= 0,9CEw. (3) Significa la CES del extracto de saturación del suelo, generada por la absorción transpiratoria de las raíces y la evaporación, que produce el cese o paralización de la producción de las plantas: 100 por ciento de disminución de la producción. (4) Resulta sensible en la germinación. En esa etapa la CEe no debe exceder de 3 dS.m-1 tanto para la de huerta como para la azucarera. (5) Cebada y trigo, como otras especies, son menos tolerantes a sales durante los estadios de germinación y plántula. La CEe no debe exceder de 4 o 5 dS.m-1. (6) Los datos presentados pueden ser inapropiados para las nuevas variedades semi-enanas de trigo. (7) Se consigna un valor medio. Variedades como Suwannee y Coastal resultan un 20 por ciento más tolerantes pero la Common y Greenfield resultan un 20 por ciento más sensibles. (8) El trébol de hojas ancha es menos tolerante que el de hojas estrechas. (9) Valores para las variedades más comunes, pero la Lehman resulta alrededor del 50 por ciento más tolerante. Fuente: Trabajos de Maas y Hoffman, Berstein (1964) y Comité Consultivo de la Universidad de California. Tomados y adaptados de FAO (1976) De las intoxicaciones posibles, que suceden habitualmente en los suelos salinos y salino-sódicos, por la gran concentración de las sales (por lo común de Boro, cloruros, Litio, Selenio y otros), se cuantificaron los efectos de la más frecuente: Boro. Eaton propuso la clasificación de la Tabla XV-9 y Wilcox la de la Tabla XV-20. Las especies citadas en primer lugar resultan más resistentes que las citadas al final. En el extracto de saturación: 0,7 ppm de Boro, representa el límite de seguridad para los cultivos sensibles de las Tablas XV-9 y 9a. EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 323 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos Tabla XV-9 Tolerancia de los Cultivos al Boro Tolerantes Semitolerantes Sensibles Tamarisco (Tamarix aphylla) Girasol Nogal Espárrago Papa Olmo americano Palmera datilera Algodón Ciruelo Remolacha azucarera Rabanito Peral Alfalfa Olivo Manzano Haba Cebada Vid Cebolla Trigo Higuera Lechuga Maíz Níspero Zanahoria Sorgo Cerezo Avena Duraznero Zinia Naranjo Zapallo Palto Pimiento Limonero Toronja Tabla Nº XV-9a Tolerancia Relativa de las Plantas al Boro Tolerantes Semitolerantes Sensibles 4,0 mg.l-1 de Boro 2,0 mg.l-1 de Boro 1,0 mg.l-1 de Boro Tamarisco (Tamarix gallica) Girasol (Heliantus annus) Pecán (Carya illioensis) Espárrago (Asparagus officinalis) Papa (Solanum tuberosum) Nogal negro (Yuglans regia) Palm. de Canarias (Ph. Canariensis) Algodón (Gossypium sp.) Topinambur (Helianthus tuberosus) Palmera datilera (Ph. Dactylifera) Tomate (Lycospersicum sculentum) Porotos (Phaseolus vulgaris) Remolacha azucarera (B. Vulgaris) Arvejilla (Lathyrus odoratus) Olmo (Ulmus americano) Remolacha forrajera (Beta vulgaris) Rábanito (Raphanus sativus) Ciruelo (Prunus domestica) Remolacha de huerta (B. Vulgaris) Arveja (Pisum sativum) Peral (Pyrus communis) Alfalfa (Medicago sativa) Rosal (Rosa sp.) Manzano (Lalus sylvestris) Gladiolo (Gladiolus sp.) Olivo (Olea europea) Vid (Sultan. y Mál) (V. vinifera vrs) Haba (Vicia faba) Cebada (Hordeum vulgare) Higuera (Ficus carica) Cebolla (Allium cepa) Trigo (Triticum aestivium) Caqui (Diospyros virginiana) Nabo (Brassica rapa) Sorgo (Sorghum bicolor) Cerezo (Prunus cerasus) Repollo (B. oleracea var. Capitata) Avena (Avena sativa) Duraznero (Prunus persica) Lechuga (Lactuca sativa) Zinnea (Zinnia elegans) Damasco (Prunus armeniana) Zanahoria (Daucus carota) Calabaza (Cucurbita sp.) Zarzamora (Rubus sp.) Pimiento morrón (Capsicum annum) Naranjo (Citrus sinensis) Batata (Ipomea batatas) Palto (Persea americana) Poroto media luna (Ph. lunatus) Pomelo (Citrus paradisi) Limonero (Citruslimon) 2,0 mg.l-1 de Boro 1,0 mg.l-1 de Boro 0,3 mg.l-1 de Boro Las tolerancias se presentan en cada columna en orden decreciente. La tolerancia relativa parte de la concentración de Boro del agua de riego a la cual se observan síntomas de toxicidad en el cultivo realizado en arena. No indica necesariamente disminución de los rendimientos. Fuente: Wilcox (1960). Citado en FAO (1976) 5. VEGETACIÓN NATIVA DE LOS SUELOS SALINOS Y SÓDICOS Los suelos salinos, salino-sódicos y sódicos presentan una vegetación espontánea que varía en el grado de cobertura, pero compuesta siempre por comunidades vegetales específicas. En la Provincia Fitogeográfica del Monte, es decir donde generalmente se desarrollan los referidos suelos en la Argentina, éstos están caracterizados por su vegetación (Morello, 1958). 1) En la Provincia Puneña abundan los arbustos en cojín de Salicornia pulvinata y Frankenia triandra. Estos no se encuentran en la del Monte. 