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CONTEXTOS DE DESARROLLO INFANTIL ¿Cuáles son los contextos de desarrollo infantil? La familia y la escuela son los contextos que contribuyen a crear el ambiente adecuado que propicie el desarrollo saludable del niño, es decir, que crezca física, psíquica y emocionalmente sano. Las actividades que tienen lugar en estas situaciones hacen posible que los niños observen e incorporen modelos de acción cada vez más complejos. Además, ayudan a conocer cuáles son sus fortalezas y dónde radican sus debilidades para, facilitarles la conexión con su propósito de vida, lo que les hace sentir bien. ¿Cómo influye la familia en el desarrollo infantil? Los miembros de la familia son las primeras personas con las que un niño interactúa y, por lo tanto, no debemos infravalorar su papel en el proceso de socialización infantil. Es a través de las interacciones con la familia que los niños adquieren una mejor comprensión de sí mismos y de las personas que los rodean. El modo en que un niño es cuidado y criado en el hogar le brindará la oportunidad de prosperar mejor en la vida. El impacto de la familia en el desarrollo infantil es como un fundamento que configurará su futuro. Aquí hay algunas formas en que la familia puede influir en el desarrollo de un niño: 1.- Valores: Los niños son como esponjas y absorben todo lo que perciben u observan. Esto confiere una gran responsabilidad a los padres, pues los hijos aprenderán mucho de ellos. La mejor manera de enseñarle a cualquier niño es predicando con el ejemplo, por lo que será una buena idea comenzar a inculcar buenos valores desde edad temprana. Suele creerse que los niños pequeños no son capaces de apreciar la importancia de los valores, pero esto no es necesariamente cierto. Los niños entienden mejor cuando se les hace comprender las consecuencias de sus acciones. Debemos ayúdarlos a discernir qué puede pasar si realizan las cosas de tal modo y viceversa, lo cual será mucho más efectivo cuando lo entiendan en un contexto en que se busque inculcarles buenos valores. 2.- Socialización y desarrollo social La familia constituyen el primer grupo social con el que se relacionará el niño. Esto significa que su primer aprendizaje lo hará al observar a los miembros de su familia. Las familias que se tratan entre sí con amor y respeto fomentan una perspectiva familiar óptima o comparten un ejemplo positivo de interacción social. Si la familia pasa tiempo de calidad en mutua compañía, ello promoverá un desarrollo social saludable. Además, estas interacciones le servirán al niño para que aprenda a interactuar con otras personas. La forma en que las familias interactúan con los niños los ayudan a comprender mejor las relaciones. Aprenden a sentirse cómodos, hacer amigos o confiar en personas de su familia. Las relaciones son cruciales para la supervivencia humana, y el niño podrá aprender a establecer y mantener relaciones con su familia. Los cimientos de las habilidades sociales se construyen en el hogar, así que los padres influyen bastante en sus hijos para que adquieran mejores habilidades sociales y socialicen satisfactoriamente conforme crecen. 3.Habilidades de desarrollo Es muy importante que un niño aprenda varias habilidades de desarrollo, como habilidades motoras, cognitivas, emocionales y lingüísticas, con el fin de que crezca óptimamente. Para ayudarle al niño a pulir sus habilidades motoras, debemos involucrarlo en varios tipos de actividades físicas de modo que vaya ajustándolas. Se debe considerar que aunque ciertas actividades podrían parecernos naturales como adulto, para un pequeño podrían ser tareas difíciles. En cuanto a habilidades relacionadas con el idioma, es importante que el niño hable, lea, cante o participe en más actividades en que tenga que usar el lenguaje. Se ha observado que los padres o los miembros de la familia que pasan más tiempo hablando con niños pequeños promueven un mejor dominio del idioma. Asimismo, es determinante que los niños aprendan habilidades emocionales y la familia desempeña un rol fundamental en eso. Los niños aprenden en la familia sobre diversas emociones, como el amor, la compasión y la simpatía. Si esto no sucede, quizá se llegue a dificultárseles tanto expresarse como tomar decisiones. 4.