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La comunicacion

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EL PROCESO DE LA COMUNICACIÓN 
Dr. Ramón Salas Perea. Tomado del CD Diplomado en Educación Médica, Misión 
Barrio Adentro. 2006 
 
os seres humanos, durante su formación y desarrollo se van apropiando del 
sistema de conocimientos y de acciones cognoscitivas elaboradas por las 
generaciones precedentes y es así que van conformando sus propias 
capacidades cognoscitivas. 
 
 
La actividad cognoscitiva es toda actividad humana dirigida al proceso de 
obtención de conocimientos y su posterior aplicación, de manera creadora, en la 
práctica social. En el desarrollo de la actividad cognoscitiva debemos considerar no 
sólo los componentes intelectuales, sino también los motivacionales, volitivos y 
emocionales (1). Así tenemos que, en la medida que el hombre va descubriendo la 
riqueza de las interrelaciones entre los hechos y los fenómenos de la naturaleza, los 
domina y aplica en su práctica social, surge en él la necesidad del saber. 
 
En el proceso de comunicación del hombre con los seres que lo rodean existe 
intercambio y trasmisión de información para la construcción de conocimientos. La 
comunicación es un proceso de interacción social, a través de símbolos y sistemas de 
mensajes, que se produce como parte de la actividad humana. La comunicación se 
“inició en los albores mismos de la existencia humana y devino en elemento necesario 
para el hombre como parte de sus relaciones sociales. Fue y es un factor fundamental 
en el desarrollo del hombre, tanto en lo psíquico como en lo social” (2). La comunicación 
ha sido la herramienta necesaria, que ha hecho posible la socialización del hombre. 
 
La comunicación aparece en el instante mismo en que la estructura social 
comienza a configurarse; donde no hay comunicación no puede conformarse ninguna 
organización social. La comunicación al nivel antropológico es uno de los modos 
universales de “estar con otro”. Aquí nos encontramos entonces la equivalencia 
“comunicación = comunidad”. Sólo hay una verdadera comunicación en caso de 
auténtica acción recíproca entre el emisor y el receptor, en condiciones de igualdad (3). 
 
Entonces, por comunicación podemos entender el intercambio, la interrelación, el 
diálogo o sea la vida en sociedad. Comunicación es pensamiento compartido, al menos 
entre dos personas, y no puede existir pensamiento, sin lenguaje, sin palabras. Es a 
través del proceso de comunicación que se trasmite el resultado de la actividad psíquica 
del hombre, que posibilita la trasmisión de ideas, emociones, deseos y experiencias 
vividas; lo que implica una nueva forma de relación entre los hombres. En todo 
proceso 
 
 
(1) Material confeccionado para la Maestría de Educación Médica. 
L
de comunicación siempre tiene que haber una “respuesta” del sujeto receptor del 
mensaje, que posibilite la retroalimentación del emisor. 
 
 
 
La comunicación es un fenómeno que trasciende a cualquier otro tipo de relación 
humana. Es a través del lenguaje que el hombre puede concretar y expresar su 
pensamiento y compartirlo con los demás. El lenguaje se va “acomodando” 
permanentemente a las necesidades histórico concretas de la comunicación. 
 
No se debe confundir el proceso de la comunicación con los medios que le sirven 
de soporte material. En la época contemporánea se ha llegado a la reducción simplista 
del fenómeno “comunicación humana”, al fenómeno “medios de comunicación” (3). Todo 
medio de comunicación es un canal artificial, transportador de mensajes en código, pero 
al comienzo (emisor) y al final (receptor) de todo proceso de comunicación hay siempre 
un canal natural (humano) de codificación y descodificación de los mensajes. 
 
En el proceso de comunicación, el papel del canal artificial es siempre 
secundario. El canal artificial sólo facilita el “transporte de mensajes” entre dos canales 
naturales. Cuando no existen canales naturales ni un proceso final de comprensión 
mental (por ejemplo como ocurre con la trasmisión de mensajes entre computadoras), 
no se puede hablar de un proceso de comunicación propiamente dicho. El término 
“comunicación” se debe reservar sólo para la interrelación humana, o sea, al 
intercambio de mensajes, entre personas, independientemente de los “medios” que se 
empleen para facilitar esa interrelación. 
 
Bettetini (4) señala que cualquiera que sea la pertinencia científica para analizar la 
comunicación, se caracteriza sobre todo por una tendencial persecución de un papel 
igualitario entre los interlocutores y que se caracteriza por una “forma abierta o 
bidireccional del intercambio, la posibilidad de inversión de los papeles entre el emisor y 
el destinatario, la valoración de la actividad participativa del destinatario y la tendencia a 
considerar la relación de comunicación como una interacción paritaria o como una 
forma de conversación al menos potencial”. 
 
LOS NIVELES DE COMUNICACIÓN 
 
Los procesos de comunicación se desarrollan fundamentalmente en tres niveles, 
cuya clasificación tiene que ver con el alcance del contenido de la información; así 
tenemos (2): 
© Nivel individual o Micronivel. Es el escalón más simple del proceso de la 
comunicación y abarca los actos aislados del individuo en particular; o sea son sus 
relaciones personales. La comunicación individual incluye la planificación y 
desarrollo de actividades conjuntas, la aceptación y trasmisión de normas morales 
y de conducta, la satisfacción de necesidades afectivas y cognoscitivas, entre 
otras. 
© Nivel Grupal o Mesonivel. Es el acto comunicativo que se produce en grupos 
más o menos aislados, donde la temática o contenido objeto de la trasmisión es el 
eje esencial de su existencia. Las relaciones que aquí se establecen – signadas 
por los intereses del grupo -- dirigen la dinámica bajo la cual existe y actúa 
 
 
dicho grupo. Como ejemplo de ello tenemos los colectivos educacionales y 
laborales. 
© Nivel Grupal-Social o Macronivel. Están dirigidos a establecer relaciones 
inherentes a determinados grupos sociales y en ellos se expresan las relaciones 
entre la conciencia social y la conciencia individual. Aquí son muy representativos, 
también, los intereses de grupo. Como ejemplo de ellos tenemos: las clases 
sociales, las asociaciones profesionales y científicas, los gremios, entre otros. 
 