2) En la del Monte y Chaqueña pueden distinguirse las siguientes: a) Vegetación en los Salares (comúnmente sódicos): Jumeal: masas casi puras de Suaeda divaricata de tamaño arbustivo. Comunidades de Jume pispito: poblaciones puras de Heterostachys ritteriana al borde externo del salar. Los salares de la Provincia del Monte, en el deslinde con la del Chaco, muestran un anillo interno de Heterostachys ritteriana, el segundo de Allenrolfea vaginata, el tercero de Suaeda divaricata y Atriplex 324 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos lampa y el último de Maytenus vitis-idaea y Prosopis sericantha. La del Chaco suele agregar un anillo de grandes cactáceas: Cereus validus, C. coryne y Opuntia quimilo. b) Vegetación en los Salitrales (suelos salino-sódicos, Norte de la Provincia del Monte): En la parte más interna, es decir la Cercana a la fuente de agua, con eflorescencias salinas de hasta 2 cm de espesor, se desarrolla una población densa de Scirpus olneyi y Distichlis spicata, hacia afuera le sigue Juncus acutus y Heterothalamus spartioides, más lejos el Jumeal (Suaeda divaricata) y cachiyuyal o zampal (Atriplex lampa) o una mezcla de ambas. Los suelos predominantemente sódicos, con típicas manchas negras, presentan un césped de Distichlis spicata o consociada con Nitrophila australis y Tessaria absinthioides. La comunidad de las tres especies señala necesariamente suelos sódicos. Los suelos salinos despliegan un césped de Sprorobolus pyramidatus y S. phleoides. En los pantanos fuertemente salinos viven Scirpus asper y Juncus acutus. Los suelos levemente salinos se cubren con una vegetación herbácea de Pappophorum mucronulatum, Eriochloa montevidensis, Chloris halophila, Polypogon monspeliensis, Cottea pappophoroides y Cynodon hirsutus. En pantanos permanentes, levemente salinos, aparece Juncus balticus y en sitios de más de 1.000 m sobre el nivel del mar, Scirpus olneyi, S. americanus y Heleocharis rostellata. Tanto en el ambiente salino como en el sódico los arbustos que se adaptan son: Plectocarpa rougessi, P. tetracantha, Cyclolepis genistoides, Baccharis salicifolia, Suaeda divaricata, y a veces Zuccagnia punctata y ejemplares tortuosos de Prosopis alba. Los jumes (Suaeda) y cachiyuyos o zampas (Atriplex) son acompañados casi siempre por Plectocarpa rouggesi (rojadilla) y Plectocarpa tetracantha (rosetilla). 3) En el sur de la Provincia del Monte (Río Negro) sobre suelos aluviales, entre Chelforó y Choele Choel, los distintos suelos halomórficos se cubren con la vegetación siguiente (Villanueva, 1972): a) Los de buena permeabilidad y escaso contenido de sales, o salinos hacia profundidad, en general están recubiertos con jarilla (Larrea divaricata), chañar (Geoffroea decorticans), y llaollín (Lycium sp), alpataco (Prosopis alpataco) y zampa (Atriplex lampa). b) Los suelos profundos, de textura mediana o fina con tenores medios de Sodio o sales, desarrollan isletas puras de chañar. c) Los muy fuertemente salinos o salinos sódicos y húmedos muestran el Jumeal (de Salicornia sp., no de Suaeda), acompañado por algunos matorros (Ciclolepis genistoides) o vidrieras o jume (Suaeda divaricata), en formación rala y carente de tapiz herbáceo. Otros muy salinos pero en general sin humedad hasta el metro de profundidad están colonizados por zampa, jume, retortuño (Prosopis strombulifera) y llaollín. Suele predominar también el jume (Suaeda) sobre la zampa, y se incorporan el piquillín (Condalia microphila) y matorros. d) Los suelos salino-sódicos muestran jume (Suaeda), zampa, pelo de chancho o pasto salado (Distichlis spicata) en vegetación de mediana altura y a veces densa. 3) Las variaciones existentes entre salinidad y sodicidad se manifiestan por la predominancia de pasto salado sobre las otras especies cuando el suelo es sódico no salino. En condiciones extremas de sodicidad ("peladares") el pasto salado sólo prospera en matas aisladas y decrépitas, dejando frecuentes espacios desnudos o pelados, habitualmente de color negro. En los suelos salinos levemente sódicos, que se ubican en meandros nuevos de textura mediana, húmedos, aparece un pichanal (Heterothalamus spartioides) con escasas matas de pasto salado en su dosel. 6. RECUPERACIÓN DE SUELOS SALINOS Y SODICOS No existe método de recuperación posible de esta clase de suelos sin agua. Por eso que primero se tratará sobre la calidad del agua de riego o de lavado. 6.a. CALIDAD DEL AGUA DE LAVADO O DE RIEGO La composición química de las sales disueltas, en el agua de riego o lavado, tiene especial importancia. La calidad se pondera por: 6.a.1. Contenido Salino Generalmente se observa expresado en conductividad eléctrica a 25°C, en unidades inversas de la resistencia (ohms.cm-1) llamadas mhos.cm-1. Como los mhos.cm-1 resultan muy grandes para los EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 325 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos extractos acuosos de suelo se emplea el milimhos.cm-1 (mmhos.cm-1) y, para las agua de riego, los micromhos.cm-1 o mhos.cm-1. En la actualidad se difundió, especialmente para conductividad eléctrica de los extractos acuosos otra unidad, que resulta igual al milimhos.cm-1: es el deciSiemmens.metro-1 (dS.m-1). La clasificación anteriormente más aceptada, de la salinidad de las aguas de riego, la estableció el Laboratorio de Riverside, modificada por Thorne y Petersen (Figura XV-3), que es la siguiente: C1 - Peligrosidad Salina Baja. Hasta 250 micromhos.cm-1. C2 - Peligrosidad Salina Moderada. De 250 a 750 micromhos.cm-1. C3 - Peligrosidad Salina Mediana. De 750 a 2250 micromhos.cm-1. C4 - Peligrosidad Salina Alta. De 2250 a 4000 micromhos.cm-1. C5 - Peligrosidad Salina muy Alta. De 4000 a 6000 micromhos.cm-1. C6 - Peligrosidad Salina excesiva. Más de 6000 micromhos.cm-1. Las experiencias efectuadas y la observación de áreas de regadío indican que las aguas así clasificadas