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Perfil del docente en el siglo XXI, en el marco de un modelo educativo basado en competencias

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1-¿Cómo debe ser un docente en el 
actual Sistema Educativo? 
2- ¿Por qué hay resistencia al avance 
educativo? 
 
Pero no debemos olvidar que el docente no es un mero transmisor de 
conocimientos, 
sino que además es un fuerte agente socializador y que, a través de su docencia, 
transmite una serie de valores que van a calar, directa o indirectamente, en la 
formación de los más jóvenes. 
La educación de la ciudadanía es una de las cuestiones que más preocupación 
debiera generar en todas las naciones y gobernantes, por entender que 
en ella se asientan las bases y los principios del desarrollo humano, social, 
económico… 
Pero a la hora de definir las funciones y asumir las responsabilidades 
educativas comienzan los problemas y las transferencias de tareas de unos 
sectores educativos a otros. Es evidente que la misión de educar recae, 
fundamentalmente, 
sobre dos pilares esenciales: la familia y la escuela. 
La escuela y la familia son las dos instituciones que a lo largo de los siglos 
se han encargado de criar, socializar y preparar a las nuevas generaciones para 
insertarse positivamente en el mundo social y cultural de los adultos. 
Cualquier agente que haya realizado una aproximación teórica en torno a 
la figura del profesorado, habrá dado sabida cuenta de lo complejo y entramado 
que esta misión supone, ya que resulta una ardua tarea poder generalizar 
un conjunto de conceptos sobre distintos escenarios educativos que, en la 
mayoría de los casos, difieren en cierta medida los unos de los otros. 
Ser docente implica conocer a nuestros estudiantes y ser capaces de determinar 
las necesidades de cada uno en el salón de clase para lograr que el conocimiento 
pueda llegar a ellos, facilitar un aprendizaje significativo, colaborativo y permite 
que los estudiantes puedan despertar un interés en el aula y en la materia 
Una buena enseñanza necesita de un buen profesor que ostenten cualidades 
como: responsabilidad, flexibilidad, preocupación, compasión, cooperativismo, 
creatividad, dedicación, decisión, empatía y ser cautivador. 
Un docente en el actual Sistema Educativo debe ir más allá de ser un trasmisor 
de conocimientos, debe estar ligado a la vocación y al sentimiento, su disposición 
a la enseñanza es la que define su práctica. Se logran mejores resultados con 
pasión y placer al realizar la práctica y con el compromiso debido se despertará 
en el alumno el interés por aprender; ser empático con sus alumnos, es otra de 
las características esenciales que definirán al docente actual. Cuando el profesor 
toma la perspectiva del alumno, puede llegar a comprender, de una manera más 
cercana, todo aquello que su discípulo siente y así aproximarse a sus 
preocupaciones y mostrarse más cercano y abierto a la interacción con él, en el 
aula. 
 
 
Perfil del docente en el siglo XXI, en el 
marco de un modelo educativo basado 
en competencias 
 
 
Para afrontar los continuos cambios que se imponen en todos los ámbitos de 
nuestra vida, como son una economía global y los rápidos avances científicos y 
tecnológicos, surge la educación basada en competencias (saber hacer) y con 
el fin de responder a las nuevas exigencias y propone una educación flexible, 
abierta y estrechamente relacionada con los sectores productivos. 
La formación basada en competencias está en el centro de una serie de 
transformaciones en la educación, lo que requiere de profundos cambios, de 
nuevos perfiles tanto de estudiantes como de docentes, pretende establecer una 
vinculación entre la escuela y la vida, entre lo que el alumno aprende en el aula 
y sus ocupaciones y actividades fuera de ella. 
Compromete al docente en la modificación de su práctica, su manera de diseñar 
las actividades y estrategias que hoy en día, son un referente de cómo conducir 
a los alumnos en la adquisición de objetivos, propósitos y en el desarrollo de sus 
competencias y conocimientos, de forma tal que les sirvan para enfrentar y 
responder a determinados problemas presentes a lo largo su vida. 
Se considera que el papel del docente es el de un agente de cambio que 
entiende, promueve, orienta y da sentido al cambio inevitable que nos transforma 
a todos. 
Lo que se pide de él es un compromiso por la superación personal, el aprendizaje 
de los alumnos, con la creación de una sociedad mejor y con la revolución 
educativa y social que se requiere urgentemente. 
El docente debe comprometerse, mediante la reflexión constante sobre su tarea 
docente, en espacios de construcción individual y grupal, y con aportes 
significativos, de forma tal que pueda enfrentarse con los numerosos dilemas y 
retos que se presentan en este milenio. 
En el contexto de la revolución tecnológica, las cualidades de los docentes del 
siglo XXI tienen un marco de referencia claro, los docentes necesitan prepararse 
para establecer un proceso enseñanza aprendizaje apoyado en las TIC: 
necesitan saber utilizarlas y comunicar a sus estudiantes las cada vez más 
extensas y complejas posibilidades de tales herramientas. 
El maestro debe ser: un modelo de aprendiz, un líder moderno, un cuestionador 
e investigador, un filósofo, un visionario, un formador, un maestro de la vida. 
El reto de los docentes en el siglo XXI dadas las características del entorno 
actual (globalización, diversidad, creatividad, innovación, especialización), es 
convertirse en docentes estratégicos, capaces de anticiparse, descubrir, crear y 
adaptarse a las situaciones que se les presente.

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