INFORMACIÓN, COMUNICACIÓN Y APRENDIZAJE 
 
En varios escritos hemos observado cómo diferentes autores utilizan estos 
términos de forma indiscriminada, cuando debieran estar perfectamente claros lo que 
cada cual significa. 
 
Por información entendemos un proceso de envío unidireccional de un mensaje 
que excluye la interpretación humana, así como la adecuada descodificación y 
retroalimentación correspondiente. Pudiera ser bidireccional, pero siempre excluye la 
interpretación; y aunque en estos casos pudiera desencadenar respuestas, éstas 
siempre serían programadas (3). 
 
Para que haya información, el contenido del mensaje que se trasmite debe 
resultar desconocido y a su vez significativo para el receptor, pues tiene que 
representar para él algún elemento de valor, ya sea cognitivo, utilitario, emocional, de 
placer, etcétera. 
 
La comunicación supone un intercambio mutuo, dialógico, y siempre con 
respuesta del receptor: retroalimentación; que a su vez debe propiciar un cambio de 
actitud temporal o definitiva. O sea es una relación comunitaria humana, activa y 
dinámica, entre al menos dos interlocutores en estado de total reciprocidad, y constituye 
un factor esencial de la convivencia social. 
 
El aprendizaje es aquel proceso comunicativo, en el cual el cambio de actitud 
emanado de él, se hace permanente o al menos duradero en el tiempo; y cuyo 
resultado es la formación y construcción de nuevos conocimientos, habilidades, hábitos 
y modos de actuación, así como el perfeccionamiento de los que ya poseía. 
FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN 
 
Las funciones, siguiendo a González Castro (2) podemos clasificarlas en: 
informativa, afectiva-valorativay reguladora. 
 
4 Informativa. Posibilita la trasmisión de todo el caudal de experiencias histórico 
sociales y científico técnicas, lo que propicia la construcción de conocimientos, 
así como la formación de hábitos, habilidades y convicciones. Recordar que 
 
 
para que haya información, el contenido del mensaje tiene que ser 
desconocido y significativo para el sujeto que lo recepciona. 
 
4 Afectiva-valorativa. Permite la estabilidad emocional de los individuos en su 
realización personal, ya que les posibilita una formación integral, al establecer 
una imagen sobre “sí mismos”; o sea una autoevaluación (crítica y autocrítica) 
en relación con lo que “aspiran ser”. Les presenta la disyuntiva acerca de la 
necesidad de compatibilizar su papel individual con su responsabilidad social. 
Está relacionada con la ética profesional y los valores. 
 
4 Reguladora. Es en realidad la función que permite la retroalimentación del 
emisor acerca del “efecto” causado por el mensaje sobre el receptor. Posibilita 
la autoevaluación del emisor. Esta función es consustancial al propio concepto 
de la comunicación. Posibilita el control y la regulación de la calidad del 
proceso y su utilización como elemento de dirección del mismo. 
 
TEORÍAS Y MODELOS DE COMUNICACIÓN Y SUS ELEMENTOS 
 
No pretendemos en este trabajo realizar un análisis de las diferentes teorías y 
modelos existentes en relación con la comunicación social, pero tampoco podemos 
obviar señalar algunas consideraciones al respecto. López Forero nos señala al 
respecto (3): 
 
π Teoría de la información o cibernética. Su cuna está en la escuela norteamericana 
que asume el estudio de los problemas ligados a la comunicación de masas. Su 
objetivo se centra en hiperbolizar el papel del nivel tecnológico en la comunicación 
social, donde la significación del mensaje no les interesa, marginándolo por 
completo, desvinculando el proceso comunicativo de su dirección social. 
 
π Teoría de la comunicación o semiológica. Sus principales representantes 
pertenecen a la escuela europea, aunque existen algunos exponentes 
latinoamericanos. Su interés se centra en torno a la significación cualitativa del 
mensaje, pero subvalora las condiciones concretas del receptor. Su aparato es 
estudiado como un reproductor de la ideología, y el contenido de los mensajes está 
determinado por los intereses de los dueños de los medios, que plasman en los 
mensajes “su visión del mundo”. 
 
π Teoría de Herbert Marshall McLuhan. Este canadiense fundamenta su teoría en el 
principio de que el medio es el mensaje. Lo que le interesa no es lo que se diga –el 
contenido del mensaje--, sino el medio mismo. Según él cualquier medio no es más 
que la prolongación de nuestros sentidos o al menos de uno de ellos. El contenido 
del mensaje se encuentra absolutamente subordinado al medio que lo trasmite. 
Rompe con el humanismo del proceso de la comunicación. 
 
π Modelo de Schramm. Su núcleo es la organización informativa, en la cual se 
realizan las mismas funciones de codificar, interpretar y decodificar. Se señala 
 
 
como algo inexistente: la retroalimentación. McQuial (5) señala que este es un 
ejemplo de tendencia a alejarse de los modelos de la comunicación en general, 
hacia modelos de comunicación colectiva, donde es considerada como una 
reacción contra la imagen de la sociedad de masas, según la cual los individuos 
están conectados de un modo muy tenue y en la que los mensajes de la 
comunicación colectiva alcanzan, influyen y manipulan a los miembros de la 
audiencia uno a uno. 
 