deben encasillarse en las siguientes recomendaciones: C1 (<250 mhos.cm-1) = Se usan en casi todos los suelos y cultivos sin peligro de salinización. En suelos poco permeables se requerirá una cierta lámina de agua para lixiviar sales. C2 (250-750 mhos.cm-1) = Sólo con los cultivos muy sensibles a sales, implantados en suelos de baja retención, se adoptan precauciones especiales. Los suelos pesados requieren lavados periódicos. Se recomienda elegir cultivos de moderada tolerancia. Sin embargo, las prácticas normales de riego en suelos de texturas medias, resultan suficientes para la lixiviación de las sales en exceso. C3 (750-2250 mhos.cm-1) = Se deben emplear en suelos de mediana a alta permeabilidad y con riegos de lavado periódicos. Los cultivos tendrán moderada o buena tolerancia a las sales. C4 (2250-4000 mhos.cm-1) = Ser usadas en suelos de buena permeabilidad y con drenaje apropiado para eliminar regularmente las sales. Únicamente son regados con estas aguas cultivos debuena tolerancia. C5 (4000-6000 mhos.cm-1) = En general son inaptas para riego, excepto para una combinación de suelos muy permeables, de drenaje asegurado y cultivos muy resistentes a sales. C6 (>6000 mhos.cm-1) = No aptas para riego. Los principios para esta clasificación y su interpretación son derivados de la experiencia. Sus autores comprobaron que áreas regadas por muchos años con agua de hasta 2250 micromhos.cm-1 no presentan problemas de salinización. Debe recordarse que el extracto de saturación de un suelo en equilibrio con el agua de riego es de 2 a 10 veces más salino: Menos cerca de la superficie y más con el aumento de la profundidad, en general. Estas normas resultaron muy estrictas para la mayoría de los casos pues, haciendo variar el cultivo, o la periodicidad de los riegos, o el volumen de ellos, o mejorando el drenaje es posible obtener cosechas normales para condiciones muy extremas. Durand observó en Argelia que palmeras cultivadas en arena eran regadas exitosamente, desde hacía mucho tiempo, con aguas de 20.000 mhos.cm-1. Experimentaciones en Punjab (India) confirmaron estos resultados. En Israel, mediante frecuentes riegos, que mantienen la solución del suelo con concentraciones salinas similares a las del agua empleada, en suelos permeables y de buen drenaje zonal, se obtienen buenas cosechas con aguas clasificadas inaptas. En la península escandinava se emplean aguas del mar Báltico (7 gramos de sales por litro). En Túnez se usan aguas de 5 gramos de sales por litro y en la anterior U.R.S.S. se han utilizado, con métodos apropiados, aguas de 10 gramos de sales por litro. En la actualidad la del Laboratorio de Riverside está en desuso y así se lo hizo notar en 1985 Suárez, del propio U S Salinity Laboratory de Riverside, a Santos (Viedma) por lo que es más apropiado emplear las de FAO de 1985, que resultan más flexibles. En general esos métodos apropiados significan suelos permeables, con una fuente cálcica (de sulfatos o carbonatos) o su adición periódica, drenaje muy bueno, correcta nivelación (preferentemente sin pendientes en ningún sentido), riegos frecuentes para impedir la concentración de la solución del suelo especialmente antes de la siembra, restringir la evaporación y periódicamente, entre las cosechas, lavado de sales con grandes láminas de agua de riego. Durand propone los siguientes límites para suelos bien drenados, y con agua suficiente para satisfacer la correcta lixiviación de sales, en un trabajo que intenta perfeccionar los conocimientos dados por Riverside, al introducir con acierto las características texturales del suelo (Tabla XV-10). 326 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos Tabla XV-10 Tolerancia de los Cultivos a las Sales, según la Calidad del Agua de Riego y la Textura del Suelo (Durand) CULTIV0S Muy Tolerantes, CE más de 10.000 Textura Poco Tolerantes, CE menor a 4000 Tolerantes, CE de 4000 a 10.000 Palmera Hortalizas Forrajes Cultiv. Extens. Limite superior para el agua de riego en micromhos.cm-1. Arenosa 2500 6500 15000-20000 8000 12.000 10.000 Areno limosa 1600 4000 6000-10000 4500 7000 6000 Limosa 1000 3000 8000 3500 5000 4500 Arcillosa (riego cont.) 800 2000 - - - - Limo arcillosa 800 2000 6000 2400 - 3500 Arcillosa, riego normal 400 1000 3000 1800 1800 1600 Debe tenerse en cuenta la presencia de sulfato de calcio en el agua de riego. El yeso suele estar disuelto en cantidades apreciables y luego, al concentrarse en la solución del suelo, se precipita no ejerciendo por lo tanto acción sobre la succión osmótica. Esto hace que el peligro de las aguas yesosas sea proporcionalmente menor a su riqueza en sulfato de Calcio, que otra carente de yeso. 6.a.2. Contenido de Sodio La aplicación continuada, de una determinada agua de riego, genera una solución del suelo en equilibrio con la composición química de ese agua. El porcentaje de Sodio intercambiable que existirá en ese suelo, está gobernado por la Relación de Absorción de Sodio (RAS) del agua de riego y será mayor cuando la sodicidad del agua sea alta. El agua de riego fue clasificada por Riverside teniendo en cuenta esas características (Figura XV-3). En este caso también son válidas las observaciones anotadas anteriormente en Contenido Salino acerca de la Clasificación de Riverside siendo preferible