- Seguridad Los niños comprenden lo que es la seguridad a partir de la familia porque es ésta la que atiende a todas sus necesidades básicas. Además de ocuparse de la supervivencia de un niño, la familia le proporciona una seguridad emocional que tal vez no encuentre en ningún otro lugar. Los niños que se sienten seguros y protegidos pueden crecer y desarrollarse mejor que aquéllos que viven en entornos no seguros, donde puedan tener miedo de expresarse libremente. La seguridad es de suma importancia para todo niño, y de ésta depende la calidad de su desarrollo emocional, físico y cognitivo. La crianza de un niño no es una tarea sencilla, y requiere de un gran esfuerzo por parte de los padres. Sin embargo, constituye una experiencia extremadamente gratificante para los padres el que aprecien a un hijo convertirse en un ser humano responsable y afectuoso. No sólo es importante inculcarles buenos valores y hábitos a los hijos, sino que también proporcionarles un ambiente propicio y seguro para asegurar que puedan cumplir con lo que les ha enseñado. Los padres no se hallan exentos de cometer errores. No deben ser demasiado duro con ellos mismo o con su hijo. La familia es la fuente primordial de aprendizaje para todo niño, por lo tanto se debe procurar que sea buena. Nadie es perfecto, pero siempre debemos de esforzarnos por hacer lo correcto y propiciar el desarrollo óptimo del niño. 10 beneficios de que tus hijos pasen tiempo en familia Los niños necesitan de las interacciones en familia para que puedan aprovechar los mayores beneficios inherentes a las relaciones sociales. El tiempo en familia es componente fundamental de una vida plena y significativa para ellos. 1. Mejora su salud mental. La interacción entre miembros de la familia en especial la comunicación cara a cara, a diferencia de la digital reduce significativamente la posibilidad de que los niños se vean afectados por problemas de depresión infantil o ansiedad. Al estar físicamente presentes con sus seres queridos reciben un fuerte apoyo emocional que los ayuda a superar varios desafíos. . 2. Contribuye al desempeño académico. En promedio, los niños que pasan más tiempo con sus padres tienden a obtener mejores resultados en la escuela. Aprenden habilidades de comunicación, así como llegan a reconocer la importancia de la educación. Siempre que sea necesario, se debe ayudar al niño con sus tareas o conceptos nuevos, lo cual reforzará el hecho de que su éxito es importante para todos. Incluso al preguntarle sobre su día y lo que está aprendiendo se le mostrara el apoyo que se le brinda. 3.- Reduce el riesgo de problemas conductuales. Los niños que pasan más tiempo con sus familias suelen tener menos riesgo de problemas de comportamiento en la infancia y en la adolescencia. Cuando reciben atención positiva por su buena conducta, aumenta su deseo de continuar con esos patrones saludables. Al hacer actividades en conjunto con la familia también disponen de una salida para sus emociones reprimidas que, de otro modo, podrían conducirlos a tomar decisiones inconvenientes. Si el niño se siente cómodo compartiendo sus problemas contigo para que lo escuches y lo aconsejes, se encontrará mejor equipado para hacerles frente y actuar con base en decisiones positivas. 4. Aumenta la confianza de los niños en sí mismos. Pasar tiempo con la familia genera confianza en cada uno de sus miembros. Los padres pueden enseñarlesa los niños a desarrollar su autoestima a través de habilidades específicas (por ejemplo, resolución de problemas y comunicación). Asimismo, pueden modelar la capacidad de amarse a uno mismo sin perjudicar o afectar a los demás. Tanto para padres como para hijos, la confianza crece ante el reconocimiento de que sus seres queridos los valoran y los aprecian. 5. Ayuda a los niños a aprender habilidades futuras de crianza. Los recuerdos que padres e hijos cultiven al convivir juntos les inculcarán a los niños el deseo de fomentar esa misma atmósfera de amor en sus hogares futuros. A través del ejemplo de los padres, los niños aprenden importantes habilidades de cuidado que podrán emplear en algún momento. Incluso pueden recrear dichas habilidades al interactuar con los hermanos. 