π Modelo dialéctico para la comunicación. En este modelo planteado por Martín 
Serrano (6) participan los actores, las expresiones, las representaciones y los 
instrumentos, todos los cuales están abiertos a la influencia del sistema social 
imperante. Los actores son las personas físicas que se pueden comunicar con 
otros; los instrumentos son los aparatos biológicos o tecnológicos para lograr la 
producción, el intercambio y la recepción de señales. Las sustancias expresivas 
pueden ser de índole orgánico (naturaleza) o inorgánico ( del trabajo del hombre). 
Las representaciones actúan como organización de los datos de referencia 
proporcionados por el producto comunicativo y pueden ser: del comportamiento, 
cognitivas y de juicios de valor. 
 
Desde Aristóteles hasta nuestros días se han presentado innumerables Modelos 
de Comunicación, sin que satisfagan los requerimientos y consideraciones actuales del 
proceso de la comunicación; sin embargo el Modelo Modificado de Claude Shannon (5) 
mantiene cierta vigencia, aunque es demasiado esquemático y poco dialéctico para las 
necesidades contemporáneas. Su esquema general podemos representarlo de la 
manera siguiente: (Ver Figura Nº 1). 
 
 
 Figura Nº 1. Esquema General del Proceso de Comunicación 
 
 
E M I S O R R E C E P T O R
F U E N T E D E S T I N A T A R I O
 M E N S A J E
C A N A L
R E T R O A L I M E N C A C I Ó N
¡ R U I D O S !
 
 
Elementos que lo componen 
 
Entre los diferentes elementos que componen el esquema general del proceso 
de comunicación, tenemos: 
 
Fuente: Es la persona que confecciona o elabora el mensaje y estructura su contenido. 
 
Emisor: Es la persona que proporciona la información, y emite lo que la fuente desea 
trasmitir. Este emisor es quien selecciona los símbolos y codifica el mensaje. Puede ser 
a su vez la fuente de la información. 
 
Mensaje: Es el contenido de la comunicación que se trasmite. Es un sistema de 
señales codificadas en las cuales va la información. Lleva implícito el sistema de 
valores del emisor: hechos, ideas, sentimientos, principios, valores morales y éticos, 
etcétera. 
 
Codificación: Sistema de signos y símbolos a través de los cuales el emisor “prepara” y 
“traduce” el mensaje, para que pueda ser comprendido por el destinatario, por lo que 
deberá ser común a él. Es el “lenguaje” que se emplea para trasmitir el mensaje, y para 
lo cual se vale de: 
 
4 conocimientos temáticos y del canal a emplear 
4 de las exigencias de los destinatarios 
4 las peculiaridades del lenguaje a utilizar, y 
4 las bases culturales y gnoseológicas de los que lo van a recibir. 
 
Canal: Es el medio, soporte material o instrumento a través del cual se trasmite o 
transporta el mensaje. Es el soporte de la información o medio técnico auxiliar a 
emplear: voz humana, proyector de diapositivas, retroproyector, equipo de vídeo, 
televisor, computadora, etcétera. 
 
Descodificación: Es el proceso de descifrar los signos y símbolos utilizados en el 
mensaje para poder “entenderlo”. Comprende la interpretación del valor de cada 
símbolo empleado, e influyen en este proceso los factores emocionales y ambientales 
que rodean al receptor. 
 
Receptor: Es el sujeto que recepciona y descodifica el mensaje. 
 
Destinatario: Es el objeto final de la comunicación. Es el que percibe, analiza e 
interpreta el sentido de la comunicación, y a su vez “responde” acerca del grado de 
asimilación de la información recibida. Puede haber sido, a su vez, el receptor del 
mensaje. 
 
Retroalimentación: Es la información de retorno al emisor, gracias a la cual se informa 
de la manera en que su mensaje está siendo asimilado por el destinatario, así como de 
los efectos que produjo: su impacto. 
 
Ruido: Es todo aquello que afecta o altera la comprensión del mensaje y de su 
respuesta. Son las interferencias de índole objetiva o subjetiva, ambientales o de 
imperfección de los elementos que alteran la calidad del proceso de la comunicación. 
 
 
LAS BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN 
 
Son obstáculos que limitan o impiden el desarrollo del proceso de la 
comunicación y su mejor realización. Podemos clasificarlas en (2): 
 
1. Gnoseológicas: Son las relativas al conocimiento previo requerido para poder 
recepcionar e interpretar un mensaje. Cuántas veces observamos que un mensaje 
no es recepcionado adecuadamente por los sujetosa los que va dirigido, y por ello 
es muy importante conocer las “características” del auditorio al que nos vamos a 
referir a fin de poder “atemperar” nuestro mensaje a su nivel escolar, cultural y de 
información previa sobre el tema en cuestión. No es lo mismo, por ejemplo, una 
disertación sobre “Enfermedades de Trasmisión Sexual” dirigida a un grupo 
comunitario, que a estudiantes preuniversitarios, estudiantes de Medicina, 
residentes, especialistas o profesores. 
 