emplear la de FAO (1985). Na RAS = (Ca + Mg)/2 S1 (RAS <10) = Son usadas sin inconvenientes. Algunos cultivos sensibles requieren ciertos cuidados. S2 (RAS 10-18) = Se presentan restricciones considerables en suelos finos de alta capacidad de intercambio, cuando carecen de yeso y el lavado es moderado. En suelos gruesos u orgánicos no se advierten perjuicios. S3 (RAS 18-26) = Generalmente harán falta prácticas especiales de manejo (buen drenaje, adición de materia orgánica, lavados con yeso y otras). Los suelos con abundante yeso son cultivados sin que manifiesten restricciones. S4 (RAS >26) = No apta para riego. Si es de baja salinidad en el rango, es posible emplearla en suelos ricos en yeso y de texturas gruesas. Esta clasificación es aplicable en todos los casos, pues como se afirmó, resulta sumamente exigente. Al estudiar uno en particular deben juzgarse las reales condiciones que se observan. Por ejemplo, si el suelo ya tiene un P.S.I. de 25 por ciento o más, regar con un agua S2 mejorará las condiciones físicas del suelo. Al lograrse el equilibrio, ese P.S.I. descenderá a menos de 18 por ciento, que es el máximo capaz de desarrollar el agua citada en la solución del suelo. Más aún, el riego en esas condiciones y si se dispone de alguna reserva de calcio (carbonato o sulfato), es probable que obligue al P.S.I. a descender más todavía. La clasificación de las aguas para riego, con base en la Conductividad Eléctrica (CE) y la Relación de Absorción de Sodio (RAS), está representada en Figura XV-3. La R.A.S. del agua de riego y el P.S.I. esperado en el suelo, cuando ambos llegaron al equilibrio, están indicados en el nomograma de la Figura XV-4. Trabajos posteriores (entre otros de Nijensohn en 1971, Ayers y Westcot en 1985 y Rhoades, Kandiah y Mashali en 1992) justifican la propuesta de 1985 de la FAO para evaluar las aguas de riego, presentada por R S Ayers y D W Westcot (Tabla XV-12). La relación citada precedentemente, vincula las concentraciones equivalentes del Sodio con las de otros cationes divalentes, especialmente Calcio y Magnesio. La relación original del Laboratorio de Riverside fue EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 327 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos modificada en varias oportunidades hasta que Suárez, en 1981, sugirió adicionar los efectos del CO3 =, HCO3 -, el tenor salino (CE) y los del CO2 (esta modificación de Suárez, la adoptaron y difundieron Ayers y Westcot en 1989), de manera tal que la RAS ajustada se expresa por: Na RASajus = (Cax + Mg)/2 Donde: Na = concentración del Sodio, en meq.l-1, del agua de riego. Cax = concentración del Calcio en meq.l -1, corregida mediante la Tabla XV-11, que resulta la del Calcio en el agua de riego luego de afectarse por la salinidad del agua (CE) y la relación HCO3 -/Ca (en meq.l-1), producida por la presión parcial estimada de CO2, en los centímetros superficiales del suelo (PCO2 = 0,0007 atm). Mg = concentración de Magnesio, en meq.l-1, en el agua de riego. Figura XV-3 Calidad del Agua de Riego según Riverside, modificado por Thorne y Petersen Fuente: Riverside Laboratory (1964) El procedimiento comienza corrigiendo la concentración del Calcio del agua de riego, según la relación HCO3 –/Ca en meq.l-1, y la CE en el agua en dS.m-1. Con tales valores se utiliza la Tabla XV-11, para establecer la del Calcio. Este valor resulta el Calcio, en meq.l-1, que permanecerá en la solución del suelo cuando se constituya el equilibrio. El restodel cálculo del RAS es el convencional. 328 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos Tabla XV-11 Concentración del Calcio, Ajustada por la CE y la Relación HCO3 –/Ca en el Agua de Riego (Cax), según Ayers y Wescott (1985) Salinidad del Agua de Riego CE en dS m-1 Relación HCO3 -/Ca 0,1 0,2 0,3 0,5 0,7 1,0 1,5 2,0 3,0 4,0 6,0 8,0 0,05 13,2 13,6 13,9 14,4 14,8 15,3 15,9 16,4 17,3 18,0 19,1 19,9 0,10 8,31 8,57 8,77 9,07 9,31 9,62 10,02 10,35 10,89 11,32 12,01 12,56 0,15 6,34 6,54 6,69 6,92 7,11 7,34 7,65 7,90 8,31 8,64 9,17 9,58 0,20 5,24 5,40 5,52 5,71 5,87 6,06 6,31 6,52 6,86 7,13 7,57 7,91 0,25 4,51 4,65 4,76 4,92 5,06 5,22 5,44 5,62 5,91 6,15 6,52 6,82 0,30 4,00 4,12 4,21 4,36 4,48 4,62 4,82 4,98 5,24 5,44 5,77 6,04 0,35 3,61 3,72 3,80 3,94 4,04 4,17 4,35 4,49 4,72 4,91 5,21 5,45 0,40 3,30 3,40 3,48 3,60 3,70 3,82 3,98 4,11 4,32 4,49 4,77 4,98 0,45 3,05 3,14 3,22 3,33 3,42 3,53 3,68 3,80 4,00 4,15 4,41 4,61 0,50 2,84 2,93 3,00 3,10 3,19 3,29 3,43 3,54 3, 72 3,87 4,11 4,30 0,75 2,17 2,24 2,29 2,37 2,43 2,51 2,62 2,70 2,84 2,95 3,14 3,28 1,00 1,79 1,85 1,89 1,96 2,01 2,09 2,16 2,23 2,35 2,44 2,59 2,71 1,25 1,54 1,59 1,63 1,68 1,73 1,78 1,86 1,92 2,02 2,10 2,23 2,33 1,50 1,37 1,41 1,44 1,49 1,53 1,58 1,65 1,70 1,79 1,86 1,97 2,07 1,75 1,23 1,27 1,30 1,35 1,38 1,43 1,49 1,54 1,62 1,68 1,78 1,86 2,00 1,13 1,16 1,19 1,23 1,26 1,31 1,36 1,40 1,48 1,54 1,63 1,70 2,25 1,04 1,08 1,10 1,14 1,17 1,21 1,26 1,30 1,37 1,42 1,51 1,58 2,50 0,97 1,00 1,02 1,06 1,09 1,12 1,17 1,21 1,27 1,32 1,40 1,47 3,00 0,85 0,89 0,91 0,94 0,96 1,00 1,04 1,07 1,13 1,17 1,24 1,30 3,50 0,78 0,80 0,82 0,85 0,87 0.90 0,94 0,97 1,02 1,06 1,12 1,17 4,00 0,71 0,73 0,75 0,78 0,80 0,82 0,86 0,88 0,93 0,97 1,03 1,07 4,50 0,66 0,68 0,69 0,72 0,74 0,76 0,79 0,82 0,86 0,90 0,95 0,99 5,00 0,61 0,63 0,65 