6. Fomenta la resolución efectiva de conflictos. Ser parte de una familia es divertido, pero también puede ser complicado. Cuando surgen conflictos, uno no puede simplemente marcharse para siempre. Los miembros de la familia deben trabajar juntos para resolver los problemas que surjan. El tiempo en familia aporta habilidades de comunicación interpersonal, incluidas formas saludables y constructivas de discutir, debatir y resolver problemas. 7. Reduce el estrés. Quienes reciben comprensión en un entorno familiar tienden a buscar mecanismos de afrontamiento más saludables para el estrés, como confiar en amigos y en familiares, en vez de recurrir a vías potencialmente perjudiciales. Establezcan el hábito de compartir sus problemas con el fin aliviar el estrés y convenir en soluciones efectivas. 8. Promueve adaptabilidad y resiliencia. La capacidad en los niños para enfrentar cambios y desafíos de la vida mejora enormemente gracias a los vínculos familiares sólidos. Al saber que pertenecen a un grupo familiar, que son cuidados y valorados, adquieren un sentido de significado vital y de propósito. Dicha seguridad les brinda motivación para seguir adelante, crecer y llegar a tener éxito. 9. Preserva la salud física. Mediante el tipo adecuado de actividades, el tiempo con la familia puede tener un impacto positivo en el bienestar físico. Por ejemplo, las familias que comen juntas tienden a aplicar una mejor dieta que aquellas que no lo hacen. Las que participan en actividades al aire libre como juegos deportivos, caminatas o jardinería cuidan de su estado físico. Existe evidencia de que el tiempo en familia puede potenciar los efectos del ejercicio y demás hábitos saludables. 10. Propicia la salud cardíaca, cerebral, hormonal e inmunológica. Los miembros de la familia pueden animarse mutuamente a mantener estilos de vida saludables. Las buenas relaciones en la familia alargan la esperanza de vida, y la aumentan hasta en un 50%. En general, todos los beneficios mencionados apuntan a que el tiempo en familia se relaciona con una vida más sana y feliz para los niños, esto puede contrarrestar efectivamente el uso excesivo de tecnología, siempre y cuando se preste atención. La importancia de la escuela infantil para el desarrollo del niño Los tres primeros años de vida son cruciales en el desarrollo del niño. En este período aprende a mantenerse en pie, a caminar, a sentarse adecuadamente, a interactuar con los demás, a comunicarse y desarrollar las habilidades cognitivas básicas. Al incorporarse a la escuela podrá interactuar con niños de su edad y encontrará un nuevo entorno que estimula otras capacidades, no solo a nivel cognitivo, también social y emocional. Los centros de educación infantil de primer ciclo (0-3 años) llevan a cabo una labor extraordinaria con los niños y todo ello no sería posible sin el trabajo de educadoras competentes e implicadas con y para los pequeños. En las IEI. , las educadoras programan actividades a diario diseñadas para conseguir un desarrollo integral de los niños, planifican contenidos, objetivos, ejes transversales e integran el desarrollo de las inteligencias múltiples. Las principales ventajas de la IEI. son: • Crea nuevos espacios de interacción con niños de su misma edad y con adultos que potencian su desarrollo. • Estimula la comunicación verbal y gestual a través del juego y otras actividades grupales. • Fortalece los vínculos afectivos con las personas y estimula la empatía. • Contribuye al logro de la independencia y la autonomía infantil, así como a la formación de hábitos y rutinas. • Fortalece la autoestima y estimula el autocontrol emocional y la asertividad en la resolución de conflictos. • Desarrolla las habilidades motoras finas, fundamentalmente a través de los juegos y actividades plásticas. Además, también estimula la coordinación motora a partir de aquellos juegos que involucran las habilidades físicas. • Enseña al niño las normas básicas de convivencia y de respeto hacia los demás, así como las reglas y los límites. • Desarrolla su creatividad e imaginación, fundamentalmente a través de los cuentos y los juegos de roles. • Favorece el desarrollo del lenguaje y la adquisición de palabras nuevas, que amplían considerablemente el vocabulario del niño. • Potencia la adquisición de habilidades cognitivas complejas y estimula el desarrollo del pensamiento
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