2. Objetivas: Son aquellas barreras de carácter material, que no dependen de causas 
psicológicas, gnoseológicas ni de otra índole subjetiva. Si vamos a brindar un curso 
de educación a distancia con el empleo de la computación y las redes, los que no 
posean estos equipos no podrán recepcionar este curso; igual puede suceder con la 
trasmisión de un programa de televisión educativa por cable si no tenemos acceso a 
él, o por circuitos abiertos tradicionales, pero en una región “silente” del país. 
 
3. Sociopsicológicas: Son aquellas que se corresponden con normas, principios y 
creencias que el sujeto-receptor tiene como incuestionablemente válidas y que 
actúan como elementos de bloqueo ante cualquier nueva información relacionada 
con un tema que se pretenda trasmitir y que choquen con ellas. Por ejemplo 
tenemos que el abordaje comunitario del tema de la planificación familiar, el aborto 
provocado, la transfusión de sangre, determinados hábitos de higiene o alimentarios, 
valores morales, etcétera, que pueden “chocar” con tradiciones y normas culturales, 
morales o religiosas, y sus resultados pueden ser contradictorios con los 
planificados inicialmente. 
 
El proceso de comunicación está muy ligado a los procesos de la actividad 
humana, los que a su vez están muy relacionados con los conceptos de necesidad y de 
motivación. 
 
La necesidad es el estado psíquico, relativamente estable en el individuo, que 
se caracteriza por la atracción hacia objetos y fenómenos que se “sienten” como 
condición indispensable para su existencia. Es la condición de que algo es deseable, 
útil, buscado, que uno desea y debe tener (7). 
 
La motivación es un complejo sistema de procesos y mecanismos psicológicos 
que determinan la orientación dinámica de la actividad del hombre en relación con su 
medio, e incluye el clima político, socioeconómico, organizacional y científico, entre 
otros, existente. Los motivos son los objetos, las ideas, los sentimientos, que impulsan 
y dirigen la actividad del hombre; es la disposición para actuar, consciente o 
 
 
inconscientemente, a fin de satisfacer sus deseos y necesidades (1), sean éstos 
materiales o espirituales. 
 
En el proceso de realización de la actividad pueden surgir barreras que impidan 
que el sujeto alcance la meta propuesta. Las acciones resultantes pueden ser diversas, 
en dependencia de: la educación, personalidad, medio social, carácter del sujeto, entre 
otras. Así tenemos: (Ver Figura Nº 2) 
 
4 Frustración: El individuo se inhibe y abandona su empeño. 
4 Metas equivalentes: El sujeto no puede alcanzar la meta propuesta, pero 
entonces se propone otra meta similar, equivalente. 
4 Satisfacción parcial: No puede alcanzar la meta prevista, entonces el sujeto 
reanaliza la situación existente y se propone en consecuencia determinadas 
metas parciales, intermedias, que a la larga le van a permitir acercarse a la 
meta inicial propuesta. 
4 Solución imaginaria: Es un mecanismo de evasión de la meta a alcanzar, 
donde la sustituye por otra “no real”, pero que le permite satisfacer “imagi- 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EVASIÓN 
META PARCIAL 
EQUIVALENTE 
FRUSTRACIÓN 
 REALIZACIÓN 
Figura Nº 2. Reacciones ante las Barreras 
 
 
 
nariamente” determinados deseos y necesidades. Por ejemplo, los 
norteamericanos perdieron la guerra en Vietnam, o sea, no pudieron alcanzar 
su meta: fracasaron; pero desde el punto de vista de la comunicación de 
masas necesitaban una imagen “visionaria”, que ante los ojos de las nuevas 
generaciones, ratificara la invencibilidad de los soldados yankees, y así 
surgió Rambo. Esta fue una solución imaginaria, al igual que en otra época lo 
fue Superman, en su lucha contra el “comunismo mundial”. 
 
Todos los procesos comunicativos están directamente relacionados con las 
necesidades y la conducta de las personas, en las condiciones histórico concretas de 
su existencia económico social. 
 
FACTORES QUE INFLUYEN EN SU EFECTIVIDAD 
 
Existe un grupo de factores objetivos que debemos tener en cuenta para 
asegurar la efectividad del proceso de comunicación. Todos tienen una aplicación 
directa en el diseño de los diferentes canales para trasmitir los mensajes (medios de 
enseñanza), por lo que es necesario su análisis. Entre ellos tenemos (2): 
 
Intensidad: Todos los órganos sensoriales tienen un umbral superior e inferior para 
recibir los diferentes estímulos, ya sean o visuales, auditivos, kinestésicos, táctiles, 
gustativos u olfativos. Según las leyes físicas y fisiológicas: a mayor intensidad del 
estímulo, mejor comunicación; pero siempre dentro de los umbrales establecidos. No 
porque gritemos en una clase, lograremos una mejor comunicación con el auditorio. Por 
lo tanto, este elemento es válido y debemos tomarlo en consideración, pero siempre 
dentro de los límites lógicos permisibles. 
 
Color: El ojo humano percibe las imágenes en sus diferentes colores y tonos. Estudios 
realizados permiten clasificar los colores en dos grandes grupos: cálidos o calientes y 
fríos. Los colores calientes son aquellos que son percibidos con mayor impacto por el 
individuo, se distinguen a mayor distancia y son estimulantes o excitantes. Entre ellos 
tenemos: rojo, naranja y amarillo. Cuando pretendemos advertir algún peligro, por 
ejemplo, empleamos una señal en rojo (ver las señales del tránsito). 
 
 Por otra parte, los colores fríos son aquellos menos estimulantes y poco visibles 
a distancia; son poco agresivos y más bien son “sedantes”. Entre ellos tenemos: verde, 
azul y magenta o violeta. 
 