0,67 0,69 0,71 0,74 0,76 0,80 0,83 0,88 0,93 7,00 0,49 0,50 0,52 0,53 0,55 0,57 0,59 0,61 0,64 0,67 0,71 0,74 10,00 0,39 0,40 0,41 0,42 0,43 0,45 0,47 0,48 0,51 0,53 0,56 0,58 20,00 0,24 0,25 0,26 0,26 0,27 0,28 0,29 0,30 0,32 0,33 0,35 0,37 30,00 0,18 0,19 0,20 0,20 0,21 0,21 0,22 0,23 0,24 0,25 0,27 0,28 Fuente: Prieto y Anguiera (1996) La clasificación de la FAO (1985), es más ajustada a lo que realmente sucede con el riego, que la de Riverside. Admite contenidos salinos más altos que la última, relaciona a la RAS con la CE para evaluar su acción conjunta, aclara los efectos perjudiciales del Sodio y el Cloro además del Boro, y cuantifica la acción de los nitratos y bicarbonatos en cultivos sensibles. Para clasificar el agua para riego por este método se deben seguir las Directrices de la Tabla XV-12. 6.a.3. Carbonato de Sodio Residual (C.S.R.) Se denomina C.S.R. de un agua a la diferencia entre el bicarbonato y la suma de Calcio más Magnesio (en me.l-1). Cuando el contenido se encuentra entre 1,25 y 2,5 me.l-1 el agua es marginal, cuando supera a 2,5 me.l-1 resulta no apta. Lo anterior significa que cuando el bicarbonato supera la concentración de esos cationes bivalentes, ellos se precipitarán como carbonatos, quedando en solución sólo bicarbonato de sodio. En el suelo se produce la siguiente reacción: Arcilla-Ca + 2 HCO3 - + 2 Na+ Arcilla-Na2 + CaCO3 + CO2 + H2O Cuando se incorpora agua de riego que genere carbonato de Sodio residual (C.S.R.) el equilibrio de la reacción se desplaza hacia la derecha, haciendo que precipite el CaCO3. Cuando más se concentre la solución edáfica (por acumulación de Sodio o por desecamiento), más irreversible resultará la reacción. A la inversa, la respiración radicular desplaza el equilibrio hacia la izquierda, por la producción de CO2. Aunque los efectos de dispersión del suelo no se advierten mientras está casi seco, pues las altas concentraciones salinas lo mantienen floculado, al aplicar un riego, o especialmente ocurrir una lluvia, se produce la dilución de la solución del suelo y los efectos del Sodio se manifiestan en plenitud, tanto en su aspecto fitotóxico como en el desmejoramiento de las propiedades físicas del suelo. La riqueza de Sodio, y de C.S.R. del agua de riego, implica un grave peligro en suelos ácidos, como son los de la llanura EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 329 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos pampeana. Los hidrogeniones que están adsorbidos en el complejo coloidal son reemplazados por el Sodio, y en poco tiempo genera el desmejoramiento de las características físicas. Este problema se presentará en la región maicera pampeana cuando la aplicación del riego, por aspersión principalmente, emplee las aguas de la zona, en general con C.S.R. altos. Figura XV-4. Nomograma de Riverside para Determinar en PSI a Partir del RAS Fuente: Riverside Laboratory (1964) 6.a.4. Boro El agua de riego suministra, en muchas ocasiones, cantidades de Boro que luego afectan a los cultivos. Ya anteriormente se presentaron las distintas sensibilidades de las plantas. Ante la necesidad de emplear determinadas aguas de riego que contengan Boro, el mejor control resulta emplear cultivos resistentes (ver Tablas XV-9, XV-9a, y XV-12). 6.b. REQUISITOS PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS SUELOS AFECTADOS Para la recuperación de los suelos salinos y sódicos son imprescindibles las siguientes medidas: 6.b.1. Regularizar el Balance de Agua en el Suelo Es insoslayable no sólo para la recuperación, sino también para impedir la salinización secundaria (se consigue mediante un flujo descendente de agua mayor que el ascendente). Se logra con: a. Aumento de la eficiencia del sistema de riego: Obtenida a través del mejoramiento de la conducción del agua de riego, racionalizando la organización y funcionamiento de la red y mediante el uso adecuado del agua de riego en la parcela regada. b. Manteniendo los niveles de la capa freática por debajo de las profundidades peligrosas. Se alcanza mejorando la red de drenaje, y con técnicas tendientes a disminuir la recarga de la capa freática. 330 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos c. Disminuyendo la evaporación y aumentando el consumo útil del agua de riego y de la capa freática. Se consigue incrementando el coeficiente del uso agropecuario de la tierra (superficie cultivada/superficie total), introduciendo cultivos grandes consumidores de agua, con forestación de acequias y caminos, mezclando el agua freática y la de riego, y mejorando la estructura superficial del suelo. Tabla XV-12 Directrices para la Evaluación de las Aguas de Riego, según FAO (1985) Problema Potencial Característica Restricción en el uso Salinidad: Unidades Ninguna Moderada Severa Conductividad eléctrica CEi dS m-1 <0,7 0,7-3,0 >3,0 Sólidos disueltos totales SDT mg l-1 <450 450-2000 >2000 Infiltración: RAS = 0-3; CEi (dS m-1) = >0,7 0,7-0,2 <0,2 RAS = 3-6; CEi (dS m-1) = >1,2 1,2-0,3 <0,3 RAS = 6-12; CEi (dS m-1) = >1,9 1,9-0,5 <0,5 RAS = 12-20; CEi (dS m-1) = >2,9 2,9-1,3 <1,5 RAS = 20-40; CEi (dS m-1) = >5,0 5,0-2,9 <2,9 Toxicidad Específica: Sodio (Na) Riego Superficial RAS <3 3-9 >9 Riego por Aspersión meq.l-1 <3 3 >9 Cloro (Cl) Riego Superficial meq.l-1 <4 4-10 >10 Riego por Aspersión meq.l-1 <3 3 >10 Boro (B) mg.l-1 <0,7 0,7-3 >3 Efectos Misceláneos: (Sólo para cultivos sensibles) Nitratos (NO3-) mg.l-1 <5 5-30 >30 Bicarbonatos (HCO3-) meq.l-1 <1,5 1,5-8,5 >8,5 pH 6,5-8,4 Fuente: Prieto y Anguiera (1996) 6.b.2. Normalizar el Balance de Sales en el Suelo Tiene el objetivo de mantener presiones osmóticas bajas en la solución del suelo. Aquí están agrupados los distintos tipos de lavados (de sales superficiales y lavados por infiltración con o sin enmiendas, lavados con cada riego y otros) con elfin de eliminar las sales naturales del suelo (o que se incrementaron por ascenso capilar de freáticas salinizadas), trasladándolas hacia abajo de la zona de exploración radicular. 6.b.3. Medidas Agrotécnicas Resultan el complemento de las anteriores. Fundamentalmente pretenden disminuir el ascenso capilar del agua de la freática, aumentar la velocidad de infiltración del suelo sódico, estimular el crecimiento de las plantas y labrar el suelo para remover impedimentos. Incluye la perfecta nivelación del suelo, preparándolo adecuadamente para el primer riego y la primera siembra, fertilizar apropiadamente (con productos residuales ácidos), aplicación de mejoradores de la estructura del suelo o enmiendas y remoción de capas duras. Todo el proceso de recuperación de suelos salinos y sódicos debe ser concebido para que sea definitivo y eficaz. Se recomienda realizar el proceso en forma gradual (con el fin de no incurrir en inversiones y costos que pueden malograrse), con un progresivo y total uso de la superficie del suelo. En el momento necesario, debe contarse con la mayor seguridad posible, con una profundidad aceptable de la capa freática (adecuado balance de agua en el suelo), la superficie del suelo en buenas condiciones de soportar un cultivo resistente a sales o Sodio (balance de sales regularizado). Con medidas agrotécnicas apropiadas, posteriormente se efectúa el aprovechamiento cada vez más productivo del suelo. En general, para suelos fuertemente salinos o sódicos, es recomendable establecer las adecuadas y mínimas condiciones de drenaje, preparar la superficie para la siembra de un primer cultivo anual resistente (cebada, sorgo negro), y luego incorporarlo como abono verde. Después pasar, si las condiciones ya lo permiten, a praderas permanentes resistentes (trébol de olor, agropiro y otros) que podrán utilizarse en la producción de carnes. Posteriormente, cuando se logren niveles de sales o sodio aceptables, praderas de alfalfa pura, y después recién los cultivos intensivos, primero hortalizas y luego frutales. El planteo precedente minimizará las inversiones iniciales, dará un aprovechamiento económico rápido para las tierras en recuperación, obviando el riesgo que implica un proceso de mejoramiento acelerado, de alta inversión y éxito que puede ser dudoso. Este esquema se simplifica cuando las condiciones naturales son más apropiadas. Es fundamental el mejoramiento de la vida en el suelo, para las raíces de las plantas y los macro y microorganismos. La respiración de los órganos vivientes del suelo disminuye el pH del suelo, se aumenta la estructuración y por ende la porosidad, la descomposición de los restos vegetales y de los microorganismos facilita la colonización del suelo por especies útiles. EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 331 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos El momento más crítico de la recuperación de suelos salinos o sódicos es cuando se realiza la siembra. En esa etapa, es necesario tener muy bajos niveles de sales o pH apropiado alrededor de la semilla pues durante la germinación, aún de las especies resistentes, son fuertemente perjudicadas por tenores anormales de sales o sodio. Además, esos bajos niveles en el momento de la germinación, deben ser alcanzados sin tener posteriores inconvenientes con la permeabilidad del suelo. 6.b.4. Ensayos Previos a la Recuperación Con el fin de estimar más certeramente la factibilidad de la recuperación, o de estudiar el proceso, se recurre a una gama de ensayos de laboratorio y de campo. En laboratorio, muestras de suelos disturbadas, o mejor no disturbadas y extraídas para este propósito, se someten a distintas láminas o formas de lavado, ya sea en macetas, tubos y otros recipientes. En campo se plantean parcelas (De 3 m x 3 m, 4 x 4, o circulares) con repeticiones y se aplican distintas láminas intermitentes, continuas, o asperjadas con menos caudal que la velocidad de infiltración. Otro método de campo que se emplea en los estudios de reconocimiento y semidetallados de suelos, en las fases halomórficas, es el de los ensayos con infiltrómetros de doble anillo incorporando láminas de 600, 800 y 1000 mm. Siempre se mantiene igual altura de agua en ambos cilindros. Luego se extraen muestras del perfil humedecido y en el no afectado por el ensayo, adyacente al anterior como se observa en la Figura XV-5. El ensayo de la figura resulta muy útil en estudios de suelos y preliminares de salinidad. Empleado en un estudio de riego en Dragones (Salta), con una batería de 3 juegos de doble anillos, se obtuvieron los resultados promedios de la Tabla XV-13. Figura XV-5 Esquema del Ensayo con Infiltrómetro de Doble Anillo 40-45 cm Muestreo (“antes del lavado”) 20-30 cm Muestreo (“después del lavado”) Ap