Por lo tanto, el color que empleemos en el mensaje, es importante; y nos va a 
decir, al codificarlo, el sentimiento (fuerza o impacto) que pretendemos trasmitir. 
 
Contraste: Tan importante como conocer el significado y valor de cada color en el 
mensaje que vamos a trasmitir, es esencial conocer la mejor forma en que ellos deben 
combinarse. Las combinaciones de colores no son casuales, ni espontáneas. Está 
 
 
demostrado que las mejores combinaciones y que más llaman la atención del sujeto 
son: 
 
 
• negro sobre amarillo, 
• rojo sobre blanco, 
• azul fuerte sobre blanco, 
• negro sobre blanco, y 
• blanco sobre negro. 
 
 
 
A su vez, podemos señalar que las combinaciones mejor visibles son las de fondo 
claros con textos más oscuros. Mientras mayor sea el contraste entre la figura o texto y 
el fondo, mucho mejor se produce la recepción del mensaje. 
 
Novedad: No hay dudas de que todo aquello que resulte desconocido para el sujeto, 
atrae poderosamente su atención. Todo lo que rompa el esquema visual, sin dudas, 
motiva la atención del auditorio. Indique que va a emplear una nueva tecnología en su 
próxima clase; evite mantener en sus actividades docentes formatos idénticos; no 
emplee siempre el mismo método de enseñanza, ni utilice los mismos medios de 
enseñanza. Valore siempre, que su objetivo inicial es motivar el aprendizaje de sus 
educandos, y por lo tanto “innove” en ellos. 
 
La sorpresa: Junto con la innovación juega un papel importante en todo mensaje el 
factor sorpresa. Todo aquello que resulta inesperado para el sujeto o cuya posibilidad 
de ocurrencia sea prácticamente nula, tendrá un efecto “mágico” para captar la atención 
del auditorio. Es por eso que todo lo que posibilite romper la rutina de su actividad, 
permitirá incrementar su eficacia. ¡Sea creativo en sus clases! Aquí por ejemplo juega 
un importante papel la aplicación del métodoproblémico en el abordaje de una 
temática. 
 
Estímulos indicadores: Se emplean con el objetivo de eliminar la fijación de la 
atención del auditorio en aspectos superfluos de la información y centrarlos en los 
aspectos esenciales del mensaje que se desea trasmitir. Estos indicadores son muy 
variados: van desde el puntero, los recuadros, el cambio de color, subrayar una frase o 
palabra, enmascaramiento parcial de una lámina de retrotransparencia, las 
superposiciones de imágenes, hasta el empleo de efectos sonoros y la música. 
 
Estructura: La organización correcta del contenido de un mensaje que trasmitimos es 
importante para que pueda ser “comprendido” por el sujeto receptor. Si empleamos una 
secuencia “ilógica”, el mensaje puede ser ininteligible. Esto debemos tenerlo en cuenta 
no sólo al estructurar el contenido temático, sino también al diseñar la presentación del 
mensaje (láminas, diapositivas, pizarrón). Si su presentación es anárquica, aunque la 
secuencia del abordaje del contenido sea lógica, su descodificación puede ser un 
 
 
verdadero desastre. Es por ello que este aspecto presenta una gran importancia; 
imbricándose de manera dialéctica el contenido con su forma de presentación. 
 
 
LA COMUNICACIÓN PEDAGÓGICA 
El término comunicación pedagógica se ha utilizado para designar el intercambio de 
mensajes verbales y extraverbales entre profesores y educandos en un área docente: 
aula, laboratorio, servicios de salud, etcétera (8). Hurt et al (9) la definen como el proceso 
mediante el cual una persona estimula significados en la mente de otra, a través de 
mensajes verbales y no verbales. 
 
El profesor es un comunicador profesional y por ello necesita estudiar el proceso 
comunicativo con profundidad, para encontrar en él las bases que le posibiliten realizar 
sus actividades docentes con efectividad y eficacia. La enseñanza constituye el proceso 
de organización y dirección de la actividad cognoscitiva e incluye, por lo tanto, la 
actividad del profesor (enseñar) y la del estudiante (aprender), y es por ello que se 
denomina proceso de enseñanza-aprendizaje o simplemente proceso docente (10). 
 
El proceso educativo es consciente y se desarrolla atendiendo a objetivos, 
condiciones y relaciones sociales. Presupone relaciones de comunicación social entre 
educadores, educandos y sus familiares. El educador actúa con un encargo social – es 
sujeto del proceso pedagógico --; el educando, además de objeto, debe ser sujeto del 
proceso educativo, y lo será tanto más, cuanto más activa y conscientemente participe 
sobre su “construcción” individual e influyan en el desarrollo de su colectivo (11). 
 
El proceso de enseñanza-aprendizaje es por excelencia un acto de 
comunicación, donde profesores y educandos interactúan con el propósito de cumplir 
con los objetivos educacionales propuestos (12). La relación entre enseñanza y 
comunicación es doble, ya que por una parte la enseñanza es un proceso comunicativo, 
mientras que por otra, uno de los propósitos del proceso docente es el desarrollar en el 
educando las capacidades comunicativas. Berlo (13) sostiene al respecto, que la finalidad 
de cualquier proceso comunicativo es la de producir en el receptor una respuesta 
esperada, con un cambio más o menos duradero. Si la comunicación falla, no se puede 
producir aprendizaje. 
 
Esta interacción no es espontánea ni anárquica, sino que se basa en un conjunto 
de leyes y principios que establecen la didáctica y que tiene su fundamento en la 
epistemología o la teoría del conocimiento. Cuando no se establece una buena 
comunicación profesor-alumno, las influencias educativas son asimiladas sólo 
formalmente por los educandos, aunque las condiciones materiales y organizativas 
creadas sean excelentes. 
 