A1 B1 Calicata Tabla XV-13 Ensayo de Lavado de Suelos con Infiltrómetros de Doble Anillo C.E., dS.m-1 Horizonte Espesor, cm Antes Después A1 0-20 2,20 0,60 B2 20-55 0,40 0,34 B3 55-80 0,36 1,15 C + de 80 0,36 2,60 Lámina de lavado empleada: 298 mm (promedio de 5 repeticiones). Profundidad de mojado = 91 cm Valores complementarios: Capacidad Hídrica (1 m) = 273 mm. Infiltración básica: 36 mm.h-1 0,7 Agua Útil = 95,8 mm. Fuente: Villanueva y Chalabe (1989) Santos y Rodríguez Díez (1988), que relevaron los suelos de la porción noroeste del valle del Vinchina (La Rioja), emplearon en un sector extremadamente salino, parcelas de 30 x 30 m (900 m2) y una lámina de agua de lavado de 2080 mm, repartida en 13 riegos (estimaron que 680 mm se insumieron para llevar a capacidad de campo y que sólo 1400 mm actuaron en el lavado de sales). Los contenidos de sales, RAS y Boro descendieron como se muestra en el cuadro de la Tabla XV-14. 332 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos Tabla XV-14 Resultados de los ensayos de lavado de Santos y Rodríguez Diez CE, mmhos.cm-1 RAS Boro, en ppm Capas en cm Textura Antes Después Antes Después Antes Después 0- 27 Franca 231,0 2,5 123,1 8,3 14,8 2,0 28- 46 Franco arenosa 32,7 2,4 57,7 10,3 15,4 2,1 47- 61 Franca 52,3 2,4 77,1 7,9 13,6 1,9 62-109 Arena franca 10,1 2,4 18,6 6,3 13,9 2,3 110-152 Franco arenosa 28,9 3,6 31,5 11,3 14,3 2,1 153-194 Franca 15,1 3,2 20,5 0,3 - - 195-230 Franco limosa 29,3 2,2 39,6 2,5 - - 231-272 Arena franca 8,4 2,3 15,0 9,6 - - 273-329 Arenosa 3,5 2,5 7,0 11,4 - - Fuente: Rodríguez Díez y Santos (1988) El agua de riego poseía la composición que muestra la Tabla XV-15. Sembrada y cultivada luego del lavado se obtuvo una excelente implantación de cebada con alfalfa. Al cabo de 3 años el alfalfar era uniforme y superior al de una pastura considerada buena. Tabla XV-15 Características Químicas del Agua de Riego de Vinchina CE, en dS.m-1 pH Ca + Mg en me.l-1 Sodio en me.l-1 RAS Boro ppm 2,27 7,6 12,4 13,0 5,2 2,8 6.c. RECUPERACION DE LOS SUELOS SALINOS Los suelos salinos no sódicos suelen ser lavados con relativa facilidad. Requieren previamente un buen emparejamiento o mejorar el existente, preferentemente sin pendiente en ningún sentido, y luego: 1. Si grandes extensiones de la superficie muestran costras salinas, resulta conveniente un lavado por escurrimiento, es decir, aplicar caudales altos a las melgas, cubriéndolas por completo y dejando escurrir rápidamente, luego de un período de 5 a 10 minutos según la textura, a los desagües del pie de melga. Así las sales son disueltas por el agua, y conducidas hacia los desagües zonales, impidiendo en gran parte su penetración en la parcela regada. El método resulta especialmente apropiado en los suelos sódicos, por su extremadamente baja permeabilidad. 2. Luego se realizan lavados con riegos de volúmenes apreciables de 500 a 1200 mm en tres o más riegos. Estos lavados se realizan en forma única o intermitente, dependiendo de la cantidadde sales, textura, drenaje, velocidad de infiltración del suelo y otras. La velocidad de infiltración citada adquiere importancia fundamental, ya que en las regiones áridas y suelos de texturas finas, es posible que la evaporación llegue a valores tan altos, casi cercanos a los de la infiltración, que la cantidad de agua infiltrada sea pequeña y cuando ya se produjo un incremento de salinidad por evaporación. 3. Posteriormente, luego de las labores agrícolas necesarias, se implanta un cultivo resistente. Es conveniente en ciertos casos, preparar el suelo por surco o corrugación y sembrar en las partes bajas de ellos. 4. Suele requerirse, con los primeros riegos, adicionar pequeñas cantidades de yeso u otra fuente de calcio y, al iniciar el cultivo, la incorporación de un abono nitrogenado de subproductos finales ácidos. Las experiencias, entre otras, que fundamentan estos procedimientos son: a. Reeve y colaboradores (1948) rehabilitaron un suelo salino sódico, con reservas de yeso en el perfil, mediante el lavado con una lámina de 1200 mm. Anteriormente el suelo permaneció abandonado, con la capa freática fluctuando entre los 0,80 y 1,50 m de profundidad. Se aplicaron diversas láminas de agua entre 300 y 1200 mm. Se sembró trigo, y los tres riegos posteriores se realizaron con volúmenes entre 140 y 200 mm cada uno, hasta totalizar 420 y 600 mm respectivamente. Se comprobó que la producción del cereal fue proporcional a las láminas de agua usadas para el lavado. Asimismo, luego de los lavados, la distribución de sales con la profundidad resultó la ilustrada en la Figura XV-6. EL USO SUSTENTABLE DE LOS SUELOS 333 Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos Figura XV-6 Distribución de las Sales Antes y Después del Lavado (ensayos de Reeve y colab.) 0 Lavado con láminas de agua de: 30 cm Testigo sin lavado 30 120 cm 60 cm Antes del lavado 60 P ro fu n d id a d e n c m . 