La tarea del profesor es mucho más compleja y difícil que la de cualquier otro 
comunicador, ya que tiene que: 
 
 
 
• ganarse la confianza del alumnado, 
• mantener la jerarquía necesaria, 
• captar la atención durante muchas horas, 
• mantener la ecuanimidad en cualquier circunstancia, 
• no mostrar inquietud, ni inseguridad en el contenido que explica, 
• persuadir a los educandos de la importancia del contenido que presenta, 
• mostrarse siempre equilibrado y tranquilo a pesar de sus problemas personales, 
• manejar siempre y en todo momento la persuasión y sugestión, y 
• emplear en cada caso, la terminología apropiada. 
 
Comunicación y enseñanza son parte de una misma e indivisible realidad. 
Enseñar siempre es comunicar. La comunicación y sus medios se imbrican en todo 
currículo educativo, dado su impacto teórico y práctico en los resultados del proceso 
educacional. La comunicación pedagógica ocurre en un ambiente y en un contexto 
determinados; o sea se desarrolla en un espacio específico y con un tiempo horario 
asignado. En la educación en salud ese espacio no se circunscribe al aula ni al 
laboratorio, sino que fundamentalmente se desarrolla en los servicios de salud, en la 
interfase entre la educación y la práctica médicas. Es por ello que en la educación en el 
trabajo en los servicios de salud, el proceso comunicativo no se ciñe al relacionado 
entre profesor y educando, sino, además, entre estos con los individuos – sanos o 
enfermos --, las familias y la comunidad. 
 
El proceso enseñanza-aprendizaje trae aparejado múltiples posibilidades de 
interrelación entre los individuos que en ella intervienen, que requieren el empleo de 
variadas formas, contenidos y niveles de comunicación. El profesor tiene que saber 
manejar el trabajo grupal, sin abandonar el tratamiento a las individualidades de cada 
educando; pero a su vez tiene que saber manejar adecuadamente el nivel grupal-social 
en la interrelación que tiene que ser capaz de mantener con las familias de sus 
alumnos, atemperando los análisis a sus características socioculturales ( Ver Figura Nº 
3). 
 
Este proceso interactivo e interdependiente entre profesores y educandos 
conlleva el ajuste a la percepción de la realidad de cada cual, se interrelacionan 
experiencias y es multidimensional, ya que afecta a la persona como un todo, en los 
aspectos cognoscitivo, afectivo y psicomotor: es un proceso intrapersonal e 
interpersonal. 
 
Sanvisens (14) ha planteado la necesidad de establecer con todo rigor científico y 
pedagógico, una especialidad de estudios posgraduales, que sugiere denominar de 
modo genérico: “Pedagogía de la Comunicación”. Un cambio cualitativamente 
interesante, a su vez, es el que supone el análisis de los fenómenos comunicativos que 
emprende Bunge (15), cuando se centra en la enseñanza como un modelo utilizable en 
el estudio de la comunicación, y no a la inversa como es frecuente su análisis; donde 
caracteriza el sistema escolar en su conjunto, como un sistema de comunicación global 
y genérico que no puede limitarse exclusivamente a los clásicos procesos del “contacto” 
profesor-alumno. 
 
 
 
Los cambios tecnológicos actuales han venido impactando el proceso docente, 
apareciendo con mayor fuerza la interactividad del educando, lo que implica una acción 
mutua y simultánea por parte de dos participantes, que pueden, pero no 
necesariamente deben, perseguir un fin común. Así surgen variadas transformaciones 
en el campo de la comunicación y la información, que guardan una estrecha relación 
con la generación de nuevas “formas” de leer y escribir; nuevas formas de relacionar los 
contenidos de estudio con los medios de comunicación; las transformaciones en la 
concepción de espacio y tiempo, con la aparición de la realidad virtual, entre otros (16). 
 
Ello va transformando el papel del profesor, que tiende a ser menos un trasmisor 
de información y cada vez más un orientador y facilitador del proceso del aprendizaje. 
Por otra parte, también se transforma el papel del estudiante, permitiéndole relativizar la 
“construcción” del saber, su posesión y cómo acceder él. Todo lo cual va convirtiendo la 
escuela en una institución “diseminada”,que cada vez disminuye más su papel de 
emisor y le da mayor énfasis a la escucha y orientación hacia la construcción activa del 
saber, saber hacer y saber ser. 
 
Así el profesor, como comunicador, queda atrapado dentro de esta red de 
innovaciones, cambios y “crisis”, donde tiene que aprender a abordar las nuevas 
tecnologías de la información y las comunicaciones dentro de los curricula, asumiendo a 
su vez la responsabilidad en la formación del hombre del Siglo XXI, que tendrá una 
nueva cultura comunicacional (17). 
 
VARIANTES DE LA COMUNICACIÓN PEDAGÓGICA 
 
La comunicación pedagógica consta de cuatro fases: 
 
1. Introductoria: que es aquella donde el profesor (fuente/emisor) prepara el 
escenario para el aprendizaje del educando (receptor/destinatario), a través de la 
estimulación, motivación y persuasión, fundamentalmente. Aquí se crean las 
bases sobre las cuales vamos a estructurar el “edificio”, poniendo en 
funcionamiento todo aquello que sea capaz de crear en el educando el interés 
por el saber y/o saber hacer, en función de los objetivos educacionales 
propuestos. 
2. Orientación: Esta es la fase donde se desarrolla una etapa del aprendizaje, pues 
se brinda toda la información requerida, se orientan los procedimientos a 
desarrollar y dónde complementar la búsqueda de más información y se asignan 
tareas docentes. O sea se desafía al educando a aprender. 
3. Desempeño: Ahora se le brindan al educando las oportunidades para la 
ejercitación de lo aprendido en la fase anterior. En ella se le facilita la ejecución 
de los diferentes procedimientos y técnicas requeridos para el desarrollo y 
demostración de modos de actuación establecidos. 
4. Retroalimentación: No es más que la fase de consolidación de lo aprendido y la 
posibilidad de su transferencia, de forma creadora, hacia nuevas situaciones y 
tareas docentes. 
 
 
 
La retroalimentación juega un role importante en el proceso de la comunicación 
pedagógica y no es más que un conjunto de acciones y manifestaciones verbales y 
extraverbales de los educandos, que permite al profesor verificar la efectividad de sus 
mensajes y al mismo tiempo, readecuarlos, orientando sus futuras acciones con el fin 
de alcanzar los propósitos planificados. 
 
Pero por otra parte, también le brinda información sobre la calidad de su 
actuación docente y del estado de su “maestría pedagógica” (12). 
 
 En el proceso de enseñanza-aprendizaje se pueden presentar diferentes 
variantes de comunicación pedagógica, sobre la base de los roles y relaciones que se 
establecen entre los diferentes actores del proceso docente, así tenemos (8,12): 
 
π Comunicación unidireccional: Es aquella en la que predomina el flujo de mensajes 
sólo desde el profesor al educando, el que actúa como un simple receptador de 
información. Este es el caso de las tradicionales conferencias magistrales. Incluso 
nos podemos cuestionar si aquí hay realmente un proceso de comunicación. 
 
π Comunicación bidireccional: Es aquella en que el profesor envía mensajes al 
educando y éste responde con cierto criterio preestablecido, e insiste en el mensaje 
hasta lograr el resultado esperado. Aquí se desarrolla una interdependencia de 
acción-reacción. Es una comunicación cerrada, de pregunta/respuesta, dada por la 
diferencia de roles y posiciones. Como ejemplo de ella tenemos, el estilo clásico de 
la enseñanza programada, así como en las conferencias y seminarios en que 
realmente se produce una participación activa del educando; pero el profesor 
mantiene su posición y jerarquía. 
 
π Comunicación simétrica: En ella el profesor envía sus mensajes y el educando 
reacciona emitiendo a su vez su respuesta, que en realidad no es sólo retro-
alimentación, sino que constituye un nuevo mensaje que en este caso le envía al 
profesor. En esta relación el profesor tiene que reajustar su percepción de la 
realidad para poder seguir desarrollando la comunicación. Es un proceso diálógico 
abierto, donde en última instancia cada cual mantiene su role. 
 
El diálogo no puede reducirse a un mero acto de depositar ideas de un sujeto en 
otro, ni convertirse en un simple intercambio de opiniones e ideas. Deberá ser un 
proceso de intercambio ordenado y sistematizado, que permita la transición del 
sentido común a un conocimiento que implique: reflexión, crítica y construcción del 
conocimiento (18). 
 
π Comunicación recíproca de roles: Se produce una interacción recíproca en los 
papeles de emisor y receptor. Es un proceso emergente de comunicación “ideal”, 
que se crea en una instrucción participativa, activa, dialógica, donde el profesor se 
convierte en un facilitador, conductor del proceso, intercambiando sus roles con 
flexibilidad, durante el análisis de los problemas. 
 
 
 
Recordar que comunicación y enseñanza-aprendizaje están estrechamente 
vinculadas entre sí, y el adecuado manejo de una repercute en la eficacia de la otra. 
 
 La maestría pedagógica supone, además de una buena acumulación de 
conocimientos y experiencias pedagógicas y de su especialidad profesional, el dominio 
preciso y científicamente fundamentado de la comunicación, a fin de que se desempeñe 
con calidad y obtenga resultados eficaces en la dirección del proceso de enseñanza-
aprendizaje de sus educandos. 
 
 Una excelente preparación de las actividades docentes puede resultar 
infructuosa, si la dinámica empleada en su ejecución es desacertada. Es necesario que 
el profesor comprenda cómo el establecimiento de una adecuada comunicación 
profesor-alumno contribuye a la asimilación consciente de un contenido por parte del 
educando, así como posibilita la formación de valores y normas de conducta que 
regulan su actividad. 
 
LA COMUNICACIÓN ORAL 
 
 Es el proceso de comunicación que se efectúa por medio del lenguaje oral, o sea 
con la ayuda de las palabras. En el lenguaje intervienen variados factores relativos al 
desarrollo del intelecto humano, a las potencialidades de su pensamiento y a los 
factores socioeconómicos de su existencia. El lenguaje es un medio o canal 
exclusivamente humano de comunicar ideas, emociones y deseos por intermedio de un 
sistema de símbolos, determinados según las condiciones del momento y del grupo 
social al cual se relacione. Recordar que sólo es posible llegar al pensamiento del 
hombre a través del lenguaje y viceversa. 
 
 La comunicación oral es doblemente compleja cuando el lenguaje se emplea 
para la comunicación profesional; y su eficacia supone un poco de arte y mucho de 
técnica. El arte de la exposición oral es un atributo bastante poco frecuente, y requiere 
carisma, sensibilidad humana y facilidad natural para expresarse en grupo. 
 
La técnica conlleva la observación de un conjunto de normas y principios 
sancionados por la experiencia mundial, así como el manejo de argumentos 
psicológicos, requisitos semánticos y fisiológicos. 
 