90 0 5 10 15 20 25 30 35 40 CE (extractos 1:1) en dS m-1 Fuente: Riverside Laboratory (1964) b. La cantidad de agua que pasa a través del suelo es el factor que gobierna el proceso de recuperación. También Reeve y colaboradores (1955) establecieron una fórmula y un gráfico (Figura XV-7), para determinar la lámina de agua necesaria para lavar un cierto espesor de suelo, conociendo la CE inicial y fijando la final en un valor que juzgaron aceptable (experiencias con un suelo franco limoso, muy salino y agua de lavado con 1.000 micromhos.cm-1 de CE). La citada CEf, se obtiene de las tablas de tolerancia de los cultivos a las sales. La formula resultó la siguiente: La/Es = 1/5(CEf/CEi) + 0,15 Donde: La = Lámina de agua en m. Es = Espesor de suelo a lavar en m. CEf = CE final del suelo (eEn el extracto de saturación). CEi = CE del suelo al iniciar la recuperación (en el extracto de saturación). Figura XV-7 Gráfico para Determinar la Lámina de Lavado (Reeve y col.) 2,4 CEf = 2 CEf = 4 Cef = 8 2,0 1,6 1,2 Cf = 16 Lá m in a d e a g u a /E sp e so r d e S u e lo 0,8 0,4 CEf = 32 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 CE inicial media del suelo (CEi) Fuente: Riverside Laboratory (1964) La ecuación de Reeve y colaboradores resultó de índole general y requirió ajustes. Nijensohn los realizó para zonas de riego de la Argentina, con base en experiencias de suelos del área regada del río Dulce 334 Villanueva, G H, R G Osinaga y A P Chávez Mejoramiento de los suelos salinos y sódicos (en Santiago del Estero), pues encontró que las láminas requeridas eran apreciablemente menores. Se recomienda, por lo tanto, emplearla. Responden a la siguiente expresión: La/Es = 1/10(CEf/Cei) + 0,08 Nijensohn (1977) también encontró que es posible alcanzar mayores eficiencias mediante la lixiviación con riego por goteo, donde el denominador de la ecuación anterior, por tratarse de un suelo arcilloso (pesado), llegó de 10 a 12. c. Biggar y Nielsen (1962) compararon el riego por inundación y por aspersión intermitente. En este último caso, la aspersión fue realizada a velocidad menor que la de infiltración del suelo, impidiéndose así la acumulación en superficie. De ese modo, se encontró que 260 mm de riego por aspersión eliminan, de 0,60 m de profundidad de suelo, el mismo contenido de sales que 740 mm aplicados por inundación continua. d. Nielsen y colaboradores (1964) efectuaron un detallado estudio a campo de cómo los solutos se mueven a través del perfil de un suelo franco arcilloso, sin vegetación. Se comparó el movimiento de una sal de cloruro, aplicada a la superficie con dos métodos de aplicación del agua. Por inundación continua, la sal se distribuyó más uniformemente en el perfil mientras que, con la forma intermitente, las sales se concentraron especialmente en las capas intermedias. Resultados similares se obtuvieron después de la aplicación de 600 mm de agua en forma intermitente y 900 mm por inundación continua, revelando que un tercio más de agua se requiere con el último método. El ritmo de infiltración, con el método intermitente (2,5 a 5,8 mm.hora-1), resultó menor que con inundación continua (5,1 a 40,6 mm.hora-1) lo cual, al permitir un mayor tiempo para la difusión del agua de riego, explicaría las diferencias de lavado entre los dos métodos. Eso indica que la eficiencia de lavado es alterada por los cambios de la velocidad del flujo del agua a través del suelo. Los suelos que disponen de poros muy grandes y muy pequeños, tienden a dejar fluir grandes cantidades de agua, con relación a las sales que lixivian. En estos casos el lavado intermitente, al dejar más tiempo para el movimiento del agua a través de los poros pequeños, o aplicando el agua a menor velocidad que la de infiltración, para disminuir el movimiento a través de los poros grandes, mejorará la eficiencia del lavado. La gran eficiencia del lavado de las lluvias tendría su explicación en este fenómeno, es decir, cuando se produce en condiciones de insaturación. e. Wadleigh y Firemann (1949) estudiaron la distribución de las sales en un suelo y su movimiento después de un riego. Demostraron que, en el riego por surco, partiendo de un suelo con contenido uniforme de 0,2 por ciento de sales (aproximadamente 3 mmhos.cm-1 de CE), luego de unos días las sales se acumularon en la cresta del surco, mientras disminuían en el fondo. Lo anterior demuestra que, los manchones estériles o salinos que aparecen en campos productivos, casi siempre resultan microzonas altas que no reciben el agua suficiente para producir el lavado de sales. f. Healtd et al (1950) observaron que la siembra o trasplante en zonas cercanas al fondo de los surcos, debido al movimiento de las sales que se alejan de la zona explorable por las raicillas, permite el cultivo en suelos salinos, pues la germinación o las raicillas se ubican o generan en condiciones no salinas. Los aporques siguientes favorecen la distribución de las raíces en microzonas no salinas, pues el fondo del surco se ubicará donde al comienzo estaba su creta o camellón. 6.d. RECUPERACION DE LOS SUELOS SALINO-SODICOS Y SÓDICOS La metodología de recuperación de los salino sódicos y sódicos resulta la misma, pues los suelos salino sódicos por lavado pierden las sales en general y, como predomina el Sodio, se transforman rápidamente en sódicos. Incluso los salinos levemente sódicos, sin reservas de calcio en el perfil, deben ser tratados en este grupo. Son suelos difíciles de recuperar pues su permeabilidad es baja; también porque debe suministrarse una fuente de calcio y las reacciones de intercambio ocurren muy lentamente. Las condiciones
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