 Vigotski (19) plantea que “el lenguaje es la herramienta material del pensamiento, 
sin palabras el hombre no puede pensar racionalmente... La relación entre pensamiento 
y palabra no es un hecho, sino un proceso... el pensamiento no se expresa 
simplemente en palabras, sino que existe a través de ellas”. 
 
 Cada palabra expresa la generalización del pensamiento humano, de una forma 
mucho más integral que la que se produce mediante imágenes y que sin dudas se 
potencializan. Cada concepto sintetiza un conjunto de propiedades y particularidades 
de cada objeto, así tenemos: hombre, árbol, mesa, salud, enfermedad, ética médica, 
 
 
etcétera. Sin embargo el significado no es estático en el tiempo, sino que se modifica 
en la medida en que la sociedad y el individuo se desarrollan. Así tenemos por ejemplo 
que, no es lo mismo el concepto actual de salud, que el que se manejaba unos años 
atrás. 
 
 Gracias a la comunicación oral se puede trasmitir grandes volúmenes de 
información en poco tiempo, de manera precisa y con una organización estructural 
coherente en su contenido. Comovariantes tenemos: la expresión oral, el monólogo y el 
diálogo. 
 
 Pero la comunicación oral no puede reducirse de manera simplista, sólo a la 
palabra propiamente dicha, sino que en ella intervienen otros factores extraverbales, 
entre los cuales tenemos: 
 
 Los gestos: Imprimen a cada palabra una intención importante. Los brazos del orador 
con frecuencia “hablan” por sí solos; pero los gestos innecesarios distraen la atención 
del interlocutor, y a veces... ¡las manos sobran! Pero por otra parte, ¿qué le parece a 
Ud. un expositor que se para en el podio a impartir una conferencia “magistral” y que 
permanece impávido durante horas, estático, sin emitir un gesto que acompañe a su 
quizás “brillante” intervención? 
 
La mirada: La mirada del orador es determinante para la atención del que escucha. Se 
debe hablar siempre de frente al interlocutor y mirarle a los ojos; sólo así será capaz de 
mantener su atención. ¿No recuerda usted a algún profesor, que durante la clase se 
pasaba mirando a un “punto imaginario” del aula, y cómo ello bloqueaba su 
comunicación con el auditorio? ¿No ha observado el impacto que tiene en una clase 
cuando Ud. centra su mirada “fijamente” en un estudiante? 
 
Pasión, entusiasmo y veracidad: Ha observado Ud. que no es lo mismo cuando el 
profesor expone un criterio y al mismo le imprime pasión, cuando demuestra que 
realmente está convencido de lo que está expresando. La pasión con que se expresan 
y defienden los criterios y conceptos “convencen” a los interlocutores, y hace mucho 
más eficaz el proceso de la comunicación. 
 
Entonación y nivel: Proporcionan las diferencias necesarias para el “colorido” de una 
exposición. Mantener un tono muy alto conduce al cansancio del auditorio; igual que un 
tono muy bajo hace realmente insoportable una conferencia y promueve la somnolencia 
de los educandos. ¡Hay que tratar de mantener un balance correcto en la entonación de 
nuestra expresión oral! 
 
Velocidad y ritmo: La velocidad está determinada por la cantidad de información que 
brindamos por unidad de tiempo, mientras que el ritmo está dado por la cadencia de la 
exposición. Es fundamental saber mantener un equilibrio entre ellos, junto con el nivel 
de la entonación que empleemos. Es importante que sepamos “dosificar” bien la 
cantidad de información adecuada a brindar a los estudiantes en una actividad docente. 
No porque brindemos más información nuestra actividad va a ser mejor, pues con 
frecuencia con ello bloqueamos la comunicación con el auditorio. 
 
 
 
Por otra parte, otro elemento importante en toda exposición oral es saber hacer 
pausas, que son, una valiosa ayuda en la asimilación del material, por ejemplo en una 
conferencia. Las pausas sirven para delimitar un grupo de ideas de otros y ayudan a 
“refrescar” a los educandos. 
 
Sin lugar a dudas, todos los factores antes señalados combinados hábilmente, 
favorecen la fluidez del proceso de comunicación. No obstante, con frecuencia 
obviamos otro factor, que puede matizar de manera definitiva la efectividad y eficacia de 
toda comunicación y es el lugar donde se desarrolla el proceso y sus características. 
¡Cuán inefectivo puede ser un planteamiento correcto en el lugar inapropiado! ¿Qué 
cree Ud. de una conferencia brillante impartida en un local con muchos ruidos externos, 
poca ventilación y asientos incómodos? Hay que garantizar un local que posibilite 
concentrar la atención en el mensaje que se quiere trasmitir. Un local inapropiado es un 
gran ruido, que puede bloquear y entorpecer el mejor desarrollo del proceso de 
comunicación, cualquiera que este sea. 
 
 
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19. Vigotski LS. Pensamiento y Lenguaje. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 
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	L
	LOS NIVELES DE COMUNICACIÓN
	INFORMACIÓN, COMUNICACIÓN Y APRENDIZAJE
	FUNCIONES DE LA COMUNICACIÓN
	TEORÍAS Y MODELOS DE COMUNICACIÓN Y SUS ELEMENTOS
	Figura Nº 1. Esquema General del Proceso de Comunicación
	LAS BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN
	FACTORES QUE INFLUYEN EN SU EFECTIVIDAD
	LA COMUNICACIÓN PEDAGÓGICA
	LA COMUNICACIÓN ORAL

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